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10 de mayo de 2019

Esto dice la ciencia sobre el instinto maternal

Los estudios más recientes de las sustancias químicas del cerebro y el desarrollo social sugieren que necesitamos reconsiderar nuestra definición de maternidad. 


Antes y después de conocer a su nieto por primera vez, Sarah Blaffer Hrdy escupió en un vial. Dos semanas después, cuando su marido llegó para conocer al recién nacido, le pidió que hiciera lo mismo.

Más adelante, las pruebas de laboratorio revelaron que los niveles de Hrdy de una sustancia química cerebral denominada oxitocina se habían disparado un 63 por ciento aquella tarde. Los de la saliva de su marido mostraban un ascenso de un 26 por ciento tras su encuentro inicial, pero varios días después, también aumentaron hasta el 63 por ciento.

«En el resultado final no había diferencias entre mi marido y yo, solo que a él le hizo falta pasar un poco más de tiempo con su nieto para alcanzarlos», afirma. La respetada antropóloga, ahora profesora emérita de la Universidad de California, Davis, ha escrito exhaustivamente sobre la ciencia de la maternidad humana.

«Todos los mamíferos hembra tienen respuestas maternales o “instintos”, pero esto no significa, como se suele asumir, que toda madre que dé a luz esté preparada automáticamente para cuidar de su descendencia», afirma Hrdy. «Más bien, las hormonas gestacionales preparan a las madres para responder a los estímulos de su bebé y, tras el parto, poco a poco, va respondiendo a las señales».

No es solo el caso de las mujeres que dan a luz físicamente: Hrdy y su marido son abuelos, pero a ella no le resulta en absoluto sorprendente que ambos registraran aumentos similares de oxitocina, una hormona asociada con los vínculos maternales. Según ella, tanto las madres que dan a luz como las madres que adoptan deberían considerarse «madres biológicas», basándose en los cambios que tienen lugar en sus cuerpos cuando se convierten en madres.

«Ambas experimentan transformaciones neuroendocrinológicas similares, incluso en ausencia del parto o la lactancia», afirma Hrdy.

El trabajo de Hrdy da testimonio de los muchos matices de la maternidad posibles en humanos. En las sociedades occidentales, quién se convierte en madre —y quién quiere ser madre— es diferente en la actualidad respecto a hace unas décadas. Las mujeres están retrasando cuándo y cuántos hijos tienen, o viven felizmente sin descendencia. Cada vez se acepta más a los padres del mismo sexo. Y a principios de año, una mujer transgénero se convirtió en la primera en amamantar a su bebé.

Aunque cada uno tiene una idea propia de qué es ser madre, la ciencia puede desvelar por qué cada tipo de madre se comporta de una forma determinada.

Lea el artículo completo en: Nat Geo

Lucy Wills, la descubridora del vital ácido fólico para las embarazadas


La científica británica investigó un factor nutricional en la levadura, conocido al principio como Factor Wills, que prevenía y revertía la anemia macrocítica.

El retrato de Lucy Wills que hay en la biblioteca del Colegio de Médicos de Edimburgo está muy lejos de transmitir la energía e inquietud que demostró como científica a lo largo de su vida. Muestra a una mujer serena en el jardín botánico al que dedicó el último cuarto de su vida, un retrato privado por el que resulta imposible adivinar que hablamos de una eminente hematóloga que practicaba el esquí de fondo, escalaba montañas e iba a trabajar en bicicleta.

Gracias a la buena educación que primero recibió y a la que más tarde pudo tener acceso, desarrolló una independencia financiera y de pensamiento que la convirtieron en una persona muy crítica con el sistema y con los comités médicos y científicos conservadores de principios del siglo pasado. Esa independencia, capacidad y ansias de conocimiento le dieron, a su vez, todo tipo de oportunidades profesionales que siempre puso al servicio de la humanidad.

Lucy Wills nació en una pequeña localidad cerca de Birmingham el 10 de mayo de 1888. Fue la tercera hija de una familia acomodada y con grandes inquietudes por los estudios científicos: su madre fue la única hija -con seis hermanos- de un conocido médico de Birmingham; su bisabuelo había participado en la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia y escribió artículos sobre meteorología y otras observaciones científicas, y su padre estaba particularmente interesado en la botánica, la zoología, la geología y las ciencias naturales en general, así como en el desarrollo de la ciencia de la fotografía.

Gracias a la lucha por la igualdad y a los logros en la consecución de derechos para las mujeres en la época victoriana, Wills fue una de las primeras generaciones de niñas que se benefició de una educación de calidad en ciencias en internados que hasta pocos años antes eran exclusivamente para varones. Asistió al Cheltenham College for Young Ladies y, años después, en 1911, obtuvo la doble licenciatura en Botánica y en Geología en el Newnham College de Cambridge University, otra institución a la vanguardia en la educación de mujeres.

El interés principal de Wills en ese momento era todavía la ciencia, no la medicina, así que después de Cambridge viajó a Sudáfrica con Margaret Hume, una compañera de estudios y amiga durante toda su vida. Hume estaba interesada en el trabajo de Sigmund Freud y Wills se contagió de ese interés hasta el punto de plantearse estudiar psiquiatría. Sin embargo, el trabajo que realizó como enfermera en Sudáfrica durante la Primera Guerra Mundial la llevó a decidirse sobre la carrera de Medicina.

De regresó a Londres, Lucy Wills ingresó en la London School of Medicine for Women, la primera escuela de medicina para mujeres de Inglaterra, y obtuvo su título universitario de médico en 1920. Comenzó a trabajar con otro amigo de Cambridge en el Departamento de Patología Química del Royal Free Hospital, y a medida que aumentaba su interés y conocimiento de la biología médica también lo hacía por el área de la hematología.

En 1928 Lucy Wills comenzó su trabajo de investigación en India para tratar de aislar los factores dietéticos que desempeñaban un papel en la llamada anemia perniciosa del embarazo. La científica estuvo en el país asiático hasta 1933, aunque algunos veranos regresaba a Inglaterra para continuar sus investigaciones en los laboratorios de Patología. En esos años, la prevalecía de muerte entre las mujeres más pobres con deficiencias nutricionales era muy alta.


La doctora Margaret Balfour, del Servicio Médico de India, le pidió que se uniera a ella en la investigación sobre la mortalidad materna y los estudios de Wills concluyeron que en el proceso estaba involucrado algún tipo de deficiencia de vitaminas. Wills también trabajó estrechamente con otros científicos como Sakuntala Talpade, Robert McCarrison y Manek Mehta para intentar encontrar un suplemento que pudiera superar la deficiencia que estaban observando.
Realizó experimentos con ratones albinos buscando suplementos que les hicieran superar las deficiencias de la anemia y también lo hizo con monos. En una ocasión, administró marmite, una pasta muy barata y comestible a base extracto de levadura, a uno de los primates que estaba dando resultados especialmente malos y sus efectos se tornaron en maravillosos.
Más adelante comenzó a tratar a mujeres embarazadas con varias sustancias y demostró que el extracto de levadura era efectivo. No pudo determinar cuál era exactamente el factor determinante, que pasó a ser conocido como el Factor Wills, y no fue hasta 1941 cuando el indispensable ácido fólico en la actualidad fue aislado en la espinaca.
Lucy Wills, la descubridora del vital ácido fólico para las embarazadas
Lucy Wills regresó a Londres en 1939 y continuó con su trabajo sobre la anemia y el efecto de la dieta en la salud y la enfermedad. Siguió con sus investigaciones como patóloga y, más tarde, fue nombrada jefa de patología hasta su jubilación en 1947. Sin embargo, nunca dejó de lado la ciencia y volvió a trabajar en Sudáfrica y en Fiji estudiando los efectos de la nutrición en la salud.
La brillante hematóloga falleció el 16 de abril de 1964, a los 75 años de edad. El obituario que el dedicó el ‘British Medical Journal’ destacó sus grandes cualidades humanas y su gran contribución a la ciencia y a la salud, especialmente en el campo de la nutrición.
Wills fue una viajera y una trabajadora incansable. Decidió no ejercer la profesión de Medicina para dedicarse a la investigación. Nunca se casó ni tuvo hijos, pero a pesar de su fuerte temperamento y sus convicciones inamovibles, disfrutó de la vida con generosidad, amabilidad y gran sentido del humor. Su habilidad en el trabajo para la resolución de problemas le permitió ser amiga de todos con los que colaboró, admirándola siempre por sus grandes cualidades humanas. En los últimos años de su vida se dedicó a sus aficiones más tranquilas: jardinería, música, teatro… pero no dejó su compromiso con los demás y durante una década ejerció como edil de Trabajo en Chelsea.
Nutricionistas y hematólogos reconocen en la actualidad su gran legado, basada en la observación simple pero que supuso un hito en la historia médica y, sobre todo, en la salud de las mujeres embarazadas.

25 de junio de 2016

El poder de la voz de la madre en sus hijos

Más regiones que las que se estimulan al oír otras voces son activadas cuando el niño oye la voz de su madre. Oír la voz materna anima las emociones, el afecto, la memoria, y la recompensa, e impulsa las habilidades comunicativas y sociales de los niños.

Es lo que revela un reciente estudio de un equipo de científicos de la Stanford University School of Medicine, en Estados Unidos.

Vínculo madre e hijo

El vínculo entre la madre y sus hijos cada vez se revela como más importante para el correcto desarrollo del segundo. El contacto piel con piel entre la madre y el hijo, después justo de dar a la luz, por ejemplo, resulta fundamental para el desarrollo posterior del bebé

El psiquiatra británico John Bowlby fue el primero en exponer una teoría coherente sobre el apego y el desarrollo de los niños en 1960. Mary Ainsworht, de la Universidad John Hopkins de Baltimore, aportaría los datos empíricos que demostraban que, si el progenitor no suscita en el bebé una sensación de seguridad, cuidado y afecto, el bebé no se desarrolla en la medida necesaria para relacionarse con el mundo.

La voz materna

De igual modo, la voz materna, según el estudio realizado por científicos de la Stanford University School of Medicine y que ha sido publicado en PNAS, señala que resulta también muy importante. 

En el estudio se midió la actividad cerebral de 24 niños sanos de entre 7 y 12 años mientras escuchaban palabras de menos de un segundo y sin sentido de sus madres biológicas, parangonadas con las de dos mujeres desconocidas

Una amplia variedad de regiones cerebrales se activa en los niños cuando escuchan la voz de sus madres, tal y como explica Daniel A. Abrams, autor principal del trabajo e investigador en el departamento de Psiquiatría y Ciencias Comportamentales:

Estas regiones incluyen no solo las estructuras auditivas del cerebro, sino también las que están asociadas con la recompensa y el procesamiento de las emociones, el afecto, y la memoria, así como las regiones visuales asociadas con el procesamiento de la cara (los niños no ven nada cuando se les hace el escáner) (...) Nuestro trabajo sirve como patrón inicial para examinar las bases de la percepción del habla en poblaciones clínicas, como los autistas.

Tomado de:

Xakata Ciencia

2 de marzo de 2014

Dick Swaab: 'La orientación sexual se determina en el útero'

12 de febrero de 2014

Esta semana, en una pequeña tertulia en la residencia del embajador de Holanda en España, el neurólogo Dick Swaab (Ámsterdam, 1944) mostraba una foto de sus hijos cuando eran pequeños: la niña entretenida con unas muñecas y el chico con un coche. A continuación, mostró la misma escena pero protagonizada por dos monos, hembra y macho. Las preferencias de unos y otras por unos juguetes y no otros, explicó, no tienen nada que ver con el ambiente o la educación recibida de los padres, sino con las preferencias del cerebro femenino por los rostros (las muñecas) y por los objetos en movimiento (los coches) en el caso del cerebro masculino.

Swaab ha visitado esta semana Madrid invitado a los 'Diálogos por la Ciencia' que organiza la Obra Social La Caixa para presentar su best seller Somos nuestro cerebro (Plataforma actual), un libro que lleva vendidos más de 400.000 ejemplares en Holanda y al que acompaña la polémica desde su publicación por sus puntos de vista sobre la homosexualidad o la religión, entre otras cuestiones. "Sé cuántos se han vendido, pero no cuántos de los lectores lo han acabado o comprendido", bromea con EL MUNDO ante las más de 600 páginas de su manuscrito.


Probablemente uno de los aspectos más controvertidos de su libro es el que indica que la orientación sexual se determina durante la gestación del embrión en el embarazo. 
 
La orientación sexual del individuo se determina en el útero materno por una serie de factores. Un 50% de ellos son genéticos y los otros son interacciones entre las hormonas y las células en el cerebro en desarrollo. Puede haber muchos factores implicados, también externos. Como el estrés de la madre durante la gestación, que segrega altos niveles de hormonas como el cortisol que atraviesan la placenta e interactuan con las hormonas del cerebro en desarrollo, también el tabaco (la nicotina también afecta al cerebro en desarrollo), ciertos fármacos, compuestos de tipo hormonal... Hay otro factor interesante que también influye: el número de hijos varones nacidos antes que tú. Es una cuestión inmunológica, cuando la madre está embarazada de un niño, éste genera una proteína que el organismo de la madre reconoce como extraña, y produce anticuerpos contra este compuesto que reconoce como extraño. Cuantos más hijos varones haya tenido, más eficientes son esos anticuerpos y eso influye en la orientación sexual del cerebro del niño en desarrollo.
Sus puntos de vista sobre la homosexualidad han sido criticados por quienes consideran que se trata de una manera de 'patologizar' o medicalizar la cuestión. 
 
La ciencia es una búsqueda de la verdad. En los años 60 ó 70 se creía que la homosexualidad era fruto de una madre dominante, era la madre a la que se patologizaba sin ningúna razón. Ahora sabemos que la base está en el cerebro, hay variabilidad en todo lo que hacemos, todos nuestros potenciales. La variabilidad es el motor de la evolución. Hay variabilidad en todos los aspectos del comportamiento, y debería aceptarse. Nada más lejos de patologizar, sino aceptar que la gente es diferente, que hay que proteger esas diferencias y permitir a cada uno vivir de acuerdo a lo que marca nuestro cerebro.
Algunos colegas argumentan que sus afirmaciones no se han replicado en otros ensayos, que no hay evidencias científicas suficientes. 
 
Sí, hay estudios que demuestran eso. No estoy muy de acuerdo con esa afirmación. Además, se demuestra también porque la gente ha intentado corregir la homosexualidad de diversas maneras hasta la fecha sin éxito. Se ha tratado con hormonas, castración, trasplante de testículos, psicoanálisis, compuestos como la apomorfina... También se ha encarcelado a la gente, pero nada de esto logra cambiar la orientación sexual. Hay otra línea de investigación más reciente, sobre los hijos adoptados de parejas homosexuales, y se ha demostrado que criar a un niño en este entorno no influye en su orientación sexual, porque todo está programado desde muy temprano en el desarrollo cerebral.
Según esos puntos de vista, ¿no hay nada entonces que podamos hacer para cambiar lo que viene escrito de serie en nuestro cerebro? ¿Nada que la educación o el ambiente social puedan aportar? 
 
No es una cuestión de nada, pero la orientación sexual no se puede influenciar después del nacimiento. Por supuesto que todo lo que aprendemos cambia nuestro cerebro, nuestras sinapsis. El cerebro está cambiando por todo lo que aprendemos, lo que hacemos, lo que vemos, lo que pensamos... el cerebro tiene una cierta plasticidad, pero para algunos comportamientos -como la orientación sexual- no hay esa plasticidad. Igual que la identidad de género. Si eres hombre o mujer está escrito en el cerebro desde que nacemos, y los niños pueden tener fuertes convicciones a la edad de dos o cinco años de que han nacido en un cuerpo equivocado, sin que se pueda hacer nada más que cambiar ese cuerpo, el cerebro no se puede cambiar, me refiero a la transexualidad. 
También ha dicho que hay diferencias físicas entre el cerebro de un hombre y una mujer. ¿Cuáles son?
 
Hay diferencias a todos los niveles. Los genes del cromosoma Y de los varones están ya expresados en todo el cerebro masculino desde la segunda mitad del embarazo, por lo que hay diferencias moleculares, funcionales, también de la conexión entre los hemisferios izquierdo y derecho, que es mayor entre las mujeres. Ellas son capaces de combinar distintas piezas de información para llegar a conclusiones, ésa es la base de la intuición femenina, son mejores en la interacción social, el lenguaje, mientras que los hombres son más capaces de focalizar y centrarse en un aspecto. En todos los niveles, del molecular al tamaño, hay muchas diferencias entre hombres y mujeres.
¿Qué hay sobre la inteligencia? ¿Hay una especie de gen de la inteligencia?
 
El cociente intelectual [IQ en inglés] es un 88% genético, por eso es importante elegir bien a tus padres. La inteligencia es el producto de todos los genes que componen el cerebro, no hay un gen de la inteligencia. Es la forma en que el cerebro reacciona al entorno y soluciona los problemas.
¿Pero hay algo que las madres puedan hacer durante el embarazo para que sus hijos sean más inteligentes?
 
Las madres pueden hacer mucho para evitar daños, dejar de usar fármacos que no sean absolutamente necesarios, evitar el tabaco, el alcohol, la contaminación... Todo eso es muy importante para el desarrollo del cerebro en el útero. También se puede ejercitar el cerebro después de nacer si el niño nace en un entorno sano y estimulante, la estimulación es ejercicio para el cerebro. El niño tiene unos potenciales que debe desarrollar, en base a la estimulación que recibe de su entorno. Si crece por ejemplo en un hogar bilingüe, se puede retrasar hasta cuatro años la aparición del Alzheimer. Se pospone porque estás estimulando el cerebro con las dos lenguas. Una buena educación, un trabajo interesante y mantenerte activo hasta una edad tardía son algunas cosas que se pueden hacer para mantener tu cerebro intacto.
De alguna manera admite entonces que el entorno es importante. 
 
Sí, yo no he dicho lo contrario. Pero sí hay cosas importantes que están programadas en el cerebro en el momento de nacer y que no se pueden cambiar después. Tenemos memorias, cambiando todos los días, pero son cambios microscópicos, la plasticidad es muy limitada en algunas cuestiones. 
Fuente:
El  Mundo Ciencia

4 de junio de 2013

¿Por qué los bebés de Finlandia duermen en cajas de cartón?

Bebé durmiendo en una caja
Durante 75 años, las mujeres embarazadas en Finlandia han recibido cajas de cartón del Estado. Es como un paquete inicial con ropa, sábanas y juguetes que a su vez puede ser usado como camita. Muchos argumentan que esta política ha ayudado a que al país nórdico sea una de las naciones con menor tasa de mortalidad infantil en el mundo.

Se trata de una tradición que data de la década de los años 30 y busca dar a todos los niños finlandeses, sin importar su condición social, un comienzo de vida equitativo.
El paquete de maternidad, un regalo del gobierno, está disponible a todas las que esperan un bebé.

Contiene monitos, sacos de dormir, ropa para el aire libre, productos para el baño, así como pañales y un colchón pequeño.

Con el colchón en el fondo, la caja se convierte en la primera cama del bebé. Muchos niños tienen su primera siesta dentro la seguridad que brindan las paredes de cartón.

Las madres pueden escoger entre tomar la caja o recibir efectivo (unos US$214), pero el 95% opta por la caja, pues su valor es mucho mayor.

Esta tradición nació en 1938. Al principio era sólo para familias de bajos recursos, algo que cambió en 1949.

"No sólo fue ofrecido a todas las futuras madres, sino que la nueva legislación también significó que, para obtener la caja, tenían que visitar a un médico y una clínica pública prenatal antes de los cuatro meses de embarazo", cuenta Heidi Liesivesi, quien trabaja en Kela, la institución de seguridad social finlandesa.
La caja les daba a las madres lo que necesitaban para cuidar a sus bebés, pero también ayudaba a guiar a las mujeres hacia los brazos de los profesionales de la salud del Estado de bienestar naciente de Finlandia.

Cambio brusco

Recién nacido durmiendo

En Finlandia, el índice de mortalidad por nacimientos ha bajado de más de 70 por cada 1.000 bebés a menos de cinco.

En los años 30, el país nórdico era muy pobre y la mortalidad infantil era alta, con 65 muertes por cada 1.000 nacimientos. Pero estos datos mejoraron rápidamente en las décadas siguientes.

Mika Gissler, un profesor del Instituto Nacional de la Salud y Bienestar en Helsinki, ofrece varias razones para esto: a la caja de maternidad y los cuidados prenatales para todas las mujeres en los años 40 les siguieron, en los 60, un sistema de seguridad social nacional y una red de hospitales centralizada.

Con 75 años, la caja está ahora institucionalizada en Finlandia como la transición hacia la maternidad, algo que une a varias generaciones de mujeres.

Reija Klemetti, de 49 años, vive en Helsinki. Recuerda ir a la oficina de correos y recoger la caja de uno de sus seis hijos.

"Era emocionante recibirla y que de alguna forma fuera la primera promesa de bebé. Mi mamá, mis amigos y mis familiares estaban ilusionados con ver qué tipo de cosas recibiría y qué colores habían escogido para ese año".

Su suegra, de 78 años, contó en gran medida con la caja cuando tuvo al primero de sus cuatro hijos en los años 60. En ese punto, tenía poca idea de lo que podía necesitar.

La caja de hoy en día

  • Colchón, funda de colchón, edredón, manta, saco de dormir / edredón para dormir
  • La misma caja funciona como una cuna
  • Traje para la nieve, gorro, guantes y botas aislantes
  • Traje ligero encapuchado y monos de punto
  • Calcetines y manoplas y sombrero y pasamontañas de punto
  • Monos y ropita en diferentes colores y estampados unisex
  • Toalla de baño con capucha, tijeras de uñas, cepillo de pelo, cepillo de dientes, termómetro de baño, crema de pañales, estropajo para el baño
  • Pañal de tela y trapos para limpiar a los bebés
  • Libro de imágenes y juguetes para la dentición
  • Parches para los pechos, condones
Más recientemente, la hija de Klemetti, Solja, compartió con 23 años la emoción que su madre sintió una vez, cuando se hizo poseedora de la "primera cosa substancial" incluso antes que el bebé. Ahora tiene dos hijos.

"Es fácil saber en qué año nacieron los bebés, porque cada año cambia un poco la ropa que viene. Está bien comparar y pensar 'ese niño nació el mismo año que el mío'", dice Titta Vayrynen, una madre de 35 años que tiene dos hijos.

"Las más felices"

Algunas familias no podrían costear el contenido de la caja si no fuera gratuito, a pesar de que para Vayrynen fue más una cuestión de ahorrar dinero.

Ella trabajaba muchas horas cuando quedó embarazada de su primer hijo y agradeció no tener que buscar tiempo para salir de compras y comparar precios.

"Hubo un reciente informe en el que se asegura que las madres finlandesas son las más felices del mundo, y la caja es una de las cosas que me vienen a la mente. Nos cuidan muy bien, incluso ahora que algunos servicios públicos han sido recortados", agrega Vayrynen.

Cuando tuvo a su segundo hijo, Ilmari, ella optó por el dinero en efectivo en lugar de la caja y sencillamente volvió a usar todo lo que le habían dado para su primogénito Aarni.

Un niño también puede pasarle ropa a una niña y viceversa, pues los colores son deliberadamente neutrales.

El contenido de la caja ha cambiado bastante con el paso de los años.

Durante las décadas del 30 y del 40, tenían telas porque las madres estaban acostumbradas a confeccionar ropa de bebés.

Pero durante la Segunda Guerra Mundial, el algodón y los tejidos eran requeridos por el Ministerio de Defensa, así que en las cajas había sábanas de papel y un cobertor de tela.
 
Historia de una caja 
 
Caja de 1953
  • 1938: dos tercios de las mujeres que dieron a luz ese año fueron candidatas al subsidio en efectivo, la caja de maternidad o una mezcla de las dos. Desde el principio el paquete podía ser usado como una cuna en hogares más pobres, donde las condiciones higiénicas no eran las más apropiadas para el bebé.
  • 1940: a pesar de la escasez en tiempos de guerra, el programa continuó cuando muchos finlandeses perdieron sus casas en los bombardeos y evacuaciones
    .
  • 1942-6: El papel remplazó a la tela en artículos como envolturas de pañales y sábana para la madre.
  • 1949: El paquete es ofrecido a todas las madres en Finlandia, siempre y cuando se hicieran controles de salud prenatal (el paquete de la foto de arriba es de 1953).
  • 1957: Las telas y material para coser fueron remplazados por prendas ya confeccionadas.
  • 1969: Se añaden pañales desechables al paquete.
  • 1970: Con más mujeres trabajando, las ropas blancas se sustituyen por algodones elásticos y fáciles de lavar.
  • 2006: Se reintroducen los pañales de tela y se retira el biberón para fomentar la lactancia materna.
En los años 50 hubo un incremento de la ropa fabricada, y en los 60 y 70 la indumentaria incorporó nuevas telas elásticas.

Sin desechables ni biberones

El saco de dormir apareció en 1968, y al año siguiente hubo pañales desechables por primera vez.

Pero no por mucho tiempo.

Con la llegada del nuevo siglo, retiraron los pañales desechables y regresaron los de tela, cumpliendo con lineamientos de protección del medio ambiente.

Motivar una buena maternidad y paternidad siempre ha sido parte de la política de la caja.
"Los bebés solían dormir en la misma cama que sus padres y se recomendó dejar de hacerlo", explica Panu Pulma, profesor de historia finlandesa y nórdica en la Universidad de Helsinki. "Incluir la caja como cama significó que la gente empezó a dejar que sus bebés durmieran aparte".

En determinado momento, las botellas de bebés (biberones o teteros) y los chupetes o chupones fueron retirados para promover la lactancia materna.

"Uno de los principales objetivos de todo el sistema ha sido lograr que las mujeres den más el pecho", dice Pulma, quien agrega que "ha funcionado".

El experto también piensa que incluir un libro de cuentos ilustrado ha tenido un efecto positivo, pues motiva a los niños a manipular libros y, un día, a leerlos.

Además de todo esto, Pulma asegura que esta caja es un símbolo.

Un símbolo de la idea de igualdad y de la importancia de los niños.

Fuente:

BBC Ciencia

9 de mayo de 2013

Las raíces del vínculo materno: El amor de la madre primate

Una hembra de gorila protege a su cría, escoltada por dos machos. | Bioparc Valencia

Una hembra de gorila protege a su cría, escoltada por dos machos. | Bioparc Valencia
Pronto se celebrará el Día de la Madre y es el momento perfecto para repasar lo fundamental que este rol social ha supuesto en la historia evolutiva de nuestra especie.

Según la Teoría de la Eva mitocondrial, todos los humanos actuales descendemos de un pequeño grupo de mujeres que vivieron hace unos 190.000 años en la zona oriental del continente africano. La evidencia se encuentra en un pequeño fragmento de ADN que poseemos todas las etnias del planeta tierra, transmitido por vía materna. Pero la historia de este fantástico viaje que ha supuesto la relación madre-cría en la evolución de los humanos y otros primates comenzó varios millones de años antes.

En los mamíferos, la responsabilidad del cuidado recae principalmente en las madres (95% de las especies conocidas). Las teorías clásicas apuestan por la aparición del cuidado materno debido a que los hombres no somos fiables. La tendencia a cazar, luchar e irnos con otras mujeres nos convierte en unos progenitores que proporcionan escasa seguridad a la hora de aportar los 13 millones de calorías que, el antropólogo Hillard Kaplan, ha calculado que son necesarias para criar a un humano hasta el momento de su independencia.
                 
La maternidad es un sistema de inversión parental clave para nuestra adaptación que no poseen todas las especies del Reino Animal. En peces, es frecuente que sea el padre el encargado del cuidado y crianza de la descendencia. En el caso de las aves, predomina el modelo en el que ambos sexos cooperan por igual. Pero estos animales no dependen tanto de los conocimientos de otros individuos para sobrevivir como nosotros.

Sin la existencia del cuidado maternal, los primates probablemente nos hubiéremos extinguido hace millones de años o simplemente no seríamos la especie tan exitosa que representamos hoy en día. A diferencia de otros animales, los grandes simios nacemos con pocas habilidades para comportarnos en grupos tan complejos como en los que vivimos. Las primeras lecciones sociales las aprendemos de nuestras madres.

En una visita reciente al Bioparc de Valencia, el biólogo responsable de primates Rubén Pardo, me contó que Mirinda, una hembra chimpancé solía poner límites al comportamiento de su cría Kimbo. Kimbo tenía la mala costumbre de hacer demostraciones de fuerza que copiaba de los adultos, pero que eran peligrosas ya que no correspondían a su edad ni poder. Mirinda solía parar de raíz estas conductas agarrándole, dándole a entender que no era lo adecuado. Es peligroso despertar la agresividad de otros machos adultos si no puedes hacerles frente.

Además, es necesario aprender a defenderse y obtener recursos del entorno. Esta flexibilidad tan característica de la especie humana supone una ventaja en ambientes cambiantes y complejos, ya que podemos aprender de la experiencia de otros, pero también es una desventaja porque dependemos muchos años de individuos que deben invertir gran cantidad de tiempo y energía en nosotros.



En la relación madre-cría también se produce un desarrollo emocional que jugará un papel clave en el futuro, tanto en la vida social como personal. En varios experimentos realizados por Harry Harlow sobre la importancia del apego con las madres para los primates, se demostró que unos macacos recién nacidos preferían estar con una falsa madre de trapo a una de frío metal, aunque esta última portaban un biberón.

Los resultados obligaron a modificar protocolos de trato en orfanatos y hospitales, con el objetivo de proporcionar mayor contacto físico a los bebés. Pero este papel afectivo no lo ha de cumplir necesariamente la madre biológica. En los casos de chimpancés huérfanos, suele ocurrir que una hermana de la madre u otra hembra no emparentadas asumen el cargo con gran entusiasmo.

Muchos primates mantenemos el vínculo con nuestras madres de por vida. Los bonobos continúan el contacto con sus madres pasados muchos años. En la mayoría de las sociedades humanas ocurre lo mismo. Las visitamos de manera periódica o mantenemos el contacto por teléfono e internet. En chimpancés, también hay registrados casos de relaciones de larga duración entre madres y sus hijos.
Sobre la base de la experiencia de la relación madre-cría, interpretamos y exploramos el mundo que nos rodea. Se ha demostrado que el estilo de apego que mantenemos con nuestras madres influye en la curiosidad, la creatividad, las ganas de vincularnos con otras personas y la tendencia a explorar el mundo. En una conversación que mantuve hace varias semanas con Jane Goodall, me contó el caso de madres chimpancés que aplican una fórmula muy exitosa: afectividad, ser juguetonas, tolerantes y dispuestas a poner límites.

En el fenómeno de la maternidad pueden rastrearse los orígenes del entendimiento mutuo y la empatía. La bióloga evolutiva Sarah Blaffer Hrdy cree que debido a la gran dependencia de las crías humanas, las madres del Paleolítico tuvieron que ser ayudadas por otros miembros de grupo: tías, abuelas, niños más maduros, etc. Gracias a esta organización en torno a los bebés, la sociabilidad de nuestra especie se vio favorecida.

La cooperación de todos era necesaria para sacar adelante a la descendencia, lo que generó mayor cohesión de los grupos y se favorecieron los mecanismos de entendimiento. De hecho, aún hoy en día, podemos comprobar como en sociedades menos industrializadas que la nuestra, la implicación de toda la familia en la crianza es frecuente. En España aún quedan algunas reminiscencias y puede que la crisis que haya hecho florecer de nuevo esta tendencia tan ancestral.
                    
De lo que sí podemos estar seguros es que la maternidad ha cambiado la historia evolutiva del ser humano para siempre. A partir de ese vínculo tan especial se han desarrollado o potenciado otras capacidades cognitivas que hacen de nuestra especie un animal excepcional. Además, pocas cosas en común son tan fáciles de entender para cualquier ser humano del planeta, por diferente que sea, que la experiencia vital de haber tenido una madre.

Fuente:

Yo Mono (El Mundo)

5 de marzo de 2013

Los errores que deben evitar los padres cuando crían a sus hijos

Errores que deben evitar los padres al educar a sus hijos

Dicen que la profesión de ser padres es una de las más dificiles y, desde luego, que la mayoría de aquellos que lo son, así lo confirman. Los primerizos argumentan los quebraderos de cabeza, las dudas y el gran esfuerzo que supone para que desde el momento del nacimiento se consiga que el pequeño, coma, no llore, duerma, no sufra con los cólicos del lactante, sepa más adelante cómo abordar el momento paso a la papilla, los sólidos... pero nada con lo todo que vendrá después. 

Educar a un hijo correctamente es más difícil hoy que ayer, según apuntan las autoridades en la materia. Los niños viven actualmente muy expuestos al entorno que les rodea, muy influenciado por las nuevas tecologías. El ordenador, las vídeoconsolas, la televisón, internet... hacen que los niños sean continuamente receptores de información —en muchos casos indebida por no ser apropiada a su edad— que, sin duda, condiciona su forma de percibir la realidad y su desarrollo como personas. 

Según explica María Jesús Álava Reyes en «La psicología que nos ayuda a vivir» —de la Enciclopedia para superar las dificultades del día a día—, muchos padres sienten que han perdido el protagonismo en la educación de sus hijos y que les resulta imposible luchar contra la influencia exterior. «Los niños necesitan amor, dedicación, tiempo, paciencia, seguridad y nuestro objetivo debe ser proporcionárselo. De esta forma, favoreceremos su desarrollo dándoles lo que necesitan, señalándoles los aspectos clave en cada una de las etapas, con orientaciones claras y precisas».

Pero para una correcta educación también es importante saber qué es lo que no hay que hacer. Por ello, la autora y directora del Centro de Psicología Álava Reyes, enumera los errores más frecuentes que cometen y deben evitar los padres:

—Intentar ser colegas en lugar de padres. Los niños necesitan situarse para situarnos. Los adultos ocupan un papel fundamental en sus vidas: el de adultos, y pocas cosas confunden tanto como ver a un adulto actuando como un niño.
—Intentar «comprarlos» haciendo de bueno o poniéndonos siempre de su parte. En un principio es la postura más cómoda, aunque tarde o temprano, se vuelve en contra de quien la ejerce.
—Protegerlos en exceso, hacer que el mundo gire en torno suyo. Debemos estar a su lado, pero para ayudarles no para afixiarlos. Los niños deben vivir sus propias crisis y serán estas las que les permitan generar sus propios recursos, sus propias habiliadades, sus propias salidas.
—Pretender razonar en medio de una discusión, o tratar de imponer en lugar de sugerir.
—Mostrar impaciencia, meter prisa, transmitir tensión.
—Sacrificar constantemente a los otros hermanos o miembros de la familia.
—Cerrar los ojos: negar lo evidente y pensar que los otros exageran.
—Favorecer el consumismo. Darles desde pequeños todo lo que piden. De esa forma empiezan a no darle valor a las cosas y terminan por no dárselo a las personas.
—Educar en el resentimiento, en la intolerancia, en la falta de generosidad y en la ausencia de valores.

Reglas de oro

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19 de febrero de 2013

¿Se puede saber por qué llora un bebé?

llantoLos bebés lloran por enfado o miedo cuando tienen los ojos abiertos y por dolor cuando los mantienen cerrados, según han mostrado investigadores de la Universidad de Murcia y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), tras estudiar el llanto de 20 bebés de entre 3 y 18 meses de edad.

“El llanto es la principal forma que tienen los bebés de comunicar las emociones negativas y, en la mayor parte de los casos, la única manera que tienen de expresarlas”, explica Mariano Chóliz, investigador en la Universidad de Valencia, en declaraciones a la agencia SINC. Analizando las diferencias en el patrón de llanto provocado por tres emociones características (miedo, enfado y dolor), su equipo identificó que las principales diferencias se presentan en la actividad ocular y en la dinámica del llanto. Según los resultados, publicados en la revista Spanish Journal of Psychology, cuando están enfadados la mayoría de los bebés mantienen los ojos medio cerrados, con una mirada aparentemente sin dirección o, por el contrario, fija. En el caso del miedo, los ojos permanecen abiertos casi todo el tiempo, incluso a veces las criaturas tienen una mirada escrutadora y mueven la cabeza hacia atrás, y el llanto aparece de forma explosiva. Por último, el dolor se manifiesta con los ojos cerrados casi todo el tiempo, y en los pocos momentos en los que están abiertos, la abertura es mínima y distante de la mirada. Además, cuando algo les duele existe un alto grado de tensión en la zona ocular y el ceño se encuentra fruncido.

En lo que se refiere a la dinámica del llanto, tanto los gestos como la intensidad del lloro se van incrementando gradualmente si se debe a un enfado, mientras que aparecen en su máxima intensidad desde el primer momento en el caso del dolor y del miedo.

Además, el trabajo revela que los adultos no identifican adecuadamente qué emoción es la que induce el llanto, especialmente cuando se trata de enfado y miedo. Sin embargo, “aunque los observadores no sepan reconocer bien la causa, cuando los bebés lloran porque les duele algo esto provoca en los adultos una reacción afectiva más intensa que cuando lloran por estar enfadados o tener miedo”, apunta Chóliz. Para los expertos, el hecho de que el dolor sea la emoción más fácil de reconocer puede tener una explicación adaptativa, ya que el llanto es una advertencia de una amenaza potencialmente grave para la salud o la supervivencia y requiere una respuesta más urgente por los cuidadores. 


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Muy Interesante

23 de enero de 2013

Se busca madre para dar a luz un hijo Neandertal

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George Church es un investigador y académico de la Universidad de Harvard con un proyecto bastante extraño en mente: quiere hacer nacer a un hombre de Neandertal en la era moderna. Tal como suena, Church clama haber reconstruido al ADN de la antigua raza extinta hace 33.000 años atrás, tomando muestras de huesos y otros restos fósiles como para estar seguro que tiene el mapa completo de esta clase de ser humano.

Pero el segundo paso de este plan es el más atrevido de todos, ya que necesita a una mujer voluntaria para tener en su vientre y dar a luz a este hijo, luego de haber insertado el ADN en células madre para después ser nuevamente puesto en un embrión humano de etapa muy temprana en su proceso. Así, las células madre seguirían las líneas del ADN antiguo y se decantarían por gestar a un bebé Neandertal, siendo insertado todo el paquete de laboratorio en el útero de la madre voluntaria.

Y si el posible experimento ya suena interesante, falta aún más. Porque según investigaciones, el Homo neanderthalensis poseía una gran capacidad craneal, siendo dueños de una notable inteligencia que ayudó a la evolución del ser humano primitivo. En palabras de Church, “los Neandertal seguramente pensaban diferente a nosotros, ellos podrían ser incluso más inteligentes que nosotros“, asegurando que en períodos de crisis, este pensamiento distinto podría ayudar a la raza humana moderna a pensar soluciones que a las mente actuales no se les ocurrirían.

Pero como es de esperarse, existen voces de alerta en torno al experimento. Algunos creen que el Neandertal de laboratorio no tendría el sistema inmunológico que tras siglos de evolución nosotros disfrutamos, así como también se habla de un proceso riesgoso que podría conducir a la creación de un ser humano deforme. Y por su puesto, está el tema de la legalidad en torno a clonar un ser humano, lo que aún está por resolverse para George Church en el Reino Unido.

Link: Wanted: ‘Adventurous woman’ to give birth to Neanderthal man – Harvard professor seeks mother for cloned cave baby (Daily Mail)


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FayerWayer

24 de octubre de 2012

Las abuelas aumentaron la esperanza de vida humana

Nuevas simulaciones informáticas señalan además que potenciaron un tipo de crianza y pasaron sus genes de longevidad a otras generaciones.

La llamada “hipótesis de la abuela” defiende que los humanos evolucionaron hacia una mayor esperanza de vida que otros primates porque las abuelas de nuestra especie alimentaron a sus nietos. Nuevas simulaciones informáticas respaldan ahora esta propuesta, al demostrar que, con el cuidado de sus abuelas, los chimpancés evolucionarían hasta tener la misma esperanza de vida que nuestra especie en menos de 60.000 años. Las simulaciones mostraron, además, que las abuelas ancestrales propiciaron un modo de crianza distinto y aumentaron nuestra dependencia social.

 
Kristen Hawkes. Fuente: Universidad de Utah.
 
Kristen Hawkes. Fuente: Universidad de Utah.
 
Una serie de simulaciones informáticas desarrolladas por investigadores de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, han proporcionado un nuevo apoyo a la llamada “hipótesis de la abuela”, que defiende que los humanos evolucionaron hacia una mayor esperanza de vida que otros primates porque las abuelas de nuestra especie alimentaron a sus nietos.

A raíz de estos resultados, la principal autora de la investigación,
Kristen Hawkes, profesora de antropología de dicha Universidad ha afirmado que "las abuelas fueron el primer peldaño hacia el desarrollo de lo que somos actualmente”.

Según publica la Universidad de Utah en un
comunicado, las simulaciones realizadas indicaron que con solo un poco de cuidado de las abuelas, animales con una esperanza de vida similar a la de los chimpancés evolucionarían en menos de 60.000 años hasta tener la misma esperanza de vida que los humanos.

Más concretamente, entre 24.000 y 60.000 años después de que las abuelas pasasen a cuidar a sus nietos, las criaturas de la simulación llegaron a vivir hasta 49 años tras alcanzar la edad adulta, igual que los humanos.

Detalles de la hipótesis

A medida que nuestros ancestros humanos evolucionaron en África, durante los últimos dos millones de años, su entorno fue cambiando para volverse más seco y con menos bosques (en los que, antes, los niños recién destetados podían recoger y comer frutas carnosas por su cuenta).


"Así que las madres tuvieron dos opciones: seguir a los bosques en su retirada -ir allí donde los alimentos para los pequeños estaban al alcance de estos- o seguir alimentando a las crías tras el destete. Pero esto suponía un problema para las madres, porque significaba que no podían mantenerse con sus hijos mientras les buscaban el alimento”, explica Hawkes.


En este momento entran en juego las abuelas: de esta situación surgiría la necesidad de que las pocas hembras cuya edad reproductiva estaba terminando pasasen a intervenir y a ayudar, por ejemplo desenterrando tubérculos similares a la patata o rompiendo para sus nietos la dura cáscara de algunos frutos secos.


Cuando las abuelas comenzaron ayudar a alimentar a sus nietos tras el destete de estos, sus hijas pudieron producir más hijos en intervalos más cortos, los niños empezaron a ser destetados antes y tardaron más en poder alimentarse por sí mismos y en alcanzar la edad adulta.


Por último, unas pocas hembras ancestrales que vivieron el tiempo suficiente para llegar a ser abuelas pasaron sus genes de longevidad a más descendientes, que ganaron en consecuencia una mayor esperanza de vida.


Aquellos primates que empezaron a explotar recursos alimenticios que las crías no podían manejar por si solas y que necesitaron la ayuda de las abuelas evolucionaron hasta convertirse en los seres humanos actuales.

La abuela antes que el aumento del cerebro

Esta 'hipótesis de la abuela' fue propuesta formalmente por Hawkes en 1997, y ha sido objeto de debate desde entonces. Para tratar de darle una consistencia matemática, Hawkes realizó esta investigación con el biólogo matemático
Peter Kim, de la Universidad de Sydney, y con James Coxworth, un estudiante de antropología de la Universidad de Utah.

De esta simulación se ha desprendido otro aspecto interesante: Dado que esta no tuvo en cuenta ciertas variables -como el tamaño del cerebro de las criaturas de la simulación o el efecto de la actividad de la caza en su evolución- ha servido para constatar que la prolongación de la vida de dichas criaturas pudo darse gracias al papel de las abuelas, e independientemente de otras variables.


En este sentido, Hawkes cree que el cambio hacia una vida adulta más larga propiciado por el cuidado de las abuelas habría sido “lo que subyació a posteriores transformaciones en la evolución humana, incluido el hecho de tener un cerebro cada vez mayor”.


Por último, la investigadora señala que el “cuidado de las abuelas nos dio el tipo de crianza que nos ha hecho más dependientes los unos de los otros socialmente y propensos a llamar la atención de los demás”: gracias a ellas las madres ancestrales tuvieron más hijos, y ellos tuvieron que compartir su atención con sus hermanos, algo que no hicieron las crías de otros primates. Los resultados de esta investigación han aparecido detallados en la revista
Proceedings of the Royal Society B.

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1 de agosto de 2012

¿Las personas altruistas tienen "más jale"?




rubiaPor regla general, las personas altruistas resultan más atractivas y deseables, según han demostrado Tim Philips y sus colegas de la Universidad de Nottingham. “El aumento del tamaño del cerebro humano incrementó el esfuerzo que suponía criar a los hijos –que tardaban más en hacerse adultos- de manera que nuestros ancestros buscaban parejas poco egoístas, capaces de ser buenos padres a largo plazo”, explica Philips, que publicó sus conclusiones en la revista British Journal of Psychology.


Curiosamente, lo que no funciona en las relaciones de pareja es ser excesivamente materialista. Un reciente estudio de la Universidad Brigham Young revelaba que los matrimonios para los que el dinero es poco importante son de un 10 a un 15 por ciento más estables que los que sobrevaloran el dinero y las posesiones.

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Muy Interesante

18 de junio de 2012

¿Un hombre puede producir leche materna?



Hace un tiempo, en el disopilante y psicotrónico reality Alaska y Mario, dos personajes (Mario Vaquerizo y su productor) discutían sobre si era posible que un hombre se quedara embarazado. Uno de ellos, el productor, afirmaba que era posible, y que si Steve Jobs había inventado el iPhone, no se quedaba embarazado porque no quería. Mario, siempre lúcido, replicaba que entonces cómo le daría de mamar al bebé, sin glándulas mamarias. Bien, dejemos a un lado este fascinante diálogo y vayamos a la ciencia.


Lo cierto es que, aunque en casos muy puntuales, hay hombres que pueden producir leche materna .

La producción de leche se inicia en la glándula pituitaria, un órgano del tamaño de un guisante que se encuentra bajo el cererbro. La pituitaria emite señales para producir hormonas en las cantidades necesarias. 

Pero tal y como señala Charles F. Abboud, endocrinólogo de la clínica Mayo en Rochester, Minnesota, esta glándula es propoensa a enfermar, como cualquier otra de nuestro cuerpo. Cuando esto sucede, entonces, hay efectos colaterales. El más singular de estos efectos es la producción de la hormona del embarazo, la prolactina, un compuesto que estimula la producción de leche en el tejido mamario.

Ello provocaría secreciones mamarias inusuales. Es decir, sacaría leche. Pero la prolactina también afectaría al sistema reproductivo limitando su capacidad para producir esperma. Así que… en fin, no hace falta que explicite la broma chabacana que viene enseguida a la cabeza.

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