La Navidad se celebra a lo largo y ancho del mundo. Cada país tiene
sus tradiciones y leyendas, y aunque Santa Claus es solo uno. Sin
embargo, la forma de llamarlo varía de un país a otro.
Algo que cambia muy poco es su figura. Ya que, normalmente es
representado con su traje rojo y larga barba blanca. Además,
normalmente, los regalos los reparte en Nochebuena en un trineo jalado
por renos mágicos.
La tradición tiene sus orígenes en el folclor europeo. En Inglaterra,
se hablaba de Father Christmas, un hombre vestido de verde que
disfrutaba de la buena comida; en los países germánicos y nórdicos se
referían al dios Odín, con una larga barba, que encabezaba la
celebración de Yule.
Otra influencia es la de SanNicolás de Mira o San Nicolás de Bari, un obispo que vivió en los siglos III y IV de la era cristiana conocido por su generosidad con los más necesitados.
Hoy en día, Santa Claus es una de las figuras más representativas de la Navidad a nivel mundial.
Estos son los 10 diferentes nombres para referirse a Santa Claus alrededor del mundo:
1. En Rusia, el entrañable “Ded Moroz” o “El Abuelo del Invierno”, es el encargado de entregar los regalos.
2. Finlandia lo conoce como “Joulupukki”, término que significa “Cabra de Navidad”.
3. En muchas partes de América lo llaman “Papá Noel”. Algunos
ejemplos son Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Perú,
Uruguay y Brasil.
4. En América Latina también se pueden encontrar otros nombre. Un
ejemplo es Costa Rica. Ya que, Papá Noel es conocido con el nombre de
“Colacho”.
5. San Nicolás es como lo conocen en Venezuela. Este nombre viene de una fiesta en Bélgica y Holanda conocida como Sinterklass. Esta se celebra el 5 y el 6 de diciembre en ese país.
6. En Chile a la Navidad la llaman comúnmente Pascua. Por eso, los
chilenos se suelen referir a Santa Claus como el “Viejito Pascuero”.
7. La persona responsable de hacer felices a los niños en Suecia es “Jultomtem”, “Gnomo de Navidad” en español.
8. Babbo Natale es la versión italiana de Papá Noel en Navidad.
9. En Alemania es conocido como “Nikolaus” o “Weihnachtsmann“, que significa literalmente, “Hombre de Navidad”.
10. En Francia los niños lo conocen como “Père Noël”, “Papá de la Navidad” en español.
Al llegar los holandeses a Estados Unidos, sus tradiciones también
los acompañaron. En una de ellas se oculta el origen del nombre “Santa
Claus”.
Al escuchar una y otra vez el nombre de “Santa Claus”, algunos hispanohablantes nos llegamos a preguntar por qué no se dice “Santo Claus”.
El nombre de “Santa” proviene de un error en la pronunciación del término en neerlandés “Sinterklass“, forma en la que los holandeses llaman a la Fiesta de San Nicolás, misma que se celebra la Víspera de San Nicolás (5 de diciembre) en los Países Bajos.
Tras
llevar esta tradición a Estados Unidos, se realizó una sátira sobre
este personaje, pero en lugar de pronunciarlo como los holandeses, se comenzó a escribir y a leer como “Santa Claus”.
El
Sinterklass también se asocia al Santo Nicolás, figura de la que
proviene la tradición del Padre Navidad o, como se le ha traducido en
otros idiomas, Papá Noel.
¿Cuántas bolsas le han sobrado después de hacer sus compras de Navidad?
¿Se ha dado cuenta de la cantidad de plástico que queda en el empaque
al abrir un solo juguete? ¿En cuántos envases de tecnopor llevará la
comida que servirá en su mesa?
Menaje
compostable hecho con hojas de bijao de Tingo María, de la marca Sasha
Natura. Los cubiertos reusables son elaborados con madera de abedul. Un
plato de plástico tarda en degradarse unos 500 años.
La semana previa a la Navidad,
usted y yo hemos comido, al menos un par de veces, algún bocado servido
en un plato de plástico. Al menos otro par de veces hemos pedido un
café o infusión que nos ha sido entregado en un vaso de tecnopor. Solo
para echarle azúcar hemos usado una cucharita que demora unos 400 años
en degradarse.
La semana previa a la Navidad usted
y yo hemos ido de compras. En casi todos los establecimientos se nos ha
ofrecido una bolsa plástica para guardar el producto adquirido, así no
sea necesaria o llevemos otras (incluso más grandes) en la mano. La
semana previa a la Navidad usted y yo hemos ido a reuniones de amigos y
familiares. Los residuos generados por aquellos encuentros –comida,
botellas, más vasos de plástico– fueron, seguramente, empaquetados en
una misma bolsa donde no se separó lo orgánico de lo inorgánico. En la
semana previa a la Navidad se ha aprobado una ley que, por primera vez
en la historia, regulará el consumo de plástico en el Perú. Pero eso aún
ocurrirá en el 2019.
Dos días antes
de Navidad usted y yo estamos envolviendo regalos. Los materiales que
usamos contienen aditivos y plásticos para darles brillo y color. Dos
días antes de Navidad usted y yo hemos comprado distintos ingredientes
para preparar la cena. Las botellas, latas y paquetes donde vienen no
volverán a usarse más.
En estas fiestas de fin de año tienes dos opciones: enseñarle a tus hijos
los efectos que tiene la pólvora para destruir y contaminar, o
sensibilizarlos sobre los beneficios de sembrar vida con las semillas
que vienen en los cohetes ecológicos promocionados el Ministerio del
Ambiente (Minam).
Este es el mensaje que envió la titular del Minam,
Fabiola Muñoz, durante una demostración que hizo hoy ante un grupo de
escolares del colegio nacional Bartolomé Herrera, sobre la manera en que
funcionan los cohetes ecológicos que contienen semillas de diferentes
plantas para que sean sembradas en el jardín o en macetas.
Muñoz
explicó que este tipo de iniciativas buscan generar un cambio en la
ciudadanía, difundiendo entre los más chicos prácticas ecológicas que
contribuyen al cuidado del medio ambiente y los eduque sobre la
biodiversidad en el Perú.
“La idea es que
sembremos vida y aprendan a conocer qué tipo de semilla trae cada uno de
estos cohetes ecológicos. Puede ser la semilla de pitahaya, del sauco,
anís, romero o alguna leguminosa. Pueden competir entre primos y amigos quién tiene la semilla más exótica y aprender de botánica”, indicó.
Dijo además que, a diferencia de los tradicionales que contiene pólvora, los cohetes ecológicos no van a reventar ni generar contaminación ni mucho menos quemar o dejar sin un dedo a un niño que lo manipule.
“Hay que ponernos en el lugar de otro. Muchas
personas, sobre todo los bebés, adultos mayores, personas con síndrome
de down, autistas, y hasta las mascotas, sufren con los fuertes ruidos
que producen los cohetes tradicionales”, aseveró.
Los
cohetes ecológicos tienen menos de 10 centímetros, son de color blanco
con la punta roja, en donde hay una pita negra que, al ser jalada, abre
el tubo y permite al usuario verter las semillas que hay en su interior
en un hueco en la tierra del jardín o de una maceta.
“Uno
simplemente coloca la semilla en el hueco que acaba de cavar, lo tapa,
lo riega con un poco de agua y espera a que crezca la plantita", agregó.
Los cohetes ecológicos son completamente gratuitos y pueden recogerse en la sede del Ministerio del Ambiente (Minam), ubicada en la avenida Juan de Aliaga 425, en el distrito de Magdalena del Mar.
“Solo
tienes que acercarte con tu DNI y te damos un ejemplar. La idea es que
la mayor cantidad de familias puedan llevar uno y se divierta con sus
hijos de una manera sana y didáctica”, subrayó Muñoz.
Dijo
incluso que los propios niños pueden fabricar sus cohetes ecológicos
con el tubo del papel higiénico y competir en familia para ver quién
tiene la semilla más rara en esta Navidad.
La Navidad es tiempo para compartir y
para disfrutar de la familia y los amigos, y uno de los momentos más
especiales del año para los niños. A su vez, las fechas navideñas son
una de las principales épocas del año en cuanto al uso de plásticos y en
el consumo de alimentos. En este contexto, Unilever y el experto en
medio ambiente José Luis Gallego han elaborado el Decálogo para
disfrutar de una Navidad sostenible y libre de plástico, siendo
solidarios con el planeta.
España es el segundo país de Europa que más plásticos vierte al mar
Mediterráneo, sólo superado por Turquía, según un estudio elaborado por
WWF. Este material, tan relacionado a los envoltorios de los regalos y a
los utensilios de un solo uso, satura el contenedor amarillo los días
de Navidad y de Reyes cuando lo usamos sin moderación.
Además, las fiestas navideñas suelen celebrarse con
comidas, cenas y reuniones familiares de todo tipo donde la comida es la
protagonista. Planificar, reaprovechar y racionar son tres buenos
acciones para tener en cuenta a la hora de evitar derrochar alimentos.
Es por eso que Unilever cuenta, además, con una Guía práctica para reducir los desperdicios alimentariosque
permite a los consumidores reducir el impacto ambiental, optimizar los
recursos naturales y planificar las compras que se hacen estos días. Tal
y como asegura AECOC, el 42% del desperdicio de alimentos se produce en
los hogares de los consumidores.
Decálogo Unilever para una Navidad más sostenible
El árbol, mejor natural: Su consumo es
más ecológico que la compra de árboles de plástico, porque con ellos se
apoya una industria forestal sostenible y se fomenta la economía rural.
Además, los abetos actúan como consumidores de CO2 mientras
están en las fincas de cultivo. Eso sí, no olvides de depositarlos en
los puntos de recogida habilitados cuando terminen las fiestas.
Juguetes sin plástico: Marionetas,
rompecabezas, trenes de madera, construcciones… Desde hace unos años, y
para atender a un tipo de consumidor cada vez más concienciado con la
ecología, están reapareciendo los juguetes tradicionales elaborados con
madera, tela o cartón. Son una gran alternativa a los juguetes de
plástico, que invaden el mercado por estas fechas y que normalmente
requieren el consumo de pilas y baterías, cuyo vertido incontrolado
causa un grave impacto en el medio ambiente.
Regalos solidarios: La solidaridad y la
fraternidad entre seres humanos son dos de los valores navideños que hay
que rescatar. Estas fiestas también podemos regalar productos
solidarios de las ONG que trabajan en el tercer mundo: prendas
naturales, adornos personales, moda étnica, objetos reciclados. Ayudar a
las organizaciones humanitarias que trabajan a favor del medio ambiente
y ayudan a las comunidades locales es una buena manera de recuperar ese
espíritu.
Con la cesta a todas partes: La bolsa de
plástico es uno de los productos que mejor ejemplifica la cultura de
usar y tirar. Si vas a hacer la compra para estas fiestas llévate una
cesta, capazo, bolsa de tela o de rafia. También puedes recurrir al
clásico carrito de la compra y, si acudes a un hipermercado en coche,
coloca unas cajas en el maletero: son la mejor opción para llevar la
compra ordenada y protegida.
Sé listo y hazte la lista: Un método tan
sencillo como acudir a la tienda con una lista previa es una opción
imprescindible para evitar el derroche, sobre todo en vísperas de
Navidad, cuando es más frecuente comprar por impulso. Además,
practicando un consumo razonable contribuimos de manera directa a
recortar la generación de residuos de envases y envoltorios de plástico
durante las fiestas.
Evita los cubiertos de usar y tirar: Cubiertos
y vasos de plástico, servilletas y manteles de papel con motivos
navideños. Sabemos que son una tentación, pero a su vez generan buena
parte del aumento de residuos asociados a la Navidad. La Unión Europea
prohibirá a partir de 2021 los utensilios de plástico de un solo uso;
avánzate a la normativa y no te quedes atrás. En las oficinas de
Unilever se han suprimido ya todos los vasos, botellas y cubiertos de
plástico, y te aseguramos que no cuesta nada acostumbrarse.
Grandes recetas a base de sobras: Son
muchas las sobras de alimentos que se generan durante los encuentros
navideños. Sácale partido a los alimentos que se quedan en la mesa y
prepara nuevas recetas a partir de los trucos que te ofrece Unilever a
través de su Guía práctica para reducir los desperdicios alimentarios en
los hogares. Contribuirás al medio ambiente y también a la economía
familiar.
No te angusties, puedes repetir: Es
mejor que sobre comida en la cazuela que en el plato. Ajusta tus recetas
al número de comensales y sirve raciones moderadas. Piensa, además, que
tiene que quedar un poco de espacio para los turrones, los barquillos y
el roscón de reyes por lo que es mejor no llenarse el plato demasiado
y, en todo caso, siempre está la opción de repetir.
Dale un segundo uso: Tras el intercambio
de regalos de Navidad el salón de casa suele quedar lleno de todo tipo
de bolsas vacías. Reutilízalas tantas veces como puedas y, cuando no
vayas a usarlas más, utiliza las de plástico como bolsas de basura para
los envases que van al contenedor amarillo. Es ahí donde va también el
poliestireno expandido (conocido como porexpan) que protegen los
electrodomésticos o las ventanillas de plástico de las cajas de
juguetes. Durante todo el año, pero especialmente en estas fechas, no te
olvides de aplastar las botellas de plástico y bricks: el contenedor
amarillo suele saturarse durante estas fiestas.
Si comes fuera: Si eres de los que
celebran la Navidad en un restaurante, elige con moderación y no tengas
reparo en pedir las sobras para llevar a casa. Con ello contribuirás a
reducir el desperdicio alimentario y, además, te ahorrarás tener que
preparar la cena cuando llegues a casa.
Si tenemos claro que alguien es un ávido lector, regalar un libro es
un arma de doble filo: puede ser un acierto clamoroso si damos con su
temática y autores favoritos, o un chasco absoluto si erramos en la
elección. No podemos ayudarte a conocer al destinatario de tu regalo,
pero sí que podemos darte ideas en forma de qué libros pienso regalar durante esta Navidad 2018 (y que, obviamente, desearía que me regalen). Ah, y no te olvides de envolver tus regalos en papel de periódicos.
Breves respuestas a las grandes preguntas, de Stephen Hawking
Recomendado por César Muela 'Breves respuestas a las grandes preguntas'(12,34 euros en versión eBook y 12,34 euros
en Kindle) era el último libro en el que estaba trabajando Hawking
antes de morir, y en él intenta responder de manera concisa a grandes
preguntas como: ¿sobrevivirá la Humanidad?, ¿existe Dios?, ¿debería el
ser humano colonizar otros planetas?. Aunque no descarto regalármelo a
mí mismo, creo que es el detalle perfecto para alguien a quien le apasione la ciencia.
Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt
Recomendado por Antonio Sabán
En 'Los orígenes del totalitarismo' la teórica política y filósofa Hannah Arendt expone, con total claridad, los fenómenos que llevaron al ascenso del antisemitismo desde mucho antes de la Segunda Guerra Mundial.
Pensamientos en principio poco extendidos y no impregnados en la
política se convirtieron en catalizadores de regímenes como el nazi,
desde el que no se entiende historia del siglo XX.
Además de por el gran ejercicio histórico que hace la autora, esta
obra es especialmente interesante por el momento político actual, donde
estamos siendo testigos de un avance claro de posiciones autoritarias y que de nuevo cuestionan principios básicos de la democracia liberal de los últimos sesenta años.
Sin duda, una lectura clave para entender cómo el mal avanza y se arraiga en una sociedad
sin que durante mucho tiempo se sea consciente, y de cómo la mayoría
de formas de luchar contra ello no funcionen hasta que es demasiado
tarde.
El filtro burbuja, de Eli Pariser
Recomendado por José García Hay un libro que siempre me gusta regalar que se llama 'El Filtro Burbuja' (9,49 euros versión Kindle y 9,99 euros en versión eBook ), escrito por Eli Pariser. Se trata de un ensayo en el que el autor analiza, entre muchas otras cosas, cómo Internet y los algoritmos deciden lo que ves y, por tanto, en cierto modo, lo que piensas.
En pocas palabras, Pariser defiende que Internet (entendida como un
conjunto de empresas que todos conocemos), en su afán por personalizar
la experiencia de usuario, encierra al mismo en un bucle de
retroalimentación que sesga sus puntos de vista y, por tanto, lo
manipulan. Por ejemplo, Pariser defiende es que Facebook sabe lo que te
gusta y, para que te quedes en su plataforma, te muestra más cosas que te gustan.
Extrapolándolo a la política, si eres de izquierdas Facebook solo te
mostrará cosas relacionadas con la izquierda y obviará las de derechas,
por lo que tu opinión estará sesgada ya que la propia red te ha hecho
dejar de tener en cuenta otros puntos de vista. Es un libro que más allá
de decirte "Oye, no uses Instagram" o "Deja de ser usar Google",
pretende abrir los ojos con respecto a cómo funciona Internet y los riesgos para la opinión pública que ello supone.
Agujeros negros y tiempo curvo, de Kip S. Thorne
Recomendado por Juan Carlos López 'Agujeros negros y tiempo curvo' (12,34 euros en versión Kindle y 12,34 euros
en versión eBook) es un ensayo de mucha calidad que encantará a
cualquier persona que tenga curiosidad no solo por conocer lo que
sabemos acerca de los agujeros negros, sino también acerca de la
naturaleza del tiempo y cómo la describe la teoría general de la
relatividad de Einstein.
Es un libro relativamente asequible, y solo algunas partes pueden
resultar complicadas para los lectores que no acostumbran a leer ensayos
científicos. Aun así, es una magnífica obra de divulgación en cuyas páginas merece la pena sumergirse, por poco interés que se tenga en la cosmología.
Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato, de Jaron Lanier
Recomendada por Javier Lacort Aunque están de moda las charlas, ponencias y libros que alertan de
los peligros de las redes sociales y el uso excesivo de pantallas, ni se
puede negar que no tengan al menos algo de razón ni que hay obras a
considerar. 'Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato' (8,54 euros en versión Kindle y 8,54 euros en versión eBook) es una de ellas: un análisis sociológico sobre la dependencia que nos generan estas redes y sobre cómo usándolas quedamos como el producto que dichas redes venden a los clientes finales,
las empresas que pagan por anunciarse en ellas y difundir contenido de
su interés. Seas escéptico o no, nunca viene mal una dosis de
pensamiento crítico de quien cuestiona nuestros hábitos.
Vamos a comprar mentiras, de José Manuel López Nicolás
Recomendado por Ladyfitness Un libro de divulgación científica sobre cómo funciona la industria de la alimentación y la cosmética,
y cómo algunas veces “nos la intentan colar” a los consumidores a
través de la publicidad. Imprescindible si quieres empezar a comer un
poquito mejor y a cuidarte más en este nuevo año sin que te den gato por
liebre.
Empatía (Serie Inteligencia Emocional), de Daniel Goleman
Recomendado por Pedro Santamaría Resiliencia, Mindfulness,… Harvard Business Review tiene libros
interesantes relacionados con todos estos temas. Personalmente me quedo
con el de Empatía (7,59 euros en versión Kindle y 7,99 euros
en versión eBook). No es sencillo mostrar empatía ni tampoco se sabe a
veces de forma certera qué nos puede aportar desarrollarla o saber
cuándo ponerle límites. En este libro tal vez no se profundice todo lo
que gustaría pero sí da claves que ayudan a su gestión. Lectura cómoda y recomendable.
Illusion Of Life: Disney Animation, de Ollie Johnston
Recomendado por Rubén Márquez Se podría decir que soy un enfermo de Disney, de todo lo que han
aportado al mundo de la animación y cómo sus creaciones me han
acompañado a lo largo de toda mi vida. Esta vendría a ser la Biblia del castillo de las ilusiones,
un compendio de sus procesos de creación y sus principios básicos a la
hora de dar vida a los personajes que nos han acompañado desde los años
30. Sin duda uno de los libros más recomendables sobre el mundo de la
animación.
Tú y tu pareja no sois los únicos que discutís más en estas fechas.
La Navidad saca lo mejor y lo peor de todos, y la pareja no se queda al margen. La
edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con varios
terapeutas matrimoniales para conocer cuáles son los problemas de
pareja más comunes cuando acaba el año y cómo resolverlos. Estas han
sido sus respuestas, según recogeKelsey Borresen en HuffPost US:
1. No ser sincero sobre los gastos navideños
"Entre comprar regalos, billetes de tren o de avión, las fiestas, las
decoraciones, la comida extra y mucho más, los gastos navideños pueden
llevar a ciertas discrepancias sobre cuánto y en qué debería gastarse el
dinero. Las cosas se complican si un miembro de la pareja trata de
ocultar al otro sus gastos o si los presupuestos no se hablan con
tiempo.
Para evitar la sensación de infidelidad económica, sentaos y trazad
un plan financiero realista a tiempo. Decidid juntos cuánto dinero
podéis permitiros gastar, cread un presupuesto y ajustaos a él. Ve a tu
lista de regalos y elige quién está en el top 10 y qué parte de tu
presupuesto irá a parar a cada persona. Crea un plan para hacer regalos
alternativos (baratos) que ilusionarán al receptor, como galletas
caseras, manualidades o tarjetas DIY o una cena en casa para más
adelante". -Sheri Meyers
2. Decidir dónde celebrarlo (sin quedar mal con nadie)
"Un problema que suele surgir durante estas fechas es cómo decidir
con qué parte de la familia celebrar cada fiesta. La solución clásica es
pasar Nochebuena con una familia y Nochevieja con la otra. O se puede
rotar para cambiar cada año. Si estas soluciones no funcionan, siempre
puedes invitar a ambas partes de la familia a tu casa, pero eso también
puede suponer una enorme carga de estrés para cualquiera". -Danny Gibson
3. El alcohol se va de las manos
"Beber en exceso es un problema en estas fechas. Y no sólo por el
alcohol, sino por el mal comportamiento que puede derivar de ese abuso.
Independientemente de si tu pareja tiene un problema con el alcohol o
no, está bien hacer un plan antes de cada fiesta para aclarar, por
ejemplo, cuántas copas beber y cómo volver a casa". - Kurt Smith
4. Choque de tradiciones
"Imagina que tu familia es más de regalos de Papá Noel en lugar de
Reyes o que estás acostumbrado a ver el árbol repleto de regalos y tu
pareja piensa que menos es más. Como pareja, cada día aprendemos a
sobrellevar nuestras diferencias, pero hasta los más veteranos pueden
verse contrariados en estas fechas. Las tradiciones navideñas se crean
cuando somos niños y suelen arrastrar una buena carga emocional, lo cual
nos vincula mucho a ello y nos hace más inflexibles de lo deseado.
Independientemente de si decidís llegar a un término medio o de si
cada año hacéis una cosa, recuerda que no hay una sola forma que sea la
buena. Incluso podéis crear una tercera vía que satisfaga a ambos tanto
(o más) como la tradición con la que te criaste". - Winifred M. Reilly
5. Tratar con familia política tóxica
"Si el abuelo Gruñón se emborracha en cada encuentro o tu suegra no
es capaz de decir algo bueno sobre ti o tu primo llega siempre dos horas
tarde, probablemente también se comportará de esta manera en estas
fiestas. En vez de enfadarte, asúmelo y prueba una reacción diferente en
la dinámica familiar. Por ejemplo, respira hondo y compórtate como el
anfitrión respetuoso, maduro, racional, pacífico y cálido que eres.
Ten un plan B con tu pareja para resolver estas situaciones en
equipo. Crea una señal o una palabra secreta que signifique 'ven aquí,
por favor. Necesito ayuda'. Cuando pongáis en marcha vuestro plan,
relájate y prepárate para lo bueno. Concéntrate en mantener la calma y
en pasar una buena fiesta juntos". - Meyers
6. Tener filosofías diferentes sobre los regalos
"Quizás a uno le encanta investigar, buscar y comprar el regalo
perfecto, independientemente del importe, mientras que el otro es más
práctico y no ve necesario un gasto extraordinario para un regalo
navideño. Algunas personas piensan que la cantidad de dinero que se
gastan en los regalos para la familia o amigos es un reflejo directo de
la cantidad de amor que sienten por ellos. Si ambos miembros de la
pareja no están de acuerdo en esto, puede que uno o los dos sienta
rencor o enfado.
Para evitar este problema, la pareja debería hablar de la compra de
regalos y acordar más o menos cuánto van a gastarse. Probablemente esto
suponga la revisión previa de facturas y gastos futuros". - Gibson
7. Encontrar tiempo para estar juntos cuando la agenda es un caos
"Si ya de por sí tenemos una vida ajetreada, añade los regalos, las
fiestas y todos los factores estresantes que consumen tiempo y dinero, y
verás reducida la conexión emocional con tu pareja.
¿Cómo se puede evitar la desesperación de esa desconexión emocional y
mantener la unión y el romanticismo en Navidades? Para que la relación
siga viva es imprescindible una dosis diaria de lo que yo llamo las tres
A: atención, aprecio y afecto. Y no lleva ni mucho tiempo ni energía.
Consiste en elegir aquello en lo que quieres centrar tu atención: en el
amor o en el estrés. Si te centras en el amor, el cariño y las cosas por
las que estás agradecido, las Navidades y vuestra relación irán mucho
mejor. La conexión amorosa prospera en un clima de aceptación,
reconocimiento y agradecimiento. Así que aseguraos de abrazaros cada
día, de decir 'te quiero' y 'gracias' por las cosas pequeñas y las
grandes que hacéis el uno por el otro". - Meyers
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano. Nosotros lo tomamos de Periodista Digital.
Hasta a una de las especies más típicas del invierno le afectan los fenómenos climáticos extremos que vemos en todo el mundo. Los abetos están en peligro.
Llega la Navidad y todos se aprestan a elegir un árbol para decorar
su salón con motivo de estas fiestas. El agudo frío del invierno ha
llegado y las pesadas olas de calor del verano parecen ya muy lejanas en
el tiempo. Pero su huella se nota en las plantaciones alemanas de
árboles de Navidad.
En el estado federado de Renania del
Norte-Westfalia, se han perdido un 30% de las cosechas de este tipo de
árboles este año, como un millón de abetos. De acuerdo con Bertram
Leder, del departamento forestal de Renania del Norte-Westfalia, hay
muchos más en riesgo. "La razón por la que están muriendo los árboles es
el complejo efecto de las tormentas, el calor, la sequía, la falta de
precipitaciones y las especies de insectos que amenazan a estos
árboles”, explicó.
Cuando los árboles están estresados por la
sequía, sus mecanismos de defensa naturales fallan. Eso además del daño
directo que sufre cualquier planta por la falta de agua. Las plantas
toman agua del suelo a partir del proceso conocido como ósmosis. Cuando
el suelo está seco, tiene que hacer un esfuerzo mucho mayor para extraer
el agua. Llevado al extremo, esto hace que los conductos que
transportan el agua se rompan y se forme una burbuja de aire que impida a
la planta obtener los nutrientes que necesita del suelo.
Las
nuevas plantaciones de algunas especies de árboles de Navidad que se
instalaron en Renania del Norte-Westfalia han sufrido especialmente, ya
que las plantas jóvenes lo tenían especialmente difíciles para extraer
agua del suelo.
Pero no eran las únicas.
Ciencia contra el deterioro medioambiental
El
cambio climático implica que las sequías se están volviendo más
frecuentes e intensas, golpeando a cosechas de todo tipo en todo el
mundo. Uno de los problemas que tienen los agricultores es que no pueden
ver el daño sufrido por los pequeños capitales que recorren el interior
de la planta, por lo que a menudo gastan enormes recursos en
especímenes que ya están condenados a una lenta muerte.
"Es muy
difícil saber cuándo un árbol va a morir, hasta que muere”, explica Tim
Brodibb, profesor de fisiología de las plantas de la Universidad de
Tasmania, en Australia. Lo que está intentando con su equipo ahora es
tratar de identificar el punto en el que diferentes especies, como el
árbol de Navidad, pero también el maíz, mueren.
Saber eso podría ayudar a responder rápidamente en casos de sequía.
"Dado que el clima está cambiando rápidamente, es algo que necesitamos
con urgencia”, agrega el científico. Eberhard Hennecke, un experto en
árboles de Navidad de Renania del Norte-Westfalia, se inclina por
adquirir árboles esbeltos con hojas bien verdes y frescas y que hayan
alcanzado una altura de entre 1,5 y 2 metros.
A su juicio, dado
que por ahora han sido las especies más jóvenes las golpeadas por los
fenómenos climáticos extremos, la oferta de árboles de Navidad no se va a
ver afectada por ahora, lo cual deberían mantener los precios tal y
como están.
Las
vacaciones ahora no solo son aprovechadas para disfrutar en familia y
salir de viaje, hoy en día, estas fechas son empleadas para realizarse
intervenciones quirúrgicas de diferente índole.
Según, Paulo Andrés Escobar, cirujano plástico facial y
otorrinolaringólogo indica que es correcto operarse en vacaciones en la
medida en que la gente tiene más tiempo disponible para la recuperación
del posoperatorio y deja a un lado sus responsabilidades para dedicarse
al cuidado propio.
Sin embargo hay personas que deciden no hacerlo para no pasar la temporada en recuperación. ¿QUÉ CIRUGÍA ES LA MÁS COMÚN PARA ESTAS FECHAS?
Los pacientes más comunes para la fecha son quienes deciden hacerse
procedimientos faciales , en el caso del especialista Escobar, la
rinoplastia es uno de los más comunes, tanto por primera vez como por
reconstrucción debido a malos procesos realizados anteriormente, del
mismo modo los rejuvenecimientos se practican frecuentemente.
E factor inicial es la recuperación rápida que va de 10 a 15 días
para quedar completamente cicatrizado, ya que en las intervenciones como
aumento de senos, liposucción entre otras , el tiempo
mínimo de reposo total es de un mes, una de las técnicas más usadas es
la endovenosa o intravenosa que tiene una recuperación rápida y
efectiva. ¿QUIEN SE OPERAN MÁS?
Actualmente el porcentaje está entre un 50% en los dos sexos, ya que
tanto hombres como mujeres deciden hacerse retoques en su mayoría
faciales en una edad de 40 a 50 años para rejuvenecer su rostro.
TURISMO ESTÉTICO
La razón principal porque Colombia es el segundo destino de
Latinoamérica en cirugías plásticas es por la calidad y estrictos
protocolos en las cirugías plásticas.
Los extranjeros llegan a Colombia en búsqueda de mejores
profesionales, muchas veces desde grandes distancias debido a que en sus
países los tiempos de espera en los sistemas de salud son largos, de
tal manera que realizarse alguna intervención puede tardar meses.
Sin embargo, la causa principal es la variación de precios entre los países.
RECOMENDACIONES
Escobar recomienda tener la seguridad y contar con el tiempo al
momento de realizarse una intervención quirúrgica para que sane de
manera correcta, indica que también en las vacaciones de marzo, semana santa y mitad de año es bueno operarse.
1. Luego de una cirugía contar con mínimo 10 días que son los estipulados por
la ley para el posoperatorio.
2. Asistir a los controles necesarios para evitar complicaciones como las infecciones y demás.
3. Las vacaciones son un tiempo de descanso para dejar a un lado las
responsabilidades y aprovechar lo que la rutina no permite; las
operaciones o intervenciones son procesos se están realizando para estas
fechas, lo realmente importante es llevarlas a cabo en un lugar seguro y
con personas capacitadas así como cuidarse debidamente.
¿También te pones ansioso en esta época? No eres el único; la Navidad incrementa las posibilidades de sufrir un infarto.
No es sólo un presentimiento, es real: el estrés de la Navidad incrementa las posibilidades de sufrir un infarto.De acuerdo con una investigación publicada en el British Medical Journal, el riesgo de sufrir un ataque al corazón se incrementa en un 37% en esta época de paz, pinos decorados con lucecitas, compras desquiciadas y deglución de alimentos desenfrenada. El equipo de investigadores analizó los datos de 283 mil 014 infartos acontecidos a lo largo de 16 años en Suecia y rastreó la coincidencia durante períodos clave, entre ellos la Navidad, el Año Nuevo, la Pascua, e incluso los Juegos Olímpicos y por supuesto, el Mundial de Fútbol. ¿La incidencia? Un 12% de infartos se dio durante las vacaciones de verano, el 37% el día de Navidad y además, durante las primeras horas del día, caiga en el día que sea (lunes, sábado, jueves, da igual…) Así que este lunes, cuando sea hora de prepararte para ir a la cena de Navidad en lugar de ir al trabajo, ni esa felicidad te podría salvar. ¿Una hora en particular? Por si fuera poco, el estudio es preciso en cuanto al momento en que se suscitan estos eventos desafortunados. La hora en que más infartos suceden es a las 10 de la noche durante la noche del 24 de diciembre (que en realidad es Noche Buena).
Consumirlos es una tradición, pero debemos hacerlo con moderación.
A vísperas de la Navidad, tiendas y supermercados empiezan a llenar sus estantes de panetones. Y aunque sea una tradición consumirlos en estas fechas, especialistas nos exhortan a hacerlo con moderación. Una
porción de 100 gramos de panetón tradicional untada con mantequilla o
mermelada equivale al consumo de cinco a seis panes franceses
respectivamente, aseguró la nutricionista del Instituto Nacional de Salud (INS), Rosa Salvatierra.
“Comer esta
cantidad de panetón tradicional es lo mismo que consumir cuatro panes
franceses, si a esto le añadimos mermelada el contenido calórico aumenta
y es como si estuviéramos comiendo cinco panes y si es mantequilla sube
a seis. Si a la porción de panetón se le añaden ambos productos el
consumo calórico es igual al de seis panes, si a esto le agregamos una
taza de chocolate es igual a ocho panes”, indicó.
La especialista señaló que la cantidad sugerida de consumo de panetón sería de solo una tajada de 80gramos acompañado
de infusiones o refrescos de fruta con bajo contenido de azúcar y
ensaladas de frutas que puede ser el equivalente a un desayuno promedio.
“Un panetón clásico de 900 gramos equivale al consumo de 36 panes”,
aseguró.
En tanto,
afirmó que los panetones que contienen chispas de chocolate, manjar
blanco u otros rellenos dulces, poseen mucho más contenido calórico que
un tradicional. “Por ejemplo una porción de panetón con chispas de
chocolate equivale a cinco panes, y si lo acompañamos con una taza de
chocolate o un vaso de gaseosa, es como si consumiéramos siete y seis
panes respectivamente”, mencionó.
Si en estas
fiestas no puedes prescindir del panetón, puedes consumirlo en una
porción de 80 gramos al día, la idea no es adicionar el panetón en
nuestra alimentación diaria, sino reemplazarlo por otros alimentos como
cereales, tubérculos o menestras, evitando excedernos con las calorías
diarias que necesitamos y que en promedio debe ser de dos mil
diariamente.
Cuidado con los colorantes artificiales
De otro lado,
recomendó verificar el rotulado de los panetones antes de adquirirlos,
con la finalidad de conocer si estos contienen colorantes naturales,
pues los de origen artificial pueden causar daño a la salud.
“Los
colorantes naturales presentan un color más suave, tanto en las frutas
confitadas como en la masa y, por el contrario, los colores muy intensos
advierten sobre la presencia de colorantes artificiales que pueden
agudizar los síntomas del asma y de cálculos renales, producir
hiperactividad en los niños, insomnio, alergias, urticarias y rinitis”,
afirmó.
Se aproxima la Navidad y, por lo
tanto, se avecinan horas y horas pensando, buscando y comprando
obsequios para familiares y amigos.
Pero ¿es mejor dar regalos materiales o experiencias?
Según una abrumadora cantidad de estudios de psicología social, obsequiar experiencias hace más felices a las personas que dan y reciben, además de tener efectos positivos antes y después del acto concreto de entrega.
"Existen
distintos mecanismos psicológicos que explican por qué un viaje, unas
entradas para un concierto o una cena otorgan mayor satisfacción que una
prenda de ropa, unas joyas o un aparato tecnológico", explica Amit
Kumar, psicólogo social e investigador de la Escuela de Negocios Booth
de la Universidad de Chicago, quien ha publicado numerosos trabajos
sobre el tema. En BBC Mundo te contamos por qué es mejor invertir en experiencias.
Interacción social
"La gente habla más de los regalos vivenciales que de los materiales y es justamente esa interacción social la que otorga mayor felicidad", le dice Kumar a BBC Mundo.
El valor conversacional de las experiencias es tan importante que, según sus estudios, cuando la gente no puede compartir lo vivido, el gozo decae. Esto no sucede con los regalos materiales. Pero
la interacción social no solo pasa por contarle a otros lo maravilloso
que fue ir a un concierto de rock, por ejemplo, sino también por la
conexión que se genera con aquel que vivió el espectáculo a tu lado, ya
sea un amigo o un completo extraño.
Si bien el tiempo y dinero son los dos recursos más valorados en la sociedad moderna, "el tiempo es una fuente que interconecta a las personas más que el dinero", afirma un estudio sobre los vínculos emocionales que provocan los regalos vivenciales publicado el año pasado en el Journal of Consumer Research,
Allí
uno de los entrevistados afirma: "Prefiero no recibir nada y pasar
tiempo pescando o acampando antes que tener objetos caros".
Sin comparación
En
"Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj", el escritor
Julio Cortázar afirma que, al obsequiarte este objeto, "te regalan la
tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes".
En cambio, según se desprende de las investigaciones de Kumar, las experiencias "tienden a ser apreciadas por su valor intrínseco y no por cómo se comparan con lo que otros tienen". Dado
que las vivencias son siempre únicas, resultan "menos susceptibles a
comparaciones desagradables o desfavorables", y por lo tanto, generan
mayor satisfacción.
Es difícil quién pasó mejor en su viaje a
Disney, pero no hay dudas que el último modelo de iPhone es superior al
anterior, por ejemplo.
Por esa misma singularidad, las experiencias también elevan el sentido de identidad personal. En palabras de Kumar: "Son las vivencias y no las posesiones materiales lo que nos moldea como personas".
Antes y después
"Piensa
en cómo te sientes mientras esperas una reservación en un restaurante",
dice Kumar, "ahora piensa en lo que te provoca la espera por la entrega
de un producto comprado en Amazon".
En sus estudios, el psicólogo social descubrió que, en la previa, las experiencias provocan entusiasmo, pues la persona "saborea la expectación". Sin embargo, la espera material genera ansiedad y frustración.
Los beneficios no son solo en el antes sino también en el después.
"Puedes
sentir emoción al pensar en un viaje que hiciste hace años, aunque
luego volvieras a viajar. Pero no te sucede si piensas en la laptop
anterior a la actual", ejemplifica Kumar.
Las vivencias provocan un "disfrute y satisfacción retrospectivos", dice una de sus investigaciones. Por si esto fuera poco, también generan un mayor sentimiento de gratitud y generosidad.
En una de sus investigaciones el equipo de Kumar analizó 1.200 comentarios al azar
de sitios orientados al consumo material (como Amazon) y de otros más
vinculados a las experiencias (por ejemplo, TripAdvisor y Yelp).
"La
gente tiende a sentirse más inclinada a comentar sobre sus sentimientos
de gratitud cuando se refieren a viajes que hicieron, lugares que
visitaron o comidas que disfrutaron, antes que cuando escriben de
productos tecnológicos, mobiliario o ropas que compraron", dice el
estudio publicado el año pasado en la revista Advances in Consumer Research.
Por
otra parte, al pensar en una inversión vivencial significativa, la
gente tiende a ser más generosa con otros que cuando piensa en compras
materiales.
Comprar algo en un centro comercial puede ser más fácil que regalar una experiencia. Pero, según la ciencia, vivir es mejor que tener.
El reto es bastante claro. Papá Noel necesita entregar todos sus regalos en 24 horas: ¿cómo puede lograrlo? Bueno, tiene que ser inteligente, creativo y algo más.
Para empezar, los números no se ven tan mal como podrías pensar.
Unicef dice que hay 2.200 millones de niños en el mundo. Pero recordemos que Santa Claus sólo entrega regalos a los niños buenos (de todas las religiones, incluyendo ateos, agnósticos, etc.).
Así que vamos a estimar el 50% de los niños pasan la prueba. ¡Y eso puede ser un cálculo generoso!
Muchos de los niños viven en la misma casa, por lo que si tomamos el promedio mundial de 2,5 niños por hogar y esperamos que los niños buenos estén juntos, sólo podría tener que visitar 440 millones de hogares.
También podría tener más de 24 horas.
Roger Highfield, autor de "La Física de Navidad, calcula que si se viaja en la dirección opuesta a la rotación de la Tierra, San Nicolás tendría otras 24 horas para llevar a cabo su misión.
Pero aun así, esto seguramente no sea suficiente tiempo para un trabajo de tal magnitud.
Entonces, ¿cómo lo hace? Aquí hay cinco posibles respuestas:
Podría volar muy, muy rápidamente
Según Highfield, exeditor de la revista New Scientist, Papá Noel tendría que acercarse a la velocidad de la luz con el fin de entregar todos los regalos.
A 300.000 kilómetros por segundo, podría vuelta al mundo siete veces en un segundo.
Aunque esto podría explicar por qué la nariz del reno Rodolfo se ve tan roja, no parece posible.
A esta velocidad San Nicolás iría arrinconado contra el asiento del trineo por las enormes fuerzas y él, sus renos y el trineo simplemente se quemarían en la atmósfera.
...o tal vez usar un ejército de elfos
En base a nuestros cálculos anteriores, Santa Claus tiene que visitar 440 millones de hogares.
El Servicio Postal de Estados Unidos dice que maneja cerca del 40% de la correspondencia mundial y realiza alrededor de 158.000 millones de envíos cada año, un promedio de 434 millones artículos al día.
Así que si utilizara su plantilla de más de 600.000 empleados y una de las mayores flotas de vehículos en el mundo, San Nicolás podría ser capaz de hacer el trabajo. O casi.
Pero aunque los elfos le pueden ayudar con la logística en la trastienda, sólo hay un Papá Noel para las entregas.
Sin embargo, todavía le queda el camino de la física.
Quizás utiliza agujeros espacio-temporales
Para entender cómo funcionan, imagínate que dibujas tu casa en el lado izquierdo de una hoja de papel y la de tu amigo en el lado derecho, con un camino que las une.
Un agujero espacio-temporal sería como doblar el papel por la mitad –las casas ahora están enfrentadas por detrás–, y Papá Noel puede utilizar su profundo conocimiento de la Teoría de la Relatividad para viajar a través del papel sin tener que seguir la línea de la ruta.
¡Mucho más rápido!
...o crea una nube de relatividad
Larry Silverberg, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), también sostiene que Papá Noel es experto en manipular y controlar el tiempo y el espacio.
Él postula que podría crear una nube de relatividad en la que el espacio, el tiempo y la luz se perciben de una manera completamente diferente a como se perciben fuera de esta nube.
"Dentro de la nube, San Nicolás tiene meses para entregar los regalos. Desde el interior, ve el mundo congelado", explica Silverberg.
Aquellos de nosotros fuera de esa nube sólo veríamos un momento fugaz. Y seis meses dentro de ella es apenas un abrir y cerrar de ojos para nosotros. Es por ello que Santa no tiene prisa para entregar los regalos.
Según Silverberg, Papá Noel literalmente tiene todo el tiempo en el mundo.
... o recurre a la física cuántica
Papá Noel también podría recurrir a un fenómeno cuántico, y así podría estar en cualquier lugar en el mundo en cualquier momento en Nochebuena.
Así lo afirma Daniel Tapia, científico en los laboratorios en Ginebra del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN).
"Puede ser que Santa Claus sea una superposición de estados cuánticos, en otras palabras, una colección de Santas difundidos en todo el planeta".
Siguiendo la teoría del físico mexicano, cada uno de los estados cuánticos de Papá Noel daría un regalo a cada niño que esté dormido en ese momento.
Si un solo niño lo viera, su estado cuántico se derrumbaría y no podría entregar más regalos.
Así que por favor, niños, ¡duerman bien! La maravilla de Santa depende de que nunca lo veamos. Si lo llegamos a ver, deja de existir.