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17 de diciembre de 2019

Baterias de litio: Hasta el Nobel…¡y más allá!

Los padres de las baterías de iones de litio recibieron este año el Nobel de Química por su contribución a la electrónica de consumo, sentando las bases de la sociedad inalámbrica alimentando prácticamente cualquier dispositivo móvil y vehículo eléctrico. Hoy día, nuevas combinaciones y materiales alternativos alumbran una generación de baterías más ecológica, más rápida y de mayor capacidad de almacenamiento. 
 
Bajo el desierto de sal más grande del mundo, el Salar de Uyuni, en Bolivia, se encuentra la  mayor reserva de litio mundial. Crédito: Wikimedia Commons.

John B. Goodenough, M. Stanley Whittingham y Akira Yoshino han recibido el Premio Nobel de Química 2019 por sus contribuciones al desarrollo de una tecnología de almacenamiento energético fundamental para la revolución de la electrónica móvil: las baterías de iones de litio (Li-ion). Diferentes líneas de investigación buscan la combinación perfecta de materiales para optimizar la capacidad de almacenamiento de estas baterías, una cuestión fundamental para la consolidación de los transportes eléctricos. Entre las líneas de investigación más recientes están la utilización de iones de oxígeno o la incorporación de silicio, un componente que ya utilizan algunos modelos de coches Tesla y que podría aumentar hasta un 30% la capacidad de almacenamiento de este tipo de baterías.

Alternativas químicas para multiplicar la capacidad

Otra propuesta para una química alternativa son las denominadas baterías de fluoruro, que tienen una densidad energética hasta diez veces mayor que las baterías de iones de litio actuales, según el Christopher Brooks, científico jefe del Instituto de Investigación Honda y coautor de una reciente investigación desarrollada en colaboración con Caltech y la NASA. Otras combinaciones —como el litio-azufre o el litio-aire— se exploran actualmente para crear baterías de alta capacidad.

Uno de los condicionantes de las baterías de iones de litio es que hoy por hoy necesitan una carga entera (y lenta) para obtener una reacción electroquímica completa. Según la revista Nature, un grupo de investigadores del Laboratorio Argonne del Departamento de Energía de Estados Unidos ha desarrollado una tecnología que reduciría el tiempo de carga de las baterías mediante la exposición del cátodo a un haz de luz concentrada, como por ejemplo la luz blanca de una lámpara de xenón.

Lea el artículo completo en: Canal innovación

 
 

15 de diciembre de 2018

El físico indio que dobló la luz

Muy poca gente tiene la suerte de vivir lo suficiente para ver cómo sus trabajos revolucionan el mundo. El físico indio Narinder Singh Kapany es una de esas personas afortunadas. En 1953 diseñó y fabricó un cable de vidrio capaz de transportar la luz, al que más tarde llamó fibra óptica; un invento que ha transformado nuestras vidas. Sin él no serían posibles Internet y las telecomunicaciones actuales, ni la instrumentación biomédica más puntera, ni un aprovechamiento eficiente de la energía solar. Con la fibra óptica este genio de la física —además de emprendedor e inventor— logró lo que sus profesores le habían dicho que era imposible: doblar la la luz.

Narinder Kapany nació el 31 de octubre de 1926 en Moga (al norte de la India), en el seno de una familia acomodada sij. Allí estudió Física en la Universidad de Agra, a la vez que trabajaba en una fábrica de diseño y fabricación de instrumentos ópticos, donde empezó a interesarse por las aplicaciones tecnológicas de las teorías que estudiaba.

Tras licenciarse en 1952, se trasladó a Londres para cursar el doctorado en el Imperial College de Londres junto al prestigioso físico británico Harold Hopkins, investigador en el campo de la óptica. Kapany buscaba conseguir un sistema que permitiese usar la luz como medio de transmisión de información, recogiendo el testigo de célebres científicos anteriores. Uno fue el francés Claude Chappe, que el siglo XVIII desarrolló una especie de telégrafo óptico, considerado el primer intento de usar la luz como vehículo de intercambio de información: su idea fue enfrentar torres separadas por decenas de kilómetros que reflejaban con espejos mensajes codificados en forma de luz.

Un haz de luz a traves de cables de vidrio

Casi un siglo antes, el irlandés John Tyndall descubrió que la luz podía viajar dentro de un chorro de agua. A partir de estas ideas previas, Kapany emprendió la tarea de desarrollar un material por el que la luz pudiese viajar adaptándose a su forma y curvatura. En 1953, durante los trabajos para su tesis, lo logró de forma incipiente.

En 1954 publicó su gran avance en la revista Nature, donde explicó cómo había lanzado un haz de luz a través de un conjunto de cables de vidrio de 75 centímetros de largo sin apenas perder señal en la transmisión. Aquellas fibras tenían un problema: la luz se disipaba y no lograba cubrir distancias mayores a 9 metros. Pero aun así, Kapany abrió el camino a que muchos otros investigadores trabajasen en ese campo, perfeccionando su invento, que más tarde él mismo bautizó como “fibra óptica” en un artículo en la revista Scientific American.

La fibra óptica es un filamento de vidrio muy largo y flexible con un grosor que es solo el doble que el de un cabello humano. A través de ese finísimo cable pueden viajar señales de luz láser codificadas que al llegar a su destino se descifran, reconstruyendo un mensaje. En general estas fibras se reúnen en haces más anchos rodeados por una cubierta plástica. En la actualidad es uno de los materiales más usados en las telecomunicaciones por su ligereza, flexibilidad, resistencia y por lo económica que es la materia prima a partir de la que se producen, la arena.

Fuente: Open Mind 

11 de noviembre de 2018

George Boole, el ‘arquitecto’ de la revolución digital

Profundizar en el mecanismo que rige un semáforo o en el funcionamiento de un complejo sistema informático revela una base común. Es el álgebra de Boole, una herramienta matemática cuya evolución le ha llevado mucho más allá del ámbito específico de la lógica matemática, para el que fue concebido, convirtiéndose en un pilar teórico de nuestra civilización tecnológica.

La mayoría de los circuitos electrónicos, y de los sistemas de computación en general, tienen su origen en una función lógica. Pero esta puede ser bastante larga y compleja. Por eso George Boole (1815-1864) ideó un método para simplificar esa función lógica lo máximo posible, a través de ciertas reglas básicas o propiedades. Quizás este sistema encuentra hoy en día uno de sus máximos exponentes los buscadores de Internet como Google, que hoy le reconoce el mérito a Boole con un doodle que conmemora el 200 aniversario de su nacimiento.

A mediados del siglo XIX, Boole desarrolló en su libro “An Investigation of the Laws of Thought” (1854), la idea de que las proposiciones lógicas podían ser tratadas mediante herramientas matemáticas. Estas proposiciones lógicas podían tomar únicamente dos valores del tipo Verdadero/Falso o Sí/No. Estos valores bivalentes y opuestos podían ser representados por números binarios de un dígito (bits), por lo cual el álgebra booleana se puede entender cómo el álgebra del sistema binario.

Un sistema lógico de futuro imprevisto

Él mismo resumió su trabajo en esta frase: «Las interpretaciones respectivas de los símbolos 0 y 1 en el sistema de lógica son Nada y Universo». Podría interpretarse como un anticipo de su trascendencia. Sin embargo, contrariamente a lo que se puede pensar, el álgebra de Boole no pareció tener ninguna aplicación práctica en un primer momento y sólo se le encontró un sentido, bastante abstracto, en el campo de la lógica matemática.

Fue setenta años después de su muerte, en 1938, cuando el ingeniero electrónico y matemático estadounidense Claude E. Shannon (1916 – 2001) encontró en el trabajo de Boole una base para los mecanismos y procesos en el mundo real, demostrando cómo el álgebra booleana podía optimizar el diseño de los sistemas electromecánicos de relés, utilizados por aquel entonces en conmutadores de enrutamiento de teléfono.

Además de Shannon, el ruso Victor Shestakov (1907-1987) propuso una teoría de los interruptores eléctricos basados en la lógica booleana en 1935, aunque menos conocida en un principio: su publicación se hizo años después, en 1941 y en ruso. De esta manera, el álgebra de Boole se convirtió en el fundamento de la práctica de circuitos digitales de diseño, y George Boole (a través de Shannon y Shestakov) en el arquitecto que puso los cimientos teóricos para la revolución digital.

Tomado de: Open Mind

22 de agosto de 2018

Biobaterías: las pilas que utilizan papel y bacterias para generar energía


Papel + bacterias= energía

Así podría resumirse la fórmula revolucionaria de una nueva tecnología, "barata y renovable", presentada esta semana en la 256ª Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Química de Estados Unidos.

Se trata de baterías hechas de papel y alimentada por microorganismos que, según sus creadores, podrían ser utilizadas para suplir energía en áreas remotas del mundo o en regiones con recursos limitados donde artículos cotidianos como enchufes eléctricos son un lujo.

Entre sus elementos más llamativos también se encuentra que las baterías solo se activan cuando entran en contacto con agua o saliva y que una tecnología, llamada liofilización, permite su almacenamiento duradero sin que pierdan sus propiedades o se degrade.

El equipo de investigadores de la Universidad de Binghamton, en el estado de Nueva York, que trabaja desde hace años en este campo, explicó durante la conferencia que las pilas de papel se puede usar una sola vez y luego desechar y que, actualmente, tienen una vida útil de cuatro meses.

No obstante, anunciaron que continúan trabajando para mejorar la carga electrónica de la batería (actualmente pueden generar la energía necesaria para alimentar un diodo de luz y una calculadora) y en la supervivencia y el rendimiento de las bacterias, lo que permitiría una vida útil más larga del dispositivo.

"El rendimiento energético también necesita mejorarse aproximadamente 1.000 veces para la mayoría de las aplicaciones prácticas", aseguró en un comunicado de prensa Seokheun Choi, el encargado de la investigación.

De acuerdo con el experto, esto podría lograrse apilando y conectando varias baterías de papel a la vez.

Choi anunció, además, que el equipo ya solicitó la patente para la batería y que está buscando socios en la industria para su comercialización.

Pero ¿cómo funcionan estos dispositivos?

El profesor asistente Seokheun Choi lleva trabajando cinco años en baterías de papel y energía generada por bacterias. 

Los poderes del papel

Desde hace años, los investigadores han desarrollado biosensores desechables a partir del papel, que se utilizan generalmente para el diagnóstico de enfermedades o para la detección de contaminantes en el medio ambiente. 

El funcionamiento de estos dispositivos se basa generalmente en reacciones químicas que provocan un cambio de color, lo que permite conocer la presencia o no de ciertos contaminantes o condiciones de salud.

Sin embargo, la sensibilidad "eléctrica" de estos dispositivos es limitada y se agota muy rápido.

"El papel tiene ventajas únicas como material para biosensores: es económico, desechable, flexible y tiene una gran superficie. Sin embargo, los sensores requieren una fuente de alimentación", explicó Choi en la presentación de sus baterías.

Para superar esta barrera, el equipo de la Universidad Binghamton creó una especie de celdas imprimiendo capas delgadas de metales y otros materiales sobre una superficie de papel. 

Luego, colocaron "exoelectrógenos ", que son un tipo especial de bacteria que puede transferir electrones fuera de sus células. 

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

23 de febrero de 2018

¿Qué son los dispensadores electrónicos de cuentos?

La idea del proyecto era promover la lectura en los viajeros y transeúntes para que se separaran de las pantallas de los móviles. 


Francia cuenta con más de 150 dispensadores electrónicos de cuentos. Estas máquinas ya llegaron a Estados Unidos y podrían expandirse por otros países.

En 2011, la empresa Short Édition con sede en Grenoble (Francia) empezó a instalar máquinas dispensadoras de cuentos en espacios públicos estratégicos, como el aeropuerto Charles de Gaulle de París.

Una peculiaridad de los Short Story Dispensers (dispensadores de historias cortas) es que no tienen pantalla.

Christophe Sibieude, cofundador y jefe de Short Édition, y el alcalde de Grenoble, Éric Piolle, son los creadores de esta modalidad.

La idea del proyecto era promover la lectura en los viajeros y transeúntes para que se separaran de las pantallas de los móviles.

“La idea nos vino frente a una máquina expendedora que contenía barras de chocolate y bebidas”, explicó Sibieude a Agence-France Presse en 2015.

“Nos dijimos que podíamos hacer lo mismo con la literatura popular de buena calidad para ocupar estos momentos improductivos”, agregó.

Hay historias de uno, tres y cinco minutos impresas en un papel largo, ecológico y libre de BPA (compuesto de muchos plásticos y aditivos).

Cuentan con obras de 6.800 autores que incluyen clásicos como Shakespeare y Virginia Woolf.

Fuente:

TeleSur

16 de diciembre de 2015

Crean la primera rosa biónica

Investigadores suecos insertan cables y transistores en los tallos y hojas de la flor.
Su objetivo es conseguir plantas electrónicas generadoras de energía.



La imagen muestra la rosa convertida en un completo circuito electrónico. / Eliot F. Gomez/U. Linköping
Investigadores suecos han inaugurado la era de las plantas electrónicas. Lograron insertar cables en los tallos y hojas de una rosa y que funcionara como un completo circuito integrado, con sus transistores, interruptores o puertas lógicas. Es solo el principio, pero ellos creen que se podría convertir a las plantas en una especie de centrales eléctricas o gasolineras sin tener que arrancarlas del suelo.

A diferencia de los animales, las plantas no tienen corazón, pulmones u otros órganos complejos. Pero eso no las hace organismos simples. Sin corazón, su sistema vascular se las ha ingeniado para transportar los azúcares generados en las hojas con la fotosíntesis hasta las raíces por un complejo sistema llamado floema. Igual de complejo es el xilema, una especie de tubos que hacen el camino inverso, llevando el agua y los nutrientes tomados de la tierra al resto de la planta.

El transporte del agua por este tejido vegetal se apoya en el mismo doble proceso de tensión y cohesión que se observa al mojar una servilleta de papel. Aunque esté en posición vertical, si hay suficiente agua, esta subirá hasta arriba. Igual de ingeniosa es la circulación de diversas moléculas básicas para las plantas y que se mueven por su diferencial eléctrico en forma de iones.

Investigadores del Laboratorio de Electrónica Orgánica de la Universidad de Linköping (Suecia) han aprovechado estos mecanismos para casi inventar un nuevo campo científico. Tan nuevo que no está claro como llamarlo, si electrónica vegetal, electrónica orgánica, bioelectrónica... Son conceptos que ya se usan para campos similares, como la obtención de materiales orgánicos con propiedades electrónicas, pero en los que no se investiga como convertir las flores en circuitos electrónicos.
Los investigadores inocularon un material conductor en el sistema vascular de la rosa.
Estos científicos compraron unas cuantas rosas en una floristería y realizaron dos experimentos sucesivos. Primero quisieron cablear el tallo de una de las flores. Para ello, lo sumergieron en una solución acuosa de un polímero llamado PEDOT. Este material plástico, usado ya por la industria en pantallas táctiles, LEDs o libros electrónicos, es un gran conductor eléctrico. Tiene la particularidad de que, como si fuera gelatina, se disuelve bien en el agua para después solidificarse lo que lo hacía el candidato ideal para colarse por el xilema de la rosa.

Tras 48 horas, los científicos metidos a jardineros cortaron el tallo a lo largo, retirando la cutícula exterior, la epidermis y el floema hasta ver aparecer todo un cableado a lo largo del xilema. Algunos cables llegaron, de extremo a extremo, hasta los 10 centímetros. Los investigadores comprobaron que tanto su conductividad como resistencia eran óptimos.

"La rosa por sí misma tiene una muy baja conductividad. Con la que le añadimos introduciendo el polímero, logramos 0,13 S/cm [siemens por centímetro, unidad de medida de la conductividad], lo que es suficiente para crear un circuito dentro de la rosa", dice el profesor Magnus Berggren y principal autor de la investigación, publicada en Science Advances.

Pero no se quedaron en cablear la rosa. Jugando con los distintos cables y conectándolos a una resistencia exterior pudieron crear un completo circuito integrado. Manipulando el voltaje entre 0 y 0,5 voltios, ya podían tener los rudimentos de un sistema digital basado en el paso/corte de corriente o lo que es lo mismo, ceros (0 voltios) y unos (0,5 voltios).

El segundo experimento lo hicieron con las hojas...

Lea el artículo completo en:

El País

9 de abril de 2015

Arte: Como hacer rascacielos con basura electrónica

El artista italiano Franco Recchia tiene un pasatiempo inusual, convierte la basura electrónica, viejos ordenadores y computadoras, en maravillosas maquetas de conocidas ciudades. Una idea de como reciclar estos deshechos tecnológicos.
En su tiempo, recorre la ciudad y las plantas de reciclaje buscando tecnología y ordenadores desechados, y luego los transforma en horizontes increíblemente detallados de ciudades. La Quinta Avenida, Boston o una metrópolis futurista, cada una de las esculturas de Franco es una compleja amalgama de tarjetas de circuitos impresos y unidades de disco duro que ha recogido a lo largo del camino.
“Siempre me han fascinado los objetos de uso común, porque eran, originalmente, hechos por una persona que puso la creatividad, inteligencia y pasión en su diseño” dice Recchia.
Ha conseguido llenar dos casas con estos objetos, para gran consternación de su familia. Franco recomienda este reciclaje para niños, para que aprendan a poner en valor lo que esta sociedad actual considera basura, y que con el tratamiento adecuado pueden convertirse en preciosos objetos.
Tomando las piezas de viejas computadores, Franco ha realizado rascacielos dandole una nueva vida a lo que ya no la tenía. Como ejemplo mostramos algunas de sus obras inspiradas en Boston, Manhattan, PittsburghCentral Park o Pechino:

Rascacielos con basura electronica1
Central Park
Rascacielos con basura electronica4
Metropolis
Rascacielos con basura electronica2
Manhattan 2
Rascacielos con basura electronica3
pechino district
Pechino District

Urano reciclando
Urano
Boston
Boston

Fuente:

9 de octubre de 2014

¿Por qué el LED azul merece un Premio Nobel en Física y el LED verde no?

wear-a-constellation-with-led-ga 
Está por todo internet, todo el mundo quiere hacerse eco de quiénes son los ganadores del Nobel en cada disciplina. Ayer mismo supimos los ganadores del premio Nobel de Física: los 3 responsables del primer LED azul eficiente, contruído hace 20 años. Un premio poco común si pensamos que ni el creador del primer LED ni el del primer LED azul tienen tal premio. ¿Por qué ahora? ¿Por qué solo a estos?

La primera pregunta es fácil de contestar: porque ya era hora. Hace años que los LEDs invaden nuestra vida. Desde las pantallas de los smartphones, tablets, ordenadores, TVs… pasando por los coches hasta llegar a las bombillas de casa. La aceptación del LED es tal que ya hay ciudades cambiando sus farolas a esta tecnología. Y me permito añadir que mucho tarda esta transición, cuando los LEDs son más duraderos, baratos, pequeños y eficientes con hasta 300lumen/Watio frente a los 70 de los fluerescentes y 16 de las bombillas tradicionales.

CityLED

La segunda pregunta, sin embargo, es bastante más compleja de responder y atiende a razones históricas, casi 30 años de diferencia entre el LED verde y el azul; y a razones físicas, es muy complicado de construir y tiene unas propiedades únicas que no comparte con otros LEDs. Para entender estas razones (especialmente la última) es necesario entrar en teoría cuántica de semiconductores, pero vamos a intentar hacerlo sencillo para que todos nos entendamos (prometo que lo conseguiremos).

La física del los LEDs

Vamos a empezar por lo más interesante y complejo: entender un LED. Un LED es una unión de dos semiconductores tipo p-n. El tipo de semiconductor nos dice si los portadores de corriente serán negativos (electrones) o positivos (huecos sin electrón). Es importante entender que un hueco en el que falta un electrón se comporta como un electrón con carga positiva, aunque realmente no haya nada ahí.

Lo interesante de estas uniones es que forman diodos que solo dejan pasar la señal en una dirección. Esto permite que conviertan una señal alterna en contínua, por ejemplo. Los LEDs son unos diodos especiales que emiten luz cuando pasa corriente en la dirección permitida. Esta emisión de luz se produce por un salto de los electrones entre niveles de energía y deben cumplirse unas propiedas para que exista y podamos ver esa luz.

Gaps

Cada línea es un nivel de energía.

En concreto tienen que cumplirse dos condiciones sencillas, la primera de las cuales es que el mínimo de un nivel de energía se encuentre justo encima del máximo del nivel anterior. En la imagen vemos este efecto en el esquema de niveles. Estos semiconductores se llaman de “gap directo” (gap es la diferencia de energías) por razones que os imagináis.

La segunda condición es que el gap de energía entre un nivel y otro sea tal que el fotón resultante se emita tenga una frecuencia en el rango visible. Lo que dicho en cristiano significa que tenemos que hacer el gap del tamaño justo para poder ver la luz y que no sea infrarroja (gap pequeño) o ultravioleta (gap grande). Modificando el tamaño del gap podemos variar el color desde el rojo hasta el azul pasando por todos los del arcoiris.

LEDScreen

Y justo aquí, al final, llega el problema. Si aumentamos mucho el gap (por encima del color verde) es más fácil perder las propiedades de semiconductor y pasar a un aislante convencional como el cuarzo o el vidrio. Aquí es donde reside la dificultad de conseguir un LED azul: aumentar el gap lo suficiente manteniendo un semiconductor. Como veremos a continuación esto no es sencillo y costó mucho tiempo y dinero conseguirlo de una forma viable para la producción masiva.

Historia del LED azul

Ahora que ya sabemos dónde reside la dificultad de conseguir un LED azul veamos cómo fue la evolución histórica de este hito. Empezaremos con el primer LED, con emisión en rojo, que fue construido en 1962. Aunque ya antes se habían observado fenómenos similares en el infrarrojo. Desde entonces se mantuvo una carrera por conseguir el resto de colores. A pesar de tenerse los diseños desde los años 50 el LED azul aún se haría esperar varias décadas.

Entorno a 1970 la mejora en las técnicas de crecimiento de cristales permitió un gran avance en el desarrollo de nuestros queridos LEDs azules. En principio se intentaron basar en GaN (Nitruro de Galio) pero pronto se vio que esa técnica no conseguía una luminosidad suficiente. Es aquí donde podemos establecer la creación del primer LED azul, aunque no era usable y apenas se veía su luz.

Ganadores del Premio Nobel de Física 2014

Ganadores del Premio Nobel de Física 2014

Para los más exigentes podemos establecer 1989 como la fecha en que se consiguió el primer LED azul con una emisión razonablemente alta, aunque su eficiencia era del 0.03% Una vez más parecía que el LED azul no era viable para la producción masiva; hasta que en 1994 nuestros laureados obtuvieron por primera vez un LED azul de “alta” eficiencia utilizando técnicas modernas. Como semiconductor usaron InGaN/AlGaN y obtuvieron eficiencia alrededor de 2.7% (comparable al 4% de las bombillas incandescentes).

A día de hoy los LEDs corrientes que podemos comprar en cualquier tienda, muy baratos, tienen una eficiencia superior al 50% y presentan la mejor fuente de luz artificial que conocemos. El LED azul eficiente (muy importante esta última palabra) ha permitido, en primer lugar, completar las matrices RGB que usan hoy todas las pancartas LED del mundo así como obtener LEDs blancos.

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Sí, blancos, no os había hablado de ellos porque me lo guardaba para el final. El LED blanco funciona como los fluorescentes de casa, pero mejor. Tenemos que bombardear con luz de alta energía (azul, ultravioleta…) un fosfato de tal forma que su reacción sea emitir luz en todo el espectro visible, dando lugar al color blanco. No es así como se hace el blanco en la pantalla de tu móvil (se enciende un pixel verde otro rojo y otro azul), pero sí es la forma de conseguir bombillas caseras o de iluminación de calles.

En resumen, y ya termino la chapa, los galardonados este año son más que merecidos ganadores del premio Nobel pues han permitido una revolución tecnológica equiparable a la del PC. En un primer momento puede parecer una elección frívola y sin fundamento, pero a mi juicio ya era hora de que lo obtuvieran. ¿Vosotros que pensáis? ¿Estáis de acuerdo o creéis que ha sido una decisión “porque no había nada mejor”? Como siempre, los comentarios son vuestros.

Fuente:

MedCiencia

18 de junio de 2014

La tragedia de la basura electrónica



Un hombre pasea por un vertedero de residuos electrónicos en un suburbio de Acra, la capital de Ghana. Camina pisando pantallas rotas, carcasas de ordenadores y teclados. Pero va buscando algo concreto, pistas que poder seguir en su investigación. Mike Anane es un periodista ambiental local. De pronto, ve una inscripción sobre una carcasa rota: Leeds City Council. Tiene lo que buscaba. ¿Cómo ha terminado un ordenador achatarrado perteneciente a un ayuntamiento de Reino Unido en un vertedero de Ghana si la exportación de residuos electrónicos está prohibida en la Unión Europea? Habrá que preguntárselo al propio ayuntamiento de Leeds.


El inicio del nuevo documental de la realizadora alemana residente en España Cosima Dannoritzer (Dortmund, 1965), La tragedia electrónica -producido por Mediapro en colaboración con varias televisiones públicas como TVE, Arte France o Al Jazeera-, refleja con un ejemplo sencillo una realidad que las sociedades de los países industrializados parecen haber interiorizado y ven como una normal sucesión de acontecimientos, a pesar de estar prohibida desde 1992 por la Convención de Basilea. Todos los países del mundo han ratificado este acuerdo, excepto en Estados Unidos y Haití.

Cada año, los países desarrollados producen hasta 50 millones de toneladas de residuos electrónicos como ordenadores, televisores, teléfonos móviles, electrodomésticos... Y, según el documental de investigación, el 75% de todos ellos desaparece del circuito oficial y una buena parte se exporta ilegalmente a África, China o India. Los datos oficiales de la Unión Europea señalan que dos terceras partes -el 66%- de los residuos electrónicos del continente no se reciclan adecuadamente en plantas homologadas. «Se calcula que el tráfico de residuos electrónicos mueve ya más dinero que el negocio de la droga», narra Dannoritzer en el documental.

Más información en:

El Mundo Ciencia

Puede ver un documental relacionado (Obsolescencia programada) AQUÍ.

12 de marzo de 2014

Generan un modelo matemático preciso de las células nerviosas del cerebro

Un modelo matemático capaz de describir con toda exactitud el complejo comportamiento de las células nerviosas del cerebro ha sido desarrollado por el matemático británico Ivan Tyukin. Su método permite la “copia” automática de neuronas simuladas a través circuitos artificiales y proporciona muestras electrónicas de comportamiento casi idéntico al de las neuronas vivas, creando así una nueva interfaz entre el tejido biológico y los sistemas mecánicos.


La dinámica de las células.

La dinámica de las células.
El matemático de la Universidad de Leicester, Ivan Tyukinn, en colaboración con científicos de Japón y de los Países Bajos, ha desarrollado una nueva técnica que permite generar modelos matemáticos que describen de manera precisa el verdadero comportamiento de las células nerviosas del cerebro, informa la mencionada universidad en un comunicado.

El desarrollo de estos modelos requiere de información detallada de la dinámica de los elementos responsables de la generación de pulsos (spike) en la célula. En neurociencia, basta un disparo de potencial de acción de duración entre 3 y 5 milisegundos (casi un pulso) a través de una brecha sináptica, para lograr excitar a la neurona post-sináptica.

La barrera principal entre los modelos matemáticos y la realidad es que la mayoría de las variables intrínsecas de las células vivas no puede observarse de manera directa. Un modelo matemático es una traducción de la realidad física para poder aplicar los instrumentos y técnicas de las teorías matemáticas para estudiar el comportamiento de sistemas complejos, y posteriormente hacer el camino inverso para traducir los resultados numéricos a la realidad física.

Generalmente, los modelos matemáticos introducen simplificaciones de realidad, especialmente en la modelización de la dinámica celular. Sin embargo, Ivan Tyukin y sus colegas han conseguido crear un método que permite reconstruir de forma automática las variables múltiples y todavía no conocidas que describen las dinámicas celulares, haciendo uso únicamente de los registros de la actividad eléctrica de respuesta de las células.

Variables múltiples

Una función biológica rara vez es el producto de una única macromolécula, sino que generalmente es el resultado de la interacción de un grupo de macromoléculas, como son los genes o las proteínas.

La comprensión de los complejos mecanismos de las células requiere una modelización de todas las interacciones entre macromoléculas que ha dado origen a una nueva ciencia transversal llamada biología de sistemas.

El trabajo de Tyukin y sus colegas forma parte de esta línea de investigación y representa un avance en la comprensión de los principios ocultos de los cálculos del cerebro biológico. Asimismo, explora vías alternativas de manipulación e incremento de las funciones cerebrales, según la mencionada Universidad.

Copia automática de neuronas

La “copia” automática de neuronas simuladas a través circuitos artificiales (y, potencialmente, a través de micro-chips) proporcionará muestras electrónicas de comportamiento casi idéntico al de las neuronas vivas, creando una nueva interfaz entre el tejido biológico y los sistemas mecánicos.

El Dr. Tyukin señala al respecto que “la técnica desarrollada permitirá la creación de nuevas interfaces cerebro-máquina. Las neuronas artificiales pueden conectarse fácil y electrónicamente con las máquinas. Por otro lado, al ser copias lo suficientemente parecidas a sus similares biológicas, podrán comunicarse con las células biológicas.”

“Por otro lado, añadió, la detección y el rastreo de los cambios instantáneos de las variables internas responsables de la generación de pulsos en las células, como una función derivada de la estimulación química externa, servirá para desarrollar técnicas matemáticas para el estudio sistemático de las señales extrasinápticas, que suponen más del 75% de las comunicaciones entre neuronas en algunas áreas del cerebro”.

La transmisión sináptica es una forma de comunicación en red entre neuronas que tradicionalmente se ha considerado el principal mecanismo para el procesamiento de información en el cerebro.

Mayor control del cerebro

Sin embargo, estudios recientes han señalado la importancia de la acción extrasinápitca de los transmisores químicos, que podría suponer una comprensión adicional de cómo las señales son transferidas y transformadas por éste.

Según Tyukin, la comprensión y los modelos matemáticos ajustados para este fenómeno permitirá progresar en el conocimiento de los principios físicos que subyacen a los cálculos del cerebro biológico.

Además, el conocimiento detallado de cómo puede variar la función del cerebro si modificamos los parámetros de difusión (por ejemplo, cambiando el volumen extra celular o añadiéndole algunas moléculas largas), permitirá un grado extra de control del cerebro que sería potencialmente importante para fines médicos, como cuando se quiera proteger la raíz de un foco de infarto con una barrera.

En este proyecto, además de Ivan Tyukin, del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido, han participado el profesor Cees van Leeuwen, el profesor Alexey Semyanov y el doctor Inseon Song del RIKEN Brain Science Institute de Japón, que han proporcionado la experiencia neurofisiológica y los registros de actividad neuronal. Asimismo, ha participado también el profesor Nijmeijer y Eric Steur, de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (en los Países Bajos), que actualmente trabajan en la realización electromecánica de los modelos, así como en el estudio de su sincronía.

Tomado de:

Tendencias21

18 de noviembre de 2013

Las cucarachas teledirigidas desatan la polémica



Greg Gage y Tim Marzullo, ingenieros de la Universidad de Michigan, llevan años mandando cucarachas por correo. Ahora envían una docena por unos 18 euros y, por otros 74, un kit para operarlas y transformarlas en mitad insecto, mitad robot. Su objetivo es enseñar a los niños a controlar la mente de los insectos.

Gage y Marzullo fundaron la compañía Backyard Brains por su experiencia con jóvenes interesados en la neurociencia. Como estudiantes universitarios, querían enseñarles a los niños cómo «sonaba» la actividad cerebral, pero los equipos eran demasiado caros para las demostraciones. Para sus clases, inventaron un microcircuito para oír y ver la actividad neuronal en invertebrados, habitualmente grillos y cucarachas, sus preferidas por su vida cerebral más intensa. Dicen que no querían que los niños interesados en ciencia tuvieran que esperar a hacer un doctorado.

En los últimos tres años han trabajado en el producto que ahora empiezan a vender: el Roboroach, presentado como el primer cyborg al alcance de cualquiera para «aprender microestimulación neuronal y electrónica». Dicen haber vendido unos 300.

Cables y antenas


El 'Roboroach'. | Backyard Brains

El paquete consiste en un microcircuito con tres electrodos capaz de controlar los movimientos de las cucarachas desde una aplicación de móvil. El mecanismo está diseñado como una mochila que se incorpora al insecto después de una operación que tiene que realizar el usuario para introducir cables en las antenas, la parte que transmite información cuando la cucaracha toca una pared o encuentra un agujero. La frecuencia de los estímulos es parecida a la empleada para tratar a enfermos de Parkinson. 

Durante unos minutos, la aplicación permite dirigir a la cucaracha hasta que el bicho se adapta y deja de responder. Después de unos 20 minutos de descanso, el insecto olvida cómo superar las órdenes externas y se vuelve a empezar. La cucaracha aprende a no obedecer en una semana. Una vez terminada la misión, se recomienda colocarla en la jaula y «dejarla que pase el resto de sus días (que pueden ser hasta dos años) haciendo más cucarachas para ti y comiendo lechuga».

Acusaciones de "crueldad"

La mayor asociación protectora de animales de Estados Unidos (PETA, en sus siglas en inglés) ya ha denunciado en Michigan a la empresa por violar las reglas contra la crueldad animal y animar a la práctica de la veterinaria sin licencia. «Las cucarachas son seres vivos capaces de sufrir, no objetos inanimados para que jueguen los niños», dice el abogado de PETA, Jeffrey Kerr.

Los ingenieros aseguran que las cucarachas no sufren, ya que explican cómo anestesiarlas introduciéndolas antes de la operación en agua helada, y animan a que las intervenciones se hagan siempre con supervisión de padres o profesores. En su web también aseguran que envían lo más deprisa posible las cucarachas para que no lo pasen mal. «Las cucarachas son más felices cuando no están dentro de un paquete durante mucho tiempo.

Así que mandamos cucarachas los lunes o martes por correo urgente», dicen en su presentación en Kickstarter, la web para conseguir inversores y donde recaudaron más de 9.000 euros en un mes este verano.

La empresa asegura que Roboroach no es un juguete cruel, sino una manera de educar a los jóvenes interesados en la neurociencia. Su nombre más preciso, dicen, sería «estudio sobre el efecto de la duración de frecuencia y pulsaciones para activar circuitos sensores en el sistema de locomoción de la cucaracha y su consiguiente adaptación». Pero, según los ingenieros, esa descripción habría asustado a los novatos: «Queremos llevar la neurociencia a gente que no está en la Universidad y de ahí que escogiéramos un nombre inteligible y provocador».

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30 de mayo de 2013

Estas son las baldosas inteligentes ¡que generan electricidad!

Recuerdan el video de los ochentas de Billie Jean, donde Michael Jackson circula pór una vereda y a medida que camina va iluminado el piso...



Pues bien esata utopía ahora esto YA es realidad:


Instalación de las baldosas inteligentes en Londres 2012. | Pavegen 
Instalación de las baldosas inteligentes en Londres 2012. | Pavegen
Un día cualquiera en la estación londinense de Victoria. Más de 15.000 personas en una hora. Caminando a todo tren y pisando con fuerza sobre las baldosas. ¡Tiene que haber una forma de capturar esa energía y convertirla en electricidad!


Laurence Kemball-Cook. | C. F.

Laurence Kemball-Cook. | C. F.

Toda gran idea tiene su momento eureka, y el de Laurence Kemball-Cook ocurrió cuando estaba aún estudiando diseño industrial en la Universidad de Loughborough. Su paso por una compañía eléctrica le sirvió para familiarizarse con las limitaciones de la energía solar y eólica en la iluminación urbana, y para comprender mejor los secretos de la eficiencia. Pero la lámpara se le encendió un día de la manera más prosaica, mientras contemplaba el trasiego incesante de la estación.

Y así, con 50 libras y un ordenador portátil, comenzó en 2009 la odisea de Pavegen, a la búsqueda de la baldosa inteligente, que se hunde apenas cinco milímetros, suficiente para generar ocho vatios de energía con cada pisada gracias al uso de materiales piezoeléctricos.

Iluminar las calles a nuestro paso

A sus 26 años, con jornadas extenuantes de 22 horas y 25 descargas eléctricas hasta llegar al prototipo, Kemball-Cook se ha convertido en un referente mundial en la captura de la energía cinética. "Nuestra meta es producir electricidad allá donde se necesita", asegura el fundador de Pavegen en la sede londinense de la compañía, junto a la estación de King's Cross. "En unos años seremos capaces de iluminar las calles a nuestro paso, o lograr que un estadio de fútbol sea autosuficiente, o comprobar la salida de nuestro tren en un tablero electrónico alimentado por nuestras propias pisadas".

De momento, unas 176 baldosas de Pavegen alfombraron recientemente el maratón de París, con el objetivo de llegar a los siete kilovatios/hora. En los accesos al Parque Olímpico de Londres se capturaron el pasado verano más de 12 millones de pisadas que produjeron 72 millones de julios (suficientes para cargar 10.000 teléfonos móviles durante una hora). Durante la Hora de la Tierra de este año, más de 40 baldosas inteligentes iluminaron el mayor escenario flotante en la Marina Bay de Singapur. El sistema ha estado también provisionalmente instalado en la estación de West Ham en Londres. En varias escuelas británicas y en las primeras oficinas se ha probado ya el potencial de la tecnología limpia en zonas de tránsito. "Nuestro auténtico reto ahora es reducir el precio de la baldosa para posibilitar su implantación a gran escala y poder llevarla a las ciudades de todo el mundo", recalca Kemball-Cook, que aún recuerda su paso por Madrid en el Keep Walking Project de Johnnie Walker, en una instalación provisional en el edificio de Telefónica.

Los eventos forman parte de la fase divulgativa de Pavegen, que sin embargo calienta motores para el gran salto cualitativo. La inversión de más de 230 millones de euros a través de Renaissance Capital Partners y London Business Angels ha dado alas a la start up británica, que ha tendido las redes a EEUU y planea su expansión por Europa.

Las icónicas baldosas de Pavegen, con una luminaria central que se enciende con el 5% de la energía generada por la pisada, han dejado paso a una versión menos llamativa y más resistente, capaz de adaptarse a todo tipo de suelo. Aunque el interior de la baldosa sigue siendo "secreto industrial", Kemball-Cook asegura que la base son los neumáticos de camiones y el hormigón polímero, y que más del 60% de los materiales son reciclados. "Somos una tecnología limpia en todos los sentidos", sostiene el joven emprendedor. "Y nuestra visión encaja con el concepto de la ciudad inteligente y baja en carbono del futuro: la electricidad se generará donde se necesite y se valorará más que nunca la eficiencia".

"Lo que estamos viendo no es más que la punta del iceberg", asegura Kemball-Cook, entusiasmado por el interés creciente de los inversores y de la instituciones. "El futuro de las ciudades está en los coches eléctricos, y el rodamiento de los neumáticos se convertirá con el tiempo en un generador de energía". De momento, nos quedamos con las pisadas, unas 4.000 por cabeza y por día.
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19 de febrero de 2013

Los Estados Unidos aprueban el uso del primer ojo biónico

La FDA, el organismo de salud y servicios humanos de Estados Unidos, ha aprobado hoy de forma oficial el sistema de prótesis de retina Argus II, el primer ojo biónico que se implementará en los tratamientos de pacientes adultos con problemas avanzados en la vista.

Argus II

El dispositivo, que incluye una pequeña cámara de video, unidad de procesamiento, transmisor en las gafas y una retina artificial, reemplazará la función de las células degeneradas en la membrana del ojo para así poder mejorar la capacidad de los pacientes a la hora de percibir imágenes en movimiento. La unidad de procesamiento transforma las imágenes captadas por la cámara de video en datos electrónicos que se transmiten de forma inalámbrica a la prótesis de la retina.

El principal objetivo de este ojo biónico es solucionar los problemas de los pacientes que sufren retintis pigmentosa, una rara enfermedad genética que daña a las células sensibles a la luz de la retina. En un ojo sano, estas células transforman los rayos de luz en impulsos eléctricos que son enviados directamente al cerebro a través del nervio óptico. La visión de las personas que sufren esta enfermedad se va degenerando lentamente dando lugar a la pérdida gradual de la visión e incluso en muchos casos la ceguera completa.

El sistema Argus II está diseñado para su uso en pacientes a partir de los 25 años de edad que estén dispuestos y capaces de recibir un seguimiento clínico muy estricto. Si bien es verdad que este sistema no restaurará por completo la visión de los pacientes, si que podrá hacer que estos detecten la luz y la oscuridad del ambiente y así ayudarles a identificar la ubicación o movimiento de los objetivos.



Tras realizar un estudio clínico con más de 30 participantes que recibieron el nuevo ojo biónico generando un alto grado de éxito en sus pruebas, la FDA de los Estados Unidos aprobó de forma legal la utilización de este sistema al público tras concretar que los beneficios que aporta superan a los riesgos de la enfermedad.

Además, tres organizaciones del gobierno de los Estados Unidos han querido brindar apoyo a este proyecto con unos fondos totales de subvención de $100 millones de dólares que seguro serán bien aprovechados por estas empresas cuyas investigaciones están destinadas a mejorar la vida de las personas.

Fuente:

Gizmología

1 de diciembre de 2012

IBM simula 500 mil millones de neuronas y 100 billones de sinapsis

En una simulación neuronal sin precedentes, IBM ha logrado simular 500 mil millones de neuronas y 100 billones de sinapsis. Para ello ha utilizado Sequoia, el segundo superordenador más grande del mundo con millón y medio de núcleos. Esto es una proeza computacional, pero tiene poco que ver con la neurociencia. Veamos por qué.

Neuronas

El departamento de Cognitive Computing de IBM en Almaden dirigido por Dharmendra S. Modha lleva unos años realizando asombrosas simulaciones en el contexto del proyecto DARPA SyNAPSE. Como parte de este proyecto, anunció la simulación a la escala del córtex de un ratón, luego de una rata y más tarde de un gato.

El objetivo de este programa es crear un chip neurosináptico que supone una ruptura con la arquitectura tradicional de los ordenadores. Esta arquitectura es la llamada Von Neumann que usan la totalidad de los ordenadores en la actualidad, incluidos móviles y tarjetas. En la arquitectura Von Neumann la memoria está separada del procesador, el hardware del software y los programas están separados de los datos. Ha sido muy exitosa mientras se cumplía la miniaturización de componentes expresada en la ley de Moore: cada dos años se duplica el número de transistores en un espacio dado. El problema es que estamos llegando a los límites del átomo y que la ley dejará de cumplirse.

Chip Neurosinaptico

El chip neurosináptico es una ruptura total con la arquitectura Von Neumann. Se basa en el diseño de las neuronas en las que no hay distinción entre hw y sw, programas y datos, memoria y procesador. El chip consiste en una matriz de neuronas y entre sus cruces se realizan las sinapsis. De este modo, cada sinapsis del chip es hw y sw, proceso y memoria, programa y datos. Dado que todo está distribuido, no es necesaria un miniaturización tan extrema y sobre todo, un reloj tan rápido. Frente a los actuales gigahercios de frecuencia, las neuronas se disparan a un hercio, y en el caso del chip a 8 hercios. Además, los procesadores son clock driven, es decir, actúan bajo la batuta del reloj mientras que las neuronas son event driven, actúan solo si hay actividad que realizar.

Uno de los objetivos es reducir el consumo eléctrico. Un cerebro consume lo que una bombilla pequeña, 20 vatios. Un superordenador consume cientos de megavatios. El nuevo chip tiene un consumo muy reducido. Estos chips están construidos con tecnología de silicio clásica CMOS.

La arquitectura de muchos chips neurosinápticos unidos se ha llamado TrueNorth. Ya existe en desarrollo un chip de 256 neuronas, 1024 axones, y 256×1024 sinapsis.

El chip sin embargo no está en producción masiva. Para seguir trabajando en paralelo al desarrollo, se ha realizado la prueba actual. Para ello se ha usado un simulador llamado Compass. Compass traduce el comportamiento de un chip neurosináptico (no Von Neumann) a un ordenador clásico (Von Neumann). Usando Compass se ha simulado (pdf) el comportamiento de 2.000.000.000 chips. Esto supone 500 mil millones de neuronas y 100 billones de sinapsis, cifras por completo astronómicas. El resultado de la simulación se ha ejecutado 1.542 veces más lento que en tiempo real.

Conexiones Macaco con Chip

Para realizar la simulación se ha usado el segundo superordenador más grande del mundo, Sequoia un Blue Gene/Q de 96 armarios con 1 millón y medio de núcleos y 1,5 petabytes de memoria. Uno de los objetivos de la simulación es ver el escalado. Un problema habitual es que que cuando añadimos más cores, el sistema no funciona proporcionalmente más rápido. En el extremo, añadir más cores no aumenta el rendimiento: el sistema escala mal. Imagina un camarero atendiendo detrás de la barra. Si hay un segundo camarero, irán más rápido, pero no el doble. Si sigues añadiendo camareros, llegará un momento en que no aumente la eficiencia, incluso se verá reducida. El sistema escala mal. Pues bien, en la simulación realizada el escalado ha sido casi perfecto lo que es muy satisfactorio computacionalmente.

¿Qué tiene esto que ver con la neurociencia y el cerebro? Bien poco. La simulación no imita ningún comportamiento animal ni cognitivo ni humano. Para simular el comportamiento del cerebro, necesitamos saber cómo funciona y eso está lejos de lograrse. Para cuando llegue ese conocimiento debemos tener preparados ordenadores que sean capaces de simularlo y en este contexto se enmarca la presente investigación. Aunque no solo; la idea de diseñar estos nuevos chips es ponerlos en producción en aplicaciones comerciales tradicionales dando una gran potencia con un bajo consumo. La simulación del cerebro deberá esperar aún alguna década.

Fuente:

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24 de noviembre de 2012

littleBits, para aprender electrónica sin tocar un soldador


What is littleBits? from littleBits on Vimeo.

Ayah Bdeir cree que todo el mundo debería saber cómo funcionan las tripas electrónicas que dan vida a muchos de los gadgets que usamos hoy en día.

Para eso ha desarrollado littleBits, una colección de componentes electrónicos montados en pequeños circuitos impresos que encajan unos con otros gracias a imanes, lo que aparte de evitar el uso de soldadores impide conectarlos del revés.



Hay módulos que suministran electricidad, otros que actúan como entradas, otros como salidas, y otros que sirven simplemente para conectar o comunicar unos módulos con otros mediante un cable.

Lo mejor de todo es que aunque se pueden comprar los módulos ya listos para usar, sus diseños electrónicos están publicados bajo licencias Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 España y de hardware libre, con lo que puedes descargártelo para fabricarlos tú mismo, aunque en este caso sí tendrás que echar mano de un soldador.

(Vía @manolomira)

Tomado de:

Microsiervos 

21 de noviembre de 2012

Atoms: Un juego de piezas de contrucción ¡para hacer cosas que hacen cosas!


Las piezas de construcción de Atoms —que son ‘compatibles’ con las piezas de Lego— tienen electrónica, sensores de luz y movimiento, emisores infrarrojos, luces, mecanismos articulados y motores que pueden controlarse manualmente mediante otras piezas que tienen acelerómetros o a través del teléfono móvil, vía Bluetooth.



Por cierto que la historia Michael Rosenblatt —quien ha ideado el juguete— recuerda mucho a la historia de la novela Microsiervos; aunque Rosenblatt en lugar de dejar Microsoft para hacer un juego de piezas de construcción en versión virtual dejó Apple para hacer un juego de piezas de construcción en el MundoReal™.

Si es que el futuro nunca es como prometen.

Fuente:

Microsiervos
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