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15 de octubre de 2022

Marte podría haber estado lleno de vida hasta que cambio climático causó su desaparición

Al principio de su historia, el planeta rojo habría sido probablemente habitable para los metanógenos, microbios que viven en hábitats extremos de la Tierra.

El Marte noáquino habría sido un hábitat adecuado para los hidrogenotrofos metanogénicos. Representación artística del gran cañón marciano Valles Marineris.

El Marte primitivo pudo haber proporcionado en el subsuelo un entorno favorable para la vida microbiana que se alimenta de hidrógeno y produce metano, señala un estudio basado en modelos que publica este lunes (10.10.2022) Nature Astronomy.

La investigación encabezada por Boris Sauterey de la Universidad de Arizona se remonta al periodo noáquico, hace más 3.700 millones de años.

Evaluación probabilística de la habitabilidad de Marte

Hasta ahora, las pruebas sugieren que el planeta rojo albergó –al menos durante parte de su historia– condiciones potencialmente favorables para el desarrollo de la vida, sin embargo, la ciencia ha tratado de establecer en pocas ocasiones cuantitativamente la probabilidad de tal escenario.

El equipo presenta una evaluación probabilística de la habitabilidad de Marte para los metanógenos basados en el H2 y cuantifica su retroalimentación biológica sobre la atmósfera y el clima de Marte. 

El resultado es que la habitabilidad subsuperficial era "muy probable", y estaba limitada principalmente por la extensión de la cobertura de hielo en la superficie.

Corteza marciana era un lugar viable para este ecosistema

El equipo modeló la interacción entre el entorno primitivo de Marte y un ecosistema de hidrogenotrofos metanogénicos (microorganismos que sobreviven consumiendo hidrógeno y produciendo metano), los cuales se consideran entre las primeras formas de vida en la Tierra. 

En Marte, el regolito poroso saturado de salmuera habría creado un espacio físico protegido de la radiación ultravioleta y cósmica y proporcionado un disolvente, indican los autores en el estudio.

El artículo completo en DW

 

 

28 de enero de 2020

Nuestro sistema solar tuvo tres planetas habitables

Un hecho fascinante es que nuestro sistema solar quizás tuvo en sus orígenes no uno, sino tres mundos habitables al mismo tiempo. Claro está, hablamos de Venus, la Tierra y Marte, que, no solo estaban en la zona habitable del Sol, sino que probablemente tenían agua líquida en su superficie y que, por tanto, satisfacían el laxo criterio de habitabilidad de los astrónomos (recordemos que el que un planeta sea «habitable» no implica necesariamente que esté «habitado»). Hoy en día, de los tres solamente queda uno que siga siendo habitable, nuestro planeta. La incógnita es cuándo dejaron de ser habitables Venus y Marte y, por supuesto, si estuvieron alguna vez habitados.
¿Tuvieron Venus y Marte océanos durante el comienzo del sistema solar? (NASA).
La habitabilidad del sistema solar interior depende de dos factores: el comportamiento del Sol y el tamaño y composición de los propios planetas. Desde que el sistema solar se formó hace unos 4600 millones de años, el Sol ha visto aumentar su luminosidad en un 30%. Este hecho ha provocado que el límite interior de la zona habitable se haya ido desplazando progresivamente hacia el exterior, lo que ha dejado fuera a Venus y ha colocado a la Tierra cerca del borde interno. De hecho, el Sol seguirá aumentando su luminosidad y, en unos mil millones de años, la Tierra quedará fuera de la zona habitable y los océanos se evaporarán para siempre. Curiosamente, aunque el Sol primitivo era menos luminoso, sabemos que Marte fue habitable durante cientos de millones de años, como mínimo. Es lo que se conoce como la «paradoja del Sol joven», y que también es un problema a la hora de explicar las condiciones de la Tierra primitiva.

Zona habitable de las estrellas en función de su temperatura superficial. En la actualidad solo la Tierra y Marte están dentro de la zona habitable (Chester Harman/NASA).
Si Venus dejó de ser habitable principalmente por culpa del comportamiento del Sol, en cambio Marte ya no lo es por sus particularidades como planeta. Marte siempre fue el menor de los tres planetas potencialmente habitables del sistema solar debido a la acción gravitatoria de Júpiter, cuyas migraciones hacia el interior del sistema provocaron que el planeta rojo tuviese una masa menor de la que le correspondía. Con un tamaño más pequeño, el calor interno y, por tanto, su actividad interna siempre fue menor que la de la Tierra o Venus. Esto provocó que los volcanes marcianos no fuesen capaces de aportar suficientes volátiles para compensar la pérdida de la atmósfera provocada por una menor gravedad. El menor tamaño también fue el causante de que Marte no retuviese una dinamo interna que crease una magnetosfera potente para proteger la atmósfera del viento solar. Precisamente, aunque el Sol primigenio era más débil, la emisión de partículas de viento solar y la actividad en rayos X y en el ultravioleta era mayor que la actual, lo que aceleró el proceso de pérdida atmosférica de Marte.
Interacción entre el viento solar y Marte. Sin una magnetosfera potente, Marte ha perdido y sigue perdiendo su atmósfera por culpa del viento solar (NASA).
Hasta hace unos años existía un acalorado debate sobre si la mayor parte de la atmósfera marciana se había perdido al espacio o, si por el contrario, quedó almacenada en el suelo forma de depósitos de carbonatos, hielo de agua y hielo de dióxido de carbono. Ahora, gracias sobre todo a la misión MAVEN de la NASA, tenemos la total seguridad de que Marte perdió la mayor parte de su atmósfera por acción del viento solar. En la actualidad, la atmósfera de Marte es tremendamente tenue, de tan solo 6 milibares de presión y está formada exclusivamente por dióxido de carbono. Si se sublimasen los depósitos de hielo de dióxido de carbono que se hallan en los polos marcianos solo lograríamos aumentar la presión hasta los 50 milibares (malas noticias para los futuros ingenieros planetarios que quieran terraformar el planeta). 

Lea el artículo completo en: Eureka
 

7 de junio de 2019

Sobre las dificultades para tener bebés en Marte



Había un montón de inconvenientes para llegar a Marte en 2007, tal y como recopilé en este post aquel año. ¿Y ahora? También, pero por alguna razón los científicos, tal vez imbuidos del optimismo de Elon Musk, comienzan ya a contemplar todas las posibilidades que se desprenden de la colonización del planeta rojo.

Obviamente, la parte más complicada de sostener a toda una civilización prosperando en Marte es la del remplazo de los humanos demasiado viejos, heridos o incluso fallecidos. En la Tierra eso se soluciona sobradamente mediante la reproducción sexual, Pero ¿y en Marte? ¿Va a resultar fácil la paternidad en nuestro planeta vecino?

Bien, según un nuevo artículo publicado en Futures por Konrad Szocik (filósofo y científico cognitivo de la Universidad Jaguelónica en Polonia) y otros colegas, la reproducción puede ser la parte más difícil de todo el esquema colonizador. Pensad por ejemplo, que es probable que en ausencia de gravedad la fecundación pueda resultar muy dificultosa, de ahí que este mismo año vayan a hacerse pruebas con esperma humano y de toro en la ISS.

Lea el artículo completo en: Mailkenais Blog

4 de junio de 2019

¿Qué pasaría si el núcleo de la Tierra se enfriara?


El núcleo
 
Además del nombre de una película de ciencia ficción lanzada en 2003, el núcleo es la parte más interna de la Tierra. Según estudios sismológicos, se encuentra justo en el centro del planeta y tiene un radio de aproximadamente 3.500 km (representa el 60% de la masa de la Tierra). Consiste principalmente en una aleación de níquel-hierro conocida como NiFe ("Ni" para níquel y "Fe" para hierro). El núcleo también es bastante denso, lo que implica que contine una gran cantidad de otros elementos pesados una cantidad muy pequeña de metales más ligeros, junto con rastros de silicio. La gravedad del núcleo es casi tres veces más fuerte que la gravedad en la superficie del planeta.

También se debe tener en cuenta que, aunque es lo suficientemente caliente por sí solo, su temperatura se ve acentuada por el calor generado por la fricción gravitacional, causado por el movimiento de materiales pesados cerca de la región donde se separan el núcleo y el manto.

¿Qué pasaría si el núcleo se enfría?

Aunque parezca un planteamiento curioso, no querremos que ocurra. El núcleo de nuestro planeta realiza una serie de funciones que son esenciales para mantener la vida en la Tierra. Todas esas funciones vitales serían interrumpidas si el núcleo se enfriara. Si el núcleo se enfriara tendríamos un planeta básicamente muerto. Esto resume bastante bien las consecuencias finales, ¿verdad? pero veamos los efectos específicos que serían causados por un enfriamiento del núcleo de la Tierra.

El enfriamiento del núcleo no solo provocaría una ausencia de energía geotérmica, sino que la oscuridad también caería sobre la Tierra, ya que las empresas de energía de todo el mundo utilizan el calor de la corteza terrestre para calentar el agua, que produce vapor, el vapor acciona las turbinas que generan electricidad a través de un proceso complejo... En otras palabras, un núcleo frío significa una Tierra más oscura.

Aparte de eso, el planeta también sería atacado por una gran cantidad de radiación peligrosa del Sol, ya que el núcleo ayuda a formar la capa protectora atmosférica y magnética alrededor de la superficie del planeta. El hierro en constante cambio en el núcleo forma este poderoso escudo alrededor de la Tierra que nos protege de la dañina radiación cósmica y solar.

En ausencia de ese escudo, habría un ataque brutal de rayos de radiación que pueden causar cáncer y sobrecalentar el planeta. También hay vientos solares que soplan sobre nuestro planeta todo el tiempo, pero son desviados en gran medida por estas fuerzas invisibles; Algunas de estas "ráfagas" de viento solar serían lo suficientemente fuertes como para secar océanos y ríos completos, pero nuestro núcleo caliente ayuda a prevenir que eso pase.

La Tierra acabaría convirtiéndose en un nuevo Marte. 
  

 

2 de abril de 2019

La NASA quiere llevar el primer humano a Marte en 2033

Una misión para Marte durará al menos dos años a causa de la distancia, ya que solamente el trayecto de ida dura seis meses, frente a los tres días que hacen falta para ir a la Luna.


El regreso de astronautas estadounidenses a la Luna, anunciado recientemente para 2024, estará destinado a preparar la llegada del primer humano a Marte en 2033, dijo este martes el administrador de la NASA, Jim Bridenstine.

"Queremos aterrizar en Marte en 2033", declaró el jefe de la NASA en una audiencia en el Congreso estadounidense.

"Podemos avanzar en el aterrizaje en Marte avanzando en el aterrizaje en la Luna. La Luna es el banco de pruebas", dijo el exparlamentario republicano nombrado por Donald Trump.
La NASA está con prisas desde que la semana pasada el presidente estadounidense, a través del vicepresidente, Mike Pence, adelantara cuatro años el calendario de regreso a la Luna, de 2028 a 2024, último año de un eventual segundo mandato de Trump.

Muchos expertos y legisladores del Congreso dudan de las capacidades de la NASA para cumplir esta nueva fecha límite por los retrasos en el desarrollo del cohete de las misiones lunares, el Space Launch System o "SLS", construido por Boeing.




Una misión para Marte durará al menos dos años a causa de la distancia, ya que solamente el trayecto de ida dura seis meses, frente a los tres días que hacen falta para ir a la Luna.

La ida y vuelta a Marte solo se puede hacer cuando el planeta rojo está situado en el mismo lado del Sol que la Tierra, aproximadamente cada 26 meses.

En 2017, una ley de financiación de la NASA dispuso el año 2033 como fecha de lanzamiento de la primera misión habitada a Marte, pero la agencia espacial norteamericana hablaba en general de "los años 2030" en sus comunicaciones de los últimos meses.

La agencia espacial quiere aprender a extraer y explotar las toneladas de hielo que existen en el polo sur de la Luna. "El hielo de agua representa aire para respirar, agua para beber, carburante", dijo Bridenstine.

"El objetivo no es solamente llevar humanos a la superficie lunar, sino probar que podemos vivir y trabajar en otro mundo", agregó.

"De acuerdo, ¿y cuánto dinero necesitaremos?", preguntó la presidenta de la comisión de Ciencias de la Cámara de Representantes, Eddie Bernice Johnson.

El jefe de la NASA ha prometido actualizar su solicitud presupuestaria antes del 15 de abril.

Fuente: RPP Noticias (Perú)

La NASA pagará 19 mil dólares a voluntarios que pasen dos meses en una cama

Participarán en un estudio sobre los efectos de la ingravidez y deberán realizar todas sus actividades estando acostados.


¿Te gustaría ganar dinero por permanecer echado dos meses? Pues el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) llevará a cabo un estudio, financiado la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), que pagará cerca de 19 mil dólares a las personas que sean seleccionadas para pasar dos meses en una cama. 

Esta investigación estudiará los efectos de la ingravidez (falta de gravedad) en el cuerpo humano y las medidas que se podrán tomar para disminuir el daño en el cuerpo de los astronautas.

En un ambiente de ingravidez, el cuerpo sufre una serie de cambios debido a la poca actividad física, lo que afecta principalmente los músculos y huesos. Además, los fluidos corporales se desplazan hacia la cabeza. De acuerdo al sitio oficial del estudio, esto también sucede con las personas que pasan largo tiempo en cama.

Por ello, para simular condiciones del espacio lo más posible, los participantes deberán estar en una cama con 6 ° de inclinación, detalla la web del DLR.

Los astronautas que viven durante meses en la Estación Espacial Internacional, por ejemplo, buscan contrarrestar los efectos de la falta de gravedad haciendo constante ejercicio, pero ahora la NASA y la ESA buscan además obtener datos sobre los efectos de la gravedad artificialen el cuerpo.

Lea el artículo completo en: El Comercio (Perú)

27 de noviembre de 2018

Así se ve el paisaje de Marte desde la sonda que envió la NASA

Insight envió la segunda imagen desde su llegada al planeta rojo, en la que se ve el desierto marciano. Esta es la foto:


"Aquí hay una belleza tranquila. Estoy ansioso de explorar mi nuevo hogar", dice el tuit publicado por la cuenta oficial de la sonda InSight de la NASA, en la que se ve la primera imagen que tomó el equipo mientras recorría el suelo marciano.

Se trata, en realidad, de la segunda imagen que envió la misión, ya que minutos después de su llegada al planeta rojo transmitió una foto tomada desde el aire antes de amartizar. Fue la forma de confirmar que había llegado bien y que sus equipos funcionaban correctamente.

En esta segunda foto, tomada con la cámara que lleva la sonda en su brazo robótico, se logra ver con nitidez el desértico paisaje del planeta rojo. 

Junto con estas dos imágenes, InSight envió señales a la Tierra indicando que sus paneles solares están abiertos y recogiendo luz solar en la superficie marciana. El despliegue de la matriz solar garantiza que la nave pueda recargar sus baterías cada día, informó la NASA en su sitio oficial. 

Para este martes, está previsto que la sonda realice "operaciones de superficie" y comience con "la fase de implementación del instrumento".

Los paneles solares gemelos de InSight tienen 2,2 metros de ancho. Marte tiene una luz solar más débil que la Tierra porque está mucho más lejos del Sol. "Pero el módulo de aterrizaje no necesita mucho para operar: los paneles proporcionan de 600 a 700 vatios en un día claro, suficiente para alimentar una licuadora doméstica y mucho para mantener a sus instrumentos dirigiendo la ciencia en el Planeta Rojo", indicó la agencia espacial estadounidense. Puede operar incluso si los paneles son cubiertos por el polvo de la superficie marciana.

¿Qué hará la sonda en el planeta rojo?


En los próximos días, el equipo de la misión desarmará el brazo robótico de InSight y usará la cámara adjunta para tomar fotos del suelo para que los ingenieros puedan decidir dónde colocar los instrumentos científicos de la nave espacial. La NASA estimó que Pasarán de dos a tres meses antes de que esos instrumentos se implementen por completo y envíen datos.

Tras siete años de trabajo y siete meses de viaje por el espacio, la sonda estadounidense InSight "amartizó" el lunes por la tarde.

Cada etapa exitosa de esta milimétrica y arriesgada operación despierta la algarabía en el centro de control del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.

La primera foto que tomó la sonda InSight anunciando su llegada a Marte

Fuente: El Clarín (Argentina)

26 de octubre de 2018

Marte puede tener oxígeno suficiente para sustentar microbios y esponjas

Un estudio de la NASA explora las implicaciones de la presencia del gas en el planeta rojo,


Posibles rastros de agua líquida en Marte fotografiadas por la sonda 'MRO'.

Los primeros héroes de la Tierra fueron microbios. Hace 2.700 millones de años la atmósfera comenzó a acumular oxígeno producido por cianobacterias que vivían en los océanos y eran capaces de realizar fotosíntesis. El oxígeno fue fundamental para la aparición de vida más compleja, incluidos los primeros animales, y hoy sustenta el tipo de metabolismo más habitual del planeta.

Ahora, un nuevo estudio apunta a que en zonas de Marte también puede haber suficiente oxígeno como para mantener a algunos seres vivos terrestres. Vlada Stamenkovic, investigador de la NASA, y colegas del Instituto Tecnológico de California han desarrollado un modelo que calcula la cantidad de oxígeno que podría encontrarse en disolución en las aguas saladas que pueden existir en algunas zonas del planeta. Las sales presentes en estas salmueras permiten que el agua permanezca líquida a temperaturas por debajo de los cero grados. Según el estudio, publicado hoy en Nature Geoscience, en torno a un 6,5% de todo el planeta puede albergar cantidades de oxígeno en la superficie o a unos centímetros por debajo de ella similares a las que en la Tierra bastan para sustentar a algunos microbios y esponjas.

Estudios recientes apuntan a que los primeros ancestros de los animales actuales eran esponjas y que estos seres vivos pueden proliferar en concentraciones de oxígeno muy bajas. Las zonas con posible oxígeno están por encima de los 50 grados de latitud en torno a los polos. Entre las misiones marcianas que analiza el estudio solo una ha explorado estas zonas: la misión Phoenix, que aterrizó sobre lo que podría ser hielo de agua en 2008.

Este mismo año se descubrió en Marte un gran lago de agua salada oculto bajo el hielo del polo sur. El nuevo estudio especula que la concentración de oxígeno en su interior podría ser “alta” si hay un contacto temporal con la superficie o si hay radiación suficiente para que se separen el oxígeno y el hidrógeno. Los responsables del trabajo consideran que estos resultados teóricos pueden explicar el estado de oxidación de algunas rocas marcianas e implican “que hay oportunidades para la vida basada en el oxígeno en el Marte actual u otros cuerpos planetarios gracias a fuentes de oxígeno alternativas a la fotosíntesis”.

Víctor Parro, investigador del Centro de Astrobiología (CAB-CSIC), destaca que hasta ahora la presencia de oxígeno en Marte se ha “despreciado”, debido a las bajas concentraciones. Aunque se trata de un estudio teórico que habría que confirmar con mediciones reales, el científico destaca que “estos modelos resaltan el papel que puede jugar el O₂ disuelto incluso actualmente tanto para la respiración de microorganismos como en la oxidación de metales”.

“Los microorganismos no necesitan O₂ para respirar”, explica, “pero el oxígeno molecular permite obtener mayor energía en los procesos de respiración y su presencia en Marte en concentraciones adecuadas aumenta las posibilidades de nuevos metabolismos y más eficientes. “Por ejemplo permitiría la existencia de bacterias como las que se encuentran en río Tinto [Huelva], que oxidan el hierro de la pirita para obtener energía. Y algo que abunda en Marte es el hierro”, destaca.

“Los autores eligen el grupo de organismos terrestres que son capaces de vivir a concentraciones de oxígeno disuelto en agua más bajas, que son básicamente ciertos tipos de bacterias y las esponjas, y concluyen que las concentraciones de oxígeno que calculan que pueden existir en las salmueras marcianas serían suficientes para que estos organismos pudieran medrar en Marte hoy”, explica Alberto González Fairén, investigador del CAB y la Universidad Cornell. “Por supuesto, es solo una comparación gráfica para resaltar lo elevado de los niveles de oxígeno disuelto en estas salmueras y los autores no insinúan que puedan existir esponjas en bolsas de líquido escondidas en los hielos de Marte. Los posibles habitantes de las salmueras no solo dependerían del oxígeno disponible para respirar: las bajísimas temperaturas, la altísima concentración de sales y la radiación no permiten la existencia de vida similar a la terrestre cerca de la superficie de Marte hoy”, añade.

Otra de las preguntas sin responder que deja el trabajo es si realmente hay salmueras de agua líquida en la superficie de Marte, ya que las pruebas acumuladas hasta ahora no son concluyentes.

27 de agosto de 2018

¿Podríamos sobrevivir comiendo únicamente papas?

Si habéis visto como yo, la famosa película “The Martian” (En España simplemente Marte) recordaréis que el protagonista, un astronauta llamado Mark Watney (interpretado por Matt Damon) logra sobrevivir solo y abandonado en el planeta rojo, con el único sustento de unas patatas que él mismo cultivó.

Cierto, hablamos de una obra de ficción, pero lo cierto es que no resulta descabellado del todo emplear el suelo marciano para cultivar alimentos. De hecho, al menos un simulacro de suelo marciano con el que ha trabajado la NASA demostró ser lo suficientemente bueno como para cultivar lechugas.

Pero vamos al asunto clave. ¿Podría una persona sobrevivir únicamente a base de patatas? Sabemos bien los desastres que la ausencia de este tubérculo puede suponer en economías agrarias poco diversificadas. La historia de la gran hambruna irlandesa a mediados del sigo XIX y sus dos millones de muertos está ahí para quien quiera consultarla, pero lo cierto es que los irlandeses comían (al menos aquellos que podían) algo más que patatas, luego no es el ejemplo perfecto si lo que buscamos es respuestas.

Pese a la demonización popular que sufre este alimento, un icono de los “supuestamente perniciosos” hidratos de carbono, en 2016, Andrew Taylor sobrevivió comiendo únicamente patatas, y por lo que puedo leer sus analíticas trimestrales resultaron del todo normales.

Técnicamente, la patata blanca tradicional contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita para construir proteínas, reparar las células y combatir las enfermedades. Y comer cinco patatas al día bastarían para mantenerse. Sin embargo, si uno intenta sobrevivir de forma sostenida alimentándose únicamente de patata blanca, en última instancia acabarían por aparecer déficits de algunas vitaminas y minerales.

Pero si hacemos un juego de palabras y añadimos a la dieta otro tipo de tubérculo al que se conoce como patata dulce (pese a que la Ipomoea batatas no es taxonómicamente una patata, sino su pariente la batata) entonces se incrementa la probabilidad de que un consumidor de “patatas” obtenga su dosis diaria recomendable de vitamina E y especialmente de vitamina A (la sustancia por la que tu madre te obligaba a comer zanahorias de crío para ver mejor).

Puede que la dieta a base de patata blanca y patata dulce fuera aburrida, pero siguiéndola al menos te asegurarías de esquivar esa horrible enfermedad que afectaba a los marinos por falta de vitamina C: el escorbuto.

En fin, a la espera de que los expertos en nutrición de Naukas me corrijan, la respuesta al titular de este post (con la triquiñuela de la batata incluida) debería entonces ser un “”.

Fuente:

Mailkenais Blog

27 de julio de 2018

En el polo sur de Marte hay agua líquida y salada

Un lago de agua líquida ha sido detectado por un radar debajo del casquete polar de Marte, según un nuevo estudio realizado por investigadores italianos de la Agencia Espacial Italiana, publicado el miércoles en la revista Science.


MARSIS, el radar italiano montado a bordo del orbitador Mars Express, ha obtenido unos datos que indican la presencia de agua líquida y salada en Marte o, en palabras de la Agencia Espacial Europea (ESA), "un estanque de agua líquida enterrado bajo capas de hielo y polvo en la región del polo sur de Marte". Roberto Battiston, el presidente de la Agencia Espacial Italiana, ha definido el hallazgo como "uno de los más importantes de los últimos años" y la NASA, en un comunicado especial emitido el pasado 26 de julio, destaca que "la fuerte reflexión de radar ha sido interpretada por los autores del estudio como agua líquida, uno de los ingredientes más importantes para la vida en el universo".

Roberto Orosei, el principal investigador de MARSIS y el autor principal del estudio publicado ayer en Science, ha dicho que "esta anomalía en el subsuelo de Marte posee propiedades de radar que coinciden con la presencia de agua o con sedimentos ricos en agua" y "podría haber más bolsas subterráneas de esos en cualquier lugar, aún por descubrir".


Sabemos que hubo agua en el pasado remoto de Marte por los inmensos valles fluviales y gigantescos cauces desecados, ampliamente fotografiados por los orbitadores. Las naves espaciales, los aterrizadores y los rovers han explorado la superficie marciana y, además, han descubierto minerales que sólo se forman con la presencia de agua líquida. Y el agua líquida presumiblemente ha persistido en el subsuelo marciano gracias a las sales, que "habrían reducido la temperatura de fusión del agua, manteniéndola líquida incluso con temperaturas de congelamiento", según el comunicado de la ESA.

Más que de agua, los científicos hablan de "un punto brillante" obtenido en los datos de MARSIS.
La investigación de radar consiste en enviar impulsos de radar a la superficie y, según el tiempo y la fuerza con que rebotan estos impulsos de vuelta a la nave, se pueden conocer las propiedades del material que se esconde en el subsuelo. Así han podido saber los científicos que la región del polo sur de Marte está formada por varias capas de hielo y polvo hasta una profundidad de 1,5 kilómetros, en el área de 200 kilómetros de amplitud que ha sido analizada en el estudio.



Tomado de:

National Geographic 

15 de abril de 2018

Chile: por qué los microbios encontrados en el desierto de Atacama pueden ser un indicio de que hay vida en Marte

En 2015 el astrobiólogo alemán Dirk Schulze-Makuch viajó junto con un equipo internacional de investigadores a uno de los sitios más inhóspitos de la Tierra: la zona más seca del desierto de Atacama, en Chile. 

Su objetivo era saber si existía vida en el lugar más árido del planeta más allá de los polos.

Y, entonces, llovió...


Ese excepcional evento que ocurre una vez por década permitió a los investigadores registrar una explosión de actividad biológica y, que incrementó sus esperanzas de que haya vida en Marte.

Según el estudio que publicó el equipo de Schulze-Makuch este lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), en Atacama existe una comunidad de bacterias resistentes que pueden pasar décadas en estado latente, sin agua, para luego reactivarse y reproducirse con la lluvia.

"Otros investigadores habían logrado encontrar organismos moribundos cerca de la superficie y restos de ADN en el pasado", dijo Schulze-Makuch al periódico de la Universidad Estatal de Washington, donde es docente.

"Pero —continuó— esta es realmente la primera vez que alguien es capaz de identificar una forma de vida persistente en el suelo del desierto de Atacama".

Schulze-Makuch incluso dio un paso más y afirmó: "Creemos que estas comunidades microbianas pueden permanecer latentes durante cientos o incluso miles de años en condiciones muy similares a las que pueden encontrarse en un planeta como Marte y luego volver a la vida al llover".

Luego de la visita de 2015, los investigadores regresaron a Atacama para tomar muestras en 2016 y 2017.

En esos viajes descubrieron que, ante la creciente ausencia de humedad, aquellas comunidades microbianas que se habían activado por la lluvia comenzaban a retraerse de forma gradual hacia el estado de latencia.

En otras palabras, estas comunidades "han evolucionado para adaptarse a las severas condiciones", dice el estudio de PNAS.

¿Vida en Marte?

"Nuestros nuevos descubrimientos tienen importantes repercusiones en la búsqueda de vida en Marte", escribió este lunes Schulze-Makuch en la revista de divulgación científica Air & Space.

"Ese planeta solía ser mucho más húmedo de lo que es ahora, pero incluso hoy en día hay eventos ocasionales que podrían proporcionar humedad a microorganismos latentes", agregó.

Hace miles de millones de años, Marte tenía océanos y lagos donde es posible que existieran formas simples de vida.

Además, en los últimos años, distintas investigaciones han afirmado que en hoy en día en la superficie de Marte podrían existir minerales en estado hidratado, corrientes de agua salada y hasta tormentas de nieve nocturnas.

"Al igual que en las áreas más secas de Atacama, cualquier microbio en Marte podría reactivarse al entrar en contacto con suficiente humedad", escribió el investigador alemán. 

"En ese caso, el planeta puede no estar tan sin vida como alguna vez pensamos".

Fuente:

BBC Ciencia

17 de octubre de 2017

Si me teletransporto desde marte hasta la tierra, ¿qué pasa con mi yo original?

Estoy varado en Marte. Los depósitos de combustible de mi nave de retorno se han roto y no hay equipo de rescate que pueda llegar hasta mí antes de que me quede sin comida (y, a diferencia de Matt Damon, no tengo patatas). Por suerte, mi nave cuenta con un teletransportador. Es un gadget bastante avanzado, pero la idea de base es de lo más simple: la máquina escanea mi cuerpo y produce una copia cianográfica increíblemente detallada, una foto definida de cada célula y neurona. El archivo de esa copia se transmite a la Tierra, donde se construye un nuevo yo utilizando materiales disponibles en el punto de destino. Todo lo que tengo que hacer es entrar en la máquina, cerrar los ojos, y apretar el botón rojo...

Pero hay una complicación: existe un conmutador que me permite elegir si quiero mantener mi viejo yo en Marte, o si prefiero que se destruya después de teletransportarme de vuelta a casa. Es una decisión que me hace dudar.

Por un lado, parece que lo que me hace ser yo es la forma particular en la que encajan todos mis componentes. No creo que exista algo así como el alma, simplemente soy el resultado de la actividad entre mis 100.000 neuronas y sus 100 billones de conexiones distintivas. Y, más aún, esa actividad es la que es, independientemente del grupo de neuronas en el que se genere. Si sustituyéramos esas neuronas una por una, pero mantuviéramos las conexiones y la actividad, yo seguiría siendo yo. Así que debería dar igual que las sustituyéramos todas de una vez mientras los patrones distintivos se mantuvieran. Esto hace que quiera apretar el botón para volver cuanto antes con mis seres amados, así como a la abundancia de alimentos, agua y oxígeno de la Tierra, lo cual me permitiría continuar reparando y sustituyendo las células de mi cuerpo de forma más lenta, a la antigua.

Así que, si coloco el conmutador en la posición Destruir, debería sobrevivir al transporte sin problemas. ¿Qué se perdería? Nada fundamental en la construcción de mi yo, de mi propia conciencia de mí mismo. Debería subirme a la máquina, apretar el botón y luego salir por el recibidor en la tierra.

Por otro lado, ¿qué pasa si pongo el conmutador en la posición Guardar? Entonces, ¿dónde estaría yo? ¿Volvería a la Tierra y acabaría sintiéndome mal por el pobre tipo que se ha quedado en Marte (mi viejo yo), que se enfrentaría a una muerte lenta por inanición? ¿Sentiría mi viejo yo envidia del nuevo yo en la Tierra, viéndolo disfrutar de la compañía de amigos y familia?

El artículo completo en: El Mundo Ciencia

29 de septiembre de 2015

NASA: Hay agua en Marte ¡Confirmado!

La NASA anunció este lunes que resolvió "el misterio de Marte" y que ahora puede afirmar que existe agua líquida "bajo determinadas circunstancias" en la superficie del planeta rojo.
Los científicos de la NASA dicen que este descubrimiento es particularmente significativo en la búsqueda de vida en el planeta.





"Nuestra jornada en Marte ha sido 'sigue el agua', buscando vida en el universo, y ahora tenemos evidencia científica que confirma lo que hemos sospechado desde hace algún tiempo", dijo John Grunsfeld, astronauta y miembro del equipo. “Este es un desarrollo importante que confirma que hay agua –aunque salobre– en la superficie de Marte hoy", añadió.


Las líneas que recorren las montañas hacia abajo, explica la NASA, han sido vinculadas a la existencia de agua desde hace algún tiempo. Este nuevo hallazgo de sales hidratadas en estas lomas podría explicar las líneas oscuras. Según la NASA, las sales hidratadas podrían bajar el punto de congelación de la salmuera, de la misma forma que la sal ayuda a descongelar las vías. Los científicos creen que hay un flujo intermitente a poca profundidad de la superficie y que una pequeña cantidad de agua sale y explica el oscurecimiento.



La NASA tiene programado enviar humanos a Marte para la década de 2030 y actualmente está desarrollando capacidades para lograr que en el futuro sea posible viajar al espacio a largo plazo.

A un poco más de 320 kilómetros sobre la tierra, el astronauta estadounidense Scott Kelly y el cosmonauta ruso Mijaíl Korniyenko están pasando un año en el espacio en la Estación Espacial Internacional. En la "Misión de un año", el par está estudiando qué efectos tiene la exposición espacial prolongada en gravedad cero en el cuerpo humano.

La NASA ha explorando el planeta rojo desde 1960 con la ayuda de la robótica. La misión Mariner 4 fue uno de los primeros sobrevuelos exitosos de una sonda y que proporcionó las primeras fotos en primer plano de Marte desde el espacio profundo.

Hasta ahora, se han llevado a cabo más de 40 misiones a Marte por parte de Estados Unidos, Rusia, Japón, China y la Agencia Espacial Europea.

Fuentes:

CNN

BBC

26 de diciembre de 2014

‘Curiosity’ detecta una misteriosa fuente de metano en Marte

El robot de exploración capta un aumento repentino de este gas, cuya presencia en la Tierra se debe a los seres vivos.

En su camino por las desoladas tierras de Marte, el robot Curiosityse ha topado con un enigma que por ahora no puede resolver. Hasta ahora no había tenido grandes problemas para demostrar que este planeta fue habitable, que la radiación no supone una barrera infranqueable para futuras misiones humanas o extraer vapor de agua de las arenas del planeta. Ahora, uno de sus instrumentos científicos ha detectado una fuente de metano que aparece y desaparece sin explicación. En la Tierra, el 90% de todo el metano que hay en la atmósfera lo producen seres vivos. Captar este gas en el Planeta Rojo podría apuntar a la presencia de vida en la actualidad, aunque hay otras posibles explicaciones. Por ahora solo hay una cosa clara, algo está haciendo que los niveles de metano se multipliquen hasta por diez y luego vuelvan a bajar de forma brusca, según explican hoy en Science los científicos delCuriosity, entre ellos dos investigadores españoles.
Hasta ahora lo más sorprendente de esta misión era que no hubiese detectado el gas. Observaciones previas hechas desde la Tierra y también con sondas lanzadas por Europa y EE UU habían captado su presencia. Según esas observaciones, el metano en Marte parecía ir y venir, aumentar de forma local en algunos puntos dependiendo de la época del año. Pero esos niveles eran incompatibles con la vida media del metano, que debería permanecer en la atmósfera durante unos 300 años, por lo que la solidez científica de esas pruebas ha sido cuestionada.
El artículo completo en:

27 de agosto de 2014

Soluciones para el mal estado de las ruedas del Curiosity y nuestro futuro en Marte

  • Las ruedas del rover se deterioran a un ritmo muy superior al previsto
  • La NASA ha identificado el origen del problema y estrategias para minimizarlo
  • Lo aprendido se aplicará en el rover que la NASA quiere enviar en 2020 a Marte
Ampliar fotoImagen facilitada por la NASA del rover Curiosity en Marte
Imagen facilitada por la NASA del rover Curiosity en Marte.AFP

A principios de este mes el rover Curiosity de la NASA cumplía dos años explorando la superficie de Marte, dos años en los que todos los sistemas de a bordo han funcionado tan bien o mejor de lo que se esperaba, salvo las ruedas del vehículo.

Detectado por primera vez en las imágenes recibidas del sol –del día marciano– 411 de la misión, las ruedas, fabricadas fresando bloques de aluminio hasta dejarlos en un grosor de 0,75 milímetros, estaban acumulando pinchazos, rajas y desgarros a un ritmo preocupante, daños que amenazan la movilidad del vehículo, y que además resultaban tanto más preocupantes cuando en principio los responsables de la misión no sabían por qué las ruedas estaban resultando dañadas a tal velocidad, mucho mayor de la prevista.

Pero afortunadamente, tras muchas pruebas, los técnicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro consiguieron averiguar qué es lo que causa estos daños y, lo que es más importante, diseñar estrategias para mitigarlo una vez entendida la causa del problema.

Rocas y sistema de supensión

Esta parece radicar en la presencia de numerosas rocas puntiagudas en la zona por la que estaba circulando Curiosity que no se desplazan al pasar este por encima, a diferencia de lo que ocurría en las zonas en las que circularon otros rover de la NASA, en las que las rocas se apartaban bajo el peso de estos.

La presencia de estas rocas resulta además más dañina para las ruedas de Curiosity de lo previsto porque aunque estas están pensadas para resistir los efectos de este tipo de rocas siempre que el peso del vehículo esté repartido entre todas resulta que el diseño del sistema de suspensión hace que en algunas circunstancias cuando el rover pasa por encima de una de estas rocas puntiagudas todo el peso del vehículo pueda pasar a descansar sobre la rueda que está pasando sobre esta, lo que prácticamente asegura que se produzca una perforación.



Pero la buena noticia, como decía antes, es que una vez identificado el origen del problema, los responsables de la misión han podido diseñar varias estrategias para mitigarlo.

Mitigando el problema

Una de ellas es programar a Curiosity para que cuando se mueva evite este tipo de rocas, aunque esto solo sirve para cuando se programan desplazamientos cortos, ya que solo es posible apreciar la presencia de estas rocas hasta una distancia de 10 o 20 metros en las imágenes que envía el rover; es el tipo de estrategia que se usa cuando Curiosity tiene que pasar sí o sí por terreno «peliagudo.

Otra es conducir marcha atrás, ya que, de nuevo en virtud del diseño del sistema se suspensión del rover, cuando circula marcha atrás las fuerzas que se ejercen sobre las ruedas son mucho menores. A cambio, cuando Curiosity se mueve marcha atrás al final tiene que girar 180 grados en el punto en el que se para para poder mirar hacia delante con las cámaras y programar el siguiente desplazamiento, lo que añade unos seis metros extra de desplazamiento a las ruedas sin que Curiosity realmente se mueva del sitio; se usa más para cuando se hacen desplazamientos largos «a ciegas» por terrenos en principio menos complicados.

También se están planificando las rutas a largo plazo sobre terreno más amigable usando tanto imágenes y datos obtenidos por los instrumentos de a bordo como imágenes y datos obtenidos de las sondas que hay en órbita alrededor de Marte.

Una última opción es una actualización del software de a bordo que debería permitir a Curiosity manejar las ruedas de forma más inteligente, de tal forma que si nota que una está experimentando demasiada oposición al movimiento podría dejarla girar libre o ejerciendo menos fuerza sobre ella, aunque esta modificación del software aún tiene que ser probada y aprobada.

Lecciones aprendidas

A largo plazo, lo aprendido con Curiosity servirá para el rover que la NASA quiere enviar a Marte en 2020, basado en el diseño de este.
No está claro qué modificaciones se harán en sus ruedas, porque por ejemplo hacerlas tan solo un milímetro más gruesas añadiría un total de 10 kilos al peso del rover, peso que se pierde en instrumentos científicos y que también afecta al sistema de aterrizaje de este.

Pero para Curiosity la suerte ya está echada, y aunque no quede más remedio que circular más lento, no parece que a la larga, una vez detectado el origen del problema, esto vaya a afectar seriamente a la misión.


Tomado de:

RTVE

5 de agosto de 2014

Por qué la Unión Soviética no tuvo éxito en la exploración de Marte

En las discusiones sobre la historia de la cosmonáutica uno de los temas recurrentes es el ‘fracaso’ de la exploración de Marte por parte de la Unión Soviética. Por supuesto, hablamos de un fracaso relativo: la URSS logró poner en la superficie de Marte hasta tres sondas espaciales -incluyendo la primera misión que aterrizó en el planeta rojo, la Mars 3- y cinco naves lograron transmitir datos de interés desde las cercanías del planeta. Sin embargo ninguna de estas misiones se puede considerar un éxito rotundo y su retorno científico fue claramente inferior al de misiones norteamericanas como las Viking 1 y 2 o la Mariner 9. Por otro lado, la Unión Soviética sí logró explorar la Luna o Venus alcanzando importantes logros científicos. ¿Por qué Marte se resistió a la URSS?


El 2 de diciembre de 1971 la Mars 3 se convirtió en el primer artefacto creado por el hombre que aterrizó en Marte (Novosti Kosmonavtiki).
Antes que nada, y para poder juzgar el asunto con perspectiva, primero sería conveniente repasar las misiones soviéticas a Marte:
  • Misiones que fueron un éxito parcial (5 misiones): Mars 2 (1971), Mars 3 (1971), Mars 5 (1973), Mars 6 (1973) y Fobos 2 (1988).
  • Misiones que fracasaron tras el lanzamiento (6 misiones): Mars 1 (1962), Zond 2 (1964), Zond 3 (1965), Mars 4 (1973), Mars 7 (1973) y Fobos 1 (1988).
  • Misiones que fracasaron durante el lanzamiento (9 misiones): 1M nº 1 (1960), 1M nº 2 (1960), 2MV-4 nº 3 (1962), 2MV-3 nº 1 (1962), 3MV-1A nº 2 (1963), M-69 nº 1 (1969), M-69 nº 2 (1969), M-71-S (1971) y Mars 96 (1996).
(En la lista de misiones he incluido la Mars 96 a pesar de haber sido lanzada por Rusia porque fue diseñada y construida bajo el periodo soviético. Por el contrario, no he incluido a la Fobos-Grunt por ser una sonda de diseño ruso.)

Sin duda, lo primero que llama la atención es el alto número de sondas que se perdieron durante el lanzamiento. Por este motivo es habitual echar la culpa del fracaso soviético en Marte a los fallos de los cohetes lanzadores. Sin embargo, conviene señalar que la mayoría de estos accidentes se produjeron durante la fase inicial de exploración marciana y, por lo tanto, se trataba de sondas muy rudimentarias. Y si nueve fallos durante el despegue te parecen muchos, recuerda que la URSS perdió diez sondas para el estudio de Venus por las mismas causas, lo que no impidió que la exploración soviética del planeta gemelo de la Tierra progresase sin mayores incidentes. Y es que en el mismo periodo la URSS llevó a cabo nada más y nada menos que quince misiones parcial o totalmente exitosas en Venus.

También se suele señalar que aterrizar en Marte es más difícil que aterrizar en Venus. Efectivamente, y debido a la tenue atmósfera de Marte, para alcanzar la superficie debemos usar una combinación de paracaídas y retrocohetes, e incluso a veces se deben añadir otros sistemas como por ejemplo airbags. Pero aterrizar en Venus tampoco es moco de pavo y entran en juego otra serie de dificultades técnicas que están ausentes en una misión a Marte. Además, esto no explica los fracasos de las sondas destinadas a estudiar Marte desde la órbita.

No, la causa de que la Unión Soviética no lograse dominar la exploración de Marte no fueron los lanzadores ni las condiciones atmosféricas del planeta rojo. Las razones del fracaso soviético en Marte hay que buscarlas en otro lado. ¿Y cuáles son? A riesgo de simplificar un debate harto complejo, creo que las más importantes fueron:

1- La URSS se rindió en Marte

Puede parecer paradójico, pero lo cierto es que tras ser los pioneros en la exploración de Marte la Unión Soviética no lanzó ninguna sonda a este planeta entre 1973 y 1988. Después del sonoro fracaso de la ‘flotilla marciana’ de 1973, cuando se lanzaron cuatro sondas al planeta rojo de la serie M-73, la URSS simplemente abandonó cualquier intento de explorar Marte. Al mismo tiempo las misiones a Venus se sucedían con relativa frecuencia y sus éxitos copaban los titulares de la prensa soviética. Visto en perspectiva, renunciar a Marte fue un error mayúsculo.

El artículo completo en:

NAUKAS

28 de junio de 2014

BBC: 10 grandes errores de cálculo de la ciencia y la ingeniería

Regla métrica

¿Conoces la diferencia entre el sistema métrico decimal y el sistema de unidades anglosajón?

El descubrimiento de la compañía ferroviaria estatal francesa SNCF de que sus trenes nuevos eran demasiado anchos para la mayoría de las estaciones es embarazoso.

Pero no es la primera vez que un pequeño error de cálculo ha tenido serias repercusiones.

Trenes franceses

Francia compró trenes que no caben en la mayoría de sus estaciones.
En este caso se gastaron US$20.500 millones en la compra de 2.000 trenes que no entran en muchas de las estaciones francesas.

Según SNCF, el fiasco de los trenes franceses ha sido culpa del operador nacional de las vías RFF.

El ministro de Transporte, Frederic Cuvillier, culpó a lo que calificó de un sistema ferroviario absurdo en el que el operador de las vías es distinto de la compañía de trenes.

Pero a veces no hay nadie más con quien compartir la responsabilidad.

He aquí otros 9 ejemplos en los que un pequeño error ha resultado ser muy caro, o incluso fatal.

El Orbitador del Clima de Marte

Orbitador de Marte

Se cree que el orbitador se destruyó al contacto con la atmósfera de Marte.

Diseñado para orbitar Marte como el primer satélite meteorológico interplanetario, el Orbitador de Marte se perdió en 1999 porque el equipo de la NASA utilizó el sistema imperial o anglosajón de unidades (que utiliza medidas como las pulgadas, millas o galones) mientras que uno de los contratistas utilizó el sistema métrico decimal (que se basa en medidas como el metro, el kilo o el litro).

La sonda de U$125 millones se acercó demasiado a Marte cuando intentaba maniobrar hacia su órbita, y se cree que se destruyó al entrar en contacto con la atmósfera del planeta.

Una investigación dijo que la causa original de la pérdida fue "el error de conversión de las unidades inglesas a unidades métricas" en una pieza del programa informático que operaba la nave desde la Tierra.

La nave Vasa

Nave Vesa

La nave Vesa fue recuperada del mar en 1961.

En 1628, una multitud presenció con horror en Suecia el hundimiento de Vesa, un nuevo buque de guerra, a menos de dos kilómetros de la costa y en su viaje inaugural. En el suceso murieron 30 tripulantes.

Armado con 64 cañones de bronce, había sido considerada como el barco de guerra más poderoso del mundo.

Los expertos que lo estudiaron desde que fue izado desde el mar en 1961 dicen que la nave es asimétrica: más gruesa a babor que a estribor.

Una razón para esto podría ser que los obreros que la construyeron utilizaron diferentes sistemas de medidas. Los arqueólogos han encontrado cuatro reglas usadas por los constructores: dos estaban calibradas en pies suecos, que tenían 12 pulgadas, mientras que otras dos medían pies de Ámsterdam, con 11 pulgadas.

El planeador de Gimli

Avión de Air Canada

Los aviones modernos de Air Canadá usan el sistema métrico decimal.

En 1983, un vuelo de la compañía Air Canada se quedó sin combustible cuando volaba sobre el pueblo de Gimli, en la provincia de Manitoba. Canadá había cambiado al sistema métrico decimal en 1970, y el avión había sido el primero de Air Canada en usar medidas métricas.

El calibrador de combustible a bordo del avión no estaba funcionando, por lo que la tripulación utilizó un tubo para medir cuánto combustible había cargado al repostar.

Pero las cosas se complicaron cuando convirtieron estas mediciones de volumen en medidas de peso: tenían el número correcto pero mal la unidad al confundir libras de combustible por kilogramos.

Como resultado, el avión llevaba alrededor de la mitad del combustible que creían.

Por suerte, el piloto fue capaz de aterrizar la aeronave en la carretera de Gimli.

El Telescopio Espacial Hubble

Imagen espacial del Hubble

Imagen del Hubble de la nebulosa Cabeza de Mono.

El Hubble es famoso por sus hermosas imágenes del espacio y se considera un gran éxito de la NASA. Sin embargo, despegó tras un comienzo difícil.

Las primeras imágenes que envió eran borrosas porque el espejo principal del telescopio era demasiado plano. No por mucho –sólo 2,2 micrones, o el equivalente de algo unas 50 veces más delgado de un cabello humano– pero lo suficiente como para poner en peligro el proyecto.
 
Una teoría es que una diminuta mancha de pintura en un dispositivo usado para probar el espejo provocó las mediciones distorsionadas.

Afortunadamente, los científicos lograron solucionar el problema en 1993, usando un instrumento llamado Reemplazo Axial Correctivo Óptico de Telescopio Espacial (Costar, por sus siglas en inglés).

Big Ben

Campana del Big Ben

La campana del Big Ben está quebrada desde el siglo XIX.

La campana del Big Ben en el Parlamento de Londres se rompió en una prueba en 1857 y fue fundida para ser moldeada de nuevo. Pero la nueva campana, cuya colocación llevó tres días en 1859, se rompió también rápidamente.

Se encendieron las disputas sobre quién era responsable: se inició incluso un caso de difamación.

Una teoría es que el enorme percutor, que pesaba 6,5 centenas (alrededor de 330 kilos), era demasiado pesado, al menos para la aleación particular de la que estaba hecha la campana (siete partes de estaño y 22 de cobre).

Los fundidores que moldearon las campanas siempre argumentaron que este material era demasiado frágil.

La segunda campana no fue reemplazada (aún está rota), sólo se giró su posición. El percutor, en cambio, fue reemplazado por uno más ligero

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia
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