El descubrimiento abre nuevos caminos para el tratamiento de enfermedades como el alzhéimer y la diabetes, afirman sus autores.
El futuro de tratamiento de enfermedades vasculares ya está aquí. Un equipo de científicos han logrado cultivar vasos sanguíneos
humanos a partir de células madre en la placa de Petri y luego
implantarlos en ratones, donde estos "organoides vasculares" se
convirtieron en vasos sanguíneos perfectamente funcionales, incluyendo arterias y capilares.
La nueva tecnología ha sido descrita en un estudio publicado
en la revista Nature el miércoles. El descubrimiento representa un
notable avance en la investigación de enfermedades vasculares como la
diabetes y abre un camino para prevenir cambios en la estructura de los vasos sanguíneos, una de las principales causas de muerte entre personas con esta dolencia.
"Ser capaz de construir vasos sanguíneos humanos como organoides a partir de células madre es un cambio revolucionario", afirmó en un comunicado
el autor principal de la investigación, Josef Penninger, director del
Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Columbia Británica
(Canadá).
Estos "organoides se parecen a los capilares humanos en gran medida, incluso a nivel molecular, y ahora podemos usarlos para estudiar enfermedades de los vasos sanguíneos directamente en el tejido humano", añadió.
"Cada órgano en nuestro cuerpo está vinculado con el
sistema circulatorio. Esto podría potencialmente permitir a los
investigadores desentrañar las causas y los tratamientos para una serie
de enfermedades vasculares, como el alzhéimer, dolencias
cardiovasculares, problemas de curación de heridas, accidentes
cerebrovasculares, cáncer y, por supuesto, diabetes", señaló.
Los científicos centran especialmente sus esfuerzos en la lucha contra esta última dolencia, que afecta a unos 420 millones de personas en todo el mundo.
Muchos
síntomas de la diabetes son el resultado de cambios en los vasos
sanguíneos que resultan en un deterioro de la circulación de la sangre y
del suministro de oxígeno a los tejidos. Esto puede causar numerosos
problemas de salud, como insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, ceguera y enfermedad de las arterias periféricas, lo que puede incluso llevar a sufrir amputaciones.
Fuente: RT Actualidad