El presidente Teodoro Obiang
- Derrocó a su tío tras un golpe militar, el 1979
- Se convirtió en el jefe de estado no monárquico más longevo del mundo, tras el derrocamiento de Gaddafi en 2011
- En 2006, la revista Forbes calculó que su fortuna en 600 millones de dólares
La población de Guinea
Ecuatorial debería ser una de las más ricas del mundo. Pero por algún
motivo, los ingresos que genera la producción de petróleo y madera
parecen estar fuera de su alcance.
Ocho años después de un fallido golpe de Estado, proveer a la gente con dinero no parece ser la prioridad del presidente.
En la profundidad de la selva, una cúpula gigante hecha de acero y cristal, es la pieza principal de uno de los proyectos de construcción más grandes y costosos de África.
La librería de la nueva Universidad Internacional de África Central tiene el aspecto de una nave espacial en medio de un ambiente selvático.
"Oyala será la nueva capital del país y un juguete de miles de millones de dólares para el dictador más longevo de todo el continente africano."
Excavadoras, grúas y constructoras internacionales provenientes de lugares tan lejanos como Brasil, Polonia y Corea del Norte, están convirtiendo los sueños del presidente Teodoro Obiang, en una realidad que desafía a la lógica.
La universidad no es más que una pequeña consecuencia de la ambición del presidente, quien planea construir la ciudad futurista de África.
Oyala será la nueva capital del país y un juguete de miles de millones de dólares para el dictador más longevo de todo el continente africano.
Debajo de una autopista de seis carriles recién construida, conocida como la Avenida de Justicia, se está construyendo el primer hotel de lujo de Oyala. Cuenta con 450 habitaciones, un spa, un teatro y un centro de convenciones.
"Para mí es un parque de ensueño", dice Vicente Cabrera, ingeniero jefe de la nueva universidad, y mi guía por Oyala.
Pero hay frustraciones. El presidente visita las obras con frecuencia. Tuvieron que mover uno de los edificios de la universidad porque a él no le gustaba la vista.
Como era de esperarse, el proyecto está retrasado.
Cada clavo, cada ladrillo y cada baldosa es importada. Guinea Ecuatorial es rica en petróleo, gas y madera, pero no fabrica nada.
Hasta la comida que consumen los trabajadores de las constructoras la traen de Camerún.
En una década, Oyala será el hogar del presidente, del gobierno y - de acuerdo con el plan maestro – de hasta 200.000 personas.
De dónde vendrán los habitantes, sigue siendo un misterio. La población total del país cabría en la ciudad de Leeds, y la gran mayoría vive muy lejos, cerca a la costa.
Lea el artículo completo en:
BBC Economía