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9 de enero de 2020

De los supersoldados a los superobreros

La automatización ya no afecta solo a industrias específicas, como la militar. Distintos sectores están dando un giro transformador de la mano de los robots. En algunos casos, se han empezado a utilizar máquinas capaces de trabajar codo a codo con los humanos. En otros, se prueban dispositivos que permiten aliviar tareas pesadas, como estos exoesqueletos, testados por unos operarios de Ford en Almussaffes (Valencia). ¿Hasta qué punto esta oleada tecnológica alcanza al sector de la construcción?


Los primeros avances se registraron ya en los años 80 gracias al impulso de Japón, como señala el profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, Ernesto Gambao. El país asiático se ha convertido en una referencia puntera en este ámbito, con resultados casi de ciencia ficción. Un ejemplo reciente es este prototipo de humanoide obrero presentado en 2018, que puede ejecutar tareas como coger una tabla colocada en horizontal, ponerla en vertical y luego llevarla hacia una pared y fijarla con un taladro. Mide 182 cm y pesa 101 kilos, emula los movimientos humanos y está dotado de visión tridimensional, según sus desarrolladores del National Institute of Advanced Industrial Science and Technology.

Algunas de las empresas de construcción más grandes del país nipón, como Shimizu, llevan años investigando cómo implementar robots en sus procesos de producción. El año pasado, la compañía anunció que ya estaba testando un sistema que prevé el uso de tres robots capaces de realizar, bajo las instrucciones de un trabajador enviadas a través de una tablet, acciones como transportar horizontalmente materiales, soldar columnas y fijar paneles en techos y suelos, todo en un espacio compartido con los obreros. La empresa agregó que algunas pruebas ya se estaban realizando durante la construcción de un edificio en Osaka y que preveía extenderlas a distintas obras en Tokyo.



El HRP-5P, el robot obrero de la construcción, es un prototipo humanoide diseñado en Japón para realizar trabajos pesados de forma autónoma. Credito: AIST.

El artículo completo en: Canal Innovación

6 de abril de 2019

Esta escuela fue hecha a mano y es completamente sustentable


Cuando la arquitectura se combina con el ingenio humano es capaz de salvar y transformar vidas, y eso es lo que el proyecto InsideOut, creado por el arquitecto italiano Andrea Tabocchini.

Conocida como la escuela de ”adentro hacia afuera”, el edificio fue construido durante sólo 60 días en Yeboahkrom, un pueblo rural en Ghana, donde los vientos habían destruido la única escuela en la región. Utilizando sólo tierra y madera, el proyecto costó alrededor de 12 mil euros en total, y el resultado es un triunfo humano y arquitectónico.




Al reunirse con voluntarios locales y otros 20 países, ante la ausencia de energía eléctrica en el sitio, InsideOut fue hecha a mano, y utilizando material disponible en el àrea. 58 kilos de tierra fueron transportados manualmente y cerca de 3 kilómetrs de madera fueron moldeados. La propia falta de recursos y posibilidades de la región de Yeboahkrom sirvieron como la oportunidad perfecta para un increíble proyecto de arquitectura sustentable.

Las paredes fueron hechas compactando tierra sobre una estructura de madera, y la propia naturaleza del edificio ofrece iluminación y ventilación naturales.

Rompiendo los límites entre el exterior y el interior, y al mismo tiempo ofreciendo abrigo y protección necesarios para que la escuela funcione, InsideOut es un modelo funcional, ecológico y sostenible que no sólo puede reproducirse en todo el mundo.

El artículo completo en: Nation (México)

5 de febrero de 2018

Por qué resisten mejor a los terremotos y huracanes los edificios prehispánicos que los nuevos

La construcción, los materiales y el sentido común, detrás de la resistencia de las construcciones mayas.

El cemento utilizado para reformas de edificaciones antiguas, menos resistente frente a la cal que ellos utilizaban


El sentido común con que construían, el secreto para hacer frente a terremotos y huracanes.
Según datos de la Secretaría de Cultura de México, 1.821 monumentos han sufrido daños tras los dos grandes terremotos que sufrió el país el pasado mes de septiembre. Una regla parece evidente al hacer el mapa de los desperfectos: cuanto más vieja es la construcción menores han sido los daños. De hecho, una pregunta surge de entre los escombros al constatar esta evidencia: ¿Por qué las construcciones mayas, aztecas, zapotecas... aguantan más huracanes y terremotos que los edificios más modernos hechos con tecnologías más avanzadas?

Pongamos primero números para corroborar la afirmación. De las 1821 afecciones, de las cuales 242 tienen daños severos, 1.228 moderados y 351 menores, sólo hay cinco centros arqueológicos prehispánicos que tienen algún tipo de daño (ninguno severo). "Monte Albán, Oaxaca; Iglesia Vieja y Chiapa de Corzo, Chiapas; Xochicalco, Morelos y Malinalco, en Estado de México, son los cinco puntos donde ha habido afecciones", explica a EL MUNDO Pedro Francisco Sánchez Nava, Coordinador Nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Entender cómo desde hace casi 2.000 años se levantaban edificaciones que soportan mejor los duros eventos climáticos que han azotado durante siglos México, requiere contemplar diferentes planos que en ocasiones concluyen en una simplicidad asombrosa: sentido común.

"Cuando tenemos huracanes en la Península del Yucatán, y monitoreamos vía satélite lo que está ocurriendo con las inundaciones que afectan al terreno, comprobamos que las poblaciones actuales quedan anegadas y las viejas ciudades mayas son los únicos puntos sin inundaciones". ¿Por qué? "Porque los mayas entendieron que debían situarse en zonas altas y allí levantaron sus urbes. Hoy se construye en barrancos, laderas... El mundo prehispánico convivía con sismos y huracanes igual que nosotros. En Oaxaca hay constancia de un noble cuyo nombre era Ocho Terremoto, explica el responsable del INAH.

También influye, más allá de la capacidad de observar la naturaleza y de adaptarse a ella y no viceversa, los sistemas constructivos, la arquitectura y los materiales usados. "Los monumentos prehispánicos tienen plantas muy grandes. Se usaba un sistema de células que se iban rellenando y se recubrían con estuco, lo que les da mucha elasticidad", explica Sánchez Nava que vuelve a apuntar a la contemplación del entorno: "La forma piramidal es la construcción más estable. Ellos imitaban la forma de las montañas; las pirámides son una reproducción de lo que era sagrado para ellos. De la montaña llegaba el agua, vivían los ancestros, estaba el inframundo...".

Lea el artículo completo en:

El Mundo Ciencia

23 de junio de 2014

La casa del futuro según el MIT se controla con gestos


El futuro de los hogares es incierto aún. Podemos intuir por donde irá. Pero en el MIT creen que estará hecho de muebles que se pueden controlar con gestos. Una original solución a un problema cada vez más habitual.



El MIT es conocido por sus avances y sus estudios pero, sobre todo, por ser la cantera de grandes personalidades de la tecnología. Sin embargo no solemos asociar esta prestigiosa escuela con soluciones habitacionales, cuando, en realidad, acaban de proponer una muy buena: el CityHome.
 
El espacio es algo esencial en las viviendas. Pero al mismo tiempo es algo escaso. En España, por ejemplo, se habló hace años de que el espacio mínimo de un apartamento debía ser treinta metros cuadrados. Y te puedo asegurar que no siempre se respetaba. Es por eso que soluciones de este tipo vienen a llenar un espacio con funcionalidad, versatilidad y diseño, algo de lo que no todos pueden presumir.



Cierto es que ya existen, y desde hace más tiempo, proyectos como este que intentan paliar la falta de espacio. Pero lo que diferencia el CityHome del resto es la posibilidad de actualizarlo y, sobre todo, el control que tienes sobre él sin necesidad de realizar un esfuerzo físico. Algo que muchas personas agradecerán.

Tomado de:

ALT1040

5 de abril de 2013

El proyecto de nave espacial – campus de Apple está atrasado...

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El nuevo campus de Apple con forma de nave espacial sorprendió a varios cuando fue presentado por Steve Jobs. El edificio alojaría a 13.000 empleados de Apple, cubriendo 260.000 metros cuadrados, tendría cuatro pisos y todos los vidrios serían curvos. Sería un edifico tan impresionante que los estudiantes de arquitectura irían a visitarlo.

Sin embargo, según un artículo de BusinessWeek, el presupuesto para el proyecto de disparó, pasando de los USD$3.000 millones que costaría originalmente a “cerca de USD$5.000 millones”. Se trata de un fuerte incremento de los costos que hace que que el desarrollo del proyecto sea más caro que el World Trade Center de Nueva York, que actualmente está en construcción y tiene un presupuesto de USD$3.900 millones.

Los arquitectos a cargo de la nave espacial, Foster + Partners, aplazaron la fecha de entrega del edificio para 2016, un año más tarde de lo que se había pensado al principio. Sólo hacer el agujero para el lugar donde se construirá el edificio tomará seis meses trabajando 24 horas en turnos, según la revista.

Al menos Apple no tiene problemas con el dinero – sólo en el primer trimestre de 2013 ganó USD$13.100 millones. La construcción del edificio sólo significará un 3% de los recursos disponibles de la compañía, sin considerar que la empresa seguirá probablemente ganando dinero de aquí a 2016.

El edificio está diseñado también para ser sustentable, cubriendo 65 metros cuadrados con paneles solares, que generarían unos 8 megawatts de electricidad, suficiente para 4.000 casas.

Link: Inside Apple’s plans for its futuristic, $5 billion headquarters (BusinessWeek)

Fuente:

FayerWayer

22 de marzo de 2013

Un jubilado concibe un ladrillo antisísmico al observar una obra

Andrés Villamarín Mora era uno más dentro del nutrido grupo de los jubilados que acostumbran a observar y comentar el progreso de las obras en nuestros pueblos y ciudades. Hasta que se encendió una bombilla en su cabeza, y el madrileño decidió ir un paso más allá de las simples glosas. Descontento con el tiempo que tardaban los obreros en colocar cada ladrillo cuando levantaban un edificio, resolvió inventar un nuevo tipo

No se lo dijo a nadie. Se encerró varias horas al día en su cochera durante más de un año hasta que obtuvo un prototipo con el que estaba satisfecho. ¡Eureka!. No sólo había logrado reducir los tiempos de colocación de las piezas en más de un 75%, sino que su ladrillo contaba también con propiedades a prueba de terremotos.

“Bueno, los mayores nos fijamos más en los detalles, cuando trabajas no prestas atención a las cosas de la vida… y entonces, paseando tranquilamente por la zona del nuevo Aranjuez, mirando las obras, me fijé en que tardaban 30 segundos en colocar un ladrillo, con cuerdas, con niveles, y me pareció un disparate”, explica a Teknautas el madrileño de 72 años, de profesión técnico en inyección de aluminio y jubilado desde los 65.

"Me di cuenta de que era antisísmico"

“Empecé a pensar, a pensar y a pensar cómo podía hacerse más sencillo y más rápido. Desde 2007, me tiré por lo menos un año pensando, dibujándolo y proyectándolo. Primero lo dibujé y luego hice un molde de madera para fabricar ocho prototipos de hormigón y probar cómo podían colocarse de todas las maneras”, apunta Andrés Villamarín.

“Según lo iba proyectando -continúa el madrileño-, y cuando lo vi en la mano, empecé a pensar que sería un ladrillo fantástico. Además, me di cuenta de que era antisísmico. En la televisión yo he visto que cuando hay un terremoto se ven los ladrillos sueltos, caídos. Al estar encastrados y formar un único cuerpo, la resistencia a ser destruidos de estos ladrillos es enorme”.
 
 
 
Andrés Villamarín está casado, tiene dos hijos y tres nietos. Nadie en su familia, salvo su hija Elena -“cuando me lo contó aluciné”, comenta ella-, supo nada de lo que estaba tramando en su cochera hasta que obtuvo la patente del invento, que consiste en un sistema de construcción en el que los ladrillos encajan unos sobre otros mediante varillas metálicas, dejando huecos libres para introducir cualquier tipo de argamasa.

“Mi mujer me dijo que en qué jaleos me meto”

“Mi hija me ayudó con el papeleo. Yo le iba explicando cómo era y ella lo iba redactando. Tardaron tres años en concedernos la patente. Cuando se lo conté a mi mujer, me dijo que en qué jaleos me meto”, bromea Andrés Villamarín.

“Es un ladrillo que supera al actual por mucho. Se puede fabricar con productos reciclados, conecta muy bien dentro de la tendencia de la ecoconstrucción y además su colocación se podría robotizar porque se encajan solos”, afirma su hija.

En cuanto a sus propiedades contra los seísmos, Elena Villamarín cree que “supera por mucho a los que existen, porque están los ladrillos ‘tipo lego’, pero éste permite argamasa y eso es indestructible porque se forma como si fuese una malla metálica en su interior”. 

“Estoy buscando a alguien que lo quiera fabricar”

Aunque Andrés está seguro de que su ladrillo “cambiaría la construcción por completo, ahorrando un tiempo enorme en cualquier obra porque apenas se tardan seis segundos en colocarlo”, de momento, salvo un par de publicaciones en revistas especializadas del sector, el invento no ha salido del anonimato. 
 
 
 
“Ya no se puede seguir construyendo como antiguamente. Estoy buscando a alguien que lo quiera fabricar. De momento, ninguna empresa constructora se ha puesto en contacto conmigo”, dice el madrileño. 

“En cuanto a su precio, no sería más caro fabricarlo, podría competir perfectamente porque las varillas que lleva son baratísimas y no crea gastos adicionales. Un arquitecto me ha dicho que en su opinión es extraordinario pero que quizás tendría que haberlo hecho hace 10 años”, lamenta.

Mientras espera la llamada que pueda recompensar su esfuerzo, hoy Andrés sigue caminando tranquilamente por el nuevo Aranjuez. Los bloques de viviendas que dieron origen a su idea ya están terminados, pero el madrileño sueña con que algún día otros edificios se alcen sobre los ladrillos que inventó en su garaje. "Ahora ya está todo hecho. Me dedico a pasear un rato y a pasar la vida. A ver quién se decide; a mí no me importaría poder echar una mano con mi conocimiento técnico".
 
Tomado de:
 

26 de febrero de 2013

¿Viviría usted dentro de un contenedor?

Imagen del tipo de casas proyectadas por PrarX

¿Se imagina viviendo dentro de un contenedor de carga? Para muchos puede sonar a pesadilla, pero lo cierto es que hoy en día vivir en estos gigantes recipientes puede resultar un lujo.

En los últimos años se ha desarrollado una nueva modalidad arquitectónica que consiste en reciclar estos embalajes de acero para convertirlos en casas, con todas las comodidades de un hogar tradicional.

Casa container

De contenedor a estructura, de estructura a hogar.

La idea surgió como una iniciativa ecológica, ya que aprovecha materiales que están en desuso: se estima que la vida útil de un container es de cerca de diez años y el aumento del transporte marítimo y terrestre de mercaderías significa que cada vez se fabrican más.

Por ello, expertos en construcción interesados en cuidar el medio ambiente comenzaron a diseñar casas utilizando como materia prima los contenedores que eran desechados.

Los primeros ejemplos surgieron en Europa pero lentamente la idea está empezando a tomar vuelo en otras partes, incluyendo América Latina.

"Es como jugar con Legos", le dijo a BBC Mundo la arquitecta uruguaya Paola Rossi Pastor, creadora de Project Container, un emprendimiento que ofrece casas hechas a base de contenedores en Uruguay, Argentina y Brasil.

Distintos modelos

Por ser un elemento utilizado de manera generalizada en el comercio mundial, las dimensiones de los embalajes están normalizadas internacionalmente.

Imagen del tipo de casas proyectadas por PrarX

Para compensar por lo angosto de los contenedores, se unen varios.

Existen dos tipos: los que miden 6 metros y los que miden el doble. En tanto, el ancho es el mismo en todos los casos: 2,5 metros.

Debido a que esto resulta demasiado angosto para formar un espacio suficientemente cómodo, los expertos unen varias de estas cajas para crear las viviendas.

Así, combinando los embalajes de diversas maneras Rossi Pastor diseñó y patentó 16 modelos distintos de casa, que pondrá a la venta a partir de 2011.

Uno de esos diseños estará exhibido a partir de enero en el popular balneario uruguayo de José Ignacio, cerca de Punta del Este.

Ecológico y barato

Según sus creadores, las casas a base de containers son particularmente atractivas para personas que tienen conciencia ecológica y quieren obtener una vivienda en poco tiempo y a un precio más bajo.

"A diferencia de las de hormigón, una de estas casas puede estar lista en apenas 45 días", explicó la arquitecta.

Imagen del tipo de casas proyectadas por PrarX

Las casas se venden por un 30% menos que sus equivalentes tradicionales.

La tarea de los constructores consiste en armar los cimientos sobre los que estará apoyado el contenedor y luego revestir las paredes con placas de yeso y otras capas de aislamiento.

También es necesario reforzar el acero para permitir que las estructuras se puedan superponer, a menos que se apilen los contenedores en forma lineal, en cuyo caso ya están hechos para resistir el peso de otros seis o siete embalajes.

La menor mano de obra permite a su vez reducir los costos, por lo que estas casas se venden, en promedio, a un 30% menos que las tradicionales.

Vida útil

Pero no todas son ventajas. Lo cierto es que aún no existen estudios que demuestren cuán larga es la vida útil que tienen las casas container.

Si uno considera que el material de base ya cuenta con un uso de unos diez años, es difícil prever que estas casas sobrevivan más de medio siglo.

Rossi Pastor acepta que las casas a base de contenedores tienen una expectativa de vida mucho más corta que sus pares de hormigón.

Para intentar mejorarlas, es necesario cubrir los contenedores con una pintura especial que resguarde el exterior metálico ante los efectos del clima.

¿Vivir en un búnker?



Los diseñadores prefieren muebles reciclados.

En cuanto a la parte de adentro, el diseñador de interiores Gonzalo Massa, que trabaja en el proyecto, le dijo a BBC Mundo que se busca contrarrestar el "efecto búnker" que puedan generar los contenedores, dándoles un aspecto cálido.

"La idea es humanizar el espacio", explicó.

Siguiendo con el espíritu ecológico, el diseñador eligió muebles reciclados para decorar los distintos modelos de casas.

"Además de ser sustentable, eso contribuye a reducir los costos", señaló.

El toque final es la "personalización" de cada una de las casas.

Para ello, Massa planea incluir en cada unidad un diseño que explica el historial de cada uno de los embalajes que forma ese espacio.

Así, los dueños de estas casas containers podrán saber en qué lugares del mundo estuvieron sus paredes e imaginar las aventuras pasadas de su nuevo hogar.

Fuente:

BBC Ciencia

8 de enero de 2013

Cambiando la regla y el compás por piezas de mecano para construir distintos tipos de números

Se acerca el período navideño y con él la tradicional costumbre de los regalos. Aunque es posible que actualmente ya no sea tan popular, en otra época el mecano era uno de los juegos estrella en las cartas que los niños enviaban a los Reyes Magos. Todos hemos jugado alguna vez con este popular juego que consiste en ensamblar tiras metálicas mediante tornillos y tuercas.

Combinando estas tiras se pueden conseguir formas y mecanismos muy diversos, desde simples figuras a complejas y elaboradas construcciones.


 
Tiras de Mecano, junto a otros tipos de piezas (imagen tomada de aquí.)

Pero aquí hablamos de matemáticas, y eso es lo que vamos a hacer. Vamos a explorar una faceta muy diferente y menos conocida de este juego de construcción muy relacionada con las matemáticas.

En este blog hemos hablado en bastantes ocasiones sobre las construcciones con regla y compás (por ejemplo en I, II, III, IV, V y VI). Bien, pues lo que vamos a hacer en esta entrada es cambiar la regla y el compás por piezas de mecano. Es decir, vamos a analizar qué tipo de construcciones relacionadas con regla y compás pueden realizarse con las tiras metálicas de un mecano. Por ejemplo, ¿qué números se pueden construir? ¿Podremos construir un polígono regular? ¿Y bisecar un ángulo? ¿Y trisecarlo? No perdáis detalle, nos esperan muchas sorpresas relacionadas con este tema en lo que será una serie de artículos dedicados al mismo.

Antes de nada vamos a introducir algunas cuestiones relacionadas con las piezas que vamos a utilizar y la manera que vamos a tener de trabajar. Como hemos dicho, usaremos solamente las tiras típicas del mecano, que constan de un cierto número de agujeros, donde consideraremos que están situados números enteros, y que se pueden unir unas con otras mediante un tornillo.

Supondremos que estas piezas solamente no tienen dos dimensiones, por lo que para nosotros tendrán altura cero, para no tener problemas a la hora de poner varias piezas unidas en el mismo agujero. Evidentemente esto no es verdad en el mundo real, y por eso mismo las construcciones más elegantes serán las que eviten esta circunstancia.

Construcción de los números racionales

Las tiras, como hemos dicho, tienen una longitud entera, ya que los agujeros están espaciados una cantidad entera. Aunque esto en principio podría parecer una restricción, en realidad no es así. Podemos construir fácilmente otras tiras de longitud racional (no entera). Así como los números racionales surgen como extensión de los números enteros para expresar cantidades de la forma R={p \over q}, con p,q \in \mathbb{Z}.

Para lograrlo, solamente hay que utilizar la semejanza de triángulos. Como se puede observar en la figura siguiente, podemos crear una tira de longitud racional p+ {qr \over d}. Ya que p,q,r y d pueden elegirse libremente, podemos crear cualquier número racional sin limitación.


Lea el artículo completo en:

Gaussianos

4 de enero de 2013

Guinea Ecuatorial: en busca de una ciudad futurista en medio de la pobreza

El presidente Teodoro Obiang 
Teodoro Obiang

  • Derrocó a su tío tras un golpe militar, el 1979
  • Se convirtió en el jefe de estado no monárquico más longevo del mundo, tras el derrocamiento de Gaddafi en 2011
  • En 2006, la revista Forbes calculó que su fortuna en 600 millones de dólares

Nueva Guinea

La población de Guinea Ecuatorial debería ser una de las más ricas del mundo. Pero por algún motivo, los ingresos que genera la producción de petróleo y madera parecen estar fuera de su alcance.

Ocho años después de un fallido golpe de Estado, proveer a la gente con dinero no parece ser la prioridad del presidente.

En la profundidad de la selva, una cúpula gigante hecha de acero y cristal, es la pieza principal de uno de los proyectos de construcción más grandes y costosos de África.
La librería de la nueva Universidad Internacional de África Central tiene el aspecto de una nave espacial en medio de un ambiente selvático.
"Oyala será la nueva capital del país y un juguete de miles de millones de dólares para el dictador más longevo de todo el continente africano."
Alrededor de la cúpula, un gran campus empieza a tomar forma.

Excavadoras, grúas y constructoras internacionales provenientes de lugares tan lejanos como Brasil, Polonia y Corea del Norte, están convirtiendo los sueños del presidente Teodoro Obiang, en una realidad que desafía a la lógica.

La universidad no es más que una pequeña consecuencia de la ambición del presidente, quien planea construir la ciudad futurista de África.

Oyala será la nueva capital del país y un juguete de miles de millones de dólares para el dictador más longevo de todo el continente africano.

Debajo de una autopista de seis carriles recién construida, conocida como la Avenida de Justicia, se está construyendo el primer hotel de lujo de Oyala. Cuenta con 450 habitaciones, un spa, un teatro y un centro de convenciones.

"Para mí es un parque de ensueño", dice Vicente Cabrera, ingeniero jefe de la nueva universidad, y mi guía por Oyala.
"Yo soy de España. En mi país la construcción está muerta. Aquí no hay límites".

Pero hay frustraciones. El presidente visita las obras con frecuencia. Tuvieron que mover uno de los edificios de la universidad porque a él no le gustaba la vista.

Como era de esperarse, el proyecto está retrasado.

Cada clavo, cada ladrillo y cada baldosa es importada. Guinea Ecuatorial es rica en petróleo, gas y madera, pero no fabrica nada.

Hasta la comida que consumen los trabajadores de las constructoras la traen de Camerún.

En una década, Oyala será el hogar del presidente, del gobierno y - de acuerdo con el plan maestro – de hasta 200.000 personas.

De dónde vendrán los habitantes, sigue siendo un misterio. La población total del país cabría en la ciudad de Leeds, y la gran mayoría vive muy lejos, cerca a la costa.

Lea el artículo completo en:

BBC Economía 


2 de enero de 2013

¿Se puede llegar al cielo con una torre de Lego?



Simulación de una torre de Lego

¿Es científicamente posible construir un rascacielos hecho de ladrillos de Lego?

Los niños no son los únicos a los que les gusta construir torres con bloques de Lego, el popular juego con ladrillos de colores.

Internet se ha plagado recientemente de aficionados que discuten qué tan alta puede ser una torre de Lego, cuántos ladrillos se necesitarían para crear una construcción tan alta que acabara rompiendo el ladrillo de la base. ¿Quiere saber la respuesta?

El departamento de Ingeniería de la Open University de Reino Unido intentó dar con la solución a pedido de la BBC.

Ian Johnston, experto en matemáticas aplicadas, confiaba encontrar la respuesta en internet, pero pronto se dio cuenta de que en la red sólo había especulación. Al fin y al cabo no mucha gente tiene acceso a una máquina de pruebas hidráulicas.

Experimento con bloques de Lego

La fuerza máxima que puede soportar un bloque es de 432 kg

Cuando los científicos colocan el ladrillo de 2x2 de Lego en la bandeja inferior de la máquina, se ve vulnerable.

Con un cilindro hidráulico haciendo presión y otra bandeja sobre el ladrillo que mide la fuerza que se ejerce, la pregunta es cuánto va a aguantar.

Poco a poco se va aumentando la carga sobre el bloque. Primero se aplican 3.500 newtons (N) de fuerza, el equivalente a poner 350 kg sobre el bloque.

Luego suben a 4.000 N... y el bloque se derrite como si fuera un pedazo de queso camembert caliente.

Bloque de Lego derretido

Así queda un bloque de Lego al aplicar demasiada fuerza sobre él

"El material ya no es capaz de resistir más. Tenemos lo que se llama un fallo plástico, el bloque se sigue deformando incluso aunque no aumente la carga", dice Johnston.

Más alta que una montaña

Entonces, ¿cuántos ladrillos habría que colocar, uno encima del otro, para que ocurriera lo mismo?

La fuerza máxima que puede soportar un bloque de Lego es de una media de 4.240 N, o 432 kg. Si divides eso entre la masa de un ladrillo, que es de 1.152g, entonces tienes como resultado los bloques que podría soportar una sóla pieza: 375.000.

O lo que es lo mismo... una torre de 3,5 km.

Comparativo con bloques de Lego

"Eso es más alto que la montaña más elevada de España y es significativamente más alta que el Monte Olimpo de Grecia, o la altura típica a la que la gente esquía en los Alpes", dice Jonhston.

Ahora bien, ¿es realmente posible construir una torre de Lego tan alta?

"No hay manera de que eso ocurra", dice Johnston. "Mucho antes de que se rompiera el ladrillo base, la estructura fallaría por sí misma, se deformaría y caería. Además hay que recordar que tendríamos que ser muy cuidadosos de colocar cada pieza de manera equilibrada", asegura el experto.

"Me encantaría conocer a un constructor de Lego que pudiera levantar una torre de 3,5km con tanta precisión", bromea.

¿Alguien se atreve?

Sólo hay 13 constructores certificados oficialmente por Lego en todo el mundo.
"Si intentas poner bloques de 2x2 uno encima del otro, tan pronto como alcanzas una altura de 3 o 4m se hace casi imposible seguir sin que se venga abajo la torre"

Ed Diment, constructor

Cue Duncan Titmarsh y Ed Diment son los únicos de Reino Unido.

Ellos fueron los autores de un árbol de Navidad de 12,2 metros construido en la estación de tren de St Pancras el año pasado, además de un calendario de Adviento de 5m x 3m en Convent Garden.

Pero no creen que pudieran asumir el reto de una torre tan alta.

"Si intentas poner ladrillos de 2x2 uno encima del otro, tan pronto como alcanzas una altura de 3 o 4m se hace casi imposible seguir sin que se venga abajo la torre", dice Ed Diment.

"Es una teoría interesante, pero imposible de realizar", añade.

Como bien es sabido, la realidad de vez en cuando decepciona.

Fuente:

BBC Ciencia 

11 de diciembre de 2012

Ladrillos fabricados con residuos de papel

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Vídeo: SINC
"El uso de los residuos de la industria del papel puede suponer un beneficio económico y medioambiental, ya que permite reutilizar como materia prima un material considerado como desecho". Esta es una de las conclusiones de un estudio desarrollado por investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Linares (Universidad de Jaén) y que publica la revista 'Fuel Processing Technology'.

Los científicos han recogido los residuos de celulosa que produce una fábrica de papel –reciclado, en este caso–, así como los lodos procedentes de la depuración de sus aguas residuales. Después, han unido este material a la arcilla que se emplea en la construcción, le han dado forma mediante presión y extrusión en máquinas, y así han obtenido unos ladrillos en el laboratorio.

"La adición de los residuos hace que el producto final presente una conductividad térmica baja, por lo que actúa como un buen aislante", explica Carmen Martínez, investigadora de la Universidad de Jaén. "Además del consiguiente beneficio que esto conllevaría si se utilizaran estos ladrillos en lugar de los que se elaboran con materias primas tradicionales".

Otra de las ventajas de añadir residuos a los prototipos de ladrillos es que les aportan energía debido a la presencia de materia orgánica. Esto puede ayudar a reducir el consumo de combustible y el tiempo de cocción que se requiere en su producción.

De momento los prototipos son de pequeñas dimensiones (3 x 1 x 6 cm), aunque el equipo ya ha hecho pruebas con tamaños mayores y los resultados son similares. "En conjunto, esta técnica podría suponer un ahorro energético y de materias primas para las fábricas de ladrillos, así como un beneficio medioambiental por la valorización de unos residuos que, en principio, se descartan", comenta Martínez.

Un producto mejorable

La técnica puede ayudar a ahorrar energía y materias primas La investigadora reconoce, no obstante, que el 'talón de Aquiles' de estos ladrillos es su menor resistencia mecánica respecto a los tradicionales, aunque este parámetro está por encima de los mínimos que marca la legislación. También quedan por resolver algunos problemas de adherencia y conformado de aquellas piezas que llevan porcentajes altos de residuo de papel.

El equipo continúa trabajando para buscar el punto de equilibrio entre sostenibilidad y resistencia del material, además de investigar las ventajas de incorporar otros productos, como los lodos de las depuradoras o los residuos que generan las industrias cervecera, olivarera o las que producen biodiesel.

En la misma revista 'Fuel Processing Technology', los investigadores publican otro trabajo que confirma que los residuos generados en la elaboración del biodiesel se pueden emplear en la fabricación de ladrillos, aumentando la capacidad aislante de este material de construcción hasta en un 40%.
 
 Fuente:
 

24 de noviembre de 2012

littleBits, para aprender electrónica sin tocar un soldador


What is littleBits? from littleBits on Vimeo.

Ayah Bdeir cree que todo el mundo debería saber cómo funcionan las tripas electrónicas que dan vida a muchos de los gadgets que usamos hoy en día.

Para eso ha desarrollado littleBits, una colección de componentes electrónicos montados en pequeños circuitos impresos que encajan unos con otros gracias a imanes, lo que aparte de evitar el uso de soldadores impide conectarlos del revés.



Hay módulos que suministran electricidad, otros que actúan como entradas, otros como salidas, y otros que sirven simplemente para conectar o comunicar unos módulos con otros mediante un cable.

Lo mejor de todo es que aunque se pueden comprar los módulos ya listos para usar, sus diseños electrónicos están publicados bajo licencias Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 España y de hardware libre, con lo que puedes descargártelo para fabricarlos tú mismo, aunque en este caso sí tendrás que echar mano de un soldador.

(Vía @manolomira)

Tomado de:

Microsiervos 

5 de noviembre de 2012

Hormigón que se repara por sí mismo cuando se agrieta


Hormigón con bacterias productoras de calcita / TU Delft
En BBC News, vía Dvice,
Hormigón con bacterias — El hormigón presenta un problema importante ya que tiende a agrietarse, lo que hace que se filtren químicos y agua con efectos corrosivos. [En la Universidad de Tecnología Delft, en Holanda] han incorporado en la mezcla de hormigón una bacteria inofensiva productora de mineral calcita junto con nutrientes [Lactato de calcio].
Cuando el agua activa las esporas durmientes, [estos microorganismos] se alimentan de los nutrientes y producen piedra caliza, reparando así grietas y agujeros.

Fuente:

8 de octubre de 2012

Paolo Soleri: El padre de la 'arcología'




 Se supone que unos 5.000 vecinos deberían estar poblando a estas alturas Arcosanti. Pero la "ciudad experimental" concebida por Paolo Soleri en Arizona se ha quedado en los cimientos de hormigón, en medio del silencio telúrico del desierto, apenas roto por las ubicuas campanas metálicas diseñadas por el arquitecto italiano.

A sus 93 años, Soleri sabe que nunca llegará a ver materilizado su sueño: "No tengo planes de vivir en el futuro". El padre de la 'arcología' (arquitectura más ecología) ideó esta insólita comunidad urbana para 5.000 habitantes en medio de la nada, como antídoto al 'sueño americano' que empezaba a hacer agua en los años 70.

Al cabo de cuatro décadas, los vecinos de Arcosanti apenas sobrepasan el centenar, pero el mutante 'skyline' emerge como un auténtico milagro entre cipreses y peñascos, a tan sólo 100 kilómetros de ese espanto suburbano llamado Phoenix. 


"Solíamos estar más lejos, pero la ciudad sin límites creció hacia nosotros", bromea Soleri. "En el último medio siglo, y gracias al automóvil, hemos adoptado el modelo de expansión de los organismos más primarios. Las especies más complejas, como las abejas o las termitas, eligieron vivir hace tiempo en dimensiones compactas. ¿Por qué hemos sido tan estúpidos los humanos?".

Soleri, que nació en Turín, se estableció en Arizona a la sombra de Frank Lloyd Wright, con quien estudió en la cercana Taliesin West. El discípulo italiano se desmarcó pronto con sus alegatos contra el materialismo y empezó su propia búsqueda filosófica y arquitectónica en un laberinto cavernícola y gaudiano en las afueras de Phoenix llamado Cosanti a secas. Allí vive todavía, en una esa especie de pionera ecoaldea en la que, según la leyenda, se inspiró el mismísimo George Lucas para su ciudad en el planeta desértico de Tatooine.

Soleri necesitaba sin embargo un lienzo mayor mayor para plasmar sus ideas. Y así fue como embarcó a un puñado de seguidores en esa otra aventura de Arcosanti, en un terreno semiárido de 16 kilómetros cuadrados, junto a la autopista 17 y a la vera del río Agua Fría. El "laboratorio urbano" ha sido levantado con el sudor de más de 7.000 'aprendices', venidos de 35 países, pioneros en el arte de la bioconstrucción, la permacultura, la agricultura orgánica, la energía solar y eólica, las 'máquinas vivas' para la depuración de las aguas y otras ideas más o menos utópicas (con perdón). 

  
  "No lo llaméis utopía; llamadlo laboratorio urbano", insiste el maestro, que sigue manteniendo lúcidos diálogos con los curiosos que vienen de visita fugaz, como esforzados voluntarios o simplmente a pasar la noch. "La utopía es el 'no lugar', el ideal inalcanzable. Arcosanti existe y está arraigado en la realidad. Es un lugar en permanente evolución, con una meta concreta: crear el 'efecto urbano' en un hábitat a la medida del hombre, pero en profunda armonía con la naturaleza"...

Cuarenta años después, tan sólo se ha construido el 'corazón' de hormigón de la miniciudad, apuntando al sur y en un barranco semiárido a la vera del río Agua Fría. El edificio comunal de cuatro pisos, el taller de cerámica, la 'piazza', el anfiteatro y la superestructura rematada por la 'sky suite' -donde pernoctó hace poco Francis Ford Coppola- tienen aún hoy un aire de futuro inalcanzable.

Soleri ha revisado una y otra vez su proyecto original, con esas torres acristaladas en forma de ábside que deberían crear el definitivo efecto urbano, compensado por los bancales donde los vecinos cultivarían sus propios huertos y el espacio abierto del alto desierto como referente.

"La ciudad debería ser la mejor expresión de la humanidad, el lugar donde trascienden todas nuestras limitaciones", palabra de Soleri. "Así ha sido siempre en todas las grandes civilizaciones, de Mesopotamia a los romanos... Lamentablemente, las ciudades que hemos construido en el último medio siglo son una receta para la catástrofe. El sueño americano de una casa y dos coches por familia se está reproduciendo en todo el mundo y está destruyendo el planeta". 

    
La edad no ha hecho estragos en la mente lúcida y visionaria de Soleri, que todas las semanas convoca en Arcosanti la Escuela de Pensamiento. Más de 30 alumnos circunstanciales participan en el cuerpo a cuerpo con el maestro, que responde así a nuestra pregunta sobre la utopía: "No he querido caer nunca en el idealismo irrelevante... Somos parte de la realidad, y hemos querido contribuir a ella con este laboratorio que es como un organismo vivo, con toda su complejidad, admitiendo sus imperfecciones y evolucionando, evolucionando siempre...".

Mary Holdey, 63 años, una de las primeras vecinas de Arcosanti, forcejea dialécticamente con el maestro, aunque admite que nunca ha tenido una vida tan plena como en su casa excavada en la roca y construida con sus propias manos bajo las directrices de Soleri.

Ed Werman, 61 años, ceramista mayor, se lamenta por la crisis que está haciendo estragos en la población flotante (para vivir en Arcosanti hay que trabajar en Arcosanti), pero asegura que la mera existencia del "laboratorio urbano" -por el que pasan anualmente 50.000 visitantes- es suficiente motivo de esperanza: "He pasado a lo largo de mi vida por muchas comunidades intencionales, y este lugar es único en el mundo, gracias a la visión y a la acción de Paolo. Haremos todo lo posible para mantener viva su llama cuando ya no esté con nosotros".

Fuente:

24 de septiembre de 2012

Micro algas: una novedosa solución para fachadas verdes

El diseño de esta fachada está pensado para que las algas en la fachada bio-reactiva crezcan más rápido bajo la luz solar directa
 
Las algas “bio-reactivas” dan sombra y son una fuente de energía verde para aplicar en fachadas. Una casa en proceso de construcción en Alemania está revolucionando el sector de las energías renovables al demostrar que, gracias a un sistema de fachada que utiliza micro algas vivas, es posible dar sombra y generar energía renovable al mismo tiempo.

De esta manera, la primera fachada bio-reactiva del mundo será instalada en la casa “BIQ” para la Exposición Internacional de la Construcción (IBA) que se celebrará en Hamburgo en 2013.

El diseño de esta fachada está pensado para que las algas en la fachada bio-reactiva crezcan más rápido bajo la luz solar directa, proporcionando así más sombra interna en verano. De esta manera, los “bio-reactores” no sólo producen biomasa que posteriormente puede ser cosechada, sino que también capturan la energía solar térmica, dos fuentes de energía capaces de ser utilizadas para alimentar el edificio.

En términos prácticos esto significa que la fotosíntesis ofrece una respuesta dinámica a las necesidades de control solar, mientras que el cultivo de micro algas en las lamas de vidrio proporciona una fuente limpia de energía renovable.

Las persianas para la casa BIQ están siendo fabricadas en Alemania por la firma Colt International en base al concepto de bio-reactor diseñado por la ingeniería Arup en colaboración con el SSC (Strategic Science Consult) de Alemania. Por su parte, el diseño de la casa BIQ fue realizado para la exposición IBA por Splitterwerk Architects en Graz, Austria.

Jan Wurm, líder de investigación de Arup en Europa sostiene que "el uso de procesos bioquímicos para el sombreado constituye una solución realmente innovadora y sostenible, por lo que es muy importante asistir a su aplicación en un escenario real. Además de generar energía renovable y proveer sombra para mantener el interior del edificio refrigerado en los días soleados, nuestro diseño también crea una apariencia interesante que gustará a arquitectos y propietarios. "

"Participar en este proyecto ha sido muy gratificante. Hemos puesto mucho esfuerzo para superar los desafíos técnicos y ahora contamos con una solución competitiva y eficaz que utiliza algas vivas como material inteligente para ofrecer energía renovable. No se puede conseguir algo más verde que eso" - sostiene Simon O'Hea, director de Colt.

Una vez finalizada en marzo de 2013, la casa BIQ permitirá a científicos, ingenieros y constructores evaluar el potencial de este sistema como una alternativa ecológica  para proporcionar sombreado solar dinámico a la vez que energía sostenible y renovable.

Tomado de:

20 de julio de 2012

Paredes verdes contra la contaminación ambiental

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A manera de enredadera, forrar las parades de las ciudades con plantas puede reducir la contaminación.

La construcción de paredes verdes puede ayudar a recortar los índices de polución en un 30%, dicen científicos.

Investigadores británicos aseguran que más árboles y otros tipos de vegetación al nivel de la calle pueden limpiar el aire en áreas que normalmente están expuestas a altos niveles de polución. 
 
Se ha demostrado que las plantas ayudan a remover el dióxido de nitrógeno (NO2) y material particulado (PTS) en las ciudades. Ambos son perjudiciales para la salud. Los hallazgos aparecen en la revista Environmental Science and Technology.

Cañones de las calles, focos de polución

"Hasta ahora, todas las iniciativas en torno a la reducción de la contaminación han adoptado un enfoque de arriba hacia abajo, (como) destruir coches viejos o unir convertidores catalíticos, algunos de los cuales no han tenido el efecto deseado", dijo el autor, Rob Mackenzie, de la Universidad de Birmingham.

"El beneficio de las paredes verdes es que limpian el aire que entra y permanece en el cañón de la calle", observó el profesor MacKenzie.

"Plantar más paredes verdes de una manera estratégica podría ser una manera relativamente fácil de tomar el control de nuestros problemas locales de contaminación".

Con "cañones de la calle" los científicos se refieren al efecto creado por los edificios altos que bordean una calle, que evitan que gran parte de la contaminación escape.

Estudios previos han demostrado que los espacios urbanos verdes pueden reducir la contaminación, aunque solo en aproximadamente un 5%. Este estudio sugiere que la ubicación estratégica de la vegetación en cañones urbanos puede reducir la contaminación del aire hasta en un 30%.

Las paredes verdes, que consisten en plantas que se trepan por las paredes como la hiedra, pueden actuar como filtros de la contaminación del aire, dijo el equipo.

Londres, un modelo a seguir

enredadera

La vegetación vertical no solo es una tendencia de arquitectura, sino también del arte.

Nicola Cheetham, jefe de medio ambiente del sistema de transportes de Londres (TfL, por sus siglas en inglés), dio la bienvenida a los hallazgos.

"Nuestra propia investigación, llevada a cabo por el Imperial College de Londres, muestra la capacidad de las diferentes plantas para atrapar las partículas", dijo.

Cheetham agregó que TfL acababa de instalar su segunda muralla verde en la capital para ayudar a mitigar la contaminación asociada a los grandes volúmenes de tránsito urbano.

El equipo llegó a sus conclusiones sobre la eficacia de las paredes verdes mediante el uso de un modelo informático que mostró el efecto de los cañones de la calle, que atrapan el aire al nivel de la calle y acumulan contaminación.

El modelo también mostró que los árboles de la calle son filtros eficaces, pero sólo en las calles de poca contaminación.

Tom Pugh, también uno de los autores del estudio, de la Universidad de Lancaster, dijo que uno de los retos de la ecologización de las zonas urbanas es garantizar que las plantas sean capaces de sobrevivir, teniendo en cuenta los cambios que se presentan en el medio ambiente.

"Se debe tener más atención en cuanto a cómo y dónde sembramos la vegetación. Hay que asegurarse de que no sufran de la sequía o el calor", dijo Pugh.

Fuente:

BBC Ciencia


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7 de mayo de 2012

Ciudades más verdes gracias a los jardines verticales

  • ¿Por qué no cambiar el hormigón y los ladrillos por jardines verticales? ¿Qué hace falta para hermanar las ciudades con la naturaleza?
  • El inventor y gran experto en 'muros verdes' nos lo explica.
Alcen la vista: probablemente, estén rodeados por montañas de ladrillos y ejércitos de hormigón y cemento. Por eso llama tanto la atención andar por el madrileño paseo del Prado y toparse con el inmenso muro vegetal que flanquea el Caixa Forum de Madrid, la cascada verde del edificio Planeta de Barcelona o los vergeles urbanos que ponen color y vida a monótonas y grises ciudades.

¿Por qué? ¿Por qué no aprovechar tanto muro con jardines verticales? Sus ventajas están demostradas: bajan la temperatura, generan oxígeno, filtran toneladas de gases nocivos, reducen la contaminación sonora... Y son espacios vivos, cambiantes y bellos, que nos acercan a una naturaleza añorada y lejana.

"En España nos hemos empeñado en hacer las cosas mal -explica Ignacio Solano, creador de Paisajismo Urbano, una exitosa empresa que está proyectando jardines verticales por medio mundo-. Queremos trabajar lo mínimo y ganar lo máximo, y eso se ha trasladado a la arquitectura. Es absurdo forrar un edificio de mármol, con el coste ecológico y económico que eso tiene, cuando podríamos cubrirlo con jardines".

Sería, además de más barato y bonito, más sencillo. Los  jardines verticales, que nacieron hace más de 2.500 años en Babilonia, han sido perfeccionados durante las últimas décadas gracias al cultivo hidropónico. El proceso no es difícil: se adosa una estructura muy ligera a la pared, se rellena con un material inorgánico que sustente las raíces, se plantan los distintos tipos de especies y, a través de un riego automático, se alimentan con agua y nutrientes, que además son reutilizados al ser un sistema cerrado.

El proceso, entonces, no es difícil. Sí lo es hacerlo bien: apostar por las plantas correctas según la luz y la temperatura que tendrán que soportar. Estudiar la simbiosis entre raíces, hongos o bacterias. "No es solo una cuestión estética -explica Solano-, sino combinar muchas cosas. Leer qué sucede, qué puede suceder. Un trabajo multidisciplinar en el que se combinan la botánica, la biología y la arquitectura".

¿El coste? Inferior al que están sospechando. Lo más caro es el equipo técnico, la sala de máquinas que hace que todo funcione y que es el mismo para un jardín de 14 metros cuadrados que para uno de 140: unos cuantos miles de euros. Luego están los materiales, las plantas... Los costes se reducen cuanto mayor sea el jardín. Uno de 50 m2 puede salir por unos 22.000 euros; uno de 100  m2, por 35.000. Depende de dónde se haga. De quién lo haga. Como todo.

Lo curioso: el del CaixaForum (460 m2, 15.000 plantas, 250 especies) costó unos 250.000 euros. Menos de lo que cuesta cualquiera de las miles de rotondas que salpican nuestro país. Nadie va a visitar ni se detiene a contemplar una rotonda, pero sí un jardín vertical, que además de revalorizar una ciudad hace lo mismo con un edificio, un restaurante, una oficina. O cualquier otra cosa sin precio, porque hacer más verde el entorno también revaloriza la vida.

No hace falta disponer de decenas de metros cuadrados libres en casa para gozar de un jardín vertical: en los últimos tiempos, distintas empresas ofrecen incluso pequeños tiestos para colgar de esta forma. Flowerbox, que se autodenomina "inventor del cuadro vegetal", ofrece plantas de varios tamaños (de 15 centímetros a 2 metros de altura) a partir de 15 euros.
 
Patrick Blanc: Pionero y gran experto en jardines verticales 
¿Cómo afronta cada proyecto?
Todos son distintos: ayer estaba en Japón, querían un jardín en una estación de tren. Hoy, en París, me han consultado para hacer otro sobre unas piedras volcánicas. Hace años, casi todos mis clientes eran arquitectos que querían mejorar el diseño de sus obras. Ahora se buscan ideas más globales, de más tamaño. 


¿Hay más demanda que antes?
Sí, incluso con la crisis. Tengo proyectos en Australia, Miami, Bali... Más de 15. Y no solo yo: hay mucha gente que me copia en el mundo. Para cosas simples prefieren llamarlos a ellos, pero para proyectos más conceptuales siguen llamándome a mí. 


¿No es muy caro? 
¡No! El precio depende, mucho, del lugar donde se trabaje. Por dibujar el proyecto y los materiales inorgánicos no suelo cobrar más de mil euros el metro cuadrado. Por las plantas y la irrigación, entre mil y dos mil euros. En total: unos tres o cuatro mil euros, pero en Australia puede costar hasta ocho mil el metro. 

¿Cómo se le ocurrió esto?
Probé con jardines normales, luego experimenté con filtros biológicos, combiné nutrientes con plantas en un acuario y empecé a hacer jardines verticales en mi casa... Varios amigos me pidieron que también los hiciera en las suyas, y en 1986 mostré mi primer trabajo en público en París, en un museo tecnológico.


Y sorprendió a todo el mundo.
¡No le interesó a nadie! Y es una pena, porque era muy bueno. Pero en 1994 hice una exposición y le encantó a la gente: era lo mismo, pero fue recibido con más entusiasmo. Aunque me daba un poco igual: no veía esto como un negocio, y tuve ese tiempo para estudiar e investigar.  


¿Por qué gustan sus jardines?
Porque, al encontrarte con uno de ellos, sientes que estás ante un ecosistema natural. En un jardín normal está demasiado presente la huella humana: en cambio, aquí la sensación es distinta, te evoca algo más salvaje.


¿Cómo serán las ciudades?
Más y más verdes. Aunque no sea fácil, los arquitectos piensan cada vez más en la ecología, porque no hay otra elección: más de la mitad de la población mundial, y somos 7.000 millones, vive ya en las ciudades. La gente valora cada vez más, gracias a Internet o la tele, la diversidad natural y es más sensible a la creencia de que tenemos que regresar de alguna manera a la naturaleza. Estoy convencido de que los jardines verticales no son una simple moda, sino que serán habituales en la ciudad del futuro.


Fuente:

20 Minutos


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