La Navidad se celebra a lo largo y ancho del mundo. Cada país tiene
sus tradiciones y leyendas, y aunque Santa Claus es solo uno. Sin
embargo, la forma de llamarlo varía de un país a otro.
Algo que cambia muy poco es su figura. Ya que, normalmente es
representado con su traje rojo y larga barba blanca. Además,
normalmente, los regalos los reparte en Nochebuena en un trineo jalado
por renos mágicos.
La tradición tiene sus orígenes en el folclor europeo. En Inglaterra,
se hablaba de Father Christmas, un hombre vestido de verde que
disfrutaba de la buena comida; en los países germánicos y nórdicos se
referían al dios Odín, con una larga barba, que encabezaba la
celebración de Yule.
Otra influencia es la de SanNicolás de Mira o San Nicolás de Bari, un obispo que vivió en los siglos III y IV de la era cristiana conocido por su generosidad con los más necesitados.
Hoy en día, Santa Claus es una de las figuras más representativas de la Navidad a nivel mundial.
Estos son los 10 diferentes nombres para referirse a Santa Claus alrededor del mundo:
1. En Rusia, el entrañable “Ded Moroz” o “El Abuelo del Invierno”, es el encargado de entregar los regalos.
2. Finlandia lo conoce como “Joulupukki”, término que significa “Cabra de Navidad”.
3. En muchas partes de América lo llaman “Papá Noel”. Algunos
ejemplos son Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Perú,
Uruguay y Brasil.
4. En América Latina también se pueden encontrar otros nombre. Un
ejemplo es Costa Rica. Ya que, Papá Noel es conocido con el nombre de
“Colacho”.
5. San Nicolás es como lo conocen en Venezuela. Este nombre viene de una fiesta en Bélgica y Holanda conocida como Sinterklass. Esta se celebra el 5 y el 6 de diciembre en ese país.
6. En Chile a la Navidad la llaman comúnmente Pascua. Por eso, los
chilenos se suelen referir a Santa Claus como el “Viejito Pascuero”.
7. La persona responsable de hacer felices a los niños en Suecia es “Jultomtem”, “Gnomo de Navidad” en español.
8. Babbo Natale es la versión italiana de Papá Noel en Navidad.
9. En Alemania es conocido como “Nikolaus” o “Weihnachtsmann“, que significa literalmente, “Hombre de Navidad”.
10. En Francia los niños lo conocen como “Père Noël”, “Papá de la Navidad” en español.
Tenemos la imagen de que los nativos americanos usaban ambas ornamentaciones cuando guerreaban, pero su función era en realidad más amplia.
Las plumas de aves rapaces y las pinturas conferían a sus portadores
propiedades espirituales, porque procedían del mundo natural, adorado
por los indios. Eso no quita que su simbolismo fuese también muy importante en el momento de combatir. De hecho, un guerrero ganaba plumas en función de los actos de
valentía que llevaba a cabo en la lucha. Tocar a un enemigo y robarle
armas o caballos eran
algunos de ellos. Asimismo, resultar herido le hacía merecedor de ese
trofeo. Según fuera la acción, adoptaría formas distintas: una pluma
completa indicaba que había matado a un enemigo, y si se le quitaba un pico central, quería decir que además le había arrancado la cabellera. Cuando estaba partida por el centro, su dueño había sido herido
combatiendo, y si aparecía teñida de rojo, entonces simbolizaba un acto
de máximo valor, como quitársela a un adversario. Los penachos o tocados
–llamados warbonnets en inglés– con más de una decena de plumas, de águila o de halcón, estaban al alcance de muy pocos; era un signo evidente de autoridad. Se lucían únicamente durante las ceremonias, porque en la batalla hubieran sido incómodos. En cuanto al hecho de pintarse, se consideraba un acto transformador de la personalidad.
Por ejemplo, para los siux oglala conllevaba un cambio fundamental,
como si hubiesen vuelto a nacer. El fundamento de este tipo de creencias
era el animismo propio de los americanos nativos: creían que los
elementos de la naturaleza estaban dotados de alma y entidad divina. Así, confiaban en que al embadurnarse la cara con tintes naturales
recibirían poderes y energías sobrenaturales, como el coraje y la
fuerza. Un caso muy evidente era el de los exploradores pertenecientes a
la tribu de los pawnees, que se blanqueaban el rostro para lograr las cualidades de sigilo de los lobos, así como su habilidad de seguir las huellas. Las pinturas de guerra eran propias de las tribus de las praderas, los principales enemigos históricos de los colonos y del ejército estadounidense. Servían como talismán protector para evitar las heridas o la muerte en la batalla.
Por eso, además de la cara, pintaban su cuerpo, así como a sus
caballos. La protección no solo dependía de aplicarse un color
determinado, sino que ciertas formas resultaban más propicias para
lograr seguridad en el combate. Fuente: Muy Interesante
Cruzar los dedos para tener buena suerte o como muestra de solidaridad
en apoyo a alguien, es uno de los símbolos más reconocidos en el mundo
occidental. Esto se debe a la larga historia del gesto, aunque en un
principio, no era un acto solitario.
Hay dos teorías principales sobre el origen de cruzar los dedos para la
buena suerte. Las primeras ideas nacen en el cristianismo pagano de
Europa occidental y es relacionado con la cruz. La intersección de los
dedos era considera como una marca de concentración, buen ánimo y para
pedir un deseo.
La práctica de pedir un deseo en una cruz dentro de las culturas
europeas evolucionó para que la gente expresará su apoyo hacia alguien,
cruzando los dedos frente a la otra persona. Finalmente, la gente se dio
cuenta que podía pedir algún deseo solo y difundir el beneficio de una
cruz sin la participación de otra persona, cruzando primero sus dos
dedos índices, y finalmente adoptando el cruce de los dedos de la mano
que actualmente usamos.
La explicación alternativa cita a los primeros tiempos del
cristianismo, cuando los practicantes fueron perseguidos por sus
creencias. Para reconocerse entre cristiano, la gente desarrolló una
serie de gestos con la manos, una de las cuales era el símbolo de un
pez, tocando los pulgares y cruzando los dedos índices.
Esta teoría no explica completamente cómo inicialmente se asoció con la
buena suerte, pero si con un gesto para saludar a los soldados heridos
creyentes en Dios durante la Guerra de los Cien Años.
El reto es bastante claro. Papá Noel necesita entregar todos sus regalos en 24 horas: ¿cómo puede lograrlo? Bueno, tiene que ser inteligente, creativo y algo más.
Para empezar, los números no se ven tan mal como podrías pensar.
Unicef dice que hay 2.200 millones de niños en el mundo. Pero recordemos que Santa Claus sólo entrega regalos a los niños buenos (de todas las religiones, incluyendo ateos, agnósticos, etc.).
Así que vamos a estimar el 50% de los niños pasan la prueba. ¡Y eso puede ser un cálculo generoso!
Muchos de los niños viven en la misma casa, por lo que si tomamos el promedio mundial de 2,5 niños por hogar y esperamos que los niños buenos estén juntos, sólo podría tener que visitar 440 millones de hogares.
También podría tener más de 24 horas.
Roger Highfield, autor de "La Física de Navidad, calcula que si se viaja en la dirección opuesta a la rotación de la Tierra, San Nicolás tendría otras 24 horas para llevar a cabo su misión.
Pero aun así, esto seguramente no sea suficiente tiempo para un trabajo de tal magnitud.
Entonces, ¿cómo lo hace? Aquí hay cinco posibles respuestas:
Podría volar muy, muy rápidamente
Según Highfield, exeditor de la revista New Scientist, Papá Noel tendría que acercarse a la velocidad de la luz con el fin de entregar todos los regalos.
A 300.000 kilómetros por segundo, podría vuelta al mundo siete veces en un segundo.
Aunque esto podría explicar por qué la nariz del reno Rodolfo se ve tan roja, no parece posible.
A esta velocidad San Nicolás iría arrinconado contra el asiento del trineo por las enormes fuerzas y él, sus renos y el trineo simplemente se quemarían en la atmósfera.
...o tal vez usar un ejército de elfos
En base a nuestros cálculos anteriores, Santa Claus tiene que visitar 440 millones de hogares.
El Servicio Postal de Estados Unidos dice que maneja cerca del 40% de la correspondencia mundial y realiza alrededor de 158.000 millones de envíos cada año, un promedio de 434 millones artículos al día.
Así que si utilizara su plantilla de más de 600.000 empleados y una de las mayores flotas de vehículos en el mundo, San Nicolás podría ser capaz de hacer el trabajo. O casi.
Pero aunque los elfos le pueden ayudar con la logística en la trastienda, sólo hay un Papá Noel para las entregas.
Sin embargo, todavía le queda el camino de la física.
Quizás utiliza agujeros espacio-temporales
Para entender cómo funcionan, imagínate que dibujas tu casa en el lado izquierdo de una hoja de papel y la de tu amigo en el lado derecho, con un camino que las une.
Un agujero espacio-temporal sería como doblar el papel por la mitad –las casas ahora están enfrentadas por detrás–, y Papá Noel puede utilizar su profundo conocimiento de la Teoría de la Relatividad para viajar a través del papel sin tener que seguir la línea de la ruta.
¡Mucho más rápido!
...o crea una nube de relatividad
Larry Silverberg, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), también sostiene que Papá Noel es experto en manipular y controlar el tiempo y el espacio.
Él postula que podría crear una nube de relatividad en la que el espacio, el tiempo y la luz se perciben de una manera completamente diferente a como se perciben fuera de esta nube.
"Dentro de la nube, San Nicolás tiene meses para entregar los regalos. Desde el interior, ve el mundo congelado", explica Silverberg.
Aquellos de nosotros fuera de esa nube sólo veríamos un momento fugaz. Y seis meses dentro de ella es apenas un abrir y cerrar de ojos para nosotros. Es por ello que Santa no tiene prisa para entregar los regalos.
Según Silverberg, Papá Noel literalmente tiene todo el tiempo en el mundo.
... o recurre a la física cuántica
Papá Noel también podría recurrir a un fenómeno cuántico, y así podría estar en cualquier lugar en el mundo en cualquier momento en Nochebuena.
Así lo afirma Daniel Tapia, científico en los laboratorios en Ginebra del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN).
"Puede ser que Santa Claus sea una superposición de estados cuánticos, en otras palabras, una colección de Santas difundidos en todo el planeta".
Siguiendo la teoría del físico mexicano, cada uno de los estados cuánticos de Papá Noel daría un regalo a cada niño que esté dormido en ese momento.
Si un solo niño lo viera, su estado cuántico se derrumbaría y no podría entregar más regalos.
Así que por favor, niños, ¡duerman bien! La maravilla de Santa depende de que nunca lo veamos. Si lo llegamos a ver, deja de existir.
Aunque los deudos o parientes del
fallecido sientan una gran pena, la ceremonia del velorio no siempre es
una experiencia dolorosa. En muchas provincias de la República Mexicana
se acostumbra que los dolientes preparen tamales, mole y atole para
convidar a los asistentes. Entre rezos y lágrimas se toman sorbitos de
café con "piquete" o licor, que entonan el ánimo. Muchas veces se juega a
las cartas o se cuentan chistes "verdes". Estas peculiares costumbres parecieran contradecir el ánimo luctuoso
que necesariamente reina en un velorio, pero en México no sucede así.
Hay un viejo dicho que reza: "El muerto al hoyo y el vivo al pollo". No
es que carezca de importancia el deceso de un ser querido, más bien se
trata de una extraña mezcla del instinto de supervivencia y la tradición
folklórica. La antigua creencia de que existe otra vida "más allá" deja
esperanzados a los deudos con la idea de que pronto volverán a
encontrarse. Los velorios pueden ser ceremonias muy tristes y dolorosas, en
especial si el muerto es un niño, pero aun cuando se está rezando por su
alma, puede oírse la gritería de los compañeritos del fallecido que
juegan en el patio. Fuente: Selecciones
"El cielo está negro" dice la primera
línea de Enrique VI; donde se lamenta la muerte del venerado rey. Pero
Shakespeare se equivocó, ya que la época del funeral de este rey fue en
1422 y por ese tiempo el blanco era el color de luto. El color negro para expresar duelo proviene de la antigua Roma, donde
las mujeres usaban vestidos negros llamados lugubrias para guardar luto
a sus amantes muertos. Más tarde, un decreto imperial estableció que el
blanco sería el color del duelo y así se usó por cientos de años en
muchas partes de Europa, particularmente en Francia, España e
Inglaterra. En 1498, Ana de Bretaña se vistió de negro en el funeral de su
esposo, Carlos VIII, y puso colgaduras negras a su escudo de armas. Fue
el primer funeral en negro desde los tiempos de la antigua Roma. La
viuda se veía tan hermosa que el nuevo rey, Luis XII, pidió su mano y
ella llegó a ser reina de Francia por segunda vez. Con la ayuda de los diseñadores de modas de aquellos tiempos, se
impuso de nuevo la costumbre de vestir de negro durante el luto, no sin
algunas excepciones.
María de Escocia, tras la muerte de su marido, Lord Darnley, llevaba
trajes de color blanco, por lo que era conocida como la ?Reina Blanca?.
Los reyes de Francia usaban el púrpura, color que probablemente proviene
de las vestiduras que los soldados romanos pusieron a Jesucristo para
mofarse de él llamándolo Rey de los Judíos. Toamdo de: Selecciones
Las mujeres japonesas
son más propensas a tener un título universitario que los hombres, y el
número de mujeres que trabaja crece de manera constante desde hace diez
años. Pero, por una serie de razones, una madre todavía tiene
dificultades para conseguir un buen trabajo.
Nobuko Ito es el modelo de japonesa moderna profesional.
Es abogada calificada y habla inglés con fluidez. Tiene años de experiencia trabajando en derecho contractual internacional.
Pero Nobuko ya no trabaja en un estudio de abogados internacional grande. De hecho, casi no trabaja en la abogacía.
Nobuko dice que los hombres tienen miedo de quedarse sin trabajo si cuidan a sus hijos.
En cambio, tiene tres hijos. En Japón todavía hay que decidirse por lo uno o lo otro. Hacer las dos cosas es muy difícil.
"Antes de tener hijos recuerdo un mes de mucho trabajo en el que le facturé al cliente ¡300 horas de trabajo!", dice Nobuko.
"Llegaba a la oficina a las 9 de la mañana y me
iba a las 3 de la mañana del día siguiente, y también iba los sábados y
domingos.
"Si se quiere seguir trabajando hay que
olvidarse de los hijos, sólo hay que dedicarse a la empresa. No puedo
hacer eso, es imposible", agrega.
El ejemplo de Nobuko muestra cómo la cultura de
trabajo de Japón puede ser brutal. Es una de las razones por las que el
70% de las mujeres japonesas deja su trabajo apenas tiene su primer
hijo.
Otra de las razones son sus maridos.
Si se habla de ayudar en la casa, los japoneses van muy por detrás de sus congéneres de Europa o Estados Unidos.
En Suecia, Alemania y EE.UU. los maridos pasan,
en promedio, tres horas al día ayudando con los niños y las tareas
domésticas. En Japón lo hacen una hora, y pasan sólo 15 minutos al día
con sus hijos.
Licencia para cuidar
Luego está la licencia de paternidad. Los
hombres japoneses tienen derecho a tomarla, pero sólo una pequeña
minoría realmente lo hace: sólo un 2,63%, según el Ministerio de Salud y
Bienestar Social.
"Mi esposo no se tomó licencia por paternidad", dice Nobuko Ito.
Mercado
Muchas mujeres japonesas todavía
dejan el mercado laboral después de ser madres y muchas veces no puede
volver a su ritmo de empleo anterior: en el mercado laboral japonés, las
mujeres a menudo terminan en un empleo irregular y mal remunerado.
"La mayoría de los hombres japoneses son muy
reticentes a utilizar ese sistema. Tal vez quieren quedarse en casa para
ayudar a la familia, pero por otro lado creen que tienen que trabajar
tan duro como sea posible o de lo contrario no tendrán un ascenso, o
puede que pierdan su trabajo".
A pesar de todo esto, muchas japonesas quieren seguir trabajando después de tener hijos.
Pero entonces surge el siguiente problema: el cuidado de los niños o, más bien, la falta de él.
Según estadísticas del gobierno de Tokio, hay 20.000 niños en lista de espera en las guarderías diurnas de la ciudad.
Los centros públicos que existen son buenos,
pero son muy pocos. E incluso si uno consigue una plaza, es costoso y
hay que demostrar que uno dispone de los medios.
"Yo tendría que pagar cerca de US$1.000 al mes por cada niño, incluso en una guardería del Estado", dice Nobuko Ito.
"Las guarderías privadas cuestan cerca de US$2.000 por niño por mes. ¡Pero esas son muy buenas!", dice riendo.
Mascotas
Todo esto se resume en dos hechos. Las mujeres
que tienen hijos no trabajan y las mujeres que trabajan no tienen hijos.
Ambas situaciones son terribles para el futuro de Japón.
En su innovador trabajo "Womenomics: el activo
oculto de Japón", la economista japonesa-estadounidense Kathy Matsui
dice que retener a las madres japonesas en el trabajo o hacer que
vuelvan a trabajar debe ser una "prioridad nacional".
Matsui dice que eso podría aumentar hasta un 15% el Producto Interior Bruto de Japón.
Pero agrega que hay otra razón aún más apremiante. Japón se está quedando sin gente.
"A pesar de que la tasa de fecundidad baja es
común en otros países desarrollados, Japón debe ser el único país de la
OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) donde
el número de mascotas es superior al número de hijos", dice.
La tasa de natalidad de Japón es de sólo 1,37
nacimientos por mujer, muy por debajo de la cifra de 2,1 necesaria para
que una población se mantenga estable.
Los datos de Europa y EE.UU. indican que ayudar a las mujeres a permanecer en el trabajo puede aumentar la tasa de natalidad.
El 70% de las mujeres japonesas deja su trabajo apenas tiene su primer hijo.
En países como Suecia, Dinamarca y EE.UU., donde
las tasas de empleo femenino son altas, las tasas de natalidad son
también más altas. En los países donde el empleo femenino es bajo, como
Italia, Corea del Sur y Japón, las tasas de natalidad también son bajas.
En Japón ya hay una crisis demográfica. En 2006 la población de Japón empezó a encogerse.
Si las tendencias actuales persisten, Japón perderá un tercio de su población en el próximo medio siglo.
Si has visto la película El guerrero número 13 (The 13th warrior), es posible que sepas que está basada en una novela de Michael Crichton llamada Devoradores de cadáveres (Eaters of the Dead). Lo que quizá no sepas es que el personaje interpretado por Antonio Banderas, Ibn Fadln, está inspirado en alguien real. Al igual que en el film, se llamaba Ahmad Ibn Fadlān ibn al-Abbās ibn Rāšid ibn Hammād, y era el secretario de un embajador enviado por el califa de Bagdad Al-Muqtadir para negociar con el rey de los búlgaros, en la región del Alto Volga, allá por el año 920.
Por desgracia para Ibn Fadlān y el resto
de su comitiva, el viaje, que estuvo plagado de peligros, nunca llegó a
buen término pues, cuando llevaban más o menos un año en el camino,
fueron interceptados por un grupo al que Ibn Fadlān denomina en su
crónica los rus o rūsiyyah, quienes los tomaron como prisioneros. Estos rūsiyyah,
gentes que habrían partido de la península de Escandinavia y se habían
establecido para comerciar en la región del Alto Volga eran, en opinión
de la mayor parte de los historiadores, un grupo de rudos y temibles vikingos (otros
autores sugieren un origen eslavo). A raíz de este fortuito encuentro,
Ahmad Ibn Fadlān se sintió fascinado por las costumbres de este pueblo, y
dejó por escrito sus impresiones sobre todo aquello que tuvo ocasión de
presenciar.
Durante mucho tiempo los expertos sólo conocían un fragmento de aquel manuscrito, titulado Risala
(literalmente, “descripción de un viaje”), que se había conservado a
través de un diccionario elaborado por el geógrafo y sabio sirio Yāqūt. Por suerte, en el año 1923 se descubrió una copia completa del texto de Ibn Fadlān en la Biblioteca de Astan Quds Razavi
(Irán). Hoy constituye una de las principales y más valiosas fuentes
históricas sobre estos antiguos pueblos del norte y sus costumbres.
Fotograma de ‘El guerrero nº13′ | Crédito: Touchstone Pictures
Así describía Ibn Fadlān a quienes se
habían convertido en sus inesperados amos: ”Nunca he visto personas con
un cuerpo tan perfecto, son como palmeras y rosados de piel. No llevan
quartac ni caftán, sino que los hombres llevan un vestido que les cubre
medio cuerpo (…) Cada uno lleva un hacha, una espada o un cuchillo. Las
espadas son de hoja ancha y las empuñaduras tienen adornos francos (…)
Cada individuo lleva, desde la raíz de las uñas hasta el cuello, árboles
verdes, imágenes y otras cosas (tatuajes) (…) Cada mujer lleva sobre el
pecho una cajita de plata, plomo o hierro, según lo rico que sea su
marido. Cada caja tiene un anillo al que va unido un cuchillo que
también reposa sobre el pecho. llevan collares de oro y plata alrededor
del cuello, porque cada hombre que posee 10.000 dirham hace forjar un
collar para su mujer; cuando tienen 20.000, dos, y etc., por lo que se
ven algunas mujeres con muchos collares”.
Para alguien de la refinada educación y
modales de Ibn Fadlān, algunas de las costumbres de los rudos vikingos
resultaban sin duda desagradables, en especial aquellas que tenían que
ver con la higiene (o más bien la falta de ella). De este modo recordaba
el enviado del califa de Bagdad la limpieza diaria de sus captores,
detalle que por cierto se refleja en una de las escenas de la película
protagonizada por Banderas:
“Son las criaturas más sucias de Alá. No
se lavan ni tras sus necesidades corporales, ni después de mantener
relaciones sexuales, ni mucho menos se lavan las manos después de comer
(…) Sin excepción, cada día se lavan el rostro y el cuerpo en el agua
más sucia e inmunda que se pueda imaginar. (…) Cada uno se suena la
nariz, escupe y se lava la cara y el cabello en el mismo recipiente”.
Fotograma de ‘El guerrero nº 13′ | Crédito: Touchstone Pictures.
Más interesantes son sus comentarios sobre algunas costumbres funerarias de los rūsiyyah, como el relato que realiza del funeral de un jefe vikingo:
“Me contaron que cuando muere uno de sus
jefes, consumen su cuerpo con fuego. Cuando supe que uno de sus líderes
había muerto, quise verlo con mis propios ojos. Primero lo dejaron en
su tumba (…) por espacio de diez días, hasta que hubieron terminado sus
ropas fúnebres (…) Juntaron sus bienes y los dividieron en tres partes.
La primera era para su familia. La segunda se gastó en las ropas y con
la tercera compraron bebidas que tomarían el día en que se quemara a una
muchacha para que muriese con su maestro”.
Esta insólita práctica, la del
sacrificio de un joven o una muchacha junto al fallecido, fue sin duda
una de las que más llamó la atención de Ibn Fadlān: “Cuando uno de sus
jefes muere, su familia pregunta a sus chicas y pajes: ‘¿Quién de
vosotros morirá con él?’ Uno responderá: ‘Yo’. Desde el momento en que
pronuncia esas palabras, ya no puede dar marcha atrás. Habitualmente, es
una de las chicas la que se ofrece voluntaria”.
A continuación, el musulmán refiere cómo
se procedió a realizar el ritual en el caso que tuvo oportunidad de
presenciar: “Cuando una joven respondió ‘Yo lo haré’, otras dos chicas
la acompañaron desde entonces, yendo con ella allá donde fuere. Mientras
la gente estaba preparando las ropas para el funeral del jefe, la chica
se entregó a la bebida y al canto, y fue alegre. Cuando llegó el día en
que el muerto y la chica serían devorados por las llamas, acudí al río
donde estaba su barco (…) Trajeron un sillón, lo colocaron en el barco y
lo cubrieron con ropas griegas doradas y acolchadas, con almohadas del
mismo material. Entonces vino una mujer a la que llamaban ‘Ángel de la
muerte’, y dispuso objetos sobre el sillón. Era ella quien debía matar a
la joven.
Fotograma de ‘El guerrero nº 13′ | Crédito: Touchstone Pictures.
Sacaron al muerto de su tumba y lo
vistieron. Lo llevaron al barco, sentándolo en el sillón acolchado,
apoyándolo en las almohadas, y trajeron las bebidas, las frutas y las
hierbas, colocándolas junto a él. (…) Mientras la chica caminaba de aquí
para allá, y después entró en una de las tiendas que había allí. Varios
hombres acudieron a la tienda para acostarse con ella, diciendo: ‘Dile a
tu maestro que hice esto sólo por amor hacia ti’”.
Finalmente llevaron a la muchacha al
barco y allí le hicieron beber una bebida con alcohol que la dejó
aturdida. “En este momento –recuerda Ibn Fadlān– los hombres comenzaron a
golpear sus escudos para ocultar el llanto de la joven (…) La tumbaron y
ataron de manos y piernas. El ‘Ángel de la muerte’ rodeó su cuello con
una cuerda y entregó los extremos a dos hombres para que tiraran de
ellos. Luego, con una gran daga la apuñaló entre las costillas mientras
los hombres la estrangulaban. Así murió”.
Cuando la joven estaba ya muerta, los
familiares del difunto prendieron fuego al barco, que no tardó en arder
por los cuatro costados. Ante la sorpresa y el horror de Fadlān, uno de
los vikingos le contestó: ”Vosotros los árabes sois tontos. Cogéis el
cuerpo de quien más respetáis, de quien más habéis honrado en vida, y lo
dejáis en la tierra donde será devorado por los gusanos y por la misma
tierra. Nosotros lo quemamos en un momento; así puede llegar pronto al
Paraíso”.
Dejar atrás malos hábitos como fumar y adquirir hábitos saludables como hacer ejercicio,
además de adelgazar o saldar las deudas económicas, son algunos de los
propósitos más frecuentes que marcan el comienzo del Año Nuevo. Sin
embargo, la mayoría de las personas no consigue llevarlos a cabo durante
doce meses, y los abandonan mucho antes de lo esperado. Expertos de la
Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (EE UU) aseguran que
para que esto no suceda es aconsejable tomar una serie de medidas:
- Empezar cuanto antes, “porque la acción precede a la motivación,
y no al revés,” según explica la psiquiatra Hinda Dubin. No hace falta
esperar a sentirse lleno de energía y plenamente motivado para empezar
una dieta de adelgazamiento, por ejemplo. Cualquier pequeña acción
dirigida a conseguir el objetivo facilita que lo llevemos a cabo.
- Si fallas vuelve a intentarlo y aprende de tus errores.
- No tomes decisiones absolutas del tipo “nunca más…”. Sé realista y proponte reducir la frecuencia.
- Cuéntale a alguien tus propósitos de Año Nuevo, porque te ayudará a tenerlos más presentes.
- Hazlo paso a paso. Si tu objetivo es demasiado grande, desfallecerás antes de empezar. Si quieres dejar de fumar,
escoge como objetivo ir a un terapeuta para hacerlo (y decide en qué
fecha). Si quieres perder diez kilos, proponte primero adelgazar medio
kilo a la semana.
Un grupo de amigas celebra la Nochevieja del año pasado en Madrid. | Roberto Cárdenas
Casi dos millones de kilos de uvas, varios cientos de miles de
toneladas de carnes, millones de litros de alcohol, junto a otros tantos
cientos de miles de preservativos para los más afortunados, son los
elementos que no pueden faltar en la despedida del año que será
celebrada por casi todos los españoles en pocas horas. Aunque con menor
intensidad, ningún festejo multitudinario carece de ellos. Y es que a los primates humanos nos gusta comer, beber y practicar el sexo, algo que también les sucede al resto de los grandes simios. El ritual de despedida del año y recibimiento del nuevo comenzará con
una gran comida en la que no faltarán las carnes, los mariscos, y para
finalizar una buena tarta y/o surtido de turrones. El autocontrol y las
dietas no se impondrán hasta días después. Los seres humanos, junto a
otros primates, somos algunos de los animales que más engordamos,
ya que poseemos mecanismos de acumulación de grasa que han sido
favorecidos por selección natural para mantener reservas en épocas de
escasez. Ahora tratamos de evitar la obesidad a toda costa, pero gracias a que
engordamos -y por ello somos capaces de no comer durante días-, hemos
sobrevivido como especie. Los primates estamos adaptados como ningún otro organismo a la ingestión de grasas y azúcares, algo que otros animales no pueden con tanta facilidad. Esto permite que nuestro cerebro se alimente con mayor eficacia. De esta manera, comiendo poco podemos obtener las calorías que nuestro cerebro necesita.
Es por esta razón que los humanos perseguimos lo graso y lo dulce. Este
tipo de alimentos nos producen más placer en el cerebro porque nos
aportan la energía fundamental que nos ha hecho falta para sobrevivir
durante los últimos millones de años. A continuación, el cava y las copas serán los protagonistas de la celebración. A los monos también les gusta el alcohol y se emborrachan,
como muchos harán en las próximas horas. Este es el caso de los monos
vervet, los cuales han desarrollado una adicción al alcohol. Los
turistas extranjeros, cuando descansan sobre la arena de las playas en
la isla caribeña de Saint Kitts, dejan sus bebidas descuidadas. Los
monos, se acercan con sigilo y se apropian de ellas.
Pero hay más casos similares. En la India, donde los macacos son sagrados, no son raros los saqueos que incluyen la ingesta de algún tipo de bebida fermentada.
Las consecuencias del alcohol en su organismo es muy parecida a las que
nosotros sufrimos: fallos en la locomoción, caídas y finalmente
somnolencia. Los más marchosos, continuarán la fiesta en los diferentes cotillones
y discotecas que se prolongarán hasta al amanecer. Los datos de la FAD
(Fundación Anti Droga) y el Ministerio del Interior demuestran que en
estas fechas aumenta el consumo de todo tipo de drogas. En los años 30,
se realizaron unos experimentos sobre la adicción a las drogas con chimpancés. Hasta entonces se creía que la adicción era un fenómeno exclusivamente social y se negaba su enganche físico.
"No es verdad que me dé náuseas la Navidad", ironizan Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat en su "Canción de Navidad".
Es que aunque para una parte del mundo
occidental se trate de una fecha religiosa y feliz, para otros el 25 de
diciembre es motivo de fastidio, angustia o simplemente aburrimiento.
La imagen ideal de niños y mayores
sonrientes, comidas deliciosas; paz y amor en abundancia contrasta con
una realidad en la que en lugar de la paz reinan las discusiones
familiares, la soledad, el consumismo, los balances insatisfactorios y
la ingestión excesiva de comida y bebida. Todos ellos, males asociados a
esta fecha.
Las urgencias de los hospitales se llenan de heridos por accidentes, peleas, infartos y hasta intentos de suicidio.
Compras
Quizás la crítica más obvia y extendida sea la del consumismo.
La página de internet de The Christmas Resistance Movement (Movimiento de Resistencia a la Navidad), por ejemplo, llama a boicotear la Navidad.
"Boicoteamos las compras navideñas, las
decoraciones, las tarjetas y todo tipo de porquerías navideñas. Nos
rehusamos a participar de la industria de la Navidad. Les demostramos
nuestro amor a nuestros familiares y amigos dándoles tiempo y cariño, no
comprándoles cosas", dice el grupo.
El Buy Nothing Christmas (Navidades sin
compras) es una propuesta de unos cristianos menonitas canadienses que,
como su nombre indica, proponen no comprar nada.
Antichristmas.org se opone a la Navidad.
Otros ejemplos de asociaciones anticonsumistas por el mundo son el Mouvement Anti-Noel (Francia), Steve the Pro Anti-Christmas (Reino Unido) y Center for a New American Dream (Estados Unidos).
"¿Qué es la Navidad?", se preguntan el psicólogo
sueco Mats Erikson y su esposa Karin, escritores especializados en
comunicación interpersonal. "Alguna vez fue la celebración del
nacimiento de un hombre muy sabio, pero ahora es a menudo simplemente
abandonarse a la excitación del consumo", dicen a BBC Mundo.
"El consumismo ha devorado gran parte de
nuestras actividades cotidianas y de lo que debieran ser nuestros
sentimientos más personales", agrega desde Buenos Aires el psiquiatra y
dramaturgo José Eduardo Abadi. "Cuando la Navidad se torna en confundir
lo que uno es con lo que uno tiene y lo que uno muestra con lo que uno
vale, estamos en presencia de un problema".
La estética navideña tiene sus detractores. En
primer lugar, quizás, los cristianos que insisten en recordar el
verdadero sentido de la Navidad -el nacimiento de Cristo- y lamentan que
los Santa Claus, arbolitos y motivos paganos inunden y nublen el
espíritu original.
Como ejemplo, un estudio realizado por la
consultora Nielsen en Reino Unido constató que de los casi 6.000 motivos
presentes en las tarjetas navideñas, solo 34 mostraban escenas de la
natividad.
Todos nos hemos preguntado cómo es posible que en
la noche de Navidad Santa Claus sea capaz de recorrer todos los
hogares, entregar todos los regalos y entrar por todas las chimeneas,
ventanas y puertas. Aquí una propuesta científica del profesor Larry
Silverberg.
Si tus hijos te preguntan cómo es que Santa Claus sea capaz de
recorrer todo el mundo, todos los hogares, en todos los países, entrar
por las chimeneas y entregar todos los regalos en sólo una noche, aquí
puede leer una respuesta del Larry Silverberg, profesor de ingeniería
mecánica y aeroespacial en la Universidad de Carolina del Norte.
Silverberg se encargó de reunir algunas teorías físicas y químicas para explicar esta hermosa tradición navideña.
Cuarteles en el Polo Norte
• Hace cientos de años, Santa, sus elfos y seguidores salieron de un pueblo noruego y se dirigieron al Polo Norte.
• Para sobrevivir a los fríos extremos del norte, construyeron estructuras subterráneas, invernaderos y bunkers.
• Santa y sus elfos llevan al menos 500 años ininterrumpidos para evolucionar social e intelectualmente.
• Sus conocimientos de física y de ingeniería sobrepasan los nuestros.
• Por ejemplo, ellos saben que el tiempo puede estirarse como una
liga, que el espacio puede arrugarse como una naranja y que la luz puede
ser doblada (todo esto basado en principios relativos básicos).
• El tiempo-espacio puede controlarse como si fueran volúmenes o
nubes de relatividad. Una persona desde dentro y otra desde fuera de la
nube percibirían diferente el tiempo y el espacio.
• Santa y sus elfos ya lograron control sobre estas nubes. Dentro de
ellas, Santa mira el mundo congelado y escucha sólo silencio.
• Cuando Santa regresa al Polo Norte y sale de la nube, sólo han pasado unos minutos.
• Así los regalos pueden ser entregados en un parpadeo.
El trineo
• Ahora, el trineo es un vehículo super-moderno, con un teclado
holográfico, donde se encuentran los controles de navegación, los mapas y
por supuesto las listas de juguetes.
• Los renos están equipados con jet packs para su propulsión.
Entrar en los hogares y dejar los regalos
• Las nubes de relatividad también ayudan a Santa a ocultarlo y
transformarlo, por ejemplo, para que quepa dentro de los agujeros más
pequeños y así entrar en las casas.
• Otra opción es que los regalos sean los transformados y sean
enviados dentro de las casas, así Santa no tiene que entrar
personalmente.
• Los regalos crecen gracias a un micro-hacedor-de-juguetes que
utiliza un proceso análogo al crecimiento de los minerales, la nieve o
los organismos y tejidos que se forman a partir del ADN.
• De esta forma, Santa no debe de cargar con el peso de millones de
juguetes, se ahorra ese espacio y ese combustible (hay que ser amables
con la atmósfera).
Y ¿cuáles son los motivos por los que trabajan Santa y sus elfos?
Imagínate vivir en una ciudad súper desarrollada, donde todo el
tiempo se descubren tecnologías nuevas. Imagina tener el poder de
repartir regalos a los niños de todo el mundo, ¿no crees que tú mismo
amarías hacer ese trabajo?
Es impresionante que el estudio se presentó en 1997, pero aún su
explicación puede seguir vigente… hasta que alguien proponga una nueva.
¿Te animas a imaginar una?
Comida solidaria de Navidad en un colegio de Valencia (España) | Benito Pajares
En los próximas dos semanas, millones de personas de todo el mundo
compartirán mesa con familiares y amigos. Ya sea con motivo del
solsticio, la despedida del año o la celebración del nacimiento de Jesús
de Nazaret, cumpliremos con algunos rituales y celebraciones que llevan celebrándose desde hace milenios. Lo que todos ellos tienen en común es su origen religioso. Los antropólogos situamos el origen de la religión en los primeros
'Homo sapiens'. Pensamos que tuvo que ser en esa época por las pinturas
halladas en las cuevas y algunos esqueletos de hace 30.000 años
enterrados ritualmente con ocre, señal de que probablemente creían en la vida después de la muerte.
Aunque con formas y fondos muy diversos, la religión es un fenómeno
universal entre los cazadores-recolectores y ha emergido en todas las
sociedades modernas del mundo. Desde sus orígenes, entre otras
funciones, la religión ha servido como instrumento de cohesión.
Algo así como un pegamento social que favorece la unión de sus miembros
y recuerda simbólicamente algunos de sus valores y necesidades más
importantes. En las fiestas o rituales, es donde estos se hacen más
visibles y evidentes. Varios expertos creen que las raíces del ritual como modo de festejo pueden rastrearse en los animales. En el juego y en la celebración, por ejemplo, se dan comportamientos y emociones muy similares.
Cuando los chimpancés ven a un compañero conseguir una comida que saben
que compartirá con ellos, se excitan y dan saltos de alegría
anticipándose a la recompensa. También se ha observado que los chimpancés del Parque Nacional de
Gombe (Tanzania), al aproximarse a las cataratas y rápidos del río,
contagiados por el sonido que producen, comienzan a bailar y jugar solos. Después, suelen quedarse sentados, hipnotizados, mirando como van y vienen sus aguas.
Vídeo 1: La fascinación de los chimpancés ante las cataratas Jane Goodall
cree que los chimpancés también tiene algún tipo de espiritualidad,
solo que no pueden hablar de ello como nosotros hacemos. Puede que en la
contemplación de la naturaleza resida el origen de la religión. Las fiestas y celebraciones son fundamentales para recordar los vínculos existentes y recordar las alianzas dentro y fuera de la tribu.
A pesar de que no somos conscientes, los humanos usamos estos eventos
con el mismo fin. Las bodas, bautizos y demás fiestas cumplen con este
objetivo. A nivel colectivo, la religión provee de un marco normativo a las
acciones, en ausencia de tribunales y policías que aseguren las buenas
prácticas. Es decir, son muy útiles para regular el comportamiento de las personas cuando interaccionan entre sí
y no existen instituciones que vigilen o a las que se pueda acudir en
caso de injusticia o agravio. En las fiestas se recuerda esta moral
compartida.
Fuente:
YO Mono Obviamente en una sociedad desarrollada ya no se necesita la religión. Pero siempre serán necesarias las convicciones y la fé. Un ser humano necesita fé para seguir por el camino; y sin conviciones profundamente arraigadas y que guíen nuestra conducta no somos personas sino individuos. Pero, ojo que al hablar de fé no estamos hablando de una fé metafísica, sino de una fé en que la Humanidad, con las herramientas (materiales y espirituales) que posee, puede transformar el mundo en un lugar de paz, justicia, libertad y solidaridad.
La fé no puede estar en un ser mítico que vive en el más allá, la fé tiene que estar puesta en el hombre y en la ciencia y las enseñanzas que podemos sacar de nuestra historia. Las sociedades actuales, bajo el signo de las políticas económicas neoliberales, están en decadencia; y corresponde a los hombres de buena voluntad transformar estas sociedades. Las sociedades nuevas no llegarán gracias a la mano invisible de dios o a la mano invisible del libre mercado; las sociedades actuales necesitan ser destruidas, y de sus ruins emergerán las sociedades nuevas.
El desgaste fonético de la expresión inglesa "All hallow's eve", traducida como víspera de todos los santos, ha permitido a la industria del cine y del consumo convertir "Halloween" en toda una mina de productos que el consumidor ha asumido ya como tradicionales.
Acuñada inicialmente como "All Hallow-even", siendo
"even" una variante arcaica de "eve" ("víspera"), según ha explicado a
EFE el catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Alicante
Félix Rodríguez, esta expresión ha sufrido con el paso del tiempo "un
acortamiento y un desgaste" que ha dado lugar a la palabra que hoy
conocemos.
A partir de ahí, "Halloween", como fecha asociada por su
significado celta al mundo de las sombras y del invierno, ha saltado a
los cinco continentes "debido a la enorme influencia del inglés", ha
apuntado Rodríguez, doctor en Lingüística Románica por la Universidad de
Alberta (Canadá).
"Con ello se asegura la incorporación de un anglicismo
más a nuestro inventario léxico cotidiano, pese a lo exótico de su
morfología", ha añadido.
Para los investigadores la noche del 31 de octubre era
una de las citas festivas más importantes de la cultura celta, en la
que, bajo el nombre original de "Nos Galan-gaeaf", algo así como la
noche de las calendas, se recibía al invierno y se decía adiós al
verano, pues para esta civilización sólo existían dos estaciones.
Desde el punto de vista económico, según señalan otros
expertos y autores de libros -la mayoría de ellos editados en lengua
inglesa-, esta misma noche, que abría el periodo conocido como Samhain,
suponía el cierre de la cosecha agraria y la llegada de los días
invernales.
Para soportar las bajas temperaturas, la fiesta era calentada e iluminada con hogueras.
A partir de aquí, las tradiciones y las leyendas adquieren y recogen aspectos y filosofías distintas,
pues algunos entendidos consideran que los celtas "invitaban" a este
festín a los seres queridos que ya habían pasado a mejor vida y, a
través de las hogueras o pequeñas candelas encendidas, iluminaban el
lugar donde era la fiesta para que las almas acudieran a la misma.
Para otros especialistas en esta materia, las pequeñas luces sólo servían para ahuyentar a los malos espíritus.
No obstante, la mayoría de los escritos reflejan que la
noche del 31 de octubre permitía, según la tradición celta, una
comunicación fluida entre la vida terrenal y el más allá, de ahí que las
familias celtas colocaran en sus hogares dulces y trozos de carne para
ser hospitalarios y agradecidos con sus "visitantes".
La cultura cristiana intentó desvirtuar este significado
de la última noche del mes de octubre al fijar la celebración de día de
Todos los Santos, en la que se honra y recuerda a los ya fallecidos.
No obstante, la tradición de la noche del 31 de octubre
viajó hasta los Estados Unidos en la mente y la idiosincrasia de los
colonos que partieron desde Gran Bretaña, quienes a esas horas nocturnas
y a esa fiesta ya la denominaban "All-hallow even", víspera del día de
Todos los Santos.
Las aportaciones propias de cada familia a esta tradición
alargan la historia de esta noche, aunque siempre, según indican los
investigadores, relacionada con aspectos originales, como son las
calabazas (recuerdan el significado de la cosecha) o las luces que se
colocan en el interior de las mismas, que rememoran aquellos fuegos que
guiaban a las almas buenas o ahuyentaban a las malas.
Asimismo, las visitas de niños disfrazados de fantasmas a
los domicilios del vecindario entregando o pidiendo dulces recuerdan
los dones que se ofrecían a las "almas viajeras".
Es entonces cuando la
industria, especialmente la del cine , ve en "Halloween" un filón, con
películas de terror que inundan la pantalla de sangre, vísceras y
herramientas para matar de todo tipo.
A esta industria se sumó la dedicada a la
comercialización de todo tipo de elementos, desde disfraces y máscaras a
productos gastronómicos y fiestas en locales de ocio.
En definitiva, todo un desgaste fonético que puede desgastar bolsillos.