Entre 1969 y 1972, los astronautas de las misiones Apolo trajeron a la tierra poco menos de 400Kg de rocas y regolito lunares. En 1985 ingenieros de la Universidad de Wisconsin descubrieron cantidades elevadas de Helio-3 en el suelo lunar.
El Helio-3 es un isotopo estable del helio, el mismo gas que se usa
para inflar globos en las fiestas, y una de sus principales
características es que le hace falta un neutrón. Gracias a la falta de
ese neutrón este Helio-3 puede ser utilizado para crear reacciones de
fusión que producirían energía limpia, desafortunadamente, la fuente de Helio-3 más rica a la que se pueda tener acceso se encuentra a 383,400 kilómetros de distancia.
En la actualidad las plantas nucleares con reactores de fisión parten
el núcleo del uranio para liberar energía. El calor emanado transforma
el agua en vapor que mueve una gigantesca turbina que a su vez produce
electricidad. El lado malo de esta tecnología es la radioactividad que
generan los desperdicios del uranio y plutonio.
Hoy en día los científicos están buscando la forma de crear energía a través de la fusión nuclear.
La fusión nuclear es la misma reacción que ocurre en la superficie del sol;
altas temperaturas y concentraciones de gas muy denso permiten que los
núcleos positivos se atraigan mutuamente creando una fusión que da como
resultado nuevos elementos y la creación de energía. El helio no deja
ningún tipo de residuo radioactivo después de la fusión, por lo que
sería la mejor alternativa de energía limpia.
Teóricamente se podría utilizar todo el potencial del Helio 3 dentro
de unos años, pero el problema no es ese, el problema es que en la
tierra no hay Helio-3, se preguntarán ¿Por qué? Este isotopo es
arrastrado por el espacio por vientos solares pero no llega a la tierra
debido a nuestro campo magnético.
Se pudiera tratar de sintetizar a partir de tritio o el deuterio pero no sería suficiente. Los
Estados Unidos de Norteamérica tienen una reserva de apenas 30kg, para
que el país entero tenga energía por un año necesitaría al menos
22,679Kg. Dado que la luna no tiene un campo magnético como el
de nosotros, su superficie ha captado a lo largo de los años todo este
Helio-3 pero, aquí viene una gran controversia: Si se pudiera plantar
una colonia minera en la luna ¿valdría la pena desfigurarla en aras del
progreso? ¿Quién tendría los derechos para extraer el isotopo?
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