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2 de diciembre de 2018

Hallan los restos de un niño neandertal devorado por un ave gigante

Se trata de dos huesos de sus dedos que fueron digeridos por el pájaro prehistórico.


Hasta la fecha, los restos humanos más antiguos encontrados en Polonia tenían 52.000 años. Pero, ahora, un equipo de investigadores de la Jagiellonian University , en Cracovia, han hallado otros muchísimos más viejos en la cueva de Ciemna.

Se trata de las falanges de dos dedos que pertenecieron a un niño de entre cinco y siete años. Pero al examinarlos detenidamente descubrieron algo asombroso. Había señales que indicaban claramente que las piezas habían sido tragadas y pasadas por el sistema digestivo de un ave.

Los investigadores polacos creen que nos encontramos ante la evidencia de una tragedia prehistórica, y explican que todo hace pensar que aquel niño fue atacado por algún tipo de pájaro gigante que le dio muerte y devoró parcialmente su cadáver.

Las pruebas también han revelado que los huesos pertenecieron sin lugar a dudas a un niño neandertal. Aunque no hay datos de cual pudo ser el tipo de ave que devoró sus restos.


4 de marzo de 2017

El legado de los neandertales: adicciones, depresión y problemas circulatorios

Un estudio con 28.000 personas muestra las penalidades que nos llegan de la promiscuidad de nuestros ancestros.


Hace solo diez años, la posibilidad de que los humanos modernos se hubieran apareado con los neandertales se consideraba una herejía. Hoy es ortodoxia, y lo que se discute no es si hubo cruzamientos –los hubo— sino si fueron solo un desliz de una noche o tuvieron alguna consecuencia importante. Y cada vez está más claro que no solo la tuvieron, sino que la siguen teniendo: enfermedades de la piel como la queratosis actínica, dolencias del tracto urinario, problemas digestivos, trombos arteriales, depresiones y adicciones tienen que ver de u modo u otro con el legado neandertal en nuestro genoma. ¿Qué sentido tiene todo eso?

El genetista evolutivo John Capra y sus colegas de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennessee, y otra decena de centros estadounidenses presentan ahora el primer estudio directo de asociación entre el contenido genético neandertal de las personas actuales y sus historias clínicas. La investigación demuestra que ese ADN arcaico tiene un impacto “sutil pero significativo” sobre la salud de la gente de ascendencia europea, vivan donde vivan ahora. Publican los resultados en Science.

“Nuestro principal hallazgo”, explica Capra, “es que el ADN neandertal influye, en efecto, en los rasgos clínicos de los humanos actuales; hemos descubierto asociaciones entre el ADN neandertal y una amplia gama de problemas de salud, entre ellos los de tipo inmunológico, dermatológico, neurológico, psiquiátrico y reproductivo”. La aportación neandertal a nuestro genoma es menor del 4%, pero no cabe duda de que nos ha dejado un legado notable.

El artículo completo en:

El País (Ciencia)

23 de abril de 2014

Las señales químicas que nos hacen humanos (el epigenoma de un neandertal)


Las nuevas técnicas de secuenciación de ADN antiguo están aportando algunos datos clave para comenzar a entender cómo evolucionaron las especies humanas hasta llegar a dar forma a la única especie viva en la actualidad: el ser humano moderno, 'Homo sapiens'. En los últimos años hallazgos como el genoma completo y con gran detalle del neandertal o la secuencia de otra de las especies hermanas, el denisovano, han dado luz a una época crucial para la evolución humana.

Pero los genes, el ADN, no lo es todo. La información contenida en nuestras células, en las de cualquier especie, requiere de una compleja maquinaria química que controla el funcionamiento de los genes y asd qué gen funciona y cuál no en cada momento. Es lo que se conoce como epigenética. De alguna forma se podría hacer la analogía con una obra literaria: las letras serían el código genético y los signos de puntuación serían la epligenética que permite que el texto sea legible y tenga sentido. Entre las señales que permiten a la epigenética desempeñar esta función se encuentran algunas modificaciones químicas, como la metilación del ADN, que controla cuándo y cómo son activados y desactivados los genes que controlan el desarrollo de nuestro organismo. Y esas son precisamente las alteraciones que han estudiado en el trabajo.

Un algoritmo matemático

Los investigadores llevan tiempo preguntándose si ahora que tenemos la genética, ¿podemos tener también la epigenética? "La respuesta hasta ahora era no", responde Mario Fernández Fraga, director del Laboratorio de Epigenética del Cáncer de la Universidad de Oviedo e investigador del CSIC. Pero eso ha cambiado. Una investigación liderada por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem y del Instituto Max Planck y en la que ha participado el equipo de Fernández Fraga acaba de reconstruir el epigenoma tanto del neandertal como del denisovano. 

Los autores del trabajo, recién publicado en la revista 'Science', han diseñado un algoritmo matemático que permite reconstruir cómo se ha deteriorado el epigenoma de ambas especies con el tiempo, lo que ha permitido a los científicos 'dar marcha atrás' con las muestras de las que disponen en la actualidad hasta saber cómo sería ese epigenoma hace 70.000 años.

"La mejor prueba de que el nuevo método funciona es que las conclusiones son muy coherentes con lo que vemos cuando comparamos las especies antiguas con los humanos modernos", explica Fernández Fraga. "A pesar de que hay parte que es muy similar, es cierto que hay diferencias y están en los genes que regulan la formació de los huesos", asegura.

Según la discusión del trabajo científico, esto es consistente con una evolución diferenciada de las estructuras óseas de especies como el neadertal y el humano moderno. Otras afectan a genes relacionados con el sistema cardiovascular o el sistema nervioso, los cuales se han asociado con enfermedades como el Alzheimer o la esquizofrenia. Aunque se desconocen los factores que han dado lugar a esas diferencias, dado que los patrones epigenéticos están influidos tanto por las propias características genéticas como por las condiciones ambientales. "Pero no podemos saber si se deben a una condición inherente del ser humano moderno o se han desencadenado debido al modo de vida que llevamos", asegura Fernández Fraga. "Además, hay que tener en cuenta que ellos vivían muchos menos años que nosotros".
Fuente:

14 de enero de 2014

Los humanos provenimos de cuatro especies que se aparearon entre sí

Los estudios del genoma neandertal revelan que el dibujo clásico que muestra la evolución de distintos homínidos en fila india, dista bastante de cómo devino la especia humana.



A partir de una falange de neandertal hallada en 2010 y que corresponde al cuarto o quinto dedo del pie de una mujer adulta que vivió hace al menos 50.000 años, se hicieron grandes descubrimientos acerca de dónde venimos.

En un evento celebrado el pasado 18 de noviembre en la Real Sociedad de  Londres, se presentó un estudio de la secuencia de los genomas de los antiguos humanos que reveló que el homo sapiens no sólo tuvo encuentros sexuales con los neandertales y con un linaje poco conocido llamado denisovanos, sino también con un grupo desconocido que habitó Asia hace más de 30 000 años.

En palabras de Mark Thomas, genetista evolucionario del Colegio Universitario de Londres (que no participó en el estudio pero que sí  asistió al evento), “nos hace suponer un mundo similar al que se describe en el “Señor de los Anillos”, en donde cohabitaban varias poblaciones de homínidos”.

En el Pleistoceno tardío, Eurasia estaba habitada por al menos cuatro especies humanas diferentes: sapiens, neandertales, un grupo poco conocido llamado denisovanos y una cuarta población aún por determinar.

El nuevo estudio se ha elaborado a partir de una falange de neandertal hallada en 2010 y que corresponde al cuarto o quinto dedo del pie de una mujer adulta que vivió hace al menos 50.000 años en la cueva de Denisova, situada en las montañas de Altai al sur de Siberia (Rusia).

Según los paleoantropólogos, los restos descubiertos allí indican que fue una vivienda muy popular, habitada en diferentes momentos por sapiens, neandertales y un tercer grupo hallado por primera vez en 2008 y que recibió su nombre de la cueva. El pasado año, científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), con su director Svante Pääbo a la cabeza, secuenciaron el genoma de los denisovanos a partir del hueso de un dedo de una mujer joven que vivió en la cueva hace unos 40.000 años.

Pääbo, que en 2010 dirigió también el proyecto del primer genoma neandertal, ha liderado ahora un equipo internacional de científicos en el análisis del ADN del nuevo hueso para obtener una secuencia en alta resolución de los genes de esta especie. Los resultados revelan que la propietaria de aquel dedo del pie era fruto de una unión consanguínea. “Hicimos simulaciones de varios escenarios de endogamia y descubrimos que los padres de este individuo neandertal eran medio hermanos de una misma madre, o dobles primos carnales, o tío y sobrina, tía y sobrino, abuelo y nieta, o abuela y nieto”, detalla el coautor del estudio Montgomery Slatkin, de la Universidad de California en Berkeley (EE. UU.). Según los investigadores, esta endogamia parece haber sido algo frecuente en los neandertales y denisovanos, tal vez debido al pequeño tamaño de sus poblaciones.

Los científicos han comparado la secuencia con la de los denisovanos, con otro ADN neandertal procedente de la región del Cáucaso y con los genomas de 25 humanos modernos, descubriendo una serie de huellas genéticas que revelan un cierto entrecruzamiento de estas especies a lo largo del tiempo. La secuencia demuestra que los neandertales estaban estrechamente emparentados con los denisovanos, con quienes compartieron un ancestro común hace unos 450.000 años. Este, a su vez, se separó del linaje de los humanos modernos entre 550.000 y 765.000 años atrás.

A diferencia de lo que nos enseñaron en el colegio, todos los humanos modernos le debemos cerca de un 2% de nuestro genoma a los neandertales.  Algunas poblaciones de Oceanía como Papúa Nueva Guinea y los aborígenes australianos, comparten cerca del 4% de su ADN con los denisovanos. Y por razones que aún desconocemos sólo ha sobrevivido los homo sapiens.

Los autores subrayan que aún no se conoce durante cuánto tiempo estas cuatro especies humanas llegaron a coexistir, ya que la posible franja temporal de entrecruzamientos abarca desde hace 12.000 años hasta hace 126.000.

Los genetistas Ewan Birney y Jonathan Pritchard, sugieren que "en el Pleistoceno tardío, Eurasia era un lugar interesante para ser un hominino, con individuos de al menos cuatro grupos separados viviendo, conociéndose y ocasionalmente manteniendo relaciones sexuales”.

Fuente:

Diario Registrado

26 de enero de 2013

Los peligros de resucitar al neandertal

Los grandes peligros de replicar al neandertal no serían para nosotros, sino para ellos mismo.



La propuesta del genetista de Harvard George Church de resucitar al hombre de neandertal ha corrido como el fuego por la prensa europea. La garra de la idea es que hace volar la fantasía, pero sin ser una pura fantasía en sí misma. Church no es el único científico que considera factible esa proeza tecnológica. Los métodos para secuenciar (leer el orden exacto de las letras químicas del ADN) y sintetizar (escribir esos mismos genes en el laboratorio a partir de productos químicos) es ahora mismo un millón de veces más barato y eficaz que hace solo ocho años; esto supone un ritmo de progreso que supera al de los chips de silicio en varios órdenes de magnitud. Gracias a eso los científicos ya han logrado leer el genoma neandertal a partir de huesos fosilizados. Y algunas de las técnicas necesarias para rematar la faena, como la clonación humana, todavía no existen, pero pocos expertos dudan de que es solo cuestión de tiempo, y no mucho.

Parece ya hora, por tanto, de dejar a un lado el cómo y sentarse a examinar las cuestiones verdaderamente interesantes, como el porqué y el para qué.

Como en las demás cuestiones que afectan a la ciencia básica, no es arriesgado decir que el primer porqué es la curiosidad. Los neandertales se extinguieron hace 30.000 años en Gibraltar. Coexistieron con nuestra especie durante cerca de 10.000, pero todo lo que sabemos de ellos ahora son deducciones basadas en sus restos fósiles y los de sus herramientas, también los de sus secuencias de ADN.

Pero la curiosidad excesiva puede resultar arriesgada. ¿Cuáles son los peligros de resucitar al neandertal? Seguramente eran muy fuertes. También sabemos que eran inteligentes, aunque ignoramos exactamente cuánto. Su capacidad craneal era mayor que la nuestra, pero su cultura, a diferencia de la del homo sapiens, permaneció estancada durante cientos de miles de años. Sobre su atractivo físico solo tenemos un dato: que se cruzaron con nosotros de forma ocasional.

Probablemente, los grandes peligros de resucitar al neandertal no serían para nosotros, sino para ellos mismos. Habrá que decidir si constituyen un precio demasiado alto por resucitar

Fuente:

El País Ciencias 

23 de enero de 2013

Se busca madre para dar a luz un hijo Neandertal

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George Church es un investigador y académico de la Universidad de Harvard con un proyecto bastante extraño en mente: quiere hacer nacer a un hombre de Neandertal en la era moderna. Tal como suena, Church clama haber reconstruido al ADN de la antigua raza extinta hace 33.000 años atrás, tomando muestras de huesos y otros restos fósiles como para estar seguro que tiene el mapa completo de esta clase de ser humano.

Pero el segundo paso de este plan es el más atrevido de todos, ya que necesita a una mujer voluntaria para tener en su vientre y dar a luz a este hijo, luego de haber insertado el ADN en células madre para después ser nuevamente puesto en un embrión humano de etapa muy temprana en su proceso. Así, las células madre seguirían las líneas del ADN antiguo y se decantarían por gestar a un bebé Neandertal, siendo insertado todo el paquete de laboratorio en el útero de la madre voluntaria.

Y si el posible experimento ya suena interesante, falta aún más. Porque según investigaciones, el Homo neanderthalensis poseía una gran capacidad craneal, siendo dueños de una notable inteligencia que ayudó a la evolución del ser humano primitivo. En palabras de Church, “los Neandertal seguramente pensaban diferente a nosotros, ellos podrían ser incluso más inteligentes que nosotros“, asegurando que en períodos de crisis, este pensamiento distinto podría ayudar a la raza humana moderna a pensar soluciones que a las mente actuales no se les ocurrirían.

Pero como es de esperarse, existen voces de alerta en torno al experimento. Algunos creen que el Neandertal de laboratorio no tendría el sistema inmunológico que tras siglos de evolución nosotros disfrutamos, así como también se habla de un proceso riesgoso que podría conducir a la creación de un ser humano deforme. Y por su puesto, está el tema de la legalidad en torno a clonar un ser humano, lo que aún está por resolverse para George Church en el Reino Unido.

Link: Wanted: ‘Adventurous woman’ to give birth to Neanderthal man – Harvard professor seeks mother for cloned cave baby (Daily Mail)


Fuente:

FayerWayer

4 de diciembre de 2012

Los primeros instrumentos musicales

La música como forma de expresión es algo consustancial con la propia naturaleza humana, por ello aparece desde tiempos remotos en todas las culturas. 
Nadie conoce con exactitud el momento en que nació lo que conocemos como música, pero existe una correlación entre la misma y la necesidad que ha acompañado siempre al ser humano de expresar sus emociones o sentimientos.

Se cree que las primeras expresiones musicales surgieron, o bien de la necesidad de imitar el sonido de los animales que los rodeaban a fin de comunicarse con ellos, o bien como un modo de establecer relación con los dioses a los que veneraban.


Esta suposición parte de la base de que la narración del origen de la música en todas las culturas, de las que tenemos constancia, dota a ésta de una naturaleza divina.


Así por ejemplo, en la tradición griega se considera al dios Hermes como transmisor de la música al ser humano, o en la cultura nórdica es Heimdall su dios guardián, el que la acerca mediante el uso de un cuerno musical llamado, Gjallarhorn.

Las tradiciones y leyendas, se repiten a través de todas las culturas, otorgando carácter divino a la música y configurándola como un lenguaje con el que comunicarse con los dioses.


El primer instrumento musical: el cuerpo humano


A pesar de no poder tener constancia de este extremo, dada la imposibilidad de encontrar evidencias arqueológicas, se sospecha que el primer instrumento utilizado por el ser humano para elaborar música fue su propio cuerpo, mediante el empleo de la voz o de la percusión corporal.


Así el ser humano descubrió la capacidad de imitar los sonidos de la naturaleza y se encontró ante una nueva forma de expresión.

La percusión corporal evolucionaría hacia la realizada golpeando piedras, palos o incluso pieles tensadas.


Lamentablemente los restos de estos posibles primeros instrumentos no existen debido a la degradación de los materiales empleados en el caso de las pieles, o a la dificultad de otorgar el carácter de instrumento musical a los restos líticos hallados.

El primer instrumento musical elaborado por el hombre

Pero si nos centramos en instrumentos musicales elaborados por el ser humano y de los que conservemos restos que prueben su existencia hemos de remontarnos hasta el Paleolítico Superior, donde aparecen los primeros aceptados como tales por toda la comunidad científica y cuya elaboración se debe al Homo Sapiens.

Hablamos del hallazgo en Geissenklösterle (Alemania) de dos flautas talladas en cúbito de cisne y una tercera en marfil de mamut, a las que se ha atribuido una antigüedad de 36.000 años y que están enmarcadas dentro de la cultura Auriñaciense.


La controversia de la flauta de Divje Babe




En el año 1995, el arqueólogo Ivan Turk descubre en la cueva de Divje Babe, en Eslovenia, los restos de lo que puede ser una flauta con una antigüedad datada de 43.100 años, y atribuida no ya al Homo Sapiens sino al Homo Neanderthalensis.


La hipotética flauta está construida sobre un hueso de oso donde se presentan cuatro agujeros alineados y un quinto en la parte posterior de estos, tal y como tienen las flautas actuales.


Existe controversia al respecto de si es una verdadera flauta o si se trata realmente de un fémur de oso horadado por la actuación de animales carnívoros o roedores.


Los partidarios de la hipótesis de que se trata de una flauta, alegan que junto con ella, aparecieron restos de instrumentos puntiagudos que pudieron servir para hacer los agujeros que presenta.


Asimismo establecen como improbable que la acción de uno o varios animales pudieran tallar cuatro agujeros prácticamente equidistantes entre sí y con forma circular.


Asimismo, tras una reconstrucción de la flauta, se demostró que la misma se ajusta a la escala musical, tal y como se aprecia en el video:



La música prehistórica como forma de arte


Con independencia que la flauta de Divje Babe sea realmente el primer instrumento musical del que se tiene constancia o que sea meramente un hueso al que el azar o el paso del tiempo le ha dado forma de flauta, lo cierto es que la música como lenguaje está presente en todas y cada una de las culturas de las que se tiene referencia.


Además, a medida que investigamos en nuestro pasado más remoto, descubrimos como la música como forma de expresión, sigue una evolución paralela al propio lenguaje humano teniendo la misma importancia que éste en el desarrollo de nuestra civilización.


Quizá la incógnita que realmente debemos despejar no es cuándo nació la música, sino el momento en el que pasó de ser una forma de comunicación con los dioses o la naturaleza, y alcanzó entidad propia como un arte que aún a día de hoy nos fascina y que consideramos tan imprescindible como el lenguaje oral o escrito


Tomado de:


Suite101


16 de noviembre de 2012

Descubiertas en Sudáfrica las lanzas de piedra más antiguas

Las piedras descubiertas en el yacimiento de Kathu Pan en Sudáfrica. | Jayne Wilkins

Las piedras descubiertas en el yacimiento de Kathu Pan en Sudáfrica. | Jayne Wilkins

Hace medio millón de años, nuestros antepasados ya cazaban con afiladas lanzas de piedra. Esto es lo que acaba de comprobar un equipo de científicos liderado por Jayne Wilkins, de la Universidad de Toronto, al descubrir que estas armas prehistóricas se usaban 200.000 años antes de lo que se pensaba hasta ahora.

 Wilkins, la firmante principal de estudio recién publicado en 'Science', junto con investigadores de la Universidad de Arizona y de Ciudad del Cabo, han llegado a esta conclusión tras analizar piedras del yacimiento de Kathu Pan en Sudáfrica. Las rocas fueron recogidas durante las excavaciones realizadas por el arqueólogo Peter Beaumont entre 1979 y 1982.

El equipo corroboró la función de lanza de estas piedras comparando su desgaste con el deterioro en armas más modernas utilizadas para cazar gacelas.

"Esto cambia el modo en que pensábamos acerca del surgimiento de capacidades humanas antes del origen de nuestra propia especie", explica Jayne Wilkins. "Aunque tanto los neandertales como los humanos usaban lanzas con punta de piedra, ésta es la primera evidencia de que esta tecnología se originó antes de la divergencia entre las dos especies", explica Wilkins.

Estas armas eran comunes en la Edad de Piedra, hace unos 300.000 años. Sin embargo, este nuevo hallazgo muestra por primera vez que fueron usadas en el Pleistoceno Medio, un periodo asociado con el Homo 'Heidelbergensis', el ancestro común de los neandertales y los humanos modernos. "Hasta el momento era discutida la sofisticación cultural del 'Homo Heidelbergensis' que nosotros habíamos descubierto en la Sima de los Huesos. Este hallazgo termina de confirmar esa complejidad", asegura Jose María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, a ELMUNDO.es

Este descubrimiento hace que "algunas de las características que asociamos con los humanos modernos y nuestros parientes más cercanos se remontan más atrás en nuestro linaje", comenta Wilkins.

La fabricación de estas puntas de lanza de piedra (conocidas como enmangamiento) fueron un avance importante en los métodos de caza los primeros humanos. Esto requería un mayor esfuerzo y mayor habilidad y a su vez incrementaba las posibilidades de matar a las presas.

El hallazgo, por tanto, "corrobora que la complejidad tecnológica no es sólo propia de los neandertales", dice Bermúdez de Castro. Cada vez son más comunes las descubrimientos "sobre herramientas complejas progresivamente más antiguas".

Fuente:

El Mundo Ciencia
 

7 de noviembre de 2012

La herencia neandertal en el ADN de los norteafricanos

  • Analizaron los 780.000 marcadores genéticos de 7 poblaciones del norte de África
Recración del aspecto de dos neandertales. | Science

Recración del aspecto de dos neandertales. | Science

Las poblaciones del norte de África muestran en sus genes la huella de hibridación con los neandertales ('Homo neanderthalensis'). Hasta ahora se pensaba que esta señal de mezcla entre esta especie desaparecida hace entre 30.000 y 24.000 años y el 'Homo Sapiens' podía hallarse sólo en humanos no africanos.

Así lo asegura un estudio publicado en la revista 'PLOS ONE' en el que participan investigadores españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El trabajo sugiere que las poblaciones norteafricanas, modeladas por una compleja historia evolutiva marcada por diversos movimientos migratorios, son el resultado de una migración de vuelta a África, tras el contacto de los humanos modernos con los neandertales en Oriente Próximo.

Para llegar a esta conclusión, estudiaron 780.000 marcadores genéticos del genoma de 125 personas de siete poblaciones del norte de África, desde Egipto hasta el Sáhara Occidental. Los científicos detectaron un exceso de variantes compartidas con los neandertales respecto a los genomas de africanos subsaharianos que han usado como referencia.

Para delimitar el origen del componente neandertal, los investigadores han aislado aquellas poblaciones con un sustrato local más antiguo, anterior a hace 40.000 años, y han constatado que estas son precisamente las que tienen más señales de cruce con los neandertales.

"Los resultados indican que los únicos humanos modernos sin rastro genético de los neandertales son las poblaciones africanas situadas al sur del Sáhara", explica el investigador Carles Lalueza-Fox, que trabaja en el Instituto de Biología Evolutiva, un centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra. Sin embargo, el autor aclara que los resultados "no significan que hubiera neandertales en el continente africano, ya que las evidencias del registro fósil norteafricano muestran poblaciones arcaicas, pero sin rasgos neandertales".

Hace dos años, un grupo de investigadores del Proyecto Genoma Neandertal, con participación del CSIC, constató que las poblaciones de Europa, Asia y Melanesia poseen casi un 2,5% del genoma procedente de los neandertales. El hecho de que todas las poblaciones no africanas muestren este rastro genético de hibridación ha permitido calcular que el encuentro entre los antepasados de la especie humana y los neandertales tuvo lugar en Oriente Próximo hace entre 40.000 y 80.000 años.

Fuente:

El Mundo Ciencia

24 de octubre de 2012

Así se reconstruye el cuerpo de un Neandertal

neandertal

El Neandertal era bajito y fortachón.

Un equipo de científicos creó lo que según ellos es la primera y más precisa reconstrucción del hombre Neandertal usando un esqueleto que fue encontrado en Francia hace algo más de un siglo.

En 1909, excavaciones en La Ferrassie en el departamento de Dordoña sacaron de la tierra los restos de un grupo de Neandertales. Uno de los esqueletos en ese grupo era un adulto varón, al que se le dio el nombre La Ferrassie 1. 
 
Estos restos le permitieron a un grupo de científicos crear una detallada reconstrucción de nuestro pariente prehistórico más cercano.
La Ferrassie 1 es uno de los descubrimientos más importantes en lo que se refiere a la investigación de los Neandertales.

Su esqueleto es el más grande y completo que se ha encontrado. El descubrimiento de los huesos de su pierna y pie les ayudó a los científicos a darse cuenta de que los Neandertales caminaban con el cuerpo derecho, lo que contradice investigaciones anteriores.

Sabemos que los Neandertales eran fornidos con fuertes brazos y manos, y que tenían grande esqueletos -más largos y bajos que los nuestros- con empinadas frentes y una pequeña quijada.

Lo que no se sabía es que los huesos nos permiten saber las prácticas y el estilo de vida de los Neandertales. Y eso fue lo que hicieron con La Ferrassie 1.

¿Cómo se reconstruye un cuerpo completo en tamaño real con una colección de huesos de más de 70 mil años?

Siguiendo las pistas

Mujer trabaja en un esqueleto

Los científicos dicen que el tamaño y la textura de los huesos dan una indicación del tipo de músculos que el homínido pudo tener.

Gran parte de la estructura de La Ferrassie 1 estaba intacta, pero faltaban la garganta, las costillas, la pelvis y unos pedazos de la espina dorsal.

El paleoartista estadounidense Viktor Deak, especializado en reconstrucción e imágenes de seres prehistóricos, llenó los huecos con copias de los huesos de Neandertal encontrados en la cueva de Kebara en Israel en 1982. Esa excavación descubrió un esqueleto Neandertal casi completo, salvo por el cráneo, la pierna derecha y un área de la izquierda.

Un copia del nuevo y casi completo La Ferrassie 1 fue enviada a un grupo de reconstructores de modelos en Buckingham, Reino Unido, que juntó las partes y armó el esqueleto en la posición correcta.

La siguiente etapa fue ponerle músculos al Neandertal. El esqueleto de La Ferrassie 1 les ayudó a los científicos, liderados por Jez Gibson-Harris, con pistas para reconstruir el modelo. El tamaño y la textura de los huesos les dio una indicación del tipo de músculos que el homínido pudo tener.

"Puedes ver en qué lugar estuvieron amarrados los tendones. Había puntos de amarre bastante grandes. 

Puedes ver que ahí había músculos grandes", dijo Gibson-Harris a la BBC.

"La Ferrassie 1 se ve fuerte, gordo y bien formado. Pero realmente muy bajo de estatura".

Actividades extenuantes

Los huesos también ofrecieron pistas del estilo de vida de los Neandertales, que era hostil y presto para las lesiones.

Los brazos de la La Ferrassie 1 son asimétricos: el derecho es más grande que el izquierdo. Los huesos cambian de forma a través de la vida, así que esto le dio a los científicos una pista sobre el tipo de actividades que practicaban.

Colin Shaw, de la Universidad de Cambridge, estudió el húmero de La Ferrassie 1.

"Lo que le haces a un hueso a través de tu vida genera una adaptación, sobre todo si es lo suficiente repetitiva y agotadora", dice Shaw.

El equipo estudió la manera como los Neandertales cazaban sus presas y llevaban a cabo su prácticas domésticas, dándose cuenta del impacto que éstas tenían sobre su cuerpo.

Concluyeron que ellos apuñalaban repetidamente a su presa -el mamut lanudo- con lanzas, pero que el trabajo más intenso habría sido la confección de prendas para sobrevivir el clima frío.

Un Neandertal necesitaba una prenda nueva al año, que, para poderse confeccionar, necesitaba de al menos seis cueros. Y habrían tenido que raspar cada piel durante ocho horas para que fuera usable.

Revelación de secretos

Esqueleto

Estos restos permitieron a un grupo de científicos crear una detallada reconstrucción de nuestro pariente prehistórico más cercano.

Dentro de aparición de La Ferrassie 1 había otras pistas más obvias. Muchos de los dientes aún estaban unidos y esto le ayudó a Viktor Deak a determinar la forma de la cara.

El estudio de los dientes con la más avanzada tecnología está ayudando a descubrir los secretos anteriormente ocultos sobre el estilo de vida de los Neandertales. Potentes rayos X mil millones de veces más fuertes que los de una máquina de un hospital pueden revelar la tasa de crecimiento diario de los dientes.

Los estudios que comparan la edad de los dientes con la edad mostrada por el resto del esqueleto sugieren que los niños Neandertales crecieron más rápido que los humanos modernos, lo que puede sugerir la razón por la cual nuestra especie sobrevivió y la de ellos no.

La etapa final de la creación de la réplica fue añadir la cabeza y el vello corporal. Aquí, el equipo estudió una investigación anterior que revelaba que muchos neandertales eran pelirrojos. La Ferrassie 1 fue entonces reconstuida con pelo rojo y un tono de piel pálido, típico de la vida en el norte.

Después de dos meses y medio de trabajo meticuloso, La Ferrassie estaba completo.

"Ponerlo en carne tiene un efecto humanizador", dice John Hawks, antropólogo de la Universidad de Wisconsin, que está impresionado por el resultado. "Centrarse en el hueso no nos da el panorama completo".

Fuente:

BBC Ciencia

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30 de septiembre de 2012

Neandertales y humanos ¿la misma especie?

La dispersa y fragmentada aparición de restos fósiles de humanos y especies próximas a lo largo de las últimas décadas plantea múltiples interrogantes. ¿Cómo evolucionamos hasta llegar a ser el hombre moderno? ¿Somos los neandertales, con los que convivimos miles de años en Europa, y los humanos modernos la misma especie? Hasta hace algún tiempo solo podíamos contar con la forma de los restos fósiles encontrados así como con los objetos que fabricaron. Ahora la genética molecular comienza a arrojar luz sobre este complejo puzzle.

Cráneo neandertal

El descubrimiento de los primeros restos de neandertales ocurrió hace mucho. En 1856 fueron encontrados en el valle alemán de Neander y estudiados por el anatomista Hermann Schaafhausen. Esto sucedió 3 años antes de que Darwin publicara El Origen de las Especies. Pensar que los hombres descendíamos de esa especie o que teníamos un antepasado común resultaba inadmisible. Durante mucho tiempo ni siquiera estuvo claro que pertenezcamos a distintas especies, aunque la respuesta más aceptada hoy es que no.

Los neandertales vivieron en Europa desde hace unos 250.000 años hasta unos 30.000. Se han encontrado restos de unos 400 individuos. Eran más bajos y robustos con unas cejas prominentes, frente baja y una capacidad craneal similar a la nuestra, aproximadamente litro y medio. Produjeron herramientas fabricadas en sílex y cuarcita como puntas talladas. Convivieron en Europa durante unos miles de años con los humanos modernos que emigramos de África mucho después y quizá fuimos la causa de su extinción.

Ernst Mayr definió en los 40 el concepto biológico de especie. Dos individuos pertenecen a la misma especie cuando puden cruzarse y tener un descendiente que también es fértil. Así, cuando varios individuos de un especie se separan por un accidente geográfico como un río, siguen reproduciéndose por separado. Llega un momento en el que difícilmente pueden aparearse entre sí miembros de los dos grupos y tener un cría fértil. Entonces se dice que pertenecen a especies distintas. A veces pueden aparearse y tener una cría fértil, pero menos adaptada y el cruce de especies no forma una especie nueva.

¿Qué ocurrió con los neandertales y humanos? Con restos fragmentarios hemos conseguido un borrador del genoma de los neandertales. Resulta que los humanos europeos y asiáticos pero no africanos tenemos algo del genoma de los neandertales. Es decir, en algún momento, hace unos 40.000 años, siquiera en una ocasión las dos especies se cruzaron en algún lugar de Europa o Asia. Pero continuaron siendo especies distintas. El experimento no prosperó y los restos fósiles muestran a las claras la separación.

En un interesante artículo, Todo ocurrió antes, se explican los detalles de las fechas de los restos fósiles. En los últimos años la genética molecular está aportando una gran claridad a la evolución de las especies y entre otros conceptos se usa el del reloj biológico. Si conocemos el genoma de dos especies podemos encontrar las distintas mutaciones que hay entre ellas. Si sabemos la velocidad a la que se producen las mutaciones podemos calcular hace cuánto tiempo se separaron o tuvieron un antecesor común. Esto nos ha llevado a datar los hechos de nuestra evolución y compararlos con las dataciones hechas por los paleoantropólogos. La secuencia es muy interesante.

Nos separamos de los macacos hace unos 30 millones de años. De los chimpancés hace unos 5 millones de años. De los neandertales hace medio millón de años. Los bosquimanos y el resto de los africanos hace 200.000 años. Los humanos que salieron de África lo hicieron en oleadas que comenzaron hace unos 100.000 años. Los europeos y asiáticos se separaron hace unos 50.000 años.

La fascinante historia de la evolución humana comienza a explicarse poco a poco en base a los restos de ADN que se pueden extraer de los restos fósiles que hemos ido dejando.

Fuente

20 de agosto de 2012

¿Es cierto que no hubo cruce con los neandertales?

Hace dos días pudimos leer en las noticias cosas como:
“No hubo sexo entre el Homo sapiens y el neandertal”; “Según un estudio, el ADN compartido se debe a un ancestro común y no al cruzamiento”
“Investigadores de la Universidad de Cambridge concluyeron que es improbable que las similitudes del ADN sean el resultado de sexo humano-neandertal…”
“Los humanos y los neandertales no tuvieron bebés”

Recordemos que en mayo de 2010 se publicó en la revista Science un importantísimo (yo diría histórico) trabajo científico con el borrador del genoma neandertal. En éste se aportaban pruebas de que tenemos actualmente genes procedentes del Hombre de Neandertal, que llegó a cruzarse con nuestros antepasados Homo sapiens sapiens o humanos anatómicamente modernos. Dichas pruebas consistían en una “anomalía” inesperada: la similitud genética con nuestros primos extintos era mayor en el caso de los genomas de individuos de Europa, Asia y Oceanía, y menor en los genomas de individuos africanos. Dado que los neandertales vivieron fuera de África, la mejor forma de explicar esa anomalía es mediante la hibridación entre sapiens recién llegados a Eurasia y neandertales nativos.

Por supuesto, esto puede ser erróneo, como cualquier cosa en el mundo de la ciencia. Las pruebas aparentemente más sólidas pueden quedar invalidadas por una investigación posterior. Pero esto, por el momento, no ha ocurrido. No hay pruebas contra la hibridación sapiens-neandertal. Nadie las ha aportado.
¿De qué estaban hablando entonces esos periódicos? Pues de un trabajo recientemente publicado en PNAS* por A. Eriksson y A. Manica. Sin embargo, ellos no niegan que existiera hibridación, a diferencia de lo que afirman muchos titulares periodísticos. Al menos, en el abstract no lo niegan. Simplemente afirman que las similitudes encontradas entre el genoma neandertal y el genoma de las poblaciones actuales extra-africanas pueden explicarse también de otra forma, sin recurrir a la hibridación. Por tanto, piden “cautela”. Lo que los autores dicen es que los mismos datos también son compatibles con otra hipótesis distinta.

¿Y qué hipótesis? La hipótesis de la “estructura poblacional antigua”. Simplificando mucho: imaginemos que, antes de que el Homo sapiens anatómicamente moderno saliera de África, sus poblaciones eran genéticamente muy diversas y esa diversidad tenía raíces antiguas, mucho más de lo que los genetistas suelen considerar. Algunas de esas poblaciones se parecían más, genéticamente, a los neandertales que vivían en Eurasia, porque conservaban más genes comunes con ellos, heredados lógicamente del antepasado común. Ahora imaginemos que la población que sale de África y coloniza el resto del mundo es, casualmente, una población que ya tenía cierta similitud genética con los neandertales. Bien, pues ya no necesitaríamos la hipótesis de la hibridación.

Pero esta hipótesis de la estructura poblacional antigua ya fue presentada como una alternativa a la hibridación en el primer artículo del genoma neandertal. Green y colaboradores** incluso la incluyeron en un gráfico como “escenario 4″ y afirmaron que no podían descartarla. Pero es una explicación más compleja, que requiere más asunciones. En la ciencia, por el llamado Principio de Parsimonia, hay que preferir la explicación más simple y “elegante”. Que en este caso es la de la hibridación.

En resumen, tenemos un trabajo publicado en Science que propone hibridación pero admite que otra hipótesis también sería compatible con los datos; Y dos años después sale en PNAS un artículo que vuelve a decir que la otra hipótesis es compatible con los datos, pero no llega a descartar la hibridación. Es aburrido, y es tonto. No es muy vendible como noticia; hay que exagerar un poco.

Lógicamente, el trabajo de PNAS ha sido bastante criticado, porque no aporta gran novedad y porque parece ignorar el progreso científico que ha tenido lugar en los dos últimos años. Ha sido calificado de “obsoleto“. En general, las pruebas de la hibridación se han fortalecido cada vez más. El análisis del genoma de Denisova aportó pruebas de una segunda hibridación con humanos arcaicos, esta vez aportando material genético que persiste en ciertas poblaciones del sudeste asiático y Melanesia. La hipótesis de la estructura poblacional antigua es ahora todavía menos parsimoniosa que en 2010. Dos recientísimos trabajos de Genética (Yang et al, 2012 ; Sankararaman et al, 2012) la dejan aún peor parada.



Imagen crédito | John Hawks

Para colmo, John Hawks ha adelantado en su blog un resultado que publicará en Septiembre: Ötzi, el “hombre de hielo”, la “momia natural” hallada en los Alpes, tiene una proporción de genoma compartido con los neandertales más alta que cualquier humano reciente que se haya examinado. Si los sapiens antiguos (Ötzi vivió hace unos 5.300 años) de ciertas zonas de Europa tuvieron más genes en común con el hombre de Neandertal, eso parece imposible de explicar mediante la hipótesis de la estructura poblacional antigua en África.

El amor  la hibridación va ganando :)
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*ResearchBlogging.orgEriksson A, & Manica A (2012). Effect of ancient population structure on the degree of polymorphism shared between modern human populations and ancient hominins. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America PMID: 22893688
**Richard E. Green et al. A Draft Sequence of the Neandertal Genome. Science 7 May 2010: Vol. 328. no. 5979, pp. 710 – 722 DOI: 10.1126/science.1188021

22 de mayo de 2012

Un museo de Alemania presenta al hombre de Neandertal vestido de ejecutivo




METTMAN. La réplica de un hombre de Neandertal vestido con ropas modernas en el Museo Neandertal de Mettmann.


El Museo de Neandertal de la localidad alemana de Mettmann, en el oeste del país, recibe desde hoy a sus visitantes con una réplica a tamaño natural de ese hombre primitivo vestido de ejecutivo moderno.

El "George Clooney de la edad de piedra" da la bienvenida elegantemente vestido con un terno gris, camisa y corbata, así como una barba de tres días, muy de moda también entre los hombres de negocios de la actualidad.

Modelado con silicona, el Neandertal del siglo XXI, de complexión fuerte y cabellos grisáceos, puede pasar, sin embargo, casi desapercibido por la normalidad de su aspecto.

Los responsables del Museo de Mettmann han querido con su nueva atracción demostrar que este extinto hombre primitivo, que vivió hace 30.000 años en Europa, es mas parecido a nosotros de lo que la gente se imagina.

Todos tenemos algo de Neandertal, asegura el museo, sobre todo tras demostrarse científicamente que el hombre moderno lleva un cuatro por ciento de herencia genética del legendario antepasado de la humanidad.

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27 de abril de 2012

¿Se comieron los humanos modernos a los neandertales?

'Los caníbales', de Francisco de Goya, donde ya retrató esta tendencia humana.

'Los caníbales', de Francisco de Goya, donde ya retrató esta tendencia humana.
  • Dos paleontólogos españoles plantean que se extinguieron al ser cazados
  • Los humanos modernos habrían acabado así con su competencia
La desaparición de los neandertales de la faz de la Tierra pudo deberse a que fueron cazados, como los mamuts, por los humanos modernos llegados a Europa hace unos 40.000 años, que acabaron devorándoles como parte de su menú. Esta se la innovadora hipótesis que han planteado dos investigadores españoles del Instituto de Paleoecología Humana y Evoluciòn Social (IPHES) en su último trabajo.

Varias han sido hasta ahora las teorías que manejan los paleoantropólogos sobre las causas de la desaparición de esta especie humana: el cambio climático, la poca diversidad genética, su dispersión en pequeños grupos y, por supuesto, la competencia con los recién llegados 'Homo sapiens' desde África. 

Pero ¿y si fueron cazados como a otros animales para comérselos?

Los paleontólogos Bienvenido Martínez-Navarro y Policarp Hortolà así lo defienden en la revista 'Quaternary International', donde explican que los neandertales fueron una presa de caza más de nuestra especie, ya sea para consumirlos como alimento o para acabar con la competencia ante la escasez de recursos, aunque al final acabaran también en su estómago.

Fémur de neandertal de Zafarraya, con marcdas de corte. |Cecilio Barroso
Fémur de neandertal de Zafarraya, con marcdas de corte. |Cecilio Barroso

"Creemos que fueron perseguidos como piezas de caza, como los mamuts o como aún lo son los gorilas o los chimpancés, que son de la nuestra familia taxonómica. Y pudo ocurrir también el mismo fenómeno cada vez que una especie de 'Homo' más avanzada se superpuso a otra que lo era menos, como el 'erectus' o el 'floresiensis", señala Policarp Hortolá.

La hipótesis se fundamenta en estudios que prueban cómo la megafauna es más difícil de extinguir que la pequeña en un cambio climático como los que hubo en el Cuaternario. Animales como los mamuts se ha probado que desaparecieron cazados por 'sapiens'. "Entonces, ¿Por qué no los neandertales, que también tenían bajas tasas de reproducción?", se pregunta Martínez-Navarro.
 
Especie depredadora
Su trabajo se fundamenta en el hecho de que los 'sapiens' llegaron a Europa con una tecnología muy superior, lo que les convirtió en "la especie con la mayor capacidad destructiva de la Tierra", en palabras del paleontólogo. Por ello, señala, no sería extraño que se comportaran como otros carnívoros depredadores, cazando todo aquello que fuera susceptible de ser comido, y mejor si, encima, eran competidores. "También los leones matan a hienas o guepardos y se comen su carne", recuerda el investigador.

Todavía no hay ningún yacimiento en el mundo que pueda servir para probar esta teoría. Si se han encontrado huesos de neandertal con marcas de corte, en el de Zafarraya (Málaga), pero fueron canibalizados por sus congéneres.

Menciona que los restos encontrados en el yacimiento de la Grotta del Cavallo, al sur de Italia, confirman que los humanos modernos se dispersaron con mucha rapidez por el continente cuando aún estaba habitado por neadnertales.

Martínez-Navarro, en declaraciones a ELMUNDO.es, recuerda que el canibalismo ha existido siempre en nuestra especie. Se ha documentado en la Gran Dolina de Atapuerta y también en algunas zonas del planeta durante el siglo XX. "La agresividad con los otros es una constante. Cuando los españoles llegaron a América violaban a las indias y mataban a los indios. Somos una especie territorial y agresiva", argumenta.

En definitiva, para los autores de este trabajo, aludir a los cambios climáticos no basta para explicar su fin total porque cuando hacía más calor las especies se dispersaban hacia el norte y con el frío bajaban al sur. Tendría mucho más que ver con el afán depredador humano, en su lucha por la supervivencia.

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El Mundo Ciencia

27 de febrero de 2012

Los neandertales europeos, al filo de la extinción antes del humano moderno

Mandíbula neandertal de Valdegoba. | UCM-ISCIII

Mandíbula neandertal de Valdegoba. | UCM-ISCIII

  • La mayoría de los neandertales de Europa murió hace 50.000 años
  • Un pequeño grupo recolonizó Europa central y occidental
  • Allí sobrevivieron otros 10.000 años, según un nuevo estudio genético
  • Científicos españoles participan en esta investigación internacional

Los neandertales europeos estuvieron al filo de la extinción antes de la llegada de los humanos modernos, según un estudio internacional que publica la revista 'Molecular Biology and Evolution' en el que participan investigadores españoles.

Esta es la principal conclusión de un estudio genético publicado en la citada revista, en el marco de un proyecto internacional, según ha informado el Museo de la Evolución Humana de Burgos en una nota.

De los resultados de esta investigación se deduce que los neandertales desaparecieron de la mayor parte del continente europeo hace unos 50.000 años y que posteriormente un pequeño grupo recolonizó Europa central y occidental, donde sobrevivió otros 10.000 años antes de que los humanos modernos entraran en escena (unos y otros llegaron a coexistir).

Recreación de un varón joven de Valdegoba. | Sonia Cabello

Recreación de un varón joven de Valdegoba. | Sonia Cabello

Según Love Dalén, del Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo, "el hecho de que los neandertales de Europa casi se extinguieran para luego recuperarse y que todo eso sucediera mucho antes de que tuvieran contacto con los humanos modernos fue una completa sorpresa para nosotros".

Dramáticos cambios climáticos

Esto indica, ha continuado, que "los neandertales pudieron ser más sensibles a los dramáticos cambios climáticos que ocurrieron durante la última edad del hielo de lo que se pensó previamente".

Debido a esto y al realizar los análisis de ADN sobre fósiles de neandertales del norte de España, los investigadores notaron que la variación genética entre los neandertales europeos fue extremadamente limitada durante los diez mil años que precedieron a su desaparición.

Fósiles europeos y asiáticos más antiguos muestran mayores niveles de variación genética, los mismos que se encuentran en otras especies que han sido abundantes durante mucho tiempo en un mismo territorio.

La diversidad genética de los neandertales más antiguos y de los asiáticos era tan alta como la de los humanos modernos como especie, mientras que la variación de los últimos neandertales europeos no alcanzaba a la de los humanos modernos de Islandia, dice Dr. Anders Götherström, de la Universidad de Uppsala.

Este estudio se basa exclusivamente en ADN muy degradado, por lo que los análisis requirieron el uso de metodologías avanzadas. Por ello, se contó con la colaboración de especialistas de varios países, entre los que figuran estadísticos de Dinamarca y EEUU, expertos en secuenciación moderna de ADN de Dinamarca, y paleontólogos de España. Según explica la nota, sólo cuando todos los miembros del equipo internacional revisaron sus hallazgos, tuvieron la certeza de que los resultados revelaban una importante y hasta entonces desconocida parte de la historia de los neandertales.

El punto de vista sostenido anteriormente sobre una Europa habitada por una población neandertal que había permanecido estable durante cientos de miles de años hasta la llegada de los humanos modernos debe revisarse, según los investigadores de este estudio.

Los investigadores destacan que este tipo de estudios interdisciplinares es extremadamente valioso para el avance de la investigación en evolución humana, pues el ADN de humanos prehistóricos ha aportado hallazgos inesperados en los últimos años. Es muy emocionante imaginar qué nuevos descubrimientos se producirán en los próximos años en este campo, dice Juan-Luis Arsuaga, profesor de Evolución Humana de la Universidad Complutense de Madrid.

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El Mundo Ciencia

21 de noviembre de 2011

Los neandertales fueron 'absorbidos' por los humanos modernos

Mapa de asentamientos durante la Edad de Hielo. Los puntos azules son de 'Homo sapiens' . los rojos de neandertales y los amarillos de posibles hibridaciones entre ambos. | Human Ecology

Mapa de asentamientos durante la Edad de Hielo. Los puntos azules son de 'Homo sapiens' . los rojos de neandertales y los amarillos de posibles hibridaciones entre ambos. | Human Ecology

La desaparición de los neandertales, que vivieron en Europa hace entre 300.000 y 28.000 años, continúa siendo objeto de especulación científica. La teoría vigente hasta hace pocos años, que señalaba que la inteligencia superior de los 'Homo sapiens' provocó su extinción, ha perdido peso a medida que aquellos homínidos han ido mejorando su imagen de especie muy primitiva y sin capacidad de adaptación a su entorno. Ahora, una nueva investigación, realizada con modelos informáticos, ha dado la vuelta a la tortilla y concluye que fueron 'absorbidos' por los más numerosos 'sapiens' porque eran muy similares.

El trabajo, publicado en la revista 'Journal Human Ecology', analiza la evolución biológica y cultural como respuesta al cambio climático durante la Edad de Hielo. Los investigadores, de las universidades de Arizona y Colorado, se centran en las poblaciones de cazadores y recolectores de hace entre 128.000 y 11.500 años. "Nuestros resultados muestran que los neandertales no se extinguieron porque tuvieran un comportamiento menos sofisticado que otros homínidos, dado que eran muy adaptables, sino que fueron víctimas de su propio éxito", afirma Michael Burton, de Arizona.

El equipo utilizó también datos arqueológicos para documentar cómo todos los grupos humanos fueron cambiando su comportamiento en Eurasia Occidental a lo largo de 100.000 años. Analizan cómo la movilidad aumentó a medida que el clima se iba enfriando y era necesario desplazarse en la búsqueda de alimentos. Sus continuos recorridos, según los modelos creados por ordenador, provocó que ambas especies se entrecruzaran muy a menudo.

Los autores defienden que los neandertales eran homínidos muy flexibles y capaces de modificar su comportamiento ante circunstancias muy duras,y que eso es lo que volvieron a hacer cuando se encontraron con la competencia de otra especie. "Es probable que los 'Homo sapiens' les vieran como posibles compañeros sexuales. Como consecuencia, en cierto plazo, se extinguió su población, fueron absorbidos", explica Julien Riel-Salvatore, de Colorado, también coautor del estudio.

Modelo de 1.500 generaciones

En su programa, los investigadores modelizaron el equivalente a 1.500 generaciones, demostrando así que humanos modernos y neandertales fueron ampliando anualmente sus encuentros, hasta su desaparición. Esta conclusión 'virtual', Burton asegura que la probaron con los restos arqueológicos.

No obstante, lo cierto es que en toda Eurasia no hay ninguna evidencia física de que ese encuentro llegara a producirse, no hay ni un yacimiento con restos de ambas especies en el mismo momento y hay muchos paleontólogos que apuntan que nunca llegaron a relacionarse.

Sin embargo, según Barton, su modelo también predice el bajo nivel de intercambio de genes de neandertal que se ha encontrado en los últimos estudios genéticos que acaban de ser publicados.

En otras palabras: al adaptarse de forma adecuada a los cambios climáticos severos, tanto los neandertales como otros homínidos menos conocidos (los denisovanos) se hicieron más vulnerables a la extinción biológica y con ello garantizaron su contribución genética a las poblaciones modernas.

En todo caso, y aunque las conclusiones chocan con otros trabajos, se trata de un nuevo método de aproximación a la paleoantropología. "Este modelo informático puede ayudar a mejorar nuestro conocimiento sobre el impacto a largo plazo de los seres humanos en su entorno para tener más datos a la hora de decidir sobre la ocupación de territorios en el futuro", señala Barton.

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El Mundo Ciencia

6 de septiembre de 2011

Los humanos modernos se cruzaron en África con especies más primitivas

Michael F. Hammer con un fósil de un homínido. | Universidad de Arizona.

Michael F. Hammer con un fósil de un homínido. | Universidad de Arizona.

La genética está revolucionando la historia de la Humanidad: ahora ha revelado que todos los humanos modernos se cruzaron con especies más primitivas que dejaron su rastro en el ADN, una teoría que hasta hace no mucho era desechada por gran parte de los investigadores. Si hace en mayo de 2010 se descubría que los 'Homo sapiens' se hibridaron con los neandertales al salir de África, ahora un nuevo estudio ha descubierto que los que se quedaron en este continente también tuvieron descendencia con homínidos arcaicos, de quienes se desconoce la identidad.

Un grupo de biólogos norteamericanos, liderados por Michael F. Hammer, de la Universidad de Arizona, ha llegado a esta conclusión después de comparar varias regiones del ADN de indígenas del centro de África: en algunas de las poblaciones cerca del 2% de su material genético provendría de un ancestro con el que se reprodujeron sus antepasados hace unos 35.000 años. No se sabe la especie, pero sí que su rama evolutiva se había separado de la nuestra hace unos 700.000 años.

Los científicos se centraron en 61 regiones del ADN no codificado (lo que no son genes) de 16 individuos mandingas, 16 pigmeos baka de Camerún y nueve san (bosquimanos) sudafricanos, si bien también utilizaron muestras de otras étnias, como los dogón (Malí), los xhosa (Sudáfrica) o los mbuti (de República Democrática del Congo).

Homínidos de transición

Partían de una pregunta sin respuesta: si los 'Homo sapiens' se hibridaron con los neandertales hace 60.000 años, dejándoles hasta un 4% de su ADN, y también hubo cruce con los denisovanos ¿no habría sucedido lo mismo en África? A fin de cuentas, se dijeron, allí podían haber convivido con muchas más especies primitivas durante decenas de miles de años. "El registro fósil indica que hay una gran variedad de homínidos de transición, con características modernas y arcaicas en un área que va de Marruecos a Sudáfrica", recuerdan en un artículo que publican hoy en 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS).

Pero la respuesta no la encontraron en las bases de datos que existen sobre la genética de los pueblos africanos: por un lado, porque no habían tenido en cuenta las mutaciones causadas por la selección natural; y por otro, porque no había información sobre cazadores-recolectores, que son la mayor reserva de diversidad genética del planeta.

Una dificultad añadida es que en África es muy complicado, si no imposible, recuperar ADN de homínidos extintos, como ocurrió con los neandertales, debido a sus condiciones climáticas, muy cálidas.

Fue al analizar algunas secuencias genéticas del cromosoma 4 cuando descubrieron que la única explicación plausible para estos polimorfismos era que procedieran de un homínido arcaico. Además, mientras los pigmeos tienen el porcentaje más alto (un 3,6%) de una de las mutaciones, en otras les superan los bosquimanos (con un 11,9%) y los mbuti (un 14,8%). Precisamente, estos últimos son los que han vivido más aislados durante miles de años en las selvas congoleñas. "Toda esta información sugiere que África central fue el hogar de un homínido arcaico que se hibridó con los humanos modernos que vivían allí", aseguran los autores.

Hibridación

Los biólogos no ponen nombre a la especie. Tan sólo apuntan que se separó de la rama humana en el Pleistoceno Medio y se mantuvo aislada cientos de miles de años. "Hace 700.000 años en África vivía el 'Homo erectus', que ya tenía un cerebro grande; hace 200.000, ya había individuos con una morfología moderna. Y hay restos de homínidos con rasgos primitivos hasta hace 35.000 años. La eviencia que presentamos aquí sugiere que una especie que llevaba mucho tiempo separada cambió genes con otra que evolucionaba hacia una apariencia moderna o ya la tenía. Y ese fenómeno ocurrió en África central", asegura el equipo de Hammer, que defiende que la hibridación "ha jugado un papel clave en el origen de algunos de nuestros rasgos humanos únicos".

El biólogo Carles Lalueza-Fox (CSIC), que participó en el proyecto del genoma del neandertal, reconoce que "si los sapiens pudieron cruzarse fuera de África, también lo podían hacer dentro" y apunta que "el panorama de la emergencia de nuestra especie es definitivamente más complejo de lo que hubiéramos pensado hace un par de años".

Los autores no entran en determinar qué función tiene ese ADN que han conservado algunos africanos hasta nuestros días. En el caso de los neandertales, se sabe que dejaron genes que mejoraron el sistema inmune de los sapiens. En éste, los científicos ya están buscando para qué les ha servido.

Fuente:Enlace

El Mundo Ciencia

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