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14 de febrero de 2020

Dopamina, el neurotransmisor que nos puede convertir en adictos al juego

Tomar riesgos es parte de la naturaleza humana. 

Ya sea jugando con una máquina tragamonedas o montando una patineta: todos los días hacemos algo que nos ofrece tanto un potencial de riesgo como recompensa.

Lo que nos motiva a asumir estos riesgos es la liberación de dopamina.


Esta sustancia química activa las mismas vías de recompensa placentera en nuestro cerebro que si disfrutáramos de nuestra comida favorita o tuviéramos relaciones sexuales.

Asumir riesgos puede ayudar a avanzar en la raza humana cuando fomenta el espíritu emprendedor, la innovación y una mayor creatividad.
 
Pero cuando el deseo de correr mayores riesgos acaba por causar daño, pueden surgir problemas.

Esto incluye la adicción al juego, que se estima que afecta hasta al 1% de la población, según el Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido.

Los últimos intentos por hacerle frente incluyen planes para prohibir las apuestas en internet con tarjetas de crédito y hacer que el tratamiento esté disponible más fácilmente.

¿Quiénes tienen problemas con el juego?

El juego extremo es reconocido como un trastorno por la Organización Mundial de la Salud.

La mayoría de personas pueden disfrutar haciendo una apuesta de vez en cuando, incluso si pierden algo de dinero.

Pero para algunos jugadores esto se convierte en un problema cuando las apuestas alteran o comprometen sus vidas y las de sus familias.

¿Por qué algunas personas tienen este problema?
 
El juego, junto con el uso de sustancias como las drogas y el alcohol e incluso otras actividades como ir de compras, puede convertirse en una adicción cuando su uso se vuelve compulsivo y se escapa de nuestro control.

Estas adicciones provienen de dos vías de recompensa separadas en el cerebro que afectan nuestro comportamiento: la de "gustar" y la de "necesitar o buscar algo". 

La primera describe el placer espontáneo de comer una galleta de chocolate. La segunda es nuestro deseo de comer una cuando vemos un paquete de galletas de chocolate en el supermercado.

Necesitar o buscar algo nos motiva, nos hace desear cosas y hacerlas repetidamente.

En pocas palabras, la adicción puede verse simplemente como un nuevo cableado de estos sistemas de recompensa en el cerebro.

Cuando las personas se vuelven adictas al juego o a las drogas, estos sistemas de "gustar" y "necesitar o buscar algo" ya no están entrelazados.

El de "necesitar" permanece constante, pero la sensación de que nos gusta lo que conseguimos se va reduciendo.

Así, la persona adicta necesita involucrarse más en la actividad o en la toma de sustancias para obtener el mismo placer que sentía antes. 

Lea el artículo completo en: BBC Mundo


1 de agosto de 2015

¿Qué hace la Coca Cola con tu cuerpo? ¡Te sorprenderás!



Niraj Naik, un ex farmacéutico en Gran Bretaña elaboró una infografía para explicar a la gente qué pasa en el cuerpo durante la primera hora tras tomar una Coca-Cola.

El experto explicó a través de una publicación en el portal británico The Renegade Pharmacist que él se interesó en hacer este tipo de trabajo, luego de que viera a muchas personas sufriendo de obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares.

Durante ese tiempo Naik concluyó que la causa de estos padecimientos tenían como denominador común el consumo de altos contenidos de azúcar en los refrescos y alimentos chatarra. Por lo que decidió hacer una cronología de los efectos que surgen a raíz de tomar una de las bebidas de una de las industrias más famosas y lucrativas del mundo.


10 minutos: 12 cucharadas cafeteras de azúcar entran a tu sistema. Lo que supera el 100 por ciento de la ingesta diaria recomendada. La Coca-Cola no se vomita inmediatamente únicamente por las gran cantidad de dulce que engaña al organismo, el ácido fosfórico hace efecto y permite mantenerla en el estómago.

20 minutos: Los picos de azúcar en la sangre causan una explosión de insulina. El hígado responde a esto convirtiendo cualquier azúcar que puede conseguir en grasa.

40 minutos: La absorción de cafeína se ha completado. Las pupilas se dilatan, la presión arterial se eleva, y en respuesta el hígado vierte más azúcar en el torrente sanguíneo. Los receptores de adenosina en el cerebro están ahora bloqueados, lo que prohibe el proceso natural de la somnolencia.

45 minutos: El cuerpo sube la producción de dopamina estimulando los centros de placer del cerebro. Esto es, físicamente, la misma manera en la que la heroína trabaja.

60 minutos o menos: El ácido fosfórico se une al calcio, magnesio y zinc en el intestino, proporcionando un nuevo impulso en el metabolismo. Esto se ve agravado por las altas dosis de azúcar y edulcorantes artificiales, que aumentan la excreción urinaria de calcio.

60 minutos o más: Las propiedades diuréticas de la cafeína entran en juego. Ahora es seguro que se evacuará parte del calcio, el magnesio y el zinc que estaba destinado a los huesos, así como el sodio, electrolitos y agua.

Elartículo completo en:

MSM Noticias 

Lea también:

22 de julio: Día Mundial para decirle NO a la Coca Cola

5 de abril de 2014

¿De qué manera afecta Candy Crush a nuestro cerebro?

El popular juego explota tradicionales debilidades de la mente humana para crear adicción.

La mecánica del juego no podría resultar más simple. Juntar tres caramelos iguales para avanzar en el marcador. Las frutas de la tragaperras de toda la vida se convierten en caramelos y se adaptan a las plataformas del siglo XXI. Ahora bien, ¿cómo manipula la famosa aplicación nuestro cerebro para mantenernos enganchados?

La dimensión alcanzada por el fenómeno Candy Crush ha llevado a la comunidad científica a buscar respuesta a esta pregunta y tratar de explicar los mecanismos empleados por sus creadores para crear un altísimo nivel de adicción que ha llevado incluso a ocasionar dolores de espalda y brazos entre usuarios que le dedican hasta diez horas diarias. 

Los primeros niveles resultan extraordinariamente fáciles. El juego permite ganar, adquirir confianza e ir progresando rápidamente, lo que proporciona un fuerte sentimiento de satisfacción y superación. “Estos logros se perciben como mini recompensas en el cerebro, liberando dopamina y aprovechando el mismo neurocircuito implicado en la adicción, para reforzar las acciones”, según explica la corresponsal de Ciencia del diario británico The Guardian, Dana Smith.  “A pesar de su reputación como un producto químico que produce placer, motivación y deseo, la dopamina también desempeña un papel crucial en la regulación del aprendizaje, consolidando comportamientos que se repiten una y otra vez”. 

Aunque pueda parecer que el éxito en Candy Crush depende de la pericia del jugador, en realidad es esencialmente un juego de suerte. El triunfo varía en función de la gama de colores que ha sido proporcionada al azar, lo que implica que los logran vendrán de forma inesperada. Se pierde más a menudo de lo que se gana y nunca se conoce cuándo aparecerá el próximo triunfo. En lugar de desalentar, esta realidad hace que el juego sea aún más atractivo que cuando se ganaba fácilmente.

Igual que las tragaperras

“Esta estrategia se conoce como un programa de refuerzo de razón variable y es la misma táctica utilizada en las máquinas tragaperras”, prosigue Smith en su artículo. Nunca se puede predecir cuándo va a ganar, pero se ganacon la suficiente frecuencia para que el usuario desee continuar. 

Steve Sharman, un estudiante de psicología de la Universidad de Cambridge que ha investigado el funcionamiento de Candy Crush, explica además que la impresión de que estamos en control de un juego es clave para generar su naturaleza adictiva.  "La ilusión de control es un elemento crucial en el mantenimiento de la adicción al juego ya que infunde un sentimiento de habilidad o de control. Hay una serie de características en el juego como los denominados “boosters” que hacen creer a los jugadores que están afectando el resultado del juego,pero esto ocurre en casos contados”.

Otra característica fundamental del juego que afecta sustancialmente a cómo responde el usuario es el límite de vidas, que impide generar una sensación de cansancio. Después de cinco derrotas, hay que esperar 30 minutos para que se regenere cada vida, lo que provoca que el jugador nunca se sienta saciado y siempre tenga ganas de más. Este efecto, denominado adaptación hedónica, ha sido investigado por la Universidad de Harvard y la Universidad de British Columbia.

Durante el experimento, los participantes se dividieron en dos grupos; al primero se le prohibió tomar chocolate durante una semana, mientras que al otro se le proporcionó todo el que deseasen. Siete días después, los participantes saborearon una onza de chocolate en el laboratorio para examinar sus reacciones.

Como era de prever, los que habían sido privados de chocolate lo encontraron mucho más placentero que los que habían accedido libremente a él. 

Tampoco es casualidad que el juego emplee caramelos y no estrellas u otro tipo de símbolos. Como señala Sharman, los alimentos resultan muy recurrentes en los juegos de azar ya que los liga a la felicidad y el placer que se obtiene al comer.
 
Fuente:
 

14 de noviembre de 2013

El sexo oral hace felices a las mujeres, afirman científicos

El sexo oral hace felices a las mujeres, afirman científicos.
El sexo oral hace felices a las mujeres, afirman científicos.
El fluido seminal tiene sustancia antidepresivas que permiten ser más felices a las mujeres, concluyeron.
 
Según el estudio realizado por científicos de la universidad Estatal de Nueva York, el sexo oral permite a las mujeres ser más felices, a aparte de brindar gran aporte para su salud.

Conclusión a la que llegaron luego de haber examinado el semen y encontrar sustancias antidepresivas como la tirotroptina, serotonina y melatonina, la última sería un agente que induce al sueño.

El estudio reveló que las mujeres que tienen relaciones sexuales orales, por tener un contacto directo con el fluido seminal, son menos depresivas, más saludables, más felices y tiene mejores resultados en evaluaciones del nivel de desarrollo intelectual.

El estudio fue realizado en 293 mujeres, quienes detallaron su vida sexual y permitió concluir que aquellas que tiene mayor sexo oral son menos depresivas que aquellas que no lo practican.

Fuente:

La República (Perú)

11 de agosto de 2013

Helen Fisher: ¿Por qué amamos... y engañamos? (VIDEO)

La científica Helen Fisher señala que la neurobiología del amor gira en torno a distintos núcleos de la amigdala produciendo uno de ellos la hormona dopamina, relacionada con el sistema de recompensa del cerebro. A través de esta hormona, y por medio del aprendizaje, se va a asociar a cierta persona que pasaremos a identificar como nuestro ser amado, cuyo recuerdo o cercanía producirán a su vez niveles más altos de dopamina, originando todos los efectos que caracterizan a algo tan trascendental para la vida de un ser humano como supone el amor romántico....

En este video comprenderemos mejor este aspecto y sus múltiples aristas:

     

Más información en:

El porqué de la Naturaleza

23 de mayo de 2013

¿Por qué bostezamos?

Nadie sabe muy bien porque bostezamos.

Bostezo
Sabemos que bostezamos más con ciertos niveles de algunos de los neurotrasmisores en el cerebro, incluyendo dopamina y serotonina, y menos con cierto nivel de endorfinas.

Una teoría es que lo que provoca un bostezo es que la larga inhalación y la corta exhalación introducen más oxígeno y reducen el dióxido de carbono, lo que explicaría por qué bostezamos cuando estamos cansados, aburridos o encerrados en una habitación sofocante.

Pero en realidad, bostezar no es una manera eficiente de elevar los niveles de oxígeno, y ni siquiera cuando se le da a la gente oxígeno extra dejan de bostezar.

Otras teorías hablan del control de la temperatura, ya sea para todo el cuerpo o sólo para el cerebro, que es especialmente sensitivo y necesita una temperatura constante para funcionar bien.

Y otra teoría más dice que el estiramiento que a menudo acompaña al bostezo (le llaman "pendiculación" cuando se hacen al tiempo) nos mantiene listos para la acción.

Cuando el bostezo es contagioso, se piensa que es para mantener a grupos enteros de animales alerta y para sincronizar las horas en que se van a dormir y se despiertan.

Fuente:

BBC Ciencia

18 de abril de 2013

El sabor de la cerveza libera dopamina en el cerebro


Analizando imágenes del cerebro, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (EE UU) han demostrado que el sabor de la cerveza por sí solo (sin alcohol) hace que se libere dopamina en el cerebro, un neurotransmisor relacionado con las sensaciones placenteras y la motivación que puede generar conductas adictivas.

Los autores del estudio, publicado en la revista Neuropsychopharmacology, observaron con un escáner de Tomografía por Emisión de Positrones (PET, por sus siglas en inglés) la reacción de 49 hombres cuando saboreaban 15 mililitros de cerveza, y la compararon con la respuesta de los mismos sujetos al probar bebidas isotópicas deportivas, concretamente Gatorade. Así observaron que la primera producía un aumento considerable de dopamina, y que el efecto era mayor cuando había antecedentes familiares de alcoholismo. "El sabor de la bebida por sí mismo, sin el efecto del alcohol, provoca una descarga importante en los centros de recompensa del cerebro", explica David A. Kareken, coautor del trabajo. Además, los sujetos manifestaron tener muchas ganas de tomarse "una birra" después de saborear y "recordar" su sabor, sin que lo mismo sucediera con otras bebidas.

Fuente:

Muy Interesante

9 de diciembre de 2012

¿Fumar mientras bebes alcohol aumenta la resaca?

tabaco-alcoholSi tienes la costumbre de fumar ávidamente mientras bebes alcohol deberías saber que corres mayor riesgo de sufrir resaca a la mañana siguiente, según un estudio que publica la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs en su última edición.

El estudio, realizado con 113 estudiantes universitarios a los que se realizó un seguimiento exhaustivo durante ocho semanas, demuestra que los síntomas propios de la resaca- dolor de cabeza, nauseas, cansancio…- son más frecuentes si al consumo de alcohol le acompañan unos cuantos cigarrillos. De hecho, tras consumir la misma dosis de alcohol no solo es más probable sentirse mal cuando fumamos, sino que además la resaca se vuelve mucho más intensa.

Aunque aún no están claro por qué sucede, no es la primera vez que se establece un vínculo entre el alcohol y el tabaco. Algunos estudios previos sugieren que los receptores cerebrales de la nicotina están involucrados en nuestra respuesta subjetiva a las bebidas alcohólicas, y que si bebemos y fumamos simultáneamente se libera más cantidad de dopamina, la hormona del placer.


Fuente:

Muy Interesante

2 de julio de 2012

6 cosas que dependen de la dopamina



riesgoDescubierta hace apenas medio siglo por los químicos suecos Arvid Carlsson y Nils-Åke Hillarp, la dopamina no sólo ha resultado ser el neurotransmisor responsable de las sensaciones placenteras. También está involucrada en la coordinación de los movimientos musculares, en la toma de decisiones y en la regulación del aprendizaje y la memoria. Sin ella no sentiríamos curiosidad ni motivación.

Personalidad. ¿Te consideras tímido? ¿Extrovertido? ¿Inseguro? ¿Valiente? De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Clínica Universitaria Charité de Berlín y publicado en Nature Neuroscience en 2008, la cantidad de dopamina que contiene la amígdala cerebral de una persona podría definir si es tranquila y confiada en sí misma (baja concentración) o si es miedosa y con tendencia a sufrir estrés (alta concentración).

Sobrepeso. No a todos nos produce el mismo placer saborear un pastel de chocolate. Las personas obesas tienen menos receptores de dopamina en su cerebro y, por lo tanto, necesitan comer más cantidad para compensar ese déficit y sentir la misma satisfacción que el común de los mortales, según se desprende de un estudio publicado hace poco en la revista Science.

Pasión por el riesgo. Que en la adolescencia se corren más riesgos que en otras etapas de la vida es un hecho. Lo que no sabíamos hasta hace poco era que este comportamiento se puede atribuir a un aumento de la cantidad de dopamina en ciertas zonas del cerebro de los adolescentes que les hace equivocarse en sus expectativas y predecir resultados excesivamente “positivos” de sus acciones.

Cuestión de estatus. Usando técnicas de neuroimagen, los científicos han demostrado que cuanto más alto es el estatus social de una persona mayor es el número de receptores D2 de dopamina que hay en su cerebro y, por lo tanto, más motivada y satisfecha se siente.

Creatividad. Según un artículo publicado recientemente en PLoS ONE, las personas muy creativas tienen menos densidad de receptores D2 de dopamina en el tálamo, una zona del cerebro encargada de filtrar los estímulos que llegan a la corteza cerebral. Esto impide que se filtren algunas señales y aumenta el flujo de información hacia el cerebro, lo que permitiría establecer conexiones entre conceptos que a otros se les escapan.

Memoria. La dopamina también controla la duración de la memoria, es decir, si una información se conserva durante sólo 10 o 12 horas en el cerebro y desaparece, o si perdura por más tiempo. “Si creemos que lo que aprendemos es importante, la dopamina activa al hipocampo para que se archive”, explica Jorge Medina, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y coautor del descubrimiento. “Si por el contrario lo que aprendemos no nos satisface, el recuerdo se diluye”.


Y además…


Fuente:

 

10 de enero de 2011

¿Por qué algunas personas nacen para ser genios?


La respuesta se encontraría en la anatomía de su cerebro, según estudio de la BBC

¿Se ha preguntado cómo algunas personas pueden hacer interpretaciones de temas muy complicados en cuestión de segundos? ¿O por qué algunas personas demuestran desde jóvenes un talento inusual en diversos campos de las ciencias, las artes o las letras?

La revista BBC Focus investigó las principales diferencias entre el cerebro de una persona intelectualmente superdotada y otra normal y halló interesantes respuestas.

Corteza
En las diversas regiones del cerebro de una persona promedio se establece la misma proporción (50:50) de conexiones largas y cortas, con muy ligeras variaciones entre un individuo y otro.

Las conexiones cortas indican que hay un talento especial hacia un interés determinado, mientras que las conexiones largas sugieren que existen aptitudes en muchas áreas de interés y que está presente la habilidad para ver los problemas desde nuevas perspectivas.

El cerebro de un genio está profundamente predispuesto a tener conexiones largas o cortas.
Corteza frontal
Esta parte está vinculada con los pensamientos abstractos. Está hecha de columnas miniatura, las cuales son unidades del tejido cerebral que generalmente cuentan desde 80 a 120 neuronas.

Los cerebros de los genios tienen una concentración más densa de minicolumnas que los cerebros del resto de la población. Es como si ellos simplemente asimilaran más información.

Estas pequeñísimas columnas son algunas veces descritas como los microprocesadores del cerebro. Es la fuente que alimenta el proceso de pensar.

Receptores de dopamina
El tálamo, que es el centro de retransmisión de información del cerebro, funciona como un filtro de información, el cual es parcialmente regulado por los receptores de dopamina.
Investigaciones científicas muestran que los genios tienen menos receptores de esta sustancia, la cual inhibe las señales neuronales y anula la información que considera carente de valor.

La escasez de esos receptores en los genios podría explicar por qué ellos pueden considerar soluciones inusuales a un problema que los cerebros normales pasan por alto o ignoran.

Lóbulo parietal
Cualquier sección del cerebro que es usada con frecuencia aumenta su tamaño, pues al hacerlo se fortalecen sus conexiones más vitales.

Por ejemplo, el cerebro de Albert Einstein era más pequeño de lo normal, pero su lóbulo parietal (el cual se encarga de procesar los problemas matemáticos) era más amplio que el del promedio.

Desarrollar, en el transcurso de la vida, una habilidad que está relacionada con un área del cerebro pareciera producir un agrandamiento y un fortalecimiento de la misma.

Tomado de:

El Comercio Perú

19 de mayo de 2010

Nuestra genética influye en nuestras borracheras


Miércoles, 19 de mayo de 2010

Nuestra genética influye en nuestras borracheras


A ver... pongase una mano en el pecho y contesté ¿qué clase debebdor es usted?

a) Detesto el alcohol, sencillamente no me llama la atención

b) Bebo uno o dos vasos de vino (o cerveza) por "compromiso". Nada más.

c) Si me gustsa la bebida, me siento eufórico, me divierto mejor, pero me pongo l{imites (o llega un momento en que el alcohol me hasatía y ya no bebo más).

d) En toda ocasión soyelprimero en ir a la barra... y soyel {ultimo en irme (y aveces ni siquiera me acuerdo cómo me voy).

Y es que resulta que hay muchas clases de bebedores, pero ¿por qué?, el siguiente artículo intenta responder dicha pregunta...


Foto de la Noticia


Una variante genética de un receptor del circuito de recompensa del cerebro juega un importante rol en el proceso por el que el neurotransmisor conocido como dopamina --que participa en la transmisión de la euforia y otras sensaciones agradables que produce el alcohol-- se libera en el cerebro tras beber alcohol, según un estudio liderado por investigadores del Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA, por sus siglas en inglés), dependiente de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Los resultados de este trabajo, que ayudan a explicar las diferentes susceptibilidades genéticas a sufrir un trastorno relacionado con el alcohol, se publican en la edición 'on line' de la revista especializada 'Molecular Psychiatry'.

Según ha explicado el director en funciones del NIAAA, Kenneth R. Warren, "avanzando en la comprensión de la Neurobiología que sustenta las propiedades adictivas del alcohol, estos descubrimientos ayudarán a entender por qué el alcohol afecta a las personas de formas distintas". "Este tipo de descubrimientos también ayudan al desarrollo de tratamientos personalizados para los problemas de alcoholismo", ha anotado.

Los receptores para moléculas cerebrales conocidos como péptidos opioides ayudan a iniciar la reacción neuroquímica que hace posible que el alcohol produzca efectos positivos". "La activación de los diferentes receptores opioides tras el consumo de alcohol dispara la liberación de dopamina en la región cerebral conocida como prosencéfalo.

Según el director clínico del NIAAA y principal autor de este estudio, Markus Heilig, "hay muchas diferencias entre las distintas respuestas inducidas por el alcohol que pensamos podrían estar relacionadas con la dopamina".

"Investigaciones anteriores realizadas por nuestro grupo y por otros sugieren que las variantes de genes opioides pueden contribuir a la variación observada, posiblemente a través de efectos en la liberación de dopamina inducida por el alcohol", ha señalado.

Cuatro veces más placer

Han descubierto, por ejemplo, que las personas portadoras de la variante del receptor de opioide denominada 118G experimentaban una gran euforia tras consumir alcohol. El equipo de Heilig halló que una variante similar que tienen los monos reforzaba los efectos estimulantes del alcohol e incrementaban así su consumo.

En este trabajo, los investigadores Vijay A. Ramchandani, del NIAAA, Heilig y sus colaboradores estudiaron si la variante 118G influencia la liberación de la dopamina desde el prosencéfalo en respuesta al alcohol.

Con una tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), una técnica de imagen que permitió a los investigadores analizar la actividad de la dopamina en el cerebro, compararon la liberación de la dopamina en dos grupos de personas que habían consumido alcohol. Un grupo estaba formado por personas con una copia del gen con la variante 118G y aquellos que poseían sólo genes con la variante común 118A.

Descubrieron que sólo las personas con la variante 118G presentaban una respuesta de liberación de dopamina al alcohol, que no se daba en los sujetos con la variante 118A.

En un experimento diferente, insertaron genes humanos con las variantes 118G y 118A en ratones y después se midió directamente la respuesta dopaminérgica de estos animales a una dosis de alcohol. Los ratones con la variante 118G demostraron tener un pico de dopamina cuatro veces mayor al beber alcohol que los ratones con la variante 118A.

Según Ramchandani, "los resultados de este trabajo respaldan la idea de que los individuos que poseen esta variante en sus receptores de dopamina pueden experimentar mucho más placer bebiendo alcohol que, a su vez, aumenta su riesgo de abusar del alcohol y de llegar a la dependencia". "Esta circunstancia también puede explicar por qué estos individuos, una vez adictos a esta sustancia, podrían obtener más beneficios de un tratamiento con bloqueadores de péptidos opioides endógenos", concluyó.

Fuente:

Europa Press

5 de mayo de 2010

¿Qué hace tan apetitosa a la comida chatarra?


Miércoles, 05 de mayo de 2010

¿Qué hace tan apetitosa a la comida chatarra?

Pero antes conteste: ¿Qué es la comida chatarra?

La comida basura o comida chatarra contiene, por lo general, altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares (que estimulan el apetito y la sed, lo que tiene un gran interés comercial para los establecimientos que proporcionan ese tipo de comida) y numerosos aditivos alimentarios, como el glutamato monosódico (potenciador del sabor) o la tartracina (colorante alimentario).

Potencialmente todos los alimentos son perjudiciales para la salud si se abusa de su consumo, pero los que se consideran comida basura lo hacen en mayor medida por necesitarse menores cantidades para producir efectos adversos, o por consumirse en mayores cantidades, dada su facilidad de consumo (comida rápida) o el prestigio social de su consumo (ligado a formas de ocio juvenil).

¿Qué hace tan apetitosa a la comida basura? En primer lugar es obvio que tiene buen sabor, en general nos gusta la comida por su sabor, pero otra de sus características igualmente importante para que nos guste este tipo de comida es su alto contenido energético.

El hecho de saborear la comida aumenta los niveles de dopamina en una región del cerebro llamada nucleus accumbens implicada en el procesamiento de la recompensa, comer nos causa placer y esta respuesta de nuestro cerebro está regulada mediante el neurotransmisor dopamina.

Pero, ¿cuánta comida activa esta recompensa? depende de dónde se sitúe el umbral de sensibilidad del sistema. Hay casos en los que ésta es baja por razones genéticas, se produce menor cantidad del receptor de dopamina D2R que provoca una disminución del efecto de la dopamina en el nucleus accumbens, de modo que se siente menos placer como respuesta a la comida. En estos individuos la activación de este circuito requiere más comida y que ésta sea más calórica, de modo que esta deficiencia genética está asociada con el aumento de peso a largo plazo.

En un reciente artículo publicado en Nature Neuroscience se muestra cómo el acceso a la comida basura y por lo tanto la sobrealimentación embota la sensibilidad del circuito de recompensa en ratas. Estudian ratas a las que se expone a comida basura durante todo el día y que sólo pueden comer pienso. Las ratas que pueden comer mal, lo hacen cada vez que pueden, convirtiendo la comida basura en su principal fuente de calorías, aunque puedan comer su pienso mucho más saludable, eligen la comida basura consiguiendo un importante y esperado sobrepeso y reduciendo su actividad física, mientras sus compañeras que sólo pueden comer pienso se mantienen delgadas y activas. Lo interesante es que las ratas que más comida basura ingieren cambian su estructura cerebral en el nivel molecular, tienen menos receptores D2R, de modo que necesitan comer más para satisfacerse.

Comer comida basura puede incidir en la plasticidad del cerebro, haciendo a los individuos más vulnerables a los comportamientos compulsivos, dado que la menor cantidad de D2R en personas obesas está relacionada con un metabolismo reducido en las áreas corticales prefrontal y orbitofrontal, responsables del control inhibitorio sobre el comportamiento. La obesidad y la adicción a drogas parecen surgir del mismo tipo de respuesta de adaptación de los sistemas de recompensa del cerebro.

Este estudio muestra cómo el sobrepeso y la obesidad pueden ser prevenidos si tenemos presente por un lado que el abuso de la comida basura y por tanto los problemas de salud asociados no están siempre determinados genéticamente; el simple hecho de comer comida basura la hace más irresistible, de modo que cada persona tiene el control de lo que come. Por otro lado debemos eliminar la simplificación de que el sobrepeso y la obesidad son cuestiones de fuerza de voluntad, cuando se está habituado a comer mal se desarrolla una adicción y la fuerza de voluntad por sí sola no basta.

Fuente:

U Ciencia (España)

26 de febrero de 2010

Niños con déficit de atención si se concentran en los videojuegos


Viernes, 26 de febrero de 2010

Niños con déficit de atención si se concentran en los videojuegos ¿por qué?

El volúmen de dopamina en el estiado ventral de estos niños está reducido, según investigadores de la UAB y del Vall d'Hebron

Comentario de conocer Ciencia:

Nuevamente los científicos (a salario de grandes, perversas y usureras corporaciones) salen con otra novedad: dar una recompensa inmediata mejoraría el aprendizaje. Esto es conductismo, una rama de la psicología inaugurada por el Skinner, por la tanto ya era esto reconcido desde mediados del siglo pasado (aunque empiricamente ya lo sabían desde hace milenios los domadores de animales).

Dar una recompensa inmediata es inducir al individuo, niño que está desarrollando su personalidad, a ser caprochoso y engreido, es decir no traabajamos para el fortalecimeinto de su caracter, por lo general las recompensas llegan después de un largo proceso, ya sea difrutar de un queque que se está hornenando en el horno o aprender a madar o conducir un automóvil.

Asimismo, si seguimos la receta de los científicos, no inducimos al niño a pensar a largo plazo, ni a fijarse objetivos, ni a luchar por sus metas y a disfrutar de la satisfacción d eun trabajo bien hecho. Y , por ende, tampoco podrán comprender el trabajo y esfuerzo de los demás. O se aes la cultura del fast food a nivel cognitivo. Lea:


Cuando niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) logran pasar horas dándole con los pulgares a su Nintendo y se muestran en cambio incapaces de completar un examen con diez problemas, los adultos suelen escamarse. ¿Sólo son inatentos con las mates, con el trabajo, con los deberes? La clave para entender esta disparidad no parece estar en la voluntad o la mala educación, sino en los confines del cerebro. Más concretamente en el núcleo accumbens, una pieza esencial del estriado ventral, la región del cerebro relacionada con el placer y la recompensa. Es, al final, una cuestión de dopamina.

Ese núcleo situado en las profundidades cerebrales está alterado en los niños con TDAH. Así lo han demostrado investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y del Vall d'Hebron. "A través de una resonancia magnética nuclear a 42 niños entre 6 y 18 años con TDAH, y otros 42 con la misma edad y sexo y sin ninguna anomalía cognitiva o de conducta, hemos comprobado que el volumen de esta región, el estriado ventral, está reducido en los que tienen TDAH", explica Sussanna Carmona, investigadora de la unidad de Neurociencia Cognitiva de la UAB (IAPS-Hospital del Mar). Tradicionalmente se pensaba que el TDAH sólo era una alteración cognitiva, que sólo afectaba a la atención propiamente dicha. Ahora se confirma que también hay problemas para mantener esa atención por alteraciones en el proceso de motivación y que esa es la razón por la que quienes tienen ese trastorno mejoran su atención cuando el estímulo es inmediato. Como con la consola.

La motivación. "Para hacer cualquier cosa tenemos que estar motivados, se ha de activar el circuito", recuerda la investigadora. El segundo paso es tener la capacidad cognitiva para hacerlo, y el tercero, la capacidad motora. Pero si falta el primero, el resto no se puede poner en marcha.

Dopamina a pequeñas dosis. "Cuando tenemos que estudiar hoy para lograr un aprobado en junio, nuestros circuitos de recompensa han de tener un determinado nivel de dopamina para ir liberándola en pequeñas dosis cada cierto tiempo: así mantenemos la motivación a largo plazo. Con el TDAH esta función está alterada y parece, al menos en una parte de los casos, que no se produce esta liberación a pequeñas dosis de la dopamina, por lo que no hay motivación a largo plazo". ¿Y la educación? "Modula, claro, pero estamos hablando de un estado, que tienes o no tienes". Por eso mismo, el hallazgo puede tener consecuencias en el modo de enseñar y educar a estos niños: "mantenerles atentos puede depender de saber dar compensaciones inmediatas", explica Susanna Carmona.

Lea el artículo completo en:

La Vanguardia
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