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28 de septiembre de 2018

Australia da luz verde a la mayor planta termosolar del mundo

El gobierno australiano acaba de aprobar la construcción de la mayor planta termosolar del mundo: un monstruo con una potencia 150 megavatios que será construido en Port Augusta, en Australia Meridional.


Es cierto que, durante los últimos años, la apuesta por las energías renovables está siendo muy potente en Australia. Pero la planta de Port Augusta dista mucho de ser un capricho político: la inversión de 510 millones de dólares está muy por debajo del costo estimado que tendría una nueva central de carbón con una capacidad similar.

La otra energía solar

"La importancia de la generación termosolar reside en su capacidad de proporcionar energía virtualmente a demanda mediante el uso de almacenamiento de energía térmica", explicaba Wasim Saman, de la Universidad de Australia del Sur.

Esto es importante. Las plantas fotovoltaicas convierten la luz solar directamente en energía. El problema es que la energía eléctrica, como el pescado, se conserva mal. Aquí en Xataka seguimos de cerca los avances en baterías, pero la verdad es que nuestra capacidad de almacenar energía con las redes eléctricas actuales es muy limitada.

Ahí es donde las plantas solares térmicas pueden marcar la diferencia. Estas plantas usan espejos para concentrar la luz en un sistema de calefacción. Gracias al calor almacenado en el sistema de sal fundida, se calienta agua para generar energía gracias a turbinas de vapor.

Según las previsiones, Port Augusta podrá seguir generando energía ocho horas después de que el sol haya caído. Se busca, a medio plazo, conseguir completar el ciclo diario de tal forma que la producción energética no se vea alterada por la duración de los días.

¿Es energía todo lo que reluce?

Port Augusta no es una innovación en sentido estricto. Ya hay una planta con una tecnología muy similar funcionando en Nevada con una capacidad de 110 megavatios. Y los resultados han sido muy buenos: "Esta es una forma sustancial más económica de almacenar energía que el uso de baterías", dicen los expertos.

Es rigurosamente cierto que presentan mejoras con respecto a las baterías u otros sistemas de almacenamiento eléctrico. Pero no tienen todo de su lado: solo pueden almacenar calor. Sus sistemas de almacenamiento no se pueden usar para almacenar, por ejemplo, el excedente eólico. 

¿Tiene sentido hacer grandes inversiones en sistemas de acumulación de energía que no podemos aprovechar del todo bien? Más aún cuando las energías renovables ya representan más del 40% de electricidad en el sur de Australia.

Nos encontramos ante una carrera histórica en la que las tecnologías renovables compiten para conseguir llevarse la mayor cantidad posible de inversiones. Esas inversiones serán fundamentales en el desarrollo de la tecnología del futuro. Pero una cosa está clara: las energías renovables están imparables.

Tomado de: Xataka

22 de agosto de 2018

Biobaterías: las pilas que utilizan papel y bacterias para generar energía


Papel + bacterias= energía

Así podría resumirse la fórmula revolucionaria de una nueva tecnología, "barata y renovable", presentada esta semana en la 256ª Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Química de Estados Unidos.

Se trata de baterías hechas de papel y alimentada por microorganismos que, según sus creadores, podrían ser utilizadas para suplir energía en áreas remotas del mundo o en regiones con recursos limitados donde artículos cotidianos como enchufes eléctricos son un lujo.

Entre sus elementos más llamativos también se encuentra que las baterías solo se activan cuando entran en contacto con agua o saliva y que una tecnología, llamada liofilización, permite su almacenamiento duradero sin que pierdan sus propiedades o se degrade.

El equipo de investigadores de la Universidad de Binghamton, en el estado de Nueva York, que trabaja desde hace años en este campo, explicó durante la conferencia que las pilas de papel se puede usar una sola vez y luego desechar y que, actualmente, tienen una vida útil de cuatro meses.

No obstante, anunciaron que continúan trabajando para mejorar la carga electrónica de la batería (actualmente pueden generar la energía necesaria para alimentar un diodo de luz y una calculadora) y en la supervivencia y el rendimiento de las bacterias, lo que permitiría una vida útil más larga del dispositivo.

"El rendimiento energético también necesita mejorarse aproximadamente 1.000 veces para la mayoría de las aplicaciones prácticas", aseguró en un comunicado de prensa Seokheun Choi, el encargado de la investigación.

De acuerdo con el experto, esto podría lograrse apilando y conectando varias baterías de papel a la vez.

Choi anunció, además, que el equipo ya solicitó la patente para la batería y que está buscando socios en la industria para su comercialización.

Pero ¿cómo funcionan estos dispositivos?

El profesor asistente Seokheun Choi lleva trabajando cinco años en baterías de papel y energía generada por bacterias. 

Los poderes del papel

Desde hace años, los investigadores han desarrollado biosensores desechables a partir del papel, que se utilizan generalmente para el diagnóstico de enfermedades o para la detección de contaminantes en el medio ambiente. 

El funcionamiento de estos dispositivos se basa generalmente en reacciones químicas que provocan un cambio de color, lo que permite conocer la presencia o no de ciertos contaminantes o condiciones de salud.

Sin embargo, la sensibilidad "eléctrica" de estos dispositivos es limitada y se agota muy rápido.

"El papel tiene ventajas únicas como material para biosensores: es económico, desechable, flexible y tiene una gran superficie. Sin embargo, los sensores requieren una fuente de alimentación", explicó Choi en la presentación de sus baterías.

Para superar esta barrera, el equipo de la Universidad Binghamton creó una especie de celdas imprimiendo capas delgadas de metales y otros materiales sobre una superficie de papel. 

Luego, colocaron "exoelectrógenos ", que son un tipo especial de bacteria que puede transferir electrones fuera de sus células. 

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

31 de julio de 2018

Enel pone en marcha parque eólico de US$165 millones

Wayra I cuenta con una capacidad instalada de más de 132 MW. Se trata del proyecto más grande de su tipo en el país, lo que convierte a Enel en el principal generador de energías renovables del país.



Enel ha puesto en marcha el parque eólico más grande del país actualmente operación (14 de junio de 2018), Wayra I, convirtiéndose así en el principal generador de energías renovables del Perú, con una capacidad instalada de aproximandamente 1,1 GW. 

Wayra I, que es operada por Enel Green Power Perú (EGPP), la subsidiaria de energías renovables de Enel en Perú, está ubicada en Marcona, región Ica. Cuenta con una capacidad instalada de más de 132 MW,  y es el primer parque eólico del Grupo en el país.

Enel invirtió más de 165 millones de dólares en su construcción, en línea con la inversión contemplada en su plan estratégico.

"Con la entrada en servicio de Wayra I, que sigue la puesta en marcha de la planta solar Rubí, Enel Green Power ya ha completado y conectado a la red aproximadamente el 94% de la capacidad adjudicada en la cuarta subasta pública de energías renovables de Perú, cumpliendo con sus compromisos a tiempo y convirtiéndose un líder del sector en el país”, señaló Antonio Cammisecra, responsable de Enel Green Power (EGP), que es la División Global de Energías Renovables del Grupo Enel

"Este es un primer paso en el desarrollo a gran escala de las renovables en Perú", añadió. 
Se prevé que el nuevo parque eólico, el cual se construyó en aproximadamente un año y que comprende 42 aerogeneradores de más de 3 MW cada uno, producirá alrededor de 600 GWh al año, suficiente para evitar la emisión anual de más de 285.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La energía generada por la planta eólica es entregada al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN) a través de la subestación Poroma. El proyecto está respaldado por un contrato de suministro eléctrico a 20 años celebrado con el Ministerio de Energía y Minas del Perú.

Desde enero 2018 hasta la fecha, EGP ha conectado a redes alrededor del mundo seis centrales, entre las cuales Wayra I, alcanzando una capacidad renovable instalada de más de 1.000 MW.
EGPP llevó a cabo diversas iniciativas para apoyar a los negocios locales y a las comunidades, incluyendo el monitoreo ambiental por parte de asociaciones e instituciones.

En el lugar de construcción de Wayra I se aplicó el modelo “Sitios de Construcción Sostenible” de Enel, el cual comprende la medición del impacto social y ambiental del proyecto y las acciones para incorporar el uso racional de los recursos. 

En el sitio de construcción de Wayra I se ha utilizado una planta de nanotecnología y libre de CO2 para el tratamiento de aguas residuales, accionada por un pequeño aerogenerador con un sistema de almacenamiento con baterías.

Esta planta innovadora filtra las aguas residuales a través de una serie de membranas cerámicas con nanotecnología patentada por la compañía BioGill, lo cual permite que las bacterias purifiquen el agua de forma natural.

Esta tecnología permitió a EGPP reutilizar aproximadamente 350 metros cúbicos de agua durante los trabajos de construcción del parque eólico, ahorrando este recurso a la par de minimizar el uso de vehículos a motor para la remoción de lodos evitando la emisión de cerca de 1,64 toneladas de CO2.

20 de julio de 2015

La evaporación: nueva fuente de energía renovable

Todos los días, en todo el mundo, y casi cada segundo, una fuerza invisible está transportando desde el suelo el agua que hace crecer las nubes. Es la evaporación, una fuente de energía renovable aún sin explorar. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Columbia (EE UU) ha creado un sistema que permite aprovechar este mecanismo de la naturaleza para generar energía.



La base del sistema se encuentra en las características de unas esporas bacterianas. Según explican los investigadores en un artículo publicado en la revista Nature Communications, estas esporas se hinchan cuando la humedad del entorno se incrementa y encogen cuando vuelve a estar más seco. Esta capacidad, observada por el investigador Ozgur Sahin, ofrece la posibilidad de empujar y tirar de objetos con una concentración energética mayor que otros materiales utilizados para estos menesteres en ingeniería.

Con ese sistema, los autores del trabajo crearon varios aparatos para mostrar la capacidad de su idea para aprovechar la energía de la evaporación. Uno de estos ejemplos es una rueda formada por esporas pegadas a cintas de plástico. La mitad de la rueda se mantiene en un entorno seco, haciendo que las esporas se encojan y las cintas de plástico se curven, provocando un tirón, mientras la otra mitad se sitúa en un entorno húmedo que hace que las esporas se hinchen y las cintas se estiren. Con ese mecanismo de alternancia, como si fuese un músculo que se contrae y se estira, la rueda se mantiene en movimiento. Después, uniendo ese mecanismo a una plataforma con ruedas, es posible crear una especie de automóvil en miniatura.

La idea de los investigadores consiste en perfeccionar el mecanismo para aplicarlo a una escala mayor y poder utilizarlo para producir electricidad en generadores de electricidad flotantes. “La evaporación es una fuerza fundamental de la naturaleza, está por todos lados y es más potente que otras fuerzas como el viento o las olas”, ha afirmado Sahin en una nota de prensa de la Universidad de Columbia.

Tomado de:

El País

3 de octubre de 2014

China y el edificio que funcionará solo con viento

Medirá 350 metros de altura y la electricidad generada por el viento alcanzará para todo el edificio y una parte de la ciudad en la que se construirá.


El estudio de arquitectura Decode Urbanism Office con sede en Beijing, ha diseñado un rascacielos conceptual con una fachada compuesta de miles de pequeñas turbinas eólicas que serían capaces de producir suficiente energía para abastecer a todo el edificio.

La estructura medirá 350 metros de altura, se ubicará en Taiwan, y estaría destinada a albergar departamentos de desarrollo urbano de la ciudad, que serían comercio, salas de exposiciones y museos entre otras. La fachada de la torre, inspirada en la flor del ciruelo (la flor nacional de China y Taiwán) reaccionaría a los cambios de dirección e intensidad del viento y crearía un efecto de cientos de brotes de ciruelo en la floración.

Cada cuadrícula de la fachada tendría un generador de energía eólica mecánica, que actuarían como veletas que oscilan con el viento. Cada generador tendrá su propia luz LED, que iluminará un pequeño trozo de la fachada con una intensidad que depende de la cantidad de energía producida. Esto produce un flujo pulsante de luz que viaja a través de la fachada ondulante. El color de las luces también sería ajustado para corresponder a los cambios en la temperatura y la temporada. Por la noche, los generadores de forma de diamante se iluminarían con las miles de pequeñas luces LED.

Aunque actualmente existen ya muchas estructuras que utilizan energía eólica, lo novedoso de esta torre es que la electricidad que se genera por medio del viento alcanza para toda la energía que la edificación requiere y también para abastecer a una parte de la ciudad taiwanesa de Taichung, que es en donde se construirá.

Fuente:

Veo Verde

23 de octubre de 2013

Colombia: Joven logra reemplazar combustible por agua para operar un vehículo

La colombiana Vanessa Restrepo Schild, con solo 20 años, logró generar energía a partir de agua tratada por medio de procesos biológicos.


Indudablemente uno de los mayores retos que enfrentamos a nivel generacional radica en romper más de un siglo de nociva dependencia de los hidrocarburos. Por fortuna en la última década se han concentrado grandes recursos en desarrollar alternativas energéticas, sin embargo aún no se ha consolidado una opción accesible de energía limpia.

Utilizando un prototipo de automóvil, la adolescente colombiana Vanessa Restrepo logró utilizar agua como fuente de energía, en este caso como sustituto de combustible en el pequeño vehículo. Partiendo de la premisa de que el cuerpo humano esta constituido, en buena medida, por agua, y que a su vez requiere tanta energía, la joven replico bioquímicamente el procesos celular que aprovecha el agua como fuente de energía. Y funcionó.

Vane Profile final

En entrevista para un diario de su país, Vanessa es tajante al compartir cual es su principal fuente de inspiración (‘casualmente’ la misma que la de todos los grandes inventores):

Para mí, la naturaleza es la máxima expresión de la tecnología. La evolución de los seres vivos lleva muchísimo más tiempo que los seres humanos. Nosotros somos nuevos. Entonces, nosotros hacemos un teléfono, luego un celular, luego un Blackberry, luego un iPhone y cada vez se tienen más respuestas. Pues resulta que la evolución de los seres vivos tiene tantas incontables preguntas como innumerables respuestas.

La alquímica proeza de esta científica de 20 años le ha valido convertirse en la investigadora más joven de la prestigiada Universidad de Oxford. Y si bien su descubrimiento apenas ha sido aplicado en un vehículo de pequeña escala, diversos especialistas afirman que esta línea de investigación tiene altas probabilidades de revolucionar el futuro energético.

Tomado de:

Ecoesfera

1 de octubre de 2013

Consiguen que microbios con cables funcionen como minicentrales eléctricas

Científicos usan microorganismos para desarrollar baterías microbianas con la misma eficiencia energética que los paneles solares.

Investigadores de la Universidad de Stanford (EEUU) han usado microbios con cables para extraer energía eléctrica de aguas residuales. Combinando naturaleza y materiales conductores han conseguido fabricar auténticas baterías microbianas con una eficiencia energética similar a la de las placas solares.

Microbio produciendo electricidad. La imagen fue tomada con un microscopio electrónico de barrido. Imagen: Xing Xie. Fuente: Universidad de Stanford.
Microbio produciendo electricidad. La imagen fue tomada con un microscopio electrónico de barrido. Imagen: Xing Xie. Fuente: Universidad de Stanford.
 
El uso incontrolado de los combustibles fósiles nos ha llevado a la conocida crisis energética, pero también ha aumentado el interés por encontrar fuentes alternativas de energía que no dañen el medio ambiente. Avances sorprendentes en esta dirección se están dando en el universo de lo extremadamente pequeño: de los microorganismos.

El año pasado, ya hablamos en Tendencias21 del trabajo de un equipo de científicos de la Universidad Wageningen, en los Países Bajos, que han creado una célula de combustible vegetal y microbiana (Plant-Microbial) capaz de generar electricidad a partir de la interacción natural entre las raíces de las plantas vivas y las bacterias del suelo.

Ahora, ingenieros de la Universidad de Stanford (EEUU) han dado un nuevo paso en la misma dirección, con el desarrollo de una fórmula de generación de electricidad a partir de aguas residuales usando microbios a modo de minicentrales.

Estos organismos producen la electricidad a medida que siguen un proceso natural: mientras digieren desechos animales y vegetales, informa la Universidad de Stanford en un comunicado.

Las “baterías microbianas”, como las llaman sus inventores, podrían ser usadas algún día en plantas de tratamiento de aguas residuales o en los lagos y aguas costeras. Aunque el prototipo de laboratorio es actualmente más o menos del tamaño de una pila y está sumergido en una simple botella de agua residual, los científicos creen que presenta potenciales y prometedoras aplicaciones. 
Lea el artículo completo en:

23 de agosto de 2013

¿Se hará realidad el sueño de la fusión nuclear?


SOBRE LA FUSIÓN 
  • Es el proceso que enciende las estrellas, incluyendo al Sol.
  • Un litro de agua contiene suficiente deuterio para producir -al fusionarse con tritio- el equivalente energético a 500 litros de gasolina.
  • Una central de energía de fusión de 1.500MW consumiría unos 600g de tritio y 400g de deuterio al día.
  • El primer uso a gran escala de la fusión fue la detonación de la bomba de hidrógeno Ivy Mike, realizada por el ejército de Estados Unidos el 1ro de noviembre de 1952.
  • El diseño de ITER incluye un tokamak, que es la palabra rusa para designar la cámara magnética con forma de anillo.
  • El campo magnético deberá contener plasma a 150 millones de grados, la temperatura necesaria para el proceso de fusión.
  • Estados Unidos es socio de ITER, pero también está financiando el proyecto National Ignition Facility, que utiliza láser para calentar y comprimir el hidrógeno al punto de fusión.
  • Corea del Sur, otro miembro de ITER, está inviertiendo U$941 millones en un prototipo de tecnología de fusión, K-DEMO, que podría ser el primero en generar energía eléctrica.
  • Los críticos se oponen a que se siga investigando la energía nuclear y cuestionan los probables altos costos que tendrá su uso comercial.


La construcción del reactor ITER es todo un desafío tecnológico.

La apuesta más grande del mundo por desarrollar energía a partir de la fusión nuclear avanza a paso lento en el sur de Francia.

El proyecto del Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER, por sus siglas en inglés), ubicado en Cadarache, en Provenza, comienza a recibir los primeros componentes necesarios (hacen falta alrededor de un millón) para su reactor experimental.

Pero su construcción lleva dos años de retraso, obstaculizada por el aumento masivo de los costos y largas postergaciones.

Fusión nuclear

Al colisionar los átomos de deuterio y el tritio, dos formas de hidrógeno, liberan gran cantidad de energía.

"No escondemos nada, es muy frustrante", le dice a la BBC David Campbell, subdirector del proyecto ITER.

"Ahora estamos haciendo todo lo que podemos para recuperar tiempo. El proyecto es tan inspirador que da la energía para continuar. Todos queremos energía de fusión lo antes posible".
Superados los problemas de diseño iniciales y las dificultades de coordinación para este proyecto internacional único, ahora hay un poco más de confianza en los plazos.

La energía del Sol

Desde la década de los años 50, la fusión ha alimentado el sueño de une energía casi ilimitada –imitando el proceso de la bola de fuego que enciende el sol– a partir de dos formas de hidrógeno fácilmente disponibles.

El gran atractivo de la energía de fusión incluye la combinación de un combustible económico, relativamente poco desperdicio radiactivo y cero emisiones de gases de efecto invernadero.

Pero los desafíos técnicos son inmensos: no sólo es difícil controlar un proceso tan extremo, también lo es diseñar formas de extraer energía.

Y eso es lo que pondrá a prueba el reactor ITER, conocido como "tokamak" (acrónimo de la expresión rusa para decir "cámara toroidal con bobinas magnéticas"), que está basado en el diseño de JET, un proyecto piloto europeo con base en Reino Unido.


La idea es crear un plasma de gas supercaliente que alcance temperaturas de más de 200 millones de grados centígrados, el calor necesario para forzar a los átomos de deuterio y tritio a fusionarse y liberar energía.

El proceso tendrá lugar dentro de un gigantesco campo magnético con forma de anillo, la única manera de contener un calor tan extremo.

La planta de JET consiguió reacciones de fusión en estallidos cortos, pero requirió el uso de más energía de la que era capaz de producir.

El reactor ITER es mucho más grande y está diseñado para generar 10 veces más energía (500 MW) que la que va a consumir.


La iniciativa une el impulso científico y político de los gobiernos de la Unión Europea –que financia casi la mitad de su costo– junto con los de China, India, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.

El presupuesto total se calcula en unos U$20.000 millones, aunque la cifra exacta no está disponible debido a que muchas de las contribuciones no son en efectivo, sino en equipamiento y tecnología.

Complicaciones y retrasos

Pero la innovadora estructura de ITER ha causado fricciones y retrasos, sobre todo en su fase inicial.

Cada socio tuvo que crear primero un organismo local para lidiar con el abastecimiento de componentes dentro de cada país, y no fueron pocas las complicaciones para importarlos.

Los retrasos aumentaron con las disputas por el acceso a las sedes de producción en los países participantes. Como cada parte debe cumplir con requisitos extremadamente específicos, los inspectores de ITER y las autoridades nucleares francesas tuvieron que negociar las visitas a compañías que no estaban habituadas al escrutinio ajeno.

El resultado es que aunque se ha acordado un calendario para el traslado de los elementos clave, se asume que aún habrá más demoras.

Por eso, el edificio principal que albergará al tokamak fue adaptado para dejar los espacios necesarios para que los componentes que llegarán más tarde sean añadidos sin causar demasiados problemas.

La ruta desde los puertos hasta el emplazamiento tuvo que ser reforzada para soportar el traslado de cargas de hasta 600 toneladas, y esta tarea también ha sido más lenta de lo esperado.
Según el plan inicial, se esperaba conseguir el primer plasma a mediados de la pasada década.

Después de una restructuración, se fijó una nueva fecha límite para noviembre de 2020, pero esto también se ha puesto en duda.

Los encargados de ITER dicen que están haciendo turnos dobles para acelerar el ritmo de construcción, pero aun así se considera que incluso comenzar a operar en 2021 es un desafío.

Ken Blacker es el hombre encargado de coordinar el ensamblaje del reactor.

"Ahora hemos empezado de verdad", le cuenta a la BBC. "La producción industrial está avanzando así que el calendario es mucho más certero y se han resuelto muchos desafíos técnicos".

"Pero ITER es increíblemente complicado. Las piezas se están haciendo en varias partes del mundo y se transportarán hasta aquí".

"Tendremos que organizar su llegada y construir paso a paso, cada cosa debe llegar en el orden correcto, y eso es realmente crucial".

40, 50 o 60 años

La secuencia de llegada de grandes componentes es una cuestión fundamental, pero también lo es que los componentes en sí mismos tengan la suficiente calidad como para que el sistema funcione.

Los 28 imanes que crearán el campo magnético contenedor del plasma deben ser fabricados con un nivel de exactitud muy exigente. Y cada parte debe ser estructuralmente firme, luego será soldada con las demás para asegurar un vacío totalmente hermético, sin el cual no se puede mantener el plasma.
Un solo fallo podría poner en peligro todo el proyecto.

Asumiendo que ITER lograra producir más energía de la que consume, el siguiente paso será que los socios internacionales avancen con un proyecto de demostración tecnológica que ponga a prueba los componentes y sistemas necesarios para hacer un reactor comercial.

Irónicamente, cuánto más se progresa, más evidente se hace la enormidad del desafío que supone crear un reactor de fusión para comercializar.

El año pasado le pregunté a un panel de expertos cuándo estará disponible en el mercado el primer reactor de fusión capaz de abastecer de energía las redes eléctricas.

Unos pocos dijeron que eso podría ocurrir en los próximos 40 años, pero la mayoría dijo que llevará otros 50 o incluso 60 años.

Aunque en ITER se trabaja a destajo, la energía de fusión aún sigue siendo un sueño.

Tomado de:

BBC Ciencia

16 de julio de 2013

Los molinos que quitan la sed en la sierra ecuatoriana

A principios de 2013 el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable de Ecuador presentó un Atlas Eólico.

"Es una ilusión de niño, siempre quise tener un molino de viento y ya lo tengo. Al menos para esta cosa puedo morir tranquilo", suspira el francés Christopher Vercoutere, quien lleva 40 años viviendo en Ecuador.

A su lado asiente en silencio Agustín Seminario, el ingeniero que siete años atrás construyó su primer molino, ése que disfruta Vercoutere en su campo, el mismo que tímidamente comienza a moverse como si lo empujaran el francés y el ecuatoriano con la mirada.
El molino de Vercoutere se encuentra en la comunidad de San Roque, provincia de Imbabura, en el norte de la región Sierra, una de las zonas del Ecuador que más sufre para regar sus sembradíos.

"Vivimos en una zona que no tiene acceso a la energía. Si bien es cierto que la electricidad llega a la casa, no llega a las fuentes de agua. Incluso en una gran hacienda que tenga electricidad, ésta llega solo a la casa de la hacienda", explica Seminario, quien estudió ingeniería mecánica en Quito.

Aunque ha llevado sus molinos por todas las provincias serranas, desde Carchi hasta Azuay, Seminario se mueve en un mercado dominado por bombas que funcionan a gasolina o a diesel debido al bajo precio de estos combustibles, pero su apuesta por la generosidad de los vientos ha calado también en Quito.

Un atlas de vientos

A comienzo de este año, el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable de Ecuador presentó su Atlas Eólico, para identificar las zonas del país donde este recurso puede ser aprovechado para la generación de electricidad y diversificar la matriz energética.
"La participación de la energía eólica en la matriz de producción eléctrica hasta la fecha es marginal"

Esteban Albornoz, ministro de Electricidad y Energía Renovable de Ecuador.

"La participación de la energía eólica en la matriz de producción eléctrica hasta la fecha es marginal, con tan solo 16,5 MW en el territorio continental correspondientes al proyecto Villonaco que entró en operación en enero de 2013", dijo a BBC Mundo el ministro Esteban Albornoz y agregó:

"La información contenida en el Atlas Eólico, sumada a los incentivos que se vienen implementando a nivel regulatorio, establecen condiciones propicias para el desarrollo de nuevos proyectos eólicos de iniciativa pública y privada, que contribuirán al abastecimiento de la demanda y al desplazamiento de energía térmica que consume combustibles fósiles".

Pero los subsidios oficiales a estos combustibles han alejado del mercado a otros amantes de los molinos de viento como el ingeniero mecánico Marcos Cabrera, quien comenzó a construirlos como hobby en la provincia del Azuay, en el sur de la Sierra ecuatoriana, seis años atrás.

"La idea nació cuando un amigo me preguntó si le podría hacer un molino de viento y yo por alegrarlo le hice uno de adorno. Luego los fabriqué como negocio, pero hoy en día ya casi estoy retirándome de esta actividad porque la energía en Ecuador, el gas y la electricidad, es muy baratas y las posibilidades de hacer negocios son bien escasas".

Por eso, los artesanos de los molinos de viento han tenido que encontrarles nuevas funciones a las aspas de estos gigantes imaginados por Cervantes: bombear agua ya no es su única misión, sino oxigenarla.

Agua estancada 

Molino

Los molinos de viento ya no sólo bombean el agua, sino que también la oxigenan.

Inspirado por los molinos levantados en las zonas rurales del Ecuador por una misión internacional en la década del 60, Agustín Seminario comenzó a investigar cómo construirlos y cómo comercializarlos.

"Vi molinos de la Misión Andina que habían durado desde el año 65 y todavía seguían, aunque ya no bombeaban. Entonces fui a un molino, me subí, tomé fotos de sus partes, y dije 'esto ya está inventado, lo que hay que hacer es adaptarse a lo que tenemos acá'".

El principal inconveniente que enfrentó era el costo de cada uno de los cuatro piñones que movían estos molinos, que puede variar de 200 a 300 dólares, pero por fortuna, uno de sus trabajadores sugirió utilizar los piñones de una moto, mucho más baratos, y el invento funcionó.

Pero no todos los campesinos ubicados en la ladera del volcán Imbabura necesitaban bombear agua de pozos cavados en la tierra, algunos requerían hacer algo con el agua caída del cielo.

"Nosotros plantamos papa, zanahoria y hierva para el ganado pero para riego no hay nada de agua, solo esperamos a la lluvia en abril y mayo que son aguas medias duras, por eso hicieron esos reservorios", dice a BBC Mundo Luis Rosales, cuidador de unos de los campos de la comunidad Cerotal, ubicada a 3.200 metros de altura.

Fabricar piscinas para almacenar el agua pareció ser la mejor solución, pero los campesinos pronto descubrieron el agua estancada por mucho tiempo pierde el oxígeno y se pudre… y ahí entraron los molinos.

Otro sabor

"En Estados Unidos se diseñó un molino que en lugar de llevar una bomba de agua tenía un compresor, entonces el aire que es comprimido se inyecta debajo del agua y comienzan a salir burbujas como si estuviera hirviendo", cuenta el ingeniero Seminario, quien comenzó a reproducir este modelo en Ecuador.
"Lo interesante de esta agua es que es muy agradable para tomar porque no tiene gusto a cloro"

Christopher Vercoutere

Al oxigenar los reservorios se eliminan las algas y se prolonga la vida útil del agua que pueden beber los animales.


Mientras los animales sacian su sed en los molinos ideados para oxigenar el agua, los hombres que aman los molinos en la sierra ecuatoriana disfrutan del agua que bombean de los pozos estas máquinas inventadas hace siglos.

"Todo el mundo piensa hoy en día que el agua tiene que ser suministrada por redes, pero no se puede comparar a nivel de sabor del agua entubada con esta agua", dice el francés Vercoutere.

"Lo interesante de esta agua es que es muy agradable para tomar porque no tiene gusto a cloro. Es algo que me ha sobrado de niño, porque en cada persona hay algo de niño que hay que tratar de guardar", concluye.

Tomado de BBC Ciencia

31 de enero de 2013

Guerra fotovoltaica Europa-China


La tensión se ha instalado entre los fabricantes europeos de paneles solares fotovoltaicos y sus competidores chinos. La razón es el presunto dumping de las empresas chinas en la venta de módulos en el mercado mundial en una industria con sobreoferta. En 2011 se instalaron 23.000 megavatios de potencia en todo el mundo, un 30% más que el año anterior.

El problema es que mientras las empresas europeas sufren este exceso de oferta, las compañías chinas estarían vendiendo sus paneles solares por debajo del precio de coste gracias a subvenciones y créditos blandos de su Gobierno para apoyar a su industria, violando las reglas de la competencia que fijan los organismos internacionales. Las compañías europeas denunciaron esta supuesta competencia desleal china ante la Comisión Europea el pasado junio.

Bruselas dio luz verde a la investigación y tiene de plazo hasta julio de este año para dictar medidas provisionales; en concreto, la imposición de aranceles a la importación de los paneles chinos.

Las compañías europeas siguen la estela de Estados Unidos, que en septiembre de 2011 aprobó la instauración de aranceles a la entrada de paneles chinos de entre un 15% y un 250% tras confirmar el dumping del país asiático y las ayudas de ese Gobierno a sus empresas. "Ahora, la entrada de módulos en Estados Unidos ha caído, pero China ha reaccionado comprando células en Taiwán y fabricándolas en su país para escapar a los aranceles", explican fuentes del sector.

Desde esta industria no dudan en apuntar a la presunta competencia desleal china como principal causa de la caída en picado de las empresas europeas. "En 2005 no se vendían módulos chinos en Europa; en 2009, el 63% de las ventas para los 5.800 megavatios de potencia que se instalaron procedían de ese país", prosiguen desde el sector europeo. Las empresas de Pekín coparon el 80% del mercado mundial en 2011 "gracias a las ayudas del Gobierno". Entre 2010 y 2012, el Banco de Desarrollo Chino habría concedido préstamos a empresas de energía solar fotovoltaica por valor de 33.000 millones de euros, informa Bloomberg.

El gesto de Pekín ha supuesto la caída de hasta el 70% de los precios de los paneles en apenas un año. "Las empresas chinas pueden vender por debajo del precio de coste porque saben que el Gobierno las apoyará, pero en Europa no es así", insisten en la industria. Mientras el coste de fabricación de un panel para las compañías chinas y estadounidenses se situó en 72 céntimos de euro de media en 2011, el precio no subió de 50 céntimos. "El precio de los paneles baja año tras año gracias a la tecnología, pero esa bajada no debe ser por el precio que marque China".

Por ello, las compañías europeas se unieron bajo el paraguas de la empresa alemana SolarWorld, que lideró la demanda en Estados Unidos contra los fabricantes chinos. La compañía, una de las mayores en Europa, ha logrado aglutinar al 25% del sector europeo para pedir medidas compensatorias. En septiembre de 2012, esta coalición de empresas solicitó en paralelo una investigación sobre las presuntas ayudas ilegales del Gobierno chino a sus fabricantes de paneles.

La denuncia de las compañías del país asiático es ahora casi la única esperanza para las empresas europeas y, en concreto, españolas. De confirmarse el dumping, el precio de los paneles subiría y daría algo de oxígeno a una industria que se asfixia y en la que prácticamente todos los fabricantes están quebrados por la desaparición de las ayudas, el caos regulatorio y la imposibilidad de acceder a un crédito. "Sería paradójico que en un futuro dejáramos de comprar gas y petróleo en el exterior para comprar paneles solares a China", dicen desde uno de los pocos fabricantes que sobrevive en el desierto solar que es ahora España.

Una opción para las empresas españolas sería reproducir el modelo de incentivos económicos que aplican países como Italia y Francia a la fabricación de paneles en suelo comunitario. El Estado galo paga un 10% más de tarifa si al menos el 60% del panel se ha fabricado en Europa. Por su parte, Italia aprobó en julio de 2012 hasta 20 euros por megavatio en 2013, 10 euros en 2014 y 5 euros en 2015 para aquellos módulos que estén fabricados en la Unión Europea. Por el momento, el Ejecutivo español no se ha pronunciado.

El silicio en mínimos históricos

Hasta hace apenas cuatro años la producción de polisilicio, la materia prima que se utiliza para fabricar las obleas que dan lugar a los paneles solares, se concentraba en un puñado de empresas de Japón, Europa y Estados Unidos. Cuando la industria solar fotovoltaica explotó en España en 2007, el kilo de este material que se obtiene a base de arena rondaba los 400 dólares. "En España prácticamente no se fabricó ningún panel hasta entonces porque era carísimo. Coincidió con el empuje de la industria en Alemania, que también necesitaba comprar grandes cantidades de polisilicio", explican desde el sector.

A medida que esta industria y la electrónica -que también necesita esta materia prima para fabricar ordenadores o teléfonos móviles- se ha ido desarrollando, el mercado ha visto la entrada de nuevos fabricantes y la caída del precio del kilo de polisilicio hasta los 30 dólares.

"Los paneles ahora son un 80% más baratos que hace cuatro años gracias a los avances tecnológicos, sin duda, pero también porque muchas empresas han entrado en la fabricación de polisilicio", asegura Carlos Relancio, presidente de Europv, dedicada al asesoramiento de empresas del sector fotovoltaico, en respuesta a las críticas a los fotovoltaicos, a quienes acusa de haberse enriquecido gracias a la caída de precios.


Tomado de:

Cinco Días

24 de enero de 2013

Japón: Construyen un parque eólico en alta mar

Contaminación, ahorro y ciertas obligaciones internacionales para cumplir con la reducción de los niveles máximos de contaminación llevan a las naciones a gastar grandes sumas de dinero en el desarrollo de tecnologías sanas para el medioambiente. Japón es uno de los países que hace un esfuerzo considerable por balancear la contaminación que genera su ultra concentrada urbanización, por lo que ahora se ha propuesto construir un parque eólico en alta mar para generar energía que será el más grande del mundo una vez terminado.

La urgencia vivida en Marzo de 2011 con la central nuclear de Fukushima fue un llamado de atención para el país nipón, uno de los más preparados ante emergencias y tragedias con tecnología de punta en cada rubro. Aun así, la incertidumbre vivida ante el acontecimiento los sobrepasó y los problemas que por suerte no se desencadenaron en el corto plazo tuvieron consecuencias en el largo, pues los tres reactores principales de Japón se desplomaron (54 reactores inutilizables en total) y el país insular ahora está buscando reducir su dependencia de la energía nuclear. Para esto ha buscado refugio y solución en la energía renovable, para lo que ha de construir el parque eólico en alta mar más grande del mundo. 

Se implementará un moderno sistema de marcos flotantes.  
Se implementará un moderno sistema de marcos flotantes.

Ubicado a 16 kilómetros frente a la costa de Fukushima, el plan se compone de la instalación de 143 turbinas de viento que generarán 1 gigawatt de energía una vez que estén completados en, se espera, 2020. 

Se busca que sea un record, por lo que la granja eólica nipona superará los 504 megavatios generados por las 140 turbinas de la granja Gabbard Mayor de la costa de Suffolk, Reino Unido, que es la mayor granja eólica del mundo por el momento. Incluso será superada cuando a fines de este año se pase al estuario del Támesis, donde tendrá 175 turbinas y producirá 630 megavatios de energía. Según la revista japonesa que dio el anuncio, la primera etapa del proyecto Fukushima será la construcción de una turbina de 2 megavatios, la subestación y una instalación de cable submarino. La turbina se mantendrá a 200 metros de altura y si tiene éxito, las turbinas adicionales serán construidas progresivamente con sujeción a la disponibilidad de fondos.

Su finalización está programada para 2020.  
Su finalización está programada para 2020.

Algo muy interesante en estas noticias es comprender cómo hacen para resolver el problema de los costos, y en este caso para solucionar el gasto total de anclar las turbinas al fondo del mar, se construirán marcos flotantes de acero que se estabilizan con lastre y anclado a la plataforma de 200 metros de profundidad que rodea la costa japonesa vía líneas de amarre. Una vez esté funcionando a todo vapor (no, no usará vapor para funcionar), la intención es que suministre electricidad a la amplia red a la que dos de los reactores de Fukushima proveían. En Japón están interesados en ampliar el parque eólico en alta mar si las cosas salen como esperan, aunque los habitantes de la costa y la industria de la pesca demostraron antipatía por no saber cómo afectará esta construcción a su fuente de ingreso. Esperamos que por resolver un problema no generen otro, algo típico en las intenciones ecologistas de los descuidados.
Fuente:

24 de noviembre de 2012

¿Qué es la energía geotérmica?

La climatización geotérmica es un tema energético muy en auge en estos días, tanto, que hemos recibido multitud de preguntas sobre ella a través de nuestro servicio de consultoría energética. Por ello, hoy queremos explicar como funciona este sistema de climatización de forma que todo el mundo sea capaz de entenderlo.

energia subsuelo
 
Lea el artículo completo en:

Nergiza

11 de septiembre de 2012

La solución para crear energía limpia se encuentra… ¿En la luna?

luna

Entre 1969 y 1972, los astronautas de las misiones Apolo trajeron a la tierra poco menos de 400Kg de rocas y regolito lunares. En 1985 ingenieros de la Universidad de Wisconsin descubrieron cantidades elevadas de Helio-3 en el suelo lunar.

El Helio-3 es un isotopo estable del helio, el mismo gas que se usa para inflar globos en las fiestas, y una de sus principales características es que le hace falta un neutrón. Gracias a la falta de ese neutrón este Helio-3 puede ser utilizado para crear reacciones de fusión que producirían energía limpia, desafortunadamente, la fuente de Helio-3 más rica a la que se pueda tener acceso se encuentra a 383,400 kilómetros de distancia.

En la actualidad las plantas nucleares con reactores de fisión parten el núcleo del uranio para liberar energía. El calor emanado transforma el agua en vapor que mueve una gigantesca turbina que a su vez produce electricidad. El lado malo de esta tecnología es la radioactividad que generan los desperdicios del uranio y plutonio.

Hoy en día los científicos están buscando la forma de crear energía a través de la fusión nuclear.
La fusión nuclear es la misma reacción que ocurre en la superficie del sol; altas temperaturas y concentraciones de gas muy denso permiten que los núcleos positivos se atraigan mutuamente creando una fusión que da como resultado nuevos elementos y la creación de energía. El helio no deja ningún tipo de residuo radioactivo después de la fusión, por lo que sería la mejor alternativa de energía limpia.

Teóricamente se podría utilizar todo el potencial del Helio 3 dentro de unos años, pero el problema no es ese, el problema es que en la tierra no hay Helio-3, se preguntarán ¿Por qué? Este isotopo es arrastrado por el espacio por vientos solares pero no llega a la tierra debido a nuestro campo magnético.

Se pudiera tratar de sintetizar a partir de tritio o el deuterio pero no sería suficiente. Los Estados Unidos de Norteamérica tienen una reserva de apenas 30kg, para que el país entero tenga energía por un año necesitaría al menos 22,679Kg. Dado que la luna no tiene un campo magnético como el de nosotros, su superficie ha captado a lo largo de los años todo este Helio-3 pero, aquí viene una gran controversia: Si se pudiera plantar una colonia minera en la luna ¿valdría la pena desfigurarla en aras del progreso? ¿Quién tendría los derechos para extraer el isotopo?

Fuente:

La eólica podría satisfacer la mitad de la demanda mundial de energía en 2030

Un parque eólico al sur de Australia, sin relación con este estudio. | EL MUNDO

Con los precios de los combustibles en alza y en pleno debate sobre el modelo energético mundial, un equipo de investigadores estadounidenses sostiene que la eólica sería capaz de satisfacer más de la mitad de la demanda mundial de energía en las próximas décadas.

En un estudio publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), Mark Jacobson, de la Universidad de Stanford, y Cristina Archer, de la Universidad de Delaware, desarrollan un modelo teórico en tres dimensiones de la atmósfera para calcular la cantidad de energía eólica que podría generarse en 2030 si los gobiernos apostaran por ella. Según sostienen, esta fuente renovable podría llegar a satisfacer buena parte de las demandas mundiales de energía para ese año sin producir un impacto ambiental significativo.

Según sus cálculos, aunque existe un límite en la cantidad de energía que puede generarse a partir del viento, su potencial supera con creces las necesidades de consumo. Y es que, aunque la cantidad de energía que se obtiene aumenta proporcionalmente al número de turbinas instaladas, llega un momento en el que la producción se satura. Aunque se instalen más turbinas, no aumenta la cantidad de energía generada.

"De las principales fuentes energéticas que pueden abastecer el planeta, sólo la eólica y la solar pueden hacerlo por sí mismas. La generación de energía a partir del sol no disminuye la fuente disponible. Sin embargo, algunos [investigadores] habían argumentado que generar energía eólica podría afectar la velocidad del viento, de manera que no se pudiera generar suficiente energía para satisfacer las demandas mundiales. Queríamos probar esta hipótesis", explica Mark Jacobson a ELMUNDO.es a través de un correo electrónico.

Según los autores, aunque es cierto que cada turbina reduce la cantidad de energía disponible para otras, estos efectos negativos sólo resultarían significativos si se instalara un gran número de turbinas, muy superior al necesario.

Cuatro millones de turbinas

Hacia 2030, calculan los autores, los humanos necesitarán alrededor de 11,5 teravatios (Tw) de energía (generada por todas las fuentes de manera combinada). Su modelo teórico en tres dimensiones, bautizado como GATOR-GCMON, calcula la cantidad de turbinas que harían falta para abastecer la mitad de las necesidades de la población, es decir, unos 5,75 teravatios.

Para hacer la estimación, exploran varios escenarios con el objetivo de averiguar el potencial de la energía eólica. Según sus cálculos, cuatro millones de turbinas con una altura de 100 metros y una potencia de cinco megavatios generarían 7,5 teravatios de energía, bastante más de la mitad de la demanda mundial.

En la actualidad, sólo hay instaladas algo más de un 1% de estas turbinas. Los autores proponen colocar la mitad de los cuatro millones de unidades en el agua. Los otros dos millones estarían en tierra firme, y ocuparían una extensión equivalente al 1% de la superficie terrestre (la mitad del área ocupada por el estado de Alaska). Los investigadores sugieren instalar los parques eólicos en zonas muy ventosas situadas en distintos lugares del mundo, como el desierto de Gobi, del Sahara o las llanuras de América.

Pero ¿es realista esta estimación teniendo en cuenta que habría que instalar un 99% más de turbinas de las que operan en la actualidad? "No es tan irrealista si la sociedad decide que quiere hacerlo. Durante la II Guerra Mundial se fabricaron en todo el mundo 800.000 aviones en un periodo de 5-6 años, así que fabricar cuatro millones de turbinas 70 años después no entraña dificultades técnicas. En la actualidad se producen entre 70 y 80 millones de coches cada año. Además, lo que necesitaríamos es fabricar esta cantidad de turbinas en 30 años, lo que supondría unas 133.000 cada año", afirma Jacobson.

Impacto ambiental de la energía eólica

Según este investigador, su estudio contradice las conclusiones de otras dos investigaciones anteriores que rebajaban el potencial de la eólica. Según sostenían esos dos 'papers', cada turbina roba energía a otras turbinas, a lo que habría que sumar las consecuencias negativas para el medio ambiente de este tipo de instalaciones, dos factores que contribuirían a que la valoración global de esta fuente renovable no fuera tan positiva.

"Hemos visto que las 'consecuencias dañinas' que enumeran otros, como temperaturas más altas, no se daban, sobre todo, por la disminución del agua evaporada de la superficie debido a las turbinas. Las turbinas eólicas reducen la velocidad del viento, lo que a su vez disminuye la evaporación de agua. Debido a que el vapor de agua es el mayor responsable del efecto invernadero causado de forma natural, reducir esta evaporación necesariamente disminuye el efecto invernadero y las temperaturas globales. Otros estudios sostenían lo contrario, es decir, que las temperaturas aumentarían", recuerda.

Sin embargo, la energía eólica también suscita críticas entre otros sectores. Por un lado, los conservacionistas alertan del impacto ambiental que puede causar en algunas especies animales, en particular en las aves, mientras que al sector turístico le preocupa la alteración del paisaje como consecuencia de la construcción de parques eólicos. La instalación de las turbinas en lugares ventosos y aislados, como los que proponen los autores, evitaría estos inconvenientes.

"No estamos pidiendo que se coloquen turbinas en todas partes. Pero sí hemos demostrado que no hay barreras para obtener la mitad de la energía que necesita la Humanidad o incluso para satisfacer varias veces toda la demanda mundial. Su potencial está ahí si construimos las turbinas necesarias", asegura.

Fuente:

El Mundo Ciencia
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