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14 de febrero de 2020

Dopamina, el neurotransmisor que nos puede convertir en adictos al juego

Tomar riesgos es parte de la naturaleza humana. 

Ya sea jugando con una máquina tragamonedas o montando una patineta: todos los días hacemos algo que nos ofrece tanto un potencial de riesgo como recompensa.

Lo que nos motiva a asumir estos riesgos es la liberación de dopamina.


Esta sustancia química activa las mismas vías de recompensa placentera en nuestro cerebro que si disfrutáramos de nuestra comida favorita o tuviéramos relaciones sexuales.

Asumir riesgos puede ayudar a avanzar en la raza humana cuando fomenta el espíritu emprendedor, la innovación y una mayor creatividad.
 
Pero cuando el deseo de correr mayores riesgos acaba por causar daño, pueden surgir problemas.

Esto incluye la adicción al juego, que se estima que afecta hasta al 1% de la población, según el Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido.

Los últimos intentos por hacerle frente incluyen planes para prohibir las apuestas en internet con tarjetas de crédito y hacer que el tratamiento esté disponible más fácilmente.

¿Quiénes tienen problemas con el juego?

El juego extremo es reconocido como un trastorno por la Organización Mundial de la Salud.

La mayoría de personas pueden disfrutar haciendo una apuesta de vez en cuando, incluso si pierden algo de dinero.

Pero para algunos jugadores esto se convierte en un problema cuando las apuestas alteran o comprometen sus vidas y las de sus familias.

¿Por qué algunas personas tienen este problema?
 
El juego, junto con el uso de sustancias como las drogas y el alcohol e incluso otras actividades como ir de compras, puede convertirse en una adicción cuando su uso se vuelve compulsivo y se escapa de nuestro control.

Estas adicciones provienen de dos vías de recompensa separadas en el cerebro que afectan nuestro comportamiento: la de "gustar" y la de "necesitar o buscar algo". 

La primera describe el placer espontáneo de comer una galleta de chocolate. La segunda es nuestro deseo de comer una cuando vemos un paquete de galletas de chocolate en el supermercado.

Necesitar o buscar algo nos motiva, nos hace desear cosas y hacerlas repetidamente.

En pocas palabras, la adicción puede verse simplemente como un nuevo cableado de estos sistemas de recompensa en el cerebro.

Cuando las personas se vuelven adictas al juego o a las drogas, estos sistemas de "gustar" y "necesitar o buscar algo" ya no están entrelazados.

El de "necesitar" permanece constante, pero la sensación de que nos gusta lo que conseguimos se va reduciendo.

Así, la persona adicta necesita involucrarse más en la actividad o en la toma de sustancias para obtener el mismo placer que sentía antes. 

Lea el artículo completo en: BBC Mundo


10 de febrero de 2020

Estudiantes huancaínos crean el primer robot interactivo para tratar el autismo

¡Buena noticia! Tres ingenieros huancaínos crearon a 'Baymax', el primer robot interactivo del Perú que ayuda a menores de edad diagnosticados con autismo en sus terapias de lenguaje, así como en el desarrollo de habilidades sociales, comunicativas y afectivas.


Esta innovación en ingeniería mecatrónica está diseñada para trabajar con niños desde 1 año y 8 meses hasta los 6 años. Posee una pantalla de alta resolución que muestra imágenes y describe lo que aparece en el monitor, para que los niños repitan lo que escuchan.

También pueden preguntarle sobre lo que observan e interactuar así con el robot. Este proceso de ayuda a los menores logra mayor efectividad con el apoyo de los terapeutas profesionales que participan en las sesiones.

Larry Gamboa, Kevin Lazo y Josué Sánchez, egresados de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Continental, crearon el robot con una impresora 3D del FabLab de su casa de estudios y le dieron un aspecto amigable. 

La apariencia del robot, de apenas 30 centímetros de altura, permite que los niños con autismo lo vean como un juguete didáctico. Gracias a esta herramienta tecnológica, pueden superar sus dificultades de comunicación.


El diseño de 'Baymax' se inspiró en el personaje homónimo de la cinta animada 'Grandes Héroes', para que los niños asimilen mejor el tratamiento y se logre un impacto positivo en ellos y sus familias. 


9 de febrero de 2020

El Alzheimer no puede con el área del cerebro que guarda la música


Música contra el Alzheimer

El área que guarda la música se ve menos dañada, a pesar de la devastación que provoca la enfermedad de Alzheimer a nivel cognitivo en el cerebro, y en particular en la memoria. La mayoría de los enfermos conservan sus recuerdos musicales aún en fases avanzadas, logrando algunas veces relajar y calmar su estado de ánimo positivamente.

Esta se guarda en diferentes áreas cerebrales de la del resto de los recuerdos, según señala un estudio, las posibles causas de este fenómeno, la “discoteca de los humanos”, el lóbulo temporal, es la parte del cerebro que va desde la sien hasta la zona del oído, y ahí es donde se gestiona nuestra memoria auditiva, incluyendo las canciones, y aunque este lóbulo es uno de los primeros en sufrir los estragos de la enfermedad de Alzheimer…¿cómo se explica que muchos enfermos no sepan su nombre, ni reconozcan su casa o cómo volver a ella y que reconozcan y recuerden aquella canción que los remonta a décadas atrás?, o por qué algunos no pueden articular palabras, pero se emocionan y llegan hasta tararear temas musicales…

Instituto Max Planck

Para poder responder a estas preguntas, algunos investigadores de varios países europeos liderados por neurocientíficos del Instituto Max Planck de Neurociencia y Cognición Humana de Leipzig (Alemania) se propusieron realizar un doble experimento. Por un lado buscaron qué zonas cerebrales son activadas cuando escuchamos canciones, y por otro, una vez que ya son localizadas, analizan si en los pacientes con Alzheimer estas áreas del cerebro presentan algún tipo de atrofia o por el contrario, resisten mejor el avance de la enfermedad.

Para poder localizar cuál es el lugar donde el cerebro guarda la música, los investigadores hicieron escuchar a 30 individuos sanos 40 tripletas de canciones.

Tal como se explica en la revista Brain, el diseño del experimento se basa en la hipótesis de que la experiencia de escuchar música es para el cerebro diferente al área de recordarla y en ambos procesos intervienen redes cerebrales diferentes. Las actividades cerebrales de los voluntarios fueron registradas mediante imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI). Así pudieron comprobar que la música se aloja en zonas diferentes del cerebro de donde se guardan los otros recuerdos.

Fuente: El País

19 de noviembre de 2018

5 datos importantes que debes conocer sobre el Alzheimer

El Alzheimer es una degeneración irreversible del cerebro que causa trastornos en la memoria, la cognición y la personalidad entre otros aspectos. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas del individuo.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa entre un 60% y un 70% de los casos.

Aquí les presentamos cinco datos importantes acerca de esta enfermedad:

1. El Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento. La demencia es el resultado de enfermedades cerebrales que se vuelven más comunes con la edad; sin embargo, hay una idea errónea de que el Alzheimer y otras causas de demencia son las enfermedades de los ancianos.

2. Una de las primeras funciones que se ve afectada en las personas que la padecen es el sistema léxico. Es decir, se presenta una dificultad en el acceso a determinadas palabras de nuestro “diccionario mental”, a veces muy comunes.

Los problemas olfativos pueden servir como un indicador temprano de la enfermedad de Alzheimer.

3. El Alzheimer no se puede controlar. Esta es una enfermedad de la que simplemente no se puede ser consciente todo el tiempo. Es por esta razón que al inicio los afectados intentan hacerlo, y al no poder lograrlo puede generar alteraciones emocionales como la depresión y la ansiedad.

4.- Esta enfermedad puede comenzar a desarrollarse en el cerebro de un individuo de 20 a 25 años antes incluso de notar una señal de advertencia. Es por esta razón que si comienza a desarrollarse en el cerebro de una persona cuando tiene 40 años, no se dará cuenta hasta que cumpla casi 65 años.

5.- Se han identificado dos proteínas como principales causantes de la disfunción cognitiva que caracteriza a esta enfermedad:
  • La proteína amiloide, una proteína tóxica a niveles altos y que se va acumulando en las zonas exteriores de la corteza cerebral a medida que avanza la enfermedad.
  • La proteína TAU, causante de la pérdida y deterioro cognitivo debido a su acumulación en las neuronas y la consiguiente destrucción de estas.
Tomado de: Nat Geo 

7 de octubre de 2018

Qué son los escaramujos, las nuevas neuronas que tienen fascinados a los científicos

Los científicos han descubierto un nuevo tipo de neurona que solo han hallado en humanos.

La han llamado escaramujos, o rosehip en inglés (rosa mosqueta), porque su apariencia se asemeja a la de una rosa sin los pétalos. Y su hallazgo puede servir a los especialistas para conseguir entender mejor los trastornos cerebrales.

Los resultados de este grupo internacional de 34 científicos se han publicado en la revista especializada Nature Neuroscience y abre la puerta a un nuevo rediseño del cerebro humano tal y como lo conocemos ahora, aseguran los investigadores en su estudio.

El hallazgo, que ha sido posible gracias a la colaboración entre la Universidad de Szeged, en Hungría, y el Instituto Allen para la Ciencia Cerebral, con sede en Seattle, Estados Unidos, puede ayudar a explicar por qué muchos tratamientos experimentales para desórdenes cerebrales han funcionado en ratones pero no en personas.

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

26 de septiembre de 2018

Gustavo Turecki: “Al menos el 90% de las personas que se suicidan padece una enfermedad mental”

Gustavo Turecki estudia cómo el maltrato en la infancia altera en muchos casos el funcionamiento cerebral y aumenta el riesgo de comportamientos suicidas.


Gustavo Turecki (La Plata, Argentina, 1965) es un reconocido experto sobre la correlación entre el suicidio y las enfermedades mentales, especialmente la depresión mayor. Después de graduarse como psiquiatra, obtuvo un doctorado en neurociencias. Actualmente dirige el Departamento de Psiquiatría en la Universidad McGill (Canadá) y el Grupo de estudios sobre el suicidio en dicha institución.

También es fundador y codirector del Banco de cerebros del Instituto Universitario de Salud Mental Douglas. Turecki habló con EL PAÍS en Montreal, con sencillez y dinamismo, sobre una tragedia común que es blanco frecuente del tabú y la estigmatización.

Pregunta. La Organización Mundial de la Salud cita unos 800.000 suicidios por año. ¿Qué piensa usted de esta cifra?
Respuesta. Me parece que hay que ser cautelosos. Las estadísticas dependen de la forma en que se recopilan los datos. Hablemos por ejemplo de los países musulmanes donde la tasa es baja. ¿Por qué? ¿Hay menos suicidios o hay problemas para clasificarlos? En Canadá pasa igual entre las provincias, aunque esto no obedezca a razones culturales. A veces una persona muere en su casa o no se sabe si una sobredosis fue intencionada. En Quebec se hace un balance de probabilidades, mientras que en Ontario se necesitan pruebas más sólidas de intencionalidad. Ahí hay más muertes indeterminadas. Va más allá de temas morales o religiosos. Todo esto tiene un impacto en las cifras. Hay países con tasas de suicidio demasiado bajas que no reflejan la realidad.

P. Los informes de la OMS mencionan también que la tasa de suicidio en los hombres es al menos tres veces más alta que en las mujeres…
R. Eso varía entre países. Ahora bien, lo que sabemos es que hay diferencias importantes. Por ejemplo, las mujeres tratan de suicidarse más, pero los hombres usan métodos más letales. Es la explicación mayor. También los hombres tienen más problemas de alcoholismo y toxicomanía.

Lea el artículo completo en: El País (España)

27 de agosto de 2018

Un pueblo diseñado para pacientes de Alzheimer está en camino a construirse en Francia

La aldea de Dax, al suroeste de Francia, acogerá en 2019 a 120 personas con Alzheimer. El proyecto costará US$ 33 millones.

Henri Emmanuelli fue un diputado y ex ministro de la aldea de Dax, al suroeste de Francia. En vida propuso crear un pueblo para pacientes de Alzheimer. Hoy se está volviendo realidad. 

Alrededor del 65% de los casos de demencia obedecen al Alzheimer, y en el mundo suman más de 32 millones de enfermos, según la OMS.

La idea es que un pueblo medieval acoja a más de un centenar de pacientes que aún cuenten con la suficiente autonomía. Ellos podrán entablar relaciones sociales y vivir en libertad, entre sí. 
La aldea de Dax estará construida como un típico centro histórico de una ciudadela medieval europea. 

La arquitecta Nathalie Grégoire señaló que el diseño facilita la seguridad y cuidado de los residentes, pero mantiene un ambiente abierto con vastas áreas verdes, según Ticbeat. 

Además, habrá médicos viviendo en el pueblo, pero sin las clásicas túnicas blancas, sino como infiltrados. Es decir, un cuidadano más que no interfiera en la vida diaria de los pacientes. 
La aldea contará con un supermercado, peluquería, taberna, biblioteca, gimnasio y una granja. 
Las calles están concebidas para evitar que los residentes se pierdan, y cuidar su memoria en el proceso. El tráfico será escaso y el entorno pequeño le permitirá sacarle el máximo jugo al lugar. 
Solo habrá cuatro distritos y los vecinos vivirán en casas compartidas. Una suerte de asilo giganta y de lujo para pacientes de Alzheimer. 
En total, habrá 100 cuidadores para los 120 voluntarios, y costará US$ 33 millones. 

Fuente:

13 de enero de 2016

Risas, carcajadas, esquizofrenia y orgasmo: Muy relacionados entre sí


Ha probado alguna vez a hacerse cosquillas a sí mismo? Tal vez lo haya intentado y, como le ocurre a la inmensa mayoría de las personas, habrá comprobado que le resulta completamente imposible. En el fondo, puede consolarse y pensar que incluso está de enhorabuena. Si lo hubiera logrado, quizá no tendría demasiados motivos para reírse: sería un síntoma inequívoco de que sufre esquizofrenia. Porque solo un reducido grupo de seres humanos posee la inquietante habilidad de hacerse cosquillas a sí mismos y reírse por ello. Son los esquizofrénicos con delirios de pasividad; o sea, creen que su propio pensamiento no les pertenece, sino que les ha sido insertado en su propia mente por otra persona.

Se trata de un extraño fenómeno sobre el que desde hace años trabaja un grupo de investigación del departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada denominado SetShift, el único de toda España que ha analizado las cosquillas (y los mecanismos mentales que las provocan) desde un punto de vista científico.

Su responsable, el profesor Emilio Gómez Milán, considera que este inocente gesto es una de las manifestaciones de humor más primitivas de cuantas se dan en el ser humano, y su funcionamiento es tan básico que las hace comparables al acto reflejo que provoca un golpe en la rodilla. Aun así, las cosquillas no son exclusivas del hombre, «sino que se dan en todos los mamíferos, sobre todo en los primates y las ratas». También disfrutan de ellas los perros. En todos estos animales, el mecanismo que las genera es similar.

Al igual que ocurre con la risa, para que se produzcan las cosquillas «tiene que haber, necesariamente, una falsa alarma», aclara Gómez Milán. Nos reímos cuando alguien se tropieza y se cae solo si después comprobamos que no se ha hecho daño: es una respuesta fisiológica para liberar la tensión que provoca el peligro, y restablecer el equilibrio en nuestra mente. Lo mismo sucede con las cosquillas. A una fase inicial de miedo le sigue un 'efecto rebote' positivo, que se produce cuando el cerebro comprueba que no existe peligro, y que se traduciría en la risa. Esto explica, por ejemplo, que un extraño no pueda hacernos cosquillas. «Los desconocidos provocan en nosotros una alarma verdadera, en lugar de falsa, y por eso no sentimos sus cosquillas, ni se produce la risa», apunta el investigador. Es precisamente el mecanismo que hace que esta alarma se interprete como verdadera o falsa el que falla en las personas esquizofrénicas. Tampoco son frecuentes las cosquillas entre hombres heterosexuales, «ya que perciben al otro como una alarma real, como una amenaza». Algo que no ocurre entre mujeres, que sí pueden hacérselas entre sí. En cualquier caso, las cosquillas tienen un valor sexual: son siete veces más probables con alguien del sexo contrario.

El fetichismo de los pie
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Las cosquillas, como la testosterona, disminuyen a partir de los 40 años, y conllevan, amén de familiaridad, jerarquía: el sujeto que las hace actúa como dominante, y el que las recibe, como sumiso. De ahí que, por ejemplo, un abuelo pueda hacerle cosquillas a su nieto (que lo percibe como un ser superior), pero al revés será mucho menos probable (el anciano las fingirá, o las sentirá con mucha menos intensidad que el niño).

Volviendo al sexo, los investigadores las emparentan directamente con el orgasmo. «Ambos procesos suponen un placer mental, un final feliz que sucede a un estado de alerta inicial que después se apaga». También entienden de género. Dicho de otra forma: el mapa de cosquillas de hombres y mujeres presenta algunas diferencias. Así, ellas las sienten con más intensidad y frecuencia en la planta del pie (algo que tiene un componente sexual, «porque están íntimamente asociadas al fetichismo de esta parte del cuerpo»), mientras que ellos las notan más en las zonas erógenas directas, como son los genitales o el pecho. Los costados, la planta del pie, las axilas, el cuello y el vientre son las zonas donde más se dan en ambos sexos. Todas ellas tienen algo en común: son zonas muy vulnerables. Buscarnos las cosquillas resulta más o menos fácil según el rol de la persona que nos las haga, y la indefensión que sintamos en ese momento. Por eso, cuanta más gente haya delante más cosquillas tendremos.

El componente sexual que tienen las cosquillas puede llegar a convertir esta práctica en una parafilia o desviación denominada knismolagnia. Se da en aquellas personas que solo obtienen una excitación sexual cuando hacen o reciben cosquillas y también, en un grado extremo, en aquellas que se excitan con ver cómo otros sujetos las disfrutan. El fetichismo por las cosquillas está tan extendido que existe un foro en internet, Tickling Media, que funciona en seis idiomas diferentes. Más de 80.000 personas están inscritas en esta web, donde se intercambian opiniones, consejos y vídeos eróticos con las cosquillas como absolutas protagonistas.

Fuente:

La Voz Digital

1 de noviembre de 2015

Somos nuestras memorias (pero nuestras memorias están llenas de falsos recuerdos)

Somos, fundamentalmente, nuestras memorias, como las consecuencias de la enfermedad de Alzheimer nos recuerdan.

Pero incluso cuando nuestra memoria funciona a la perfección resulta que lejos de ser un notario fiable de nuestras vidas va haciendo un filtro de lo que guarda, y aún lo que guarda, por muy íntimamente convencidos que estemos de que es la verdad, a menudo ha sido modificado, cuando no es, directamente, un recuerdo falso, pues el cerebro se reinventa a sí mismo para almacenar nuestras memorias.

Y si no que se lo digan a Ann Meng y, en especial, a Julius E. Ruffin.


Luis Martínez Otero (@martinezlab) y Jordi Camí (@jordicami) hablan de este apasionante y sorprendente aspecto de nuestras memorias en Falsas memorias, y hasta hacen alguna demostración sobre la marcha.

Tomado de:

Microsiervos

27 de octubre de 2015

MIT: La inteligencia artificial mejora el diagnóstico de enfermedades mentales

Investigadores del MIT desarrollan un software capaz de detectar trastornos cognitivos a partir de dibujos.


En la imagen se muestran las diferencias en los dibujos según la enfermedad. La primera fila muestra dos relojes realizados por pacientes sanos. En la fila central, el paciente sufre de la enfermedad de Alzheimer y en la fila inferior, Parkinson.

Una de las pruebas más comunes para detectar trastornos cognitivos con diverso origen, como por el párkinson o el alzhéimer, es un simple test conocido como el “test del reloj”, en el que el paciente debe dibujar un reloj que debe marcar una determinada hora y, además, debe copiar otro ya dibujado. La observación de alteraciones en la manera de realizar estos dibujos permite a los médicos identificar síntomas de deterioro en el cerebro del paciente.

Muchos desórdenes neurológicos pueden estar presentes mucho antes de comenzar a tener un efecto apreciable en nuestras vidas. Por ejemplo, en el alzhéimer, los cambios en el cerebro pueden empezar a producirse diez o más años antes de que las alteraciones cognitivas sean apreciables. Sin embargo, la evaluación de estas pruebas es subjetiva, puesto que no es fácil llegar a conclusiones definitivas cuando los síntomas son muy leves. Contar con un método de diagnóstico más preciso y fiable podría permitir tratar a los enfermos mucho antes, retrasando el desarrollo de la enfermedad.

Con este objetivo, un grupo de científicos, liderados por investigadores del Laboratorio para la Inteligencia Artificial y Ciencias Computacionales del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha creado un programa informático capaz de detectar de manera mucho más precisa y automatizada estas alteraciones, ofreciendo un diagnóstico más fiable y precoz a partir de la misma prueba.

Para ello se han valido de los datos recogidos en el Lahey Hospital, un centro médico a las afueras de Boston (EE UU), que desde hace nueve años realiza el test del reloj utilizando un bolígrafo digital que captura en el ordenador los dibujos realizados por los pacientes, además de registrar el proceso de creación de los mismos con gran precisión. Este bolígrafo no fue creado expresamente para este fin, sino que se trata de un dispositivo comercial que incluso se puede comprar por internet. Sin embargo, ha venido como anillo al dedo para recoger la información necesaria de manera precisa y con un registro temporal, es decir, sabiendo en todo momento dónde está la punta del bolígrafo y, por tanto, si el paciente hace una pausa o duda a la hora de escribir.

En el alzhéimer, los cambios en el cerebro pueden empezar a producirse diez o más años antes de que las alteraciones cognitivas sean apreciables

Basandose en estos datos, el equipo, liderado por los investigadores Cynthia Rudin y William Souillard-Mandar del MIT, ha creado un programa informático capaz de interpretar y evaluar automáticamente el test del reloj, aumentando la precisión y eliminando la subjetividad de una evaluación realizada por humanos. “Hemos mejorado el análisis, de manera que es automático y objetivo” explica Rudin. “Con el equipamiento adecuado es posible obtener un resultado rápido y más preciso”. Los resultados se han sido aceptados para su publicación en la revista Machine Learning.

Para crear el programa, el equipo de Rudin y Souillard-Mandar ha utilizado una serie de casos ejemplares para enseñar a la máquina qué es lo que debe buscar. “Estos ejemplos ayudan a calibrar el poder predictivo de cada una de las partes del dibujo” ha explicado Souillard-Mandar.  “Gracias a ellos, hemos podido extraer miles de rasgos del proceso de dibujo que dan pistas acerca del estado cognitivo de cada sujeto, y nuestros algoritmos ayudan a determinar cuáles de ellos llevan a la predicción más fiable”.

Cuando la memoria está afectada, el periodo de reflexión se alarga

Los distintos desórdenes se revelan de diferente manera en el test del reloj. Por ejemplo, mientras que es normal que los adultos sanos pasen más tiempo pensando que dibujando, cuando la memoria está afectada, el periodo de reflexión se alarga. Por otra parte, en el caso del párkinson, los enfermos tienden a necesitar más tiempo para dibujar los relojes que, a su vez, tienden a ser más pequeños, sugiriendo que les está costando un mayor esfuerzo realizar la tarea. Estas consideraciones se podían pasar por alto en la prueba tradicional, ya que, en muchas ocasiones, el médico no ve en detalle cómo el paciente realiza el dibujo, sino tan solo el resultado final.

Este trabajo no sólo permite diagnosticar mejor una serie de patologías muy graves para quienes las sufren, sino que además ofrece un gran avance a la hora de automatizar procesos que pueden resultar tediosos y poco eficientes cuando se realizan por humanos. Una vez conseguido el propósito inicial de demostrar la eficacia de su método, el equipo científico ya se dispone a desarrollar un sistema sencillo que permita tanto a los neurólogos como a los no especialistas utilizar esta tecnología en los hospitales y centros de salud.
Fuente:

14 de septiembre de 2015

Oigo colores: La sinestesia se puede aprender

Una investigación realizada en la Universidad de Sussex (Reino Unido) ha demostrado que el cerebro puede entrenarse para la sinestesia, es decir, para que percibamos sensaciones propias de un sentido como si fuera de otro. Este entrenamiento, además, puede potenciar la inteligencia, lo que sugiere que sería útil en aplicaciones clínicas.

 “Estudio para composición VII” de Wassily Kandinsky, un pintor que veía colores al escuchar música.
La sinestesia es una condición neurológica fascinante. Un sinestésico puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. Se estima que una de cada 23 personas sufre esta condición.
Ahora, un nuevo estudio ha demostrado por primera vez que las personas pueden ser entrenados para "ver" las letras del alfabeto como colores, de forma parecida a lo que podría sentir un sinestésico.

En la investigación, realizada en la Universidad de Sussex (Reino Unido), también se reveló que, potencialmente, este entrenamiento serviría para aumentar el coeficiente intelectual.

Durante mucho tiempo, se ha debatido si la sinestesia es una condición genética o si surge de diversos factores ambientales, tales como usar juguetes como letras de colores en la infancia.

Dado que las dos posibilidades no son mutuamente excluyentes, los psicólogos al cargo de la presente investigación idearon un programa de entrenamiento de nueve semanas, con el fin de determinar si adultos sin sinestesia podían desarrollar las características clave de esta condición.
Resultados obtenidos
Encontraron, en un experimento realizado con 14 voluntarios, que los participantes no solo fueron capaces de desarrollar asociaciones lo suficientemente potentes entre letras y colores como para superar todos los tests estándar de sinestesia, sino que, además, la mayoría de ellos experimentaron otras impresiones vinculadas a letras individuales (por ejemplo, asignaron a estas estados o condiciones como "la x es aburrida" o "la w está en calma").
Uno de los más sorprendentes resultados del estudio fue que aquellos que se sometieron a este entrenamiento también aumentaron su cociente intelectual (IQ) en un promedio de 12 puntos, en comparación con un grupo de control, formado por personas que no se sometieron a dicho entrenamiento.

"La principal implicación de nuestro trabajo es que señala que formas radicalmente nuevas de experimentar el mundo se pueden provocar simplemente a través de una amplia formación perceptiva”, afirma el codirector del estudio, el Dr. Daniel Bor.

Esto implica a su vez que un impulso cognitivo, aunque sea provisional, podría servir como herramienta para el desarrollo de funciones mentales en grupos vulnerables, tales como los niños con déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o los adultos que empiezan a sufrir de demencia, concluyen los investigadores.

Sinestesia adquirida por lesiones cerebrales
Un estudio llevado a cabo en 2013 por científicos de la UNED también reveló nuevos datos sobre la conversión de un cerebro común en uno sinestésico.
Aunque el trabajo versaba sobre el componente emocional de esta condición, también reveló que personas con sinestesia adquirida –en este caso, por lesiones cerebrales- presentaban variaciones en núcleos subcorticales del cerebro como el putamen y el tálamo, al igual que aquellos pacientes con sinestesia heredada.

También se descubrió que las personas sinestésiscas presentaban variaciones estructurales en áreas cerebrales que participan en el procesamiento emocional. Este hecho sugirió la existencia de una base neuroanatómica del componente emocional de la sinestesia.  

Fuente:

19 de agosto de 2015

Suecia: Donde se organiza la jornada laboral ¡en función de la familia!

La cara del pequeño y rubísimo Tom es un poema. Su padre, Tobías Holmqvist, está a punto de cruzar la puerta de casa y de marcharse al trabajo. A sus dos años y medio, este acontecimiento cotidiano corre el riesgo de convertirse en drama en cuestión de segundos. Holmqvist se toma su tiempo y con suaves palabras evita el estallido. Al fin y al cabo, no tiene por qué agobiarse. Su jefe no le va a controlar si llega cinco minutos o media hora más tarde al trabajo. Porque el jefe de Holmqvist no le dice cuándo tiene que entrar ni salir. Ni si tiene que trabajar en la oficina o si puede hacerlo en su casa después de acostar a los niños. Le exige simplemente que haga bien su trabajo y que lo entregue a tiempo. De momento, Holmqvist cumple con los objetivos que le marca la empresa de tecnología espacial en la que trabaja. Esta forma de organizarse no es ninguna excepción en Suecia. Aquí, salir pronto de la oficina, la flexibilidad horaria y el teletrabajo son la norma.

Son las ocho de la mañana, y Holmqvist se dirige ya al metro que le llevará hasta su oficina, en la otra punta de Estocolmo. Hoy es un día especialmente caluroso. Por lo demás, se trata de un día cualquiera en la vida de un trabajador sueco cualquiera. La normalidad en la que habita Holmqvist es, sin embargo, marciana en muchos aspectos para el trabajador español medio, atrapado en la cultura del presencialismo, según la cual, cuantas más horas pasas en la oficina, mejor trabajador se supone que eres.



Aquí por el contrario, no se lleva quedarse a trabajar hasta tarde y mucho menos calentar la silla, estar para figurar. Es más, en Suecia, como en buena parte de los países europeos, quedarse en la oficina después de las cinco de la tarde está mal visto. Lejos de generar admiración, es síntoma inequívoco de ineficiencia y de falta de responsabilidad con la familia y con la sociedad. Porque aquí, criar a ciudadanos sanos es un deber cívico a la altura de pagar impuestos.

“Trabajo 40 horas a la semana y cuando tengo mucha carga de trabajo hasta 50, pero mi horario es completamente flexible. Si no tuviera esta libertad, no trabajaría aquí”, sentencia Holmqvist, que a sus 37 años dice no estar dispuesto a perderse una tarde con Tom y con Hugo –su segundo hijo de nueve semanas- por nada del mundo. Marie, su mujer, es reumatóloga y disfruta ahora de su permiso de maternidad.

Él calcula que pasa en la oficina unas 30 o 35 horas a la semana. El resto, lo hace desde casa. “Si tengo asuntos pendientes, trabajo por las noches. Pero si no, no hago nada”. Hay días que ni siquiera va a la oficina. “No me compensa ir y volver si no tengo alguna reunión”, explica este economista de clase media que, como tantos suecos, masca tabaco y es aficionado al fútbol. Los días que sí va, sale en torno a las cinco de la tarde.

El artículo completo en:

El País

5 de mayo de 2015

Nellie Bly: La periodista que se hizo pasar por loca y se internó en un sanatorio

Nellie Bly, la precursora y heroína del periodismo femenino es honrada hoy con un doodle. Esta es una de aquellas biografías casi olvidadas por la histori oficial que se eimparte en las escuelas de latinoamérica. Y hoy, gracias a Google, la resucitamos de su ostracismo y nos aunamos al homenaje.

Nellie Bly había trabajado como periodista de arte y teatro por unos meses en el Pittsburgh Dispatch, puesto que dejó para irse a Nueva York en 1887. Luego de cuatro meses de dificultades económicas, conquistó con su facilidad de palabra el camino hacia las oficinas del New York World y tomó un encargo para escribir una pieza que revolucionaría el mundo del periodismo. Fingió una enfermedad mental para investigar reportes de brutalidad y negligencia en el Asilo psiquiátrico en Blackwell’s Island.
El secreto para el éxito se redujo a practicar expresiones desmedidas enfrente de un espejo, luego de lo cual hizo internarse en un internado. Montó un acto para que llamaran a las autoridades, en cuya presencia fingió amnesia. Varios doctores determinaron que estaba loca y fue llevada a la institución sobre la base de ser considerada “un caso perdido”. Consignada al asilo, Bly experimentó sus condiciones de primera mano. La comida consistía en carne podrida, pan que era poco más que masa seca y agua prácticamente imbebible. Los pasientes eran obligados a sentarse en bancas frías y duras todo el día. Los pacientes considerados peligrosos eran atados. Ratas abundaban en el hospital y el agua helada era usada para bañarlas en uno de tantos actos abusivos cometidos por las enfermeras. Lo que es peor, hablando con otras pacientes, Nellie Bly notaba que muchas estaban tan cuerdas como ella misma.
Nellie Bly
Luego de diez días, fue rescatada del asilo por el personal del New York World. Su reporte fue publicado y generó una sensación, que además, sentó bases para el periodismo de investigación del futuro y el periodismo de incógnito también. Luego se publicó en la forma de un libro, titulado Ten Days in a Mad-House. Un curso legal se inició contra el asilo y en general, atrajo atención al tema del mal tratamiento en ese tipo de instituciones psiquiátricas. Nellie Bly es una heroína en varios sentidos de la palabra.
Fuente:

17 de marzo de 2015

El síndrome de fatiga crónica sería un trastorno biológico

Después de décadas de investigación, los investigadores finalmente han descubierto cambios inmunes distintos que se producen durante el síndrome de fatiga crónica, lo que demuestra una vez por todas que es algo más que "agotamiento" o una condición psicológica. El estudio fue publicado en Science Advances.

En enero, se le cambió el nombre a “enfermedad de intolerancia sistémica al esfuerzo” y se realizó un listado de criterios para poder diagnosticar la enfermedad. En otros países, como Australia y el Reino Unido, la afección se conoce médicamente como encefalomielitis miálgica (ME). Pero a pesar de estas etiquetas clínicas, los científicos han luchado para encontrar los cambios biológicos asociados a la enfermedad.

Así que los investigadores de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia decidieron investigar. Analizaron el plasma sanguíneo de 298 pacientes con fatiga crónica, y la compararon con 348 controles sanos. Después de ajustar los niveles de estrés y las influencias del sistema inmunitario conocidas, como la edad y el sexo, el equipo encontró patrones específicos en 51 biomarcadores inmunológicos que están asociados con la enfermedad.


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Foto: ELBLOGDELASALUD


"Ahora tenemos pruebas que confirmen lo que millones de personas con esta enfermedad ya saben, que esta condición no es psicológica", dice Mady Hornig, autor del estudio, en un comunicado de prensa. "Nuestros resultados deben acelerar el proceso de establecer el diagnóstico, así como el descubrimiento de nuevas estrategias de tratamiento”.

Curiosamente, también encontraron que había patrones únicos en pacientes que habían tenido la condición por tres años o menos, lo que ayuda a comprender mejor las causas de la enfermedad. Estos primeros pacientes habían aumentado cantidades de moléculas inmunes llamadas citoquinas”.

"Este estudio ofrece lo que se nos ha escapado durante tanto tiempo: una evidencia inequívoca de la disfunción inmunológica en EM/SFC y biomarcadores de diagnóstico para la enfermedad", destaca el autor principal W. Ian Lipkin, también profesor de Epidemiología en la Escuela Mailman de Columbia. "La pregunta que estamos tratando de abordar en un proyecto paralelo del microbioma es qué desencadena esta disfunción", adelanta.

De hecho, ya hay fármacos que son conocidos para amortiguar el comportamiento de citoquinas en el mercado, lo que podría ser probado contra la fatiga crónica en el futuro. El equipo espera ahora a publicar los resultados de un segundo estudio que han estado haciendo, en el que también buscan la raíz de los cambios biológicos que produce la enfermedad.
Tomado de:

12 de noviembre de 2014

La mujer que discute con su reflejo

Un equipo de científicos indios documenta el caso de cinco pacientes que no solo no se reconocen en el espejo, sino que discuten con su propia imagen. Aunque las razones pueden ser variadas, un daño en el lóbulo parietal derecho del cerebro puede ser la causa de estos trastornos.

La paciente tiene 62 años y acudió al hospital porque tenía frecuentes olvidos y se perdía fuera de casa. Sus familiares la encontraban a menudo conversando la imagen del espejo, así que la llevaron para que pasara un reconocimiento médico. El equipo del doctor Chandra Sadanandavalli hizo diversas pruebas a la mujer y comprobó que era capaz de reconocer las caras de las personas más allegadas, así como la de personajes famosos, y que no tenía ningún tipo de afasia o apraxia. Entonces, como se aprecia en el siguiente vídeo, los médicos le pusieron ante un espejo de 45 x 45 cm:



El artículo completo en:

Vox Populi

25 de octubre de 2014

Un calcetín conectado para ayudar a los enfermos de Alzheimer


Kenneth Shinozuka es un joven adolescente americano de quince años, que se sorprendió cuando una madrugada, hace unos cuantos años, una patrulla de policía de su localidad trajeron a su abuelo de vuelta, indicando que le habían encontrado deambulando por la calle a unos cuantos kilómetros de distancia.

Tras este acontecimiento el octagenario fue diagnosticado de la Enfermedad de Alzheimer, y el propio Shinozuka cuenta que, entonces, se le encendió la bombilla: quería investigar para encontrar algún nuevo artilugio que facilitase la vida de los enfermos de Alzheimer, sin olvidar la cuestión de los miembros familiares más cercanos. Y ha sido en septiembre cuando ha sido uno de los proyectos presentados al Google Sciente Fair, tras haber ganado otros premios en revistas especializadas.

El artículo completo en:

Xakata Ciencia

3 de octubre de 2014

En 2025, la mitad de los niños serán autistas por el glifosato

El de la doctora Stephanie Seneff es uno de los nombres más polémicos de la ciencia estadounidense, especialmente después que denunciase que los alimentos genéticamente modificados (OGM) han disparado el número de enfermedades crónicas, así como las alergias alimentarias y otras dolencias como la diabetes, el alzhéimer, el párkinson, la esclerosis múltiple o el síndrome de colon irritable, entre muchos otros. Los últimos trabajos de esta científica del MIT ponen su foco en el autismo, una enfermedad cada vez más frecuente y de la que, sin embargo, aún disponemos de poca información. 

Según la presentación que realizó el pasado mes de junio, el glifosato, componente principal del herbicida Roundup, es el principal causante de que estas enfermedades se hayan disparado de forma tan rápida, así como la intolerancia al gluten. El problema es que dicho herbicida es producido por Monsanto, el mayor fabricante mundial de semillas transgénicas y una de las multinacionales más poderosas del mundo, que ha defendido la seguridad de su producto en su propia página web. Muchos no han tardado en desacreditar la teoría de Seneff, como ocurre con la veterana periodista de nutrición Tamar Haspel en las páginas de The Huffington Post. En dicho artículo, la autora recuerda que no se trata más que pura especulación, no refrendada por ningún dato y, además, desvela que Seneff está especializada en ciencia computacional e ingeniería eléctrica, y que su interés por la alimentación es reciente. 



Sea como sea, lo que es innegable es que la prevalencia del autismo ha aumentado sensiblemente durante las últimas décadas, y aún no hemos sido capaces de llegar a un consenso sobre la misma. Actualmente, alrededor de uno de cada 175 niños de todo el mundo nace con este trastorno, aunque varía en cada país. En Estados Unidos, la prevalencia se encuentra actualmente en el 1,5%, mientras que en 1975, tan sólo uno de cada 5.000 niños tenía autismo, según los datos publicados por K. Wintraub en un artículo publicado en Nature. Seneff utiliza este cuadro para trazar su previsión y asegurar que, si el crecimiento sigue estable, para el año 2025 la mitad de los niños podría sufrir autismo. "Al ritmo actual, uno de cada dos niños será autista", anunció en la conferencia celebrada en Groton, Massachusetts. 

Uno de los principales problemas con el autismo es que, en la mayor parte de casos, sus causas son desconocidas. Como explicaba dicho artículo de Wintraub, en un 46% es imposible explicar el origen del trastorno, aunque aduce otras razones por las que se haya disparado el número de diagnósticos. Es el caso de que algunos de los que simplemente habrían sido considerados como víctimas de retraso mental ahora se clasifican como autistas (25%) o aquellos que encajan en la descripción por un mayor conocimiento de la enfermedad (15%). No existe un consenso sobre los orígenes de la enfermedad, que se atribuyen tanto a causas genéticas (los hermanos mellizos suelen desarrollar de igual manera la enfermedad) o alteraciones neurológicas

Más preocupante aún resulta que el autismo se deba a agentes ambientales, como la exposición a determinadas sustancias durante el embarazo, algo se encontrarían en sintonía con la tesis defendida por Seneff.

El artículo completo en:

Eco Portal

1 de septiembre de 2014

¿Cómo son las voces que oyen los esquizofrénicos?




Un reciente estudio de la Universidad de Stanford concluyó que los enfermos de esquizofrenia experimentan alucinaciones auditivas o "voces interiores" según su contexto cultural.

“Las personas con desórdenes psicóticos graves tienen experiencias distintas con las voces que escuchan según su cultura. Esto sugiere que el modo en que las personas prestan atención puede alterar lo que dicen las voces”, sostuvo Tanya Luhrmann, directora del estudio.

En muchos casos, estas alucinaciones pueden tener connotaciones positivas, aunque en otros pueden ser muy negativas.

Según la investigación, en Estados Unidos las voces son percibidas como más agresivas, mientras que en países de África o en la India son percibidas como más benignas.

Luhrmann y su equipo entrevistaron a 60 personas que habían sido diagnosticadas con esquizofrenia: 20 en San Mateo, California; 20 en Accra, Ghana, y 20 en Chennai, India.

Los individuos debían responder cuántas voces escuchaban, con qué frecuencia, que creían que causaba la alucinación y cómo eran las voces.


Fuente:

RPP

13 de agosto de 2014

Depresión: "El mal oculto que se va formando en la infancia" (R.I.P. Robin Williams)

R.I.P. Robin Williams

El suicidio de un actor famoso, multimillonario y querido por las multitudes conmociona al planeta... ¿por qué cayó en el alcohol y las drogas y, finalmente, se suicidó si, aparentemente lo tenía todo: familia, dinero, fama...?

Este artículo de El Comercio nos brinda luces sobre la depresión, la enfermedad del siglo XXI:

¿Qué es la depresión?
Es un desorden mental que afecta a diferentes partes del cuerpo, pero principalmente es un problema en el cerebro. En general, es una emoción oculta, muchos pueden mostrar un comportamiento en el que pareciera que no pasa nada. Es una expresión de que el sistema nervioso y el cerebro no están trabajando bien.


¿Cómo se manifiesta?
La persona experimenta sentimientos de tristeza profunda y prolongados, baja autoestima, incapacidad de resolver sus problemas, los ve enormes y no encuentra una salida. Hay una distorsión en la forma de pensar, interpretar y sentir su vida.


¿Cómo nos podemos dar cuenta que alguien la padece?
Una forma es cuando hay un cambio en el estado de ánimo. De pronto, pierden la capacidad de estar bien, de sentir satisfacción por cosas que antes les gustaba, se retraen. Este estado es prolongado y no es proporcional a la situación vivida. 


¿Qué causales hay?
Hay una causa aparente, que generalmente es superable o leve, pero la persona la vive como un factor tremendo. Eso activa una depresión latente que ya estaba formándose, que está en su interior. Puede ser la muerte de un familiar, una pelea con alguien, un robo, una mala nota, una llamada de atención en el trabajo, un gesto de rechazo.



Pero ya hay una predisposición anterior…
Esa predisposición es la enfermedad. Se forma en la infancia. Tiene que ver con alguna forma de abandono, inseguridad. Cuanto más temprano ocurren estos factores de inseguridad en la infancia, más hace vulnerable a la persona.


¿Cuáles pueden ser las consecuencias?
Atentar contra sí mismos es el extremo. Las personas que se deprimen pierden las ganas de trabajar, su capacidad productiva, de emprendimiento, su nivel de responsabilidad, incluso hasta su nivel de consumo. Su estado es de retraimiento. Si es padre de familia, pierde sus competencias afectivas. Si alguien se suicida en la familia, hay consecuencias en dos generaciones después. Es significativo emocionalmente.


En el caso del suicidio, ¿qué lo desencadena?
Las personas sienten que ya no hay otra salida. Es como si la conciencia se estrechara, no se dan cuenta y solo ven el problema, no las alternativas, que con el tiempo pueden aparecer soluciones. Su mente solo se enfoca en el problema y ellos se ven a sí mismos como incapaces de resolverlo.


¿Se puede superar, cómo se trata?
Sí, si una persona racionaliza y se da cuenta de que no hay ningún problema. La primera línea de tratamiento son los medicamentos. A veces es solo mejorar la conexión del cerebro. Algunos requieren terapia e internamiento. Pero lo paradójico es que para personas con mucho poder, fama, recursos es difícil ponerse en una posición de ayuda. La persona tiene que aceptar que requiere ayuda. 


¿Cuál es la recomendación para los padres, cómo prevenir?
Estar atento a las emociones de los niños, porque es ahí donde se previene. La depresión y el suicidio se previenen con la protección y cuidado de los niños desde que nacen. Esta idea de dejarlos llorar es falsa. Mientras más temprano se hace, el niño se va haciendo seguro. Hay que prestar atención a sus emociones. En el adulto, se trata de buscar un tratamiento para controlarlo.


¿Cómo explicar el caso de Robin Williams?
Por su propio estado depresivo, recurrió tal vez a las drogas y al alcohol. Tenía recursos físicos, fama, afecto, era carismático. El problema es que en su yo interior, en lo más profundo de su alma, todavía guardaba evidencias de soledad a las que no pudo vencer. Se dice en notas periodísticas que ha sido un niño solitario, que tenía la afición de inventar voces, personajes. Ahí podemos ver cómo esas vivencias de soledad buscan ser compensadas. Tal vez, para calmar esa sensación de soledad, desarrolló competencias histriónicas. Animando a otra gente, se animaba él. Pero seguía con el mismo problema. Eso que dicen que la procesión va por dentro, a veces es así.

Fuente:

El Comercio (Perú)

7 de junio de 2014

Síndrome de Williams: el sindrome opuesto al del autismo

Características psicológicas del síndrome de Williams

  • Necesidad de llamar la atención, particularmente en las fiestas.
  • Audición extremadamente sensible: desde sirenas, autos, aspiradoras, secadores de mano y fuegos artificiales hasta el zumbido de las abejas.
  • Trastorno de déficit de atención.
  • Afinidad por la música.
  • Dificultad para las relaciones espaciales, los números y el razonamiento abstracto.
  • Deseo de agradar y ser útil.
  • Capacidad para evaluar y reaccionar ante situaciones sociales sin entenderlas.
  • Retraso para aprender a caminar, hablar y usar el baño.


Chris Steel, foto de la fundación Mind the Gap

"Si quiero salir a la calle a hacer cosas me pongo muy ansioso. Vivo con mi madre porque no quiero estar solo. No puedo hacer dinero, y desearía poder".

Chris Steel tiene 40 años, es increíblemente amigable y encantador. Su momento más feliz es cuando está es un escenario actuando en obras como "Rebelión en la granja", de George Orwell.
De niño, su carácter bondadoso lo llevó a la cabecera de la cama de una de las víctimas de la tragedia en el estadio de Hillsborough en Sheffield, ocurrida en 1989, en la que 96 personas murieron aplastadas por una avalancha durante un partido entre los clubes ingleses Liverpool y Nottingham Forest.

Lo hizo con tanta compasión y diligencia que la entonces primera ministra Margaret Thatcher le hizo un reconocimiento.

Pero Steel es incapaz de salir solo, una vez lo hizo y su naturaleza extravertida hacia los desconocidos y la dificultad de entender cuándo está en peligro hizo que le diera su teléfono a un desconocido, que se lo robó.

Sufre de ansiedad severa y necesita que las personas que le rodean lo reconforten constantemente.
 
"Bueno atrayendo a gente" 

Chris sufre del síndrome de Williams (SW), un raro trastorno genético que se crea por la pérdida del material genético del cromosoma 7. Con frecuencia se lo conoce como "el opuesto al autismo".

Las personas con SW son empáticas, sociables, amigables y adorables, pero tienden a tener un coeficiente intelectual bajo, lo que hace que tareas como contar dinero sean algo difícil.

Pueden sufrir de ansiedad extrema ante estímulos como el zumbido de una abeja o la textura de las comidas.

En algunos casos la necesidad de que los reconforten hace que estos niños, de hogares donde son queridos, llamen a emergencias para fingir alguna situación, todo por su anhelo de atención de los adultos.

El SW, que se identificó por primera vez en 1961, también puede causar problemas cardíacos, retrasos en el desarrollo y dificultades para el aprendizaje.

El artículo completo en:

BBC Ciencia
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