Por regla general, las personas altruistas resultan más atractivas y deseables, según han demostrado Tim Philips y sus colegas de la Universidad de Nottingham. “El aumento del tamaño del cerebro
humano incrementó el esfuerzo que suponía criar a los hijos –que
tardaban más en hacerse adultos- de manera que nuestros ancestros
buscaban parejas poco egoístas, capaces de ser buenos padres a largo
plazo”, explica Philips, que publicó sus conclusiones en la revista British Journal of Psychology. Curiosamente, lo que no funciona en las relaciones de pareja es ser excesivamente materialista. Un reciente estudio de la Universidad Brigham Young revelaba que los matrimonios para los que el dinero es poco importante son de un 10 a un 15 por ciento más estables que los que sobrevaloran el dinero y las posesiones. Fuente: Muy Interesante |