El tamaño de las partículas es ínfimo y de plásticos muy comunes, como polietileno y acrílico. Se detectaron trazas de micropartículas de plástico en 6 de cada 10 muestras de semen de
hombres sanos ...
Un informe cuantifica los límites climáticos, naturales
y de contaminantes que aseguran el mantenimiento seguro y justo de la
civilización.Un amplio grupo de científicos identificó en 2009 nueve lí...
Aquí van las razones
geográficas y socioeconómicas por las que el río más largo y caudaloso
del mundo nunca tendrá una estructura que sirva para cruzar de orilla a
orilla.Cuando vemos en algún doc...
El 43,7% de loretanos no tiene acceso al servicio de agua potable o
tratada. Es el mayor déficit en todo el país, según el INEI, y afecta
principalmente a la niñez de las zonas rurales de la región...
Perú se ubica en la
escala de desigualdad por encima de México. El informe señala que el 1%
de la población más rica del mundo concentra entre el 25% y 30% de los
ingresos totales de su país...
15 Oct 2022 undefined comments comments comments comments comments comments
Al principio de su historia, el planeta rojo habría
sido probablemente habitable para los metanógenos, microbios que viven
en hábitats extremos de la Tierra.El Marte noáquino habría sido un hábitat...
La astrofísica del Centro de Astrofísica Harvard &
Smithsonian en Cambridge, detalló que se trata de un fenómeno
completamente nuevo ya que “estamos observando la evolución estelar en
tiempo r...
El dispositivo podría suministrar energía
constante a una amplia variedad de aparatos electrónicos alimentándose
de la transpiración humana.Investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst...
En contraposición a lo que promueve Greta Thunberg, la adolescente alemana Naomi Seibt denuncia el “alarmismo climático” y llama a la conciencia climática “una ideología despreciablemente antihumana”.
Un
grupo de expertos escépticos del clima y aliado de Donald Trump cree
haber encontrado la respuesta al movimiento global ambientalista cuya
cara visible es la joven sueca Greta Thunberg, quien tendrá su propia serie de televisión. La anti-Greta es Naomi Seibt, una alemana de 19 años que, también, es rubia, elocuente y europea.
Según publicó “The Washington Post”, Seibt está parada en la vereda opuesta de Thunberg. La joven alemana denuncia el “alarmismo climático” y llama a la conciencia climática “una ideología despreciablemente antihumana”. Incluso fue más allá y usó la célebre frase de Greta “¿Cómo te atreves?” para enfrentarse a los principales medios de prensa alemanes.
“Naomi Seibt vs. Greta Thunberg: ¿en quién debemos confiar?”
pregunta en un video el Centro Arthur B. Robinson del Instituto
Heartland del Clima y Política Ambiental con sede en Chicago, que cuenta
el respaldo del presidente de Estados Unidos.
En enero pasado, esta institución contrató a Naomi como
el rostro juvenil de su campaña para cuestionar el consenso científico
que señala a la actividad humana responsable del peligroso calentamiento
global. “Ella es una voz fantástica para los mercados libres y para el realismo climático”, dijo James Taylor, su director.
“Quiero que entres en pánico”, dijo Greta a los asistentes al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en 2019. “Quiero que sientas el miedo que siento todos los días. Y luego quiero que actúes”.
En contraste, Naomi sostiene que estas predicciones son exageradas. “No quiero que entres en pánico. Quiero que pienses”, dice la joven alemana en un video del instituto Heartland.
Si bien Seibt dijo
que comenzó su activismo político hace unos años para cuestionar las
políticas liberales de inmigración de Alemania, admitió que las
protestas semanales “Viernes para el Futuro” inspiradas por Thunberg la
ayudaron a estimular su oposición al activismo por el cambio climático.
No
obstante, la adolescente alemana no discute que las emisiones de gases
de efecto invernadero están recalentando el planeta, pero sostiene que
muchos científicos y activistas han exagerado su impacto. “No quiero que la gente deje de creer en el cambio climático provocado por el hombre, para nada”, dijo y agregó: “¿las emisiones de CO2 causadas por el hombre tienen tanto impacto en el clima? Creo que es ridículo creerlo”.
La insistencia del gobierno de Trump en no reconocer la amenaza expone a la región y sus habitantes a problemas dramáticos.
Por primera vez en dos décadas, los países del Consejo del Ártico, reunidos en Rovaniemi (Finlandia), no lograron redactar su tradicional declaración final. Según algunos delegados, esto se debió a la negativa de Estados Unidos a hacer alusión al cambio climático. Al término de la 11ª reunión ministerial del Consejo del Ártico (mayo de 2019), la habitual declaración común final fue sustituida por un texto -más breve y con un peso simbólico menor-,
firmado por todos los ministros de los ocho Estados miembros. No se
hizo ninguna referencia al cambio climático en ese documento. Es la primera vez desde sus comienzos en 1996 que el Consejo del
Ártico fracasa a la hora de emitir una declaración final al término de
sus reuniones ministeriales, de carácter bienal. Las organizaciones que representan a las poblaciones indígenas dentro de la instancia expresaron su preocupación unánime. "Se
está atacando a nuestra cultura y a nuestro modo de vida. Los animales,
las aves y los peces de los que depende nuestra supervivencia reciben
cada vez una mayor presión. Estamos preocupados por nuestra seguridad
alimentaria", subrayó James Stotts, del Consejo Circumpolar Inuit.
"Ha llegado el momento de dejar las cosas claras: el cambio climático existe y los humanos son los principales responsables", afirmó. "Pensamos que ha llegado el momento de dejar de pelearnos" sobre esa cuestión. Fuente: El Clarín (Argentina)
Una misión para Marte durará al menos dos años a causa de la distancia, ya que solamente el trayecto de ida dura seis meses, frente a los tres días que hacen falta para ir a la Luna.
El regreso de astronautas estadounidenses a la Luna, anunciado
recientemente para 2024, estará destinado a preparar la llegada del primer humano a Marte en 2033, dijo este martes el administrador de la NASA, Jim Bridenstine. "Queremos aterrizar en Marte en 2033", declaró el jefe de la NASA en una audiencia en el Congreso estadounidense.
"Podemos
avanzar en el aterrizaje en Marte avanzando en el aterrizaje en la
Luna. La Luna es el banco de pruebas", dijo el exparlamentario
republicano nombrado por Donald Trump. La NASA
está con prisas desde que la semana pasada el presidente
estadounidense, a través del vicepresidente, Mike Pence, adelantara
cuatro años el calendario de regreso a la Luna, de 2028 a 2024, último
año de un eventual segundo mandato de Trump.
Muchos expertos y legisladores del Congreso dudan de las capacidades de la NASA
para cumplir esta nueva fecha límite por los retrasos en el desarrollo
del cohete de las misiones lunares, el Space Launch System o "SLS",
construido por Boeing.
Una misión para Marte durará al menos dos años a
causa de la distancia, ya que solamente el trayecto de ida dura seis
meses, frente a los tres días que hacen falta para ir a la Luna.
La ida y vuelta a Marte solo se puede hacer cuando el planeta rojo está situado en el mismo lado del Sol que la Tierra, aproximadamente cada 26 meses.
En 2017, una ley de financiación de la NASA dispuso el año 2033 como fecha de lanzamiento de la primera misión habitada a Marte, pero la agencia espacial norteamericana hablaba en general de "los años 2030" en sus comunicaciones de los últimos meses.
La agencia espacial quiere aprender a extraer y explotar las toneladas de hielo que existen en el polo sur de la Luna. "El hielo de agua representa aire para respirar, agua para beber, carburante", dijo Bridenstine.
"El
objetivo no es solamente llevar humanos a la superficie lunar, sino
probar que podemos vivir y trabajar en otro mundo", agregó.
"De
acuerdo, ¿y cuánto dinero necesitaremos?", preguntó la presidenta de la
comisión de Ciencias de la Cámara de Representantes, Eddie Bernice
Johnson.
El jefe de la NASA ha prometido actualizar su solicitud presupuestaria antes del 15 de abril.
En verano de 2016, Michael Moore (Flint, Michigan, 1954) publicó una carta titulada Cinco razones por las que Donald Trump ganará
en la que pronosticaba con inquietante clarividencia los motivos que
llevarían al empresario a derrotar a Hillary Clinton meses después. En
el ecuador de la legislatura, y con elecciones legislativas a la vuelta
de la esquina, el cineasta prefiere dejarse de profecías y entrar en
campaña con el arma más poderosa que tiene a su alcance: sus películas.
Moore habla con EL PAÍS
en un hotel de Londres, entre sorbo y sorbo de un vaso de leche (la
conversación proseguiría por teléfono dos días después). Está en la
ciudad para presentar en su festival de cine Fahrenheit 11/9,
su décimo documental, un análisis tan entretenido como tendencioso de
las circunstancias que, contra todo pronóstico, acabaron con Trump en el
Despacho Oval. El título alude al 9 de noviembre, día en que el
republicano fue confirmado como el 45º presidente de Estados Unidos, y
también es un guiño a su película más taquillera, la anti-Bush Fahrenheit 9/11, que se alzó con la Palma de Oro en Cannes en 2004. El filme se estrena el próximo viernes en España, que es... 9 de noviembre.
La figura de Moore no goza de la autoridad de hace una década, cuando la revista Time
lo incluía en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo y
cada uno de sus documentales era considerado por la izquierda
estadounidense poco menos que una brújula moral. Él sigue creyendo que
el cine puede inspirar activismo político, aunque no aspira a hacer
cambiar de opinión a los trumpistas (“Quien le sigue apoyando
después de todo lo que hemos visto ya es irrecuperable”), sino a
persuadir para que se acerquen a las urnas a ciudadanos que no tenían
previsto hacerlo. Ha hecho las cuentas: “Solo perdimos por 77.000
papeletas; de entre los 100 millones que no votaron,
bastaría con convencer a 77.000 de que esta vez sí lo hagan”. Desde su
estreno en septiembre en Estados Unidos y Canadá, algunos espectadores
se han ofrecido en Twitter a pagarle la entrada a otra persona para
ayudar a propagar el mensaje.
En Fahrenheit 11/9,
el dedo acusador de Moore apunta en todas direcciones. Empezando por él
mismo, que admite haberse dejado manipular cuando participó codo con
codo con Trump en el talk show de Roseanne Barr en 1998.
También censura a los medios de comunicación por seguirle el juego y
darle minutos de pantalla incluso a su atril vacío cuando hacía esperar a
la prensa. Pero, por sorprendente, es la dura crítica contra la vieja
guardia del Partido Demócrata –Obama incluido–, a quien Moore atribuye
gran parte de culpa en el ascenso de Trump, la que deja un regusto más
amargo. “Yo tengo que contar la verdad, por dura que sea. Mi objetivo
era explicar que él no cayó del cielo; nosotros lo creamos, somos el
doctor Frankenstein de este monstruo. Todos somos responsables por haber
permitido durante años que sucedieran muchas cosas sin atajarlas”. Y
enumera: “¿Que empeoren las escuelas? Hecho. ¿Que los medios de
comunicación queden mermados y sean comprados por grandes empresas para
que a la gente no le lleguen las historias reales? Hecho. ¿Cerrar bibliotecas por todo el país? Hecho. Si vuelves a la genteestúpida, votarán por un estúpido”.
Tachado de populista por sus detractores, Moore no
duda en recurrir al alarmismo para avisar de que no debemos dar la
democracia por sentada, e incluye varias secuencias en las que Trump
¿bromea? con la posibilidad de ser “presidente de por vida”. Pero su
recurso más provocador pasa por doblar una grabación de Adolf Hitler con
la voz del republicano. “Las cosas pueden ponerse igual de feas que en
la época nazi", insiste. "En el libro Friendly Fascism, Bertram Gross decía que el fascismo del siglo XXI no llegaría
con campos de concentración y las esvásticas, sino con una cara
sonriente en un programa de televisión, y eso es exactamente lo que está
pasando”. Para Moore es crucial hacer entender que Trump está lejos de
ser el bobo colérico e infantiloide que muchos ven en él: “Parte de su
rutina es hacerse el loco. Como en Arma letal, cuando Mel Gibson se hacía el poli chiflado, y dejaba tan confuso al malo que lograba desarmarlo. En vez de reírse de Trump, lo que la gente tiene que hacer es tomárselo en serio y asumir su maldad”.
El polo positivo de la película está representado
por los profesores de Virginia Occidental que decidieron ir a la huelga
para mejorar sus condiciones laborales; o por la secretaria April
Cook-Hawkins, que destapó un ardid para falsear los resultados del nivel
de plomo en sangre de los niños afectados por el escándalo del agua
contaminada en Flint; o por los candidatos “insurgentes” al Congreso, como la latina Alexandria Ocasio-Cortez o la musulmana Rashida Tlaib; y, sobre todo, por los alumnos del instituto Parkland
que organizaron el movimiento March For Our Lives tras la masacre
cometida en su centro. El filme se cierra con la mirada desafiante de la
estudiante Emma González, lo que hace pensar que Moore tiene su
esperanza puesta en los jóvenes. Sin embargo, ese no es un término con
el que él comulgue. “Yo no tengo esperanza, la esperanza es como una
droga que nos ayuda a calmarnos. No soy un cínico; si pensara que todo
está perdido, me rendiría. Pero, ¿puedo prometer que las cosas van a
salir bien el próximo martes o dentro de dos años? No. Podríamos no
librarnos nunca de Trump, la cosa está así de mal. Lo que necesitamos es
acción, no esperanza y oraciones. Acabé con la imagen de Emma porque te
mira directamente desde la pantalla para que sientas su dolor y luches a
su lado”.
El número de personas sin casa ha aumentado en las prósperas
ciudades de la costa oeste de EE.UU. que suelen ser lugares de destino
para trabajadores jóvenes con alto nivel educativo, como San Francisco y
Seattle, donde achacan el problema a los precios en alza y los
desahucios.
Las cifras exactas son siempre difíciles de establecer pero 553.742 personas estaban sin hogar en
una misma noche en todo Estados Unidos en 2017, según informó el
Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Fue la primera subida en
siete años. No obstante, la cifra para todo EE.UU. sigue siendo un 13%
inferior a 2010, gracias al descenso que se ha producido en 30 estados
del país. Los Ángeles, donde la situación se describe año tras años como sin precedentes, tiene más de 50.000 personas sin hogar, solo por detrás de Nueva York, que tiene unas 75.000. La situación en Portland Los ancianos y las minorías se ven afectadas por este problema de
forma desproporcionada, según un estudio de la Universidad Estatal de
Portland, que augura que la tecnología puede tener como consecuencia el
recorte de miles de empleos de sueldos bajos, probablemente empeorando
las cosas. La presencia de los sin hogar en Portland y otras ciudades estadounidenses con el mismo problema es más visible que nunca. Los residentes están cada vez más frustrados
por el olor de orina, heces humanas y objetos abandonados que se
amontonan en espacios públicos, a veces en sus propias escaleras. En algunos sitios, cunde la sensación de que es una batalla que se está perdiendo. Pero esta es una crisis que se está fraguando desde hace tiempo. Los
recortes del gobierno federal en los programas de vivienda asequible y
en instalaciones para salud mental en las últimas décadas hicieron que
muchas personas acabaran en la calle en Estados Unidos, según señalan
autoridades y proveedores de servicios, mientras que los gobiernos
locales son incapaces de llenar el vacío. Informe de Naciones Unidas El académico australiano Philip Alston, relator especial de Naciones
Unidas para la pobreza extrema y los derechos humanos, viajó por todo
Estados Unidos durante dos semanas en diciembre del año pasado. Su misión incluyó visitas a Los Ángeles y San Francisco. En su brutal informe, Alston declaró que "el sueño americano" se está convirtiendo rápidamente para muchos en "la ilusión americana". El gobierno del presidente Donald Trump criticó duramente sus hallazgos. El futuro, advirtió Alston en una entrevista, no parece alentador. "Las
políticas del actual gobierno federal se centran en recortar, al máximo
posible, los subsidios para vivienda, y creo que lo peor está por
llegar". Tomado de: BBC Mundo
Palmer Luckey desarrolla junto a antiguos empleados de Palantir un sistema de detección de inmigrantes ilegales para la frontera de EEUU y México.
Palmer Luckey es una figura polémica de Facebook
pese a no ser tan conocida como su CEO, Mark Zuckerberg, y pese a que ya
no trabaja en la empresa. Fue despedido (pero sin usar esa palabra) por
apoyar de una forma bastante extraña la campaña de Donald Trump: dio fondos a foros y webs de trolls que hacían memes sobre el político.
Sea como fuere, tras un año fuera de Facebook, ahora tiene una empresa llamada Anduril (como la espada del Rey Aragorn en El Señor de Los Anillos) y está desarrollando, junto con antiguos empleados de Palantir, un sistema de videovigilancia y de reconocimiento que pretende proponer a la administración Trump como sustituto del muro que este prometió construir en una parte dla frontera entre EEUU y México.
Como revela Wired en un reportaje, no se trataría de un muro físico, sino de uno virtual que
nacería de la particular fusión entre la realidad virtual y el
reconocimiento facial. Dado que Luckey entró en Facebook tras la
adquisición de Oculus, su empresa de realidad virtual de la que no forma
ya parte, no suena descabellado que este proyecto llegue lejos.
Su funcionamiento es fácil: hay una línea invisible en la frontera,
o en el caso de la prueba que está presentando Anduril, en la linde de
una granja en Texas. Quien pase esa línea, será identificado. Si es un
ser humano, se le identifica como tal. Si es un animal, también se le
puede reconocer.
La idea sería adaptar este concepto al reconocimiento de inmigrantes legales e ilegales,
sobre todo en zonas donde cubrir el terreno es más difícil y en la que
construir un largo muro físico sería demasiado costoso. Con la
tecnología de Anduril, se podría detectar la entrada de un inmigrante ilegal por una parte de la frontera y enviar entonces a una patrulla para que lo intercepte.
De momento, nada es oficial, pero los ensayos realizados durante 10 semanas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EEUU se han saldado con 55 detecciones de accesos no autorizados por la frontera en Texas.
Los objetivos de esta tecnología, apodada inicialmente como Lattice,
son ambiciosos y van más allá del control fronterizo modernizado:
Luckey considera que puede funcionar como un 'ojo' omnisciente a nivel
estatal con miles de sensores y bases de datos en el país y a cuyo funcionamiento y mantenimiento ayudaría la inteligencia artificial.
La Administración de EE UU pretende permitir algunos métodos de caza prohibidos por Obama en 2015.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende que los
cazadores en Alaska puedan atraer a los osos con beicon y rosquillas y
usar lámparas para disparar a estos animales y a sus cachorros dentro de
sus guaridas. Así lo recoge el plan que ha propuesto este martes la
Administración de EE UU para revertir el reglamento adoptado en 2015
bajo el gobierno de Barack Obama. El expresidente prohibió entonces ciertos métodos de caza en Alaska como el uso de cebo con tocino para atraer y matar a los osos. Se espera que esta regulación, publicada este martes en el Diario
Oficial de Estados Unidos, entre en vigor definitivamente en dos meses
tras ser autorizada por la administración republicana. Pero la propuesta
ya ha generado las primeras protestas en el país. La Asociación de
Conservación de Parques Nacionales ha calificado los métodos como
"vergonzosos y poco éticos". A su vez, los grupos ecologistas, que
tachan la propuesta de "inhumana", ya han anunciado protestas.
Por el contrario, la Asociación de Cazadores Profesionales de Alaska ha respaldado la medida, según informa la BBC.
El nuevo plan, que se debatirá hasta el próximo 23 de julio,
permitiría, entre otras prácticas, atrapar a lobos y a sus cachorros
dentro de sus guaridas o el uso de perros para cazar osos negros. Estos métodos que Trump pretende autorizar fueron prohibidos en 2015
por el Servicio de Parques Nacionales (NPS) bajo la administración de
Obama. El NPS explicó entonces que se buscaba evitar la alteración de la
dinámica natural de las presas depredadoras. No obstante, algunas de
esas prácticas todavía se permiten en otras áreas del estado. El artículo completo en: El País (España)
La universitaria, de 25 años, ha sido uno
de los 3,000 becados por TheDream.US, un grupo sin ánimo de lucro
fundado en el 2013 para costear los estudios universitarios de los
“soñadores” (“dreamers”).
La peruana Ximena Bouroncle, que se ha destacado académicamente en
Estados Unidos gracias a una beca para indocumentados, afirma que el
miedo nunca la abandona, especialmente ahora con las amenazas al
programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), del que es beneficiaria.
La universitaria, de 25 años, ha sido uno de los 3,000 becados por
TheDream.US, un grupo sin ánimo de lucro fundado en el 2013 para costear
los estudios universitarios de los “soñadores” (“dreamers”), como se
conoce a los beneficiarios del DACA.
“Lo que mucha gente no entiende es que el miedo nunca te deja,
siempre está dentro de ti, y cuando sientes que todo te está yendo bien,
algo pasa, y ese miedo te ahoga”, manifestó hoy a Efe Bouroncle, quien
este año se graduó de psicología del Miami Dade College (MDC).
Después de la secundaria Bouroncle tuvo que trabajar “por debajo de
la mesa” durante cinco años por falta de documentos migratorios, antes
de poder ingresar a la universidad.
Ella es una de por lo menos 800,000 universitarios que han podido
legalizar temporalmente su situación migratoria y evitar además la
deportación mediante el DACA, un programa creado en el 2012 por el entonces presidente Barack Obama.
A esa ayuda se sumó la beca que recibió en el 2014 de TheDream.US,
que la hizo “llorar de la felicidad” y con la que ahora continuará sus
estudios de psicología en la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Sin embargo, la alegría nunca es completa para los “dreamers”,
explicó Bouroncle, que se graduó con un destacado promedio académico (GPA) de 3.52.
“Con un cambio de opinión, o una firma, absolutamente todo por lo
que has trabajado, con sudor, lágrimas, podría desaparecer”, señaló en
alusión de que una sola firma del presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, podría acabar con DACA.
Aunque el Gobierno de Trump ha señalado que el tema de DACA
debe ser manejado con “compasión y corazón”, hay incertidumbre sobre su
permanencia, entre otras, por la reciente solicitud de diez fiscales
estatales que pidieron al gobierno federal eliminar la medida
migratoria.
Los “soñadores” no reciben ayuda federal para costear sus estudios
universitarios, por lo que tienen acceso limitado a ayuda estatal y
están sometidos a precios de matrícula “prohibitivos” como estudiantes
foráneos.
Bouroncle precisó que ella hubiera tenido que pagar por los menos tres veces el precio que tienen los estudiantes regulares.
TheDream.US quiere beneficiar el próximo semestre a otros 1,200 indocumentados con becas por un valor total de US$ 30 millones.
Candy Marshall, presidenta de TheDream.US., dijo que pese al “temor y
la incertidumbre” que viven estos estudiantes, recibieron este año una
cifra récord de solicitudes para las becas.
“El miedo es como un ancla, que no te deja subir”, dijo Bouroncle al
señalar que es “muy frustrante” que existan políticos que quieren
acabar con DACA.
Otra vez a la carga, y sé que soy reiterativo, pero las noticias no cesan, y el planeta no consigue empezar a estabilizar su temperatura.
Hace unos días Thomas L. Friedman, columnista del New York Times escribía a Donald Trump una carta en
la que le anunciaba que es altamente probable que se quede sin muchos
de sus campos de golf, uno de sus negocios. Estas zonas deportivas están
a nivel del mar en diversas partes del Globo, y este nivel va a
aumentar mucho en el futuro.
¿Por qué?
El hielo que flota sobre el mar no cambia en nivel de éste cuando
pasa de sólido a líquido, lo que los lectores pueden ver poniendo un
cubito de hielo en un vaso y mirando como se funde.
Pero esto no es así con en hielo que hay depositado sobre el suelo,
en Groenlandia, en las tundras canadiense y siberiana, y en la
Antártida.
Se suponía hasta hace poco que este continente helado estaba
protegido del deshielo por la corriente de aire circumpolar, causada por
la corriente marina que rodea sus costas.
El viernes se publicó en la revista Nature una trabajo de
investigación de un equipo de universidades australianas y neozelandesas
sobre el glaciar Totten, en la zona oriental de la Antártida, al sur de
la parte mas occidental de Australia. Este glaciar se está
erosionando, como lo está haciendo la banquisa de hielo del Mar de Ross,
al sudeste de Nueva Zelanda, como lo están haciendo los glaciares de
Groenlandia. Al erosionarse, se deslizan hacia el mar, y ahí se funde
el hielo.
¿Y por qué ocurre esto?
Estamos ya camino del verano, así que me imagino que tendrán ustedes
cubitos de hielo en la nevera. Cojan un montón y pónganlos en agua fría.
El agua bajará a 0ºC y a partir de ahí los hielos se fundirán muy
despacio.
Pongan ahora esos cubitos en agua caliente: Los hielos desaparecen bastante deprisa.
Por debajo del glaciar Totten entran dos lenguas de la corriente
circumpolar antártica, la corriente de agua caliente (relativamente) que
empezó a circular alrededor del continente cuando se abrío el Estrecho
de Drake, al sur de Chile y Argentina, hace unos 30 millones de años, al
moverse las placas tectónicas que son las que generan los terremotos en
las costas occidentales del continente americano.
Al circular esa corriente de agua cálida se genera sobre ella un a
modo de capa cilíndrica como la de una lata, de aire en vez de aluminio,
que aísla el Polo Sur del resto de la atmósfera de la Tierra. Al no
recibir aire caliente, el suelo del la Antártida se comenzó a helar, y
el hielo, a reflejar la energía de la luz que recibía, de manera que se
fue enfriando cada vez más, acumulando cada vez más hielo.
A lo largo de las etapas geológicas, con glaciaciones y
deglaciaciones, el equipo autor del artículo ha detectado desaparición y
reaparición del hielo en el glaciar en estudio.
El agua caliente (relativamente) que entra debajo del glaciar, funde
sus capas inferiores y el peso del hielo superior hace que el hielo se
deslice hacia el mar.
La cantidad de hielo del glaciar equivale a una subida de unos 3
metros del nivel del mar. Si la combinamos con la del Mar de Ross,
también en la Antártida y con los hielos de Groenlandia, llegamos a una
subida de 10 metros: Un edificio de tres pisos. Como se dice en
Andalucía: ''Cazi ná''.
Ya he explicado aquí lo que implica esa subida del nivel del mar: La
ruina de todas las ciudades costeras, de las urbanizaciones, de los
campos deportivos en la costa, la ruina de miles y miles de millones en
inversiones.