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10 de enero de 2020

Lima es la tercera ciudad del mundo con más tráfico vehicular

En el 2017 nuestra capital estaba en el puesto 9, es decir, en un año subió 6 posiciones entre las urbes más congestionadas en el 2018. Solo Mumbai (India) y Bogotá (Colombia) la superan.


En un año, nuestra capital pasó del noveno puesto a ser la tercera ciudad del mundo con más congestión vehicular, según un estudio de monitoreo holandés por GPS. Mientras los limeños registran 58% de tiempo extra en cada viaje en promedio.

Es probable que este informe sea leído por muchos a bordo de buses, taxis, combis o autos particulares detenidos en el tráfico. La congestión vehicular está consumiendo nuestro tiempo: en los últimos 10 años, las horas punta casi se han duplicado, pasando de 5 a 9 durante todo el día, según una investigación publicada en marzo de 2019.

Anteriormente existían cinco horas de tráfico críticas, repartidas en tres intervalos del día: de 7 a.m. y 9 a.m. (ida al trabajo o centro de estudios), 1 p.m. y 2 p.m. (almuerzo) y 6 p.m. a 8 p.m. (regreso a casa). Hoy esas horas punta se han ampliado haciendo que hayan personas que pasen hasta 6 horas al día en el transporte público. De hecho, el 58,5% de la población económicamente activa (PEA) de Lima y el Callao utiliza hasta 60 minutos para llegar a su centro de trabajo, es decir, hasta dos horas al día, contando el regreso a casa, según según un estudio de la central de inteligencia de negocios DataImágenes.

Pero la carga vehicular en Lima ha empeorado preocupantemente entre el 2017 y el 2018. Un estudio elaborado por la compañía de GPS holandesa TomTom coloca a Lima en el tercer lugar con mayor congestión, entre 403 ciudades de 56 países del mundo.

Lea el artículo completo en: El Comercio (Perú) 

6 de enero de 2020

La vida en las primeras ciudades: violencia, enfermedades y desnutrición


Un tercio de los habitantes de una urbe con 9.000 años de antigüedad sufrió infecciones, muchos de ellos agresiones con piedras en la cabeza, y toda la comunidad tuvo problemas dentales.


Después de cientos de miles de años deambulando por el planeta, hace unos diez milenios los humanos dejaron de hacerlo. En la gran revolución que fue el Neolítico, unos pocos adelantados se asentaron y vivieron de lo que cosechaban y pastoreaban. Ahora, el estudio de los muertos de una de aquellas primeras ciudades muestra que sus habitantes cogieron nuevas enfermedades, sufrieron niveles de violencia nunca vistos y pasaron hambre. Sin embargo, hoy la mayoría de las personas vive en ciudades y la práctica totalidad se alimenta con productos criados o cultivados.

En la llanura de Konya, en el sur de la región central de la actual Turquía, se descubrió en los años sesenta la ciudad de Çatalhöyük. Las primeras casas, hechas de ladrillos de adobe, tienen 9.100 años de antigüedad. No es la primera urbe de la prehistoria, hay aglomeraciones urbanas varios siglos más antiguas (Ain Ghazal, Beidha o Shkarat Msaied, todas en Oriente Próximo), pero sí es la mejor conservada. En la ciudad llegaron a vivir hasta 8.000 personas.

"Çatalhöyük fue una de las primeras comunidades protourbanas del mundo y sus residentes tuvieron los problemas que implica reunir a mucha gente en un área reducida durante mucho tiempo", dice el profesor de Antropología de la Universidad Estatal de Ohio (EE UU) y coautor del estudio Clark Larsen. La revista PNAS publica ahora los resultados de 25 años de investigación de una decena de científicos capitaneados por Larsen, la mayoría bioarqueólogos, que buscan en los restos humanos (sobre todo huesos y dientes) saber cómo vivían aquellos primeros urbanitas. Y han tenido bastante con qué investigar: Hasta 470 individuos completos y restos de otros 272. Enterrados en su inmensa mayoría bajo el suelo de las casas.

Tanta población en una ciudad donde ni siquiera había calles y se entraba al hogar por el tejado, debía generar estrés social y este degenerar en actos violentos. Una submuestra de casi 100 cráneos desvela una violencia no encontrada antes en el registro fósil. 25 de las cabezas tienen marcas de al menos una fractura (los hay con más de una). Salvo una lesión provocada por algún objeto punzante, el resto tienen una forma ovalada y con aplastamiento del hueso craneal. Esto encajaría con golpes provocados por una piedra. En muchos casos, en especial en los de las mujeres, la pedrada fue por la espalda.

Sin embargo, la mayoría de las fracturas están selladas, cicatrizadas, por lo que no murieron de los golpes. "Esto podría indicar que no había intención de matar, sino quizá más de castigar o controlar determinadas conductas. Lo vemos relacionado con disputas intracomunitarias y, posiblemente, como una forma de control social mediante la coerción física", razona Knüsel. Es decir, no hay pruebas de violencia ejercida por gentes de fuera, solo de la practicada por el propio grupo del agredido.

El otro gran coste de vivir en la ciudad fue el de la salud. Entre los recolectores y cazadores, el contacto con otros grupos humanos era raro. Aquí se apiñaban miles de personas. Aunque encalaban con periodicidad suelos y paredes, y la cal es un gran desinfectante, se han encontrado restos de desechos orgánicos dentro de las casas. No había algo parecido a una letrina y los corrales de los animales estaban pared con pared con las casas.

Aunque son pocas las enfermedades que afectan directamente a los huesos, muchas infecciones bacterianas pueden dejar su marca en ellos (reacción perióstica). Hasta el 33% de los restos humanos tienen alguna de estas marcas. Un estudio publicado recientemente encontró huevos de parásitos intestinales en coprolitos (heces fosilizadas) en Çatalhöyük.

"En general, se piensa que a medida que las poblaciones de cazadores recolectores se establecieron para convertirse en agricultores hace unos 10.000 años, tuvieron las ventajas de un suministro estable de alimentos, un aumento de la fertilidad de las mujeres debido a esto y una mejor defensa contra los animales salvajes", comenta el paleopatólogo de la Universidad de Cambridge Piers Mitchell, autor del trabajo de los coprolitos. "Sin embargo, entre las desventajas estarían una propagación más fácil de las enfermedades infecciosas a medida que crecía el tamaño de la población, las debidas a los desechos humanos y la posibilidad de mayor violencia interpersonal entre diferentes grupos a medida que las personas intentaran robar objetos de valor a otros grupos" añade Mitchell, no relacionado con la actual investigación.

En los huesos —y los dientes— también ha quedado grabado lo que comían los primeros ciudadanos. Analizando la presencia de distintos isótopos, en particular de nitrógeno, los investigadores pudieron determinar la mayor o menor cantidad y variedad de carnes y vegetales ingeridos. La base de su dieta eran ya los cereales, en especial diversos tipos de trigo, y las legumbres. Ambos alimentos procedían de variedades ya domesticadas por los humanos. Esta dieta provocó que todos los individuos analizados sufrieran de hipoplasia dental, es decir, pérdida del esmalte. Aunque en esto también pudo influir que la media del periodo de lactancia materna superaba los 3,5 años. Además, el 10% de los dientes recuperados tienen caries.

Aquellos mismos isótopos muestran que cabras y ovejas aportaban la parte esencial de las proteínas animales. Solo en los últimos tiempos de Çatalhöyük aparecen las vacas. También permiten comprobar que los pastores tenían que ir cada vez más lejos en busca de nuevos pastos. Esto se ve confirmado con ligeros cambios en los huesos de las extremidades inferiores de varios de los restos humanos. Para los autores del estudio, esto indicaría que cada vez tenían que recorrer distancias más largas. Finalmente, la ciudad fue abandonada en torno al 5950 antes de esta era. No está claro el motivo, pero un enfriamiento global unido al agotamiento de las tierras más cercanas podría explicar el abandono de la ciudad primigenia.

Con información de: El País (España)
 

28 de junio de 2019

Perú es el 22° país, a nivel mundial, con mayor grado de contaminación

El Perú se ubica en el puesto 22 a nivel mundial, como el país con mayor grado de contaminación ambiental, de acuerdo al reporte del 2018 de World Air Quality.

Y Lima es la otava ciudad más contaminada en América Latina.


Lima no solo se lleva la medalla de bronce –por catalogarse de alguna manera– al ubicarse en el tercer lugar como la ciudad con mayor congestión vehicular; sino que –además– se ubica como la octava ciudad más contaminada de Latinoamérica, de acuerdo al reporte del 2018 de World Air Quality.

Según este mismo reporte, el Perú se ubica en el puesto 22 a nivel mundial, como el país con mayor grado de contaminación ambiental. (Ver cuadro)

Contaminacion Ambiental
(Fuente: World Air Quality)

¿Qué generó este resultado? Según el reporte el exceso de autos, el deficiente sistema de transporte público, la mala organización de las rutas y la sobreoferta de taxis provocan que al menos 15,000 personas padezcan de enfermedades respiratorias y cardiovasculares producto de la contaminación.
A lo que se le suma la basura. Perú –según el Minam- produce 23 mil toneladas de basura al día.  A esto se le añade que existen 1,400 botaderos de basura, donde esta es recolectada, más no reciclada ni debidamente procesada. 

Ante ello la aseguradora Pacífico planteó cuatro tips para cuidar el planeta. ¿Cuáles son? 

1. Optar por transporte alternativo: El caótico caos vehicular que vive nuestra capital se debe al exceso de autos particulares. Si bien existen deficiencias en el transporte público, este es la mejor opción para dejar de emitir CO2 (gases contaminantes). 

Si tenemos la posibilidad de transportarnos a pie o en bicicleta, nuestra emisión de gases será nula. Además, con estos transportes alternos podemos realizar ejercicio, ahorrar dinero de gasolina o taxis además de que aportamos a que el tráfico disminuya. 

2. Antes de reciclar, ¡reducir y reusar! : El peruano promedio produce aproximadamente 1 kilo de basura al día. En su mayoría, estos desperdicios están conformados por utensilios de plástico que demoran entre 150 y 1,000 años en biodegradarse. 

Optar por utensilios de metal y nuestra propia botella pueden reducir en gran medida nuestro impacto negativo al ambiente. Asimismo, evitemos el uso de papel ya que para la elaboración de 1 tonelada se talan 15 árboles.  

3. ¡Separemos nuestros desperdicios! : Generar basura es a veces inevitable, por eso debemos ser conscientes y ayudar a facilitar el proceso de reciclaje. Separar nuestros residuos por categorías papel y cartón, vidrio y plástico; es la mejor opción. 

En este sentido, siendo conscientes de la falta de implementación de la cultura de reciclaje, el Minam lanzó este un aplicativo que nos permite encontrar los lugares más cercanos para dejar nuestros desperdicios. Esta iniciativa forma parte de la campaña ‘En casa yo reciclo’. 

4. El cambio parte de todos : Debemos aportar a las acciones que toman nuestras autoridades. Adoptando un compromiso con el ambiente mediante la reducción de nuestra basura y reciclándola podemos ayudar a que más personas se sumen, ya sea dejando de usar cañitas, llevando una bolsa de tela al momento de hacer las compras o incluso coordinar en nuestra residencia o barrio contenedores de reciclaje. 

Podemos averiguar si nuestra empresa o Municipalidad cuenta con un programa de reciclaje y si podemos contribuir con alguna asociación. 

 

15 de marzo de 2019

9 de las 10 ciudades más contaminadas de Sudamérica están en Chile

La única del lamentable top ten que no pertenece a Chile es Lima, la capital de Perú. En Norteamérica las ciudades más contaminadas son mexicanas. 


De las 10 ciudades sudamericanas más contaminadas del mundo, 9 son chilenas. Según un informe de Greenpeace y AirVisual que mide el índice de calidad del aire con base en los niveles de partículas finas conocidas como PM2,5, la contaminación en estas urbes puede llegar a ser no saludable en algunos meses del año.

En comparación con las ciudades más contaminadas del mundo –7 de las 10 primeras son de India– la calidad del aire en Sudamérica es mucho mejor. En Gurugram, India, el índice de calidad es de 135,8 casi tres veces más que el nivel que la agencia de protección ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) considera saludable. Por su parte, la calidad en Padre las Casas, una ciudad en el sur de Chile, es en promedio de 43,3, lo que se considera no saludable para grupos sensibles.

Sin embargo, según el reporte, de abril a agosto, la calidad del aire en esta ciudad en la región de la Araucanía llega a niveles no saludables. Para Coyhaique, más al sur en Chile, la calidad del aire en junio alcanza niveles muy poco saludables.

La única ciudad no chilena en el top 10 es Lima, capital de Perú, que en promedio tiene un puntaje moderado de contaminación 28, pero que en mayo y junio registró niveles no saludables para grupos sensibles.

Lea el arículo completo en CNN Chile

31 de enero de 2019

Las grandes urbes del mundo apuestan por la peatonalización

Las ciudades ponen en marcha, con resultados desiguales, proyectos de movilidad alternativa.


La peatonalización de la Gran Vía, la gran apuesta de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha despertado un debate alimentado por la decisión del Ayuntamiento de "testar" este nuevo modelo en fechas tan delicadas como las navideñas. De momento, Ahora Madrid, la fuerza cercana a Podemos que gobierna la capital, ha reducido los carriles en el centro de la calzada. La iniciativa pretende dar más espacio al peatón. Se trata de un paso intermedio hacia el cierre definitivo de la vía más emblemática de Madrid, de aquí a 2019.

El asunto, tal y como lo propone la alcaldesa, trasciende la dimensión local. La misma Carmena enmarcó su política en el fenómeno global "imparable" que lleva a las urbes a restringir el uso de los vehículos particulares en sus zonas centrales. Un axioma que obliga a preguntar: ¿es cierto que en otras grandes urbes se han llevado a cabo proyectos parecidos? Y, ¿cómo han sido acogidos por los ciudadanos? Estos son los casos más importantes de peatonalizaciones en grandes ciudades del mundo y los debates que han despertado.

El corazón peatonal de Nueva York

Dos de los tramos más bulliciosos de Broadway, la gran arteria de Manhattan, se peatonalizaron en 2010 como una prueba piloto que debía durar menos de un año, pero que se ha mantenido hasta ahora. El alcalde de Nueva York de entonces, Michael Bloomberg, quería crear en los famosos puntos de Times Square y Herald Square (unas calles más debajo de la primera) pequeñas plazas peatonales y recreo con mesas y sillas, donde cualquiera pudiera sentarse libremente.

La medida se llevó a cabo sin obras, instalando vallas y pintando la zonas peatonales de un color distinto. Como los automóviles podían seguir circulando por la Sexta y la Séptima avenida, el tráfico no se colapsó en el centro de Manhattan (o más bien, no se colapsó más de que lo que es habitual), pero sí se redujo lógicamente el número de atropello e incidentes. El Ayuntamiento decidió convertir el experimento en algo permanente, en su momento hubo protestas de los taxistas, pero la peatonalización en sí de esa zona ha dejado de ser debate.

Berlín y la nueva Unter den Linden

En Berlín, una de las grandes promesas del tripartito de izquierdas que rige la ciudad desde el jueves 8 de diciembre es restringir al máximo el tráfico en Unter den Linden, una de las avenidas más representativas de la capital alemana. Además de viandantes y ciclistas, a partir de 2019 solo circularán autobuses, taxis y coches diplomáticos. En esa fecha está previsto el fin de las obras que ahora llenan la calle y la apertura en Unter den Linden del Humboldt Forum, el gran proyecto cultural de la ciudad.

El artículo completo en: El País (España)

15 de enero de 2019

¿La luz de las farolas provoca cáncer?

Una cosa es que no podamos establecer una relación causal entre la iluminación nocturna y el mayor riesgo de cáncer, pero sí podemos decir con contundencia que no es beneficiosa.


Así planteado la respuesta es no, pero también es verdad que aquí hay mucho que hablar. Es casi seguro que la pregunta viene por una serie de estudios que se han hecho a partir del año 2008 y que vinculan las áreas urbanas con más luz nocturna con un aumento del riesgo de padecer dos tipos de cáncer: mama y próstata. Lo que hicieron los investigadores fue medir la luz reflejada en el cielo que captan los satélites y una vez que identificaron las ciudades más iluminadas, comprobaron si había algún tipo de asociación con un aumento de la incidencia de estos cánceres, mama y próstata, que son los que, en principio, se vincularían con mayor exposición a luz nocturna. Los autores del estudio encontraron que sí había una asociación entre mayor iluminación y un mayor riesgo. El problema de estos estudios, y que es una pega real, es que no detectan qué luz recibe individualmente cada sujeto, sino la que hay reflejada en el cielo y que no tiene que coincidir necesariamente con aquella a la que cada uno se expone en su casa.

También hay que tener en cuenta que el hecho de vincular la luz nocturna con el cáncer es un tanto controvertido, no se puede decir así. Lo que sí se sabe es que la luz nocturna hace que el organismo produzca menos una hormona llamada melatonina. Y sabemos también que esa falta de melatonina altera el sistema circadiano. Debes saber que el sistema circadiano tiene un reloj biológico que está en nuestro cerebro y está preparado evolutivamente para detectar la alternancia entre la luz y la oscuridad, entre el día y la noche. Sabemos igualmente, gracias a los estudios epidemiológicos, que las alteraciones en nuestro sistema circadiano sí se vinculan a una serie de enfermedades como el síndrome metabólico y otras alteraciones cognitivas y afectivas. Se sabe, por ejemplo, que las personas que trabajan en turnos y que tienen alterado su sistema circadiano son más proclives a este tipo de enfermedades.

En el año 2008, la Organización Mundial de la Salud publicó un informe que decía que la disrupción circadiana, que incluye la luz y otros aspectos, es potencialmente carcinogénica para humanos y la incluía en el grupo 2A. El grupo 2A incluye a los factores que no muestran evidencias experimentales en humanos con la aparición de cáncer sino que la relación es asociativa, no causal. Es decir, las dos cosas parecen ir juntas pero no podemos demostrar que una lleve a la otra. En animales de experimentación en cambio las evidencias sí son suficientes para decirlo pero no en el caso humano.

Lea el artículo completo en: El Páis (España)
 

28 de noviembre de 2018

Crece el número de personas sin hogar en los EE.UU.

El número de personas sin casa ha aumentado en las prósperas ciudades de la costa oeste de EE.UU. que suelen ser lugares de destino para trabajadores jóvenes con alto nivel educativo, como San Francisco y Seattle, donde achacan el problema a los precios en alza y los desahucios.


Las cifras exactas son siempre difíciles de establecer pero 553.742 personas estaban sin hogar en una misma noche en todo Estados Unidos en 2017, según informó el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Fue la primera subida en siete años. No obstante, la cifra para todo EE.UU. sigue siendo un 13% inferior a 2010, gracias al descenso que se ha producido en 30 estados del país.

Los Ángeles, donde la situación se describe año tras años como sin precedentes, tiene más de 50.000 personas sin hogar, solo por detrás de Nueva York, que tiene unas 75.000.

La situación en Portland

Los ancianos y las minorías se ven afectadas por este problema de forma desproporcionada, según un estudio de la Universidad Estatal de Portland, que augura que la tecnología puede tener como consecuencia el recorte de miles de empleos de sueldos bajos, probablemente empeorando las cosas.

La presencia de los sin hogar en Portland y otras ciudades estadounidenses con el mismo problema es más visible que nunca.

Los residentes están cada vez más frustrados por el olor de orina, heces humanas y objetos abandonados que se amontonan en espacios públicos, a veces en sus propias escaleras.

En algunos sitios, cunde la sensación de que es una batalla que se está perdiendo.

Pero esta es una crisis que se está fraguando desde hace tiempo.

Los recortes del gobierno federal en los programas de vivienda asequible y en instalaciones para salud mental en las últimas décadas hicieron que muchas personas acabaran en la calle en Estados Unidos, según señalan autoridades y proveedores de servicios, mientras que los gobiernos locales son incapaces de llenar el vacío.

Informe de Naciones Unidas

El académico australiano Philip Alston, relator especial de Naciones Unidas para la pobreza extrema y los derechos humanos, viajó por todo Estados Unidos durante dos semanas en diciembre del año pasado.

Su misión incluyó visitas a Los Ángeles y San Francisco.

En su brutal informe, Alston declaró que "el sueño americano" se está convirtiendo rápidamente para muchos en "la ilusión americana". El gobierno del presidente Donald Trump criticó duramente sus hallazgos.

El futuro, advirtió Alston en una entrevista, no parece alentador.

"Las políticas del actual gobierno federal se centran en recortar, al máximo posible, los subsidios para vivienda, y creo que lo peor está por llegar".

Tomado de: BBC Mundo 



27 de agosto de 2018

Un pueblo diseñado para pacientes de Alzheimer está en camino a construirse en Francia

La aldea de Dax, al suroeste de Francia, acogerá en 2019 a 120 personas con Alzheimer. El proyecto costará US$ 33 millones.

Henri Emmanuelli fue un diputado y ex ministro de la aldea de Dax, al suroeste de Francia. En vida propuso crear un pueblo para pacientes de Alzheimer. Hoy se está volviendo realidad. 

Alrededor del 65% de los casos de demencia obedecen al Alzheimer, y en el mundo suman más de 32 millones de enfermos, según la OMS.

La idea es que un pueblo medieval acoja a más de un centenar de pacientes que aún cuenten con la suficiente autonomía. Ellos podrán entablar relaciones sociales y vivir en libertad, entre sí. 
La aldea de Dax estará construida como un típico centro histórico de una ciudadela medieval europea. 

La arquitecta Nathalie Grégoire señaló que el diseño facilita la seguridad y cuidado de los residentes, pero mantiene un ambiente abierto con vastas áreas verdes, según Ticbeat. 

Además, habrá médicos viviendo en el pueblo, pero sin las clásicas túnicas blancas, sino como infiltrados. Es decir, un cuidadano más que no interfiera en la vida diaria de los pacientes. 
La aldea contará con un supermercado, peluquería, taberna, biblioteca, gimnasio y una granja. 
Las calles están concebidas para evitar que los residentes se pierdan, y cuidar su memoria en el proceso. El tráfico será escaso y el entorno pequeño le permitirá sacarle el máximo jugo al lugar. 
Solo habrá cuatro distritos y los vecinos vivirán en casas compartidas. Una suerte de asilo giganta y de lujo para pacientes de Alzheimer. 
En total, habrá 100 cuidadores para los 120 voluntarios, y costará US$ 33 millones. 

Fuente:

20 de mayo de 2018

El reciclaje, la gran asignatura pendiente de Hong Kong

La ex colonia británica no tiene capacidad para dar salida a las toneladas de desperdicios que acumula tras la prohibición de China de importar ciertos residuos a su territorio.

Parece impensable que en una de las urbes más modernas del mundo, el ciudadano de a pie encuentre multitud de trabas a la hora de hacer algo tan común en sociedades desarrolladas como reciclar. En Hong Kong, una metrópoli con más de siete millones de habitantes, hay muy pocos puntos de reciclaje y, además, son minúsculos. Cuatro recipientes de colores -azul para el papel, naranja para el plástico, amarillo para las latas y plateado para el orgánico-, son el único refugio para la ingente cantidad de envases o latas que cada familia genera en un día. Peor aún lo tienen el vidrio, las pilas y baterías o los aceites, cuyo procesamiento apenas tiene cabida en un lugar en el que los cubos de desperdicios en cada casa son un poema de materiales entremezclados. Por si fuera poco, a esta insostenible situación hay que sumarle en este 2018 un nuevo reto: la prohibición por parte de China de importar a su territorio ciertos materiales para reciclar, principal salida de la ex colonia británica para deshacerse hasta ahora de lo poco que llegaba a estos contenedores multicolor.
Hasta el año pasado, Hong Kong exportaba más del 90 por ciento de sus desechos reciclables a China, además de servir como puente para reexportar al territorio chino continental los residuos que otras naciones enviaban hasta la ciudad de los rascacielos. Sin embargo, esto cambió a finales de 2017 cuando los efectos de la prohibición de Pekín, -que ya no permite importar 24 tipos de residuos sólidos bajo la premisa de proteger su medio ambiente- comenzaron a hacer mella en esta región administrativa especial. Desde entonces, las autoridades de la ciudad se han visto sobrepasadas y en los muelles se han acumulado montañas de periódicos, cartón y otros desechos de oficinas. Otros materiales como el plástico han corrido peor suerte y han acabado en los vertederos de la ciudad, echando por tierra el buen hacer de algunos hongkoneses.

Lea el artículo completo en:

27 de septiembre de 2017

Inteligencia artificial y gestión de residuos: ¿el fin de los camiones de basura?

Un nuevo sistema de recogida automatizada registra la cantidad de basura que desposita cada familia y adapta las tasas a pagar.

En la mayor parte de las ciudades, los basureros recorren las calles, vacían contenedores, soportan —como los vecinos— los malos olores y los ruidos que genera el proceso de recogida de basura. Parece que los camiones son una parte imprescindible dificil de automatizar, pero la empresa Envac propuso hace unos años un sistema neumático propulsado por ventiladores, que podría ayudar a mecanizar este proceso de recolección transportando la basura por debajo del suelo. Ahora, este sistema se sirve de la inteligencia artificial y el internet de las cosas para autoregularse y ser más eficiente haciendo, por ejemplo, que pagues solo por la basura que generas. 

El sistema neumático de recogida de basura consta de tres elementos: unos buzones en la calle o en los edificios donde depositar las bolsas; una red de tuberías conectadas a los buzones, distribuidas por debajo del suelo por donde viaja la basura; y una central de recogida hasta donde llegan las bolsas absorbidas por un ventilador. Este sistema permite también el reciclaje: las bolsas que contienen plástico, por ejemplo, viajan por las mismas tuberías pero en momentos de recogida diferentes.

¿Dónde entra la conectividad en este proceso? En un proyecto que ya está funcionando en la ciudad de Bergen, la segunda más grande de Noruega. Allí, el internet de las cosas ayuda a que pagues solo por la basura que generas. Cuando el ciudadano accede al contenedor para tirar sus bolsas de basura, tiene que identificarse en un sistema que registra la cantidad y el tipo de basura que ha tirado. El Ayuntamiento —que es quien contrata los servicios de la empresa— dispone de aplicaciones en línea para recibir los datos, medir el volumen de residuos de cada hogar y facturar al ciudadano la tasa de basura según cuánta haya generado.

Esta información puede ser útil para anticipar picos de vertidos y adaptar las tasas. Actualmente, estos impuestos se pagan con el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o con una tasa fija. "La Administración tiene una información imprecisa porque en esa casa puede vivir una persona o cuatro. Ahora todos pagan lo mismo, independientemente de que generen muy poca basura o mucha", explica Carlos Bernad, presidente de Envac Iberia.
Este es el primer paso de un proceso en el que también juega un papel importante la inteligencia artificial. En la empresa están enseñando a las máquinas a autogestionarse y detectar cuándo los buzones están llenos y es necesario vaciarlos, les enseñan a hacer predicciones y saber cuándo tienen que activarse.

Aunque están en fase de pruebas, pronto estos sistemas aprenderán a reprogramarse para optimizar su funcionamiento. Usarán algoritmos calculando las frecuencias de apertura de los buzones y podrán prescindir de muchos operarios. "Esta forma de funcionar necesita más inversión que lo que se ha venido haciendo hasta ahora, pero genera también otros beneficios", explica Bernad. "Nuestra aspiración no es reemplazar la recogida tradicional, pero es cierto que la industria tiende hacia un modelo más inteligente".

Fuente:

El País (España)

3 de septiembre de 2016

El estrés de la ciudad vuelve a los pájaros más agresivos

El ritmo estresante de la ciudad vuelve a las aves más agresivas, según un estudio realizado en Estados Unidos que revela que el gorrión melódico es más agresivo a la hora de defender su territorio urbano que sus congéneres del mundo rural. La investigación, publicada recientemente en la revista científica Biology Letters, ha sido realizada por investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Balcksburg, EEUU). 

El trabajo sugiere que el comportamiento más violento de los pájaros urbanos se debe a que cuentan con menos espacios pero más recursos para defenderse, ya que vivir entre los humanos proporciona mejor alimento y refugio pero acarrea mayor competencia para hacerse con esos recursos, más limitados. 

Los científicos midieron en nivel de agresividad territorial de machos de gorrión melódico (Melospiza melodia), una especie muy extendida en Norteamérica, en diferentes áreas rurales y suburbiales de la región de New River Valley (Virginia, EEUU). En concreto, reprodujeron en cada espacio la grabación del canto de un gorrión melódico y observaron las reacciones de los habitantes de la zona ante la intrusión. En los puntos más urbanizados, los gorriones se acercaban más al altavoz, batiendo sus alas furiosamente, y se unían al canto fuerte del altavoz para después iniciar un trino más apagado que los investigadores asocian con un ataque inminente. En el caso de los gorriones de campo, el vigor de la reacción era sensiblemente inferior. 

La investigación apunta que, de acuerdo con las estimaciones de la ONU de que la población mundial alcanzará los 9.600 millones en 2050, es preciso analizar las variaciones de comportamiento de las aves ante la expansión del ser humano con el fin de garantizar que las ciudades sean espacios "amigables para la biodiversidad". 

El artículo completo en:

El Mundo (España)

21 de diciembre de 2015

Eyman: El pueblo cuyo sacrificio logró parar la epidemia de peste negra

En ocho escasos días, en agosto de 1667, Elizabeth Hancock perdió a su marido y a sus seis hijos.
Cubriendo su boca con un pañuelo para disimular el hedor de la descomposición, arrastró sus cuerpos hasta un campo cercano y los enterró.



Los seres queridos de Hancock fueron víctimas de la peste negra, también conocida como peste bubónica o muerte negra, una plaga mortal que asoló Europa de forma intermitente entre el siglo XIII y el XVII, matando a 150 millones de personas.

La epidemia que tuvo lugar entre 1664 y 1666 fue particularmente notoria, el último gran brote de la enfermedad en Inglaterra.

Sólo en Londres fallecieron 100.000 personas, una cuarta parte de la población de la capital.
En medio de esa devastación, en el Distrito de los Picos de Eyam, donde vivían Hancock y su familia, tuvo lugar el más heroico de los sacrificios de la historia de Reino Unido.
Gracias a ese acto la peste negra dejó de propagarse.

Lee: La peste negra, la plaga que EE.UU. no ha logrado erradicar

Telas infestadas

Hoy todo parece estar bien en Eyam.

Los niños recolectan gruesas moras en las zarzas de las afueras del pueblo.
Los ciclistas aminoran la marcha en sus empinadas calles, haciendo a las hojas secas crujir bajo las ruedas.

Situada a 56 kilómetros al sureste de Manchester, es una tranquila ciudad dormitorio de 900 habitantes.

Y cuenta con todos los elementos presentes en cualquier localidad inglesa: pubs, acogedores lugares para tomar el té y una idílica iglesia.

Lea: ¿Por qué sigue muriendo la gente de peste bubónica?

Pero hace 450 años el panorama era muy distinto.

Las calles estaban vacías, las puertas de las casas habían sido pintadas con cruces blancas y sólo se escuchaban los lamentos de los moribundos, infectados por la peste bubónica.

La el artículo completo en:

BBC mundo

25 de agosto de 2015

¿Qué estados tienen mayor proporción de inmigrantes?: Te sorprenderás

El estudio más reciente de la ONU sobre la migración internacional revela que el 3,2% de la población mundial vive en un país distinto de aquel en el que nació. La investigación incorpora 265 áreas, países o regiones, sobre las que se especifica la población de migrantes internacionales en cada uno de ellos en proporción con la población total. 

Esta estadística, presentada en un informe de la ONU de 2013, se diferencia de la lista de estados con mayor número de inmigrantes, liderada tradicionalmente por EE.UU., ya que lo que pretende destacar es la relación porcentual entre el número de habitantes de un lugar y la cantidad de foráneos que viven allí.

Excluyendo protectorados y territorios no incorporados, como las Islas Malvinas, San Martín y Macao, los diez primeros estados con mayor proporción de inmigrantes son:

1) Ciudad del Vaticano: 100,0%
2) Emiratos Árabes Unidos: 83,7%
3) Catar: 73,8%
4) Mónaco: 64,2%
5) Kuwait: 60,2%
6) Andorra: 56,9%
7) Bahréin: 54,7%
8) Brunei: 49.3%
9) Luxemburgo: 43,3%
10) Singapur: 42,9 %



Los países del mundo con mayor porcentaje de inmigrantes  
 
De todos los habitantes de la Santa Sede ninguno ha nacido allí, lo que convierte al Vaticano en el país con mayor presencia proporcional de inmigrantes. Los Emiratos Árabes Unidos y Catar son los Estados del Golfo que más explotan la mano de obra barata de trabajadores que vienen de países como Bangladesh, India y Filipinas.

En el otro extremo de la escala figuran seis países en los que se estima que sólo un 0,1% de la población nació en el extranjero: China, Cuba, Indonesia, Vietnam, Lesoto y Madagascar.

Fuente:

Actualidad RT

28 de enero de 2015

Paris y su proyecto para convertirse en 2050 en la ciudad del futuro


2050 se está volviendo el año donde importantes ciudades están apuntando a un cambio radical dentro de su planeación urbana, precisamente ayer conocíamos el caso de Nueva York y la transformación de la calle 42 en un gran ecosistema conectado con todo lo necesario siendo los mismos habitantes los encargados de su mantenimiento y supervisión.
Pues ahora conocemos el proyecto de "Paris Smart City 2050" el que no busca transformar sólo una calle, sino toda la ciudad, siendo el primer proyecto sostenible con estas características, que además ya ha sido aprobado por el gobierno de la ciudad.


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22 de mayo de 2014

Las ciudades nos enferman

  • En los últimos 20 años, la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en Europa

  • Muchos investigadores analiza cómo el entorno moldea indicadores de salud o enfermedad

  • Iniciativas como el préstamo público de bicicletas tiene un efecto positivo en la salud


Contaminación vista en el 'skyline' de Madrid

 ¿Cuándo fue la última vez que paseó por un parque? ¿A qué distancia de su casa está? ¿Cuánto tiempo tarda en desplazarse al trabajo? ¿Lo hace en bicicleta, andando, en coche...? Todos estos pequeños gestos cotidianos influyen en nuestra salud de manera más palpable de lo que podamos imaginar y a la ciencia le preocupan de manera creciente. 

"Cada vez está más claro que el campo de acción de la Medicina ha desbordado los límites del hospital y del centro de salud", explica a EL MUNDO Manuel Franco, investigador de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Como él, son muchos los investigadores que han puesto su foco de estudio en nuestros barrios, ciudades, en cómo el entorno físico en el que vivimos moldea indicadores como la tensión arterial, la función pulmonar o el riesgo de enfermedades como el cáncer o la diabetes.

"La salud debe ser parte de las consideraciones cuando se planifica urbanísticamente una ciudad", coincide desde Ginebra María Neira, responsable del departamento de Salud Ambiental de la Organización Mundial de la Salud. "Y es necesario implicar a arquitectos, alcaldes, urbanistas... para definir lo que se puede ganar o perder en términos de salud".

Este desbordamiento de fronteras se nota también en la incorporación a estos estudios de salud de expertos de disciplinas hasta ahora muy alejadas, como el urbanismo, la sociología, la economía... "Es verdad que cuando vas a pedir financiación para un tema de estos chirría un poco", admite Franco, que ha recibido un millón y medio de euros del European Research Council para estudiar cómo influye la geografía de 90 barrios de Madrid en la salud de sus habitantes. Y entendiendo por geografía desde la disponibilidad de espacios verdes al número de puntos de venta de tabaco, restaurantes de comida rápida o carriles bici.
Precisamente, en febrero la revista Health and Place publicaba un trabajo estadounidense en el que se mostraba que los niños que viven cerca de establecimientos de comida rápida tienen mayor riesgo de obesidad.

Como explica Mark Nieuwenhuijsen, del Centro de Salud Ambiental de Barcelona (CREAL), hay numerosos estudios ya publicados en los que se demuestran los beneficios de la cercanía de espacios verdes en parámetros tan dispares como la ansiedad, la calidad de sueño, la salud cardiovascular, la longevidad, mortalidad o tasa de partos prematuros. "Pero no sabemos exactamente los mecanismos por los que esto se produce, no sabemos si es porque estas personas tienen menos estrés, realizan más actividad física, tienen una mayor red de contactos sociales o respiran menos contaminantes", admite.

Para tratar de dar una respuesta a esta cuestión Nieuwenhuijsen y su equipo están llevando a cabo el estudio Phenotype con 5.000 personas residentes en cinco ciudades europeas diferentes (entre ellas, Barcelona). "Hemos visto ya que la cercanía a espacios verdes reduce el riesgo de bajo peso al nacer y mejoras en el estado cognitivo o las tasas de obesidad de los niños", explica este investigador.

Ambos coinciden en que estos trabajos de ecología urbana tienen un protagonismo creciente en la comunidad científica, donde cada vez más equipos tratan de indagar en la cuestión. "No obstante, el 75% de la población mundial vive ya en áreas urbanas", subraya Nieuwenhuijsen. Y aunque podría simplificarse pensando que la población de áreas rurales tiene mejor estado de salud, el investigador holandés afincado en Barcelona reconoce que no se puede comparar, porque existen muchos otros indicadores, "como una mayor lejanía a los servicios de salud. Además, la población rural no está expuesta a los espacios verdes durante todo el tiempo". Según datos de la OMS, en los últimos 20 años la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en los países europeos, mientras que la población lo ha hecho sólo un 6%.

"En el centro de Madrid, la Plaza de Olavide está siempre llena de gente; en cambio, si colocas esa misma plaza en un barrio nuevo, de las afueras, probablemente esté vacía la mayor parte del tiempo", explica Franco. "No sabemos si es porque la gente en ese barrio no se conoce, o porque no hay tradición... Urbanísticamente es la misma plaza, con los mismos columpios para los niños, los bancos para sentarse, pero allí no funciona", explica este especialista. "Sabemos que si estás en la calle, la gente no está en el sofá, así que eso tiene beneficios por sí solo, aunque no esté haciendo ejercicio".

De hecho, sus primeras entrevistas cualitativas demuestran que no sólo son importantes los espacios verdes, sino también las zonas urbanas para pasear. "Lo que hemos visto en las entrevistas es que para las personas mayores es importante también poder ver tiendas, jaleo social. Es lo que llamamos el land mix use, que la ciudad sea el espacio en el que vivimos, paseamos, compramos... Eso es lo que diferencia Chamberí [un barrio céntrico de Madrid] del Ensanche de Vallecas [un PAU a las afueras], que allí la gente coge el coche para ir a un bar a tomar una cerveza. Tenemos que convertir las ciudades en lugares donde la gente pueda pasear despacio, cuando más despacio van las ciudades, más agradables son para las personas".

Como añade Neira por su parte, las enfermedades crónicas son una pata importante del binomio urbanismo-salud ("no podemos decirle a la gente que haga actividad física si la ciudad se mueve en el límite de lo peligroso"); el otro es la contaminación. "La contaminación es ya responsable de siete millones de muertes al año en el mundo, y si no planificamos las ciudades para reducir el uso del coche evidentemente estamos perdiendo oportunidades".

Tanto Franco como Nieuwenhuijsen coinciden en que convertir las ciudades en espacios saludables, pensados para las personas y no para los coches, es un reto desde el punto de vista político y urbanístico. Copenhague es un buen ejemplo de ello. "No pensemos que en Dinamarca la gente ha ido siempre en bicicleta, el urbanista Jan Gehl tiene buena culpa de ello", recuerda Franco, aludiendo a la reorganización del tráfico promovida por este urbanista que logró convertir la capital danesa en una de las ciudades con mayor número de bicicletas del mundo, donde el 30-40% de los desplazamientos se producen sobre dos ruedas (frente al porcentaje de ciudades españolas como Madrid o Barcelona, con apenas el 2%).
"No se puede comparar directamente la salud entre Copenhague y Barcelona sólo por la diferencia en el número de bicicletas, porque existen otros parámetros que influyen. Pero sí se han comparado diferentes cohortes danesas en las que se demuestra que el uso de la bicicleta mejora la salud cardiovascular", afirma el especialistal del CREAL. Incluso teniendo en cuenta el posible riesgo de accidentes derivado de las bicicletas, la actividad física de quienes van a trabajar en este medio de transporte repercute positivamente en parámetros como las tasas de cáncer, diabetes o presión arterial. 

Así se ha demostrado también recientemente en Londres, donde un trabajo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical demostró en la revista British Medical Journal que el sistema público de préstamo de bicicletas tiene un efecto general positivo en la salud (incluso descontando el riesgo de accidentes), "probablemente por la reducción de ciertas patologías que se benefician de la actividad física", concluía el análisis de James Woodcock.

"Desafortunadamente, las ciudades se diseñan pensando en cómo evitar atascos, y cómo llegar rápido de casa al trabajo en coche", lamenta el investigador, "no se piensa en los ciclistas ni peatones, y eso que tendría beneficios directos para las ciudades, como menores tasas de contaminación o de ruido".

"Las ciudades no están diseñadas para hacer ejercicio en el día a día, y los lugares de trabajo cada vez están más alejados", explica Nieuwenhuijsen, todo lo cual contribuye a las tasas de sedentarismo que tanto preocupan a la OMS (con tasas en torno al 60% en los países desarrollados) responsables de 3,2 millones de muertes anuales en el mundo.

A los beneficios físicos habría que sumar también los efectos psicológicos. De nuevo en Reino Unido, un estudio de la Oficina Nacional de Estadísticas observó que los ciudadanos que usan el transporte público a diario para ir a trabajar tienen más riesgo de ansiedad. Por cada minuto adicional de desplazamiento empeoraban las sensaciones en una escala que valora la calidad de vida; mientras que en EEUU se ha asociado cada hora en el coche a un aumento del 6% del riesgo de obesidad.

"Si comparamos Europa con el resto del mundo, salimos bien en la foto, porque las ciudades europeas han experimentado un cambio radical en las últimas décadas", señala Neira; "pero si nos comparamos con nosotros mismos y con dónde podíamos estar, aún necesitamos mejorar", concluye la responsable de la OMS.

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15 de marzo de 2014

Un modelo matemático predice la expansión de los virus en función de los vuelos entre ciudades

Para un virus como el H1N1, causante de la pandemia de gripe de 2009, Madrid está más cerca de Londres de lo que dicen los mapas. Investigadores alemanes han diseñado un modelo matemático que sustituye la distancia geográfica por una basada en el tamaño de las ciudades y la frecuencia de sus vuelos. El programa predice así el origen y la expansión de una enfermedad.

Los autores del estudio, publicado esta semana en la revista Science, han considerado los caminos más probables que seguirían los virus dentro de la red de vuelos de todo el mundo.

Estos expertos basan su modelo, que explica la dinámica global de expansión de de enfermedades, en la idea de que en un mundo tan conectado como el actual, las distancias geográficas ya no pueden ser la base de los patrones de expansión de los virus.

“El método sirve para fenómenos contagiosos que se propagan a través de una red, entre ellos las enfermedades altamente infecciosas”, indica a SINC Dirk Brockmann, uno de los autores del trabajo e investigador de la Universidad de Humboldt en Berlín (Alemania).

Así, esta teoría computacional puede encontrar los lugares donde llegará una epidemia en primer lugar o la velocidad con la que lo hará, sin tener en cuenta las características particulares del patógeno que la provoca.

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Simulación del mundo según el modelo matemático, con la ciudad de Madrid como referencia. (Foto: Dirk Brockmann)



“Hay patrones que se pueden predecir sin el conocimiento de parámetros específicos como la tasa de infección y la de recuperación”­, señala Brockmann. Aunque la velocidad de propagación depende de estas variables, la forma en que el contagio se distribuye por una red es siempre el mismo.

Los ensayos han permitido simular adecuadamente la dinámica seguida por el virus de la gripe H1N1 en 2009 o el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, en sus siglas en inglés), otra enfermedad vírica que causó estragos en 2003.

 “Consideremos tres lugares como Madrid, Londres y una ciudad española más pequeña con un aeropuerto que conecta con Madrid, por ejemplo, Málaga –explica el investigador alemán–. Con un mismo número de madrileños infectados, habrá una mayor cantidad de ellos que viajen a Londres, por lo que la capital británica está más cerca, aunque aparezca lejos en el mapa”.

“En otras palabras, si una infección comienza en un lugar remoto, alcanzará rápidamente las principales ciudades –continúa Brockmann–. Sin embargo, si se inicia en una gran población llegará rápidamente a otras localizaciones importantes, pero no necesariamente a sitios remotos”.

Los autores indican que el modelo y la simulación matemática que han diseñado pueden utilizarse para adelantarse a las consecuencias de una enfermedad y frenar así su avance.

“En el futuro, esperamos que nuestro método pueda mejorar los que ya existen para predecir la propagación de una enfermedad y ayudar a entender otros fenómenos como la expansión de virus informáticos o la transmisión de información”, concluye el científico. (Fuente: SINC)

Tomado de:

NCYT

3 de octubre de 2013

El 'desafío' de reinventar las ciudades de Europa

El alcalde de Londres, Boris Johnson, con Michael Bloomberg. | C. Fresneda

El alcalde de Londres, Boris Johnson, con Michael Bloomberg.

A punto de ceder el testigo en Nueva York, Michael Bloomberg se ha dejado caer por Londres para lanzar -junto al enérgico Boris Johnson- su particular "Desafío a los Alcaldes" de Europa. En su vertiente de filántropo, Bloomberg ha puesto sobre el tapete cinco millones de euros para "la solución urbana más audaz" en una competición abierta a todas las ciudades europeas de 100.000 habitantes, "y en la que serán muy bien acogidas las propuestas españolas", en palabras del todavía edil neoyorquino.

"Mientras los países hablan, las ciudades actúan", sostiene Bloomberg. "Las ciudades están redefiniendo el futuro y marcando el camino. Con esta competición, similar a la que ya lanzamos en Estados Unidos, pretendemos acelerar ese proceso y extenderlo por todos los rincones".

Boris Johnson recordó cómo las ideas surgidas en las ciudades, desde el ascensor a la bicicleta pública, tienen un efecto "contagioso y transformador que trascienden las fronteras". "Nueva York nos ha copiado la bici pública, y nosotros se la copiamos a París, y así es como funciona la sana competición entre las ciudades".

Johnson esbozó unas cuantas ideas para la posible propuesta de Londres al concurso. Una de ellas, el posible cierre a los "motores de combustión en el centro de la ciudad", reservándolo únicamente para el transporte eléctrico a partir del 2020. Johnson anticipó también su idea de plan a gran escala de ahorro y eficiencia energética en las casas de Londres ("tenemos que acabar con la fiebre de las mansiones colosales"). El alcalde londinense se mostró convencido de que la solución ganadora "será el campo del transporte y el medio ambiente".

Soluciones prácticas

La alcaldesa de Varsovia y presidenta de Eurocities, Hanna Gronkiewicz-Waltz, rompió una lanza por el proceso de transformación de las viejas ciudades europeas, y el edil de Florencia, Matteo Renzi, destacó también la función de los centros urbanos como "motores de innovación en la recuperación económica".

Con sus 12 años de experiencia, volcado ahora en la labor de Bloomberg Philanthropies, el alcalde de Nueva York incitó a la iniciativa privada a subirse al carro de "la transformación de las ciudades con soluciones prácticas". "Los alcaldes no estamos para hacer ideología sino para recoger la basura", dijo Bloomberg. "Todas las ciudades son en el fondo lo mismo, y todos los ciudadanos quieren vivir y trabajar en lugares donde se sientan seguros, donde sea fácil moverse, donde esté garantizada una buena educación para sus hijos y donde se pueda llevar una vida saludable".

"Más de la población mundial vive ya en ciudades", concluyó Bloomberg. "Por eso necesitamos ciudades que funcionen, con soluciones visionarias que puedan ser fácilmente replicadas".

Además del gran premio, los cuatro proyectos finalistas serán galardonados también con un millón de euros cada uno. Las ciudades podrán anunciar su participación hasta el 11 de noviembre y enviar las solicitudes antes del 31 de enero 2014. En primavera se anunciarán las 20 finalistas y el premio se otorgará en otoño del próximo año.

Tomado de:

El Mundo Ciencia

2 de septiembre de 2013

La internet de las cosas muertas


Smart App-artamento, un proyecto para controlar los servicios del hogar a través de una tableta.

Hace calor. El refrigerador regula su temperatura para asegurarse que las bebidas estén frías para cuando llegues a casa, en 30 minutos.

La televisión descarga tu episodio favorito y lo tiene listo para cuando enciendas el televisor. La vasija con agua para el perro se vuelve a llenar después de que tu mascota la ha vaciado.

Tú no estás haciendo nada. Internet lo está haciendo todo por ti.

Hace algunas semanas hablamos de la clic internet de las cosas vivas, una propuesta para 'hackear a la naturaleza' haciendo uso de las propiedades de la red. Hoy hablaremos de su opuesto: la internet de los objetos o de las cosas muertas.

La "internet of things" o IoT (como se le conoce en inglés) es un término que data de 1999 y que se refiere al concepto de que los objetos de casas, oficinas o ciudades puedan hablar entre sí a través de una conexión a internet.

Sus usos -más allá de las anécdotas personales relatadas arriba- pueden tener un fuerte impacto en políticas públicas.

Imagina por ejemplo una ciudad con electricidad inteligente. La compañía que provee el servicio registra a través de medidores especiales cuando estás en casa, cuando usas más electricidad y regula el suministro de esa manera. Así se ahorra energía, recursos y dineros. Todos ganan.

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BBC Ciencia

25 de junio de 2013

La ciudad de Mahendraparvata, en Camboya, muestra sus secretos

Un grupo de arqueólogos descubre una asombrosa red de canales en la capital del imperio Jemer.

La metrópoli fue el corazón del dominio del sudeste asiático durante seis siglos.




El conjunto de Mahendraparvata está al norte de Angkor, Camboya. / Z. Aldama
La historia tiene un atractivo incomparable: en pleno siglo XXI, un grupo de arqueólogos descubre en la jungla de Camboya una ciudad de hace 1.200 años gracias a una sofisticada técnica —LIDAR— que utiliza un láser acoplado a un helicóptero para penetrar el denso follaje y revelar los grandes secretos que esconde una de las grandes civilizaciones de Asia. Por si fuera poco, para acceder al lugar los científicos tienen que recorrer barrizales infestados de alimañas y campos en los que las minas antipersona del Jemer Rojo están siempre al acecho. Pero no importa, porque el descubrimiento de una ciudad perdida, que ha pasado desapercibida a los saqueadores, bien merece correr el riesgo.

La ‘exclusiva mundial’ del hallazgo la publicó el pasado sábado el Sydney Morning Herald, y sería el argumento perfecto para la quinta entrega de las andanzas cinematográficas de Indiana Jones si no fuese porque tiene una pequeña pega: es una verdad a medias. No en vano, muchos de los edificios cuyo descubrimiento se había atribuido al grupo de científicos liderado por Jean-Baptiste Chevance, director de la Fundación de Arqueología y Desarrollo de Londres, eran bien conocidos desde hace años. Se trata del conjunto de Mahendraparvata, situado en la montaña de Kulen —libre de artefactos explosivos—, al norte del mayor complejo de templos hinduistas del mundo, Angkor.

“Para ser honestos, no es totalmente nuevo”, reconoció ayer Chevance, que ha estado trabajando en el proyecto desde 2008 y que culpó de la exageración que se ha hecho del proyecto al sensacionalismo del rotativo australiano. “Lo que sí es novedoso es la utilización de la técnica LIDAR para ir más allá en el estudio. Así hemos conseguido desvelar una red de carreteras, canales y diques que conectan los monumentos que ya se conocían”. Lo que sobre el terreno parecían surcos y agujeros sin relevancia alguna es, en realidad, un complejo sistema de comunicaciones en el que el agua, en cuya compleja distribución se han encontrado hasta presas, juega un papel primordial.

Y es esa revelación la que confirma que Mahendraparvata era una ciudad y no un simple conjunto de edificios. “Con este instrumento, de repente, hemos visto inmediatamente la imagen de una ciudad cuya existencia nadie había conseguido certificar”, comentó al diario australiano The Age otro de los científicos, Damian Evans, director del Centro Arqueológico de la Universidad de Sydney en Camboya. “Estamos hablando de una ciudad que tiene más de mil años y que es completamente subterránea. Lo que ves cuando estás allí es una montaña agujereada, y si no sabes lo que hay podrían parecerte agujeros naturales”, añadió el cartógrafo del grupo, Stephane De Greef.

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El País (España)
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