El futuro será cuántico o no será. Y
el mañana que nos espera es apasionante. La cuántica nos permitirá
hacer lo que hasta ahora sólo podíamos soñar.
Eso sostiene José Ignacio Latorre, catedrático de Física Teórica en la Universidad de Barcelona, director del Centro de Ciencias de Benasque Pedro Pascual y uno de los físicos españoles más reconocidos internacionalmente en el campo de la física cuántica.
Reconozco mi ignorancia: ¿qué es eso de la física cuántica?
Intentaré explicárselo muy sintéticamente.
Cuando llegamos al mundo de lo más pequeño, al mundo de lo microscópico, las leyes que rigen ese mundo no son las mismas que las que vemos en nuestro día a día, son leyes más sutiles, más peculiares.
Pero el hombre, muy poco a poco, durante el siglo XX y durante el siglo XXI ha logrado comprenderlas y actualmente estamos en la situación de empezar a explotarlas, a aprovecharlas.
Del mismo modo que las leyes del mundo grande, las leyes de la física clásica, las entendemos desde Newton y con ellas hacemos puentes, enviamos naves a donde haga falta y creamos máquinas que nos ayudan, ahora los humanos hemos llegado al control de la materia a nivel atómico.
Aún estamos en la infancia de la Física Cuántica, estamos empezando ahora a comprenderla a fondo.
Durante el siglo XX hemos llevado a cabo algunas aplicaciones prácticas y ahora en el siglo XXI estamos realizando lo que se llama "la segunda revolución cuántica".
¿Qué aplicaciones prácticas de la Física Cuántica se han realizado en el siglo XX?
Pues gracias a la mecánica cuántica a día de hoy tenemos todas nuestras comunicaciones, los láseres, la fibra óptica…
Tenemos en medicina la resonancia nuclear magnética que nos permite ver una foto del interior del cuerpo humano.
Y también todo el sistema GPS está basado en tener unos relojes atómicos en órbita en unos satélites que envían una señal con una precisión impresionante, que es la que nos permite saber en qué lugar de la Tierra estamos.
Por su parte, los ordenadores utilizan lo que se llama Física del Estado Sólido, que consiste en que cuando hay muchos átomos lo que les pasa a los electrones es que se mueven en capas de conducción, y eso también es mecánica cuántica.
Así que toda la informática, todos los chips, están basados en principios cuánticos.
Y a eso se suma que ahora viene una segunda revolución en la física cuántica…
¿Y qué aplicaciones prácticas espera que se consigan en esa segunda revolución cuántica?
La Unión Europea, no yo, ha establecido al respecto cuatro grandes pilares de progreso.
Una es la computación cuántica: hacer ordenadores que trabajen directamente con leyes cuánticas.
La segunda es la comunicación cuántica: establecer criptografía y comunicación segura cuántica.
La tercera es la simulación cuántica, que permite indagar los materiales, las moléculas…
Y la cuarta son sensores cuánticos, lo que nos permitirá medir con muchísima precisión, desde sensores de movimiento que para, por ejemplo, controlar las vibraciones del ala de un avión, a medidas de campos magnéticos increíblemente pequeñas.
El artículo completo en: BBC Mundo