A nuestro alrededor, una gran variedad de tecnologías están
llegando a la mayoría de edad, transformando nuestro mundo en formas
complejas que son difíciles de predecir.
Anticipar lo que va a venir requiere prestar atención a elementos
menos conocidos pero importantes del mundo natural antes de que nos
atrapen sin estar preparados. Varios de estos ya están listos para
generar tecnologías que serán un punto de inflexión y crearán nuevos
conocimientos.
Con esto en mente, pedimos a una red de expertos que nos dijeran
cuáles son los temas de investigación que más los entusiasman y cuáles,
los que más les preocupan. Seiscientos sesenta respondieron. Creemos que
sus respuestas lo sorprenderán.
Futuras fronteras
Como es de esperar, las mismas tecnologías de las que muchos de
nosotros leemos y hablamos son también prioritarias en las mentes de los
expertos. Los problemas complejos que surgieron incluyeron a los
sospechosos habituales, la inteligencia artificial, la modificación del
genoma humano, la energía sostenible y el futuro de las armas.
Pero si queremos estar mejor preparados para esperar lo inesperado,
debemos escuchar con más atención. La Encuesta de Futuras Fronteras
apunta precisamente a eso. En lo profundo de los datos, encontramos
voces cuyas esperanzas y temores sonaron diferentes a los del resto.
A partir de estas respuestas intrigantes, extrajimos ocho Fronteras
Futuras de la ciencia y la tecnología que todos deberíamos conocer más.
Cuatro son muy prometedoras y cuatro representan grandes riesgos.
Las cuatro más prometedoras
1. Biología cuántica
¿Cómo pueden las plantas convertir la luz solar en energía química
con la que pueden vivir en una milmillonésima parte de un segundo? ¿Cómo
pueden las aves detectar el campo magnético de la Tierra para navegar
miles de millas? ¿Cómo puede nuestro ADN mutar al azar sin causa
aparente? ¿Qué es la conciencia?
Comprender cómo evolucionó la biología para aprovechar el
comportamiento manifiestamente cuántico y qué papel puede tener la
física cuántica en el cerebro humano es un área de investigación
incipiente pero en crecimiento. Podría responder a algunos de los
mayores misterios de la ciencia y conducir a tecnologías que superan
nuestra imaginación. Obtenga más información en este artículo.
2. Aprendizaje automático a través de pequeños datos
No pasa un día sin que aparezca alguna noticia sobre cómo la
inteligencia artificial cambiará nuestro mundo. Pero la IA que hoy
conocemos tiene grandes limitaciones. Para que las máquinas aprendan, se
requieren enormes conjuntos de datos de capacitación. Cuando se
enfrentan a situaciones que difieren de los ejemplos utilizados en la
capacitación, colapsan. La inteligencia humana hace exactamente lo
opuesto. Vemos una nueva situación que nos sorprende, y con datos muy
escasos, nuestros cerebros se programan para generalizar y, la mayoría
de las veces, con excelentes resultados.
Los sistemas de inteligencia artificial que conocemos hoy en día
siguen siendo impresionantes, pero probablemente son como un pequeño
poni que repite siempre el mismo truco. Un sistema que puede aprender
con tanta agilidad como un ser humano y ofrecer servicios valiosos sin
la necesidad de grandes cantidades de datos de capacitación sería un
verdadero cambio. Podría equiparar o superar nuestras propias
capacidades.
3. Superconductividad a temperatura ambiente
Pocas cosas han cambiado la condición humana más que nuestra
capacidad para aprovechar la energía eléctrica. Pero con el tiempo, la
electricidad que almacenamos en una batería se degrada, y cuando
transmitimos electricidad a través de cables, siempre algo de energía se
pierde. Los materiales superconductores pueden lograr la transmisión y
el almacenamiento de electricidad sin pérdidas, y crear poderosos campos
magnéticos que nunca se debilitan.
Imagine trenes de levitación que pueden alcanzar velocidades
increíbles; un mundo alimentado enteramente por granjas solares en el
desierto; computadoras ultrarrápidas; máquinas económicas de resonancia
magnética; y otras tecnologías que jamás hemos soñado.
Sin embargo, los superconductores que tenemos hoy en día solo
funcionan cuando se enfrían a cientos de grados bajo cero. Esta es una
hazaña técnicamente difícil que hace que la tecnología superconductora
sea imposible de escalar comercialmente. Lograr la superconductividad a
temperatura ambiente transformaría el mundo de una manera comparable a
cuando comenzamos a usar electricidad.
4. Venómica
Desde arañas y escorpiones hasta ranas y caracoles, existen más de
220.000 especies que producen los complejos cócteles de toxinas llamados
venenos. Los venenos contienen proteínas poderosas que han evolucionado
para actuar con rapidez y de manera muy precisa, uniéndose a objetivos
específicos en el cuerpo como un candado y una llave, con un efecto
devastador. En resumen, son las drogas perfectas que nos provee la
naturaleza. Si los expertos en química pudieran producir medicamentos
que funcionen tan bien como el veneno, veríamos un aumento drástico en
la eficacia de los medicamentos y una disminución en los efectos
secundarios.
Una de las razones por las que los fabricantes de medicamentos no
han usado más los venenos es la dificultad de esclarecer su compleja
composición química para identificar los ingredientes activos. Pero la
aplicación de nuevas tecnologías 'ómicas', herramientas que caracterizan
sistemáticamente las diferencias en el ADN, el ARN, las proteínas y las
moléculas involucradas en las estructuras celulares y el metabolismo,
están permitiendo que los científicos descodifiquen y cataloguen la
estructura del veneno a un ritmo mucho más rápido. Podrían conducir a
una revolución en el descubrimiento de medicamentos para tratar
enfermedades humanas.
Este artículo sobre la intoxicante ciencia de la venómica analiza este tema en profundidad.
Cuatro áreas de investigación preocupantes
1. Armas letales autónomas
Ya sean drones, armas de fuego o robots, lo que define a los
sistemas de armas letales autónomas (lethal autonomous weapon systems,
LAWS) es que, una vez desplegados, toman sus propias decisiones sobre
cuándo usar o no su fuerza letal.
Para obtener información completa, lea este artículo de Peter Maurer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja.
2. Fenotipo digital
Los fanáticos de la ciencia ficción han soñado durante mucho tiempo
con dispositivos portátiles que diagnostican enfermedades y dolencias
con un escaneo rápido del cuerpo. Dicha tecnología está ahora cerca de
hacerse realidad, con la llegada de algoritmos que pueden analizar
grabaciones de video, texto y audio para identificar patrones sutiles, o
anomalías que los ojos y oídos humanos no pueden captar.
Si bien el fenotipo digital podría empoderar a las personas,
también podría usarse para evaluar de forma pasiva a las poblaciones sin
su consentimiento o conocimiento. Las cámaras de seguridad y vigilancia
se han convertido en un hecho cotidiano en ciudades, centros de
transporte, oficinas e incluso escuelas. Pronto, estos sistemas podrán
captar cambios en nuestra salud física y mental sin que nosotros lo
sepamos.
La expansión de dispositivos digitales que rastrean nuestros
patrones de comportamiento podría incluso estar a punto de cambiar el
campo de la psiquiatría, escribe Amit Etkin, Profesor Asociado de
Ciencias de la Psiquiatría y el Comportamiento en la Universidad de
Stanford, en este artículo.
Lo que hagan las empresas, los gobiernos o terceros con esos datos
abrirá una nueva frontera en los ya complicados debates sobre privacidad
de datos y derechos digitales.
3. Neuromodulación no invasiva
Fuerzas intangibles, como las corrientes eléctricas, las ondas de
ultrasonido y la estimulación magnética, pueden utilizarse para alterar
los estados mentales, los comportamientos o la fisiología del cerebro en
formas que solían requerir traspasar el cráneo por medio de una cirugía
o ingerir medicamentos. Esto ha dado como resultado nuevos tratamientos
para la depresión persistente o el alivio de los temblores de la
enfermedad de Parkinson sin tener que implantar un dispositivo en el
cerebro del paciente.
Pero sin una regulación clara, esta tecnología es fácil de usar en
formas no aprobadas, que podrían poner a los consumidores en riesgo. Ya
existe un pequeño mercado que se desarrolla en torno a los kits de
estimulación cerebral caseros. Llevando las conclusiones a un extremo,
no es difícil imaginar un futuro en el que las empresas y los gobiernos
puedan implantar dispositivos para manipular los estados mentales de los
trabajadores, soldados o ciudadanos, regulando sus niveles de vigilia,
sumisión a la autoridad, temores o inhibiciones.
Para obtener más información sobre la ciencia de control mental no invasiva, vea nuestra entrevista con Antoine Jerusalem, Profesor en el Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Oxford.
4. Justicia predictiva
Esta es la capacidad de usar inteligencia artificial, técnicas de
neuroimagen y datos masivos para identificar individuos y situaciones
hipotéticas donde existe una alta probabilidad de que ocurra un delito.
La inteligencia artificial utilizada en las salas de juzgados puede
ayudar a que la justicia sea más eficiente, pero considere los riesgos
en un mundo donde proliferan los algoritmos de falsificación de pruebas.
Nos enfrentamos a una revolución digital, sostiene Daniela Piana en este artículo que analiza la ética de la justicia predictiva.
Depende de nosotros garantizar que sigamos siendo gobernados por la ley
en lugar de caer en la trampa de hacer que el imperio de la ley sea
igual a la regla del código.
David Gleicher es director de Ciencia y Sociedad del Foro Económico Mundial.
Fuente: World Economic Forum
Fuente: World Economic Forum