La prosopis Pallida (algarrobo) es un árbol de 10 metros oriundo de
Perú que tiene una gran importancia en el ecosistema, siendo quizás el
árbol con mayor relevancia debido a que actúa como protector frente a
los rayos UV, a la vez que como sustento de varias especies de insectos y
aves que lo necesitan para su supervivencia.
Más allá de su importancia biológica, éste es de gran interés para la
población, ya que regula la temperatura del ecosistema en el que se
encuentra permitiendo así controlar los cambios fenomenológicos, como
los del Niño en un país donde los desastres naturales azotan de manera
devastadora a la población peruana.
Esto sucede especialmente en la parte del Norte de Perú y en las
zonas más vulnerables. Este fenómeno está siendo recurrente y más
seguido que antaño y una gran culpa de ello es la reducción de este
árbol emblemático del Perú.
Según la Dra. Juarez (2018), “se ha determinado que un pequeño
díptero llamado Enallodiplosis discordis, perteneciente a la familia
Cecidomyiidae, es la principal causa de la mortandad de algarrobos”.
La larva de este díptero absorbe la savia de las hojas hasta
secarlas, para luego caer; esto conlleva que las plantas, en un lapso de
3 a 7 años, mueran.
Dicha condición se viene agudizando con los efectos del cambio
climático, los inadecuados procesos en la aplicación de agroquímicos a
gran escala, así como los cambios que ha sufrido la fauna benéfica del
bosque a todo nivel.
Considerando que estos bosques están directamente relacionados con
cerca del 25% de la población Lambayecana y Piurana, se generan mayores
carencias a la misma, la cual se ve presionada a migrar a otros
espacios, al no poder desarrollar sus actividades que dependen del
bosque, como la ganadería y la apicultura. Todo ello ocasiona, a su vez,
una presión social mayor.
Tomado de: La Vanguardia