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12 de marzo de 2020

Ingenieros de hace 1,8 millones de años

Un estudio demuestra que los homínidos de la Garganta de Olduvai (Tanzania) fabricaban herramientas de piedra específicas en función de su uso, dureza, capacidad y vida útil.

Trabajadores del yacimiento de 1.3 millones de años, en la garganta de FLK West de Olduvai (Tanzania), donde actualmente investiga el arqueólogo español del CSIC Ignacio de la Torre.

El uso de materiales del entorno como herramientas no es exclusivo del hombre. Muchas especies son capaces de utilizar elementos disponibles. El trono de antigüedad de esta práctica por parte de homínidos se sitúa ahora en 2,58 millones de años en una zona desértica al sur de Etiopía conocida como Bokol Dora, donde se han hallado unas 300 herramientas pequeñas y afiladas, según publicó un equipo internacional de paleoantropólogos en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. Pero hay un salto evolutivo sustancial: la selección de materiales, no necesariamente del entorno más cercano, por su dureza, potencial de carga y vida útil para fabricar herramientas específicas más eficientes. La prueba de esta práctica hace 1,8 millones de años ha sido demostrada en una excavación en la Garganta de Olduvai (Tanzania), cuna de la primera cultura humana y donde se escribieron las primeras páginas del génesis de la ingeniería si se considera esta como el conjunto de conocimientos orientados a la invención y utilización de técnicas para el aprovechamiento de recursos naturales.

El hallazgo, publicado por Journal of Royal Society Interface, ha sido realizado por un equipo de la Universidad de Kent, el UCL Institute of Archaeology (ambas instituciones del Reino Unido) y el profesor Ignacio de la Torre, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, que ahora se encuentra en Tanzania completando la investigación.

La primera cultura humana, la Olduvayense (llamada así por la Garganta de Olduvai de Tanzania), se caracteriza por el uso de cantos tallados. La investigación liderada por Alastair Key, ha demostrado que los homínidos de esta zona dieron un paso fundamental en la evolución al descartar las lavas, cuarcitas o cherts (roca sedimentaria) disponibles y adecuadas para producir herramientas de piedra para decantarse por otros materiales más adecuados a la función que buscaban.

«Lo que hemos podido demostrar es que nuestros antepasados estaban tomando decisiones bastante complejas sobre qué materias primas utilizar y lo hacían de una manera que producía herramientas optimizadas para circunstancias específicas. Aunque sabíamos que las especies de homínidos posteriores, incluida la nuestra, eran capaces de tomar tales decisiones, es increíble pensar que las poblaciones de hace 1,8 a 1,2 millones de años también lo estaban haciendo”, explica Key.


16 de agosto de 2019

Neuroeducación 08: La música y las emociones: alegría, tristeza y miedo

Tu oído y tu cerebro y tus sentimientos, están más conectados de lo que puedes imaginar. La música llega a nuestro cerebro y allí se producen sentimientos de alegría, de tristeza o incluso de miedo. ¿Cómo ocurre todo esto? Te lo contamos aquí...

Los seres humanos vivimos rodeados de música. La música nos hace disfrutar de momentos de placer, nos estimula a recordar hechos del pasado, nos hace compartir emociones cuando cantamos en grupos o al asistir a conciertos o estadios. Pero todo esto que nos resulta tan natural, se produce a través de complejos mecanismos en tus neuronas. 

¿Qué le hace la música a nuestro cerebro?



El origen de la música

Al igual que el lenguaje verbal la música tiene un extenso pasado. Las primeras flautas construidas por el hombre tienen una antigüedad de 43,000 años. Aquí en Perú, en la civilización Caral ya hacían música con flautas de huesos de pelícano, hace 5,000 años.

¿Cómo nació la música? Muchas teorías indican que la música nació para que podamos movernos juntos. ¿Y por qué las personas querrían moverse en grupo? Porque cuando la gente se mueve al mismo tiempo se siente más unida y actúa de forma más empática, generosa y desinteresada.

Bodas, fiestas, entierros, no existe un rito social o un momento importante en la vida sin música.


Escuchamos música desde que nacemos o, incluso, en el período de gestación. Los sonidos musicales suaves relajan a los bebés. Por ejemplo, los niños prematuros que no pueden dormir logran hacerlo si escuchan los latidos del corazón de su madre o imitaciones de dicho sonidos. En los cachorros de perros surte el mismo efecto.

¿Cómo llega la música al cerebro?

Robert Zatorre, fundador del laboratorio Brain, Music and Sound nos explica que una vez que los sonidos llegan oído viajan por todas las redes que existen dentro de nuestro cerebro, y finakmente la música también se almacena en la memoria. Y muchas canciones se almacenarán en tu mente para siempre, sí, para siempre, ¿por qué sucede esto? 

Algunos estudios apuntan a que memorizamos canciones por que las escuchamos en todo momento: en casa, en la combi, en el taxi, en la escuela, en el gimnasio o en el bar, y la escuchamos tantas veces que se quedan en la memoria, decimos entonces que aprendemos por exposición repetida del estímulo. De esta manera aprendemos, por ejemplo, el Himno Nacional. 

Pero también puede existir un aprendizaje emocional. Memorizamos canciones porque las vinculamos a emociones. La conexión es tan fuerte que una canción nos puede poner tristes o alegres.


La música puede manipular emociones

Una investigación japonesa del RIKEN Science Institute ha revelado que los temas que utilizan notas musicales menores producen nos producen desánimo, y las que suenan con notas musicales mayores nos producen alegría.

Pongamos por ejemplo dos canciones de la película animada Coco:


La canción "Recuérdame", ganadora de un Oscar, contiene muchas notas menores, empieza con un DO pero luego pasa rápidamente a notas menores como fa menor, la menor y sol menor. Las notas menores le dan un tono triste y melancólico. Nos pueden hacer llorar o sumirnos en una depresión.

Mientras la canción "Poco Loco" inicia con notas mayores como DO y RE, para luego pasar a las notas MI y LA. Al poseer notas mayores estamos ante una canción festiva y alegre. Nos ponemos de buen humor y nos volvemos optimistas.

Esto significa que la música nos ofrece una nueva forma de comunicación. Nos podemos comunicar con las palabras para trasmitir una idea. Y nos podemos comunicar por medio de la música para transmitir una emoción. Con las palabras podemos logar un diálogo más semántico, con la música podemos lograr un diálogo más emocional.



Alegría, tristeza... ¡y tambíen miedo!

La música también puede producir miedo: sonidos bitonales, sonidos disonantes, es decir, sonidos desagradables causan tensión en nuestra mente, y si la tensión crece se produce el miedo.... Esto sucede así porque la música que da miedo no es una música que sigue patrones y eso nos despierta inquietud. Los seres humanos siempre buscamos patrones y rtegularidad en nuestras acciones diarias, si se rompen los patrones nuestra amigdala cerebral nota el cambio y empezamos a sentir ansiedad y miedo.

(Cambio brusco ante cámaras)

Por ejemplo, aquí se rompió el patrón porque en medio del video apareció algo inesperado. El estímulo viaja rápidamente a la amigdala cerebral la cual se pone en alerta y se produce el miedo. El miedo es muy importante por que nos advierte de un peligro y nos pone en alerta, ya sea para luchar o para huir, en pocas pañabras: el miedo nos ayuda a sobrevivir.

Por eso todas las películas de terror, espanto y miedo tienen esas canciones tan especiales.

La música puede reforzar la cognición general y la memoria musical, por ejemplo, es la última en desaparecer en casos de demencia.

Consejos para que la música pueda potenciar tu mente

1. Que la música inunde tu vida: despiertate con música para iniciar el día con buen humor, escribe y dibuja con música para tener mayor inspiración: y almuerza y cena con música para tener una mejor digestión.

2. Escucha todas las canciones que puedas y de todos los géneros, no sólo se incrementará tu memoria auditiva también crecerá tu cultura musical. Ah, y si quieres disfrutar una canción a plenitud escúchala cerrando los ojos.

3. La música, al igual que las matemáticas, son abstractas, no puedes tocar los números o las notas musicales; por lo tanto ambas son herramientas imprescindibles para desarrollar tu mente.

4. La música suave se emplea en los supermercados ´porque induce a la gente a comprar más. La música con volumen alto es de uso común en los bares porque impulsa a beber más. Y, sí, es ciero que una música suave, como una balada, puede crear un ambiente romántico. Y una música fuerte, como el rock pesado, nos puede volver agresivos. La música manipula nuestro comportameinto y nuestras emociones. 

5. La música puede calmar a personas con depresión o ansiedad. La próxima vez que veas a una persona triste en vez de hablarle ponle o cántale una canción alegre, verás como su estado de ánimo mejorará casi de inmediato.

6. Debido al gran potencial de la música para el cerebro se han creado musicoterapias para reducir el estrés, mejoar el ánimo de personas enfermas y para dormir mejor.

Fuente: BBC  

El País (Ciencia)

Healthy Children

El Mostrador

9 de mayo de 2019

Una bolsa de hace mil años desvela las drogas que consumían los indígenas americanos

El análisis químico de objetos encontrados en un yacimiento boliviano encuentra cocaína, benzoilecgonina, el alucinógeno bufotenina y los dos principales ingredientes de la ayahuasca


Hace alrededor de mil años, en lo que hoy es la provincia de Sur Lípez, en una región que raya los 4.000 metros de altitud en el suroeste de Bolivia, se enterró a un miembro de una cultura que tenía un gran conocimiento sobre botánica y sobre los usos psicotrópicos de algunas plantas especiales. La tumba fue profanada tiempo después y al excavarse no se encontró el cadáver al que se rindieron honores. Sin embargo, en aquel abrigo bautizado como cueva del Chileno, que había sido ocupado durante los últimos 4.000 años y tiene unas condiciones excelentes para la conservación del material orgánico, quedó preservada una bolsa de cuero llena de objetos que se pueden relacionar con el consumo de estupefacientes: dos tabletas talladas en madera para inhalar sustancias, un tubo para aspirar, dos espátulas de hueso de llama, una cinta textil para la cabeza, trozos de plantas secas y una bolsita fabricada con tres hocicos de zorro.

El análisis químico de estos artefactos, que hoy se publica en la revista PNAS, sugiere que ya entonces existía el conocimiento necesario para elaborar la ayahuasca, una bebida psicotrópica tradicional de los pueblos amazónicos de Sudamérica. Entre las sustancias detectadas en el yacimiento se encuentran sus dos principales ingredientes, la harmina, que se suele obtener de la enredadera Banesteriopsis caapi, y el arbusto Psychotria viridis, que contiene el alucinógeno DMT. En la bolsa también se encontraron restos de cocaína y benzoilecgonina, lo que sugiere que habría habido hojas de coca, y trazas de bufotenina, otro alucinógeno que se puede elaborar a partir de las semillas del árbol Anadenanthera colubrina, que se inhalarían después de machacarlas en las tabletas.


16 de abril de 2019

Homo luzonensis: descubren una nueva especie humana en Filipinas

Tenemos una nueva incorporación a nuestra gran familia: una extinguida especie humana que vivió hace miles de años en Filipinas.

Se conoce como Homo luzonensis, en reconocimiento al lugar donde fue descubierta: la isla más grande del país, Luzón.

Su descubrimiento es fruto del trabajo de un equipo multidisciplinar de científicos y los detalles aparecieron publicados este miércoles en la revista Nature.

Sus características físicas resultan de una mezcla de rasgos de ancestros humanos muy antiguos y de humanos más recientes.

Eso puede significar que grupos de humanos primitivos abandonaron África y llegaron hasta el sudeste asiático, algo que antes no se consideraba posible.

El hallazgo sugiere además que la evolución de los humanos en esa región debió ser un asunto altamente complicado, con tres o más especies humanas coincidiendo en la misma época en la que llegaron nuestros ancestros directos, los Homo sapiens.

Los nuevos especímenes fueron descubiertos en la cueva Callao, en el norte de Luzón, y su existencia se remonta a entre unos 67.000 y 50.000 años atrás.

Consisten en 13 restos: dientes y huesos de la mano y del pie, así como parte de un fémur, que pertenecen al menos a tres individuos. Fueron recuperados en excavaciones que se realizan en la cueva desde 2007.

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

 

2 de diciembre de 2018

Hallan los restos de un niño neandertal devorado por un ave gigante

Se trata de dos huesos de sus dedos que fueron digeridos por el pájaro prehistórico.


Hasta la fecha, los restos humanos más antiguos encontrados en Polonia tenían 52.000 años. Pero, ahora, un equipo de investigadores de la Jagiellonian University , en Cracovia, han hallado otros muchísimos más viejos en la cueva de Ciemna.

Se trata de las falanges de dos dedos que pertenecieron a un niño de entre cinco y siete años. Pero al examinarlos detenidamente descubrieron algo asombroso. Había señales que indicaban claramente que las piezas habían sido tragadas y pasadas por el sistema digestivo de un ave.

Los investigadores polacos creen que nos encontramos ante la evidencia de una tragedia prehistórica, y explican que todo hace pensar que aquel niño fue atacado por algún tipo de pájaro gigante que le dio muerte y devoró parcialmente su cadáver.

Las pruebas también han revelado que los huesos pertenecieron sin lugar a dudas a un niño neandertal. Aunque no hay datos de cual pudo ser el tipo de ave que devoró sus restos.


22 de febrero de 2018

La niña que descubrió América

Los restos de una niña descubiertos en Alaska datados hace 11.500 años pertenecen a una población entera desconocida para la historia.

En la lengua local, su nombre significa 'niña del amanecer', y aunque solo vivió durante seis fugaces semanas, ya le ha contado a los científicos más de lo que sabíamos sobre los primeros nativos americanos.
Sunrise girl-child ("Xach'itee'aanenh T'eede Gaay") vivió hace unos 11.500 años en lo que ahora conocemos como Alaska, y su antiguo ADN revela no solo los orígenes de la sociedad nativa americana, sino que desvela al mundo entero una población de personas olvidadas por la historia hace milenios.

"No sabíamos que esta población existía", comenta el antropólogo Ben Potter de la Universidad de Alaska Fairbanks.

Se cree que los primeros colonos estadounidenses cruzaron Alaska desde Siberia a través del puente de tierra de Beringia, un puente terrestre que quedó sumergido al final de la última glaciación.

Y es que, hasta ahora, solo había dos ramas reconocidas de los primeros nativos americanos (conocidos como Norte y Sur). Pero, al secuenciar el genoma de la niña del amanecer, el perfil genético completo de un ser humano del Nuevo Mundo no coincidió con el suyo.

Utilizando análisis genéticos y modelos demográficos, los científicos concluyeron que un solo grupo ancestral fundador de los nativos americanos se separó de los asiáticos orientales hace unos 35,000 años, muy probablemente en algún lugar en el noreste de Asia.

En algún momento, se sospecha que estas personas se movieron en una única migración masiva hacia América del Norte y unos 15,000 años más tarde, la población se dividió en dos grupos.
Uno de los grupos se convirtió en los Antiguos Beringianos; el otro grupo fueron los ancestros de todos los otros nativos americanos, aunque sigue siendo posible que esta división ya estuviera ocurriendo antes de que se cruzara el puente de Beringia.

"
Es la primera vez que tenemos evidencia genómica directa de que todos los nativos americanos se remontan a una población de origen, a través de un solo evento de migración fundacional", aclara Eske Willerslev, genetista evolutivo de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.

La vida no habría sido fácil para ellos con un clima tan extremo, pero la población en su conjunto, separada de aquellos que viajaron a otras partes del Nuevo Mundo, duró miles de años antes de ser finalmente absorbida por otras poblaciones de nativos americanos.

A la luz de este nuevo descubrimiento,
está claro que los primeros colonos de América tenían un linaje más diverso de lo que pensábamos.

Referencia: Terminal Pleistocene Alaskan genome reveals first founding population of Native Americans. J. Víctor Moreno-Mayar, mBen A. Potter, Lasse Vinner, Matthias Steinrücken, Simon Rasmussen, Jonathan Terhorst, John A. Kamm, Anders Albrechtsen, Anna-Sapfo Malaspinas, Martin Sikora, Joshua D. Reuther, Joel D. Irish, Ripan S. Malhi, Ludovic Orlando, Yun S. Song, Rasmus Nielsen, David J. Meltzer & Eske Willerslev Nature 2018 DOI: doi:10.1038/nature25173


 

29 de noviembre de 2015

¿Quién es Lucy, la australopiteco?

Hace 41 años un grupo de paleontólogos descubrió en Etiopía los fósiles de un humanoide de 3,2 millones de años de antigüedad.


Lucy es el esqueleto más famoso del mundo. Hace 41 años, un grupo de paleontólogos descubrió en Hadar, al noreste de Etiopía, el conjunto de restos fósiles de un australopiteco que vivió hace 3,2 millones de años. Era una hembra de 1,1 metros de altura y se trató del primer hallazgo de un humanoide en buen estado que logra explicar la relación entre los primates y los humanos.

Los trabajos de rescate recuperaron el 40% del esqueleto y tras varios estudios se confirmó que esta Australopithecus afarensis ya caminaba en dos extremidades inferiores. Tiene los pies arqueados como los humanos actuales, lo que indica que era bípeda. El hallazgo la ubica como un ancestro de los Homo sapiens y también como una conexión evolutiva con los primates.
Era el 24 de noviembre de 1974 cuando se hizo el descubrimiento y en la radio sonaba Lucy in the sky with diamonds, el éxito de los Beatles, así que al paleontólogo Donald Johanson le pareció buena idea darle un nombre al grupo de huesos que, según indicaban las primeras investigaciones, pertenecían a una sola persona. La nombró Lucy y con el apelativo siguió la fama. Tras este descubrimiento se han encontrado más de 250 fósiles de al menos 17 individuos en la misma región.

El artículo completo en:

El País

31 de octubre de 2014

El Hobbit, el hallazgo que cambió la historia de la humanidad

Se cree que el Hobbit vivió hasta hace 20.000 años. 
 
El descubrimiento de los restos fósiles de una nueva especie humana hace diez años transformó completamente las teorías de la evolución humana.

Esto es lo que sostiene Richard Roberts, uno de los investigadores del equipo que publicó los detalles del fósil conocido como Hobbit por su diminuto tamaño.

Se cree que esta especie habitó la Tierra hasta hace 20.000 años y por lo tanto vivió en la misma época que nuestra especie.

El hallazgo confirmó la teoría de que nuestro planeta estuvo habitado en algún momento por varias especies de humanos.

Esta hipótesis está muy lejos de la idea de una progresión lineal, de las criaturas semejantes a un mono que caminaban semiagachadas hasta llegar al hombre moderno de andar erecto.

Según Roberts, el descubrimiento de una especie de humano completamente diferente en la isla indonesia de Flores que vivió hasta hace relativamente poco, "acabó con esta idea de un solo golpe".

Sin embargo, hay muchas preguntas sobre el Hobbit para las que aún los científicos no han encontrado respuesta.

Lea también: El Hobbit no tenía problemas de crecimiento

Mujer de un metro

El esqueleto femenino de un metro de altura es una forma muy primitiva de humano.


Los arquéologos continúan excavando el sitio de la isla de Flores, donde fue hallado el Hobbit.

El artículo commpleto en:

BBC Ciencia

30 de agosto de 2014

¿Llegará el día en que el ser humano sea obsoleto?

La evolución de la tecnología evidencia que muchos puestos de trabajo serán innecesarios.





Las máquinas algún día reinarán este planeta, eso es lo que nos dicen muchas de las obras de ciencia ficción de hoy y de la historia. Desde la creación de máquinas capaces de pensar por si mismas a máquinas que pueden convertirse en personas. La ciencia ficción siempre ha intentado pensar en extremos, y que una máquina reine el mundo, es ciencia ficción. O casi.


Este vídeo del canal CGP Grey discute uno de los temas más importantes a los que se enfrenta la humanidad en este y el próximo siglo: La falta de trabajos. Este posible futuro es algo que asusta a mucha gente, máquinas que reemplacen tu trabajo, es algo que ha pasado antes, que está pasando hoy y que seguirá pasando.

Uno de los casos más evidentes del avance de la tecnología y de la eliminación de puestos de trabajo lo encontramos durante principios del siglo XX, donde el caballo y las mulas eran “la tecnología” más usada. Generaban energía. Energía para mover cosas y hacer funcionar herramientas. Pero entonces Ford introdujo el automóvil y la población de caballos, burros y mulas cayó drásticamente.

La tecnología había logrado reemplazar a unos trabajadores porque estos no necesitaban descansar, no se quejaban o había que mantenerlos tanto como a un animal. Lo más importante, los automóviles son económicamente más sostenibles que los animales.

Lea el artículo completo en:

Fayer Wayer

21 de junio de 2014

¿Los hombres "causaron" la menopausia?

    Dos generaciones de mujeres

    Los expertos identificaron una preferencia milenaria de los hombres por las mujeres más jóvenes.

    Sofocos, sudores, cambios de humor... en términos evolutivos, podría culparse a los hombres de haber causado la menopausia y sus efectos secundarios, según los resultados de un estudio científico.

    Un equipo de genetistas evolutivos de la Universidad canadiense de McMaster dice que la tendencia de los hombres a escoger parejas más jóvenes hizo que la fertilidad se conviertiera en algo inútil para las mujeres de mayor edad, dando lugar eventualmente a la menopausia.
    Los resultados de su estudio se publicaron en la revista especializada PLOS Computational Biology.
    Pero un experto británico asegura que la correlación se dio "al revés": que los hombres escogen parejas más jóvenes porque las mujeres mayores son menos fértiles.

    ¿"Apareamiento preferencial"...

    Hace tiempo que los científicos se preguntan por qué los humanos son prácticamente la única especie en la que la fertilidad de las hembras no dura toda la vida.

    Teorías anteriores habían propuesto la hipótesis del "efecto abuela". En ellas se sugiere que las mujeres pierden su fertilidad cuando llegan a una edad en la que podrían no llegar a ver crecer a un hijo, pero en cambio sí podrían cuidar de los hijos de mujeres más jóvenes.

    En esas hipótesis se ve la menopausia como el fenómeno que evita que las mujeres mayores sigan reproduciéndose.

    Pero este nuevo estudio canadiense invierte el razonamiento, al sugerir que fue la falta de reproducción la que generó la menopausia.

    Mediante el uso de modelos informáticos, el equipo de McMaster concluyó que la respuesta evolutiva al interrogante sobre la menopausia está en el "el apareamiento preferencial": los hombres de todas las edades escogen como pareja a mujeres más jóvenes.

    Eso significó, según los científicos, que no había "propósito alguno" para que las mujeres de más edad continuaran siendo fértiles.

    El profesor Rama Singh, el genetista evolutivo que lideró la investigación, dijo que al elegir compañeras más jóvenes los hombres están "afianzando" las circunstancias contra la fertilidad continuada.

    "Hay evidencia en la historia humana de que siempre hubo una preferencia por las mujeres más jóvenes", le dijo Singh a la BBC.

    El experto enfatizó que para el estudio examinaron el desarrollo humano desde miles de años atrás, no simplemente patrones de comportamiento social actual.

    En Reino Unido la edad media actual en la que las mujeres entran en la menopausia es de 52 años, a pesar de que como media viven 30 años más.

    Según Singh, esta longevidad prolongada, unida a la maternidad tardía, podría potencialmente alterar el momento de la menopausia, tras un período temporal significativo.

    "El sistema social está cambiando. Hay mujeres que están iniciando una familia más tarde, por motivos educativos o profesionales", dijo.

    Y sugirió que esta tendencia podría retrasar la menopausia en estas mujeres, cuyos genes se transferirían a sus hijas, "con la posibilidad de que la edad de la menopausia se retrase".

    Lea el artículo completo en:

    BBC Ciencia

    25 de mayo de 2014

    'Homo Futbolensis': A los primates nos gusta jugar

    • Conecta con 'nuestro pasado más tribal' y llena el vacío de las guerras

    • Viaje a la antropología del fútbol por el autor de 'Yo, mono'

    • Nos gusta mirar para tomar partido por una manada

    • Entre los cazadores, los ronaldos, messis y diegos costas, se llevaban a las más bellas






    Un amigo de la infancia de Charles Darwin contaba que cuando los niños invitaban a jugar al fútbol al futuro padre de la Evolución, prefería explorar por su cuenta en el bosque. Pero a principios del siglo XIX todavía no existía la pasión actual por este deporte. Hoy la fiebre futbolera sin duda hubiera llamado la atención del naturalista británico, ya que los comportamientos y actitudes que mostramos en los encuentros deportivos son universales. La histeria colectiva que desatan en todo el planeta partidos como la final de la Champions que enfrentará al Real Madrid con el Atleti nos lleva a pensar en sus orígenes biológicos, hundiendo sus raíces en el pasado hace cientos de miles de años.


    El fútbol fue introducido en España a finales del siglo XIX por inmigrantes británicos que vinieron a trabajar en las minas. Estos obreros formaron los primeros equipos para pasar las horas muertas jugando entre ellos. Rápidamente se extendió por el resto de la población española debido a la facilidad con la que se puede practicar. A diferencia de otros deportes que requieren complejos equipamientos e instalaciones, en el fútbol sólo es necesario un balón. Pero según los antropólogos, la época en que emerge no es casualidad. En Europa, el fútbol se hace popular al mismo tiempo que desaparece la importancia de la caza para el sustento, es decir, cuando comienza la Revolución Industrial. Desde aquellos años, el fútbol se ha convertido en el deporte más extendido, practicado o seguido en los cinco continentes por cientos de millones de personas. 

    Entonces, ¿esta pasión universal es producto de la casualidad o es consecuencia de alguna necesidad adaptativa? Desde la ciencia creemos que su éxito se debe a que el fútbol posee características que conectan con nuestro pasado más tribal, así como también con el desarrollo de las capacidades necesarias para ser un buen cazador y guerrero. Por esta razón, el fútbol -aunque también otros deportes de equipo como el rugby, el béisbol o el baloncesto- son los que más éxito han tenido en las sociedades contemporáneas, precisamente las que han sustituido el modo de vida del cazador-recolector por el trabajo asalariado y la industria. Pero también en las que el número de hombres que van a la guerra es mínimo comparado con tiempos anteriores. El deporte vendría a llenar ese vacío. 

    La relación que existe entre la lucha y el deporte es patente. Perseguir, golpear objetivos con proyectiles o acechar a los enemigos son exigencias que encontramos en ambas actividades. Por ello, otros ven las raíces del deporte en las batallas bélicas. Una evidencia de la conexión entre la guerra y el deporte la encontramos en los Juegos Olímpicos de la antigüedad, que se celebraron durante más de 400 años en la ciudad griega de Olimpia. En ellos era costumbre llegar a una tregua que permitiera concentrarse y diera libertad de movimiento a los deportistas. Se enfrentaban varias ciudades independientes, muchas de las cuales estaban en guerra entre sí. Las disciplinas consistían en correr, saltar, luchar, lanzar jabalinas y competir en carreras de cuadrigas. Todas las pruebas ensalzaban virtudes que eran imprescindibles para los guerreros de entonces.

    El artículo completo en:

    El Mundo Ciencia

    6 de enero de 2014

    Descubren la mano humana más antigua, de 1,4 millones de años

    Metacarpo hallado en Kenia sobrepuesto en una mano humana.

    Metacarpo hallado en Kenia sobrepuesto en una mano humana. CAROL WARD

    La mano alberga algunos de los mayores secretos del éxito evolutivo del ser humano. No cabe duda de que la capacidad para fabricar y utilizar herramientas ha sido determinante para el desarrollo técnico y tecnológico de las sociedades modernas. Pero las claves de la aparición de esta habilidad manual propia del ser humano actual y de otros homínidos primitivos siguen siendo un enigma para los científicos, sobre todo debido a los grandes periodos de tiempo de los que no se tiene apenas información en el registro fósil.

    Lo que sí sabían los paleoantropólogos es que una estructura ósea de la muñeca que no tienen ni los grandes simios ni otros primates no humanos es responsable del perfeccionamiento del manejo de la mano para usar herramientas. Pero la primera aparición en el registro fósil de esta estructura de un hueso llamado tercer metacarpo -el hueso central de la mano, el que une la muñeca con el dedo corazón- corresponde a los homínidos de la Sima de los Huesos (Atapuerca, Burgos), de hace unos 800.000 años.

    Ahora un equipo científico dirigido por investigadores de la Universidad de Missouri (EEUU) acaba de publicar en PNAS los resultados de una investigación en la que describen esta misma estructura ósea en restos encontrados en Katio, Turkana (Kenia), pero que datan de hace 1,42 millones de años, más de 600.000 años antes que los del yacimiento español.

    La clave de la evolución de la mano



    Tercer metacarpo hallado en Turkana, Kenia.

    La estructura ósea presente en los homínidos modernos permite estabilizar la muñeca para hacer trabajos finos

    Los expertos en el campo conocían desde hace tiempo las estructuras óseas de la mano de los homínidos del género Homo, que tenían esta característica llamada proceso estiloideo y que consiste en una protuberancia que sale del metacarpo y que permite estabilizar y bloquear la muñeca. Y también sabían que este mismo hueso de los Australophitecus no cuenta con esta protuberancia. Pero, ¿cuándo apareció por primera vez en el el árbol evolutivo humano?

    "Hasta ahora sabíamos que los fósiles de la Sima de los Huesos y de la Gran Dolina, de 400.000 y 800.000 años, tenían una mano parecida a la de los humanos actuales. Y sospechábamos que esta estructura ya estaba antes, en los orígenes del género Homo, hace dos millones de años, pero no podíamos demostrarlo, era sólo una hipótesis", explica Carlos Lorenzo, profesor de la Universidad Rovira i Virgili e investigador de Atapuerca especialista en la evolución de la mano humana.

    Los resultados obtenidos por Carol V. Ward, de la Universidad de Misouri, de alguna forma respaldan las sospechas del equipo de Lorenzo. "Hemos retrasado la primera aparición conocida de esta morfología en la evolución humana, así que podemos decir que las evidencias de la mano humana ya estaban presentes hace 1,4 millones de años", asegura Ward. A pesar de que sólo han encontrado un sólo hueso de esa mano del homínido de Katio, el equipo de Ward se aventura a decir que el resto de la mano también tendría una morfología semejante a la de las manos humanas actuales.

    Los homínidos más primitivos hacían bifaces, pero muy toscos a pesar de tener la mano preparada para tallar con mayor precisión. "Sabemos que la mano ha cambiado poco, pero nuestro cerebro sí ha cambiado", dice Lorenzo. De hecho, Lorenzo se atreve a vaticinar que los primeros miembros del género Homo de hace dos millones de años ya tenían una mano moderna, como la que tenemos los seres humanos actuales.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia

    27 de diciembre de 2013

    Un sistema binario inventado en Polinesia siglos antes de Leibniz

    Los nativos de Mangareva desarrollaron este método para contar pescados, frutas, cocos, pulpos y otros bienes de diferente valor.


    El genial matemático Gottfried Leibniz (1646-1716) no fue el primero en inventar el sistema binario que ahora utilizan nuestros ordenadores y teléfonos. Los nativos de Mangareva, una pequeña isla polinésica, se le adelantaron en varios siglos. Los mangareveños no tenían la menor intención de inventar la computación digital, pero se dieron cuenta de que el sistema decimal —como el nuestro— que habían heredado de sus ancestros resultaba demasiado engorroso para hacer los cálculos en el mercado, y le superpusieron un sistema binario que facilita mucho las operaciones aritméticas más comunes. También Leibniz arguyó que su sistema binario servía para simplificar las cuentas, aunque nadie le hizo mucho caso.

    No se trata del primer sistema binario conocido de la era preLeibniz –los mismos hexagramas del I-Ching que inspiraron al gran matemático alemán constituyen un sistema binario y tienen casi 3.000 años—, pero Andrea Bender y Sieghard Beller, del departamento de ciencia psicosocial de la Universidad de Bergen, en Noruega, muestran ahora cómo los habitantes de Mangareva no solo inventaron el sistema para contar pescados, frutas, cocos, pulpos y otros bienes de diferente valor en sus transacciones comerciales, sino también cómo esto les condujo a una aritmética binaria que habría merecido la aprobación de Leibniz por su sencillez y naturalidad. Los autores creen que su trabajo revela que el cerebro humano está innatamente capacitado para las matemáticas avanzadas. Publican los resultados en PNAS.

    Entender el hallazgo requiere un somero repaso del álgebra elemental. El sistema decimal al que estamos habituados, y que es el más común en todo tipo de culturas humanas por basarse en los diez dedos de las manos, lleva implícitas las potencias de diez en la posición de las cifras: en el número 3.725, se entiende que el 5 va multiplicado por 1 (10 elevado a 0); el 2 va multiplicado por 10 (10 elevado a 1); el 7 va multiplicado por 100 (10 elevado a 2); y el 3 va multiplicado por 1.000 (10 elevado a 3).

    En un sistema binario solo hay dos símbolos (convencionalmente 0 y 1, pero también pueden ser dos estados de magnetización, como en los ordenadores), y las potencias implícitas por la posición no son las de 10, sino las de 2. Por ejemplo, en el número binario 111, se entiende que el último 1 va multiplicado por 1 (2 elevado a 0), el segundo por 2 (2 elevado a 1) y el primero por 4 (2 elevado a 2); equivale al siete del sistema decimal.

    Bender y Beller no han descubierto nada parecido a un pergamino polinesio densamente cubierto de ceros y unos, ni mucho menos una cinta perforada. Lo que han hecho es analizar el lenguaje de Mangareva —uno de los cientos de idiomas de la familia austronesia habladas en las islas del Pacífico— en el contexto de su modo tradicional de vida y las características de sus bienes más preciados de consumo y sus transacciones comerciales, ofrendas, fiestas y demás. Esta forma de vida está en acelerado proceso de extinción, y con ella el sistema aritmético y la propia lengua de los mangareveños, de la que solo quedan ahora unos 600 hablantes en la isla.

    Una evidencia del uso de las potencias de 2 —es decir, del sistema binario— en el comercio tradicional de Mangareva son los valores (o taugas) asociados a los bienes más valorados en la isla: tortugas (1 tauga), pescado (2), cocos (4) y pulpo (8). Otro producto valioso es el fruto del árbol del pan (Artocarpus altilis), llamado en inglés breadfruit (fruto del pan). Los frutos del pan de segunda fila valían lo que un coco (4), pero los mejores igualaban al pulpo (8). Recuerden que 1, 2, 4, 8, … son las potencias de 2.

    Otro ángulo por el que asoman esas mismas potencias, aunque más indirecto —y combinado con el sistema decimal al que los mangareveños nunca renunciaron del todo— son las palabras (numerales) de uso más común en el rango de las decenas: takau (10), paua (20), tataua (40) y varu (80). Vuelven a aparecer las potencias de dos (1, 2, 4, 8), aunque esta vez multiplicadas por 10, para cubrir otro abanico de tamaños. Las demás decenas no son palabras nuevas, sino combinaciones gramaticales de las anteriores.

    La ventaja de este sistema es que facilita mucho las opèraciones aritméticas fundamentales. Mientras que en el sistema decimal sumar de cabeza (sin contar) requiere memorizar más de 50 cancioncillas (como 4+7=11), en el sistema de Mangareva basta con saber que varu es el doble de tataua, que a su vez es el doble de paua, que a su vez es el doble de takau. Lo demás emerge de un modo muy natural y fácil de utilizar.

    Con otras palabras, se trata esencialmente del mismo argumento que utilizó el gran Leibniz. Los demás seguimos contando con los dedos.
    Tomado de:

    6 de diciembre de 2013

    ¿Cuál era la fruta favorita de los antiguos peruanos?

    ¿Sabías que la pachamanca tiene 8 mil años de antigüedad y que la papa lleva siete milenios en nuestras mesas? Este y otros interesantes datos se presentan en el libro 14,000 años de alimentación en el Perú.


    Este martes 29 de octubre, la Universidad de San Martín de Porres presentó el libro 14,000 años de alimentación en el Perú, del doctor Elmo León, una profunda investigación sobre cómo se alimentaban los primeros peruanos hace 14 mil años. El evento contará con la participación de la investigadora Rosario Olivas Weston y de los periodistas Mirko Lauer y Raúl Vargas.

    Este estudio nos permite conocer los alimentos y las posibles preparaciones culinarias que consumían nuestros ancestros. En sus páginas se revela, por ejemplo, que la fruta preferida de nuestros antepasados era la guayaba; mientras que el pelícano, los guanayes y la anchoveta eran las principales fuentes de proteína animal en la alimentación prehispánica.

    Entre otras informaciones relevantes sobre su elaboración y valor nutricional, el libro presenta un exhaustivo análisis de 326 alimentos autóctonos. Esta pretende ser una obra de consulta para chefs, especialistas en gastronomía, biólogos, ingenieros de la alimentación, historiadores, antropólogos, médicos y el público interesado en alimentos peruanos y su historia.

    Fuente:

    El Comercio (Perú)

    22 de agosto de 2013

    Noam Chomsky: "El objetivo de la educación" (Video)


    Noam Chomsky discute el objetivo de la educación, el impacto de la tecnología, y si la educación debe ser percibida como un costo o como una inversión, así como el valor de las evaluaciones estandarizadas. Entrevista presentada en la Conferencia Aprendizaje sin Fronteras (Learning Without Frontiers Conference) , el 25 de Enero de 2012 en Londres.(Vía YouTube) .


    18 de agosto de 2013

    El riesgo de infanticidio impulsó la monogamia



    Imagen: Pavel Losevsky. Fuente: PhotoXpress.
    Imagen: Pavel Losevsky. Fuente: PhotoXpress.

     
    Se considera monógama cualquier relación de pareja que mantiene un vínculo sexual exclusivo. En los humanos, esta fórmula se ha convertido en el modelo imperante en los últimos siglos en la mayor parte de las naciones desarrolladas, a pesar de que la mayoría de las culturas conocidas han practicado la poligamia (tener múltiples parejas) y que ésta aún se practica en algunas partes de África, Asia, Oriente Medio y Norteamérica. Por otra parte, la poligamia ha sido anulada sólo recientemente en países como Nepal, la India o China.

    Los científicos han indagado durante años en las razones de esta evolución de las relaciones de pareja para encontrarle un sentido evolutivo. Así, en 2012, por ejemplo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de British Columbia (UBC) de Canadá sugirió que el matrimonio monógamo se generalizó porque entraña diversas ventajas evolutivas, como el hecho de favorecer una atención esmerada de los hijos. 

     
    En cuanto a las raíces evolutivas de la monogamia, se ha teorizado que su desarrollo en mamíferos podría haber respondido a la necesidad de preservar a hembras solitarias de machos rivales o al riesgo de infanticidio: que surgiera por la necesidad de que los machos protegiesen a sus crías de otros machos rivales. 

     
    El infanticidio como primera causa 
     
    Una reciente investigación, llevada a cabo por especialistas de las Universidades de Manchester, Oxford y Auckland y del University College London (UCL) respalda esta última hipótesis sobre el origen de la monogamia. 

     
    Según los autores del estudio, la causa de esta práctica radicaría en el peligro de que la descendencia fuese asesinada por machos no emparentados con ella, publica el UCL en un comunicado difundido por AlphaGalileo

     
    Por otra parte, en la investigación también se ha descubierto que, a partir de la emergencia de la monogamia, los machos se volvieron más propensos a cuidar a su descendencia; a protegerla de otros machos, y a compartir la carga de la crianza.


    Esta es el primer estudio que demuestra una vía evolutiva semejante para la emergencia de la vida en pareja. El antropólogo del UCL, Kit Opie, director de la investigación, publicada por PNAS, explica que ésta supone “la primera prueba sistemática de las teorías de la evolución sobre la monogamia; y la primera vez que se demuestra de manera concluyente que el infanticidio fue lo que condujo a esta práctica. (Estos hallazgos) nos acercan al final de un debate sobre el origen de la monogamia en primates”.


    Cuando son completamente dependientes de sus madres, las crías se encuentran en una situación de vulnerabilidad máxima, porque las hembras retrasan una nueva concepción durante la lactancia y el crecimiento de su descendencia. Este hecho convierte a los machos no emparentados con las crías en un peligro para ellas, porque matarlas favorece una nueva concepción


    Lea el artículo completo en:

    Tendencias 21

    11 de agosto de 2013

    Helen Fisher: ¿Por qué amamos... y engañamos? (VIDEO)

    La científica Helen Fisher señala que la neurobiología del amor gira en torno a distintos núcleos de la amigdala produciendo uno de ellos la hormona dopamina, relacionada con el sistema de recompensa del cerebro. A través de esta hormona, y por medio del aprendizaje, se va a asociar a cierta persona que pasaremos a identificar como nuestro ser amado, cuyo recuerdo o cercanía producirán a su vez niveles más altos de dopamina, originando todos los efectos que caracterizan a algo tan trascendental para la vida de un ser humano como supone el amor romántico....

    En este video comprenderemos mejor este aspecto y sus múltiples aristas:

         

    Más información en:

    El porqué de la Naturaleza

    29 de junio de 2013

    ¿Sabes cómo evolucionaron los humanos para lanzar objetos?

    Lanzador

    Sólo los humanos pueden lanzar objetos a gran velocidad, una capacidad que ayudó drásticamente al Homo erectus, según los científicos. 

    El cuerpo de los ancestros humanos evolucionó para lanzar objetos hace unos dos millones de años, según un nuevo estudio.

    Lo que permitió esa capacidad evolutiva, al parecer, fueron cambios en la anatomía de la especie extinguida Homo erectus.

    Las evidencias arqueológicas muestran que la caza se hizo más intensa durante este periodo, algo que los científicos atribuyen al desarrollo de la capacidad de lanzamiento.

    Según las conclusiones del estudio publicado en la revista especializada Nature, esa nueva destreza ayudó al desarrollo de los cazadores ancestrales y les permitió migrar por todo el mundo.

    Sólo los humanos tienen la capacidad de lanzar un objeto con mucha rapidez.

    Podemos arrojar cosas mucho más rápido que nuestro más cercano pariente animal con vida, el chimpancé, que sólo logra lanzar algo a unos 32 km/h frente a los 145 km/h que puede alcanzar un atleta profesional.

    Para investigar cómo sucedió el desarrollo evolutivo de esa habilidad, los científicos tuvieron primero que entender la biomecánica del lanzamiento de hoy en día.

    Movimiento rápido

    Ilustración de distintos tipos de rotación humeral

    Cuando se da la máxima rotación humeral (figura central) es cuando la energía elástica puede energizar el lanzamiento.

    Para ello analizaron el lanzamiento de varios jóvenes jugadores de béisbol, utilizando cámaras especiales de captura de movimiento.

    Y observaron que el hombro actúa como una especie de onda (también conocida como china, tirachinas o resortera) a medida que el brazo gira hacia atrás.

    Los ligamentos y tendones que rodean al hombro se estiran y almacenan energía elástica, que le da potencia al lanzamiento hacia el frente.

    Cuando esta energía queda en libertad genera lo que los científicos creen que es el movimiento más rápido que el cuerpo humano puede producir.

    Los cambios en la anatomía de los hominini (antepasado del género Homo) que tuvieron lugar hace dos millones de años fueron los que permitieron ese almacenamiento de energía en el hombro, que resultaron en la capacidad de lanzar objetos rápidamente, y por lo tanto de cazar.

    "El éxito en la caza hizo que nuestros antepasados pudieran hacerse parcialmente carnívoros, y comieran carne rica en calorías y en grasa, que mejoró drásticamente la calidad de su dieta", le dijo a la BBC el líder del estudio, Neil Roach, de la Universidad de George Washington, en Estados Unidos.
    "Lo que creemos sobre la caza y el comportamiento es todavía una hipótesis"
    Neil Roach

    "Este cambio dietario desencadenó una transformación radical en la biología de nuestros ancestros, que les permitió desarrollar cuerpos más grandes, cerebros más grandes y tener más hijos. También generó cambios interesantes en su estructura social", explicó.

    "Sobre esa época empezamos a ver los orígenes de las divisiones del trabajo, en las que algunos cazan mientras otros recolectan".

    "Y probablemente también nos permitió trasladarnos a nuevos ambientes, como zonas donde no había vegetación de la que mantenernos antes de tener la habilidad de cazar", dijo el doctor Roach.

    Pero puntualizó que es importante recordar que "lo que creemos sobre la caza y el comportamiento es todavía una hipótesis" y hace falta continuar investigando.

    Lea el artículo completo en:

    BBC Ciencia
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