Emblema nacional en peligro de extinción. Aumento de temperatura de la Tierra se suma a otros factores que ponen en riesgo su existencia. Su población se redujo a menos del 5% de lo reportado antes de la llegada de los españoles. Solo una especie está protegida. El próximo mes lanzarán plan para su conservación.
De la quina, árbol que representa nuestra riqueza vegetal
en el escudo nacional, podría quedar solo el recuerdo y su dibujo en
uno de nuestros símbolos patrios si es que se sigue depredando y no se
implementa una estrategia para su recuperación y conservación.
Pese
a que el Perú es considerado como el centro de su diversidad genética,
ya que preserva 19 de las 25 especies reportadas en el mundo, hoy esta
emblemática planta que curó a millones de enfermos de la mortal malaria
el siglo pasado se encuentra en peligro, pues su población se ha visto
reducida a una mínima parte de lo que cientos de años atrás narraron los
cronistas, advierten investigadores de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM).
De acuerdo con el investigador, la extracción desmesurada de la que
fue víctima la quina siglos atrás al conocerse sus poderes medicinales,
sumado a la actual degradación de los bosques de neblina (considerado
como su hábitat natural) a consecuencia de la agricultura migratoria,
la ganadería extensiva, el incremento de las rutas de acceso y la
apertura de vías carrozables en zonas alejadas, entre otros, pueden
acabar con todo el acervo y “pool genético” de las especies y variedades
que hoy existen en el Perú.
Si antes era fácil encontrar los
bosques de quina entre los 800 y 2.800 metros sobre el nivel del mar,
actualmente sus árboles son muy escasos y en algunas de sus especies
estos se reducen a un contado número de individuos. Hay que precisar que
para extraer la quinina, componente utilizado de este árbol, se tiene
que retirar la corteza de la planta matándola inmediatamente.
“La destrucción se da en todas las variantes del grupo. Solo hay una o dos, de las 19 especies
que conserva el Perú, que tiene una población algo considerable. Otras
están tan golpeadas que ya no sabemos si existen árboles, pues en las
épocas recientes ya no se les ha vuelto a reportar”, añade el
especialista.
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