A vísperas de la Navidad, tiendas y supermercados empiezan a llenar sus estantes de panetones. Y aunque sea una tradición consumirlos en estas fechas, especialistas nos exhortan a hacerlo con moderación. Una porción de 100 gramos de panetón tradicional untada con mantequilla o mermelada equivale al consumo de cinco a seis panes franceses respectivamente, aseguró la nutricionista del Instituto Nacional de Salud (INS), Rosa Salvatierra.
“Comer esta
cantidad de panetón tradicional es lo mismo que consumir cuatro panes
franceses, si a esto le añadimos mermelada el contenido calórico aumenta
y es como si estuviéramos comiendo cinco panes y si es mantequilla sube
a seis. Si a la porción de panetón se le añaden ambos productos el
consumo calórico es igual al de seis panes, si a esto le agregamos una
taza de chocolate es igual a ocho panes”, indicó.
La especialista señaló que la cantidad sugerida de consumo de panetón sería de solo una tajada de 80 gramos acompañado
de infusiones o refrescos de fruta con bajo contenido de azúcar y
ensaladas de frutas que puede ser el equivalente a un desayuno promedio.
“Un panetón clásico de 900 gramos equivale al consumo de 36 panes”,
aseguró.
En tanto,
afirmó que los panetones que contienen chispas de chocolate, manjar
blanco u otros rellenos dulces, poseen mucho más contenido calórico que
un tradicional. “Por ejemplo una porción de panetón con chispas de
chocolate equivale a cinco panes, y si lo acompañamos con una taza de
chocolate o un vaso de gaseosa, es como si consumiéramos siete y seis
panes respectivamente”, mencionó.
Si en estas
fiestas no puedes prescindir del panetón, puedes consumirlo en una
porción de 80 gramos al día, la idea no es adicionar el panetón en
nuestra alimentación diaria, sino reemplazarlo por otros alimentos como
cereales, tubérculos o menestras, evitando excedernos con las calorías
diarias que necesitamos y que en promedio debe ser de dos mil
diariamente.
Cuidado con los colorantes artificiales
De otro lado,
recomendó verificar el rotulado de los panetones antes de adquirirlos,
con la finalidad de conocer si estos contienen colorantes naturales,
pues los de origen artificial pueden causar daño a la salud.
“Los
colorantes naturales presentan un color más suave, tanto en las frutas
confitadas como en la masa y, por el contrario, los colores muy intensos
advierten sobre la presencia de colorantes artificiales que pueden
agudizar los síntomas del asma y de cálculos renales, producir
hiperactividad en los niños, insomnio, alergias, urticarias y rinitis”,
afirmó.