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Esta madrugada se ha producido un acontecimiento astronómico que nunca jamás volveremos a contemplar en nuestras vidas
Conjunción de planetas el próximo 27 de marzo. | Pedro Arranz y César González
Júpiter y Venus brillarán en el cielo hasta el próximo sábado y podrán ser observados, mirando hacia el oeste, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, desde cualquier punto del planeta. La noche del martes, ambos planetas eran visibles, muy cerca uno de otro, desde cualquier punto de la geografía española sin nubes, incluso en el centro de las grandes ciudades. A la espalda, también será fácil distinguir al rojizo Marte.
Este espectáculo astronómico, para el que no se necesita tener un telescopio a mano (aunque con este instrumento aún es más atractivo), tiene lugar cuando Venus y Júpiter se acercan hasta situarse a tres grados de distancia y a su vez no están lejos de nuestro planeta. De hecho, estos días son los dos objetos más brillantes del cielo nocturno después de la Luna, de manera que la conjunción que formarán los tres cuerpos son perfectamente visibles.
El mejor día para disfrutar de este fenómeno será el próximo 25 de marzo, cuando la Luna se encuentre en su fase creciente y se sitúe cerca de ambos planetas en el cielo nocturno, según adelanta a ELMUNDO.es Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional.
Pero, ¿cómo saber cuál es cuál? Bachiller recuerda que Venus se encuentra mucho más cerca de la Tierra y del Sol (nos separa un 70% de la distancia que hay desde nosotros a la estrella), mientras que Júpiter está cinco veces más lejos, por lo que su brillo es mucho menor, aún siendo mucho mayor su tamaño.
Por otro lado, mirando hacia el este, estos días también es fácil distinguir a Marte, el planeta rojo. "La diferencia entre los planetas y las estrellas es que las segundas titilan, mientras que los planetas son puntos fijos en el firmamento", explica el astrónomo.
Y para aquellos que tengan prismáticos a mano, y un cielo limpio de nubes y de contaminación, hay un 'extra': también es visible, cerca de la Osa Mayor, un cometa con dos colas, una de gas y otra de polvo, bautizado como el cometa Garradd. También es posible observar Mercurio, al atardecer y al amanecer, aunque para ello es mejor contar con un mapa del cielo.
Desde el punto de vista científico, estas conjunciones son interesantes para el lanzamiento de misiones espaciales: se lanzan calculando la máxima cercanía de los planetas para que lleguen cuando están más cerca, lo que supone un gran ahorro de tiempo y, sobre todo, de combustible.
Este acontecimiento no volverá a producirse hasta junio de 2015, ya que en los próximos años, la coincidencia entre Júpiter y Venus tendrá lugar durante el día.
Fuente:
Un equipo científico europeo ha descubierto que Venus tiene una delgada capa de ozono, cientos de veces menos densa que las de la Tierra.
El descubrimiento se realizó gracias a la sonda Venus Express de la Agencia Especial Europea, cuyos científicos publicaron el hallazgo en Icarus, la publicación dedicada a estudios planetarios de la Sociedad Astronómica Estadounidense.
Hasta ahora sólo se habían detectado capas de ozono en la Tierra y Marte. Ahora se encuentra esta en el segundo planeta del Sistema Solar.
El hallazgo podría ayudar a los astrónomos a refinar los parámetros para la búsqueda de vida en otros planetas.
Filtro planetario
La nave espacial se topó con la capa cuando intentaba enfocar estrellas viéndolas a través de la atmósfera venusina.
La intensidad de las estrellas era más débil de lo esperado, porque el ozono absorbe parte de la luz ultravioleta
El líder del grupo investigador, Franck Montmessin, del Centro de Investigación Atmosférica Latmos, de Francia, explicó que la capa de ozono de Venus está ubicada a una altura de 100 kilómetros, tres veces más que la de nuestro planeta.
El ozono es una molécula que contiene tres átomos de oxígeno, que se formó cuando la luz solar escindió el dióxido de carbono de la atmósfera venusina para formar moléculas de oxígeno.
En la Tierra un proceso similar permite la formación del ozono, que absorbe parte de los dañinos rayos ultravioletas del Sol, evitando que lleguen a la superficie.
Sin embargo, este proceso se ve suplementado por el oxígeno liberado por los microbios que "comen" dióxido de carbono.
"Podemos usar estas nuevas observaciones para probar y refinar los escenarios para la detección de vida en otros planetas "
Franck Montmessin, Centro de Investigación Atmosférica Latmos
Nuevas pistas
"La detección de este ozono nos dice mucho acerca de la circulación y la química de la atmósfera de Venus", dijo Kakan Svedhem, miembro del proyecto de la misión del Venus Express
"Más allá de eso, es evidencia adicional de las similitudes fundamentales entre los planetas rocosos y muestra la importancia de estudiar Venus para entenderlos a todos".
Algunos biólogos asumen que la presencia de oxigeno, carbón y ozono en una atmósfera es indicativo de que existe vida en la superficie de ese planeta.
Los nuevos resultados niegan esa presunción. La sola presencia de oxigeno en una atmósfera no es ya evidencia suficiente para empezar a buscar vida.
Sin embargo, la presencia de grandes cantidades de esos gases, como en la atmósfera terrestre, es probablemente una buena señal, dicen los científicos.
"Podemos usar estas nuevas observaciones para probar y refinar los escenarios para la detección de vida en otros planetas", aseguró Montmessin.
Fuente:
Contenido relacionado(cc) Conjunción celeste en Paranal
Durante estos días es posible ver antes del amanecer una alineación conjunción celeste poco común en el horizonte, donde los planetas Mercurio, Venus, Marte y Júpiter serán visibles en la misma zona del cielo por escasos 30 minutos antes de la salida del Sol.
Desde el pasado 1 de mayo estos planetas han cambiado su configuración en el cielo pero del 10 al 12 de mayo ocurrirá la máxima proximidad entre ellos. Durante estos días será posible ver a Venus y Júpiter coquetear por apenas unos centímetros de separación, siendo los astros más brillantes en el cielo después de la Luna. El 11 de mayo en particular podrá observarse lo que se conoce como “flor celestial” gracias a la cercanía de Mercurio, Venus y Júpiter.
De acuerdo a la Sociedad Astronómica Urania en el Estado de Morelos (México), los cuatro planetas permanecerán en el cielo durante todo mayo antes de que Mercurio se pierda en el resplandor solar.
Links:
- The Dance of the Planets (Space Daily)
- Conjunciones planetarias, visibles para México (El Universal)
Jueves, 24 de junio de 2010
¿Fue alguna vez Venus un planeta habitable?
La sonda Venus Express de la ESA está ayudando a los científicos planetarios a investigar u Venus tuvo alguna vez océanos. Si fue así, puede que incluso empezase su existencia como un planeta habitable similar a la Tierra.
Actualmente, la Tierra y Venus parecen completamente distintos. La Tierra es un mundo clemente y exhuberante, repleto de vida, mientras que Venus es un infierno con una superficie de abrasadoras temperaturas superiores a las de un horno de cocina.
Pero detrás de eso, los planetas comparten un número de asombrosas similitudes. Son casi idénticos en tamaño y ahora, gracias al orbitador Venus Express de la ESA, los científicos planetarios están observando también otras similitudes.
“La composición básica de Venus y la Tierra son muy similares”, dice Håkan Svedhem, Científico del Proyecto Venus Express de la ESA. Cómo de similares es lo que están discutiendo científicos planetarios de todo el mundo en Aussois, Francia, donde se reúnen esta semana para una conferencia.
Una diferencia está clara: Venus tiene muy poca agua. Si se vertieran los oceános de la Tierra de forma equitativa sobre la superficie de Venus, crearían una capa de 3 km de profundidad. Si se condensara el vapor de agua en la atmósfera de Venus y se dejase sobre la superficie, crearía un charco global de apenas 3 cm de profundidad.
Aunque aquí hay otra similitud. Hace miles de millones de años, Venus probablemente tuvo mucha más agua. Venus Express ciertamente ha confirmado que el planeta ha perdido una gran cantidad de agua al espacio.
Esto sucede debido a los flujos de radiación ultravioleta procedentes del Sol, que llegan a la atmósfera de Venus y rompen las moléculas de agua en átomos: dos hidrógenos y un oxígeno. Estos pueden entonces escapar al espacio.
Venus Express ha medido este índice de escape y confirmó que escapa aproximadamente el doble de hidrógeno que de oxígeno. Por tanto se cree que el agua es la fuente de escape de estos iones. También se ha demostrado que una forma pesada del hidrógeno, conocida como deuterio, se ve progresivamente enriquecida en las capas superiores de la atmósfera de Venus, debido a que el hidrógeno más pesado encontrará una vía de escape más compleja del tirón del planeta.
“Todo apunta a que hubo grandes cantidades de agua en el pasado de Venus”, dice Colin Wilson, de la Universidad de Oxford en el Reino Unido. Pero esto no necesariamente significa que hubiese océanos en la superficie del planeta.
Eric Chassefière, de la Universidad de París-Sud en Francia, ha desarrollado un modelo por ordenador que sugiere que el agua era en gran parte atmosférica y que existió sólo durante los mismos inicios, cuando la superficie del planeta aún estaba completamente fundida. Cuando las moléculas de agua se rompen en átomos por la acción de la luz solar y escapan al espacio, la consiguiente caída en la temperatura probablemente disparó la solidificación de la superficie. En otras palabras: no hubo océanos.
Aunque es difícil comprobar esta hipótesis, es una cuestión clave. Si Venus alguna vez tuvo una superficie de agua, el planeta pudo posiblemente haber tenido una fase inicial habitable.
Incluso de ser cierto, el modelo de Chassefière no excluye la posibilidad de que cometas que colisionaran con Venus llevasen más agua a la superficie cristalizada, y estos cuerpos creasen cuerpos de agua en los que la vida pudiera haberse formado.
Hay muchas cuestiones abiertas. “Se requiere un modelado mucho más extenso de sistema magma océano-atmósfera y su evolución para una mejor comprensión del joven Venus”, dice Chassefière.
Cuando se creen esos modelos de ordenador, los datos proporcionados por Venus Express demostrarán ser cruciales.
Fuente:
Martes, 27 de abril de 2010
En Venus no se ve el cielo
Descubrimientos de la sonda europea que lleva cuatro año estudiando el planeta infernal
La superficie de Venus es asimismo asfixiante. La atmósfera es de dióxido de carbono (CO2) y, por tanto, irrespirable. Si mirásemos al horizonte veríamos un paisaje desolado, yermo, anaranjado, sin paleta de colores. Y estamos a 500 grados centígrados. Muchos metales en la superficie se licuarían, como el plomo. Moverse ofrece una extraordinaria dificultad, porque la presión es de 90 bares (90 veces la presión atmosférica de la Tierra), una auténtica olla a presión.
La sonda Venus Express (VEX), de la Agencia Europea del Espacio (ESA), es la primera sonda europea que orbita alrededor de Venus, y ha llenado un vacío de varias décadas en las que nuestro planeta vecino no había sido visitado. Desde los pasados éxitos estadounidenses y soviéticos Venus parecía haber perdido algo de interés. Pero Venus Express cumple ya -este mismo mes- cuatro años en órbita de Venus y sus relevantes descubrimientos de nuevo han hecho este planeta un objeto de alto interés científico. VEX es, para entendernos, el Meteosat de Venus.
Aparte del estudio diario de la atmósfera, el ingenio robótico ha obtenido la primera confirmación de volcanismo reciente en Venus. También ha medido relámpagos en la atmósfera de este planeta, así como mejorado los modelos que explican el fenómeno de la súper-rotación de la atmósfera venusiana. Ha proporcionado imágenes de alta resolución de los vórtices polares y caracterizado globalmente los numerosos y complicados procesos atmosféricos.
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Miércoles, 17 de marzo de 2010
La Tierra y Venus ¿Tienen una relación a larga distancia?
El corazón de Venus puede pertenecer a la Tierra. Nuestro planeta podría estar tironeando sobre el núcleo de Venus, ejerciendo un control sobre su rotación.
Pero la Tierra podría seguir tirando de Venus al controlar su núcleo, según los cálculos de Gérard Caudal de la Universidad de Versailles-Saint Quentin, Francia.
Caudal hizo grandes suposiciones sobre el interior de Venus, del que sabemos muy poco. Para que sus hipótesis sean correctas, el planeta, como la Tierra, deber tener un núcleo sólido rodeado por una capa líquida. Esto permitiría que el núcleo sólido girase más lento que el resto del planeta. El núcleo también tendría que ser asimétrico o heterogéneos, de modo que la Tierra pueda ejercer un tirón variable cuando Venus gira. “Para que la resonancia sea posible, debería haber algo que la gravedad de la Tierra pueda agarrar”, dice Caudal.
Este último requisito podría ser un problema para la hipótesis, dice Jean-Luc Margot de la Universidad de California, Los Angeles. “A fin de mantener una resonancia, el núcleo interno no debe ser redondo en una cantidad significativa”, señala.
Sin embargo, las imperfecciones firmes en los núcleos planetarios tienden a suavizarse, porque el núcleo está caliente y bajo una gran presión, de acuerdo con David Stevenson, del California Institute of Technology en Pasadena. Aún así, sin embargo, la teoría de la resonancia vale la pena, añade.
Observando los cambios en la rotación de Venus durante un tiempo mediante observaciones de radar podría revelar más sobre lo que está pasando en el interior del planeta, dice Margot.
Referencia de publicación: Journal of Geophysical Research, en prensa.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti
Más información:
Jueves, 16 de julio de 2009
Venus fue muy parecido a la Tierra en el pasado
Algunos datos sobre Venus:Venus es el segundo planeta del Sistema Solar en orden de distancia desde el Sol, y el tercero en cuanto a tamaño (de menor a mayor). Recibe su nombre en honor a Venus, la diosa romana del amor. Se trata de un planeta de tipo terrestre o telúrico, llamado con frecuencia el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a tamaño, masa y composición.
Desde la Tierra se puede ver sólo unas cuantas horas antes del orto o después del ocaso. A pesar de ello, cuando Venus es más brillante puede ser visto durante el día, siendo uno de los tres únicos cuerpos celestes que pueden ser vistos tanto de día como de noche (los otros son la Luna y el Sol). Venus es normalmente conocido como la estrella de la mañana (Lucero del Alba) o la estrella de la tarde (Lucero Vespertino) y, cuando es visible en el cielo nocturno, es el objeto más brillante del firmamento, aparte de la Luna.
Por este motivo, Venus debió ser ya conocido desde los tiempos prehistóricos. Sus movimientos en el cielo eran conocidos por la mayoría de las antiguas civilizaciones, adquiriendo importancia en casi todas las interpretaciones astrológicas del movimiento planetario. En particular, la civilización maya elaboró un calendario religioso basado en los ciclos de Venus (ver Calendario maya).
Dist. media del Sol 0,72333199 UA Dist. media del Sol 108.208.930 km Excentricidad 0,00677323 Período orbital (sideral) 224,701 días Período orbital (sinódico) 583,92 días
Diámetro ecuatorial 12.103,6 km Área superficial 4,60 × 108 km² Masa 4,869 × 1024 kg Densidad media 5,24 g/cm³ Gravedad superficial 8,87 m/s²
Ahora conozcamos la noticia que está dando la vuelta al mundo...
* El satélite Venus Express traza el primer mapa del hemisferio sur
* Los datos sugieren que en el pasado fue similar a la Tierra
Dentro de miles de millones de años, cuando nuestro Sol se infle en una gigante roja, se expandirá para consumir la órbita de la Tierra. Pero espera, digamos que la Tierra desplaza su órbita … ¿qué pasará entonces con nuestro amado planeta? ¿Será engullido como los pobres Mercurio y Venus?
Los astrónomos han estado barajando esta cuestión durante décadas. Cuando el Sol se convierta en una gigante roja, un simple cálculo colocaría el ecuador solar más allá de Marte. Todos los planetas interiores serán consumidos.
No obstante, cuando el Sol alcance sus últimas etapas de evolución estelar, perderá una gran cantidad de masa a través de potentes vientos solares. Conforme crece, pierde masa, lo que provoca que los planetas salgan en espiral hacia fuera. Por lo que la pregunta es, ¿atrapará el Sol en expansión a los planetas que huyen, o la Tierra (y tal vez incluso Venus) escaparán de su alcance?.
K.-P Schroder y Robert Cannon Smith son dos investigadores que intentar llegar al fondo de esta cuestión. Están llevando a cabo cálculos con los modelos más actuales de evolución estelar, y publicaron un artículo de investigación titulado, Distant Future of the Sun and Earth Revisited (Repaso al futuro distante del Sol y la Tierra). Ha sido aceptado para su publicación en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
De acuerdo con Schroder y Smith, cuando el Sol se convierta en una estrella gigante roja dentro de 7590 millones de años, comenzará a perder masa rápidamente. Para cuando alcance su radio máximo, 256 veces el tamaño actual, habrá caído a un 67% de su masa actual.
Cuando el Sol empiece a hincharse, lo hará rápidamente, barriendo todo el Sistema Solar interior en apenas 5 millones de años. Entrará entonces en una fase relativamente breve de combustión de helio (130 millones de años). Se expandirá más allá de la órbita de Mercurio, y luego de Venus. Para cuando se acerque a la Tierra, estará perdiendo 4,9 x 1020 de toneladas de masa cada año (un 8% de la masa de la Tierra).
Pero la zona habitable se acabará mucho antes. Los astrónomos estiman que se expandirá más allá de la órbita de la Tierra en apenas mil millones de años. El calor del Sol evaporará los océanos de la Tierra, y la radiación solar separará todo el hidrógeno del agua. La Tierra nunca tendrá océanos de nuevo. Finalmente se fundirá de nuevo.
Un interesante beneficio para el Sistema Solar es que, incluso aunque la Tierra, a apenas 1,5 UA, no estará más en la zona habitable del Sol, gran parte del Sistema Solar lo estará. La nueva zona habitable se extenderá desde 49,4 UA a 71,4 UA, bien entrado el Cinturón de Kuiper. Los anteriormente helados mundo se fundirán, y el agua líquida estará presente más allá de la órbita de Plutón. Tal vez Eris será nuestro nuevo hogar.
De vuelta a la pregunta… ¿sobrevivirá la Tierra?
De acuerdo con Schroder y Smith, la respuesta es no. Incluso aunque la Tierra pudiese moverse a una órbita un 50% mayor que la actual, no tendría opciones. El Sol en expansión engulliría la Tierra justo antes de que alcanzase el máximo de la fase de gigante roja. Y el Sol aún tendría otros 500 000 años y 0,25 UA para crecer.
Una vez dentro de la atmósfera del Sol, la Tierra colisionará con las partículas de gas. Su órbita decaerá, y caerá en espiral hacia el Sol.
Si la Tierra estuviese un poco más alejada del Sol, a 1,15 UA, sería posible que sobreviviese a la fase de expansión. Aunque en ciencia-ficción, los autores sugieren que podrían usarse tecnologías futuras para acelerar el escape de la Tierra del Sol.
No estoy seguro por qué, pero pensar en este lejano futuro de la Tierra da una visión de la psicología humana. La gente está realmente preocupada por algo que está a miles de millones de años en el futuro. Incluso aunque la Tierra sea abrasada mucho antes, sus océanos hiervan, y se convierta en una bola de roca fundida, es esta destrucción inicial del Sol lo que nos hace sentir tan tristes.
Enlace al artículo en Arxiv
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