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26 de febrero de 2020

Cómo crear arte con microbios

En “Hungarian Folk Art” (premio del público en Agar Art Contest), Zita Pöstényi utilizó una mezcla cromogénica que permitió que las bacterias aparecieran en diferentes colores.

Este nuevo club de artistas científicos son galardonados en el concurso que organiza la Sociedad Americana de Microbiología: el Agar Art Contest, que premia desde 2015 las mejores obras creadas con microbios vivos que crecen sobre agar —una sustancia similar a la gelatina y rebosante de nutrientes. En esta rompedora disciplina los microbios (que sirven de pintura) se plantan sobre agar (que sirve de lienzo), con la particularidad de que les sirve de alimento, para crecer en colonias que dan forma a la idea que tenía el artista en la cabeza. Esto ocurre en incubadoras que mantienen a las bacterias calientes y dispuestas a multiplicarse.

“Seemingly Simple Elegance” de Arwa Hadid, retrata un pez Koi nadando sobre una flor de loto.

La técnica                                         

Este arte vivo es particular desde casi cualquier punto de vista: podría ser letal, por ejemplo, si el artista se infecta con alguna bacteria especialmente patológica; pero es en el color donde radica gran parte de su belleza. Los microbios pueden presentar coloración de forma natural, como la bacteria Serratia marcescens (de un rojo intenso que parece salido de La habitación roja de Matisse), o ser modificados genéticamente para que expresen un cierto tono, como la levadura Saccharomyces cerevisiae (que tras incorporar genes de violaceína se transforma en una elegante pintura viva color violeta).

Como las distintas bacterias crecen a diferente velocidad y temperatura, el resultado final solo se verá al acabar del proceso: dependerá de la combinación elegida para pintar y de la pericia para programar y controlar las condiciones de las incubadoras en las que crecen los microbios (esta habilidad equivale al uso del pincel en la pintura clásica).

Lea el artículo completo en: OpenMind

 

23 de enero de 2020

Nobel de Química: si laboratorios no crean nuevos antibióticos, la gente morirá a los 50 años

Ada Yonath, Premio Nobel de Química 2009, hizo una dura advertencia a la comunidad científica internacional y la humanidad.



Humanidad en alerta. Ada Yonath, científica de origen israelí y Premio Nobel de Química 2009, advirtió durante una entrevista con el diario El País que si los laboratorios no crean nuevos medicamentos contra las bacterias, los seres humanos solo vivirán hasta los 50 o 60 años.

"La longevidad se disparó gracias a los antibióticos, en la mitad del pasado siglo. Evitó las muertes de quienes no habían cumplido los 50. Antes de esa edad murieron Mozart o Kafka", dice la científica durante la entrevista.

Sin embargo, Ada Yonath critica que en los últimos 20 años solo se han desarrollado tres nuevos medicamentos. "No es nada. El último de ellos, uno completamente nuevo, ya tenía resistencias al año de usarse. Las grandes compañías han dejado de hacerlos, pero deben continuar en ello. La longevidad es algo fantástico, pero puede ser detenida por cosas estúpidas", agregó.

Según recogió el diario El País, más de 33 000 europeos mueren al año a causa de microorganismos resistentes que han sabido sortear los efectos de los medicamentos.

Artículo tomado de: La República (Perú) 

16 de diciembre de 2019

El consumo irresponsable de antibióticos matará a más gente que el cáncer

Su mal uso provoca que las bacterias cada vez sean más difíciles de controlar. Solamente en España ya han muerto 3.000 víctimas y las previsiones para 2050 son escalofriantes.

La previsión es apocalíptica. En 2050 se calcula que habrá más muertes por superbacterias resistentes a antibióticos que por cáncer. Y no hace falta viajar al futuro: en España este problema ya se cobra 3.000 vidas al año. Un 50% más que los habitantes de mi pueblo, si me perdonáis la comparación anecdótica.

¿Qué son las superbacterias?

Son bacterias resistentes a la mayoría de los antibióticos. Si tienes la mala suerte de sufrir una infección por ellas, es posible que el antibiótico le haga cosquillas a la superbacteria. Seguirá a lo suyo con su plan de dominar tu organismo y puede que la infección avance con fatal desenlace: septicemia y muerte. (Lo sé, me estoy poniendo un poquito dramática).

¿Cómo se forman las superbacterias?

Imaginemos a los antibióticos como luchadores que atacan a las bacterias. Identifican a cada bacteria por algunos rasgos específicos y cuando ven clara su diana, se la cargan. El problema aparece cuando no hacemos buen uso de los antibióticos. Por ejemplo, cuando en mitad del tratamiento nos encontramos mejor y dejamos la caja a medias. ¡Error! Si no rematamos, damos oportunidad a las bacterias medio muertas de aprender a defenderse contra el antibiótico. Es como si nuestro cuerpo se convirtiera en un gimnasio donde las bacterias pueden entrenar contra los luchadores. También ocurre cuando utilizamos antibiótico para enfermedades víricas como una gripe o un resfriado. Recordemos que los antibióticos matan bacterias pero no virus. 

El artículo completo en: El Mundo (España)
 

27 de noviembre de 2019

¿Por qué los pies huelen mal?

Algunos cambios hormonales, el estrés, la alimentación o la presencia de hongos o de humedad hacen que se activen las glándulas sudoríparas.


Los pies no tienen por qué oler mal

Los pies no tienen por qué oler mal si se mantienen limpios y sanos. Pero todos sabemos que muchos pies huelen mal ¡o muy mal! Y es que sucede que algunos cambios hormonales, el estrés, la alimentación o los hongos o la humedad hacen que se activen unas glándulas que hay en ellos (las glándulas ecrinas y aprocrinas). Se trata de glándulas sudoríparas, es decir, poros por los que el sudor sale al exterior. Estas glándulas están en la piel de todo el cuerpo, no solo de los pies. El líquido que segregan, el sudor, no huele mal, es inodoro, y está formado por proteínas, ácidos grasos y esteroides.

Pero entran en escena las bacterias
 
Pero además, nuestra piel está totalmente cubierta por bacterias. Y esas bacterias se alimentan de este líquido, de esas proteínas, esos ácidos grasos y esos esteroides. Al consumir este producto de nuestro cuerpo, las bacterias inician una ruta metabólica, es decir una serie de reacciones químicas que a partir de los productos iniciales provocan la aparición de otros compuestos. Y entre esos productos puede haber algunos compuestos volátiles que son los que llegan a nuestra nariz, a nuestros receptores olfativos que mandan una señal a nuestro cerebro, y eso es lo que nos hace percibir un olor. Y en el caso de los pies, por lo general es un mal olor.

Compuestos activos y no activos

Un compuesto volátil es una molécula orgánica de bajo peso molecular y de bajo punto de ebullición. Pero tienes que saber que no todos los compuestos volátiles tienen olor, por eso decimos que algunos son activos y otros no son activos. Los que son activos son los que percibimos como un olor. Los compuestos volátiles activos más habituales que se han identificado en los pies son: el ácido isovalérico que tiene olor a queso, fecal, a fruta podrida, a rancio; y otros ácidos de cadena corta como el ácido propanoico al que se describe con olor a grasa, a rancio, a soja, a agrio y el ácido butírico que tiene olor a mantequilla, a queso rancio y a ácido. Estos tres son los principales compuestos que se han identificado en los pies.

Pero no son nuestras secreciones las que los contienen, sino que son las bacterias presentes en los pies las que al alimentarse de nuestro sudor segregan estos compuestos malolientes.

El que ocurra más habitualmente en los pies se debe al tipo de bacterias que viven en ellos. Algunas de esas bacterias aisladas en los pies son Brevibacterium linens y Bacillus subtilis que segregan estos compuestos. Por ejemplo, en el codo no tenemos este tipo de bacterias así que no se generan esos compuestos volátiles por lo que el codo no huele mal. Aunque no ocurra en ciertas partes del cuerpo como los codos, no sucede solo en los pies. También puede aparecer mal olor en las axilas, en el cuero cabelludo, etc… y el mecanismo porque el que aparece es el mismo que en los pies.

Percibimos el olor de distintas maneras

Sobre el mal olor debo decirte también que no todas las personas lo percibimos de la misma manera. No solo por el umbral de percepción que hace que algunas personas seamos más sensibles a los olores, o a ciertos olores, que otras, sino porque intervienen la experiencia previa y la memoria de cada individuo. Por ejemplo, puede que alguien haya olido un queso de Cabrales y que no le guste y le huela mal y eso queda como experiencia previa, entonces cuando huela a pies lo va a asociar, lo va a identificar con aquello anterior que no le gustó. Sin embargo, es posible que a otra persona a la que le guste ese tipo de queso y tolere esos olores, el de los pies no le parezca tan malo. Eso varía muchísimo entre los diferentes seres humanos.

Fuente:

El País (Ciencia)
 

24 de noviembre de 2019

Neuroeducación: ¿los intestino y el estómago son nuestro "segundo cerebro"?

¿Es verdad que tenemos un segundo cerebro en el estómago?





En el estómago y los intestinos tenemos 100 millones de neuronas, tantas neuronas como las del cerebro de un gato, y muchas más neuronas que las que posee nuestra columna vertebral, por ese motivo le han puesto un apodo a los intestinos, le llaman el “segundo cerebro”. Pero es solo eso un apodo.


Todo empezó cuando Michael Gershon, investigador de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos, publicó el libro The Second Brain (El Segundo Cerebro) en 1999. Este libro se convirtió en un éxito de ventas pero que ha sido catalogado como pseudociencia, es decir, no tenemos un segundo cerebro.

Y entonces... ¿por qué llaman al intestino el "segundo cerebro"?

Lo que sucede es que los intestinos y el estómago utilizan sus neuronas para poner en contacto, en comunicación al sistema digestivo con el cerebro. Y la vía para que se establezca dicha comunicación es un nervio: el nervio vago.

De esta manera el cerebro se entera de todo lo que estamos comiendo, al cerebro le gusta mantenerse bien informado. 

¡Alo! ¡Hola cerebro, soy yo el estómago! Te llamó para comunicarte que en estos momentos acaba de llegar un delicioso pan con pollo, sí, y como siempre llegó a compañado de su amiga: la chicha morada, y cómo siempre ella toda fresh!

Sí, así se comunican, a todos gracias a tu línea NERVIO VAGO, por que siempre tendrás llamadas ilimitadas gracias a NERVIO VAGO.

Mucho ojo, el llamado "segundo cerebro" no piensa, no elabora pensamientos; pero influye en nuestras emociones. Las emociones están mucho más relacionadas con el sistema digestivo de lo que puedes imaginar.

Frases célebres

Examinemos algunas expresiones del saber popular que resultaron ser ciertas a la luz de la neurociencia:

- Cuando decimos nos cagamos de miedo pues es cierto, ante situaciones de miedo podemos quedar paralizados, sin poder siquiera gritar... y se relajan los esfínteres, entonces tenemos la sensación de que nos podemos defecar... de miedo.

- La frase se me hace un nudo en el estómago se debe a que cuando estamos tensos el estómago responde deteniéndose y creando una sensación de que estamos llenos, de que estamos saciados, y se siente el famoso nudo en el estómago.

- Y lo mismo sucede cuando nos enamoramos y estamos ante el ser amado, de ahí surge la frase siento mariposas en el estómago, que es una sensación de nerviosismo que se ve reflejada... en el estómago.

- O cuando decimos se me quitó el apetito. Esto sucede porque perdemos el hambre ante situaciones que nos angustian como pasar un examen o una entrevista de trabajo. También perdemos el deseo de comer si estamos enojados.

Como puedes ver: emociones y sistema digestivo están bastante conectados.

El estrés y tus intestinos

Frente a situaciones de estrés llega menos sangre a tus intestinos. Entonces, los movimientos del intestino grueso se vuelven más lentos y aparecen los gases y el estreñimiento. Entonces la mejor receta contra el estreñimiento siempre serán las ciruelas y beber abundante agua, pero también debemos agregar la relajación, sí, relajarse a través de la meditación o el mindfulness.  

¿No sabes lo qué es el mindfulness? Suscríbite a mi canal, porque te lo explicaré en un próximo video. 

Bien. Para aliviar el estrés se recomienda 15 o 20 minutos al día de meditación. Después de hacerlo a diario, durante cuatro semanas, se convertirá en un hábito, y sentirás un gran alivio mental... y alivio a tus problemas estomacales. No te volverás a estreñir.

Así que desestresarse es muy, muy importante. 

Pero, atención, si tus problemas de estreñimiento continúan deberás visitar a un médico. 

La agresividad

En un estudio reciente, publicado en Science, se ha comprobado que cuando tenemos hambre nos ponemos más agresivos de lo normal. Y aquí entra en escena otra hormona: la serotonina.

Cuando no comemos nuestros niveles de serotonina disminuyen y nos ponemos de mal humor. y si la serotonina sigue disminuyendo es peor, nos ponemos de mkuy, muy mal humos, nos ponemos insoportables. Por lo tanto ante una decisión importante como pedir un aumento de sueldo, iniciar un proceso de negociación como cerrar una venta  o hacer las paces con tu novia procura que todos estén con el estómago lleno, primero vayan a lamorzar o a cenar; así todos estarán de buen humor y se incrementarán tus posibilidades de éxito. Haz que la serotonina se ponga de tu lado.

Los microbios que viven dentro de tí

Estamos rodeados de microbios. Hay microbios en la tierra, en el mar y hasta el aire.

¿Y hay microbios dentro de nuestro cuerpo? Claro que sí. Hay microbios en TODAS las partes de nuestro cuerpo.

Solo en nuestro intestino viven 100 billones de microbios a los que se les conoce como microbioma o flora intestinal.

Es más, tenemos más microbios en nuestro intestino que células en el cuerpo. Si juntas a todos los microbios que hay dentro de ti pesarían 3 kilos, ¡el doble de lo que pesa tu cerebro! Además tu mcrobioma es único, ¡es como si fuera tu huella digital! No hay otra persona con un mocrobioma idéntico al tuyo. 

O sea que le puedes a tus amigos: soy único,mis 100 millones de microbios son diferentes a los tuyos.

Estos microbios son clave para la digestión porque gracias a ellos nuestro cuerpo puede absorber ciertos nutrientes de los alimentos.

¿Quiéres tener una mascota, un gato o un perro, y tus padres no te dejan? Pues bien, tal vez te sirva de consuelo saber que los microbios son como nuestras pequeñas mascotas internas, y las tenemos que cuidar y alimentar. 

Tenemos 1000 clases diferentes de microbios. Y no comen lo mismo, cada clase de microbio tiene su comida favorita. Y por eso el microbioma intestinal mejora con una dieta variada.

Un microbioma rico y variado genera una mayor salud intestinal, y ello genera un mayor bienestar general. 

Y por el contario, las personas que siempre comen lo mismo tienen un microbioma más pobre. 

En conclusión: Cuanto más diversificada la dieta, más diverso el microbioma.

¿Y qué tiene que ver el microbioma con la neurociencia?

El año 2019, en un estudio con más mil personas en la Universidad Leuven de Bélgica, se ha demostrado por primera vez que el microbioma intestinal está relacionado con la salud mental. Hay dos bacterias en nuestros intestinos que causan la depresión. Ahora la medicina apuntará hacia esas dos bacterias con la finalidad de mejorar nuestros estados de ánimo.

Y esto recién comienza, aun sabemos muy poco sobre el microbioma, tal vez en estos microbios encontremos la cura para muchas enfermedades.

En conclusión

1. Solo tenemos un cerebro y está en tu cabeza. Lo del segundo cerebro es un apodo que se le da al estómago e intestinos, pero es solo eso un apodo. Si alguién te pone de apodo Pikachu no significa que ya te convertiste en un Pokémon.

2. El estómago se comunica con tu cerebro a través del nervio vago. Esta comunicación es de ida y vuelta

3. El sistema digestivo y las emociones están muy conectados. Situaciones de tensión, nerviosismo o estrés afectan a tu estomago e intestinos. 

4. Cuando tienes hambre te pones de mal humor, te vuelves agresivo. Y al contario, tener el estómago lleno te pone alegre y optimista. Debido a los niveles de serotonina.

5. Asimismo, tu salud mental influirá en tu salud intestinal. Aprende a relajarte a través de la meditación. Tu salud, en general, mejorará.


6. En tu instestino viven 100 millones de microbios, a ese conjunto se le conoce como microbioma (o flora intestinal). Estos microbios están relacionados con tu salud mental.

7. Y para mejorar tu salud intestinal:
  • Seguir una dieta diversa para diversificar el microbioma intestinal
  • Bajar el nivel de estrés, haciendo meditación, relajación, mindfulness o yoga
  • Si ya tienes síntomas de algún problema intestinal es mejor evitar el alcohol, la cafeína y las comidas picantes porque pueden exacerbarlos.
  • Trata de dormir mejor: un estudio demostró que si cambias o interrumpes el reloj biológico alterando tus patrones de sueño, también interrumpes el de los microbios de tu intestino, y lo que quieres más bien es mimarlos.

Con información de:

Cultura Científica

Regenera

Muy Interesante

Clarín (Argentina)

BBC en español

El Comercio (Perú)

La Vanguardia

4 de febrero de 2019

Senasa advierte presencia de bacteria dañina a la salud en fruta chilena: Lysteria monocytogenes

Senasa informa que la FDA ordenó el retiro de duraznos, nectarines y ciruelas chilenas por la presencia de la bacteria Lysteria monocitogenes, que puede causar severos problemas de salud. 

Senasa ha tomado conocimiento que la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration – FDA) de los Estados Unidos de América ha ordenado el retiro de 1,727 cajas de duraznos, 1,207 cajas de nectarines y 365 cajas de ciruelas, por la presencia de la bacteria Lysteria monocytogenes, que puede causar severos problemas de salud.

Detallan que dichos productos habrían sido distribuidas en pequeños comercios y en grandes cadenas de supermercados (como Aldi, Costco y Walmart) de 20 Estados ; alimentos que habían sido importados desde Chile. 

“Reportes periodísticos señalan que el retiro se llevó a cabo luego de que las compañías chilenas encargadas de empaquetar los productos (Subsole y Río Duero), “notaran el problema tras un chequeo de rutina”, dando aviso a la empresa receptora en EE.UU. (Jac. Vandenberg), quien informó prontamente a la Autoridad Norteamericana”, sostiene en su comunicado.

En este caso, Senasa sostiene que las empresas indicadas han actuado de manera transparente dando aviso a la mayor brevedad a las Autoridades competentes del país de destino, a fin que se tomen las medidas correctivas inmediatas en salvaguarda de la salud pública. 

Asimismo, es preciso señalar que luego de la búsqueda en nuestra base de datos, en el Perú no se han registrado importaciones de frutas por parte de las empresas chilenas mencionadas.

La bacteria Lysteria monocytogenes se encuentra en la naturaleza, y puede llegar a la fruta (así como a cualquier otro alimento de origen agrícola) por medio del agua de riego o de procesamiento, del suelo de cultivo, o por superficies contaminadas que entran en contacto con los alimentos.

Senasa en vigilancia

En tal sentido, podría advertirse alguna deficiencia en los sistemas de control operativo en la producción y/o el procesamiento de los citados alimentos en las citadas empresas, lo cual debiera ser corregido a la mayor brevedad posible.

Cabe precisar que el SENASA no ha sido comunicado formalmente de ninguna Alerta Sanitaria emitida por parte de las Autoridades Nacionales de Chile ni de los Estados Unidos en este sentido. 

"Considerando la gravedad a la salud humada que podría generarse por el consumo de alimentos contaminados con esta bacteria, así como las vías por las cuales puede ser contaminado cualquier alimento de origen agrícola (no solo los mencionados en el presente problema); y mientras no se determine con precisión la vía de contaminación de los alimentos, y no se verifique la implementación de sistemas operativos y de control que garanticen la inocuidad de alimentos agrícolas de origen Chile, el SENASA incrementará la vigilancia e inspecciones sanitarias y fitosanitarias de los alimentos importados desde Chile y de cualquier otro origen", sostienen.

Asimismo, solicitan que los alimentos agropecuarios importados vengan amparados con las certificaciones de inocuidad que corroboren la ausencia de contaminantes químicos y microbiológicos para cada alimento según su naturaleza, de acuerdo a lo establecido por el Ministerio de Salud a través de la DIGESA, en las normativas específicas de alcance nacional. 

 

3 de enero de 2019

16 cosas que usás a diario y que tienen millones de gérmenes

Una lista no apta para personas aficionadas a la limpieza.

Todos los días usamos objetos que acumulan suciedad y que no limpiamos lo suficiente. Por esa razón, acumulan millones de gérmenes y bacterias que pueden enfermarnos u ocasionarnos molestias.

Por eso, según diferentes estudios, hay 16 objetos que deberías limpiar si están en tu posesión o si los utilizas alguna vez que pueden transmitir enfermedades.

Celular

¿Tenés más acné? Aunque no lo creas, la culpa la podría tener tu celular, pues el aparato que te acompaña a todos lados (incluyendo tus comidas, tu cama y tus visitas al baño) tiende a recolectar 10 veces más bacterias que un inodoro.
Solución: no lo llevas al baño, mantené limpias tus manos y desinfectarlo regularmente con un paño de microfibra y un poquito de alcohol.

Billetes

Si pusiéramos un microscopio dentro de tu billetera podríamos encontrar heces, moho y cocaína.
Solución: usar menos papel impreso y más tarjetas de débito y/o crédito.

Teclado de la computadora

Según estudios, el teclado de una laptop o una computadora suele estar 20.000 veces más sucio que un inodoro. Tus manos, toser o estornudar encima, la comida que le cae y el polvo que recibe, son algunas de las vías por donde llegan las bacterias.
Solución: limpiar con toallitas antibacteriales todos los días.

Menús de restaurantes

¿Pensaste alguna vez cuántas personas tocaron el menú antes que llegaras? Y todas esas personas comparten sus gérmenes, sobre todo aquellos menús que están hechos de plástico.
Solución: después de elegir qué comer, ve al baño a limpiarte las manos.

Botones del ascensor

Las teclas y el teclado de los ascensores, están directamente expuestos al contacto humano, y suelen ser 40 veces más sucios que un baño público. Cada vez que presionas un botón, tus manos se contaminan.
Solución: llevar siempre un desinfectante para manos.

Tablas de picar

Según los estudios, una tabla puede tener 200 veces más materia fecal que un inodoro, generalmente traídos por la comida que picas en ella, especialmente las carnes.
Solución: no usés la misma tabla para picar carne y verduras, debes tener al menos dos: una para carnes crudas y otra para frutas y vegetales, y lavarlas muy bien.

Lápiz labial

Cuando te maquillas los labios estás llenando el lápiz de tu saliva, pero si lo hacés después de comer también arrastra los restos de alimentos, los cual guardas nuevamente a tu cartera.
Solución: limpia bien tus labios antes de utilizar el lápiz y, cada vez que puedas, raspa la puntita de la barra para quitar las bacterias que acumula.

Ropa recién sacada del lavarropas

Aunque te parezca mentira, tu ropa no sale libre de bacterias. Si no le agregás cloro a los lavados o no usás agua caliente, es probable que sólo estés revolviendo los gérmenes en el tambor.
Solución: desinfectar el lavarropas antes de meter la ropa y lavar la ropa interior aparte, pues son las prendas que más bacterias acumulan.

Hielo

Las máquinas para producir hielo no las suelen lavar con regularidad, por lo que tienden a estar llenas de gérmenes.
Solución: hay bebidas, como el whisky, vodka, martini y la Coca-Cola, que matan las bacterias.

Frasco de crema

Cada vez que abrís un envase y metés tus dedos en la crema para aplicártela en la cara, la estás llenando de bacterias que contaminarán el producto y no le traerán nada positivo a tu piel.
Solución: elige cremas en envases con dispensadores o en tubos o utiliza una palita o mini-cucharita de plástico para retirar el producto.

La esponja de la cocina

Una vieja conocida recolectora y propagadora de gérmenes. Es el objeto con más bacterias de toda tu casa, incluso más que el baño. Repletas de restos de comida y siempre húmedas, son el espacio ideal para el cultivo de gérmenes y bacterias.
Solución: usa un cepillo de plástico o silicona en lugar de la esponja.

Control remoto

Este aparato recolecta toda la mugre de tus manos y su entorno, como comida, polvo e incluso la bacterias que están en tu ropa.

Solución: limpiarlo con toallitas antibacteriales todos los días

Carritos de supermercado

Según estudios, también los carritos contienen más saliva, bacterias, y restos fecales que un baño público, es por eso que algunas empresas europeas colocan toallitas desinfectantes junto a ellos para que la gente los limpie.

Solución: limpiarlo con toallitas antibacteriales antes de usarlo y desinfecta tus manos al dejarlo.

Cajeros automáticos

Los botones que tocas cuando utilizás estas cabinas están sucios y llenos de gérmenes, más si están en lugares de alta circulación, pues nunca los limpian y se usan todos los días.

Solución: usa antibacterial y lávate las manos después de usarlos.

Botella de agua

Si sos de llevar una botella para todos lados es probable que no estés lavándola correctamente y esté recolectando gérmenes y bacterias.
Solución: lavá todos los días la botella, por dentro y por fuera (principalmente).

Cepillo

No sólo este objeto recolecta gérmenes de los baños, sino que además acumula restos de productos para el pelo, pelo, moho y piel muerta, una combinación especial para el cultivo de bacterias. Es posible que notes estas bacterias si tienes irritación en el cuero cabelludo.
Solución: lávalo una vez al mes.

Con información de: El Nueve

27 de septiembre de 2018

Yasmine Belkaid: “Las personas solo somos un envoltorio con microbios”

La científica argelina dirige un proyecto para entender la interacción entre los 30 billones de células propias y los 39 billones de microorganismos que hay en un único ser humano.

“Si crees que eres una persona muy importante, recuerda que la mayor parte de tus genes pertenecen a microbios. Y la mayoría de las funciones de tu cuerpo las llevan a cabo microbios. Solo somos un envoltorio”. Yasmine Belkaid sonríe mientras reflexiona sobre qué es en realidad un ser humano. Una persona está compuesta por unos 30 millones de millones de células humanas, el 84% de ellas glóbulos rojos, encargados de transportar el oxígeno en la sangre. Pero “no estamos solos”, según subraya Belkaid. En un cuerpo humano también hay, al menos, 39 millones de millones de microbios. La proporción es de 1,3 células microbianas por cada una humana. “Estamos colonizados por todo aquello a lo que nos han enseñado a tener miedo: bacterias, virus, arqueas, protozoos, hongos”, expone. Incluso nuestros ojos están cubiertos por una multitud de microbios.

Belkaid sabe de lo que habla. Dirige el Programa Microbioma del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU, dedicado a entender las interacciones entre los 30 billones de células humanas y los 39 billones de microbios. Es una tarea descomunal. Una persona tiene su genoma, el ADN de sus propias células. Pero también alberga un segundo genoma: el microbioma, el ADN de todos los microorganismos que viven en su interior. El equipo de Belkaid ha demostrado que los microbios de la piel y de los intestinos desempeñan un papel clave para controlar las defensas de un ser humano. En la piel, por ejemplo, las bacterias beneficiosas se alían con el sistema inmune para acelerar la curación de las heridas. La vida de una persona está en manos de las señales que envían sus inquilinos microscópicos.

El artículo: El País (España)

22 de septiembre de 2018

Por qué muchas personas alérgicas a la penicilina en realidad no lo son (y por qué esta confusión puede ser peligrosa)

Una pregunta básica que los médicos hacen antes de recetarte un antibiótico es si eres alérgico a algún fármaco. 


De todas las reacciones adversas reportadas, la alergia a la penicilina es la más común. 

Sin embargo, según un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston, Estados Unidos, y publicado en el British Medical Journal, la mayoría de los pacientes que creen ser alérgicos a este antibiótico no lo son. 

En EE.UU., por ejemplo, el 10% de los pacientes reporta ser alérgico a la penicilina, y, el 90% de ellos puede en realidad tolerar la droga. 

Este error, dicen los investigadores, tiene consecuencias negativas para la salud, ya que a estos pacientes se le recetan otros antibióticos de amplio espectro que no solo son más costosos sino que también pueden matar bacterias buenas, además de las malas. 

Tras analizar los registros médicos recogidos durante seis años de más de 300.000 adultos en Reino Unido, los investigadores notaron que los alérgicos a la penicilina tienen un 70% más de posibilidades de contraer Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM, una cepa de la bacteria Staphylococcus aureus que se ha vuelto resistente a varios antibióticos. 

También corren más riesgos que los no alérgicos (un 26% más) de sufrir inflamación del colon por infección por Clostridium difficile (C.diff)

Estas bacterias son comunes en el ambiente y pueden vivir en los intestinos y en la piel sin problemas.

Pero, cuando se le receta a un paciente (por otro problema) un antibiótico de amplio espectro que acaba matando bacterias buenas además de las malas, el SARM o el C.diff se multiplican y pueden resultar problemáticos.

De dónde surge la confusión


Según los investigadores, el problema surge de un diagnóstico equivocado: un exantema (erupción en la piel de color rojo intenso) viral puede malinterpretarse como una alergia, o síntomas como dolor de cabeza o diarrea pueden asociarse erróneamente con la penicilina, cuando fueron en realidad provocados por otros factores. 

Muchas veces ocurre que se manifiestan al mismo tiempo que el paciente está tomando antibióticos y por ellos se hace esta asociación.

Por otra parte, numerosos pacientes que han manifestado una reacción alérgica a la penicilina en algún momento de su vida, no siguen siendo hipersensibles a este fármaco 10 años después. 

No obstante, la solución es simple: el problema se resuelve con un test, que permite hacer un diagnóstico preciso. 

La prueba más común se hace administrando una pequeña cantidad de penicilina en la piel con una aguja diminuta. 

Si la inyección provoca un bulto rojo elevado y pica, la reacción es positiva. 

Fuente: BBC Mundo

22 de agosto de 2018

Biobaterías: las pilas que utilizan papel y bacterias para generar energía


Papel + bacterias= energía

Así podría resumirse la fórmula revolucionaria de una nueva tecnología, "barata y renovable", presentada esta semana en la 256ª Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Química de Estados Unidos.

Se trata de baterías hechas de papel y alimentada por microorganismos que, según sus creadores, podrían ser utilizadas para suplir energía en áreas remotas del mundo o en regiones con recursos limitados donde artículos cotidianos como enchufes eléctricos son un lujo.

Entre sus elementos más llamativos también se encuentra que las baterías solo se activan cuando entran en contacto con agua o saliva y que una tecnología, llamada liofilización, permite su almacenamiento duradero sin que pierdan sus propiedades o se degrade.

El equipo de investigadores de la Universidad de Binghamton, en el estado de Nueva York, que trabaja desde hace años en este campo, explicó durante la conferencia que las pilas de papel se puede usar una sola vez y luego desechar y que, actualmente, tienen una vida útil de cuatro meses.

No obstante, anunciaron que continúan trabajando para mejorar la carga electrónica de la batería (actualmente pueden generar la energía necesaria para alimentar un diodo de luz y una calculadora) y en la supervivencia y el rendimiento de las bacterias, lo que permitiría una vida útil más larga del dispositivo.

"El rendimiento energético también necesita mejorarse aproximadamente 1.000 veces para la mayoría de las aplicaciones prácticas", aseguró en un comunicado de prensa Seokheun Choi, el encargado de la investigación.

De acuerdo con el experto, esto podría lograrse apilando y conectando varias baterías de papel a la vez.

Choi anunció, además, que el equipo ya solicitó la patente para la batería y que está buscando socios en la industria para su comercialización.

Pero ¿cómo funcionan estos dispositivos?

El profesor asistente Seokheun Choi lleva trabajando cinco años en baterías de papel y energía generada por bacterias. 

Los poderes del papel

Desde hace años, los investigadores han desarrollado biosensores desechables a partir del papel, que se utilizan generalmente para el diagnóstico de enfermedades o para la detección de contaminantes en el medio ambiente. 

El funcionamiento de estos dispositivos se basa generalmente en reacciones químicas que provocan un cambio de color, lo que permite conocer la presencia o no de ciertos contaminantes o condiciones de salud.

Sin embargo, la sensibilidad "eléctrica" de estos dispositivos es limitada y se agota muy rápido.

"El papel tiene ventajas únicas como material para biosensores: es económico, desechable, flexible y tiene una gran superficie. Sin embargo, los sensores requieren una fuente de alimentación", explicó Choi en la presentación de sus baterías.

Para superar esta barrera, el equipo de la Universidad Binghamton creó una especie de celdas imprimiendo capas delgadas de metales y otros materiales sobre una superficie de papel. 

Luego, colocaron "exoelectrógenos ", que son un tipo especial de bacteria que puede transferir electrones fuera de sus células. 

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

Equipo científico peruano gana concurso promovido por The National Geographic

KillaLab, que enviará el próximo año una misión a la Luna, obtuvo una beca de US$ 10 mil para invertirlo en la investigación.

Equipo peruano podría predecir cómo sobrevivirán las especies al cambio climático 


Ruth Quispe Pilco, Rómulo Cruz Simbrón, Marco Capcha Mansilla y Sofía Rodríguez son cuatro científicos peruanos que piensan en la Luna, literalmente. Ellos son integrantes del equipo  KillaLab que el próximo año lanzará una misión al satélite de la Tierra y que ahora ganaron una beca de 10 mil dólares en un concurso promovido por The National Geographic.

El monto, obtenido través del comité para la investigación y exploración de la prestigiosa revista, será invertido en la investigación de su proyecto “Cianobacteria y sus estrategias en las lagunas altoandinas del Perú, como base de adaptación para un ecosistema de cambio climático”.



El proyecto de KillaLab es enviar cultivos de cianobacterias de ambientes extremos peruanos a fin de analizar su comportamiento y margen de supervivencia en la superficie lunar, ambiente inhóspito para la vida. Con ello, buscan sustentar la vida del humano en el espacio.

Las cianobacterias serán introducidas en una especie de minilaboratorio especial (que tiene forma y tamaño de una lata de leche). El lanzamiento a la Luna será vía la compañía india TeamIndus, de acuerdo con lo proyectado indicó Sofía Rodríguez, integrante del KillaLab a la agencia Andina.
El equipo detalló en su página de Facebook que, según el cronograma del proyecto financiado por Concytec, el lanzamiento está previsto entre enero a diciembre del 2019.

El nombre de KillaLab proviene de la voz quechua para designar a la Luna, conocida como ‘Mama Quilla’ en la mitología incaica.

Tomado de: El Comercio (Perú)

18 de agosto de 2018

Las bacterias se están volviendo resistentes a los desinfectantes de manos

Un estudió encontró que las bacterias están aprendiendo a adaptarse para sobrevivir frente a desinfectantes de manos a base de alcohol.


Hace poco se conoció que las bacterias estarían trasmitiendo su resistencia a los antibióticos a través del aire. Ahora, una nueva investigación publicada en Science Translational Medicine, ha encontrado que incluso los desinfectantes hospitalarios de alta resistencia están perdiendo efectividad contra las superbacterias.

El estudio, llevado a cabo por científicos australianos, encontró que las bacterias están aprendiendo a adaptarse para sobrevivir frente a desinfectantes de manos a base de alcohol. Así mismo, específicamente la bacteria Enterococcus faecium, una de las principales causas de infecciones en los hospitales, se está volviendo más resistente al alcohol en sí.

“Vamos a necesitar procedimientos adicionales”

Un grupo particular de bacterias, conocidos como Enterococos resistentes a la vancomicina (VRE), parece haber mutado para resistir el alcohol. Aunque la mutación en sí es peligrosa, aun no se debe descartar el uso de desinfectantes.

"Este no es el final de la higiene de manos en el hospital, que ha sido uno de los procedimientos de control de infecciones más eficaces que hemos introducido en todo el mundo", dice uno de los miembros del equipo, el microbiólogo molecular Tim Stinear del Instituto Peter Doherty en Australia. "La OMS lo recomienda".

"Pero no podemos confiar únicamente en los desinfectantes a base de alcohol y para algunas bacterias, como el VRE, vamos a necesitar procedimientos y políticas adicionales”, añade Stinear. “Para el hospital, estos serán los regímenes de súper limpieza, que incluyen desinfectantes alternativos, tal vez basado en cloro ".
El experimento 
Para su estudio, los investigadores probaron un total de 139 muestras de E. faecium tomadas de pacientes antes y después de la adopción generalizada del desinfectante de manos a base de alcohol en hospitales australianos, que abarca un período de 1997 a 2015.

Después de que estas muestras fueron expuestas a una solución de alcohol desinfectante, se descubrió que las bacterias recolectadas después de 2010 eran unas diez veces más tolerantes a la sustancia. En pruebas adicionales, algunas de las muestras de bacterias se aplicaron a jaulas de ratones, y luego se limpiaron usando toallitas desinfectantes de uso hospitalario.

Los ratones que fueron colocados en una jaula con una cepa de E. faecium del 2012 mostraron rastros de la bacteria en sus heces, una clara indicación de que el alcohol no fue tan eficaz en comparación con las cepas anteriores. Las últimas cepas de bacterias demostraron ser aún más resistentes.
La resistencia al alcohol es paralela a la de los antibiótico 
El análisis genético adicional de las bacterias resistentes al alcohol reveló que habían desarrollado mutaciones en genes específicos relacionados con el metabolismo celular. Sin embargo, la resistencia al alcohol parecía tener una base genética diferente a la resistencia de las bacterias a los antibióticos en general.

El grupo de bacterias VRE es particularmente peligroso para los pacientes que han tenido un tratamiento con antibióticos que ha alterado la composición normal de sus bacterias intestinales. Lo que quiere decir que algunas de las personas que están más enfermas en el hospital corren mayor riesgo, debido a que los virus VRE pueden causar infecciones en el tracto urinario, las heridas y el torrente sanguíneo, y ya son resistentes a varias clases de antibióticos.

Por eso, el siguiente paso es más investigación. Más estudios que cubren más hospitales, más países y más cepas de bacterias, y que intenten establecer un vínculo definitivo entre la mayor tolerancia de E. faecium y la introducción de desinfectante de manos en los hospitales.

Mientras tanto, es importante recordar que el lavado de manos con desinfectantes debe darse por un periodo de 20 a 30 segundos y con mucha fricción. Además, de un aislamiento más eficiente del paciente y buscar regímenes de limpieza más completos, sugieren los investigadores.

Las superbacterias se están haciendo cada vez más comunes. Hace solo dos días se reportó en caso de una bacteria llamada Klebsiella pneumoniae que había matado a 10 bebes recién nacidos en México.


Con información de:


22 de febrero de 2018

El rastro más antiguo de la vida en la Tierra

Confirman que unos restos fosilizados de 3.500 millones de años hallados en Australia son de origen biológico.

Unos restos microscópicos descubiertos en unas rocas de 3.500 millones de años constituyen los fósiles más antiguos conocidos así como la prueba directa de vida en la Tierra más temprana hallada hasta fecha. Así lo ha confirmado un equipo de investigadores de las universidades de Wisconsin–Madison y California, en Los Ángeles (UCLA). En un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, estos científicos, coordinados por el paleobiólogo James William Schopf, de esta última institución estadounidense, y el profesor de Geociencias John W. Valley, de la primera, describen once especímenes microbianos pertenecientes a cinco taxones diferentes –en estos se agrupan organismos que presentan un cierto parentesco entre sí–.

Según estos expertos, es posible relacionar sus características morfológicas con las huellas químicas características de la vida. Aunque algunos ejemplares son, en esencia, similares a algunos microbios que aún pueden encontrase en la actualidad, otros son bacterias y arqueas –un tipo de microorganismos unicelulares– pertenecientes a especies ya extinguidas. En todo caso, vivieron en una época en la que el oxígeno aún no se encontraba de forma significativa en la atmósfera.

A partir de su análisis, los investigadores pudieron constatar que entre los microorganismos, cada uno de unos 10 micrómetros de ancho –un cabello humano tiene el mismo grosor que ocho de ellos–, se encontraban bacterias fototróficas, que aprovechan la radiación solar para generar energía, arqueas productoras de metano y gammaproteobacterias, que oxidan este gas, un compuesto que según algunos modelos teóricos tuvo una importante presencia en la atmósfera primitiva.

Este tipo de estudios sugiere que la vida podría ser un fenómeno muy común en el universo”, afirma Schopf. “Pero, sobre todo, la presencia de estos microbios en la Tierra hace 3.500 millones de años indica que se habría desarrollado en nuestro planeta mucho antes de esa fecha; si bien nadie sabe cuánto antes. Además, confirma que incluso la vida más primitiva puede evolucionar y dar origen, en este caso, a microorganismos más avanzados”. El propio profesor Valley que ha participado en este ensayo llevó a cabo un estudio en 2001 en el que probó que hace 4.300 millones de años ya existían océanos en nuestro planeta. “No tenemos pruebas de que en esa época hubiera vida en la Tierra, pero eso no quiere decir que no se diera”, concluye Valley.

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Muy Interesante

7 de noviembre de 2016

¿Debemos dejar que nuestro perro o gato nos "bese" en la cara?


La Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria calcula que en Estados Unidos hay 163 millones de perros y gatos mascotas: 78 millones son perros y 85 millones son gatos. 

Y en una encuesta llevada a cabo por la organización en 2015, 63% de esos dueños de mascotas dijeron que consideraban a sus animales como miembros de su familia.

Así, quienes tienen una mascota suelen jugar con ellas, compartir su comida con ellas y muchas veces hasta compartir la cama.

Entonces, como un miembro más de la familia, ¿debemos dejar que nos den muestras de afecto, como un "beso" en la cara?

Si pensamos en dónde ha estado el hocico de nuestra mascota, la respuesta que surge de inmediato es "no", por muy adorables y limpias que parezcan.

Aquí te explican las razones...



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