Muy poca gente tiene la suerte de vivir lo suficiente para ver cómo sus trabajos revolucionan el mundo. El físico indio Narinder Singh Kapany es una de esas personas afortunadas. En 1953 diseñó y fabricó un cable de vidrio capaz de transportar la luz,
al que más tarde llamó fibra óptica; un invento que ha transformado
nuestras vidas. Sin él no serían posibles Internet y las
telecomunicaciones actuales, ni la instrumentación biomédica más
puntera, ni un aprovechamiento eficiente de la energía solar. Con la fibra óptica este genio de la física —además de emprendedor e inventor— logró lo que sus profesores le habían dicho que era imposible: doblar la la luz.
Narinder Kapany nació el 31 de octubre de 1926 en Moga (al norte de
la India), en el seno de una familia acomodada sij. Allí estudió Física
en la Universidad de Agra, a la vez que trabajaba en una fábrica de
diseño y fabricación de instrumentos ópticos, donde empezó a interesarse
por las aplicaciones tecnológicas de las teorías que estudiaba.
Tras licenciarse en 1952, se trasladó a Londres para cursar el
doctorado en el Imperial College de Londres junto al prestigioso físico
británico Harold Hopkins, investigador en el campo de la óptica. Kapany
buscaba conseguir un sistema que permitiese usar la luz como medio de transmisión de información,
recogiendo el testigo de célebres científicos anteriores. Uno fue el
francés Claude Chappe, que el siglo XVIII desarrolló una especie de
telégrafo óptico, considerado el primer intento de usar la luz como
vehículo de intercambio de información: su idea fue enfrentar torres
separadas por decenas de kilómetros que reflejaban con espejos mensajes
codificados en forma de luz.
Un haz de luz a traves de cables de vidrio
Casi un siglo antes, el irlandés John Tyndall descubrió que la luz podía viajar dentro de un chorro de agua.
A partir de estas ideas previas, Kapany emprendió la tarea de
desarrollar un material por el que la luz pudiese viajar adaptándose a
su forma y curvatura. En 1953, durante los trabajos para su tesis, lo
logró de forma incipiente.
En 1954 publicó su gran avance en la revista Nature, donde
explicó cómo había lanzado un haz de luz a través de un conjunto de
cables de vidrio de 75 centímetros de largo sin apenas perder señal en
la transmisión. Aquellas fibras tenían un problema: la luz se disipaba
y no lograba cubrir distancias mayores a 9 metros. Pero aun así, Kapany
abrió el camino a que muchos otros investigadores trabajasen en ese
campo, perfeccionando su invento, que más tarde él mismo bautizó como “fibra óptica” en un artículo en la revista Scientific American.
La fibra óptica es un filamento de vidrio muy largo y flexible con un grosor que es solo el doble que el de un cabello humano.
A través de ese finísimo cable pueden viajar señales de luz láser
codificadas que al llegar a su destino se descifran, reconstruyendo un
mensaje. En general estas fibras se reúnen en haces más anchos rodeados por una cubierta plástica.
En la actualidad es uno de los materiales más usados en las
telecomunicaciones por su ligereza, flexibilidad, resistencia y por lo
económica que es la materia prima a partir de la que se producen, la
arena.
Fuente: Open Mind