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7 de noviembre de 2018

Cambio climático ahora amenaza al árbol de la quina

Emblema nacional en peligro de extinción. Aumento de temperatura de la Tierra se suma a otros factores que ponen en riesgo su existencia. Su población se redujo a menos del 5% de lo reportado antes de la llegada de los españoles. Solo una especie está protegida. El próximo mes lanzarán plan para su conservación.


De la quina, árbol que representa nuestra riqueza vegetal en el escudo nacional, podría quedar solo el recuerdo y su dibujo en uno de nuestros símbolos patrios si es que se sigue depredando y no se implementa una estrategia para su recuperación y conservación.

Pese a que el Perú es considerado como el centro de su diversidad genética, ya que preserva 19 de las 25 especies reportadas en el mundo, hoy esta emblemática planta que curó a millones de enfermos de la mortal malaria el siglo pasado se encuentra en peligro, pues su población se ha visto reducida a una mínima parte de lo que cientos de años atrás narraron los cronistas, advierten investigadores de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM).

De acuerdo con el investigador, la extracción desmesurada de la que fue víctima la quina siglos atrás al conocerse sus poderes medicinales, sumado a la actual degradación de los bosques de neblina (considerado como su hábitat natural) a consecuencia de la agricultura migratoria, la ganadería extensiva, el incremento de las rutas de acceso y la apertura de vías carrozables en zonas alejadas, entre otros, pueden acabar con todo el acervo y “pool genético” de las especies y variedades que hoy existen en el Perú.

Si antes era fácil encontrar los bosques de quina entre los 800 y 2.800 metros sobre el nivel del mar, actualmente sus árboles son muy escasos y en algunas de sus especies estos se reducen a un contado número de individuos. Hay que precisar que para extraer la quinina, componente utilizado de este árbol, se tiene que retirar la corteza de la planta matándola inmediatamente.

“La destrucción se da en todas las variantes del grupo. Solo hay una o dos, de las 19 especies que conserva el Perú, que tiene una población algo considerable. Otras están tan golpeadas que ya no sabemos si existen árboles, pues en las épocas recientes ya no se les ha vuelto a reportar”, añade el especialista.

Lea el artículo completo en: La República (Perú)

12 de octubre de 2018

Hungría quema todos los cultivos transgénicos de Monsanto


En Hungría está prohibido el ingreso y comercialización de semillas OMG (Organismos Modificados Genéticamente) de Monsanto y es responsabilidad de los propios comerciantes vigilar que sus semillas no estén contaminadas. Por ello cuando se encuentran plantas contagiadas se debe destruir todo el campo.

Los agricultores húngaros, al notar que semillas transgénicas fueron mezcladas con las normales sin su consentimiento, decidieron quemar mas de mil hectáreas de plantas de maíz de semillas transgénicas Monsanto.

Por suerte, con esta acción se evitó la contaminación otros cultivos. Al menos, así lo declaró el secretario de estado adjunto del Ministerio del Desarrollo Rural, Bognar Lajos.

En el 2013, grandes cultivos de maíz transgénico fueron también destruidos, según Global Research.

Ya es conocida, en el mundo de la agricultura, la estrategia que tiene la corporación Monsanto, de contaminar sus semillas modificadas con las normales, y así cobrar las patentes correspondientes. Por ello se ha prohibido la entrada de la semilla en varios sectores, ya que además con la polinización contaminan a otros campos.

A gran escala, la proliferación de la semilla transgénica es un golpe mortal para la agricultura libre que se ha decidido proteger en paises como Hungría. Eso, al menos por soberanía, debería ser respetado por la corporación.

Fuente: Diario Ecología

Agricultor cusqueño mantiene vigentes más de 300 variedades de papa

Agricultor cusqueño Manuel Choque gana premio Summum a mejor productor por mantener vigente el cultivo de numerosas variedades antiguas de papa nativa.


Para Manuel Choque todo comenzó como un pasatiempo. En la parcela familiar se sembraba papa. En cada feria agropecuaria que iba veía distintas variedades de este tubérculo y sentía curiosidad por experimentar con ellas en la tierra de su padre. 

Empezó con 15 tipos de papa. Hoy, los Choque cultivan más de 20 veces ese número de variedades. 

Esa pasión le ha valido a este agricultor lograr el premio gastronómico Summum como “Mejor productor del año”. Sin embargo, el camino para llegar a este reconocimiento no ha sido fácil. 

El agricultor contó a la Agencia de Noticias Andina que tuvo que bregar mucho para conseguir un nicho del mercado y volver rentable su afición.

Cultura viva

Choque explicó que cada comunidad andina ha adaptado el tubérculo a las condiciones particulares de su terreno. Por ello, afirma, existen tantos tipos de papa.

El especialista refiere que estos saberes provienen de la época prehispánica. No obstante, manifiesta que prevalece en la actualidad un prejuicio hacia estas papas llamadas nativas.

Narró que es difícil comerciar los distintos tipos de papa cuando solo son conocidos en su zona de producción. Incluso, cuenta que en algún momento tuvo que sacrificar una cosecha de 30 toneladas y la dio como forraje para animales, pues nadie le compraba.

Eso cambió hace un par de años, cuando descubrió un filón para colocar su producción: los hoteles y restaurantes para turistas de la ciudad de Cusco.

Moderno y tradicional

Choque refiere que estudió Agronomía en la universidad, para luego trabajar en el Instituto Nacional de Innovación Agraria y en el Centro Internacional de la Papa.

Allí aprendió técnicas de mejoramiento genético. Una de sus metas es romper el mito de la pobreza en nutrientes del tubérculo andino. 

De acuerdo con Choque, en los terrenos de su familia emplean tecnología moderna, pero también se respetan las tradiciones ancestrales, como el pago a la tierra. Asimismo, echan mano de técnicas tradicionales aún vigentes.

350 variedades de papa nativa cultiva y comercia Manuel Choque.

Fuente: Agencia Andina (Perú) 

1 de octubre de 2018

Insectos, ¿la comida del futuro?


Los comen más de 2.000 millones de personas en el 80% de los países del mundo. Pero no, no se trata de los menús de ninguna conocida cadena de hamburgueserías. Si añadimos que su consumo ha formado parte de nuestra dieta durante miles de años, queda claro que hablamos de otro tipo de alimento. Y a pesar de su larga historia, en las sociedades occidentales hemos prescindido de una fuente de nutrientes que podría ser la solución del futuro de la alimentación; siempre que seamos capaces de dejar de lado nuestra aversión a comer bichos.

Antes de mediados de este siglo, la Tierra contará con más de 9.000 millones de bocas humanas que alimentar. Y no es sencillo que la producción de alimentos pueda crecer al mismo ritmo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 26% de la superficie seca del planeta se dedica a pastos para el ganado, y un 33% de las tierras cultivables producen cosechas para la ganadería. Esta actividad es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y prescindir de más bosques para abrir espacios a la agricultura aumentaría el problema del cambio climático.

Con nuestro sistema actual, los números no cuadran. Pero hoy son muchos quienes piensan que es posible salir de esta difícil encrucijada sin renunciar al alimento de origen animal; se trata simplemente de variar el menú de especies que comemos. En occidente ya estamos acostumbrados al consumo de artrópodos, pero sólo acuáticos, como cangrejos o langostas. En cambio, hasta 3.000 grupos étnicos de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía incluyen los insectos como parte de su dieta.

La Universidad holandesa de Wageningen mantiene una lista que recoge 2.111 especies comestibles de insectos y arácnidos, sobre todo escarabajos, orugas, hormigas, abejas, avispas, saltamontes, langostas y grillos, pero también moscas, arañas y cucarachas. En la exaltación de las virtudes nutritivas de estos animalitos ha desempeñado un papel crucial la FAO, que lleva años promoviendo la entomofagia como solución a la inseguridad alimentaria.

El artículo completo en: Materia

18 de septiembre de 2018

La harina de coca tiene más calcio que la leche y más proteína que la quinua

El mate de coca y el chacchado de las hojas de coca son de uso habitual en poblaciones de Perú, Ecuador, Colombia y Argentina. 


La coca es una planta alcaloide como el té y el café. Son varios los alcaloides que contienen las hojas de coca y uno de ellos es la cocaína. Sin embargo, la cantidad de cocaína en las hojas de coca no supera el 1%. Se trata de una cantidad tan pequeña que no tiene nada que ver con los efectos devastadores que produce la droga procesada, pues este alcaloide mezclado con la saliva se transforma en ecgonina, substancia que contribuye a quemar las grasas acumuladas en el hígado generando energía.

La hojas de coca pueden ser utilizadas de diversas maneras. Se pueden masticar, tomar en filtrantes, licuar las hojas frescas y también consumirlo en forma de harina de las hojas de coca en diversas preparaciones como pasteles o galletas.

Valor nutricional


Gracias a la investigación realizada por la universidad de Harvard en 1975, titulada “Valor nutricional de la hoja de coca”, se ha probado que la masticación diaria de 60 gramos de hoja de coca, colman las necesidades de calcio. Asimismo, su contenido en vitaminas y determinados oligoelementos hacen que al mismo tiempo el mate de coca constituya un complemento ideal de dieta diaria.

Estos mismos estudios sostienen que en 100 gramos de coca se puede tener casi dos gramos de potasio que son necesarios para el equilibrio del corazón y se le atribuyen además propiedades adelgazantes.

Según los especialistas, la harina de coca es alimento y medicina.  Aclaran, además, que su consumo es seguro pues no genera dependencia ni toxicidad.
No solo es rica en calcio sino también en proteína vegetal. Mientras que 100 gr. de quinua te aportan 14 gr de proteína, la coca te aporta 19.9 gr.

100 gramos de harina de coca aportan:

  • Nitrógeno: 20.06 Mg.
  • Grasa: 3.68 Mg.
  • Carbohidratos: 47.50 Mg.
  • Beta caroteno: 9.40 Mg.
  • Alfa caroteno: 2.76 Mg.
  • Vitamina C: 6.47 Mg.
  • Vitamina E: 40.17 Mg.
  • Tiamina (vit B1): 0.73 Mg.
  • Riboflavina (Vit B2): 0.88 Mg.
  • Niacina: 8.37 Mg.
  • Fósforo: 412.67 Mg.
  • Calcio: 2097.00 Mg.
  • Potasio: 1739.33 Mg.
  • Magnesio: 299.30 Mg.
  • Sodio: 39.41 Mg.
  • Aluminio: 17.39 Mg.
  • Bario: 6.18 Mg.
  • Hierro: 1 36.64 Mg.
  • Estroncio: 12.02 Mg.
  • Boro: 6.75 Mg.
  • Cobre: 1.22 Mg.
  • Zinc: 2.21 Mg.
  • Manganeso: 9.15 Mg.
  • Cromo: 0.12 Mg

Beneficios de la harina de coca

Según el nutricionista, Manuel Raggio, estos son algunas de las propiedades de la harina de coca:
  • Previene la osteoporosis: La harina de coca cuenta con más de 2000 mg de calcio (por cada 100g), cantidad superior a la leche o el queso.
  • Combate la anemia: Cuenta con gran cantidad de hierro y vitamina B, esta última se absorbe muy bien por el organismo y se utiliza como suplemento
  • Disminuye niveles de colesterol y triglicéridos: Regula la glucosa y la presión sanguínea
  • Combate la depresión: Despeja la mente, ayuda a la concentración, da vigor físico y mental y produce cierto bienestar. Propiedades que vendrían muy bien en una depresión y en estados de apatía o déficit de concentración.

¿Cómo consumir la harina de coca?

 

A pesar de sus múltiples beneficios, Manuel Raggio, nutricionista en Olympo Piura, recomienda consumir 1 cucharadita colmada al día, mezclada con jugos (para poder tolerar el sabor algo amargo)

Asimismo, la harina de hoja de coca también puede usarse para preparar kekes, bocaditos y pasteles, solo debe mezclarse con maca, piña y naranja para generar un sabor alternativo y muy delicioso.

Tomado de: El Tiempo (Perú)

Unión Europea pone en jaque al cacao peruano por la presencia del cadmio

Este año se espera exportaciones de cacao por US$ 280 millones, pero para el 2019 queda una gran incógnita ¿Qué pasa con el cacao peruano?


Este año se espera exportaciones por US$ 280 millones en cacao peruano , pero para el 2019 queda una gran incógnita ¿A qué se debe esta situación con el cacao peruano?

Solo quedan cinco meses y en cuenta regresiva para que el cacao peruano se pueda ver afectado por la limitación que ha impuesto la Unión Europea al cacao, al establecer un límite máximo de cadmio, siendo más exigente que el Codex Alimentario y lo que establece la misma OMS.

El Perú es un exportador de cacao, siendo este el octavo producto de mayor envío al exterior, y el segundo en la agroindustria, luego del café, con unas 150 mil hectáreas a nivel nacional. Europa es el principal mercado de destino.

Además, su presencia en la Amazonía peruana, ha permitido enfrentar la erradicación de la hoja de coca, siendo este un cultivo alternativo para el país. Devida actualmente lo utiliza como parte de sus programas alternativos para la zona del Vraem.

Sin embargo, la exigencia de la Unión Europea, a través del Reglamento 488/2014 al contenido máximo de cadmio en el cacao pone en riesgo esta situación.

Aunque hace unos días Senasa precisó que la medida solo será aplicada a los derivados del cacao, es decir al chocolate y licor de cacao, y no al mismo grano seco, al respecto el gremio de productores explica las razones de la alerta comercial.

Luis Mendoza, gerente de la Asociación Peruana de Productores de Cacao (APPCACAO) señala que si bien la exigencia de Europa recae sobre los derivados del cacao, la relación de contenido de cadmio entre el chocolate y el cacao, es casi de una relación de 1:1.

“Los compradores de cacao de Europa van a exigir que el contenido de cadmio sea bajo, en base al reglamento, y de no llegar a un límite aceptable, no lo van a comprar o van a exigir un precio más bajo, afectando las exportaciones, esa es la barrera comercial que se presenta ”, expresó.

El problema del cadmio en el cacao no es exclusivo del Perú, sino de toda la región amazónica, en la que diversos análisis han reportado tanto niveles bajos como elevados, y en el caso de los límites altos, lamentablemente éstos superan a los que se registran en los países productores de África.
Sin embargo, Luis Mendoza precisa que por ningún motivo estos niveles han demostrado que ocasione algún daño a la salud, por ello la sorpresa de los límites establecidos por la UE, más una barrera comercial, que una sobre inocuidad.

¿Riesgo a la salud por el cadmio?

El representante de APPCACAO comenta que la presencia del cadmio está en todos los productos vegetales y tubérculos, como la papa u otros, no siendo exclusivo del cacao.
Un reporte de la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) de Estados Unidos menciona que la exposición al cadmio por suministro de alimentos se da, en general, a través de las verduras de hoja, tales como la lechuga y las espinacas, papa y cereales, maní, soya y girasol; las fuentes primarias de semillas contienen altos niveles de cadmio, aproximadamente 0.05-0.12 mg de la exposición cadmio / kg.

Precisa que solo entre el 1% y el 10 % del cadmio que ingresa al cuerpo humano se hace a través del tracto digestivo porque el mayor porcentaje se hace por inhalación, comprometiendo seriamente los pulmones.

Luis Mendoza explica que hace dos semanas se estableció en el Codex Alimentario los límites máximos de cadmio, siendo estos más bajos que la exigencia de la Unión Europea.

Así, en el caso de los chocolates cuyo contenido de cacao está entre 50% y 70%, el límite máximo es de 0.8 ppm de cadmio, y si el contenido de cacao llega a ser superior al 70%, es de 0.9 ppm de cadmio, como tope. 

Mientras que, para la UE estos límites llegan, en el primer caso a 0.6 ppm y en el segundo, más de 70% de cacao, a 0.8 ppm. 

[ El siguiente cuadro muestra el nivel máximo de cadmio que exige la UE, según el Reglamento 488/2014 UE ]

Productos específicos de cacao y chocolate enumerados a continuaciónNivel de cadmio
— chocolate con leche con un contenido de materia seca total de cacao 0.10 a partir del 1 de enero de 2019
— chocolate con un contenido de materia seca total de cacao 0.30 a partir del 1 de enero de 2019
— chocolate con un contenido de materia seca total de cacao ≥ 50 % 0.80 a partir del 1 de enero de 2019
— cacao en polvo vendido al consumidor final o como ingrediente en cacao en polvo edulcorado vendido al consumidor final (chocolate para beber) 0.60 a partir del 1 de enero de 2019
“Esta regla de la UE es la que pone en riesgo al comercio de cacao”, expresó.


Luis Mendoza pide que tanto el Mincetur como el Ministerio de Relaciones Exteriores actúen con la celeridad del caso, ya que esta situación podría afectar los compromisos de compras de los siguientes meses.

De otro lado, pide que el INIA realice las investigaciones en campo para que las autoridades de la UE puedan tener la mejor información sobre la presencia del cadmio y los riesgos. 

¿Qué es el cadmio y por que el riesgo a la salud?
 
Según la OMS, el cadmio tiene efectos tóxicos en los riñones y en los sistemas óseo y respiratorio; además, está clasificado como carcinógeno para los seres humanos.

Por lo general está presente en el medio ambiente en niveles bajos. Sin embargo, la actividad humana ha incrementado considerablemente esos niveles.

El cadmio puede recorrer grandes distancias desde la fuente de emisión a través del aire. Se acumula rápidamente en muchos organismos, principalmente moluscos y crustáceos. También se pueden encontrar concentraciones, aunque más bajas, en vegetales, cereales y tubérculos ricos en almidón.

Fuente:

13 de septiembre de 2018

¿Es cierto que el agua tónica se inventó como vacuna? Y el origen del Gin Tonic


En realidad ya se sabía que la quinina curaba el paludismo (malaria), y lo que hicieron los colonos ingleses de la India fue mezclarla con el agua carbonatada, para hacerla más llevadera (la quinina es amarga).

Se cree que esta sustancia evita que el parásito plasmodio metabolice la hemoglobina del glóbulo rojo, o bien consigue que este acumule demasiada hemoglobina parcialmente metabolizada en su organismo.

Historia de la quinina

La quinina es el más fuerte de los cuatro alcaloides que se encuentran en la corteza de los árboles del género Cinchona. De estos árboles existen aproximadamente 23 especies, todas oriundas de América del Sur y crecen a lo largo de la cordillera oriental de los Andes.

Su descubrimiento se remonta al siglo XVIII durante una de las grandes expediciones científicas que se organizaban a Sudamérica desde Europa. Fue en 1633.

Cuentan que un jesuita español descubrió que los indios de América Central usaban la corteza molida de unos árboles que ellos llamaban ‘quina quina’ para curar la malaria.

Los monjes utilizaron este remedio para salvar de la muerte a la condesa de Chinchón, Ana de Osorio, esposa del virrey de Perú, aquejada de lo que por entonces denominaban ‘fiebre de los pantanos’.

Dicen que la condesa volvió a España y recomendó su uso para curar las fiebres y así, la corteza de ‘quina quina’ pasó a llamarse el ‘polvo de la condesa’.

Pero, hoy en día esta leyenda es más que discutida, dado que no es cierto que la condesa volviera a España y tampoco hay datos que indiquen que padeciera malaria.

Lo que sí es cierto es que la primera planta que llegó a España del árbol ‘quina quina’ desde Perú está en el Herbario del Real Jardín Botánico CSIC en Madrid. Más información en RTVE.

Historia del agua tónica

Si hablamos de tónica seguro que te viene a la cabeza Schweppes, Nordic o Fever-Tree y a eso me refiero, estos refrescos que usamos para mezclar con nuestras ginebras favoritas o disfrutarlas solas, cada una con su toque amargo tan característico y especial. Las tónicas nacieron como medicina natural contra la malaria gracias a los británicos a mediados del siglo XIX en la India en los territorios llamados Raj. La quinina es su ingrediente clave, una sustancia extremadamente amarga que se extrae de la corteza del quino un árbol originario de los Andes, también llamado árbol de la fiebre o fever tree.

En 1840, el ejercito británico desplazado en la India consumía al año más de 70 toneladas de corteza de quinina para combatir la malaria.Era tan amarga que para poder tomarla la mezclaban con azúcar y zumo de lima o limón diluido en agua. Así se puede decir que nacieron los primeros tónicos. En 1858. Erasmus Bond se hizo con la receta colonial y patentó la primera tónica con gas disuelto y aromatizado con quinina y naranja amarga.

ruto del éxito, en 1870 apareció el fabricante más famoso, Schweppes, comenzando a elaborar Indian quinine Tonic, destinada para los colonos británicos en la India, quienes la mezclaban con hielo y ginebra como bebida de tarde.

Mucha gente cree que Jacob Schweppe, fue el que inventó la tónica pero falleció en 1821, unos 37 años antes de que Erasmus Bond patentara la primera agua tónica. Esta receta con más de 150 años  no tiene nada que ver con las tónicas actuales. Antes eran mucho más amargas y vegetales, mucho más fuerte en sabores añadidos. El objetivo era camuflar el intenso amargor de la quinina con azucares y cítricos añadidos.

Las tónicas actuales ya no son medicamentos sino refrescos y por tanto el nivel de quinina y de amargor es de unas 500 veces menor que las de antes, inspiradas en la receta original pero con ingredientes más ligeros.


BONUS: Como preparar una ginebra con agua tónica, el clásico Gin Tonic:

27 de agosto de 2018

¿Podríamos sobrevivir comiendo únicamente papas?

Si habéis visto como yo, la famosa película “The Martian” (En España simplemente Marte) recordaréis que el protagonista, un astronauta llamado Mark Watney (interpretado por Matt Damon) logra sobrevivir solo y abandonado en el planeta rojo, con el único sustento de unas patatas que él mismo cultivó.

Cierto, hablamos de una obra de ficción, pero lo cierto es que no resulta descabellado del todo emplear el suelo marciano para cultivar alimentos. De hecho, al menos un simulacro de suelo marciano con el que ha trabajado la NASA demostró ser lo suficientemente bueno como para cultivar lechugas.

Pero vamos al asunto clave. ¿Podría una persona sobrevivir únicamente a base de patatas? Sabemos bien los desastres que la ausencia de este tubérculo puede suponer en economías agrarias poco diversificadas. La historia de la gran hambruna irlandesa a mediados del sigo XIX y sus dos millones de muertos está ahí para quien quiera consultarla, pero lo cierto es que los irlandeses comían (al menos aquellos que podían) algo más que patatas, luego no es el ejemplo perfecto si lo que buscamos es respuestas.

Pese a la demonización popular que sufre este alimento, un icono de los “supuestamente perniciosos” hidratos de carbono, en 2016, Andrew Taylor sobrevivió comiendo únicamente patatas, y por lo que puedo leer sus analíticas trimestrales resultaron del todo normales.

Técnicamente, la patata blanca tradicional contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita para construir proteínas, reparar las células y combatir las enfermedades. Y comer cinco patatas al día bastarían para mantenerse. Sin embargo, si uno intenta sobrevivir de forma sostenida alimentándose únicamente de patata blanca, en última instancia acabarían por aparecer déficits de algunas vitaminas y minerales.

Pero si hacemos un juego de palabras y añadimos a la dieta otro tipo de tubérculo al que se conoce como patata dulce (pese a que la Ipomoea batatas no es taxonómicamente una patata, sino su pariente la batata) entonces se incrementa la probabilidad de que un consumidor de “patatas” obtenga su dosis diaria recomendable de vitamina E y especialmente de vitamina A (la sustancia por la que tu madre te obligaba a comer zanahorias de crío para ver mejor).

Puede que la dieta a base de patata blanca y patata dulce fuera aburrida, pero siguiéndola al menos te asegurarías de esquivar esa horrible enfermedad que afectaba a los marinos por falta de vitamina C: el escorbuto.

En fin, a la espera de que los expertos en nutrición de Naukas me corrijan, la respuesta al titular de este post (con la triquiñuela de la batata incluida) debería entonces ser un “”.

Fuente:

Mailkenais Blog

21 de agosto de 2018

Las papas de colores, desconocidas armas de Perú contra desnutrición y cáncer

El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) de Perú estudia las características y virtudes de cada una de las variedades para clasificarlas y desarrollar otras nuevas que puedan producirse a gran escala.

Desconocidas fuera de los Andes, las papas de colores como el rojo, morado, negro, naranja o amarillo no solo son idóneas para enfrentar el cambio climático sino que pueden prevenir la desnutrición y el cáncer, según las investigaciones de Perú, cuna mundial de este tubérculo, con más de 3,000 variedades.

Sobre los milenarios andenes donde los incas lograron domesticar las múltiples versiones de la papa, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) de Perú estudia las características y virtudes de cada una de las variedades para clasificarlas y desarrollar otras nuevas que puedan producirse a gran escala.

Lo hacen en su estación de Zurite, situada en la región andina de Cusco, a unos 3,400 metros de altitud, en la ladera de una montaña convertida en terrazas agrícolas por las civilizaciones del Antiguo Perú, donde las miles de variedades de papas nativas crecen en todo su esplendor.
"Es un lugar privilegiado para nosotros, que tiene más de 3,000 años de desarrollo. Ha sido construido por las civilizaciones preincas. Nos han dejado un legado bien grande, con una valla bien alta, pero creo que podemos superarlo", advirtió el investigador del INIA Ladislao Palomino.
En ese escenario donde se dan la mano la historia y la ciencia, el INIA, adscrito al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) de Perú, ha obtenido 26 variedades nuevas para ser comercializadas, donde han logrado conservar las bondades de las papas nativas con una mayor resistencia al clima y un tamaño y forma atractivos para el mercado.
"No lo consideramos como el desarrollo de un simple alimento que llene el estómago, sino que también nos proteja de cualquier enfermedad degenerativa, como los cánceres, por los antioxidantes que tiene", dijo Palomino. 
Ya sean moradas y ovaladas, rojas y redondas o negras protuberantes, las papas nativas que se cultivan en los Andes peruanos tienen "un aporte alto en calorías y proteínas", según Palomino, quien ve en estos tubérculos la solución al problema de desnutrición y anemia que persiste en Perú. 
Esas papas son además las que mejor resistirán el cambio climático por su contenido de fenol, que les da esos colores característicos. 
"Ese es el contenido más importante. Evita que la papa deje de producir con los cambios bruscos de temperatura o de ambiente", agregó Palomino. 
Asimismo, destacó que las papas nativas también pueden ser utilizadas por la industria cosmética para elaborar productos contra el envejecimiento y en el sector textil para elaborar pigmentos. 
El INIA explora así todas las posibilidades comerciales de la papa para ofrecer a los agricultores nuevas alternativas a su milenario producto, que en su mayoría queda para el consumo propio al no encontrar salida en los mercados. 
"No les compran por falta de conocimiento. Al ver la papa de color negro, mucho creen que está enferma, pero están muy equivocados", comentó Palomino, quien reconoció que "hay muchas variedades comerciales de papa nativa, pero hay que hacer promoción y educar al consumidor". 
Por su parte, el jefe del INIA, Miguel Ángel Barandiarán, recordó que uno de los primeros éxitos comerciales de las papas nativas han sido las papas fritas de colores, y también algunas exportaciones de estos tubérculos semicocidos. 
Actualmente en la estación experimental del INIA hay cultivadas 1,251 variedades de papas nativas de las regiones peruanas de Áncash, Cusco, Puno y Apurímac para ser estudiadas e incluidas en el Registro Nacional de la Papa Nativa. 
Ese registro tiene solamente aún 729 papas, muestra de todo el trabajo que le queda por recorrer a Perú para descubrir las virtudes de las miles de papas endémicas que faltan por analizar.

Fuente:

Gestión (Perú)

16 de agosto de 2018

Las marcas de cereales en las que se ha hallado pesticida considerado cancerígeno

Decenas de marcas conocidas de cereales contienen un tipo de pesticida que está considerado cancerígeno, denunció el Grupo de Trabajo Ambiental (EGW, por sus siglas en inglés) en un reciente estudio.

Esta organización ecologista analizó 45 productos hechos de avena y determinó que todos menos dos tenían rastros de glifosato, un herbicida que puede causar cáncer en animales y "probablemente" en humanos, de acuerdo a la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.

De esos, 31 tenían niveles por encima de lo que los científicos de EWG consideran seguros para los menores, que es de 0,01 miligramos por día.

Entre los productos que tenían rastros de glifosato se encuentran las marcas Cheerios, Quaker Old Fashioned Oats, Quaker Dinosaur Egg Instant Oats y Back to Nature Classic Granola, informó el canal de televisión CBS News, en base a los resultados del informe.

En un comunicado, el presidente de EWG, Ken Cook, lamentó el hallazgo: "Crecí comiendo Cheerios y Quaker Oats mucho antes de que estuvieran contaminados con glifosato. Nadie quiere comer un herbicida para el desayuno, y nadie debería tener que hacerlo", señaló.
El cuestionado glifosato

El 10 de agosto, un jurado de California condenó a la multinacional Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares a un hombre que aseguraba que el cáncer terminal que padecía se debe a su exposición a un producto con glifosato.

Monsanto ha defendido el producto y ha afirmado que el glifosato "es seguro para el uso humano".

Tras el fallo, uno de los vicepresidentes de Monsanto, Scott Partridge, anunció que apelarán la decisión judicial y dijo que "más de 800 estudios y revisiones -y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. y autoridades regulatorias en todo el mundo- apoyan el hecho de que el glifosato no causa cáncer".

El glifosato ha generado una gran controversia en todo el mundo por los presuntos efectos perjudiciales tanto para la salud de las personas como para las tierras rociadas con productos que lo contienen.

Para leer el estudio original del Grupo de Trabajo Ambiental, CLIC AQUÍ.

Guía para construir sistemas caseros de riego por goteo

CREA UN SISTEMA DE RIEGO CASERO

1- Sistema de riego por cordón o tela de algodón:

Un método de riego casero es el del cordón o tira de tela. En este caso, una tira de tela empapada de agua sale del recipiente o botella que contiene el agua y se introduce en la tierra de la planta a regar, actuando como una “pajita para beber” para el vegetal.




2- Sistema de riego por gotero casero con tornillos
Un segundo método de riego sería el de gotero casero y consistiría en rellenar una botella con agua, cerrar bien con un tapón y aplicarle un pequeño orificio con la ayuda de una aguja. La botella se colocaría directamente boca abajo sobre la tierra de la planta, o bien colgando del revés encima de ella.

Dependiendo del tamaño del orificio las botellas se vaciarían a mayor o menor velocidad, por lo que habría que hacer un poco de pruebas para asegurarnos que no dejamos a la planta con poca agua o, por el contrario, la inundamos. Hay quien realiza el orificio con un tornillo y deja el propio tornillo como dosificador.



Lea el artículo completo en:

Agro Alimentando

¿Cómo se sabe de qué flores han sacado la miel las abejas?


Fernando de Miguel, presidente de la Asociación Malagueña de Apicultores (España), cuenta que: “Las abejas, al posarse en la flor para recoger el néctar, se impregnan también de polen, y ambos quedan mezclados después en la futura miel. Luego, en el laboratorio se cuentan la proporción de granos de polen de cada flor en la muestra”. Y así se sabe si es miel de espliego, de romero, de azahar...

Fuente: QUO

13 de agosto de 2018

¿Es cierto que las sandías tienen talla, como si fueran ropa?


Sí, y no son las únicas: las frutas, las hortalizas y los huevos tienen indicaciones sobre su tamaño. En el caso de las sandías, se les atribuye un número según su peso: 6, para piezas de entre 1,5 y 2,4 kilos; 5 para las de 2,5 a 3,2 kilos; 4 si pesan entre 3,3 y 4,2 kilos; y 3 si alcanzan de 4,3 a 5,5 kilos. Otro método para clasificar el tamaño de la fruta es instalar cámaras en las cintas transportadoras y que un software traduzca las medidas.

Fuente: QUO

3 de agosto de 2018

Walipini, las ingeniosas huertas subterráneas "made in Bolivia" que pueden resistir al clima extremo del Altiplano

Los Walipinis son un poco mágicos. Con su aspecto tosco, de tejados casi al ras del suelo, pueden pasar fácilmente desapercibidos en medio del paisaje árido y sepia del Altiplano de Bolivia. 

Y sin embargo, dentro, bajo tierra, pueden esconder un verde brillante, desproporcionadamente vivo en esta gigantesca planicie de clima extremo, donde al aire libre casi todas las plantas mueren.

Gabriel Condo lo sabe y por eso hace casi tres años decidió construir una de estas estructuras baratas e ingeniosamente simples, con la que ha podido mejorar la dieta de sus cinco hijos y aliviar el bolsillo.

"Ya no compramos verduras en el mercado, ahora las producimos aquí", me contó orgulloso frente a su Walipini, semienterrado a unos 4.000 metros de altura en un remoto lugar del departamento de Oruro, al final de media hora de viaje por una pista arenosa que se vuelve inaccesible cuando llueve.

El sonoro nombre aymara de estos invernaderos significa literalmente "muy bueno" o "muy bien", porque logran crear bajo tierra un paraíso de suaves temperaturas en medio de un clima imposible, de días calurosos y noches heladas, vientos fuertes y agua escasa hasta cuando cae, solo durante tres meses al año.

El artículo completo en:

BBC Mundo

9 de junio de 2018

Perú: Iqueños buscan sembrar un millón de huarangos

Asociación se propone sembrar la milenaria planta en Tierra Prometida, Ocucaje y Yauca del Rosario. Además, buscan ayuda para regarlos por tres años.

Félix Quinteros Ferreyra, de la Asociación José Sebastián Barranca Lovera, tiene una misión. Está decidido a sembrar un millón de huarangos en las márgenes de la carretera que va al naciente poblado de la Tierra Prometida hasta diciembre.

Para cumplir con el desafío ha empezado a vender pequeñas bolsitas que contienen seis semillas de huarango, tres bolsas negras y el instructivo para cultivar la milenaria planta, propia de los áridos desiertos del valle iqueño.

El entusiasta iqueño realiza esta campaña junto a sus hijos Julio, Miguel y Ana Quinteros. Ellos, afirman, han tocado las puertas de la Dirección Regional de Educación para que los sobres con las semillas sean vendidos a los escolares a un sol y así financiar la iniciativa que nació hace más de 40 años.

“Lo recaudado es para financiar el transporte del agua y regar los plantones por hasta tres años, pasado ese tiempo, el huarango ya puede captar la humedad del ambiente por su propia cuenta”, dice Quinteros.

La asociación solo espera el financiamiento para empezar a retirar los miles de plantones de su vivero ubicado camino al balneario de la Huacachina. También se deberá cultivar para cumplir el reto del millón de huarangos.

Félix Quinteros recuerda que hace varias décadas atrás los desiertos iqueños tenían inmensos bosques de huarango, “la milenaria planta guerrera del desierto” como la califica él y que actualmente es víctima de cruel depredación por los carboneros y por el crecimiento urbanístico que ha ido talando las pequeñas poblaciones de este árbol.

“Los desiertos entre Pisco y Nasca eran bosques enormes, así dice el cronista Pedro Cieza de León en 1548. El padre jesuita, José de Acosta, en 1580, también se sorprendió con los bosques de algarrobo”, señala.

Y para evitar alguna confusión explica que el algarrobo y el huarango se refieren a la misma planta, solo que el primero es una palabra impuesta por los españoles y huarango viene del idioma yunga que se hablaba entre los pobladores de la costa peruana.

VARIEDADES. En más de 50 años Félix Quinteros ha realizado estudios a este árbol y ha identificado diversas variedades y tiene en el vivero 15 de las mejores variedades recolectados en sus viajes por todo el Perú y que esperan para ser sembrados.

“He contado 28 variedades en toda mi vida, empezando por la forma del tallo, altura, fruto, tamaño de hoja. Hay huarangos rastreros, otros con espinas y otros sin espinas. Todas están en peligro”, señala.

Este entusiasta servidor de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica inició con la siembra de huarangos varias décadas atrás preocupado por la tala indiscriminada de los carboneros y que, según denuncia, en los últimos años se ha intensificado.

“Los carboneros los están matando. Lo talan pero no siembran”, dice mortificado. Durante los últimos 50 años ha cultivado centenar de huarangos sin ningún apoyo. Hoy necesita financiamiento para su sueño de reforestar el desierto de Ocucaje y Yauca del Rosario.

Recuerda con tristeza los extensos días soleados que solían pasar con el ya fallecido norteamericano David Bayer sembrando huarangos en la quebrada de Cansas, donde muy pocos plantones lograron sobrevivir por la falta de agua.

Dice que antes de la reforma agraria, el sector de Macacona, era un extenso bosque de huarangos donde se podía recoger las semillas.

La Victoria es otra zona donde sembró 600 plantones pero que los chivatos (cabras) errantes terminaron por devorar en pocas horas el pequeño bosque que se pensaba formar.

Quinteros asegura la huaranga, fruto del milenario árbol desértico tiene muchas vitaminas, minerales y proteínas que evita la desnutrición. 

“La vaina puede ser partida y echada al quacker. Es muy nutritiva y debería ser el caramelo de los niños”, señala.

Reitera que es un alimento nutritivo que era consumido por los antiguos pobladores de las culturas Nasca, Ica, Paracas y Chincha. 

“En los intestinos de los cadáveres hallados en las huacas, se encontró restos de la huaranga”, comenta.

En abril último, Félix Quinteros sufrió la mordedura de una víbora cuando plantaba huarangos en Ocucaje y se pasó cuatro días internado en el hospital. 

Pese a la mala experiencia, afirma que seguirá cultivando más plantas para recuperar los bosques en el desierto.

“Los cogollos del huarango y las hojas de toñuz eran chancados por los antiguos iqueños y se tomaban como antídoto contra el veneno de las serpientes. El huarango tiene propiedades medicinales”, asegura.

MUERTE. El iqueño ha lamentado la muerte del huarango milenario y responsabilizó a las empresas turísticas que, para permitir que los turistas se fotografíen en los enormes troncos, retiraron los panales de avispas y la plaga terminó por matar el árbol. 

“El huarango tiene una especie de hormiguita llamado pulgón que se come las hojas, y para evitar esa depredación las avispas se las comen. Existe un equilibrio. Con las avispas retiradas, el pulgón terminó por matar a la planta hace cinco años. Las hojas son las narices de la planta”, explica. 

Por ahora, Félix Quinteros está esperando a la luna creciente para empezar a cultivar los huarangos en el vivero de la Facultad de Agronomía, porque, según afirma, sus rayos aceleran el crecimiento.

TRABAJO. La Asociación Sebastián Barranca Lovera tiene agrónomos, biólogos, fitopatólogos y otros profesionales para llevar adelante el proyecto de convertir la Tierra Prometida en un pulmón de la ciudad.

Nativas.  La asociación también ha logrado recuperar dos plantas nativas: el boliche que en la antigüedad era utilizado para matar los piojos; y el tetillo, una planta cuyo fruto son perlitas de agua que calman la sed de los pájaros.

Vivero recupera plantas nativas

En el vivero de la Facultad de Agronomía, Félix Quinteros está recuperando el pallar gentil, cuyo fruto se parece al frejol y en una vaina puede contener hasta 14 semillas. “Los agricultores han dejado de cultivarlo porque el pallar común es más grande y por lo tanto es más comercial”, dice.

Además dice que el pallar Gentil no es atacado por la plaga.

El otro tipo de pallar que intenta rescatar y masificar es el pallar Sol de Medianoche, llamado así por ser mitad blanco y negro.

Fuente:

Correo (Perú)

4 de junio de 2018

Stefano Mancuso: "Las plantas llevan siglos engañándonos"

Este neurobiólogo italiano se ha propuesto que aprendamos a valorar la inteligencia del reino vegetal. En él, defiende, podemos encontrar la respuesta a muchas preguntas (urgentes).

STEFANO MANCUSO (Catanzaro, Italia, 1965) es uno de los divulgadores más revolucionarios e influyentes del reino vegetal. Director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal de la Universidad de Florencia, ejerce de apasionado embajador de las plantas y se ha impuesto una importante misión: cambiar la percepción (equivocada) que tenemos de ellas. Porque son muchos, lamenta, quienes piensan que estos seres vivos son estúpidos e insensibles. Y nada más lejos de la realidad, reivindica. “Simplemente nos resulta muy difícil comprender lo que es una planta porque son demasiado diferentes a los animales”.

En su nuevo libro, El futuro es vegetal (Galaxia Gutenberg), Mancuso aporta múltiples razones para que aprendamos a mirar de otra forma al mundo verde. De hecho, él no duda en calificar a las plantas de inteligentes —aunque carezcan de cerebro— porque sus acciones demuestran que luchan por su supervivencia con planteamientos exquisitos. Practican el engaño. Y nos utilizan. En la Antigüedad, el centeno era considerado una mala hierba que acompañaba al trigo, el cereal predilecto de los agricultores. Así que la mala hierba decidió imitar el aspecto de las semillas de trigo para engañar a los humanos, que empezaron a tener dificultades para diferenciarlas. Como resultado, el centeno, transportado por el hombre, llegó a muchas más zonas desplazando incluso al trigo en los sitios de clima más duro. Y la máxima El enemigo de mi enemigo es mi amigo, dice Mancuso, “funciona con las plantas. Cuando una oruga empieza a comer un tomate, sus hojas producen moléculas que tienen un efecto llamada para los enemigos de la oruga”.

Según Mancuso, en el comportamiento vegetal podemos inspirarnos para encontrar soluciones a los retos que acechan a la humanidad. A su paso por Madrid, imposible ignorar que en España no llueve y la sequía es tan pertinaz que puede convertirse en el problema más grave a corto plazo. Sugiere que hay que tener más presente a las plantas. “Son capaces de dirigir el clima. La circulación atmosférica de las lluvias está controlada por los bosques ecuatoriales, así que poseen uno de los motores. Podemos estabilizar el clima. Podemos reducir las emisiones de dióxido de carbono, y reforestar. Los bosques nos ofrecen la única manera de reducir las emisiones”.

Y, sobre todo, el italiano cree que podemos y debemos cambiar nuestros hábitos. “Ahora usamos el 70% del agua en los cultivos, pero es insostenible. Necesitamos producir alimentos con menos agua”. En vez obtener la comida de cuatro o cinco tipos de plantas, hay miles de ellas que son cultivables y algunas requieren mucha menos agua, e incluso crecen con agua salada. Las plantas nos sugieren la forma de afrontar un futuro en el que no podremos derrochar el agua que hoy tan alegremente tiramos.

Fuente:

El País (Ciencia)



Científico de UNMSM demuestra que muña es eficaz contra gastritis

Una investigación que desarrolla el científico peruano y docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Mario Carhuapoma Yance, descubrió que la muña es un potente bactericida contra la gastritis y ayuda eficazmente en el tratamiento médico convencional.

En el 2010, Carhuapoma Yance ganó el premio a la Mejor Tesis Doctoral en Ciencias, al evidenciar, en pruebas de laboratorio, que el aceite esencial de la muña ayudaba a eliminar el "Helicobacter pylori", bacteria causante de la gastritis; pero ahora las pruebas se han hecho en personas.

En diálogo con la Agencia Andina, Carhuapoma Yance detalló que la investigación está en curso, pero que los resultados preliminares en pacientes arrojaron que el aceite de muña (denominado urcu muña) potencia el efecto de los medicamentos -amoxicilina, claritromicina y omeprazol- comúnmente recetados en estos casos.

Dijo que dependiendo de la gravedad de la gastritis, tras el examen de endoscopía, el paciente podría recibir un tratamiento únicamente con pastillas de aceite esencial de muña si el "Helicobacter pylori" es sensible (débil), pero si la bacteria es resistente (fuerte) tendría que aplicarse el tratamiento con medicinas y complementarlo con muña.

La muña crece en zonas andinas entre los 2,700 y 3,400 metros sobre el nivel del mar. Su consumo es extendido en la sierra, mas no así en el resto del país, y de preferencia se la encuentra en forma de infusión. Carhuapoma aconseja tomarlo de esa manera, con limón y miel de abeja.

Efectos adversos de los medicamentos


El científico peruano advirtió que la gastritis puede tener una causa química; es decir, por consumo excesivo de aspirina, ibuprofeno, naproxeno u otros fármacos analgésicos que lesionan la mucosa gástrica; y también lo origina el exceso de alcohol, tabaco, café y ají.

Pero también puede tener un origen infectivo, es decir, cuando la genera el "Helicobacter pylori", bacteria que se encuentra en agua no tratada o en las manos sucias. Esta bacteria ingresa al estómago y se reproduce en la mucosa gástrica. 

"Allí se deposita y empieza a vivir generando lesiones, a eso se llama gastritis; pero si no hay tratamiento puede avanzar y convertirse en úlcera gástrica (llagas con sangrado). Y si no se trata a tiempo se convierte en cáncer gastrointestinal", alertó.

Frente a estos males, indicó, la solución es eliminar esa bacteria y para eso se utilizan los antibióticos mencionados conocidos como "triple". "Pero la triple ya no está teniendo efecto y ahora hay antibióticos mucho más potentes que, lamentablemente, generan daño al organismo por la toxicidad colateral. Por eso buscamos alternativas naturales para el organismo".

En ambos casos (en la gastritis de origen químico y en la gastritis infectiva), la muña es ideal porque actúa como bactericida. 

Durante la investigación se observó que el tratamiento combinado (muña y medicinas) podría eliminar en 14 días el "Helicobacter pylori". "Sin la muña se hubiera generado resistencia a las medicinas".

En el 2016, Carhuapoma Yance se hizo merecedor de los premios a la innovación en ciencias y tecnología farmacéuticas otorgados por la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan) y también ha recibido el Premio Hipólito Unanue en el 2016.
Fuente:
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