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9 de enero de 2020

Perú ya cuenta con Banco de Germoplasma de Vid

Viabilidad genética del germoplasma de vid servirá para conservación, distribución y uso sostenible de material genético.


Un banco nacional de germoplasma de vid donde se conservan 110 cultivares, fue desarrollado por el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) en la Estación Experimental Agraria Chincha, en la región Ica.

El proyecto denominado “Conformación del Banco Nacional de Germoplasma de Vid (Vitis sp), para la Producción Sostenible del Cultivo en la costa del Perú” incluyó la exploración, recolección y estudio de material genético en siete valles vitivinícolas: Ica, Lima, Arequipa, Moquegua, Tacna, Cajamarca y Áncash.

El investigador Leandro Aybar Peve quien lideró el estudio, destacó que con el Banco Nacional de Germoplasma de Vid, el productor vitivinícola nacional ya puede contar con material genético de calidad para mejorar y elevar su producción. 

Además, le permitirá a nuestro país poder desarrollar programas de conservación de la vid y sus diferentes variedades, distribuir material genético de calidad y promover su uso sostenible.

Tomado de: Gestión (Perú)

16 de diciembre de 2019

Perú: Crean platos biodegradables a base de hojas de plátano

El producto orgánico puede descomponerse en un máximo de 60 días a diferencia del tecnopor que demora 500 años. Asimismo, tiene varios beneficios. 


Un grupo de jóvenes peruanos ha creado platos biodegradables a base de hojas del plátano para así reducir la contaminación ambiental ocasionada por el uso excesivo del plástico.

Estos platos que también fueron elaborados con celulosas de papel y cartón, son desechables (de un solo uso), resistentes a diversas temperaturas, líquidos y a cualquier tipo de alimentos.

El líder del proyecto denominado ‘Bio Plant’, Josué Soto, aseguró que este innovador producto puede llegar a degradarse de forma natural hasta en un máximo de 60 días, a diferencia de los recipientes como el tecnopor, los cuales se descompone en un tiempo mayor a 500 años, ocasionando graves problemas para la flora y fauna de los océanos.

Además, comentó que trabajan directamente con pequeños productores de nuestra Amazonía, a quienes les brindan un precio justo y capacitación técnica para aprovechar las mermas del cultivo de plátano.

Desean expandir su negocio

Asimismo, este proyecto que cuenta con el cofinanciamiento del Programa Innóvate Perú, ‘Bio Plant’ logró diseñar y fabricar máquinas especializadas para la producción de estos platos biodegradables, entre ellas una prensadora, una embarradora y una troqueladora, con las que podrán llegar a elaborar mensualmente 50 mil platos.

A la fecha, ‘Bio Plant’ ha logrado introducir el uso de su novedoso producto en fiestas costumbristas y patronales de diversas regiones del país, alcanzando ventas por más de 9 mil soles. Los creadores de este innovador proyecto planean ingresar a restaurantes naturales y bodegas ecológicas.

“El precio de venta aproximado de nuestros platos es de 100 a 120 soles el ciento, dependiendo del grosor de la hoja, pero con el tiempo se podrá ser más accesible a todo el público consumidor”, indicó.

13 de septiembre de 2018

¿Es cierto que el agua tónica se inventó como vacuna? Y el origen del Gin Tonic


En realidad ya se sabía que la quinina curaba el paludismo (malaria), y lo que hicieron los colonos ingleses de la India fue mezclarla con el agua carbonatada, para hacerla más llevadera (la quinina es amarga).

Se cree que esta sustancia evita que el parásito plasmodio metabolice la hemoglobina del glóbulo rojo, o bien consigue que este acumule demasiada hemoglobina parcialmente metabolizada en su organismo.

Historia de la quinina

La quinina es el más fuerte de los cuatro alcaloides que se encuentran en la corteza de los árboles del género Cinchona. De estos árboles existen aproximadamente 23 especies, todas oriundas de América del Sur y crecen a lo largo de la cordillera oriental de los Andes.

Su descubrimiento se remonta al siglo XVIII durante una de las grandes expediciones científicas que se organizaban a Sudamérica desde Europa. Fue en 1633.

Cuentan que un jesuita español descubrió que los indios de América Central usaban la corteza molida de unos árboles que ellos llamaban ‘quina quina’ para curar la malaria.

Los monjes utilizaron este remedio para salvar de la muerte a la condesa de Chinchón, Ana de Osorio, esposa del virrey de Perú, aquejada de lo que por entonces denominaban ‘fiebre de los pantanos’.

Dicen que la condesa volvió a España y recomendó su uso para curar las fiebres y así, la corteza de ‘quina quina’ pasó a llamarse el ‘polvo de la condesa’.

Pero, hoy en día esta leyenda es más que discutida, dado que no es cierto que la condesa volviera a España y tampoco hay datos que indiquen que padeciera malaria.

Lo que sí es cierto es que la primera planta que llegó a España del árbol ‘quina quina’ desde Perú está en el Herbario del Real Jardín Botánico CSIC en Madrid. Más información en RTVE.

Historia del agua tónica

Si hablamos de tónica seguro que te viene a la cabeza Schweppes, Nordic o Fever-Tree y a eso me refiero, estos refrescos que usamos para mezclar con nuestras ginebras favoritas o disfrutarlas solas, cada una con su toque amargo tan característico y especial. Las tónicas nacieron como medicina natural contra la malaria gracias a los británicos a mediados del siglo XIX en la India en los territorios llamados Raj. La quinina es su ingrediente clave, una sustancia extremadamente amarga que se extrae de la corteza del quino un árbol originario de los Andes, también llamado árbol de la fiebre o fever tree.

En 1840, el ejercito británico desplazado en la India consumía al año más de 70 toneladas de corteza de quinina para combatir la malaria.Era tan amarga que para poder tomarla la mezclaban con azúcar y zumo de lima o limón diluido en agua. Así se puede decir que nacieron los primeros tónicos. En 1858. Erasmus Bond se hizo con la receta colonial y patentó la primera tónica con gas disuelto y aromatizado con quinina y naranja amarga.

ruto del éxito, en 1870 apareció el fabricante más famoso, Schweppes, comenzando a elaborar Indian quinine Tonic, destinada para los colonos británicos en la India, quienes la mezclaban con hielo y ginebra como bebida de tarde.

Mucha gente cree que Jacob Schweppe, fue el que inventó la tónica pero falleció en 1821, unos 37 años antes de que Erasmus Bond patentara la primera agua tónica. Esta receta con más de 150 años  no tiene nada que ver con las tónicas actuales. Antes eran mucho más amargas y vegetales, mucho más fuerte en sabores añadidos. El objetivo era camuflar el intenso amargor de la quinina con azucares y cítricos añadidos.

Las tónicas actuales ya no son medicamentos sino refrescos y por tanto el nivel de quinina y de amargor es de unas 500 veces menor que las de antes, inspiradas en la receta original pero con ingredientes más ligeros.


BONUS: Como preparar una ginebra con agua tónica, el clásico Gin Tonic:

27 de agosto de 2018

¿Podríamos sobrevivir comiendo únicamente papas?

Si habéis visto como yo, la famosa película “The Martian” (En España simplemente Marte) recordaréis que el protagonista, un astronauta llamado Mark Watney (interpretado por Matt Damon) logra sobrevivir solo y abandonado en el planeta rojo, con el único sustento de unas patatas que él mismo cultivó.

Cierto, hablamos de una obra de ficción, pero lo cierto es que no resulta descabellado del todo emplear el suelo marciano para cultivar alimentos. De hecho, al menos un simulacro de suelo marciano con el que ha trabajado la NASA demostró ser lo suficientemente bueno como para cultivar lechugas.

Pero vamos al asunto clave. ¿Podría una persona sobrevivir únicamente a base de patatas? Sabemos bien los desastres que la ausencia de este tubérculo puede suponer en economías agrarias poco diversificadas. La historia de la gran hambruna irlandesa a mediados del sigo XIX y sus dos millones de muertos está ahí para quien quiera consultarla, pero lo cierto es que los irlandeses comían (al menos aquellos que podían) algo más que patatas, luego no es el ejemplo perfecto si lo que buscamos es respuestas.

Pese a la demonización popular que sufre este alimento, un icono de los “supuestamente perniciosos” hidratos de carbono, en 2016, Andrew Taylor sobrevivió comiendo únicamente patatas, y por lo que puedo leer sus analíticas trimestrales resultaron del todo normales.

Técnicamente, la patata blanca tradicional contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita para construir proteínas, reparar las células y combatir las enfermedades. Y comer cinco patatas al día bastarían para mantenerse. Sin embargo, si uno intenta sobrevivir de forma sostenida alimentándose únicamente de patata blanca, en última instancia acabarían por aparecer déficits de algunas vitaminas y minerales.

Pero si hacemos un juego de palabras y añadimos a la dieta otro tipo de tubérculo al que se conoce como patata dulce (pese a que la Ipomoea batatas no es taxonómicamente una patata, sino su pariente la batata) entonces se incrementa la probabilidad de que un consumidor de “patatas” obtenga su dosis diaria recomendable de vitamina E y especialmente de vitamina A (la sustancia por la que tu madre te obligaba a comer zanahorias de crío para ver mejor).

Puede que la dieta a base de patata blanca y patata dulce fuera aburrida, pero siguiéndola al menos te asegurarías de esquivar esa horrible enfermedad que afectaba a los marinos por falta de vitamina C: el escorbuto.

En fin, a la espera de que los expertos en nutrición de Naukas me corrijan, la respuesta al titular de este post (con la triquiñuela de la batata incluida) debería entonces ser un “”.

Fuente:

Mailkenais Blog

16 de agosto de 2018

Guía para construir sistemas caseros de riego por goteo

CREA UN SISTEMA DE RIEGO CASERO

1- Sistema de riego por cordón o tela de algodón:

Un método de riego casero es el del cordón o tira de tela. En este caso, una tira de tela empapada de agua sale del recipiente o botella que contiene el agua y se introduce en la tierra de la planta a regar, actuando como una “pajita para beber” para el vegetal.




2- Sistema de riego por gotero casero con tornillos
Un segundo método de riego sería el de gotero casero y consistiría en rellenar una botella con agua, cerrar bien con un tapón y aplicarle un pequeño orificio con la ayuda de una aguja. La botella se colocaría directamente boca abajo sobre la tierra de la planta, o bien colgando del revés encima de ella.

Dependiendo del tamaño del orificio las botellas se vaciarían a mayor o menor velocidad, por lo que habría que hacer un poco de pruebas para asegurarnos que no dejamos a la planta con poca agua o, por el contrario, la inundamos. Hay quien realiza el orificio con un tornillo y deja el propio tornillo como dosificador.



Lea el artículo completo en:

Agro Alimentando

¿Cómo se sabe de qué flores han sacado la miel las abejas?


Fernando de Miguel, presidente de la Asociación Malagueña de Apicultores (España), cuenta que: “Las abejas, al posarse en la flor para recoger el néctar, se impregnan también de polen, y ambos quedan mezclados después en la futura miel. Luego, en el laboratorio se cuentan la proporción de granos de polen de cada flor en la muestra”. Y así se sabe si es miel de espliego, de romero, de azahar...

Fuente: QUO

13 de agosto de 2018

¿Es cierto que las sandías tienen talla, como si fueran ropa?


Sí, y no son las únicas: las frutas, las hortalizas y los huevos tienen indicaciones sobre su tamaño. En el caso de las sandías, se les atribuye un número según su peso: 6, para piezas de entre 1,5 y 2,4 kilos; 5 para las de 2,5 a 3,2 kilos; 4 si pesan entre 3,3 y 4,2 kilos; y 3 si alcanzan de 4,3 a 5,5 kilos. Otro método para clasificar el tamaño de la fruta es instalar cámaras en las cintas transportadoras y que un software traduzca las medidas.

Fuente: QUO

3 de agosto de 2018

Walipini, las ingeniosas huertas subterráneas "made in Bolivia" que pueden resistir al clima extremo del Altiplano

Los Walipinis son un poco mágicos. Con su aspecto tosco, de tejados casi al ras del suelo, pueden pasar fácilmente desapercibidos en medio del paisaje árido y sepia del Altiplano de Bolivia. 

Y sin embargo, dentro, bajo tierra, pueden esconder un verde brillante, desproporcionadamente vivo en esta gigantesca planicie de clima extremo, donde al aire libre casi todas las plantas mueren.

Gabriel Condo lo sabe y por eso hace casi tres años decidió construir una de estas estructuras baratas e ingeniosamente simples, con la que ha podido mejorar la dieta de sus cinco hijos y aliviar el bolsillo.

"Ya no compramos verduras en el mercado, ahora las producimos aquí", me contó orgulloso frente a su Walipini, semienterrado a unos 4.000 metros de altura en un remoto lugar del departamento de Oruro, al final de media hora de viaje por una pista arenosa que se vuelve inaccesible cuando llueve.

El sonoro nombre aymara de estos invernaderos significa literalmente "muy bueno" o "muy bien", porque logran crear bajo tierra un paraíso de suaves temperaturas en medio de un clima imposible, de días calurosos y noches heladas, vientos fuertes y agua escasa hasta cuando cae, solo durante tres meses al año.

El artículo completo en:

BBC Mundo

26 de junio de 2018

La ciencia, clave para alargar la vida de las flores

Investigadores de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona (UB) han comprobado que se puede alargar la vida de las flores cortadas si se retrasa el proceso de apertura floral, según recoge un estudio publicado en la revista especializada “Plant Science”.

Hasta el momento, las investigaciones sobre la longevidad de las plantas se habían centrado en el proceso de senescencia o muerte celular de las flores, sin embargo, este trabajo analiza por primera vez el proceso de apertura floral como factor determinante de la vida de la flor cortada.

De hecho, en el momento en el que la flor empieza a abrir se produce un aumento del estrés fotooxidativo en la planta; este es un proceso que provoca la síntesis de especies químicas reactivas de oxígeno, la inhibición de la fotosíntesis y, en algunos casos, la senescencia o muerte celular, según una nota de prensa de la UB.

Además, el estrés fotooxidativo, que condiciona todo el proceso de crecimiento de la planta, puede estar causado por condiciones ambientales extremas.

Lea el artículo completo en:

EFE Futuro

24 de junio de 2018

Linneo y la hazaña de ordenar la naturaleza

Este gráfico muestra cómo se usa la clasificación taxonómica para designar animales relacionados. El ejemplo usado es el del zorro rojo.

El pescado más consumido en el mundo es la merluza, también conocida como pijota o carioca. Los portugueses la llaman pescada, los ingleses hake, los franceses colin; una multitud de nombres comunes para designar una misma especie animal, con idénticas características en todos los lugares, sin importar el idioma en que hablen sus habitantes. Esta anarquía de nombres era un auténtico obstáculo para que los científicos pudiesen compartir con facilidad sus trabajos antes del siglo XVIII, cuando Linneo tuvo la idea genial de diseñar un nuevo sistema para nombrar a cualquier ser vivo. Este botánico sueco concibió la nomenclatura binomial para animales y plantas, por la que cada especie tiene un nombre científico único y universal, un nombre formado por dos palabras en latín: el de la merluza es Merluccius merluccius.

Antes de la clasificación de Carlos Linneo (1707-1778), por ejemplo, unos botánicos llamaban a la rosa silvestre Rosa sylvestris inodora seu canina y otros, Rosa sylvestris alba cum rubores, folio glabro. Él zanjó la discusión dejándola en Rosa canina. La primera palabra para el género, que agrupa a especies similares, y la segunda para describir la especie concreta: algo así como el nombre y apellido de una persona, pero colocados en orden inverso. Por aquel entonces, las especies se clasificaban de forma relativamente caprichosa en salvajes o domésticas, terrestres o acuáticas, nobles o vulgares. Había que basarse en algo más preciso, como sus parecidos anatómicos y fisiológicos.

El catálogo botánico

El método de Linneo salvó del caos a los naturalistas en la época en que comenzaban a explorar Oceanía y África, donde descubrían continuamente nuevas especies. El catálogo botánico de Linneo, Systema naturae (1735), fue todo un éxito que llegó a alcanzar la edición 12, con 2.300 páginas que recogían más de 13.000 especies de plantas y animales. Allí clasificó meticulosamente esa colección, como en carpetas y cajones: géneros similares en un mismo orden y órdenes similares en una clase. Con el acierto de incluir en la clase de los mamíferos a ballenas y murciélagos, hasta entonces considerados peces y aves, respectivamente.

El artículo completo en: Open Mind

Systema naturae recogía más de 13.000 especies de plantas y animales. Fuente: Wikimedia

9 de junio de 2018

Perú: Iqueños buscan sembrar un millón de huarangos

Asociación se propone sembrar la milenaria planta en Tierra Prometida, Ocucaje y Yauca del Rosario. Además, buscan ayuda para regarlos por tres años.

Félix Quinteros Ferreyra, de la Asociación José Sebastián Barranca Lovera, tiene una misión. Está decidido a sembrar un millón de huarangos en las márgenes de la carretera que va al naciente poblado de la Tierra Prometida hasta diciembre.

Para cumplir con el desafío ha empezado a vender pequeñas bolsitas que contienen seis semillas de huarango, tres bolsas negras y el instructivo para cultivar la milenaria planta, propia de los áridos desiertos del valle iqueño.

El entusiasta iqueño realiza esta campaña junto a sus hijos Julio, Miguel y Ana Quinteros. Ellos, afirman, han tocado las puertas de la Dirección Regional de Educación para que los sobres con las semillas sean vendidos a los escolares a un sol y así financiar la iniciativa que nació hace más de 40 años.

“Lo recaudado es para financiar el transporte del agua y regar los plantones por hasta tres años, pasado ese tiempo, el huarango ya puede captar la humedad del ambiente por su propia cuenta”, dice Quinteros.

La asociación solo espera el financiamiento para empezar a retirar los miles de plantones de su vivero ubicado camino al balneario de la Huacachina. También se deberá cultivar para cumplir el reto del millón de huarangos.

Félix Quinteros recuerda que hace varias décadas atrás los desiertos iqueños tenían inmensos bosques de huarango, “la milenaria planta guerrera del desierto” como la califica él y que actualmente es víctima de cruel depredación por los carboneros y por el crecimiento urbanístico que ha ido talando las pequeñas poblaciones de este árbol.

“Los desiertos entre Pisco y Nasca eran bosques enormes, así dice el cronista Pedro Cieza de León en 1548. El padre jesuita, José de Acosta, en 1580, también se sorprendió con los bosques de algarrobo”, señala.

Y para evitar alguna confusión explica que el algarrobo y el huarango se refieren a la misma planta, solo que el primero es una palabra impuesta por los españoles y huarango viene del idioma yunga que se hablaba entre los pobladores de la costa peruana.

VARIEDADES. En más de 50 años Félix Quinteros ha realizado estudios a este árbol y ha identificado diversas variedades y tiene en el vivero 15 de las mejores variedades recolectados en sus viajes por todo el Perú y que esperan para ser sembrados.

“He contado 28 variedades en toda mi vida, empezando por la forma del tallo, altura, fruto, tamaño de hoja. Hay huarangos rastreros, otros con espinas y otros sin espinas. Todas están en peligro”, señala.

Este entusiasta servidor de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica inició con la siembra de huarangos varias décadas atrás preocupado por la tala indiscriminada de los carboneros y que, según denuncia, en los últimos años se ha intensificado.

“Los carboneros los están matando. Lo talan pero no siembran”, dice mortificado. Durante los últimos 50 años ha cultivado centenar de huarangos sin ningún apoyo. Hoy necesita financiamiento para su sueño de reforestar el desierto de Ocucaje y Yauca del Rosario.

Recuerda con tristeza los extensos días soleados que solían pasar con el ya fallecido norteamericano David Bayer sembrando huarangos en la quebrada de Cansas, donde muy pocos plantones lograron sobrevivir por la falta de agua.

Dice que antes de la reforma agraria, el sector de Macacona, era un extenso bosque de huarangos donde se podía recoger las semillas.

La Victoria es otra zona donde sembró 600 plantones pero que los chivatos (cabras) errantes terminaron por devorar en pocas horas el pequeño bosque que se pensaba formar.

Quinteros asegura la huaranga, fruto del milenario árbol desértico tiene muchas vitaminas, minerales y proteínas que evita la desnutrición. 

“La vaina puede ser partida y echada al quacker. Es muy nutritiva y debería ser el caramelo de los niños”, señala.

Reitera que es un alimento nutritivo que era consumido por los antiguos pobladores de las culturas Nasca, Ica, Paracas y Chincha. 

“En los intestinos de los cadáveres hallados en las huacas, se encontró restos de la huaranga”, comenta.

En abril último, Félix Quinteros sufrió la mordedura de una víbora cuando plantaba huarangos en Ocucaje y se pasó cuatro días internado en el hospital. 

Pese a la mala experiencia, afirma que seguirá cultivando más plantas para recuperar los bosques en el desierto.

“Los cogollos del huarango y las hojas de toñuz eran chancados por los antiguos iqueños y se tomaban como antídoto contra el veneno de las serpientes. El huarango tiene propiedades medicinales”, asegura.

MUERTE. El iqueño ha lamentado la muerte del huarango milenario y responsabilizó a las empresas turísticas que, para permitir que los turistas se fotografíen en los enormes troncos, retiraron los panales de avispas y la plaga terminó por matar el árbol. 

“El huarango tiene una especie de hormiguita llamado pulgón que se come las hojas, y para evitar esa depredación las avispas se las comen. Existe un equilibrio. Con las avispas retiradas, el pulgón terminó por matar a la planta hace cinco años. Las hojas son las narices de la planta”, explica. 

Por ahora, Félix Quinteros está esperando a la luna creciente para empezar a cultivar los huarangos en el vivero de la Facultad de Agronomía, porque, según afirma, sus rayos aceleran el crecimiento.

TRABAJO. La Asociación Sebastián Barranca Lovera tiene agrónomos, biólogos, fitopatólogos y otros profesionales para llevar adelante el proyecto de convertir la Tierra Prometida en un pulmón de la ciudad.

Nativas.  La asociación también ha logrado recuperar dos plantas nativas: el boliche que en la antigüedad era utilizado para matar los piojos; y el tetillo, una planta cuyo fruto son perlitas de agua que calman la sed de los pájaros.

Vivero recupera plantas nativas

En el vivero de la Facultad de Agronomía, Félix Quinteros está recuperando el pallar gentil, cuyo fruto se parece al frejol y en una vaina puede contener hasta 14 semillas. “Los agricultores han dejado de cultivarlo porque el pallar común es más grande y por lo tanto es más comercial”, dice.

Además dice que el pallar Gentil no es atacado por la plaga.

El otro tipo de pallar que intenta rescatar y masificar es el pallar Sol de Medianoche, llamado así por ser mitad blanco y negro.

Fuente:

Correo (Perú)

4 de junio de 2018

Stefano Mancuso: "Las plantas llevan siglos engañándonos"

Este neurobiólogo italiano se ha propuesto que aprendamos a valorar la inteligencia del reino vegetal. En él, defiende, podemos encontrar la respuesta a muchas preguntas (urgentes).

STEFANO MANCUSO (Catanzaro, Italia, 1965) es uno de los divulgadores más revolucionarios e influyentes del reino vegetal. Director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal de la Universidad de Florencia, ejerce de apasionado embajador de las plantas y se ha impuesto una importante misión: cambiar la percepción (equivocada) que tenemos de ellas. Porque son muchos, lamenta, quienes piensan que estos seres vivos son estúpidos e insensibles. Y nada más lejos de la realidad, reivindica. “Simplemente nos resulta muy difícil comprender lo que es una planta porque son demasiado diferentes a los animales”.

En su nuevo libro, El futuro es vegetal (Galaxia Gutenberg), Mancuso aporta múltiples razones para que aprendamos a mirar de otra forma al mundo verde. De hecho, él no duda en calificar a las plantas de inteligentes —aunque carezcan de cerebro— porque sus acciones demuestran que luchan por su supervivencia con planteamientos exquisitos. Practican el engaño. Y nos utilizan. En la Antigüedad, el centeno era considerado una mala hierba que acompañaba al trigo, el cereal predilecto de los agricultores. Así que la mala hierba decidió imitar el aspecto de las semillas de trigo para engañar a los humanos, que empezaron a tener dificultades para diferenciarlas. Como resultado, el centeno, transportado por el hombre, llegó a muchas más zonas desplazando incluso al trigo en los sitios de clima más duro. Y la máxima El enemigo de mi enemigo es mi amigo, dice Mancuso, “funciona con las plantas. Cuando una oruga empieza a comer un tomate, sus hojas producen moléculas que tienen un efecto llamada para los enemigos de la oruga”.

Según Mancuso, en el comportamiento vegetal podemos inspirarnos para encontrar soluciones a los retos que acechan a la humanidad. A su paso por Madrid, imposible ignorar que en España no llueve y la sequía es tan pertinaz que puede convertirse en el problema más grave a corto plazo. Sugiere que hay que tener más presente a las plantas. “Son capaces de dirigir el clima. La circulación atmosférica de las lluvias está controlada por los bosques ecuatoriales, así que poseen uno de los motores. Podemos estabilizar el clima. Podemos reducir las emisiones de dióxido de carbono, y reforestar. Los bosques nos ofrecen la única manera de reducir las emisiones”.

Y, sobre todo, el italiano cree que podemos y debemos cambiar nuestros hábitos. “Ahora usamos el 70% del agua en los cultivos, pero es insostenible. Necesitamos producir alimentos con menos agua”. En vez obtener la comida de cuatro o cinco tipos de plantas, hay miles de ellas que son cultivables y algunas requieren mucha menos agua, e incluso crecen con agua salada. Las plantas nos sugieren la forma de afrontar un futuro en el que no podremos derrochar el agua que hoy tan alegremente tiramos.

Fuente:

El País (Ciencia)



Científico de UNMSM demuestra que muña es eficaz contra gastritis

Una investigación que desarrolla el científico peruano y docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Mario Carhuapoma Yance, descubrió que la muña es un potente bactericida contra la gastritis y ayuda eficazmente en el tratamiento médico convencional.

En el 2010, Carhuapoma Yance ganó el premio a la Mejor Tesis Doctoral en Ciencias, al evidenciar, en pruebas de laboratorio, que el aceite esencial de la muña ayudaba a eliminar el "Helicobacter pylori", bacteria causante de la gastritis; pero ahora las pruebas se han hecho en personas.

En diálogo con la Agencia Andina, Carhuapoma Yance detalló que la investigación está en curso, pero que los resultados preliminares en pacientes arrojaron que el aceite de muña (denominado urcu muña) potencia el efecto de los medicamentos -amoxicilina, claritromicina y omeprazol- comúnmente recetados en estos casos.

Dijo que dependiendo de la gravedad de la gastritis, tras el examen de endoscopía, el paciente podría recibir un tratamiento únicamente con pastillas de aceite esencial de muña si el "Helicobacter pylori" es sensible (débil), pero si la bacteria es resistente (fuerte) tendría que aplicarse el tratamiento con medicinas y complementarlo con muña.

La muña crece en zonas andinas entre los 2,700 y 3,400 metros sobre el nivel del mar. Su consumo es extendido en la sierra, mas no así en el resto del país, y de preferencia se la encuentra en forma de infusión. Carhuapoma aconseja tomarlo de esa manera, con limón y miel de abeja.

Efectos adversos de los medicamentos


El científico peruano advirtió que la gastritis puede tener una causa química; es decir, por consumo excesivo de aspirina, ibuprofeno, naproxeno u otros fármacos analgésicos que lesionan la mucosa gástrica; y también lo origina el exceso de alcohol, tabaco, café y ají.

Pero también puede tener un origen infectivo, es decir, cuando la genera el "Helicobacter pylori", bacteria que se encuentra en agua no tratada o en las manos sucias. Esta bacteria ingresa al estómago y se reproduce en la mucosa gástrica. 

"Allí se deposita y empieza a vivir generando lesiones, a eso se llama gastritis; pero si no hay tratamiento puede avanzar y convertirse en úlcera gástrica (llagas con sangrado). Y si no se trata a tiempo se convierte en cáncer gastrointestinal", alertó.

Frente a estos males, indicó, la solución es eliminar esa bacteria y para eso se utilizan los antibióticos mencionados conocidos como "triple". "Pero la triple ya no está teniendo efecto y ahora hay antibióticos mucho más potentes que, lamentablemente, generan daño al organismo por la toxicidad colateral. Por eso buscamos alternativas naturales para el organismo".

En ambos casos (en la gastritis de origen químico y en la gastritis infectiva), la muña es ideal porque actúa como bactericida. 

Durante la investigación se observó que el tratamiento combinado (muña y medicinas) podría eliminar en 14 días el "Helicobacter pylori". "Sin la muña se hubiera generado resistencia a las medicinas".

En el 2016, Carhuapoma Yance se hizo merecedor de los premios a la innovación en ciencias y tecnología farmacéuticas otorgados por la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan) y también ha recibido el Premio Hipólito Unanue en el 2016.
Fuente:

17 de abril de 2017

Los doce botánicos rusos que murieron de hambre para proteger el mayor banco de frutas y semillas del mundo

Durante el sitio de Leningrado ntre 600.000 y 1.200.000 de personas murieron por las balas, el hambre, el frío y la oscuridad en uno de las peores batallas de la segunda guerra mundial. Entre ellos, doce botánicos soviéticos que murieron de hambre mientras defendían toneladas de frutas, raíces y granos: el mayor banco de semillas del mundo.


Si tenemos que buscar otra escena clave para esta historia, tenemos que irnos a finales de verano de 1941. Es mucho menos dramática: Abraham Kameraz y Olga Voskresenskaia cosechan patatas a toda velocidad.

En aquellos días, la Estación Experimental Pavlovsk tenía aproximadamente 6.000 variedades de patatas. Y en cuestión de días, la Guerra estaba a punto de llegar a aquel pequeño pueblo a 45 kilómetros de Leningrado.

Cuando comenzó el sitio de Leningrado, las autoridades soviéticas evacuaron las obras de arte del Hermitage, pero no evacuaron las semillas, raíces y frutas de Pavlovsk. Así que los científicos de la estación recogieron todas los tubérculos, frutos y semillas que pudieron y las almacenaron en un sótano cerca de Leningrado.

El invierno de 1941-42 fue especialmente duro. No solo meteorológicamente hablando, sino que, con todos los accesos a la ciudad cortados, ni la comida, ni el carbón, ni los medicamentos podían llegar a Leningrado. Y las bombas no paraban de caer.

Sin comida, cualquier cosa se convertía en alimento: perros, gatos, ratas o palomas. Según Michael Jones, en enero el canibalismo invadió la ciudad. 1.400 personas fueron arrestadas por este delito y más de 300 fueron ejecutadas.

Lo sabían muy pocas personas, pero en los sótanos de la plaza de San Isaac se guardaban más de 187.000 variedades de frutas y vegetales. Allí, en armarios y cajas hay más de mil tipos de fresas, 900 tipos de grosellas, 600 tipos de manzanas, cientos cerezas, ciruelas, frambuesas y muchas otras frutas y tubérculos.

La estación de Pavlovsk parecía maldita y abocada a su desaparición. Poco más de un año antes, su director y fundador Nicolai Vavilov, uno de los genetistas y botánicos más importantes de la primera mitad del siglo XX, había sido mandado a la cárcel de Saratov. Allí moriría, también de hambre, un par de años después.

¿Su delito? Creer que la genética era cierta. Vavilov era una leyenda, había recorrido medio mundo y había entendido como nadie la importancia de la diversidad y la hibridación para la agricultura. En 1926, el mismo año en que fundó la estación experimental de Pavlovsk, recibió el premio Lenin, el "nobel" de la Unión Soviética.

Pero a finales de los años 30, Lysenko llegó al poder. Lysenko defendía una biología a medio camino entre el lamarkismo y el diamat. Entre 1934 y 1940, la camarilla lysenkoista con el apoyo de Stalin purgó toda la biología soviética. Vavilov era, en aquel momento, presidente de la Academia de Agricultura.

Pero el trabajo que realizó antes de su muerte, es francamente prodigioso. Y allí, protegiendo su trabajo, doce personas se dejaron consumir hasta la muerte. El encargado de las especies de arroz murió de hambre rodeado de sacos de arroz y Kamerz y Voskrensenskaia murieron protegiendo sus patatas.

¿Y pór qué se dejaron morir de hambre?, ¿estaban locos?

Supongo que esa es la pregunta que todos nos hacemos. De hecho, fue la pregunta que Cary Fowler realizó en 1985 mientras visitaba la estación experimental. Y allí mismo, una estudiante de Vavilov ya anciana le explicó que los investigadores comprendían que esas colecciones eran esenciales para restablecer la agricultura después de la guerra.

El sitio de Leningrado se demoró 872 días, pero la guerra fueron seis larguísimos años donde las tierras, las semillas y las prácticas tradicionales quedaron pulverizados. Sin esas semillas, la posguerra hubiera sido terriblemente más dura. Aunque a veces las ecuaciones no nos dejan ver el bosque, ese es el verdadero objetivo de la ciencia. Y para recordarlo, nunca está de más acordarnos de los héroes de Pavlovsk.

Fuente:

Xakata Ciencia

12 de febrero de 2015

De como Occidente conoció el nenúfar gigante

En la época victoriana, la exploración de las regiones tropicales en busca de nuevas especies de animales y de plantas vivió una edad dorada. Esta es la historia del descubrimiento del nenúfar más grande del mundo, de cómo se consiguió que floreciera en Europa por primera vez y de cómo inspiró el mayor templo de la ciencia y el progreso que el hombre había visto hasta entonces.
En el mundillo de los chascarrillos biológicos hay una serie de clichés gráficos que, a poco que busquemos, veremos repetidos hasta la saciedad. Uno de los ejemplos favoritos de un amigo mío es el del tiburón-ballena, el pez más grande del mundo, que para mostrarlo a escala a menudo es reproducido en libros o en internet junto a un buzo. Mi amigo suele bromear diciendo que esos buzos se han convertido ya en un apéndice del animal, y que ningún tiburón-ballena está completo sin él. Otro ejemplo de estos clichés es la imagen de un niño pequeño plácidamente (casi mágicamente) posado sobre la inmensa hoja flotante del nenúfar gigante de nombre científico Victoria amazonica. El origen de esta imagen tópica se remonta a mediados del siglo XIX, cuando una parte de la sociedad inglesa, empezando por la reina y acabando en los jardineros, estaba totalmente asombrada por esta planta que sólo un puñado de personas había visto fuera de la selva.

Esta imagen fue tomada en Carolina del Norte en 1892, pero no tenéis más que hacer una búsqueda rápida para comprobar que hay toda una obsesión por subir niños y bebés a las hojas de estos nenúfares gigantes 
Esta imagen fue tomada en Carolina del Norte en 1892, pero no tenéis más que hacer una búsqueda rápida para comprobar que hay toda una obsesión por subir niños y bebés a las hojas de estos nenúfares gigantesFuente: National Geographic. Dominio público.


La verdad es que no es para menos, ya que Victoria amazonica es una planta con muchos motivos para asombrarnos. Sus hojas, que pueden crecer a un ritmo de varios centímetros al día, llegan a alcanzar hasta los dos metros y medio de diámetro, una auténtica isla improvisada en los cauces fluviales sudamericanos, plataforma y refugio de aves acuáticas y parasol de toda la fauna sumergida. Sus espectaculares flores (¡de hasta 40 cm de diámetro!) solo se abren durante dos noches consecutivas y atraen con su agradable fragancia a piña y con el calor producido por sus propios tejidos a los escarabajos que se encargarán de polinizarla. En la primera noche las flores son de color blanco y solo están receptivos los órganos femeninos. Los escarabajos llegan cargados de polen de otras flores y normalmente se quedan encerrados en la flor cuando ésta se cierra al amanecer, pasando el día polinizándola. En su segundo atardecer, la flor de Victoria vuelve a abrirse, esta vez mostrando un color rosado y ya produciendo activamente su propio polen, que será dispersado durante esa segunda noche. Al llegar el último de sus amaneceres, la flor se cierra definitivamente y se hunde de nuevo en el agua, donde madurarán las semillas.
La descripción botánica de esta planta se resistió unas cuantas décadas más de lo esperado. Posiblemente su primer descubridor europeo fue el botánico de origen checoTadeo Haenke, “contratado” por el gobierno español para explorar la flora de las Indias (se unió a la Expedición Malaspina, por ejemplo). En 1801, durante uno de sus viajes por los ríos bolivianos, registró una flor tan rara y hermosa “que le hizo caer de rodillas de la admiración”, sin embargo murió antes de describir oficialmente la especie. Aimé Bonpland, el compañero de Alexander von Humboldt, descubrió también esta planta en 1819, tras instalarse en Argentina, pero parece que tampoco en esta ocasión se formalizó el hallazgo. A la tercera va la vencida: en 1832, Eduard Poeppig la recolectó en el Amazonas y publicó su descripción.

Victoria amazonica en su hábitat natural 
Victoria amazonica en su hábitat naturalFuente: David Stanley.

En una época en la que la exploración botánica hacía furor y en la que cada nueva especie descubierta en los trópicos era examinada en busca de posibles usos económicos, una joya como esta captó inmediatamente el interés de los botánicos europeos y más concretamente del centro neurálgico de la botánica mundial del momento: Los Kew Gardens, en las afueras de Londres. Allí llegaban constantemente, de lugares tan remotos como Australia, India o Tierra del Fuego, plantas aún desconocidas para la ciencia que eran descritas y conservadas en herbarios, plantas cuyas semillas se intentaban cultivar en los jardines ingleses. Por aquel entonces, la botánica era una fuente de innovación con un impacto social como podría ser hoy la nanotecnología, una ciencia que aportó descubrimientos que, como el caucho o la quinina, cambiarían el mundo. La fascinación que produjo algo tan exótico como el nenúfar gigante del Amazonas se ve reflejado en el nombre genérico definitivo que recibió: el de la mismísima reina Victoria; una planta solo digna de la realeza inglesa. Ahí es nada.

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1 de diciembre de 2014

Las plantas reconocen a sus vecinas: Si son parientes, trabajan en equipo. Si no lo son, compiten




Si las plantas parientes colaboran entre sí cuando están juntas, se podrían cultivar más cerca la una de la otra para aprovechar mejor el espacio. 

 
Si son parientes, trabajan en equipo, colaboran entre sí. Si no lo son, compiten la una con la otra.

Esto es lo que descubrió un equipo de investigadores argentinos que analizó cómo se comportan las plantas ubicadas en una hilera.

No sólo hallaron que eran capaces de reconocer a sus parientes por la forma de su tallo y sus hojas, sino también descrubrieron que la relación de parentesco las hacía actuar en consecuencia.

"Notamos que cuando acomodamos las plantas en hileras, muy cerca la una de la otra, simulando la situación típica de un cultivo, las plantas que estaban genéticamente relacionadas entre sí, posicionaban sus hojas hacia los espacios libres, fuera de la hilera", le explica a BBC Mundo Jorge Casal, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) y líder el estudio.

"En cambio, cuando mezclábamos plantas de la misma especie de distintos grupos genéticos, las plantas disponían sus hojas al azar, en cualquier dirección", añade.

Es decir, cuando la planta reconoce que su vecina es pariente, amontona sus hojas para minimizar la interferencia y permitirle aprovechar mejor la luz del sol.

Si no es pariente, distribuye sus hojas en cualquier dirección para aprovechar al máximo la luz disponible.

El estudio, publicado recientemente en la revista especializada New Phytologist, puede traer beneficios para la agricultura, ya que abre nuevas posibilidades en cuanto a cómo maximizar el rendimiento de las cosechas en función del espacio libre para cultivar.

Lea también: Plantas que no ven, plantas que no crecen

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BBC Ciencia

13 de junio de 2013

Estudio asegura que aumenta la resistencia a cultivos transgénicos

Más plagas están desarrollando resistencia a cultivos que han sido modificados genéticamente para combatirlas, salvo en áreas que también incorporan cultivos no transgénicos, según un estudio en la revita Nature Biotechnology.

Científicos de Estados Unidos y Francia analizaron los resultados de 77 estudios de ocho países en cinco continentes que examinan la resistencia a los cultivos transgénicos.

De las 13 especies de insectos examinados, cinco habían desarrollado resistencia en 2011, comparado con solamente una en 2005.

De las cinco especies resistentes, tres atacan cultivos de algodón y dos de maíz. El estudio se centra en los llamados algodón y maíz Bt, plantas que llevan un gen que les hace exudar una bacteria, Bacillus thuringiensis, que es tóxica a los insectos. 

Los autores del estudio encontraron que los insectos tienen mayores posibilidades de desarrollar resistencia si los cultivos transgénicos están rodeados de otros que no han sido genéticamente modificados.

La explicación se encuentra en la biología evolutiva. Los genes que confieren resistencia son recesivos, y los insectos sólo pueden sobrevivir en plantas Bt si tienen dos copias del gen resistente, uno de cada progenitor.

Plantar cultivos que no han sido genéticamente modificados reduce la probabilidad de que dos insectos resistentes logren aparearse confiriendo los genes necesarios a su descendencia.

"Los modelos computarizados que usamos muestran que estos refugios de cultivos tradicionales serían efectivos para retardar el desarrollo de resistencia", dijo uno de los autores del estudio, Yves Carriere, entomólogo de la Universidad de Arizona en Tucson.

Los autores señalaron que detectaron señales preliminares de resistencia (uno por ciento de resistencia o menos) en cuatro otras plagas de algodón y maíz en China, Estados Unidos y Filipinas.

Tomado de:

BBC Ciencia

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3 de junio de 2013

Increible: Estas plantas revivieron después de 400 años

Glaciar Teardrop, en el ártico canadiense

Los glaciares en esta región se han estado desvaneciendo aceleradamente desde 2004, a un ritmo de unos tres o cuatro metros al año.

Un equipo científico observó cómo unas plantas que quedaron congeladas bajo un glaciar durante la llamada Pequeña Edad de Hielo, hace siglos, volvieron a germinar.

Muestras de plantas de 400 años de antigüedad brotaron de nuevo en condiciones de laboratorio.
Según los investigadores de la Universidad de Alberta, en Canadá, esta "resurrección" es significativa para entender cómo se recuperan los ecosistemas del planeta tras los ciclos periódicos de temperaturas heladas.

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.

La Pequeña Edad de Hielo fue un período frío que abarcó aproximadamente de 1550 a 1850, y puso fin a una era calurosa llamada "óptimo climático medieval".

Musgos latentes bajo el glaciar

El equipo científico exploraba la zona en torno del glaciar Teardrop, en el Paso de Sverdrup, en lo alto del ártico canadiense, cuando notó un inusual manto de vegetación.

"Caminábamos por el borde del glaciar cuando vimos estas grandes colonias saliendo de debajo del glaciar, que tenían un tinte verdoso", describió Catherine La Farge, la investigadora líder del estudio.
"Los glaciares están desapareciendo realmente rápido y van a exponer toda esta vegetación terrestre, y eso va a tener un gran impacto"
Catherine La Farge, Universidad de Alberta

Los glaciares en esta región se han estado desvaneciendo aceleradamente desde 2004, a un ritmo de unos tres o cuatro metros al año.

Ese proceso está dejando a la vista terrenos que no han visto la luz del día desde la Pequeña Edad de Hielo.

Las plantas observadas, conocidas como briofitas, son plantas terrestres no vasculares, como los musgos. Carecen de tejidos vasculares que hacen bombear los fluidos por las distinatas partes del organismo.

Estas plantas pueden sobrevivir a los duros inviernos del Ártico completamente disecadas, volviendo a germinar cuando suben las temperaturas.

Pero lo que sorprendió a la doctora La Farge fue le garminación de briofitas que permanecieron bajo el hielo durante tanto tiempo.

Nuevas especies

Plantas que revivieron tras permanecer durante siglos bajo el Glaciar Teardrop, en el ártico canadiense

El retroceso Glaciar Teardrop ha revelado la existencia de nuevas especies. 

"Cuando las trajimos al laboratorio y las observamos en detalle pude ver que de algunos de los tallos habían brotado nuevas ramas laterales verdes y esto me dio a entender que estos especímenes se están regenerando sobre el terreno. Eso me dejó atónita", explicó La Farge.

"En un paisaje cubierto por capas de hielo, siempre hemos pensado que las plantas vienen de algún refugio en los márgenes del sistema de hielo, nunca consideramos que las plantas terrestres podrían venir de debajo de un glaciar", declaró.

El retroceso del glaciar Teardrop está poniendo al descubierto una gran variedad de biodiversidad, que incluye cianobacterias, bacterias capaces de realizar fotosíntesis oxigénica, y algas verdes terrestres. Muchas de las especies observadas son totalmente nuevas para la ciencia.

"Es todo un mundo nuevo que está emergiendo de debajo de los glaciares que realmente debe ser estudiado", dijo La Farge.

"Los glaciares están desapareciendo realmente rápido y van a exponer toda esta vegetación terrestre, y eso va a tener un gran impacto", añadió.
Fuente:
BBC Ciencia
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