En la República Checa.
En este país europeo la cerveza es más barata que el agua. Sí, leiste bien: la cerveza es más barata que el agua.
El precio de una jarra grande de cerveza no suele superar el euro, o sea su precio es de unos tres soles (moneda de Perú). Por ello en la República Checa cada habitante consume 161 litro de cerveza al año, el mayor consumo de todo el mundo.
Luego de la República Checa, tanto en cantidad de
consumo como en precio barato de cerveza, tenbemos a Alemania, Bélgica e Irlanda.
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17 de junio de 2019
8 de junio de 2019
La cerveza duplicará su precio a causa del cambio climático
Un equipo de científicos ha predicho fuertes caídas en el rendimiento de la cebada a causa del calentamiento global. Este es el escenario:
En los últimos años, los científicos han descubierto un vínculo entre el cambio climático y nuestro consumo de artículos tan populares y masivos como el vino y el café. Así, sumado a nuestra seguridad y al futuro del planeta, ahora sabemos que el aumento de las temperaturas globales afectará también a lo que comemos y bebemos.
El estudio advierte que la sequía y el calor -cada
vez más generalizados y profundos- pueden causar disminuciones
sustanciales en los rendimientos de cebada en todo el mundo, afectando
el suministro utilizado para elaborar cerveza y, por tanto, la presencia
de menor cantidad de producto en el mercado y su correspondiente
incremento en el precio de la cerveza.
La bebida alcohólica más popular del mundo amenazada
La cerveza es la bebida alcohólica más popular del mundo por volumen consumido. Aunque la frecuencia y la severidad de la sequía y los extremos de calor aumentan sustancialmente en una variedad de escenarios climáticos futuros, la vulnerabilidad del suministro de cerveza a tales extremos nunca se ha evaluado. Hasta ahora.
En los últimos años, el sector cervecero ha consumido alrededor del 17% de la producción mundial de cebada, pero esta proporción varía drásticamente entre los principales países productores de cerveza, por ejemplo, del 83% en Brasil al 9% en Australia. Los resultados del nuevo estudio revelan posibles pérdidas en el rendimiento promedio que van del 3% al 17%, dependiendo de la gravedad de las condiciones.
Durante los eventos climáticos más complejos, los resultados indican que el consumo mundial de cerveza disminuiría en un 16%, o lo que es lo mismo, 29.000 millones de litros y los precios de esta bebida se duplicarán de media en todas partes. Incluso en eventos extremos menos severos, el consumo de cerveza cae un 4% y los precios aumentan un 15%.
En los últimos años, los científicos han descubierto un vínculo entre el cambio climático y nuestro consumo de artículos tan populares y masivos como el vino y el café. Así, sumado a nuestra seguridad y al futuro del planeta, ahora sabemos que el aumento de las temperaturas globales afectará también a lo que comemos y bebemos.
Es la conclusión de
una nueva investigación liderada por expertos de la Universidad de East
Anglia (Inglaterra) que expone, por ejemplo, que los eventos climáticos severos podrían causar una escasez en el suministro mundial de cerveza.
La bebida alcohólica más popular del mundo amenazada
La cerveza es la bebida alcohólica más popular del mundo por volumen consumido. Aunque la frecuencia y la severidad de la sequía y los extremos de calor aumentan sustancialmente en una variedad de escenarios climáticos futuros, la vulnerabilidad del suministro de cerveza a tales extremos nunca se ha evaluado. Hasta ahora.
En los últimos años, el sector cervecero ha consumido alrededor del 17% de la producción mundial de cebada, pero esta proporción varía drásticamente entre los principales países productores de cerveza, por ejemplo, del 83% en Brasil al 9% en Australia. Los resultados del nuevo estudio revelan posibles pérdidas en el rendimiento promedio que van del 3% al 17%, dependiendo de la gravedad de las condiciones.
Durante los eventos climáticos más complejos, los resultados indican que el consumo mundial de cerveza disminuiría en un 16%, o lo que es lo mismo, 29.000 millones de litros y los precios de esta bebida se duplicarán de media en todas partes. Incluso en eventos extremos menos severos, el consumo de cerveza cae un 4% y los precios aumentan un 15%.
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1 de octubre de 2018
¿Por qué el café nos quita el sueño?
Casi todo el mundo está consciente que no conviene tomar café por la
noche si se quiere conciliar el sueño. Aquí les explicamos la razones científicas de porqué el café nos ayuda a mantenernos despiertos. La cafeína es un estimulante que está presente en esta bebida y
también en refrescos de cola, chocolates y algunos medicamentos
utilizados principalmente como analgésicos. Incluso el café descafeinado
contiene pequeñas dosis de cafeína.
La cafeína tiene un efecto estimulante, aunque depende de la cantidad consumida. Es importante aclarar que no se acumula en el cuerpo y permanece varias horas antes de ser eliminada y cesar sus efectos. La causa de que nos quita el sueño radica en que afecta a nuestro reloj biológico interno, denominado circadiano, que regula las fases de sueño-vigilia y nos dice cuándo debemos dormir y cuándo despertarnos.
Según Mariano de la Figuera, portavoz científico del “Centro de Información de Café y Salud“, los efectos de la cafeína comienzan a notarse a los 10 o 15 minutos después de su ingesta, alcanzan sus niveles máximos a la media hora ó 45 minutos y duran entre tres y nuevas horas, según la edad y el tipo de metabolismo de cada persona.
Fuente: Nat Geo
La cafeína tiene un efecto estimulante, aunque depende de la cantidad consumida. Es importante aclarar que no se acumula en el cuerpo y permanece varias horas antes de ser eliminada y cesar sus efectos. La causa de que nos quita el sueño radica en que afecta a nuestro reloj biológico interno, denominado circadiano, que regula las fases de sueño-vigilia y nos dice cuándo debemos dormir y cuándo despertarnos.
El insomnio es la queja mas frecuente por tomar esta bebida.Un equipo de la Universidad de Colorado-Boulder, de Estados Unidos, y del Laboratorio de Biología Molecular del Medical Research Council de Cambridge, deInglaterra, muestra que la cafeína retrasa dicho reloj biológico en 40 minutos: es decir, la cafeína que contiene un espresso doble consumida tres horas antes de irnos a dormir retrasaría nuestros biorritmos en 40 minutos, lo que dificultaría nuestra capacidad para conciliar el sueño.
Según Mariano de la Figuera, portavoz científico del “Centro de Información de Café y Salud“, los efectos de la cafeína comienzan a notarse a los 10 o 15 minutos después de su ingesta, alcanzan sus niveles máximos a la media hora ó 45 minutos y duran entre tres y nuevas horas, según la edad y el tipo de metabolismo de cada persona.
Por otro lado, cada persona presenta una respuesta diferente a la cafeína, cantidades tan pequeñas como 250 miligramos logran estimular de manera excesiva a algunas personas, y otras que lo consumen de manera cotidiana desarrollan más tolerancia.Si bebes de 5 a 10 tazas de café descafeinado, se puede obtener tanta cafeína como el de una taza de café con cafeína.
Fuente: Nat Geo
13 de septiembre de 2018
¿Es cierto que el agua tónica se inventó como vacuna? Y el origen del Gin Tonic
En realidad ya se sabía que la quinina curaba el paludismo (malaria), y lo que hicieron los colonos ingleses de la India fue mezclarla con el agua carbonatada, para hacerla más llevadera (la quinina es amarga).
Se cree que esta sustancia evita que el parásito plasmodio metabolice la hemoglobina del glóbulo rojo, o bien consigue que este acumule demasiada hemoglobina parcialmente metabolizada en su organismo.
Historia de la quinina
La quinina es el más fuerte de los cuatro alcaloides que se encuentran en la corteza de los árboles del género Cinchona. De estos árboles existen aproximadamente 23 especies, todas oriundas de América del Sur y crecen a lo largo de la cordillera oriental de los Andes.
Su descubrimiento se remonta al siglo XVIII durante una de las grandes expediciones científicas que se organizaban a Sudamérica desde Europa. Fue en 1633.
Cuentan que un jesuita español descubrió que los indios de América Central usaban la corteza molida de unos árboles que ellos llamaban ‘quina quina’ para curar la malaria.
Los monjes utilizaron este remedio para salvar de la muerte a la condesa de Chinchón, Ana de Osorio, esposa del virrey de Perú, aquejada de lo que por entonces denominaban ‘fiebre de los pantanos’.
Dicen que la condesa volvió a España y recomendó su uso para curar las fiebres y así, la corteza de ‘quina quina’ pasó a llamarse el ‘polvo de la condesa’.
Pero, hoy en día esta leyenda es más que discutida, dado que no es cierto que la condesa volviera a España y tampoco hay datos que indiquen que padeciera malaria.
Lo que sí es cierto es que la primera planta que llegó a España del árbol ‘quina quina’ desde Perú está en el Herbario del Real Jardín Botánico CSIC en Madrid. Más información en RTVE.
Historia del agua tónica
Si hablamos de tónica seguro que te viene a la cabeza Schweppes, Nordic o Fever-Tree y a eso me refiero, estos refrescos que usamos para mezclar con nuestras ginebras favoritas o disfrutarlas solas, cada una con su toque amargo tan característico y especial. Las tónicas nacieron como medicina natural contra la malaria gracias a los británicos a mediados del siglo XIX en la India en los territorios llamados Raj. La quinina es su ingrediente clave, una sustancia extremadamente amarga que se extrae de la corteza del quino un árbol originario de los Andes, también llamado árbol de la fiebre o fever tree.
En 1840, el ejercito británico
desplazado en la India consumía al año más de 70 toneladas de corteza de
quinina para combatir la malaria.Era tan amarga que para poder tomarla
la mezclaban con azúcar y zumo de lima o limón diluido en agua. Así se
puede decir que nacieron los primeros tónicos. En 1858. Erasmus Bond se hizo con la receta colonial y patentó la primera tónica con gas disuelto y aromatizado con quinina y naranja amarga.
ruto del éxito, en 1870 apareció el fabricante más famoso, Schweppes, comenzando a elaborar Indian quinine Tonic, destinada para los colonos británicos en la India, quienes la mezclaban con hielo y ginebra como bebida de tarde.
Mucha gente cree que Jacob Schweppe, fue
el que inventó la tónica pero falleció en 1821, unos 37 años antes de
que Erasmus Bond patentara la primera agua tónica. Esta receta con más
de 150 años no tiene nada que ver con las tónicas actuales. Antes eran
mucho más amargas y vegetales, mucho más fuerte en sabores añadidos. El
objetivo era camuflar el intenso amargor de la quinina con azucares y
cítricos añadidos.
Las tónicas actuales ya no son medicamentos sino refrescos y por tanto el nivel de quinina y de amargor es de unas 500 veces menor que las de antes, inspiradas en la receta original pero con ingredientes más ligeros.
BONUS: Como preparar una ginebra con agua tónica, el clásico Gin Tonic:
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10 de abril de 2018
El consumo reducido de alcohol puede ayudar a reducir la inflamación del cerebro y eliminar toxinas
La ingesta prolongada de cantidades excesivas perjudica el sistema nervioso
El consumo de bajo a moderado se asocia con un menor riesgo de demencia
Pero cuando es elevado con el tiempo aumenta el riesgo de deterioro cognitivo
Investigadores del Centro Médico de la Universidad de
Rochester, en Estados Unidos, han demostrado que unos niveles bajos de
consumo de alcohol pueden ayudar a reducir la inflamación del cerebro y
ayudarle a eliminar toxinas, incluidas las asociadas con la enfermedad de Alzheimer.
"Se sabe que la ingesta prolongada de cantidades excesivas de etanol tiene efectos adversos sobre el sistema nervioso central, pero en este estudio hemos demostrado por primera vez que, en dosis bajas, puede resultar beneficioso para la salud del cerebro", ha destacado Maiken Nedergaard, principal autor del estudio que ha publicado la revista Scientific Reports.
El hallazgo se suma a un creciente cuerpo de evidencia que apunta a los beneficios para la salud de dosis bajas de alcohol, en contraposición a lo perjudicial que resulta su consumo excesivo, ya que también se ha vinculado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
La investigación de Nedergaard se ha centrado en el sistema linfático, en un proceso de limpieza único del cerebro que junto a su equipo describieron por primera vez en 2012, cuando mostraron cómo el líquido cefalorraquídeo se bombea hasta el tejido cerebral y elimina los desechos, incluidas las proteínas beta amiloide y tau que se han vinculado con el Alzheimer y otros tipos de demencia.
En este caso, su investigación consistió en evaluar en ratones el impacto de la exposición al alcohol, tanto aguda como crónica.
Cuando estudiaron los cerebros de animales expuestos a niveles más elevados de alcohol durante mucho tiempo, observaron altos niveles de marcadores moleculares de inflamación, particularmente en células llamadas astrocitos, que son reguladores clave del sistema linfático. Asimismo, también notaron un deterioro de las habilidades cognitivas y motoras de los roedores.
En cambio, los animales que estuvieron expuestos a niveles más bajos de alcohol mostraron menos inflamación en el cerebro y su sistema linfático fue más eficiente a la hora de mover el líquido cefalorraquídeo a través del cerebro y eliminar los desechos, en comparación con los ratones del grupo control que no fueron expuestos al alcohol. Asimismo, el rendimiento de los animales en las pruebas cognitivas y motoras evaluadas fue idéntico al del grupo control.
"Hay estudios que han demostrado que el consumo de alcohol de bajo a moderado se asocia con un menor riesgo de demencia, mientras que cuando es elevado con el tiempo aumenta el riesgo de deterioro cognitivo. Y este estudio puede ayudar a explicar esta relación, especialmente los beneficios del consumo reducido para la salud general del cerebro", ha explicado Nedergaard.
Fuente:
RTVE Ciencia
"Se sabe que la ingesta prolongada de cantidades excesivas de etanol tiene efectos adversos sobre el sistema nervioso central, pero en este estudio hemos demostrado por primera vez que, en dosis bajas, puede resultar beneficioso para la salud del cerebro", ha destacado Maiken Nedergaard, principal autor del estudio que ha publicado la revista Scientific Reports.
El hallazgo se suma a un creciente cuerpo de evidencia que apunta a los beneficios para la salud de dosis bajas de alcohol, en contraposición a lo perjudicial que resulta su consumo excesivo, ya que también se ha vinculado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
La investigación de Nedergaard se ha centrado en el sistema linfático, en un proceso de limpieza único del cerebro que junto a su equipo describieron por primera vez en 2012, cuando mostraron cómo el líquido cefalorraquídeo se bombea hasta el tejido cerebral y elimina los desechos, incluidas las proteínas beta amiloide y tau que se han vinculado con el Alzheimer y otros tipos de demencia.
El sistema linfático es más activo mientras uno duerme
En un estudio posterior demostraron que el sistema linfático es más activo mientras uno duerme, puede deteriorarse cuando se produce un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico, y mejora con el ejercicio.En este caso, su investigación consistió en evaluar en ratones el impacto de la exposición al alcohol, tanto aguda como crónica.
Cuando estudiaron los cerebros de animales expuestos a niveles más elevados de alcohol durante mucho tiempo, observaron altos niveles de marcadores moleculares de inflamación, particularmente en células llamadas astrocitos, que son reguladores clave del sistema linfático. Asimismo, también notaron un deterioro de las habilidades cognitivas y motoras de los roedores.
En cambio, los animales que estuvieron expuestos a niveles más bajos de alcohol mostraron menos inflamación en el cerebro y su sistema linfático fue más eficiente a la hora de mover el líquido cefalorraquídeo a través del cerebro y eliminar los desechos, en comparación con los ratones del grupo control que no fueron expuestos al alcohol. Asimismo, el rendimiento de los animales en las pruebas cognitivas y motoras evaluadas fue idéntico al del grupo control.
"Hay estudios que han demostrado que el consumo de alcohol de bajo a moderado se asocia con un menor riesgo de demencia, mientras que cuando es elevado con el tiempo aumenta el riesgo de deterioro cognitivo. Y este estudio puede ayudar a explicar esta relación, especialmente los beneficios del consumo reducido para la salud general del cerebro", ha explicado Nedergaard.
Fuente:
RTVE Ciencia
23 de febrero de 2018
La cafeína no nos da súper poderes
Así que me vais a permitir
que dedique este post a lo más importante que hay en mi vida, que me
anima por las mañanas y me apoya en todo lo que hago: café, te quiero.
Y sé que muchos os sentiréis igual que yo porque aproximadamente el 80% de la población mundial consume cafeína todos los días. La cafeína que se encuentra en el café, esto no era muy difícil de deducir, pero también en el té (lo que la gente llama teína en verdad es cafeína), en bebidas azucaradas, o el mate.
La cafeína es la 1,3,7 trimetilxantina. Y, si os fijáis, se parece mucho a la adenosina. Esto
es importante porque la adenosina, cuando se une a sus receptores,
pasan cosas. Resumiendo, que hay receptores de adenosina en el cerebro.
Si la adenosina es mi mano derecha, cuando se une a su receptor, activa un mecanismo molecular "pulso un botón"
que inhibe la producción de neurotranmisores como el glutamato, la
serotonina, noradrenalina, o dopamina. Es decir que la adenosina es un
inhibidor, y uno de sus efectos inhibitorios es que a más adenosina en ciertas zonas, más sueño vamos teniendo.
Y qué pasa con la cafeína,
pues que se parece mucho a la adenosina por lo que es capaz de unirse a
los receptores A1 y A2a, pero… como no es la adenosina, pero no puede
apretar el botón, así que aprieta el botón no pasa nada. Y como lo tengo
con cogido con una mano no lo puedo usar con la otra, si hay cafeína, la adenosina no puede llegar a este botón.
En la célula tiene muchos botones pero cuanta más cafeína tomemos menos
habrá libres para que la adenosina funcione, esto es lo que se llama
una inhibición por competición.
Esta inhibición tiene como
resultado que la cafeína reduce el efecto somnífero de la adenisina por
lo que soportamos mejor el sueño y de hecho, bajo unas cantidades
moderadas de cafeína, también mejora la atención, nuestro tiempo de
reacción, vamos que estamos más espabilados.
Que a ver, una cantidad
moderada estaría entre los 200-400 mg diarios, siendo 400 el máximo
diario recomendado: unas tres tazas pero ojo, porque la cantidad cambia
de un tipo de café a otro, o de su modo de preparación, por ejemplo un
café normal está entre los 100-200 mg por taza, mientras que los
expresos van de van de 240-720 mg. Y luego es importante lo que
consideres una taza.
Aparte de en la atención, los efectos de la cafeína en otras capacidades cognitivas no están tan claros: aquí hay un poco de batiburrillo científico.
-Si hablamos de si consumir
cafeína mejora un poco la memoria pues… bueno, hay estudios que dicen
que sí, y otros dicen que no, y otros dicen que podría ayudar a la
memoria a largo plazo porque tendría un efecto neuroprotectivo, es decir
que no haría que tuviéramos mejor memoria sino que ayudaría a conservar
la que tenemos. Es una posibilidad.
-Si hablamos de mejoras en
la capacidad de juicio, toma de decisiones, etc. Pues aquí está menos
claro, pero tiene pinta que no hace nada, o si hace, no hace gran cosa.
Osea, que tampoco está claro que beber café nos dé superpoderes.
Aunque para mí, haga o no
haga gran cosa con que me quite el sueño por las mañanas me basta, eso
sí, procurad siempre manteneros en las dosis recomendadas, especialmente
si la cafeína os afecta mucho. Porque la cafeína elimina parcialmente
la sensación de sueño, pero no cambia el hecho de que el cerebro
necesita descansar adecuadamente para funcionar bien, estar sanote… y
cerebro amigos míos, por muy grande que lo tengáis como yo, el cerebro
hay que cuidarlo porque solo tenemos uno.
Fuente:
7 de junio de 2017
¿Por qué uno vomita después de beber mucho alcohol?
La náuseas y el vómito aparecen cuando el porcentaje de alcohol en la sangre es del 20%. Al 30%, aumenta el riesgo de atorarse al vomitar, lo que puede ser mortal.
Luego de una
intensa noche de copas, es común terminar arrodillado a merced del
inodoro debido a un fuerte episodio de vómitos. Pero, ¿por qué el alto
consumo de alcohol conlleva a esta desagradable situación?
De acuerdo a un trabajo de la Universidad de Texas en Dallas (EE.UU.), el vómito puede ocurrir porque el alcohol irrita
e inflama el estómago, alterándolo. Es por eso que el alto consumo de
este tipo de bebidas puede conllevar a sufrir de gastritis.
Hay que tener en cuenta que consumo excesivo de alcohol se define como cuatro o más bebidas en dos horas para las mujeres y cinco o más para los hombres, según la Clínica Mayo (EE.UU.). Además, el nivel de alcohol etílico varía dependiendo de la bebida: el vino tiene un 13%, la cerveza 5 %, los aguardientes hasta un 70 % y los licores hasta un 50%.
Un artículo de la Universidad Estatal de Colorado indica que el vómito es el final de una serie de eventos desencadenados por el exceso de alcohol.
Las náuseas y el vómito aparecen cuando el porcentaje de alcohol en la sangre es del 20%. Están vinculados a una disminución de la motilidad gástrica o las contracciones de los músculos gástricos lisos en el estómago, así como a un aumento en el tono de la pared muscular del intestino delgado. Al 30%, aumenta el riesgo de atorarse al vomitar, lo que puede se mortal.
Por otro lado, el portal Netdoctor señala que cuando se consumen sustancias tóxicas se alerta un área del cerebro llamada centro de vómitos, que tiene como objetivo el deshacerse de este exceso a través de este movimiento involuntario.
La Universidad de Michigan recomienda esperar varias horas antes de comer luego de haber vomitado. Es recomendable beber pequeñas cantidades de agua cada 15 minutos por unas cuatro horas. Alimentos suaves como plátanos, arroz, compota de manzana, tostadas o galletas son buenas alternativas tras un episodio de vómitos.
Hay que tener en cuenta que consumo excesivo de alcohol se define como cuatro o más bebidas en dos horas para las mujeres y cinco o más para los hombres, según la Clínica Mayo (EE.UU.). Además, el nivel de alcohol etílico varía dependiendo de la bebida: el vino tiene un 13%, la cerveza 5 %, los aguardientes hasta un 70 % y los licores hasta un 50%.
Un artículo de la Universidad Estatal de Colorado indica que el vómito es el final de una serie de eventos desencadenados por el exceso de alcohol.
Las náuseas y el vómito aparecen cuando el porcentaje de alcohol en la sangre es del 20%. Están vinculados a una disminución de la motilidad gástrica o las contracciones de los músculos gástricos lisos en el estómago, así como a un aumento en el tono de la pared muscular del intestino delgado. Al 30%, aumenta el riesgo de atorarse al vomitar, lo que puede se mortal.
Por otro lado, el portal Netdoctor señala que cuando se consumen sustancias tóxicas se alerta un área del cerebro llamada centro de vómitos, que tiene como objetivo el deshacerse de este exceso a través de este movimiento involuntario.
La Universidad de Michigan recomienda esperar varias horas antes de comer luego de haber vomitado. Es recomendable beber pequeñas cantidades de agua cada 15 minutos por unas cuatro horas. Alimentos suaves como plátanos, arroz, compota de manzana, tostadas o galletas son buenas alternativas tras un episodio de vómitos.
Tomado de:
1 de agosto de 2015
¿Qué hace la Coca Cola con tu cuerpo? ¡Te sorprenderás!
Niraj Naik, un ex farmacéutico en Gran Bretaña elaboró una infografía para explicar a la gente qué pasa en el cuerpo durante la primera hora tras tomar una Coca-Cola.
El experto explicó a través de una publicación en el portal británico The Renegade Pharmacist que él se interesó en hacer este tipo de trabajo, luego de que viera a muchas personas sufriendo de obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares.
Durante ese tiempo Naik concluyó que la causa de estos padecimientos tenían como denominador común el consumo de altos contenidos de azúcar en los refrescos y alimentos chatarra. Por lo que decidió hacer una cronología de los efectos que surgen a raíz de tomar una de las bebidas de una de las industrias más famosas y lucrativas del mundo.
10 minutos: 12 cucharadas cafeteras de azúcar entran a tu sistema. Lo que supera el 100 por ciento de la ingesta diaria recomendada. La Coca-Cola no se vomita inmediatamente únicamente por las gran cantidad de dulce que engaña al organismo, el ácido fosfórico hace efecto y permite mantenerla en el estómago.
20 minutos: Los picos de azúcar en la sangre causan una explosión de insulina. El hígado responde a esto convirtiendo cualquier azúcar que puede conseguir en grasa.
40 minutos: La absorción de cafeína se ha completado. Las pupilas se dilatan, la presión arterial se eleva, y en respuesta el hígado vierte más azúcar en el torrente sanguíneo. Los receptores de adenosina en el cerebro están ahora bloqueados, lo que prohibe el proceso natural de la somnolencia.
45 minutos: El cuerpo sube la producción de dopamina estimulando los centros de placer del cerebro. Esto es, físicamente, la misma manera en la que la heroína trabaja.
60 minutos o menos: El ácido fosfórico se une al calcio, magnesio y zinc en el intestino, proporcionando un nuevo impulso en el metabolismo. Esto se ve agravado por las altas dosis de azúcar y edulcorantes artificiales, que aumentan la excreción urinaria de calcio.
60 minutos o más: Las propiedades diuréticas de la cafeína entran en juego. Ahora es seguro que se evacuará parte del calcio, el magnesio y el zinc que estaba destinado a los huesos, así como el sodio, electrolitos y agua.
Elartículo completo en:
MSM Noticias
Lea también:
22 de julio: Día Mundial para decirle NO a la Coca Cola
8 de enero de 2015
La ciencia detrás de la fabricación de cerveza
Al atravesar un túnel frío y húmedo en una zona industrial en el sureste de Londres, encontramos una fábrica de tradicional cerveza británica.
Pero lo que vemos no es, como pudiera esperarse, una colección de antiguos edificios decrépitos que recuerdan el pasado inglés.
La fábrica Kernel tiene poco más de cinco años y la cerveza que se produce en este escondite urbano combina las viejas tradiciones con nuevas ideas y un poco de experimentación.
"En nuestro proceso de fabricación empezamos con una hipótesis, experimentamos y luego vemos el resultado", dice Toby Munn, encargado de la elaboración.
"Podemos hacer cosas diferentes. Es divertido".
Munn muestra los tanques de fermentación, donde la levadura va convirtiendo gradualmente los azúcares en alcohol a lo largo de varios días, y una habitación llena de barriles franceses que antes se utilizaban para hacer vino.
También hay un laboratorio, no mucho más grande que un vestidor. Pero su tamaño no hace justicia a su importancia. Hacer cerveza se percibe a veces como un arte, pero si produces grandes cantidades, la ciencia es vital.
Ya seas una fábrica de moda como la de Munn o una marca multinacional como Guinness o Budweiser, la clave para tener éxito es un buen análisis científico de tu producto y aplicar procesos químicos inteligentes.
El artículo completo en:
21 de diciembre de 2014
Cómo enfriar una bebida en solo dos minutos
Pongámonos en situación: la cena de Nochebuena ha terminado y los que
quedáis en casa queréis tomaros una bebida o un combinado para
continuar la velada pero, ¡vaya! No hay ningún refresco frío en la nevera.
Circunstancia equivalente a estar de camping, en la playa o en una excursión campestre y encontrarnos con el mismo problema: todas las latas de refrescos están a temperatura ambiente. No hay fallo. Sólo hace falta un poco de hielo y sal para enfriar tú bebida en tan sólo dos minutos.
Necesitarás un recipiente o bol para poner los hielos, añadir una cucharada sopera de sal y, a continuación, meter dentro uno de los refrescos. Tan sólo habrá que dar un par de vueltas a la lata para que la sal se disuelva y esperar dos minutos. ¡Bajarás su temperatura ambiente en más de 15 grados!
Como explican en este vídeo de Upsocl, la segunda ley de la termodinámica establece que “dos sustancias con diferentes temperaturas alcanzan el equilibrio térmico entre ellas”. Química pura y dura. La mezcla de la sal y el agua produce una reacción endotérmica –que absorbe energía– de tal forma que, una vez disuelta, la sal absorberá el calor de la lata de tal forma que el frío de los hielos pasará más rápido al recipiente que está a temperatura ambiente. En tan sólo 120 segundos.
Fuentes:
ElConfidencial
60minutos
Circunstancia equivalente a estar de camping, en la playa o en una excursión campestre y encontrarnos con el mismo problema: todas las latas de refrescos están a temperatura ambiente. No hay fallo. Sólo hace falta un poco de hielo y sal para enfriar tú bebida en tan sólo dos minutos.
Necesitarás un recipiente o bol para poner los hielos, añadir una cucharada sopera de sal y, a continuación, meter dentro uno de los refrescos. Tan sólo habrá que dar un par de vueltas a la lata para que la sal se disuelva y esperar dos minutos. ¡Bajarás su temperatura ambiente en más de 15 grados!
Como explican en este vídeo de Upsocl, la segunda ley de la termodinámica establece que “dos sustancias con diferentes temperaturas alcanzan el equilibrio térmico entre ellas”. Química pura y dura. La mezcla de la sal y el agua produce una reacción endotérmica –que absorbe energía– de tal forma que, una vez disuelta, la sal absorberá el calor de la lata de tal forma que el frío de los hielos pasará más rápido al recipiente que está a temperatura ambiente. En tan sólo 120 segundos.
Fuentes:
ElConfidencial
60minutos
24 de abril de 2014
¿El agua del mar puede quitar la sed?
Cuando antes veía a un náufrago pasándolas canutas, muerto de sed pero rodeado de agua salada, en las películas siempre se decía que, pase lo que pase, nunca saciaras tu sed con el agua del mar. Si lo hacías, tal vez notarías cierta saciedad, pero entonces no tardarías mucho en morir. En las películas nunca explicaban la razón de esa ley, aunque parecía una ley intocable.
Vamos a explicar por qué.
Los riñones son los filtros que separan las materias de deshecho de la sangre, que son almacenadas en forma de orina en la vejiga, dispuestas para su expulsión al exterior.
Aunque los riñones pueden realizar su trabajo sin que bebamos mucha agua, tienen la limitación de que son incapaces de producir orina con una concentración de sales superior al 2 por 100. El agua marina contiene un 3 por 100 de sal, por lo que, si bebemos un litro, nuestros riñones necesitarán al menos un litro y medio de agua pura para diluir toda la sal. Para conseguirlo, se verán obligados a retirar medio litro extra de agua de nuestro cuerpo, con el consiguiente incremento de la deshidratación y de la sensación de sed. Esto explica por qué es preferible no beber nada a beber agua del mar y también el hecho de que muchas bebidas formadas principalmente por agua no quiten la sed.
Fuentes:
Xakata Ciencia
Muy Interesante
12 de febrero de 2014
Cuando el alcohol era una de las medicinas más usadas
Durante siglos el alcohol ha tenido un puesto en la historia farmacéutica, junto a las pastillas, pociones y hierbas medicinales.
En la medida que ha crecido nuestro entendimiento del daño del alcohol a la sociedad y los individuos, los remedios con esa sustancia han cedido su lugar en las recetas médicas y han sido remplazados por consejos de abstenerse sólo a su uso prudente.
Ahora, una exhibición en el Colegio Real de Médicos de Londres hace un seguimiento de la utilización, algunas veces fatal, de estas medicinas por profesionales de la salud en los últimos siglos.
Beneficios con advertencia
Uno de los registros más antiguos en los muchos libros de cuero expuestos es la traducción del trabajo del inglés Roger Bacon, filósofo y escritor de alquimia y medicina del siglo XVII.Según los escritos (publicados en 1683), Bacon sugiere que el vino podría "preservar el estómago, fortalecer el calor natural, ayudar a la digestión, defender el cuerpo de corrupción y preparar la comida hasta que se convierta en la misma sangre".
Pero también reconoce los peligros de consumir etanol en exceso: "si se consume durante mucho tiempo, contrariamente ocasionará un gran daño: oscurece el entendimiento, afecta al cerebro, produce temblores en las extremidades y visión borrosa".
Los brebajes a base de vino también aparecen con frecuencia en los libros de cocina de los siglos XVI al XVIII, junto a los consejos generales de preparación de platos.
En una receta del siglo XVII se recomienda "una bebida excelente contra la plaga". Sus ingredientes incluyen ruda, salvia y casi un litro de vino, mucho más de los límites de alcohol recomendados hoy en día.
Lombriz intestinal
La comisaria de la exhibición, Caroline Fisher, señala que "mientras que el vino tuvo su lugar en la historia más como un tónico fortalecedor, las bebidas espirituosas eran vistas con una luz distinta".
"Al mismo tiempo que eran consideradas como terapias, también servían como portadoras y preservativos de sustancias que de otra forma serían difíciles de embotellar y vender".
Por ejemplo, la absenta -destilada de hierbas como el ajenjo- durante años se usó para tratar la lombriz intestinal y otros parásitos.
No obstante, de acuerdo con el doctor James Nicholls, de Alcohol Research UK, para el siglo XVIII, las bebidas espirituosas como la ginebra eran consideradas por un creciente número de personas como la principal causa de alcoholismo, pobreza y crimen.
Hábitos alcohólicos
En 1725, la primera petición documentada del Colegio Real de Médicos expresó su preocupación sobre "el creciente y pernicioso uso de licores espirituosos".
En toda Inglaterra había un auge de la ginebra; métodos mejorados de destilación y una regulación poco estricta -en comparación con el vino y la cerveza- llevaron a que estas bebidas fueran asequibles para buena parte de la población.
Sin embargo, no fue sino hasta el siglo XIX que el alcohol fue visto como un problema consistente, explica la doctora Virginia Berridge de la escuela de Medicina Tropical e Higiene de Londres.
En la medida que Reino Unido fue haciéndose cada vez más industrializado y urbanizado, necesitó de trabajadores eficientes, lo que convirtió a la sobriedad en una virtud.
Empezaron a emerger movimientos de templanza, al principio algunos recomendaron restricciones sólo en algunas bebidas, pero con el tiempo la posición cambió a una abstinencia total.
Y a mediados del siglo XIX, los médicos tenían su propio movimiento de templanza.
Un comunicado de 1871 de la Sociedad Británica de Templanza Médica dice: "como se cree que la prescripción desconsiderada de grandes cantidades de líquidos alcohólicos... ha dado lugar, en muchos casos, a la formación de hábitos de intemperancia, los abajo firmantes -si bien no pueden abandonar el uso de alcohol para el tratamiento de ciertos casos- son, sin embargo, de la opinión de que ningún médico debe prescribir sin un serio sentido de responsabilidad".
La opinión sobre el alcohol de esa sociedad, y de la comunidad médica en general, fue cambiando gradualmente, en parte llevados por un mayor enfoque en la eficiencia y en los avances científicos que ofrecieron compuestos con un mayor potencial medicinal.
Para niños
Una de las piezas más modernas que se ofrecen en la exhibición es una botella de Atkinson's Infants Preservative, un remedio para bebés y niños que se comercializó entre 1919 y 1941.
El empaque asegura a los padres que se puede suministrar "con la mayor confianza", pues no tenía narcóticos. No obstante, el 50% de sus ingredientes era alcohol.
John Betts, del Museo de la Sociedad Real Farmacéutica, señala que "esto puede ser sorprendente, considerando lo que se sabía sobre los efectos del alcohol en ese tiempo".
"Pero no fue sino hasta 1941 que la legislación británica forzó a la industria farmacéutica a hacer una lista de todos los ingredientes en sus fármacos".
El Colegio Real de Médicos tiene una larga historia de crear conciencia de los daños a la salud causados por el alcohol.
Hoy en día asegura que "el alcohol es un factor en más de 40 enfermedades graves, incluyendo enfermedad de hígado y cáncer". También es una de las principales causas prevenibles de muerte.
Fuente:
BBC Ciencia
22 de noviembre de 2013
¿Por qué las bebidas saben mejor cuando están frías?
Un estudio de 1997 de la Escuela de Medicina de Yale encontró que la acción de tomar sacía más la sed que hidratarse a través de una sonda nasogástrica.
Esa sensación se intensifica si la temperatura de la bebida es más caliente o más fría que la boca o la garganta, porque los nervios sensores de la temperatura se estimulan como los del tacto.
El frío también reprime la sensación de dulzura por lo que al tomar algunas bebidas tibias pueden parecer demasiado dulces.
Fuente:
BBC Ciencia
28 de octubre de 2013
Sprite: ¿Encierra la cura contra la resaca?
Científicos chinos probaron el efecto de 57 bebidas e infusiones diferentes en las enzimas que procesan el alcohol en el hígado.
Un equipo de científicos chinos de la Universidad Sun Yat-Sen investigó los efectos que 57 distintas bebidas gaseosas e infusiones causan en nuestras enzimas que metabolizan el alcohol, buscando así determinar que brebaje es el más favorable para recuperarse de la resaca (o cruda, caña, guayabo, etcétera dependiendo del lugar).
El artículo fue publicado en la revista Food & Function de la Royal Society of Chemistry. En éste, los investigadores describen el experimento que consistió en probar cómo los brebajes afectan a las enzimas alcohol deshidrogenasa (ADH) y aldehído deshidrogenasa (ALDH), las responsables de metabolizar el alcohol en el hígado.
La enzima ADH es la responsable de oxidar el etanol para convertirlo en acetaldehído (o etanal), el que luego es transformado por la enzima ALDH en acetato.
El asunto es que el acetaldehído es el principal factor para la aparición de la resaca, además de provocar varios efectos dañinos sobre nuestro cuerpo, por lo que se buscó la bebida que potenciara más la actividad del aldehído deshidrogenasa, pues así nuestro cuerpo procesaría más rápido al dañino acetaldehído.
Lo curioso fue el resultado: De todos los líquidos probados, los que mostraron un desempeño significativamente superior al resto fueron 惠宜苏打水 y 雪碧, más conocidos en occidente como el agua embotellada de Great Value (una marca de Wal-Mart) y la bebida Sprite, la cual los científicos creen que podría tener componentes que causan el mismo efecto en la ALDH que la taurina.
Esto no significa que ahora te debes dedicar a tomar Sprite con tequila, pisco, vodka, vino blanco
Link: Food & Function (vía Phys.org)
Fuente:
FayerWayer
7 de octubre de 2013
Qué pasa en tu cerebro si te emborrachas
La intoxicación con alcohol reduce la comunicación entre dos áreas del cerebro que
funcionan en conjunto para interpretar correctamente y responder a las
señales sociales, de acuerdo con investigadores de la Universidad de
Illinois en Chicago, que aparece publicada en la edición de septiembre
de Psicofarmacología.
Investigaciones anteriores han demostrado que el alcohol suprime la actividad en la amígdala, el área del cerebro responsable de percibir las señales sociales, como las expresiones faciales.
Dado que el procesamiento emocional involucra a la amígdala, área del cerebro que se encuentra en la corteza prefrontal, responsable de la cognición y la modulación de la conducta, queríamos ver si había alteraciones en la conectividad funcional o la comunicación entre estas dos regiones del cerebro, que podrían ser la base de los efectos producidos por el alcohol", dijo K. Luan Phan, profesor de psiquiatría de la UIC.Phan y sus colegas examinaron los efectos del alcohol en la conectividad entre la amígdala y la corteza prefrontal durante el procesamiento de los estímulos emocionales -fotografías de caras felices, temerosas y enojadas- mediante el uso de imágenes de resonancia magnética funcional, técnica de imagen que permite a los investigadores ver qué áreas del cerebro que están activas durante la realización de varias tareas.
Los participantes fueron 12 bebedores sociales (10 hombres, dos mujeres) con una edad media de 23 años. Su promedio reportado fue de 7.8 episodios de borrachera al mes, de acuerdo con los especialistas, consumir cinco o más bebidas para los hombres y cuatro o más bebidas para mujeres los pone en alto riesgo de desarrollar dependencia al alcohol.
A los participantes se les dio una bebida que contenía una dosis alta de alcohol (16%) o un placebo. Después tuvieron una exploración con resonancia magnética mientras trataban de igualar fotografías de rostros con la misma expresión.
Se les mostraron tres caras en una pantalla -una en la parte superior y dos en la parte inferior- y se les pidió que eligieran la cara en la parte inferior que mostraba la misma emoción que la que está en la parte superior. Los rostros estaban enojados, temerosos, felices o neutrales.
Cuando los participantes procesaron imágenes de caras enojadas, temerosas y felices, el alcohol redujo el acoplamiento entre la amígdala y la corteza orbitofrontal, un área de la corteza prefrontal implicada en el procesamiento de la información socio-emocional y en la toma de decisiones.
Los investigadores también notaron que el alcohol redujo la reacción de la amígdala a las señales de amenaza en rostros enojados o temerosos .
Esto sugiere que durante la intoxicación alcohólica aguda, las señales emocionales que amenaza no se procesan en el cerebro de forma normal porque la amígdala no responde como debe ser", dijo Phan.
La amígdala y la corteza prefrontal tienen una relación dinámica e interactiva. Cuando la amígdala y la corteza prefrontal interactúan podemos evaluar con precisión el medio ambiente y modular nuestras reacciones a ella. Si se desacoplan estas dos zonas, como sucede durante la intoxicación alcohólica aguda, nuestra capacidad de evaluar y responder de forma adecuada al mensaje no verbal que transmiten los rostros de los demás, puede ser afectada. Esta investigación nos da una mejor idea de lo que ocurre con la intoxicación alcohólica, incluyendo desinhibición social, la agresión y el aislamiento".
Fuente:
QUO
Más sobre los efectos del alcohl en la siguiente imagen (click para agrandar)
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26 de septiembre de 2013
¿Es más beneficioso beber agua fría o agua caliente?
Cualquier agua que bebamos será absorbida por los intestinos, independientemente de su temperatura inicial. Si no se absorbe, provocará diarrea.
Las bebidas frías o calientes, obviamente, tienen un efecto temporal en la temperatura de su cuerpo, pero cuál es mejor dependerá de si usted necesita calentarse o recibir un poco de frío.
Sin embargo, hay algunas investigaciones que demuestran que una bebida caliente es mejor cuando se tiene un resfriado.
Los estudios se remontan a 1979 cuando descubrieron que el vapor de una bebida caliente aumenta la "velocidad de la mucosa nasal".
A pesar de que suena desagradable, una mucosa más fluida es mucho mejor, ya que impide que la nariz se bloquee por completo, lo que podría conducir a una sinusitis.
La sopa de pollo funciona incluso mejor, ya que el aroma de la sopa aumenta el flujo sanguíneo a las fosas nasales.
Fuente:
BBC Ciencia
22 de septiembre de 2013
Las bebidas gaseosas ¡que te harán volar hasta el techo!
Sé positivamente
que muchos de vosotros, al igual que yo mismo, guardáis en vuestro corazoncito
un pequeño hueco para la nostalgia y seguro que recordáis películas que, siendo
niños, os marcaron para siempre y aún os vienen a la memoria, de vez en cuando,
en ciertos momentos de melancolía.
Una de esas
cintas, para mí inolvidable, fue Un mundo
de fantasía, también conocida como Willy
Wonka y la fábrica de chocolate (Willy
Wonka & The Chocolate Factory, 1971), a cuyo reciente “remake”, llevado
a la pantalla por el indescriptible Tim Burton, dediqué no hace mucho una
entrada en este mismo blog.
En esta segunda
ocasión, me gustaría platicar alegremente acerca de un curioso pasaje que
aparece en el libro de Roald Dahl, en el cual están basadas las dos películas
arriba citadas. Os recuerdo que Charlie, en compañía de su abuelo Joe y del
resto de invitados se encuentran en el interior de la fábrica de chocolate de
Willy Wonka. En un momento dado, en el texto se puede leer, más o menos
traducido al español, lo siguiente:
«BEBIDAS GASEOSAS QUE LEVANTAN», decía en la próxima
puerta.
—¡Oh, ésas son fabulosas! —gritó el señor Wonka—. Te llenan
de burbujas, y las burbujas están llenas de un gas especial, y este gas es tan
potente que te levanta del suelo como si fueras un globo, y te elevas hasta que
tu cabeza se da contra el techo, y allí te quedas.
—Pero, ¿cómo se vuelve a bajar otra vez? —preguntó el
pequeño Charlie.
—Eructando, por supuesto —dijo el señor Wonka—. Haciendo un
largo, vigoroso, grosero, eructo, con lo que el gas sube y tú bajas. ¡Pero no
las bebáis al aire libre! No se sabe hasta dónde podéis ascender si lo hacéis.
Yo le di un poco a un Oompa-Loompa una vez en el jardín y empezó a subir y a
subir y a subir hasta que desapareció. Fue muy triste. Nunca más le volví a
ver.
—Debía haber eructado —dijo Charlie.
—Claro que debía
haber eructado —dijo el señor Wonka—. Yo le gritaba: «Eructa, tonto, eructa, o
no podrás volver a bajar.» Pero no lo hizo, o no pudo hacerlo, o no quiso
hacerlo. No lo sé. Quizá fuese demasiado educado. Ahora ya debe estar en la
Luna.
Estaréis de
acuerdo conmigo en que es un texto chupi, requetechupi y megaguay para
explayarse y para aplicarle las cachondas y siempre sorprendentes leyes de la
física (lo de los eructos es macanudo). Además, me recuerda a un relato breve
del mismísimo H.G. Wells titulado “La verdad sobre Pyecraft” (no os contaré
ningún detalle sobre el mismo y así puede que os dé por leerlo), el cual
resulta estupendo para explicar, a los eternamente predispuestos al aprendizaje,
estudiantes la diferencia entre masa y peso, dos conceptos que no siempre se
distinguen claramente.
Pero retornemos rauda y velozmente cual felinos intrépidos al temita de Charlie y las “bebidas gaseosas que levantan”, unas viagras líquidas estupendas si uno las ingiere por el orificio adecuado. Permitidme, asimismo, advertiros que lo que me dispongo a desvariar a continuación me vino a la quijotera después de ver este mismo problema tratado en el libro Don’t try this at home, de Adam Weiner. Pero pasa lo que pasa casi siempre cuando comparo mi estilo con el de los demás divulgadores. Éstos últimos casi siempre cuentan las cosas en plan científico sabio, serio y formal, sin verle la gracia al asunto. Hasta el mismísimo Roald Dahl parece haber perdido el sentido del humor porque, además de los eructos, podría haber añadido los pedetes, que son otra estupenda y mucho más musical manera de evacuar gases molestos del interior del cuerpo humano. Un buen cuesco después de una comida pesada es mejor que cien eructos. Doy fe, mis queridos y apreciados lectores.
Al menos los que
leéis este blog de forma habitual ya sabéis que podéis disfrutar de mi
inconfundible estilo: genial, cachondo, gracioso, ameno, perfecto. Dicho esto
con toda la modestia de la que he sido capaz, considero justo añadir que me
parecería contradictorio y un tanto falso dedicar una entrada de mi blog a una
cuestión idénticamente tratada por un colega y por eso también os digo que la
verdadera razón por la que he decidido proceder es que albergo la opinión de
que el señor Adam Weiner (con todos mis respetos para tan ilustre colega)
resuelve el problema de una forma un tanto incompleta e incluso incorrecta,
dependiendo de cómo se mire. Os aclararé esto a medida que vaya resolviendo la cuestión
yo personalmente.
Bien, se trata
de lo siguiente. En la primera de las dos películas basadas en el relato de
Dahl, el abuelete Joe decide, muy traviesamente, hacer caso omiso de las
advertencias del señor Wonka y, cual pérfida Eva bíblica, convence a su nieto
para que él también beba de la bebida prohibida. Casi inmediatamente, ambos
comienzan un ascenso vertiginoso hacia las alturas, donde un poderoso
ventilador amenaza con despedazarlos. Sangre y vísceras se disponen a hacer su
estelar aparición.
¿Se puede pegar
un lingotazo a una botella de refresco gaseoso y salir flotando por los aires?
Y, en caso afirmativo, ¿se puede descender de nuevo al suelo simplemente
eructando (o ventoseando sin piedad)? Atentos, que la física tiene cosas muy
interesantes que contarnos al respecto.
Sobre Charlie,
su abuelo Joe o cualquier otra persona que se encuentre en un lugar más o menos
normal, como es el caso de la fábrica del señor Wonka, actúan básicamente dos
fuerzas (como siempre, despreciaré el rozamiento), que son el peso de la
persona y el llamado empuje de Arquímedes. La primera tira hacia abajo, hacia
el centro de la Tierra, más o menos, y la segunda empuja hacia arriba.
Normalmente, no ascendemos en el aire
porque el peso de nuestro body depende de la masa de la persona, mientras que
el empuje de Arquímedes depende de la masa del fluido que desaloja la persona
y, en el caso particular del aire, el peso supera en mucho al empuje. Pero
podríamos plantearnos, como hace el señor Weiner en su libro, cuál debería ser
el volumen del cuerpo del abuelo Joe para que el empuje de Arquímedes fuese
igual al peso del anciano y éste pudiese ser capaz de flotar como un globo. Un
cálculo tan elemental no merece comentario alguno más y el valor obtenido
(suponiendo que la masa del abuelillo graciosete es de 70 kg) resulta ser de
unos 54 metros cúbicos (más o menos el de una esfera de 5 metros de diámetro).
Como resulta que el volumen del cuerpo humano es muchísimo menor que este
valor, se puede suponer que semejante volumen está compuesto enteramente por el
gas especial y secreto que comenta Willy Wonka. Ahora bien, mi colega Weiner,
en su libro, procede a continuación a determinar el número de moles al que
equivalen los 54 metros cúbicos hallados antes. Suponiendo que el misterioso
gas está a una temperatura de 20 ºC y a la presión normal de una atmósfera, le
salen 2200 moles. Una cifra realmente increíble y aquí es donde vienen mis
pegas (que pueden ser más o menos compartidas por vosotros o por el señor
Weiner). ¿Cuánto pesan esos 2200 moles de gas X?
Poniéndome en el
caso más favorable, se me ocurre que el susodicho gas de mágicas propiedades
podría ser el hidrógeno, que es el más ligero de todos los gases conocidos.
Pues bien, 2200 moles de hidrógeno suman nada menos que 2,2 kg. Esto significa
que tanto al peso del abuelo Joe como al de Charlie habría que añadirles otros
22 newtons más, con lo cual ahora sus nuevos pesos superarían al empuje de
Arquímedes, anulando la condición que habíamos impuesto de que fueran idénticos.
Por otro lado, se podría objetar, que 2,2 kg frente a 70 kg no es mucho, pero
igualmete yo podría contraobjetar que he usado el gas más ligero de todos, el
hidrógeno, altamente inflamable y nada recomendable, como pudieron comprobar
los viajeros del tristemente célebre dirigible Hindenburg el 6 de mayo de 1937.
El segundo gas
más ligero es el helio, cuya masa
atómica resulta ser cuatro veces mayor que la del hidrógeno, con lo cual ahora
la cantidad de gas ingerida por nuestros desobedientes amigos ascendería hasta
los 8,8 kg y la cosa continuaría empeorando cada vez más. ¿Cuál es la forma de
solucionar esta especie de círculo vicioso?
Pues muy
fácilmente, sólo se trata de incluir en el cálculo del volumen de gas ingerido
el peso del mismo. De esta sencilla forma, se puede demostrar que la masa
molecular de la sustancia X nunca puede superar los 32 g/mol, una condición que
marca un límite muy claro a la hora de sintetizar la misteriosa pócima (he
supuesto una presión de una atmósfera y una temperatura de 27 ºC). Y digo esto
porque una bebida gaseosa común de vuestra marca favorita (de las otras
también) contiene anhídrido carbónico disuelto a alta presión en una proporción
de unos 8 gramos por cada litro de refresco. Desgraciadamente, el CO2 posee
una masa molecular de 44 g/mol y, según lo anterior, no sirve para flotar
alegremente en el aire.
Juguemos, pues,
un poco con los números, que es lo divertido de toda esta parrafada. Cojamos el
valor límite de 32 g/mol. ¡Horror! El volumen del cuerpo del abuelo Joe debería
ser de 4268 metros cúbicos. La masa de gas de 5480 kg (nada menos que 171.250
moles) y su densidad de 1,28 kilogramos por cada metro cúbico, un valor
ligeramente inferior al del aire, cosa lógica por otra parte, ya que ningún
cuerpo podría ascender sumergido en un fluido cuya densidad fuese menor. Y todo
lo anterior, con un solo trago de bebida, como puede verse en la película de
1971. Al menos podían haber disimulado un poquito bebiendo todo el contenido de
la botella, aunque me temo que tampoco les habría servido de mucho, pues
manteniendo la proporción de 8 gramos por litro de las bebidas gaseosas
tradicionales, se hubiesen tenido que trincar casi 3,5 millones de botellas de
200 ml cada una. Os dejo como ejercicio la estimación del número de eructos y/o
pedos necesarios para poder evacuar tan ingente cantidad de molesto gas X.
Llegados a este
punto, cabe preguntarse, al igual que hace el profesor Adam Weiner, cuál sería
la presión del gas ingerido por nuestros intrépidos visitantes de la fábrica de
chocolate de Willy Wonka, suponiendo que el estómago, en su estado de máxima
expansión, es una esfera de unos 8 cm de radio (por término medio) y que en
lugar de hincharse como un globo, lo que ocurriese fuera un aumento paulatino
de su presión interior. Utilizando la ecuación de los gases perfectos, se
obtiene la nada despreciable cifra de 2 millones de atmósferas, es decir, algo
parecido a tener el centro de la Tierra alojado a la altura del ombligo.
Pobrecitos abuelo Joe y Charlie, van a tener una digestión pesada.
Y, hablando de pesada, se me acaba de ocurrir una idea que no tiene gran relación con lo anterior, pero que me apetece contaros de todas formas. No sé cuántos de vosotros conocéis el célebre y castizo dicho éste de “Tienes los cojones como el caballo de Espartero”. El origen de semejante frase viene de la estatua ecuestre que se puede encontrar en la calle Alcalá de Madrid, la cual representa al general Espartero en magistral pose sobre una equina figura magníficamente dotada para las alegrías sexuales. Se me ocurre que con el valor hallado en el párrafo anterior para la presión en el estómago del abuelo del bueno de Charlie, se puede determinar lo que pesan las susodichas gónadas caballunas. Teniendo en cuenta que el famoso caballo se apoya sólo sobre tres de sus cuatro patas y asumiendo unos valores más o menos razonables para el peso del general Espartero y su montura, así como la superficie de las patas del caballo, si bajo éstas hubiese una presión de 2 millones de atmósferas, las partes pudendas de tan insigne animal deberían pesar algo menos de 1,2 millones de toneladas. Esto justifica sobradamente el dicho popular. Dicho lo cual, finalizo ésta mi entrada, a 9 de septiembre de 2013.
Fuente.
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