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13 de septiembre de 2018

¿Es cierto que el agua tónica se inventó como vacuna? Y el origen del Gin Tonic


En realidad ya se sabía que la quinina curaba el paludismo (malaria), y lo que hicieron los colonos ingleses de la India fue mezclarla con el agua carbonatada, para hacerla más llevadera (la quinina es amarga).

Se cree que esta sustancia evita que el parásito plasmodio metabolice la hemoglobina del glóbulo rojo, o bien consigue que este acumule demasiada hemoglobina parcialmente metabolizada en su organismo.

Historia de la quinina

La quinina es el más fuerte de los cuatro alcaloides que se encuentran en la corteza de los árboles del género Cinchona. De estos árboles existen aproximadamente 23 especies, todas oriundas de América del Sur y crecen a lo largo de la cordillera oriental de los Andes.

Su descubrimiento se remonta al siglo XVIII durante una de las grandes expediciones científicas que se organizaban a Sudamérica desde Europa. Fue en 1633.

Cuentan que un jesuita español descubrió que los indios de América Central usaban la corteza molida de unos árboles que ellos llamaban ‘quina quina’ para curar la malaria.

Los monjes utilizaron este remedio para salvar de la muerte a la condesa de Chinchón, Ana de Osorio, esposa del virrey de Perú, aquejada de lo que por entonces denominaban ‘fiebre de los pantanos’.

Dicen que la condesa volvió a España y recomendó su uso para curar las fiebres y así, la corteza de ‘quina quina’ pasó a llamarse el ‘polvo de la condesa’.

Pero, hoy en día esta leyenda es más que discutida, dado que no es cierto que la condesa volviera a España y tampoco hay datos que indiquen que padeciera malaria.

Lo que sí es cierto es que la primera planta que llegó a España del árbol ‘quina quina’ desde Perú está en el Herbario del Real Jardín Botánico CSIC en Madrid. Más información en RTVE.

Historia del agua tónica

Si hablamos de tónica seguro que te viene a la cabeza Schweppes, Nordic o Fever-Tree y a eso me refiero, estos refrescos que usamos para mezclar con nuestras ginebras favoritas o disfrutarlas solas, cada una con su toque amargo tan característico y especial. Las tónicas nacieron como medicina natural contra la malaria gracias a los británicos a mediados del siglo XIX en la India en los territorios llamados Raj. La quinina es su ingrediente clave, una sustancia extremadamente amarga que se extrae de la corteza del quino un árbol originario de los Andes, también llamado árbol de la fiebre o fever tree.

En 1840, el ejercito británico desplazado en la India consumía al año más de 70 toneladas de corteza de quinina para combatir la malaria.Era tan amarga que para poder tomarla la mezclaban con azúcar y zumo de lima o limón diluido en agua. Así se puede decir que nacieron los primeros tónicos. En 1858. Erasmus Bond se hizo con la receta colonial y patentó la primera tónica con gas disuelto y aromatizado con quinina y naranja amarga.

ruto del éxito, en 1870 apareció el fabricante más famoso, Schweppes, comenzando a elaborar Indian quinine Tonic, destinada para los colonos británicos en la India, quienes la mezclaban con hielo y ginebra como bebida de tarde.

Mucha gente cree que Jacob Schweppe, fue el que inventó la tónica pero falleció en 1821, unos 37 años antes de que Erasmus Bond patentara la primera agua tónica. Esta receta con más de 150 años  no tiene nada que ver con las tónicas actuales. Antes eran mucho más amargas y vegetales, mucho más fuerte en sabores añadidos. El objetivo era camuflar el intenso amargor de la quinina con azucares y cítricos añadidos.

Las tónicas actuales ya no son medicamentos sino refrescos y por tanto el nivel de quinina y de amargor es de unas 500 veces menor que las de antes, inspiradas en la receta original pero con ingredientes más ligeros.


BONUS: Como preparar una ginebra con agua tónica, el clásico Gin Tonic:

31 de agosto de 2012

Científicos aseguran haber encontrado la cura a la Malaria

(CC) US Army Africa


La malaria o paludismo es causado por un parásito llamado Plasmodium que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. Los parásitos se reproducen en el hígado para luego infectar los glóbulos rojos del organismo humano. En caso de no recibir tratamiento médico puede causar la muerte en pocos días y su impacto es tal que el 2010 hubo 216 millones de casos que terminaron en la muerte de 655.000 personas.

Sin embargo científicos de la Universidad de la Ciudad del Cabo en Sudáfrica aseguran haber desarrollado un tratamiento que puede curar a una persona de cualquier cepa de la enfermedad con una sola dosis, y no sólo eso, pues los investigadores aseguran que incluso la droga podría bloquear la transmisión del parásito de la malaria entre personas.

¿Cuál es el ‘pero’? Que aún falta que se pruebe en seres humanos. Hasta el momento las pruebas en animales no han encontrado ningún efecto secundario negativo, por lo que las pruebas clínicas con humanos comenzarán a realizarse el 2013 afirmaron las autoridades sudafricanas.

Hasta la fecha, los esfuerzos para erradicar el paludismo han ido desde erradicar a los mosquitos hasta su modificación genética, sin embargo ninguna solución hasta la fecha había sido tan exitosa como el potencial de esta droga, una molécula sintética derivada de la aminopiridina que según Kelly Chibale, la jefa del equipo de científicos, sería “la primera molécula para uso clínico descubierta en África y para africanos”.

Aún queda mucho por investigar, por lo que se estima que el fármaco estaría disponible recién en unos siete años más. Sin embargo, si resulta exitoso, sería un increíble avance para una enfermedad que se estima que mató a alrededor de 560.000 niños el 2010, donde en países con alta tasa de malaria la enfermedad puede llegar a reducir el producto interno bruto hasta en un 1,3% según la OMS.

Fuente:

2 de septiembre de 2010

Financiaciones innovadoras: ya es tiempo de actuar

"Para responder a las necesidades mundiales de desarrollo, debemos movilizar medios financieros duraderos, previsibles y complementarios de ayuda pública al desarrollo tradicional"

Paquistaníes afectados por las inundaciones tratan de coger alimentos durante un reparto de ayuda humanitaria.- AP

¿Acaso conocen ustedes las realidades del mundo actual? Mil millones de personas no tienen acceso al agua potable; mil millones de personas sufre de hambre; cerca de un millón de personas muere cada año de paludismo; 1,3 millones, de tuberculosis; dos millones, de SIDA, y la pobreza impide a aproximadamente 72 millones de niños ir a la escuela y aprovechar el potencial que tienen.

Para terminar con estos desequilibrios, las Naciones Unidas fijaron los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD) que la comunidad internacional debe alcanzar para antes de 2015. Para responder a las necesidades mundiales de desarrollo, debemos movilizar medios financieros duraderos, previsibles y complementarios de ayuda pública al desarrollo tradicional. Ante la urgencia, debemos actuar.

Las financiaciones innovadoras ya existen: el impuesto sobre los boletos de avión, que financia el acceso a tratamientos médicos básicos, a través del Fondo UNITAID; la iniciativa IFFim (Facilidad Financiera Internacional para la Inmunización) que permite movilizar, a corto plazo, fondos garantizados por los Estados para financiar campañas de vacunación masivas (GAVI: Alianza Global de Vacunación e Inmunización). Estos mecanismos, que permiten luchar contra las tres grandes pandemias (VIH/SIDA, tuberculosis y paludismo), ya han dado resultados notables. Otros mecanismos, como contribuciones voluntarias -bajo forma de donaciones de particulares, consumidores y empresas- pueden también permitir la movilización de recursos.

La Conferencia de Doha de noviembre de 2008 había hecho un llamado al mundo para "cambiar de escala" en materia de financiaciones innovadoras para el desarrollo: ahora estamos en posibilidad de experimentar estos nuevos instrumentos, con base en actividades mundializadas; se trata de financiaciones fundadas en una amplia base imponible y que podrían -a través de una contribución ínfima y repetida sobre numerosas operaciones- cambiar la escala de la esperanza, si su uso se coordina bien.

En septiembre, estaremos presentes en la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio para el Desarrollo, a fin de convencer acerca del interés de las financiaciones innovadoras, cuyo éxito ya ha permitido recaudar más de 3.000 millones de dólares desde 2006.

Esta movilización a favor de las financiaciones innovadoras para el desarrollo, que Francia promueve desde sus comienzos, debemos llevarla ahora al escenario político internacional, junto con los 60 Estados miembros del Grupo Piloto, bajo la Presidencia de Japón -quien organizará en diciembre la VIII reunión plenaria- y junto con la presidencia belga de la Unión Europea- que decidió inscribir este tema en el orden del día del Consejo Europeo.

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El País Sociedad

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