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9 de febrero de 2020

El Alzheimer no puede con el área del cerebro que guarda la música


Música contra el Alzheimer

El área que guarda la música se ve menos dañada, a pesar de la devastación que provoca la enfermedad de Alzheimer a nivel cognitivo en el cerebro, y en particular en la memoria. La mayoría de los enfermos conservan sus recuerdos musicales aún en fases avanzadas, logrando algunas veces relajar y calmar su estado de ánimo positivamente.

Esta se guarda en diferentes áreas cerebrales de la del resto de los recuerdos, según señala un estudio, las posibles causas de este fenómeno, la “discoteca de los humanos”, el lóbulo temporal, es la parte del cerebro que va desde la sien hasta la zona del oído, y ahí es donde se gestiona nuestra memoria auditiva, incluyendo las canciones, y aunque este lóbulo es uno de los primeros en sufrir los estragos de la enfermedad de Alzheimer…¿cómo se explica que muchos enfermos no sepan su nombre, ni reconozcan su casa o cómo volver a ella y que reconozcan y recuerden aquella canción que los remonta a décadas atrás?, o por qué algunos no pueden articular palabras, pero se emocionan y llegan hasta tararear temas musicales…

Instituto Max Planck

Para poder responder a estas preguntas, algunos investigadores de varios países europeos liderados por neurocientíficos del Instituto Max Planck de Neurociencia y Cognición Humana de Leipzig (Alemania) se propusieron realizar un doble experimento. Por un lado buscaron qué zonas cerebrales son activadas cuando escuchamos canciones, y por otro, una vez que ya son localizadas, analizan si en los pacientes con Alzheimer estas áreas del cerebro presentan algún tipo de atrofia o por el contrario, resisten mejor el avance de la enfermedad.

Para poder localizar cuál es el lugar donde el cerebro guarda la música, los investigadores hicieron escuchar a 30 individuos sanos 40 tripletas de canciones.

Tal como se explica en la revista Brain, el diseño del experimento se basa en la hipótesis de que la experiencia de escuchar música es para el cerebro diferente al área de recordarla y en ambos procesos intervienen redes cerebrales diferentes. Las actividades cerebrales de los voluntarios fueron registradas mediante imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI). Así pudieron comprobar que la música se aloja en zonas diferentes del cerebro de donde se guardan los otros recuerdos.

Fuente: El País

11 de diciembre de 2019

10 cosas que cambian tu cerebro (10/10): acumular mucha grasa

Acumular más grasa de lo que resulta saludable no solo pone en jaque al metabolismo, aumentando el riesgo de problemas cardíacos, hipertensión y diabetes. 


Demasiados michelines también pueden ser perjudiciales para la salud cerebral. Un estudio del que se hacía eco la revista Annals of Neurology indicó que cuanto mayor es el Índice de Masa Corporal (IMC), una medida que asocia la altura y el peso, mayor es el riesgo de que el cerebro encoja al envejecer y de que seamos víctimas de la demencia o la enfermedad de Alzheimer.

10 de junio de 2019

Edvard Moser, el Nobel que descubrió el GPS de nuestros cerebros

El paciente HM

Cuando tenía 7 años, Henry Molaison se dio un golpe en la cabeza y se fracturó el cráneo. 

Tres años después empezó a tener unas convulsiones que cada vez se volvieron más intensas y frecuentes, a pesar de la medicación.

Para cuando cumplió los 27 años ya no podía tener una vida normal.

Es por eso que, en 1953, Molaison aceptó formar parte de un procedimiento experimental en el que le extirparon los dos hipocampos del cerebro.

La operación funcionó y el hombre dejó de tener convulsiones. Incluso su coeficiente intelectual aumentó.

Pero entonces los médicos se dieron cuenta de que, en el proceso, habían dañado su memoria. El joven no podía recordar si había desayunado o cómo llegar hasta el baño.

Olvidaba las caras y nombres del personal médico y, lo que era más perturbador, debían decirle una y otra vez que su tío había muerto.

El trágico desenlace de su cirugía dio inicio a cinco décadas de estudios que lo inmortalizaron como el paciente "HM", el más famoso de la historia de la neurociencia.

Molaison no llegaría a verlo, pero su caso derivó en un descubrimiento crucial sobre el funcionamiento del cerebro y la memoria.

No en vano le valió el premio Nobel de Medicina al neurocientífico noruego Edvard Moser.


Filosofía y ciencia

"El espacio y tiempo son propiedades totalmente fundamentales de nuestra propia experiencia subjetiva", dice Edvard Moser.

"Es difícil mantener cierto entendimiento del mundo si no podemos colocar las cosas en algún lugar del espacio y organizar los eventos en un tiempo", agrega.

"Por eso, cuando estas habilidades se pierden, de alguna manera nos perdemos a nosotros mismos".

La propia Academia Sueca reconoció al anunciar su premio en 2014 que había logrado resolver "un problema que ha ocupado a filósofos y científicos durante siglos".

El GPS del cerebro
 
"El premio Nobel fue por descubrir las células que forman parte del sistema que nos permite saber dónde estamos y encontrar el camino" para ir de un lugar a otro, explica Moser.

En otras palabras, se trata de células que funcionan como el "GPS interno" del cerebro.

Pero el galardón no lo recibió en solitario, sino que lo compartió con el estadounidense John O'Keefe y la noruega May-Britt Moser.

El apellido Moser no es una extraña coincidencia.
Edvard y May-Britt no solo forman parte del selecto club de los laureados por la Academia Sueca, sino que además son parte de uno todavía más reducido: el de los cinco matrimonios Nobel.

Un camino difícil

A pesar de no haber crecido en una familia ni un lugar con tradición académica (un poblado de 500 habitantes en Noruega), a través de su ávido consumo de libros descubrió la ciencia y se apasionó por ella.

Cumplió con el servicio militar obligatorio, hizo algunos cursos de matemáticas y estadística, se doctoró en neuropsicología y comenzó un periplo internacional por distintos laboratorios.

"Creo que venir de un lugar donde no había nada más me ayudó a tener una perspectiva diferente y original sobre los problemas".

A lo largo de esos años, May-Britt se convertiría en su esposa, pero también en su compañera de investigación y cofundadora del Instituto Kavli para Sistemas de Neurociencia en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en Trondheim, en el centro del país.

Y si bien los Moser ahora están divorciados, sus carreras siguen profundamente interrelacionadas.

Espacio y tiempo

"El intrincado sistema de mapeo del espacio que derivó en el descubrimiento de la célula red en 2005 y el premio en 2014 fue apenas el principio", afirma Moser.

En estos años, por ejemplo, descubrieron que esas células "no solo se encargan del espacio, sino también del tiempo, por lo que hay un cambio a medida que el tiempo pasa".

"Ahora sabemos también que el espacio y tiempo son elementos de los recuerdos que son almacenados en este sistema".

Hasta han dado inicio a lo que llaman la "fase dos" de sus investigaciones: "Entender la enfermedad de Alzheimer y, ojalá, contribuir al desarrollo de algún tipo de tratamiento".
"El área del cerebro que contiene todas estas células especializadas y registra el pasaje del tiempo suele ser la primera área que se daña en el alzhéimer", dice el Nobel.

Esta enfermedad, que aún no tiene cura, afecta a entre el 60 y 70% de personas con demencia, que son nada menos que 50 millones alrededor del mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Tomado de BBC Mundo

28 de marzo de 2019

Cultivan por primera vez vasos sanguíneos humanos y los implantan en organismos vivos siedad

El descubrimiento abre nuevos caminos para el tratamiento de enfermedades como el alzhéimer y la diabetes, afirman sus autores.


El futuro de tratamiento de enfermedades vasculares ya está aquí. Un equipo de científicos han logrado cultivar vasos sanguíneos humanos a partir de células madre en la placa de Petri y luego implantarlos en ratones, donde estos "organoides vasculares" se convirtieron en vasos sanguíneos perfectamente funcionales, incluyendo arterias y capilares.

La nueva tecnología ha sido descrita en un estudio publicado en la revista Nature el miércoles. El descubrimiento representa un notable avance en la investigación de enfermedades vasculares como la diabetes y abre un camino para prevenir cambios en la estructura de los vasos sanguíneos, una de las principales causas de muerte entre personas con esta dolencia.

"Ser capaz de construir vasos sanguíneos humanos como organoides a partir de células madre es un cambio revolucionario", afirmó en un comunicado el autor principal de la investigación, Josef Penninger, director del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Columbia Británica (Canadá).

Estos "organoides se parecen a los capilares humanos en gran medida, incluso a nivel molecular, y ahora podemos usarlos para estudiar enfermedades de los vasos sanguíneos directamente en el tejido humano", añadió.

"Cada órgano en nuestro cuerpo está vinculado con el sistema circulatorio. Esto podría potencialmente permitir a los investigadores desentrañar las causas y los tratamientos para una serie de enfermedades vasculares, como el alzhéimer, dolencias cardiovasculares, problemas de curación de heridas, accidentes cerebrovasculares, cáncer y, por supuesto, diabetes", señaló.

Los científicos centran especialmente sus esfuerzos en la lucha contra esta última dolencia, que afecta a unos 420 millones de personas en todo el mundo.

Muchos síntomas de la diabetes son el resultado de cambios en los vasos sanguíneos que resultan en un deterioro de la circulación de la sangre y del suministro de oxígeno a los tejidos. Esto puede causar numerosos problemas de salud, como insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, ceguera y enfermedad de las arterias periféricas, lo que puede incluso llevar a sufrir amputaciones.

Fuente: RT Actualidad

19 de noviembre de 2018

5 datos importantes que debes conocer sobre el Alzheimer

El Alzheimer es una degeneración irreversible del cerebro que causa trastornos en la memoria, la cognición y la personalidad entre otros aspectos. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas del individuo.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa entre un 60% y un 70% de los casos.

Aquí les presentamos cinco datos importantes acerca de esta enfermedad:

1. El Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento. La demencia es el resultado de enfermedades cerebrales que se vuelven más comunes con la edad; sin embargo, hay una idea errónea de que el Alzheimer y otras causas de demencia son las enfermedades de los ancianos.

2. Una de las primeras funciones que se ve afectada en las personas que la padecen es el sistema léxico. Es decir, se presenta una dificultad en el acceso a determinadas palabras de nuestro “diccionario mental”, a veces muy comunes.

Los problemas olfativos pueden servir como un indicador temprano de la enfermedad de Alzheimer.

3. El Alzheimer no se puede controlar. Esta es una enfermedad de la que simplemente no se puede ser consciente todo el tiempo. Es por esta razón que al inicio los afectados intentan hacerlo, y al no poder lograrlo puede generar alteraciones emocionales como la depresión y la ansiedad.

4.- Esta enfermedad puede comenzar a desarrollarse en el cerebro de un individuo de 20 a 25 años antes incluso de notar una señal de advertencia. Es por esta razón que si comienza a desarrollarse en el cerebro de una persona cuando tiene 40 años, no se dará cuenta hasta que cumpla casi 65 años.

5.- Se han identificado dos proteínas como principales causantes de la disfunción cognitiva que caracteriza a esta enfermedad:
  • La proteína amiloide, una proteína tóxica a niveles altos y que se va acumulando en las zonas exteriores de la corteza cerebral a medida que avanza la enfermedad.
  • La proteína TAU, causante de la pérdida y deterioro cognitivo debido a su acumulación en las neuronas y la consiguiente destrucción de estas.
Tomado de: Nat Geo 

27 de agosto de 2018

Un pueblo diseñado para pacientes de Alzheimer está en camino a construirse en Francia

La aldea de Dax, al suroeste de Francia, acogerá en 2019 a 120 personas con Alzheimer. El proyecto costará US$ 33 millones.

Henri Emmanuelli fue un diputado y ex ministro de la aldea de Dax, al suroeste de Francia. En vida propuso crear un pueblo para pacientes de Alzheimer. Hoy se está volviendo realidad. 

Alrededor del 65% de los casos de demencia obedecen al Alzheimer, y en el mundo suman más de 32 millones de enfermos, según la OMS.

La idea es que un pueblo medieval acoja a más de un centenar de pacientes que aún cuenten con la suficiente autonomía. Ellos podrán entablar relaciones sociales y vivir en libertad, entre sí. 
La aldea de Dax estará construida como un típico centro histórico de una ciudadela medieval europea. 

La arquitecta Nathalie Grégoire señaló que el diseño facilita la seguridad y cuidado de los residentes, pero mantiene un ambiente abierto con vastas áreas verdes, según Ticbeat. 

Además, habrá médicos viviendo en el pueblo, pero sin las clásicas túnicas blancas, sino como infiltrados. Es decir, un cuidadano más que no interfiera en la vida diaria de los pacientes. 
La aldea contará con un supermercado, peluquería, taberna, biblioteca, gimnasio y una granja. 
Las calles están concebidas para evitar que los residentes se pierdan, y cuidar su memoria en el proceso. El tráfico será escaso y el entorno pequeño le permitirá sacarle el máximo jugo al lugar. 
Solo habrá cuatro distritos y los vecinos vivirán en casas compartidas. Una suerte de asilo giganta y de lujo para pacientes de Alzheimer. 
En total, habrá 100 cuidadores para los 120 voluntarios, y costará US$ 33 millones. 

Fuente:

10 de abril de 2018

El consumo reducido de alcohol puede ayudar a reducir la inflamación del cerebro y eliminar toxinas

  • La ingesta prolongada de cantidades excesivas perjudica el sistema nervioso

  • El consumo de bajo a moderado se asocia con un menor riesgo de demencia

  • Pero cuando es elevado con el tiempo aumenta el riesgo de deterioro cognitivo

Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, han demostrado que unos niveles bajos de consumo de alcohol pueden ayudar a reducir la inflamación del cerebro y ayudarle a eliminar toxinas, incluidas las asociadas con la enfermedad de Alzheimer.

"Se sabe que la ingesta prolongada de cantidades excesivas de etanol tiene efectos adversos sobre el sistema nervioso central, pero en este estudio hemos demostrado por primera vez que, en dosis bajas, puede resultar beneficioso para la salud del cerebro", ha destacado Maiken Nedergaard, principal autor del estudio que ha publicado la revista Scientific Reports.

El hallazgo se suma a un creciente cuerpo de evidencia que apunta a los beneficios para la salud de dosis bajas de alcohol, en contraposición a lo perjudicial que resulta su consumo excesivo, ya que también se ha vinculado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

La investigación de Nedergaard se ha centrado en el sistema linfático, en un proceso de limpieza único del cerebro que junto a su equipo describieron por primera vez en 2012, cuando mostraron cómo el líquido cefalorraquídeo se bombea hasta el tejido cerebral y elimina los desechos, incluidas las proteínas beta amiloide y tau que se han vinculado con el Alzheimer y otros tipos de demencia.

El sistema linfático es más activo mientras uno duerme

En un estudio posterior demostraron que el sistema linfático es más activo mientras uno duerme, puede deteriorarse cuando se produce un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico, y mejora con el ejercicio.

En este caso, su investigación consistió en evaluar en ratones el impacto de la exposición al alcohol, tanto aguda como crónica.

Cuando estudiaron los cerebros de animales expuestos a niveles más elevados de alcohol durante mucho tiempo, observaron altos niveles de marcadores moleculares de inflamación, particularmente en células llamadas astrocitos, que son reguladores clave del sistema linfático. Asimismo, también notaron un deterioro de las habilidades cognitivas y motoras de los roedores.

En cambio, los animales que estuvieron expuestos a niveles más bajos de alcohol mostraron menos inflamación en el cerebro y su sistema linfático fue más eficiente a la hora de mover el líquido cefalorraquídeo a través del cerebro y eliminar los desechos, en comparación con los ratones del grupo control que no fueron expuestos al alcohol. Asimismo, el rendimiento de los animales en las pruebas cognitivas y motoras evaluadas fue idéntico al del grupo control.

"Hay estudios que han demostrado que el consumo de alcohol de bajo a moderado se asocia con un menor riesgo de demencia, mientras que cuando es elevado con el tiempo aumenta el riesgo de deterioro cognitivo. Y este estudio puede ayudar a explicar esta relación, especialmente los beneficios del consumo reducido para la salud general del cerebro", ha explicado Nedergaard.

Fuente:

RTVE Ciencia

1 de noviembre de 2015

Somos nuestras memorias (pero nuestras memorias están llenas de falsos recuerdos)

Somos, fundamentalmente, nuestras memorias, como las consecuencias de la enfermedad de Alzheimer nos recuerdan.

Pero incluso cuando nuestra memoria funciona a la perfección resulta que lejos de ser un notario fiable de nuestras vidas va haciendo un filtro de lo que guarda, y aún lo que guarda, por muy íntimamente convencidos que estemos de que es la verdad, a menudo ha sido modificado, cuando no es, directamente, un recuerdo falso, pues el cerebro se reinventa a sí mismo para almacenar nuestras memorias.

Y si no que se lo digan a Ann Meng y, en especial, a Julius E. Ruffin.


Luis Martínez Otero (@martinezlab) y Jordi Camí (@jordicami) hablan de este apasionante y sorprendente aspecto de nuestras memorias en Falsas memorias, y hasta hacen alguna demostración sobre la marcha.

Tomado de:

Microsiervos

27 de octubre de 2015

MIT: La inteligencia artificial mejora el diagnóstico de enfermedades mentales

Investigadores del MIT desarrollan un software capaz de detectar trastornos cognitivos a partir de dibujos.


En la imagen se muestran las diferencias en los dibujos según la enfermedad. La primera fila muestra dos relojes realizados por pacientes sanos. En la fila central, el paciente sufre de la enfermedad de Alzheimer y en la fila inferior, Parkinson.

Una de las pruebas más comunes para detectar trastornos cognitivos con diverso origen, como por el párkinson o el alzhéimer, es un simple test conocido como el “test del reloj”, en el que el paciente debe dibujar un reloj que debe marcar una determinada hora y, además, debe copiar otro ya dibujado. La observación de alteraciones en la manera de realizar estos dibujos permite a los médicos identificar síntomas de deterioro en el cerebro del paciente.

Muchos desórdenes neurológicos pueden estar presentes mucho antes de comenzar a tener un efecto apreciable en nuestras vidas. Por ejemplo, en el alzhéimer, los cambios en el cerebro pueden empezar a producirse diez o más años antes de que las alteraciones cognitivas sean apreciables. Sin embargo, la evaluación de estas pruebas es subjetiva, puesto que no es fácil llegar a conclusiones definitivas cuando los síntomas son muy leves. Contar con un método de diagnóstico más preciso y fiable podría permitir tratar a los enfermos mucho antes, retrasando el desarrollo de la enfermedad.

Con este objetivo, un grupo de científicos, liderados por investigadores del Laboratorio para la Inteligencia Artificial y Ciencias Computacionales del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha creado un programa informático capaz de detectar de manera mucho más precisa y automatizada estas alteraciones, ofreciendo un diagnóstico más fiable y precoz a partir de la misma prueba.

Para ello se han valido de los datos recogidos en el Lahey Hospital, un centro médico a las afueras de Boston (EE UU), que desde hace nueve años realiza el test del reloj utilizando un bolígrafo digital que captura en el ordenador los dibujos realizados por los pacientes, además de registrar el proceso de creación de los mismos con gran precisión. Este bolígrafo no fue creado expresamente para este fin, sino que se trata de un dispositivo comercial que incluso se puede comprar por internet. Sin embargo, ha venido como anillo al dedo para recoger la información necesaria de manera precisa y con un registro temporal, es decir, sabiendo en todo momento dónde está la punta del bolígrafo y, por tanto, si el paciente hace una pausa o duda a la hora de escribir.

En el alzhéimer, los cambios en el cerebro pueden empezar a producirse diez o más años antes de que las alteraciones cognitivas sean apreciables

Basandose en estos datos, el equipo, liderado por los investigadores Cynthia Rudin y William Souillard-Mandar del MIT, ha creado un programa informático capaz de interpretar y evaluar automáticamente el test del reloj, aumentando la precisión y eliminando la subjetividad de una evaluación realizada por humanos. “Hemos mejorado el análisis, de manera que es automático y objetivo” explica Rudin. “Con el equipamiento adecuado es posible obtener un resultado rápido y más preciso”. Los resultados se han sido aceptados para su publicación en la revista Machine Learning.

Para crear el programa, el equipo de Rudin y Souillard-Mandar ha utilizado una serie de casos ejemplares para enseñar a la máquina qué es lo que debe buscar. “Estos ejemplos ayudan a calibrar el poder predictivo de cada una de las partes del dibujo” ha explicado Souillard-Mandar.  “Gracias a ellos, hemos podido extraer miles de rasgos del proceso de dibujo que dan pistas acerca del estado cognitivo de cada sujeto, y nuestros algoritmos ayudan a determinar cuáles de ellos llevan a la predicción más fiable”.

Cuando la memoria está afectada, el periodo de reflexión se alarga

Los distintos desórdenes se revelan de diferente manera en el test del reloj. Por ejemplo, mientras que es normal que los adultos sanos pasen más tiempo pensando que dibujando, cuando la memoria está afectada, el periodo de reflexión se alarga. Por otra parte, en el caso del párkinson, los enfermos tienden a necesitar más tiempo para dibujar los relojes que, a su vez, tienden a ser más pequeños, sugiriendo que les está costando un mayor esfuerzo realizar la tarea. Estas consideraciones se podían pasar por alto en la prueba tradicional, ya que, en muchas ocasiones, el médico no ve en detalle cómo el paciente realiza el dibujo, sino tan solo el resultado final.

Este trabajo no sólo permite diagnosticar mejor una serie de patologías muy graves para quienes las sufren, sino que además ofrece un gran avance a la hora de automatizar procesos que pueden resultar tediosos y poco eficientes cuando se realizan por humanos. Una vez conseguido el propósito inicial de demostrar la eficacia de su método, el equipo científico ya se dispone a desarrollar un sistema sencillo que permita tanto a los neurólogos como a los no especialistas utilizar esta tecnología en los hospitales y centros de salud.
Fuente:

25 de octubre de 2014

Un calcetín conectado para ayudar a los enfermos de Alzheimer


Kenneth Shinozuka es un joven adolescente americano de quince años, que se sorprendió cuando una madrugada, hace unos cuantos años, una patrulla de policía de su localidad trajeron a su abuelo de vuelta, indicando que le habían encontrado deambulando por la calle a unos cuantos kilómetros de distancia.

Tras este acontecimiento el octagenario fue diagnosticado de la Enfermedad de Alzheimer, y el propio Shinozuka cuenta que, entonces, se le encendió la bombilla: quería investigar para encontrar algún nuevo artilugio que facilitase la vida de los enfermos de Alzheimer, sin olvidar la cuestión de los miembros familiares más cercanos. Y ha sido en septiembre cuando ha sido uno de los proyectos presentados al Google Sciente Fair, tras haber ganado otros premios en revistas especializadas.

El artículo completo en:

Xakata Ciencia

30 de enero de 2013

Reserva cognitiva, hábitos mentales saludables y Alzheimer

La reserva cognitiva es la capacidad de minimizar el deterioro mental asociado a la edad en enfermedades como el Alzheimer. La reserva cognitiva se adquiere ejercitando el cerebro. Un componente esencial es tener hábitos mentales saludables.

Reserva cognitiva

El Alzheimer es la enfermedad del siglo XXI. Conforme aumenta la esperanza de vida aumentan el número de casos afectados por esta terrible demencia. No hay curación actualmente, aunque la investigación es constante. Ni siquiera sabemos si es una forma extrema de un deterioro normal o es una enfermedad distinta. 

En determinados casos aparece en torno a los 40 años, aunque lo normal es que se manifieste al final de la vida. Las consecuencias son devastadoras para la persona, para sus familiares y para la sociedad en la que vive. A falta de curación, los hábitos saludables y en especial la reserva cognitiva parecen ser la mejor prevención.

Llamamos reserva cognitiva a la diferencia entre el daño cerebral y su manifestación clínica. Podemos resumirla en una ecuación:

Demencia observable = daño cerebral - reserva cognitiva o Daño cerebral = demencia observable + reserva cognitiva.

Es decir, en dos personas con el mismo daño cerebral, aquella con mayor reserva cognitiva tiene menos demencia observable, se encuentra mejor. Inversamente, en dos person as con la misma demencia observable, el daño cerebral es mayor cuanto mayor reserva cognitiva.

La reserva cognitiva protege del daño cerebral. Las personas a las que se les supone una mayor reserva cognitiva (mejores entrenamiento mental) manifiestan signos de demencia más tarde.

Pero la evaluación definitiva del daño cerebral en la enfermedad de Alzheimer es post mortem: el estudio del cerebro después de muerto.

En 2005 la revista Neurocase publicó un caso notable. Un jugador de ajedrez presentaba síntomas leves de Alzheimer. Poco después murió por otras razones. Tras examinar su cerebro, descubrieron que estaba mucho más dañado de lo que era de suponer. Su Alzheimer era muy avanzado, pero apenas se notaba. Como jugador de ajedrez, su reserva cognitiva era muy alta.

Un caso similar se ha descrito con pacientes bilingües. Los cerebros de los bilingües manifiestan mucho más daño cerebral del esperado por sus síntomas.

El número de casos crece y la reserva cognitiva se ha convertido en el santo grial de la lucha contra el deterioro mental asociado a la edad.

Hace años conocí a un cojo. Le habían amputado una pierna, pero con la otra hacía más cosas que muchos con dos, como jugar al tenis. La reserva cognitiva es algo parecido. Mueren muchas neuronas, pero las que quedan tienen muchas conexiones y suplen la falta de las muertas.

¿Cómo se consigue aumentar la reserva cognitiva?

Existe una abundante información sobre los hábitos corporales saludables o la higiene física. Una dieta equilibrada, ejercicio moderado, no fumar, no beber en exceso... Su eficacia está ampliamente demostrada. Los obesos viven menos, los fumadores viven menos, la vida sedentaria es perjudicial ... No existen dudas sobre cómo tratar el cuerpo.

¿Existen hábitos saludables para la mente? Sí, los hábitos mentales saludables, la higiene mental es tan necesaria como la corporal.

La vida moderna está repleta de posibilidades para lograr una buena higiene mental, pero también está llena de riesgos.

En el equilibrio está el secreto. Comer grasa no es malo. Tomarla en exceso sí. Igual ocurre con los dulces o la comida basura. Tomar un día patatas fritas no conlleva riesgo. Hacerlo a diario es letal. El ejercicio es saludable, pero el deporte profesional tiene riesgos.

Igual ocurre con la vida mental. La televisión es positiva, en ocasiones maravillosa. Ver 3 horas diarias de televisión es muy desaconsejable. Los videojuegos estimulan la mente, pero jugar 20 horas semanales no ayuda mucho.

Las posibilidades que están a nuestro alcance son muy numerosas. Internet, practicar la lectura, jugar casi a cualquier cosa, hacer deporte, ver cine, conversar.

La vida social es un capítulo muy importante. Somos seres sociales. Encerrarnos en casa es limitar nuestra vida. Precisamente, uno de los problemas de los ancianos (y más acentuado en los hombres) es su limitada vida social. Salir, conversar, relacionarse es clave.

El ejercicio físico también aumenta la reserva cognitiva. Por ejemplo bailar. ¿Bailar? Sí, requiere una enorme demanda de recursos cognitivos. Si no me crees, pruébalo: busca una coreografía de cualquier programa de televisión e intenta repetirla. Tienes que colocar el cuerpo en una posición muy precisa. Tienes que cambiar a la siguiente posición, tienes que hacerlo en el tiempo adecuado, es decir, manteniendo el ritmo. Y tienes que acordarte de toda la secuencia. Bailar es un excelente ejercicio mental.

Mención especial requiere una lacra social de nuestro tiempo: el paro, el desempleo. Estoy parado, me siento inútil, también me siento culpable (estoy desempleado porque no merezco el empleo), no busco trabajo porque he perdido la esperanza, me quedo en casa, veo la televisión, trasnocho, bebo, no me relaciono... Desde luego, estoy exponiendo un caso extremo, pero posible.

Estar desempleado es negativo, pero no debería ser incompatible con la felicidad. Unos hábitos saludables ayudan mucho. Aumenta tu autoestima. Ten un pensamiento positivo. Piensa en los problemas para resolverlos, no para atormentarte. De vez en cuando sal de la zona de confort. Plantéate retos a tu alcance, deja lo imposible para los que quieren salvar el mundo. Duerme bien. Come bien. Haz ejercicio. 

Valora lo que tienes. Aunque no te sirva para encontrar empleo, estudia algo solo porque te gusta. Cuida tus amistades. Sal de casa, relaciónate. Disfruta.

¿El dinero da la felicidad? Parece que en buena medida es así. Pero lo sorprendente es que lo contrario también parece cierto. La felicidad da el dinero. Las personas más felices tienen más oportunidades en la vida y a la larga ganan más dinero.

Los hábitos mentales saludables son imprescindibles. Si no tienes problemas. Si los tienes. Si eres joven. Si eres adulto. Si eres anciano.

Fuente:

ALT1040

24 de enero de 2013

Estas son las ventajas cerebrales del ser bilingüe

Más de la mitad de la población mundial es bilingüe. Hablar más de una lengua tiene ventajas obvias en la comunicación. Numerosos estudios muestran que las ventajas son también mentales. Separar lo irrelevante de lo importante o cambiar con facilidad de tarea se da mejor a los bilingües desde la infancia. Pero también en la vejez tiene ventajas; los cerebros bilingües son más resistentes al paso de la edad y a enfermedades como el Alzheimer.

Ventajas de ser bilingüe

El lenguaje es una facultad humana fascinante. Permite compartir los contenidos mentales con otras personas. Es la ventana de la mente. A pesar de ser una de las expresiones mentales más accesibles, es sumamente compleja y está muy lejos de ser comprendida.

Hay 6.800 lenguas en el mundo. Muchas personas en el mundo hablan más de un idioma. En la actualidad el 66% de los niños del mundo son bilingües. El 56% de los europeos lo son. El bilingüismo es una realidad, no una rareza.

Hablar más de un idioma es, desde luego, útil para su función primordial, la comunicación. Pero también tiene ventajas cognitivas. Aunque no se puede decir que los bilingües sean más inteligentes, varios aspectos cognitivos parecen mejorar. La antigua idea de que el bilingüismo produce confusión está hoy descartada.

Alguna de las desventajas parecen claras. El rendimiento en vocabulario en un idioma concreto es menor en un bilingüe. Pero el número total de palabras es muy superior. Otra desventaja es que se tarda más en nombrar objetos. Es más fácil que la palabra se quede "en la punta de la lengua". Pero las ventajas compensan sobradamente.

Recibimos sonidos en secuencia y tenemos expectativas de las palabras que esperamos oir. Si oímos pat, pueden seguir pato o patata o patada. También los sonidos de otras lenguas se activan como patrol o patriot. Esto es cognitivamente demandante, cuesta esfuerzo y recursos cognitivos. El cerebro se entrena para ello permanentemente y obtiene beneficios. Mejora la atención y el cambio de tareas (multitarea). Disminuye también el deterioro cognitivo asociado a la edad.

El bilingüismo proporciona una mejor respuesta a situaciones confusas o conflictivas. Ello es debido a la habilidad para descartar los estímulos del otro lenguaje. Si presentamos una tarea que consiste en responder con la mano derecha a un estímulo que aparece en el lado izquierdo del campo visual, el rendimiento de los bilingües es superior. Otra prueba clásica es la tarea de Stroop. Consiste en leer un color que está escrito en otro color. Por ejemplo, se presenta la palabra "rojo" escrito en color azul. De nuevo los bilingües puntúan mejor.

A esto se llama control inhibitorio (separar lo importante de lo que no lo es). En el cerebro bilingües se da un mejor manejo de la memoria de trabajo y de las funciones ejecutivas superiores en condiciones exigentes. También proporciona una mejor respuesta en situaciones de ruido ambiental.

Pero las ventajas no solo se aplican a tareas lingüísticas sino a otros tipos de tareas. Bebés de 7 meses aprendieron que cuando se oía una campana, un muñeco aparecía en la parte derecha de la pantalla. A mitad del experimento el muñeco apareció en la parte izquierda. Los bebés monolingües tardaron más en darse cuenta que los bilingües. El cambio de estrategia sobre la marcha es mejor.

La plasticidad cerebral tiene unas ventanas de tiempo. Cuanto antes se aprende una segunda lengua, mejor. Pero nunca es tarde para aprender y beneficiarse. Aunque también sabemos que los bilingües pueden aprender una tercera lengua mejor que los monolingües la segunda.

Además el bilingüismo tiene beneficios en la vejez y en concreto en la enfermedad de Alzheimer.

Se llama reserva cognitiva a la diferencia entre el daño cerebral y su manifestación clínica. Con el mismo daño cerebral, una persona con mayor reserva cognitiva tiene menos síntomas. Se adquiere con la práctica mental, los estudios, los conocimientos y experiencias... Los estudios indican que la reserva cognitiva es mayor en las personas bilingües.

En un estudio con 200 pacientes de Alzheimer, los primeros síntomas aparecieron 5 años después en los bilingües (77,7 frente a 72,6) y el diagnóstico se produjo 4 anos más tarde (80,8 frente a 76,5).

Cuando se examinan los cerebros de personas muertas que han padecido Alzheimer, el daño cerebral de los bilingües es muy superior que el de los monolingües con los mismos síntomas. Es decir, los bilingües soportan mucho mejor que los monolingües el mismo daño cerebral.

Esto ocurre también en las personas que no se criaron en un entorno bilingüe sino en las que aprendieron un segundo idioma de adultos.

Aunque las personas bilingües tienen alguna dificultad mayor en ciertas tareas, los beneficios cognitivos se extienden desde la niñez a la vida adulta. Ser bilingüe es una gran ventaja para la comunicación. Pero también para el cerebro.
 
Tomado de:

AL1040

10 de enero de 2013

El cerebro adulto no tiene problemas para aprender, sino para olvidar

recordarA medida que envejecemos, nos resulta más costoso aprender idiomas, memorizar datos... Un estudio del Medical College de Georgia (EE UU) sugiere que es debido a que el cerebro pierde la capacidad de filtrar solo lo relevante y de eliminar información vieja y obsoleta, más que a las dificultades para almacenar nuevos contenidos.

Según explica el neurocientífico Joe Z. Tsien en la revista Scientific Reports, este fenómeno guarda relación con el funcionamiento del receptor NMDA del hipocampo del cerebro, que se comporta como un interruptor para el aprendizaje y la memoria. Cuenta con dos subunidades: NR2B, que se expresa más en niños y permite a las neuronas comunicarse durante más tiempo; y NR2A, que empieza a aumentar su ratio a partir de la pubertad y va ganándole terreno al NR2B a medida que envejecemos. Simulando las proporciones propias de un adulto en ratones -es decir, más NR2A y menos NR2B-, los científicos comprobaron que los animales no eran capaces de debilitar selectivamente ciertas conexiones neuronales ya existentes (un proceso llamado "depresión a largo plazo"). Sin embargo, su cerebro conserva intacta la capacidad para establecer conexiones neuronales y formar recuerdos a corto plazo.

“Lo que vemos es que si en el cerebro solo se fortalecen sinapsis y nunca se liberan del ruido que crea la información que ha dejado de ser útil, surgen serios problemas”, aclara Tsien. Esto dejaría a las neuronas sin posibilidad de seguir “esculpiéndose” para almacenar información nueva. Y podría estar relacionado con el alzhéimer y la demencia senil.
 


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12 de diciembre de 2012

Marcapasos en el cerebro para combatir el Alzheimer


Doctores de la Universidad John Hopkins están llevan a cabo un experimento pionero en Estados Unidos para combatir la enfermedad del Alzheimer. Un primer implante de marcapasos en el cerebro de un enfermo en fase precoz de la enfermedad. La idea: tratar de estimular la memoria y conseguir invertir el deterioro.

Se trata de la primera prueba de este tipo realizada en Estados Unidos, una operación basada en la misma tecnología que se utiliza en los marcapasos para el corazón con la idea de estimular el cerebro.
Una primera cirugía llevada a cabo con la paciente Barbara Abrahams, cuyo deterioro se ha acelerado dramáticamente en los últimos nueve años. Según Peter Abrahams, hijo de Bárbara:
La progresión de la enfermedad ha sido lenta. Hemos probado un montón de cosas diferentes, fármacos de todo tipo, pero nada ha funcionado.
Los médicos indican que en el caso de Bárbara se han llevado a cabo diversos medicamentos experimentales con el fin de curar o retrasar significativamente el progreso de la enfermedad que daña directamente al cerebro. Con esta idea han intentado dar un paso adelante, un nuevo método basado en la implantación quirúrgica de un marcapasos para estimular el cerebro. El dispositivo se inserta en el pecho y se centra en el uso de cargas eléctricas de baja tensión que van directamente al cerebro.

Para ello se debe perforar orificios en el cráneo de manera que se puedan implantar cables en cada lado del cerebro en la zona del fornix, el conjunto de haces nerviosos en forma de C del cerebro que lleva las señales desde el hipocampo al hipotálamo, así como desde un hemisferio al otro. Se trata de la zona donde se inician los recuerdos y el aprendizaje, también donde surgen los primeros síntomas de la enfermedad.

Estos cables conectados al dispositivo son los encargados de llevar pequeños impulsos eléctricos al cerebro sin que el paciente lo note. Según el doctor Paul Rosenberg, especialista en demencia:
Lo que es emocionante es nuestra comprensión de cómo funciona la memoria y cómo encaja muy bien con la forma en que esta cirugía podría funcionar. Esperamos ver cómo la memoria mejora. Una vía totalmente nueva para el tratamiento potencial de una enfermedad que se está volviendo cada vez más común con el envejecimiento de la población.
Los fracasos recientes de numerosos medicamentos, como los destinados a reducir la acumulación de placas de beta amiloide en el cerebro, han agudizado la necesidad de buscar estrategias alternativas.
Un dispositivo que se ha utilizado anteriormente para combatir el Parkinson y que ya se había probado anteriormente en Canadá con resultados muy positivos. Aún así, los investigadores indican que este tipo de cirugía se encuentra en fase experimental y que los pacientes candidatos a recibir este tipo de implante deberán tener un deterioro cognitivo leve, en una fase inicial de la enfermedad.

16 de octubre de 2012

Mientras dormimos nuestro cerebro se comporta como cuando recordamos



dormir-grasaEl cerebro es realmente increíble. Cientos de investigadores trabajan alrededor de este órgano para intentar desentrañar su funcionamiento y así hacer frente a, por ejemplo, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Una de las últimas investigaciones llevadas a cabo en la UCLA, la Universidad de California, ha descubierto que, mientras dormimos nuestro cerebro se comporta como si estuviera recordando algo.

Para llegar a esta conclusión, el equipo del profesor Mayank R. Mehta midió simultáneamente la actividad de las neuronas en distintas partes del cerebro durante la formación de la memoria. De este modo consiguieron determinar qué partes del órgano se activaban y desactivaban en las distintas fases. De hecho midieron esta actividad en tres partes esenciales del cerebro: el neocortex, el hipocampo y la corteza entorrinal.

Y fue precisamente en este último lugar donde los científicos descubrieron un hecho novedoso y que puede contribuir notablemente a la neurociencia. Hasta el momento los estudios previos habían comprobado la importancia del "diálogo" entre neocortex y el hipocampo en el proceso de formación de la memoria durante el sueño. Ahora, gracias a esta nueva investigación se ha comprobado que la corteza entorrinal que conecta estas dos regiones también juega un papel muy importante.

Resultados nuevos y sorprendentes

Como explica el propio Mehta, "los resultados son completamente nuevos y sorprendentes. De hecho el trabajo de la memoria ocurre en la corteza entorrinal incluso bajo los efectos de la anestesia". Este estudio aporta luz a cómo afecta a la salud, a la memoria y al aprendizaje la falta de sueño. Como apunta el mismo investigador, "cuando te vas a dormir, aunque sea en una habitación oscura y silenciosa sin información sensorial, el cerebro continua muy activo". Es más, centrándose en la corteza entorrinal, "cuando el neocortex se inactiva las neuronas de la corteza entorrinal interior se mantienen activas, como si estuvieran recordando alojado recientemente en el neocortex" explica Mehta, en un fenómeno conocido como persistencia de la actividad espontánea.

Pero además, según los investigadores, este periodo de recuerdo mental de las neuronas entorrinales se prolongaba mucho en el tiempo. Mientras que normalmente la actividad cerebral cambia en milésimas de segundo, en este caso, incluso bajo anestesia, esta actividad persistente duraba más de un minuto.

En boca de Mehta, investigador principal del proyecto, "es un modo completamente distinto de pensar sobre la consolidación de la memoria", apuntando que "hemos encontrado un nuevo jugador involucrado en este proceso y que tiene un enorme impacto".

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26 de septiembre de 2012

Buscan 400 voluntarios hijos de pacientes con Alzheimer para un estudio sobre su detección precoz



Aunque hay tratamientos que consiguen en mayor o menor medida ralentizar –que no detener– el avance de la enfermedad hoy por hoy la enfermedad de Alzheimer no tiene cura.

Los médicos y científicos que lo investigan creen que uno de los problemas puede estar en que para cuando se manifiestan los síntomas de la enfermedad en realidad hace años que el cerebro de quienes lo sufren se está deteriorando.

Para comprobar esta hipótesis la Fundación Pasqual Maragall y La Obra Social La Caixa han puesto en marcha el estudio alfa (Alzheimer y familias).

Tiene como objetivo seleccionar a 400 voluntarios hijos de pacientes a los que se les haya diagnosticado Alzheimer que estén dispuestos a someterse cada tres años a una serie de pruebas en los que se medirá desde su capacidad cognitiva, se les harán análisis de sangre y resonancias magnéticas, una punción lumbar, etc.

La idea es ver si de los datos que se obtengan de ellos es posible sacar algún tipo de información que ayude en la detección precoz de la enfermedad y, quien sabe, quizás sobre qué factores pueden influir en su desarrollo.


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19 de septiembre de 2012

¿Se rindieron las farmacéuticas ante el Alzheimer?

Encontrar una cura o un fármaco que evite la progresión de la enfermedad de Alzheimer ha sido el santo Grial de muchos equipos científicos alrededor del mundo.

Medicinas

Dos ensayos amplios fracasaron en su última fase de investigación.

Sin embargo, se ha logrado avanzar muy poco en este campo y los pequeños pasos que se han dado en el desarrollo de nuevos medicamentos han tenido que ser suspendidos. 

En agosto pasado, dos gigantes farmacéuticas en Estados Unidos, Pfizer y Johnson & Johnson anunciaron que detendrían el amplio ensayo clínico de un fármaco, bapineuzumab, que estaba ya en las últimas etapas de investigación.

El bapineuzumab se había presentado como uno de los medicamentos más prometedores que se habían desarrollado. Pero no logró demostrar en pacientes la mejora de las funciones cognitivas o motoras que se esperaba.

Poco más tarde, otra gigante farmacéutica, Eli Lilly, anunció que solanezuman, el medicamento que estaba investigando como tratamiento para Alzheimer, no había cumplido los objetivos del ensayo clínico, que también estaba un su última fase.

El ensayo, uno de los más amplios que se estaban llevando a cabo, incluía a más de 2.000 pacientes en 16 países del mundo.

"Es desafortunado que solanezuman no haya logrado mejorar los síntomas de personas con Alzheimer leve a moderado", expresó el profesor Clive Ballard, de la organización Alzheimer's Society.

"Las terapias prometedoras a menudo fracasan en esta etapa, pero esto es particularmente desalentador ya que un tratamiento similar, el bapinezeumab, también falló recientemente cuando estaba atravesando el último obstáculo", dijo el experto.

El fracaso de estos dos medicamentos no sólo fue un duro golpe para la investigación farmacéutica sino también para el estudio de la enfermedad.

Ambos compuestos estaban diseñados para limpiar o evitar la formación de perjudiciales placas de proteína en el cerebro que se cree son las responsables de la enfermedad.

Estas placas de proteína beta-amiloide han sido la base de la teoría predominante sobre cuál es la causa de la enfermedad.

El fracaso de los medicamentos ha puesto también en duda esta hipótesis.

Los expertos, sin embargo, dicen que los compuestos estaban siendo probados cuando la enfermedad ya se había establecido y que para tener mejor efecto debían suministrarse antes de que las placas se formen.

Duro revés

Este revés ocurre en momentos en que, debido a la situación económica mundial, muchas compañías han tenido que reducir sus nóminas y uno de los mayores impactos se ha visto en las áreas de investigación y desarrollo.
"Mi esperanza es que por primera vez todos los equipos científicos del mundo están trabajando juntos porque se dan cuenta de la necesidad enorme que existe de tratamientos para esta enfermedad y creo que estamos más cerca que nunca de obtener resultados"
Dra. Daisy Acosta

En particular, una de las áreas más golpeadas en las farmacéuticas ha sido la neurociencia, uno de los principales campos de investigación de demencia y enfermedad de Alzheimer.

En una conferencia en Londres el doctor Eric Karran, director de investigación de la organización Alzheimer's Research Uk, dijo que "la neurociencia es un área muy difícil. Todas las compañías están reduciendo puestos de trabajo y la neurociencia ha tenido la tasa más alta de reducción".

Según el experto, la farmacéutica "AstraZeneca tenía un grupo muy grande de neurociencia, con cerca de 300 científicos. Está reduciendo su equipo a 40, que actuará como un equipo virtual, es decir no hará su propia investigación sino vigilará el desarrollo de los estudios y creará vínculos con otras compañías".

Según el experto otras áreas de la investigación médica, como el cáncer, no se han visto tan impactadas.

Y esto no se entiende cuando la demencia está costando a la salud pública de un país como el Reino Unido casi el doble de lo que le cuesta el cáncer, dice el doctor Karran.

Pero tal como dice a BBC Mundo la doctora Daisy Acosta, vicepresidenta de la Asociación Internacional de Alzheimer, "éste no es el fin de la investigación".

"Ciertamente el fracaso de estos ensayos en sus fases finales fue un duro golpe, porque estas investigaciones son carísimas y las compañías sufrieron enormes pérdidas".

"Bapinezeumab era uno de los fármacos más prometedores que teníamos, pero su fracaso no significa que no se encontrarán otros".

"Y aunque unas compañías quizás no cuenten con el capital para invertir en estas áreas otras sí están invirtiendo".

"El cerebro es un órgano muy complicado y encontrar medicamentos que vayan a resolver sus problemas es una tarea difícil", afirma la investigadora.

Según la doctora Acosta, el futuro de la investigación cerebral y de las enfermedades como Alzheimer está en la neurociencia y muchos más científicos alrededor del mundo siguen investigando en este campo.

"Mi esperanza es que por primera vez todos los equipos científicos del mundo están trabajando juntos porque se dan cuenta de la necesidad enorme que existe de tratamientos para esta enfermedad y creo que estamos más cerca que nunca de obtener resultados", expresa la experta.

Alzheimer es la forma más común de demencia. Se calcula que unas 36 millones de personas viven en el mundo con la enfermedad pero la cifra, según la OMS, se duplicará en el 2030.

Fuente:

BBC Ciencia

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17 de julio de 2012

Dormir mal y el modo de andar, factores de riesgo de Alzheimer

Varios estudios científicos muestran nueva evidencia de un vínculo entre la cantidad de sueño y el riesgo de deterioro cognitivo.

Hombre tomando siesta

Quienes duermen mal, mucho o muy poco parecen tener más riesgo de demencia y predemencia.

Las dificultades para dormir, incluido el sueño excesivo, muy pocas horas de sueño y el número de siestas que toma una persona durante el día, más grande el riesgo de demencia, afirman los científicos. 
 
Los estudios, llevados a cabo por separado, fueron presentados durante la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer que se celebra en Vancouver, Canadá.
Las investigaciones, sin embargo, indican que hay intervenciones que pueden llevarse a cabo para normalizar la duración del sueño que, además de mejorar la calidad de vida, tienen el potencial de reducir o prevenir el deterioro cognitivo.

Uno de los estudios, llevado a cabo en el Hospital Brigham y de Mujeres en Boston, Estados Unidos, analizó los datos clínicos de más de 15.000 individuos de 70 años o más que estaban participando en un estudio nacional de salud.

Los resultados mostraron que tanto los que dormían 5 horas o menos como los que dormían 9 horas o más cada día tenían un promedio de funciones cognitivas más bajo que aquéllos que dormían 7 horas al día.

Además cuando se llevó a cabo un análisis de sangre para medir los niveles de compuestos que indican el inicio de Alzheimer, se encontró que los que dormían demasiado o muy poco mostraban esos cambios.

Otro estudio, llevado a cabo en Francia, analizó los datos de 5.000 individuos de más de 65 años y encontró que el 18% que solía tomar siestas regulares durante el día mostró una calificación más baja en las pruebas de capacidad cognitiva.

Sin embargo, el 63,5% de los participantes que informó tener dificultades para mantener el sueño no mostró riesgos de deterioro cognitivo.

Tal como explicó la doctora Claudine Berr, del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (Inserm), quien dirigió el estudio, "estos resultados sugieren que dormir excesivamente durante el día puede ser un indicador prematuro de deterioro cognitivo".

"Y que las quejas de una persona sobre dificultades para dormir deben ser evaluadas adecuadamente en los adultos mayores".

Problemas de sueño

Otro estudio de la Universidad de California, en San Francisco, siguió a más de 1.300 mujeres de 75 años o más.

Las participantes fueron sometidas a una serie de experimentos para analizar sus patrones de sueño, incluidos problemas al dormir, como apnea de sueño y la cantidad y calidad del sueño.

Los resultados mostraron que las que tenían dificultades, como apnea de sueño o interrupción en los patrones normales de sueño, mostraron dos veces más probabilidad de desarrollar demencia o predemencia que quienes no tenían el trastorno.

Las participantes que pasaban más tiempo despiertas en la noche también tuvieron calificaciones más bajas en las pruebas cognitivas y verbales.

"En general nuestros hallazgos apoyan la relación entre las interrupciones de sueño y el deterioro cognitivo en edad avanzada" afirma la doctora Kristine Yaffe, quien dirigió el estudio.

El modo de andar, otro signo

Pero no sólo los problemas de sueño parecen tener un impacto en el riesgo de demencia.
Durante la conferencia se presentaron cinco estudios que muestran que el modo de andar puede ser un indicador del riesgo que tiene una persona de desarrollar demencia.

Aunque se sabe que las dificultades para caminar son una consecuencia inevitable del envejecimiento, los científicos creen que hay ciertos problemas en la forma de caminar una persona que indican un riesgo de deterioro cognitivo.

Tres de las investigaciones encontraron que los adultos mayores que caminan más lentamente y con ciertas variaciones en el modo mostraron peores calificaciones en una serie de pruebas de funciones cognitivas.

Otro estudio mostró que la velocidad al caminar y la longitud del paso que se da también están vinculados a un deterioro cognitivo.

En un comentario sobre estas investigaciones, la doctora Marie Janson de la organización Alzheimer's Research Uk, afirma que "estos estudios no se han aún publicado, pero los resultados apoyan la creciente evidencia del vínculo entre los problemas físicos, como las dificultades para caminar y el deterioro cognitivo en la vejez".

Fuente:

BBC Salud


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