¿Se imagina viviendo dentro de un contenedor de carga? Para muchos puede sonar a pesadilla, pero lo cierto es que hoy en día vivir en estos gigantes recipientes puede resultar un lujo.
En los últimos años se ha desarrollado una nueva modalidad arquitectónica que consiste en reciclar estos embalajes de acero para convertirlos en casas, con todas las comodidades de un hogar tradicional.
La idea surgió como una iniciativa ecológica, ya que aprovecha materiales que están en desuso: se estima que la vida útil de un container es de cerca de diez años y el aumento del transporte marítimo y terrestre de mercaderías significa que cada vez se fabrican más.
Por ello, expertos en construcción interesados en cuidar el medio ambiente comenzaron a diseñar casas utilizando como materia prima los contenedores que eran desechados.
Los primeros ejemplos surgieron en Europa pero lentamente la idea está empezando a tomar vuelo en otras partes, incluyendo América Latina.
"Es como jugar con Legos", le dijo a BBC Mundo la arquitecta uruguaya Paola Rossi Pastor, creadora de Project Container, un emprendimiento que ofrece casas hechas a base de contenedores en Uruguay, Argentina y Brasil.
Distintos modelos
Por ser un elemento utilizado de manera generalizada en el comercio mundial, las dimensiones de los embalajes están normalizadas internacionalmente.Existen dos tipos: los que miden 6 metros y los que miden el doble. En tanto, el ancho es el mismo en todos los casos: 2,5 metros.
Debido a que esto resulta demasiado angosto para formar un espacio suficientemente cómodo, los expertos unen varias de estas cajas para crear las viviendas.
Así, combinando los embalajes de diversas maneras Rossi Pastor diseñó y patentó 16 modelos distintos de casa, que pondrá a la venta a partir de 2011.
Uno de esos diseños estará exhibido a partir de enero en el popular balneario uruguayo de José Ignacio, cerca de Punta del Este.
Ecológico y barato
Según sus creadores, las casas a base de containers son particularmente atractivas para personas que tienen conciencia ecológica y quieren obtener una vivienda en poco tiempo y a un precio más bajo."A diferencia de las de hormigón, una de estas casas puede estar lista en apenas 45 días", explicó la arquitecta.
También es necesario reforzar el acero para permitir que las estructuras se puedan superponer, a menos que se apilen los contenedores en forma lineal, en cuyo caso ya están hechos para resistir el peso de otros seis o siete embalajes.
La menor mano de obra permite a su vez reducir los costos, por lo que estas casas se venden, en promedio, a un 30% menos que las tradicionales.
Vida útil
Pero no todas son ventajas. Lo cierto es que aún no existen estudios que demuestren cuán larga es la vida útil que tienen las casas container.Si uno considera que el material de base ya cuenta con un uso de unos diez años, es difícil prever que estas casas sobrevivan más de medio siglo.
Rossi Pastor acepta que las casas a base de contenedores tienen una expectativa de vida mucho más corta que sus pares de hormigón.
Para intentar mejorarlas, es necesario cubrir los contenedores con una pintura especial que resguarde el exterior metálico ante los efectos del clima.
¿Vivir en un búnker?
"La idea es humanizar el espacio", explicó.
Siguiendo con el espíritu ecológico, el diseñador eligió muebles reciclados para decorar los distintos modelos de casas.
"Además de ser sustentable, eso contribuye a reducir los costos", señaló.
El toque final es la "personalización" de cada una de las casas.
Para ello, Massa planea incluir en cada unidad un diseño que explica el historial de cada uno de los embalajes que forma ese espacio.
Así, los dueños de estas casas containers podrán saber en qué lugares del mundo estuvieron sus paredes e imaginar las aventuras pasadas de su nuevo hogar.