Películas como «Stargate», «Star Trek» o «Interstellar» han popularizado el término «agujero de gusano», que es una hipotética característica topológica de un espacio-tiempo que, en esencia, consiste en un atajo a través del espacio y el tiempo. Lo ideal para llegar a un planeta remoto en un instante. 
Ahora, científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha logrado crear el equivalente magnético a un agujero de gusano. Este túnel invisible, pues, conecta magnéticamente dos regiones del espacio, según publican en la revista en Scientific Reports.
Lo que han conseguido, pues, es un túnel cósmico que transfiere «el 
campo magnético de un extremo a otro manteniéndolo indetectable e 
invisible a lo largo de todo el camino». Según el director del proyecto,
 Álvar Sánchez, un agujero de gusano magnético «es una 
analogía de los gravitatorios, ya que cambia la topología del espacio, 
como si la región interior hubiera sido borrada magnéticamente del 
espacio».
En el ámbito gravitatorio es imposible por tanto crear agujeros de 
gusano con la tecnología actual, ya que habría que manipular el campo 
con grandes cantidades de energía gravitacional, pero no así en el 
ámbito del electromagnetismo, donde el uso de metamateriales y 
metasuperficies, como en este caso, permiten construir el túnel 
experimental, de manera que el campo magnético de una fuente, como un 
imán o un electroimán, aparece en el otro extremo del agujero de gusano como un monopolo magnético aislado.
 El efecto es el de un campo magnético que va de un punto a otro como si
 se propagara por una dimensión ajena a las tres dimensiones 
convencionales. 
Los metamateriales son materiales que adquieren 
propiedades que no existen de manera natural en nuestro universo. Aquí 
han concebido una esfera compuesta de dos capas: la primera está formada
 por tiras de un material super conductor capaz de deflectar los campos 
magnéticos. Y en el interior esta esfera se encuentra otra de material 
magnético capaz de "ocultar" el efecto de los super conductores. Al 
surgir de la nada, por uno de los puntos, el campo magnético tiene un 
solo polo y se puede trabajar con él (a pesar de que en la naturaleza no
 existan imanes monopolo, sí existían teóricamente).
Este descubrimiento es un paso adelante para acercar a posibles 
aplicaciones en las que se utiliza el campo electromagnético, como en la
 medicina, donde las resonancias magnéticas podrían ser más cómodas y se
 podrían obtener imágenes de diferentes partes del cuerpo 
simultáneamente.
Tomado de:
Xakata Ciencia 
