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16 de abril de 2022

Aprender a programar: ¿debe ser un curso obligatorio?

Code es una organización norteamericana que busca todos los estudiantes del planeta aprendan a programar. 

58 millones en todo el mundo ya usan sus cursos digitales y gratuitos



¿Cómo nació esta idea?

El día que murió Steve Jobs (5 de octubre de 2011), un emigrante iraní en EE.UU. llamado Hadi Partovi tuvo una visión. "Sentí que necesitaba hacer algo, contribuir a que todos tengan las mismas oportunidades en un mundo donde los conocimientos digitales son cada vez más decisivos".

De esa visión nació Code.org», recuerda. Partovi (Teherán, 49 años) tardará dos años en darle forma a su idea: una organización sin ánimo de lucro, nacida en 2013, cuya misión es formar a docentes y promover políticas públicas para que la programación se introduzca en el currículo educativo como un curso más

¿Quién es Hadi Partovi?

Partovi era un niño cuando huyó, junto con su familia, del régimen del ayatolá Jomeini. Sus padres son científicos y miembros destacados de la diáspora persa. 

Estudió Ciencias de la Computación en Harvard, fundó una empresa de reconocimiento de voz que luego vendió a Microsoft por 800 millones de dólares.

Desde entonces se dedica a las inversiones (Facebook, Airbnb) y a la filantropía. Su hermano gemelo Ali (y cofundador de Code.org) fue uno de los primeros en invertir en Dropbox y su primo Dara Khosrowshahi es director ejecutivo de Uber.

Hadi Partovi tienen una agenda con mejores contactos en Silicon Valley: Bill Gates, Mark Zuckerberg o Jack Dorsey responden. Y también tienen línea directa con la Casa Blanca, Joe Biden, Barack Obama y Bill Clinton han participado en sus llamados para colaborar con la causa.

¿Y cuál es la causa? 

"En nuestro mundo impulsado por la tecnología, la informática se ha vuelto tan esencial para los estudiantes como la lectura, la escritura y las matemáticas", explica Partovi.

Aclaremos: el propósito de Code.org no es exactamente que todos los niños aprendan a programar, sino que todos los colegios enseñen informática. La razón no es convertirlos en programadores el día de mañana o encaminarlos hacia empleos tecnológicos bien remunerados, aunque a nadie le cae mal un dinero de más.

"La informática es hoy tan importante como la biología. Es necesario comprender la fotosíntesis, pero también qué son los algoritmos. Porque están en todas partes e impactan en nuestra vida diaria. Necesitamos programadores, sí, pero también abogados, médicos y políticos que sepan de la importancia de la programación. No se trata de preparar a los niños para el trabajo, sino de prepararlos para la vida", resume Partovi.

Aliados estratégicos

La plataforma de Code.org ofrece lecciones on-line para niños de 4 a 18 años. 

El acceso a los contenidos es gratuito desde cualquier parte del punto. Están traducidos a sesenta idiomas. 

Los tutoriales se pueden ver en YouTube y en ellos es habitual ver a los magnates de los gigantes tecnológicos impartiendo clases.

La plataforma se ha aliado con Disney, Star Wars, Minecraft o la NBA para hacer sus contenidos más atractivos. 

Cuatro de cada diez estudiantes norteamericanos tienen una cuenta abierta en Code.org y 58 millones en todo el mundo, además de dos millones de profesores.

Pero solo es la punta del iceberg. La organización se ha marcado como primer objetivo que todas las escuelas públicas de Estados Unidos impartan programación. De momento, lo ha conseguido en varias decenas de estados. También están ingresando a Europa.

Pero...

The New York Times se preguntaba en 2017 si Silicon Valley estaba utilizando su poder de persuasión para que las escuelas públicas sirvan a los intereses de las corporaciones. Y apuntaba a que existe un déficit de ingenieros informáticos y que las compañías estadounidenses se ven obligadas a reclutarlos en el extranjero.


¿Un Plan Marshall Digital?

Ese déficit de perfiles tecnológicos también afecta a Europa, donde hay unos 900.000 empleos relacionados con la digitalización (200.000 en España) que a las empresas les resulta muy complicado cubrir. 

Los intereses de las empresas norteamericanas tampoco coinciden siempre con los de los países europeos. 

¿Estamos ante una especie de 'plan Marshall' de la digitalización?, se preguntan los más recelosos. ¿Aprovechará Silicon Valley para pescar en el vivero del talento europeo y, de paso, exportar su ideario?

Es el tipo de cuestiones al que ha tenido que responder Fran García del Pozo, responsable de Code.org para Europa, África y Oriente Medio, con un equipo cien por cien español. 

«Me costó cinco años conseguir traer Code.org a España. Fue muy difícil. Desde luego, la pandemia ha sido un tsunami. Ha acelerado la digitalización y ha convencido a muchos escépticos que pensaban que se tardaría muchos años en transformar la educación y el trabajo. Pero también ha mostrado que existe una brecha digital importante. Muchas familias carecen de conectividad y dispositivos suficientes. Y eso es injusto», afirma.

Este exejecutivo de Telefónica conoció a Hadi Partovi a través del educador y matemático Salman Khan. García del Pozo cree que estamos ante un fenómeno imparable.

Programación: tan importante como el inglés

«La programación forma parte del currículo educativo desde edades tempranas en Estados Unidos, Singapur o Australia. 

Y China aprobó en 2016 un plan para que todos los niños aprendan a programar desde los seis años y estudien robótica a partir de los once. 

Es una ventaja competitiva para acceder al mercado laboral como en su día lo fue para nosotros aprender inglés. Pero no se trata de que todos seamos programadores, sino de que todos entendamos la programación», matiza.

El inglés es la lengua franca que nos permite entendernos con el resto de seres humanos, ¿Qué utilidad puede tener aprender código a alguien que no se vaya a dedicar a la tecnología? García del Pozo responde.

"Las máquinas –explica—dominan parte de nuestra vida cotidiana. Es importante conocer su lenguaje para que la tecnología esté al servicio de las personas y no al revés. Si dominamos el pensamiento computacional, que este año (2021) se ha empezado a medir por primera vez en el informe PISA, desarrollamos la lógica, la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Y estas habilidades las podrán usar los estudiantes a lo largo de sus vidas. Por lo tanto, los intereses de los alumnos siempre estarán un escalón por encima de los de la industria".

Y añade: «Tenemos que concienciarnos de que estamos ante un nuevo Renacimiento. Lo digital trae de la mano una nueva civilización. Y esto nos da la oportunidad de elegir: ¿queremos ser un país que crea tecnología o que solo la consume; una sociedad que programa o que es programada?».

Con información de: XL Semanal (El País)  


9 de enero de 2020

De los supersoldados a los superobreros

La automatización ya no afecta solo a industrias específicas, como la militar. Distintos sectores están dando un giro transformador de la mano de los robots. En algunos casos, se han empezado a utilizar máquinas capaces de trabajar codo a codo con los humanos. En otros, se prueban dispositivos que permiten aliviar tareas pesadas, como estos exoesqueletos, testados por unos operarios de Ford en Almussaffes (Valencia). ¿Hasta qué punto esta oleada tecnológica alcanza al sector de la construcción?


Los primeros avances se registraron ya en los años 80 gracias al impulso de Japón, como señala el profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, Ernesto Gambao. El país asiático se ha convertido en una referencia puntera en este ámbito, con resultados casi de ciencia ficción. Un ejemplo reciente es este prototipo de humanoide obrero presentado en 2018, que puede ejecutar tareas como coger una tabla colocada en horizontal, ponerla en vertical y luego llevarla hacia una pared y fijarla con un taladro. Mide 182 cm y pesa 101 kilos, emula los movimientos humanos y está dotado de visión tridimensional, según sus desarrolladores del National Institute of Advanced Industrial Science and Technology.

Algunas de las empresas de construcción más grandes del país nipón, como Shimizu, llevan años investigando cómo implementar robots en sus procesos de producción. El año pasado, la compañía anunció que ya estaba testando un sistema que prevé el uso de tres robots capaces de realizar, bajo las instrucciones de un trabajador enviadas a través de una tablet, acciones como transportar horizontalmente materiales, soldar columnas y fijar paneles en techos y suelos, todo en un espacio compartido con los obreros. La empresa agregó que algunas pruebas ya se estaban realizando durante la construcción de un edificio en Osaka y que preveía extenderlas a distintas obras en Tokyo.



El HRP-5P, el robot obrero de la construcción, es un prototipo humanoide diseñado en Japón para realizar trabajos pesados de forma autónoma. Credito: AIST.

El artículo completo en: Canal Innovación

3 de junio de 2019

Los algoritmos miden nuestra productividad en el trabajo (y hasta pueda despedirnos)

Es un titular que puede que hayas leído algunas veces: los robots te quitarán el trabajo en el futuro.

Ya está ocurriendo en el gigante de ventas por internet Amazon, aunque tal vez no de la forma que te imaginas.

El sitio de noticias tecnológicas The Verge descubrió que la automatización se está usando para monitorear y despedir a empleados de Amazon en sus centros de trabajo. Todo se basa en estándares de productividad, según documentos obtenidos por el medio estadounidense.

Así es como funciona. "El sistema de Amazon rastrea las tasas de productividad asociadas a cada individuo", se lee en el informe, "y genera automáticamente cualquier advertencia o suspensión, en base a la calidad o la productividad, sin la participación de los supervisores".

La empresa protagonizó noticias recientemente debido a quejas por bajos salarios y por condiciones de trabajo extenuantes.
 
Una empleada de un almacén de Amazon le contó a la BBC en condición de anonimato que no bebía suficiente agua porque los objetivos de trabajo hacían muy difícil tomar descansos para ir al baño. Otro explicó que los trabajadores son tratados "como robots" y despedidos rutinariamente por no cumplir "objetivos pocos realistas".

El reporte de The Verge sugiere que miles de trabajadores pierden sus trabajos con la compañía anualmente por no mover paquetes lo suficientemente rápido.

Eso plantea un escenario en el que la inteligencia artificial es el jefe. Un algoritmo capaz de monitorear y despedir a empleados sin mucha intervención humana.

Tratados como robots... ¡por robots!

"Los trabajadores de Amazon son tratados como robots por robots", le cuenta a la BBC Stacy Mitchel, del Institute for Local Self-Reliance(ISLR), una organización sin fines de lucro en defensa de negocios locales, con base en Estados Unidos.
"Parece que esperan que las personas sean, literalmente, ruedas de su maquinaria, fácilmente desechables".

No está muy claro cuáles son los objetivos establecidos para los empleados, los estándares de producción o el alcance de la automatización.

La única respuesta que Amazon le dio a la BBC -y a la mayoría de las organizaciones que informaron sobre esta cuestión- fue la siguiente: "No es verdad en absoluto que los empleados sean despedidos a través de un sistema automatizado. Al igual que muchas compañías, tenemos expectativas de rendimiento, independientemente de su los empleados sean altos ejecutivos o empleados de almacén".

"Nunca despediríamos a nadie sin antes asegurarnos de que recibieron todo nuestro apoyo, incluido entrenamiento específico para ayudarle a mejorar. Puesto que somos una compañía que sigue creciendo, es nuestro objetivo empresarial garantizar oportunidades de desarrollo laboral a largo plazo para nuestros empleados".

La firma no aportó detalles específicos sobre el alcance de la automatización, si es que lo hay, dentro de ese proceso.

Lea el artículo completo en: BBC Mundo


5 de diciembre de 2018

La automatización eliminará 75 millones de empleos para 2025, pero creará 133 millones de nuevas funciones, según WEF

Las estimaciones con respecto a la cantidad de trabajos que se destruirán con la llegada de las máquinas (robots, inteligencia artificial o cómo le quieran llamar) son variadas, pero la gran mayoría apuntan a una pérdida importante que afectará principalmente a aquellos puestos que requieren trabajo físico.


El Foro Económico Mundial (WEF) acaba de publicar su informe 'Future of Jobs 2018', donde se lanzan con cifras que podrían sonar igual de alarmantes, pero que en esta ocasión nos plantean un escenario un poco más alentador. Y es que sí, el estudio pronostica que se perderán empleos, pero afirman que se crearán nuevas funciones que requerían un mayor grado de especialización.

Las máquinas harán más trabajos que los humanos

Hace casi un año, un estudio de McKinsey Global Institute (MGI), con la participación de expertos del departamento de Economía de Oxford y el Banco Mundial, pronosticó que entre 400 y 800 millones de personas serán desplazadas de sus puestos de trabajo en 2030 debido a la automatización.

Hoy el WEF plantea nuevos escenarios ante está potencial perdida de empleos. Según el informe, a día de hoy el 29% de las tareas laborales son realizadas por una máquina. Debido a los avances tecnológicos, en 2025 está cifra significaría la pérdida de 75 millones de empleos. Pero sugiere que esta misma tecnología dará vida a más de 133 millones de nuevos roles de trabajo, con lo que se generarán 58 millones de nuevos empleos.

Es decir, seguimos bajo el panorama de pérdida de empleos tras el avance de la automatización, pero se disminuye la cifra que pronostica hasta 800 millones de personas desplazadas de sus puestos de trabajo. Por otro lado, el informe apunta a que no sólo los trabajos bajo esfuerzo físico serán afectados, sino también aquellas labores rutinarias de oficina, como los encargados de capturar datos, contabilidad o el manejo de nóminas.

Se cree que en un periodo de cinco años se empezarán a demandar más analistas de datos, encargados de diseño, pensamiento crítico, inteligencia social, así como programadores y desarrolladores de software. Incluso se pronostica un cambio general en los planes de estudios para 2020, donde se romperían los viejos paradigmas y la clave de todo esto sería el entrenamiento. 

Se calcula que el 54% de todos los empleados necesitarán formación en nuevas habilidades durante los próximos cinco años, se trataría de capacitación centrada en internet móvil de alta velocidad, inteligencia artificial, análisis de big data y cómputo en la nube, con lo que se impulsaría la demanda de un nuevo tipo de fuerza de trabajo que conviviría con la llegada de las máquinas. De hecho, el informe menciona que los humanos deberán adaptarse a este escenario al exigir mayor preparación, algo que sería un trabajo conjunto entre empresas, gobierno y la misma fuerza de trabajo.

En resumen, el estudio predice que en los próximos siete años nos enfrentaremos a un cambio radical en cuanto a responsabilidades, una importante transformación dentro de los mercados laborales mundiales, lo cual se deberá manejar con prudencia, ya que esto nos conduciría a una nueva era de buenos trabajos y una mejor calidad de vida para todos. En caso de que esto se maneje mal, se correría el riesgo de ampliar las brechas de habilidades, una mayor desigualdad y una polarización más amplia.

Fuentes: Web Economic Forum y Xakata Ciencia
 

21 de octubre de 2018

Boston Dynamics y su robot que baila como Michael Jackson y Bruno Mars

Boston Dynamics es una empresa de ingeniería y robótica que se especializa en la construcción de robots. En diciembre de 2013 fue comprada por Google. En junio de 2017 fue comprada por la empresa japonesa SoftBank.


La compañía fue fundada en 1992 por el ingeniero Marc Raibert, exprofesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts.

En la actualidad esta empresa nos sorprendecon sus maravillosos prototipos, esta es la última novedad: en un video publicado por la compañía se ve a SpotMini moverse al ritmo de la canción Uptown Funk de Bruno Mars. Hace “la caminata lunar” y se desplaza con una habilidad que sorprende.


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Fuente: InfoBae

Los robots de Boston Dynamics ya saben saltar y hacer parkour

Los responsables de Boston Dynamics llevan años haciendo robots, poco a poco perfeccionándolos y dotándolos de nuevas habilidades, desde levantar objetos hasta barrer el suelo. Pero ahora están un poco más cerca de actuar en la próxima película de Assassin’s Creed: ya pueden hacer parkour.


La compañía de robótica ha publicado un nuevo vídeo de Atlas, el robot humanoide aparentemente favorito de la casa. En el vídeo podemos verlo saltando un tronco e incluso saltando de manera escalonada mientras subes obstáculos, en modo de parkour.

Para ello, según explican, creado un nuevo software de control para que Atlas pueda usar todo su cuerpo, incluyendo piernas, torso y brazo, para saltar escalones con una altura de hasta 40 centímetros, al igual que también usa un sistema de visión computarizada para detectar exactamente dónde están los escalones.

Sí, aparentemente no tiene habilidades motoras superiores a las de un niño pequeño, pero todo es risa hasta que lo veamos compitiendo en triatlones y, en un futuro, quizás haciendo cosas más macabras. O quizás he visto demasiadas películas.

Fuente: Gizmodo

21 de agosto de 2018

Chavín: Descubren, con micro robots, tres galerías, ceramios y entierros humano

El descubrimiento de estas galerías se realizó con el uso de pequeños robots dotados de microcámaras, que ingresaron a espacios cerrados del Monumento Arqueológico Chavín de Huántar.

Hallazgo se realizó con ayuda de pequeños robots dotados de microcámaras. (Foto: Juan Ponce/El Comercio)

Nuevos hallazgos en el Monumento Arqueológico Chavín de Huántar. Los arqueólogos hallaron galerías subterráneas que presentan los primeros entierros humanos de la época Chavín.

Las fotos describen el arduo trabajo de los especialistas del Programa de Investigación Arqueológica y Conservación de Chavín de Huántar de la Universidad de Stanford, quienes se apoyaron en pequeños robots dotados de microcámaras para ingresar a espacios cerrados del complejo arquológico.

El viceministro de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, Luis Felipe Villacorta explicó que el uso de nuevas tecnologías han contribuido en el descubrimiento de estas galerías, las mismas que ayudarán a comprender las tradiciones ceremoniales y religiosas de la cultura Chavín.

“Los arqueólogos tendrán trabajo durante muchos años explorando el mundo Chavín, del cual solo hemos raspado la superficie con estos descubrimientos”, declaró el Dr. John W. Rick, de la Universidad de Stanford, California, director del programa de investigación.

Estas son las nuevas galerías subterráneas que han sido halladas y que presentan los primeros entierros humanos encontrados de la época Chavín. (Foto: Juan Ponce/El Comercio)

Fuente: RPP (Perú) 

Más información en: El Comercio y Correo
 

4 de julio de 2018

El día en que las máquinas puedan elegir: la paradoja del libre albedrío en robots

Grandes filósofos como Rousseau o Kant, entendían la libertad como autonomía, es decir, como darse normas a uno mismo, siempre que esas normas fueran fruto de una decisión racional

Año 2043. Reino Unido es el último reducto de la WCC (Western Countries Confederation) en Europa, ante el imparable avance del DAESH. Un dron de exploración británico realiza un barrido por las orillas del Támesis. Con su sensor térmico detecta el avance de un grupo de soldados enemigos. Analiza y evalúa: diecisiete soldados, todos hombres (sabe eso debido a que analiza la forma de caminar, y la complexión y proporciones corporales), armados con armamento ligero y un lanzagranadas.

En milisegundos, manda las coordenadas del objetivo a otro dron, esta vez a un bombardero X-54, quien, de nuevo en otros pocos milisegundos, lanzará una lluvia de misiles sobre los desdichados soldados Sin embargo, los sensores del dron de exploración detectan nuevos enemigos. Entre las ruinas de lo que antes fue la abadía de Westminster, avanzan cuatro blindados autónomos de clase T-95. Son un objetivo estratégicamente muy jugoso (cada tanque de este tipo le cuesta al DAESH unos dos millones de dólares), mucho más interesante que el grupo de soldados.

Pero hay un problema. Los estrategas del DAESH descubrieron que había un tipo de blindaje para sus carros de combate, mucho más efectivo que el usual blindaje reactivo: el antiguo escudo humano. El objetivo era confundir la inteligencia artificial de las armas autónomas enemigas o, como mínimo, retrasar sus decisiones.

El cerebro positrónico de un dron de la WCC tomaba decisiones siguiendo a rajatabla la Convención de Massachusetts de 2036, en la que 136 países aprobaron un código ético mundial para armas autónomas, conocido popularmente como BH (el Bushido de HAL).

Según este código, un arma autónoma siempre evitará el mayor número de víctimas humanas posibles, por lo que a la hora de elegir el objetivo para un ataque, siempre elegirá a otra arma autónoma antes que a un grupo de soldados. La táctica del DAESH consistía en atar a unos cuantos prisioneros, si pueden ser civiles mejor, a lo largo de la carrocería de sus tanques.

Entonces el dron tenía dos opciones:
  1. Dirigir los misiles hacia el grupo de diecisiete soldados. Todo correcto a nivel ético y legal: se mata a personas pero son soldados enemigos ocupando territorio soberano.
  2. Dirigir los misiles hacia los T-95. Se ocasionarían víctimas humanas del propio bando, generando intencionalmente daños colaterales y, por lo tanto, violando claramente el BH. Sin embargo, eliminar esos carros enemigos supondría una ventaja decisiva en la batalla que, casi con total probabilidad, evitaría más muertes que ocasionaría.
¿Qué hacer? ¿Violar tu propio código ético, o ser práctico y ganar la batalla haciendo, quizá, un mal menor? El dron piensa y actúa: los blindados enemigos son destruidos. Los programadores de la empresa Deep Mind encargados de diseñar el cerebro computerizado de la máquina dejaron una puerta trasera mediante la que los compradores podían reprogramar la conducta de su arma a su antojo.

Los oficiales del ejército británico lo tuvieron claro: ganar la batalla era lo primero y unas cuantas bajas humanas, incluso de civiles, se justificaban en función de intereses estratégicos superiores.

El artículo completo en:

Xataka Ciencia

25 de junio de 2018

Los trabajadores de Las Vegas se preparan para la huelga contra la robotización del empleo

Las Vegas, la ciudad de los casinos, tiene a sus empleados en pie de guerra. Unos 50.000 trabajadores de su sector hostelero están amenazando con ir a la huelga por sentir que sus puestos de trabajo están amenazados por los robots.


Son los recepcionistas, camareros, cocineros y otros empleos de hoteles y casinos los que, a través de los dos sindicatos más importantes, han iniciado un movimiento de protesta contra la robotización del trabajo que solo el paso del tiempo podrá determinar hasta dónde escala.

Un buen ejemplo de lo que quieren evitar está en el Tipsy Robot, un bar de Las Vegas en el que los clientes escogen sus combinaciones alcohólicas para crear cócteles personalizados que son preparados por un brazo robótico. El pedido se le realiza mediante una tablet.


La causa tras la protesta es la de siempre: trabajadores tratando de evitar perder sus empleos a causa de robots cuyos costes totales sean inferiores para el empresario.

Lee el artículo completo en:

Xataka Ciencia

23 de mayo de 2018

Los paquetes ya viajan solos: llegan los camiones y plataformas sin conductor

El reparto a domicilio empieza a ser autónomo. Ya están en pruebas los camiones o coches eléctricos sin conductor, los contenedores inteligentes, las plataformas autónomas y adaptables.


El T-Pod, de la 'startup' sueca Einride, es un camión sin cabina, asiento para el conductor o ventanas.

Las doble queso con pepperoni no van a seguir llegando en ciclomotor. No habrá furgonetas de reparto por las calles. Volarán en silencio los drones y circularán vehículos autónomos capa­ces de cumplir los encargos con absoluta precisión. Gigantescos camiones auto­máticos o pequeños robots con ruedas como el de Starship Technologies, de los fundadores de Skype. Las entregas a domicilio y el transporte comercial también se suben al futuro. 
Aprovechando la inercia, algunas mar­cas de coches tradicionales se apuntan al viaje. Como General Motors con su pla­taforma móvil SURUS, o Toyota, que lo apuesta todo a su vehículo autónomo y modulable e-Palette, recién presentado y aún en fase de desarrollo. Diseñado, según la propia marca, “para una gran variedad de propuestas de movilidad y de servicios”. Podría parecer un mero conte­nedor con ruedas (los hay de tres tama­ños), pero es un sistema de transporte modular, 100% eléctrico, completamente personalizable y equipado con el software de conducción autónoma de Toyota.

A partir de esa base, podría utilizarse para entregar paquetes, como tienda móvil, como habitación de hotel, para el transporte de pasajeros o para repartir pizzas… Los ejemplos los sugiere Toyota, y no por azar: la marca japonesa se ha aliado con gigantes como Uber, Mazda, Amazon o Pizza Hut para dar forma al proyecto. El objetivo, más allá del complejo asunto de la legislación sobre vehículos autónomos, es que el e-Palette esté listo para los Jue­gos Olímpicos de Tokio (2020).

El reparto de pizzas parece un terri­torio interesante para los experimentos. Ford empezó a hacerlos en agosto de 2017 en colaboración con Domino’s Pizza, en la ciudad de Ann Arbor, cerca de Detroit (EE UU). Allí, un Focus híbrido y autónomo se hace cargo de algunos pedidos, siem­pre con un ingeniero a bordo, y los clientes pueden seguir el rastro con la app Domi­no’s Tracker. Para recoger su pizza de un compartimento ubicado en la parte trase­ra del coche solo tienen que usar el código enviado por la aplicación.

Camiones con control remoto

Mucho más espectacular es el proyecto de la startup sueca Einride, cuyo vehículo 100% eléctrico puede circular sin inter­vención humana o manejarse por control remoto. De modo resumido: el T-Pod es un camión, pero no tiene cabina ni asiento del conductor ni parabrisas. El prototipo mide alrededor de siete metros de longitud, puede cargar 15 palés de tamaño están­dar y ofrece una autonomía de unos 200 kilómetros. Y la empresa, sobre el papel, muestra optimismo: para 2020 quiere dis­poner de una flota de 200 camiones.

El objetivo no parece descabellado: la tecnología existe (en una fase ya avanza­da), las carreteras están preparadas y hay envíos por hacer. Otto, el camión autóno­mo de Uber, recorrió en octubre de 2016 casi 200 kilómetros entre Fort Collins y Colorado Springs (Colorado) para trans­portar 45.000 latas de cerveza.

Retina

5 de septiembre de 2017

Amador Menéndez: “El MIT trabaja con escenarios de hasta un 80% de desempleo mundial”

Amador Menéndez, investigador y divulgador científico analiza en ‘Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas’ las claves de la revolución tecnológica y los retos venideros para la humanidad.

Amador Menéndez (San Pedro de Nora, Asturias; 1969) no entendería su vida sin la ciencia y la tecnología. Doctor en química, colabora con el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) y ahora es investigador en el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias, divulgador científico y amante de la energía solar como motor de la sostenibilidad de la Tierra. A todo esto se le suman sus dotes como escritor, con las que ganó el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2017 por el libro Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas. Menéndez es un entusiasta de lo disruptivo. De todo aquello que pueda transformar la sociedad tal y como la conocemos hoy en día. Hilvana un argumento tras otro, siempre tratando de que quien le escucha comprenda que no habla de ciencia ficción. “Hace ocho años mis amigos me miraban raro cuando les hablaba del coche autónomo… y fíjate ahora. Vivimos un siglo en el que el tiempo es exponencial y todo va a una velocidad de vértigo”, explica en esta entrevista telefónica.


¿Qué es lo más disruptivo que conoce?
De lo más disruptivo en tecnología es la biónica. Antiguamente, al amputar o perder un miembro se ponía una prótesis rígida, generalmente de cerámica. Ahora, puedes poner prótesis controladas con tu cerebro. Lo que era un sueño de ciencia ficción es una realidad.

¿Y cómo funcionan?
Al mover el brazo o la pierna, las órdenes viajan del cerebro a la prótesis. Se unen las extremidades con cables y por ahí viaja la información. Hugh Herr, un científico que perdió las piernas en la montaña, se las diseñó él mismo y fue el primero. Son inteligentes. Tienen hasta un mecanismo hidráulico para corregir la pisada cuando detectan irregularidades en el suelo. El salto es que hay directamente una comunicación entre el hombre y la máquina.

¿Cree que la inteligencia artificial va a sobrepasar al ser humano?
Hay escenarios futuristas, como Matrix o Terminator, en los que se nos muestra a un robot inteligente capaz de diseñar otras máquinas más inteligentes que al final digan que para qué quieren al ser humano. Incluso gurús como Stephen Hawking o Elon Musk lo defienden. Yo creo que esto no llegará.

Deep Blue ganó a Gary Kasparov…
Eso es cierto, pero ya hablamos de una inteligencia artificial estrecha. Una dedicada a un dominio específico como el de jugar al ajedrez. El coche autónomo de Google es lo mismo: solo sabe conducir. El sueño de la tecnología es crear una inteligencia artificial general, en la que un robot emule y supere al ser humano en cualquier actividad intelectual. De esto, sinceramente, estamos muy lejos. Habrá avances en la reducida, pero no tanto en la otra.

¿La robótica favorecerá el aumento del desempleo?
Creo que sí. En el MIT llegamos a trabajar con escenarios en los que valorábamos un 80% de desempleo mundial. El ser humano tendrá que desempeñar profesiones muy creativas. Al final, todo lo que sea un algoritmo, puede desempeñarlo una máquina. La creatividad es algo intrínseco al ser humano y eso los robots no lo tienen.

¿Y no se puede revertir ese escenario del 80% de parados?
Es una cuestión principalmente económica y política. Lo ideal sería disponer de una renta básica universal. Ante esta situación, parece que habrá poca gente trabajando y el resto tendrá que ganarse la vida aunque sea con un subsidio. La duda es de dónde se podrá sacar todo ese dinero para pagar la ayuda. Hemos vivido transiciones en la humanidad, como con la era industrial. Las máquinas nos desplazaron hacia lo intelectual y no tanto lo manual. En la cadena de valores ganamos. Si este cambio ahora es intelectual, como por ejemplo a la hora de conducir un coche, ¿hacia dónde nos podremos desplazar?

Trabaja en la creación de nanomateriales y dispositivos para mejorar la eficiencia de la energía solar. ¿Se desaprovecha el potencial que tiene?
El sol es una de las energías renovables más prometedoras. Con una hora de sol se podría abastecer a toda la humanidad durante un año si fuéramos capaces de captar toda la energía, sin dejar escapar un rayo. Hoy en día, solo representa el 1% del consumo energético mundial.

El artículo completo en: El País (España)

24 de marzo de 2017

Bill Gates: "si un robot reemplaza el trabajo de un humano, este robot debe pagar impuestos como un humano"


La próxima gran revolución será la llegada de los robots a los puestos de trabajo, algo que ya ha empezado a ocurrir en diversas regiones del mundo, en algunas compañías y hasta en restaurantes, donde las máquinas están tomando el control de cadenas de producción y automatización de tareas. Esto significará un gran cambio, y por ejemplo, en la Unión Europea ya están pensando como regularlo.

De entre las voces que han dado su opinión acerca de la revolución que se aproxima, está de la Elon Musk quien dice que deberemos fusionarnos con las máquinas sino queremos ser irrelevantes. Y ahora la de Bill Gates, quien pide que los robots tengan las mismas responsabilidades fiscales que los humanos.

En una reciente entrevista, Bill Gates compartió su interesante visión de cómo deberían ser las cosas cuando los robots sean mayoría en los puestos de trabajo, un escenario que se pronostica será una realidad en la década de 2030. 

El ex líder de Microsoft menciona que si las compañías están convencidas en reclutar robots como fuerza laboral, esto representará consecuencias, y no sólo para los humanos, sino también para las mismas compañías, ya que éstas deberían pagar los mismos impuestos, como si tuviesen humanos. Esta lógica obedece a que las compañías que están optando por robots seguirán aumentando sus ingresos al reducir costes y aumentar la producción, por lo que cada robot debe ser gravado a un nivel similar, e incluso por encima que de un trabajador humano.

¿Opiniones?

Fuente: Xakata

29 de mayo de 2016

Foxconn reemplaza por robots a 60.000 trabajadores de una fábrica en China

  • Foxconn es proveedora de aparatos electrónicos de Apple y Samsung

  • La multinacional taiwanesa reduce el personal de 110.000 a 50.000 empleados


La multinacional taiwanesa Foxconn ha reemplazado a 60.000 de sus trabajadores chinos por robots en su fábrica de Kunshan, según informa el diario hongkonés South China Morning Post (SCMP).

La empresa de aparatos electrónicos -proveedora de Apple y Samsung y objeto de numerosas denuncias en el pasado por malas condiciones laborales y suicidios entre los trabajadores- redujo la plantilla de esta factoría china de 110.000 a 50.000 empleados, aunque Foxconn no ha especificado si fueron despedidos.

La compañía de Taiwan explica que los nuevos robots realizarán las tareas más mecánicas del proceso de producción, pero que sus centros seguirán necesitando de seres humanos que se dediquen a la investigación y al desarrollo.

Foxconn no ha especificado si los 60.000 trabajadores "reemplazados" recibirán formación para realizar estas tareas más complejas y, por tanto, podrían seguir trabajando para la empresa.

600 grandes compañías tienen planes similares

La sustitución de los humanos por máquinas en la ciudad de Kunshan no es sólo cosa de Foxconn, dado que 600 grandes compañías establecidas en esta localidad, vecina de Shanghái, tienen planes similares, según autoridades locales citadas por el SCMP.

Kunshan es la localidad más importante en producción de ordenadores portátiles del mundo y sede de 4.800 empresas taiwanesas, que aportan el 60% del PIB de esta ciudad de la provincia suroriental de Jiangsu.

Aún así, su producción ha bajado de manera drástica y si en su mejor año Kunshan producía 120 millones de ordenadores portátiles por año, ahora solo fabrica 51 millones, debido a la bajada de la demanda de los últimos años.
 
Fuente:
 

5 de marzo de 2016

¿Cómo será vivir en un mundo totalmente automatizado y operado por robots?

Es fascinante conocer todos los avances que nos muestra la tecnología, donde muchos de ellos han sido creados para mejorar nuestra vida e interacción con otras personas, cada noticia que nos muestra un importante avance tecnológico es como una mirada al futuro, un futuro donde los robots son parte esencial de nuestra sociedad y han sido creados para servirnos.

Bajo esta idea utópica de sociedad automatizada es como muchos imaginan el futuro, pero pocos se detienen a pensar en los efectos colaterales de ese "mundo del futuro". Sí, los robots harán muchas de las labores que hacemos actualmente, esto significa más tiempo libre para otras actividades recreativas, pero también menos fuentes de trabajo. Es así como surge un corto animado, que nos muestra una interesante visión de cómo será el mundo, cuando los robots posean todos los puestos de trabajo necesarios en una sociedad.




El último trabajo en la Tierra

Alice es aparentemente como cualquier otra persona, tiene un gato robot, un espejo que la pone al día de las noticias más relevantes, así como de un rápido examen para estar al tanto de su salud. Una máquina la diagnostica y le otorga medicinas, un tratamiento para su enfermedad de forma inmediata; la publicidad es personalizada y por supuesto cuenta con un coche autónomo, pero lo que hace a Alice distinta a los demás, es que ella aún posee un trabajo tradicional, el último de la Tierra.

Esta es la premisa que nos presenta el corto 'The Last Job on Earth' creado por el estudio de animación The Moth Collective para un interesante artículo en The Guardian, donde precisamente se plantea la idea de una sociedad operada por robots, lo que traería grandes consecuencias, ya que la gente simplemente no tendría dónde trabajar ni dinero para sobrevivir.


"Las máquinas eliminarán el 50% de los puestos de trabajo actuales de aquí a solo 30 años": Moshe Vardi, profesor de Ciencias de la computación en Rice University
Los investigadores Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, presentaron en 2013 su estudio "El futuro del Empleo", donde aseguran que casi la mitad de todos los puestos de trabajo serán automatizados en un periodo de entre tres o cuarto décadas, pero Paul Mason, autor del artículo en The Guardian, dice que aunque la automatización es algo inevitable, no hay por qué temer, es una evolución inevitable que ha comenzado con el teletrabajo, un cambio en el modelo económico que se nos presentará como una tercera revolución industrial.

Por supuesto, este cambio radical afectará a unos más que a otros, pero hacia allá se dirige nuestra sociedad nos guste o no, así que sólo nos queda estar preparados.

Fuente:

Xakata Ciencia

 

 

1 de febrero de 2016

¿Qué trabajos conquistarán antes los robots?

Los transportes, la sanidad, los servicios financieros y la agricultura son cuatro de los sectores en los que se impondrá en menos tiempo la inteligencia artificial y el ‘big data’ 

Innovaciones como la robótica, la inteligencia articial o el big data transformarán profundamente la economía y la sociedad en pocos años. Lo repiten de manera unánime profesionales y especialistas de diversa procedencia. Pero pocos estudios resultan tan detallados y concienzudos como el publicado recientemente por la consultora Merrill Lynch, en el que se pronostica que en solo cinco ejercicios este mercado crecerá de 25.500 millones de euros a 136.600 millones.

Los cuatro países que gastan más dinero en estas tecnologías son Estados Unidos, China, Japón y Corea del Sur. Las ventajas destacan sobre los inconvenientes en los informes sobre esta área. No obstante, nadie oculta cuestiones como la posibilidad de que peligren el 47% de los empleos en Norteamérica porque los desempeñen mejor las máquinas. La hipotética reducción de “trabajadores del conocimiento” a escala mundial se cifra en 230 millones. 

A pesar de que ningún mecanismo de inteligencia artificial podrá emular verdaderamente el pensamiento humano hasta 2075 (o más allá), ya se habla de “robots asesinos”. De momento, la industria aeroespacial y de defensa cuenta con aparatos que no requieren control personal, como los drones militares. Hay aviones sin tripular en 90 estados; en 30 de ellos, estos ya están armados. En cualquier caso, los más optimistas replican que estos avances se acabarán aplicando a la aviación comercial. 

En cuanto a otros medios de transporte, uno de cada diez coches será totalmente autónomo, es decir, no necesitará conductor, en 2025, gracias a la investigación que están llevando a cabo compañías tecnológicas y de la automoción como Google y Tesla. Además, en el próximo quinquenio, los vehículos serán cada vez más “inteligentes” porque estarán conectados a internet y dispondrán de más funciones informatizadas.

El precio de estos turismos será superior al actual —alrededor de 8.500 euros por unidad—, sin embargo, con el tiempo, los analistas de Merril Lynch están seguros de que este importe irá disminuyendo, puesto que el fenómeno se habrá normalizado. Las autoridades japonesas albergan la esperanza de que haya “taxis robot” en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020.

La inteligencia artificial también permitirá sustituir a muchos de los inversores financieros del presente en 2020. Los técnicos están diseñando sistemas que son capaces de “aprender” de los movimientos de los mercados de todo el planeta. A su entender, no hay nada más fiable que los algoritmos para administrar el capital de los clientes.

La robótica se utilizará en los hospitales del futuro en numerosos ámbitos: del cuidado de pacientes discapacitados o ancianos a la cirujía fundamental. En 2000 apenas hubo mil intervenciones quirúrgicas asistidas por robot; en 2014, la cantidad había ascendido a 570.000. La progresión no se detendrá. Con una población que envejece gradualmente, Japón es ahora mismo la nación que apuesta más decididamente por los bots que ayudan a los mayores cotidianamente.

Las tareas de fabricación en las que se prescinde por completo de la participación humana suponen hoy el 10% del total. Los expertos calculan que en una década la proporción aumentará en un 35%. En su opinión, este cambio contribuiría a abaratar los costes de producción. Empresas como la controvertida Foxconn, en China, están siguiendo este procedimiento con pequeños componentes y piezas del iPhone de Apple.

Las granjas de 2025 se valerán del big data para optimizar sus cultivos. Se prevé que en la agricultura y la ganadería se opere con tractores sin conductor, robots que cuiden las plantas y los animales, etc. En estas actividades y en el sector de los servicios, las máquinas y gadgets le ahorrarán al personal las labores más arriesgadas, repetitivas o aburridas.
Fuente:
La Vanguardia

28 de julio de 2015

Stephen Hawking y otros 1.000 expertos alertan sobre el peligro de los 'robots asesinos'

SkyNet está a la vuelta de la esquia y las mentes más lúcidas de nuestra época se encargargan de darnos la advertencia.

Más de 1.000 científicos y expertos en tecnología han firmado una carta en la que alertan sobre el peligro de desarrollar los llamados 'robots asesinos', es decir, armas autónomas programadas con inteligencia artificial. El manifiesto -firmado por el astrofísico británico Stephen Hawking, el emprendedor Elon Musk, presidente de Tesla y SpaceX, y el cofundador de Apple, Steve Wozniak- afirma que "la aplicación militar de la inteligencia artificial a la carrera de armamentos es una mala idea".



No es la primera vez que figuras como Hawking y Musk denuncian los peligros de los 'robots asesinos', pero el tono de esta nueva carta, que se presentará este martes en Buenos Aires, durante una conferencia internacional sobre inteligencia artificial, es especialmente dramático.

Las posibles aplicaciones militares de la inteligencia artificial han desencadenado una gran polémica en los últimos años, y el debate incluso ha llegado hasta Naciones Unidas, que ha dedicado reuniones de expertos a este tema e incluso se ha planteado una prohibición internacional de esta tecnología.

Ahora, los firmantes de la nueva carta han pedido que se prohíba específicamente el uso de la inteligencia artificial para el desarrollo de armas que podrían funcionar "más allá del control humano".

"De la misma manera que la mayoría de los químicos y los biólogos no tienen ningún interés en desarrollar armas químicas o biológicas, la mayor parte de los investigadores en el campo de la inteligencia artificial no tienen interés alguno en la construcción de armas basadas en esta tecnología", afirma este manifiesto.

El profesor del MIT Noam Chomsky, el responsable de inteligencia artificial de Google, Demis Hassabis, y el filósofo Daniel Dennett también han firmado esta carta de protesta. El texto, que ha sido publicado en internet por el Future of Life Institute (FLI) de la Universidad de Oxford, será distribuido entre todos los participantes de la Conferencia sobre Inteligencia Artificial que se celebra esta semana en Buenos Aires.

El pasado mes de diciembre, Stephen Hawking ya manifestó claramente su postura contraria a las aplicaciones militares de la inteligencia artificial, en una entrevista con la BBC: "Los seres humanos, que están limitados por una evolución biológica lenta, no podrían competir con la inteligencia artificial, y serían superados por ella". Por ello, el astrofísico considera que esta tecnología, si no se regula adecuadamente en lo que respecta a sus posibles aplicaciones militares, podría poner en riesgo el futuro de la Humanidad.


Tomado de:

El Mundo (España)
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