Lo cierto es que, aunque en casos muy puntuales, hay hombres que pueden producir leche materna .
La producción de leche se inicia en la glándula pituitaria,
un órgano del tamaño de un guisante que se encuentra bajo el cererbro.
La pituitaria emite señales para producir hormonas en las cantidades
necesarias.
Pero tal y como señala Charles F. Abboud,
endocrinólogo de la clínica Mayo en Rochester, Minnesota, esta glándula
es propoensa a enfermar, como cualquier otra de nuestro cuerpo. Cuando
esto sucede, entonces, hay efectos colaterales. El más singular de estos
efectos es la producción de la hormona del embarazo, la prolactina, un
compuesto que estimula la producción de leche en el tejido mamario.
Ello provocaría secreciones mamarias inusuales. Es decir, sacaría leche.
Pero la prolactina también afectaría al sistema reproductivo limitando
su capacidad para producir esperma. Así que… en fin, no hace falta que
explicite la broma chabacana que viene enseguida a la cabeza.
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