En la República Checa.
En este país europeo la cerveza es más barata que el agua. Sí, leiste bien: la cerveza es más barata que el agua.
El precio de una jarra grande de cerveza no suele superar el euro, o sea su precio es de unos tres soles (moneda de Perú). Por ello en la República Checa cada habitante consume 161 litro de cerveza al año, el mayor consumo de todo el mundo.
Luego de la República Checa, tanto en cantidad de
consumo como en precio barato de cerveza, tenbemos a Alemania, Bélgica e Irlanda.
Conocer Ciencia: ciencia sencilla, ciencia divertida, ciencia fascinante...
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17 de junio de 2019
16 de agosto de 2017
Si los algoritmos nos hacen la compra, ¿para qué servirá el marketing?
Gran parte del marketing se basa en que las empresas envíen mensajes concretos a los clientes para influir en sus compras y consumo. No extraña entonces que los principales anunciantes del mundo sean empresas como Procter & Gamble, Nestlé y Unilever. Las tres venden productos de consumo que se compran y gastan de manera habitual y constante. El objetivo de las decenas de miles de millones de dólares que invierten en publicidad es recordar a los consumidores que necesitan comprar detergente, sopa, café, yogur o alimento para mascotas durante su próxima visita a la tienda. Pero dentro de pocos años, este modelo de marketing, publicidad y compras estará obsoleto. Los comienzos de este cambio ya son evidentes en avances como los botones Dash de Amazon que convierten las compras rutinarias en más simples y rutinarias si cabe.
No pasará mucho tiempo hasta que Amazon y otros minoristas puedan conocer tan bien los hábitos de sus clientes como para enviarles (de manera convencional o por dron) los aproximadamente 200 productos que se consumen de manera habitual. Los algoritmos de las empresas estimarán cuándo es apropiado reponerlos. Poco después, los armarios y las neveras inteligentes de cada hogar elaborarán sus propios pedidos. Liberarán al consumidor de tener que escribir listas de la compra, recordar qué necesitan o enfrentarse al tedio de las compras repetitivas. Los productos que necesiten llegarán hasta los domicilios como la luz y el agua. Para muchos productos, será un bot el que se encargue de la compra. Los clientes sólo tendrán que consumir.
¿Cómo será pues el marketing en un mundo en el que las máquinas hablan con otras máquinas?
Primero, en un mundo conectado, gastar miles de millones para recordar a los consumidores que han de comprar su marca parecería desmesuradamente despilfarrador. En su lugar, el gasto en publicidad se redirigirá a construir mejores relaciones, competir con los líderes del mercado, aumentar la tasa de consumo e intentar condicionar el diseño y a los propietarios de los algoritmos. Influir en los algoritmos –por ejemplo, al convertirse en una marca nativa o por defecto dentro de las opciones preinstaladas de software– será altamente valioso. Sabemos que el 90% de los compradores de smartphones y ordenadores no cambian la mayoría de las configuraciones de fábrica. Supone una gran ventaja para las aplicaciones y servicios instalados por defecto. En consecuencia, las empresas líderes se beneficiarán de unas barreras de entrada más altas. Quien aspire a entrar en el mercado, sobre todo en los productos básicos, tendrá que romper no sólo la inercia de los consumidores, sino también la de los bots ya programados, una mucho más difícil de superar.
Segundo, la fidelidad con una marca se redefinirá. Los equipos de marketing necesitarán diferenciar con mucha más claridad entre la mera recompra y la lealtad real. Tendrán que preguntarse, sobre todo en las marcas líderes, si el "leal" es el algoritmo o es el consumidor. Para las nuevos actores la pregunta crítica será qué necesitan para lograr que los consumidores reconfiguren sus algoritmos.
En tercer lugar, gran parte de la estrategias de marketing actuales se basa en la idea de que los consumidores son intérpretes imperfectos de los mensajes publicitarios. Las personas están sujetas a sesgos cognitivos como la atención selectiva y su capacidad para retener información. Los estudios sobre publicidad, por ejemplo, se centran en mejorar las probabilidades de que los consumidores hagan lo que dictan los anuncios. Buscan aumentar la eficacia de los anuncios al mejorar su tasa de conversión (el ratio entre las personas que compran un producto y las que han visto su anuncio).
Pero si esas decisiones las toman bots en vez de humanos, los anunciantes deberán dirigirse a ellos. Y los bots suelen hacer lo que se les mande, sin sesgos cognitivos. Así que las investigaciones se centrarán en entender cómo influir sobre las decisiones de los bots: ¿Cuáles son sus fuentes de información? ¿Qué criterios están programados para optimizar? ¿Cuáles son sus algoritmos de aprendizaje? Las investigaciones sobre los consumidores se centrarán en temas estratégicos como los patrones de consumo y la fidelización de la marca.
Por último, los efectos de las máquinas conectadas no se limitarán a las compras básicas. Muchas de las interacciones entre la empresa y el consumidor se producirán directamente entre la empresa y el producto. Por ejemplo, los coches que se retiren por problemas de seguridad o reparaciones imprevistas podrán dirigirse de manera autónoma al taller cuando no los utilicen sus propietarios. Los lavavajillas y aspiradoras actualizarán su software directamente desde la nube. Los botes de medicamentos no se abrirán expirada su fecha de caducidad. De las interacciones no placenteras se ocuparán los bots. Los clientes hartos de hablar con una máquina cuando llaman a su compañía telefónica pedirán a su bot que llame al bot de la compañía.
La robotización de las compras y el marketing cambiará cómo interactúan las empresas con los consumidores. Eliminar de la ecuación la imprevisibilidad de los consumidores aumentará la eficiencia del marketing; sólo los ahorros en publicidad sumarían miles de millones de dólares. Pero la oportunidad real se encuentra en la redefinición de la relación con el cliente, no en la reducción de costes. Pongan a sus máquinas a pensar en eso.
Fuente:
16 de octubre de 2014
Los pollos se han vuelto cada vez más grandes desde los años 50s
Aquí hay tres razas diferentes de pollo, criados exactamente con la misma dieta:
En apenas 50 años más o menos, los pollos han sido criados para ser mucho más grande. La imagen de arriba proviene de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Alberta, Canadá, que observó tres razas de pollos en diferentes épocas criados de la misma manera exacta y a los que se midió cuánto comían y cómo crecieron. Esto permitió ver las diferencias genéticas entre las razas sin influencias de otros factores como la alimentación o el uso de antibióticos. Recientemente publicaron sus resultados en Poultry Science.
2) Los pollos de hoy son más eficientes en convertir alimento en carne: La razón de ello es que los pollos de hoy en día son más eficientes en convertir alimento en carne de pechuga. De acuerdo a la métrica de los investigadores esto era algo que llamaron la “tasa de conversión de mama” de gramos de alimento en gramos de carne de pechuga. La raza de 2005 era aproximadamente tres veces más eficiente que la de la década de 1950.
3) Los pollos modernos también tienen problemas adicionales de salud: La investigación previa ha observado aumento de problemas de hueso, corazón y sistema inmunológico en algunas razas de pollo contemporáneos. Los problemas de salud pueden venir de varios factores, incluyendo tanto los efectos genéticos no intencionales y diferencias de comportamiento, tales como la dieta y llevar todo ese peso extra.
4) Sin embargo, el crecimiento de los pollos ha ayudado a hacer del pollo un alimento popular: Durante las últimas décadas, el pollo se ha convertido en un alimento mucho más barato. El precio del pollo ha aumentado en alrededor de la mitad de la tasa de otros bienes de consumo de 1960 a 2004. En 2013, los estadounidenses consumieron más de 37 kilos de pollo por persona (Fuente: USDA).
Según el documento publicado en Poultry Science, nuestra capacidad para criar pollos más grandes y más eficientes habría jugado un papel importante en el aumento del consumo.
Referencia: Growth, efficiency, and yield of commercial broilers from 1957, 1978, and 2005. Poultry Science (2014)doi: 10.3382/ps.2014-04291
Cortesía de:
Alexius Today
El pollo de la izquierda es una raza de 1957. El pollo del medio es una raza de 1978. El de la derecha es una raza de 2005. Todos fueron criados en la misma forma para el paper y se fotografiaron a la misma edad. El portal Vox añadió las fechas a la imagen. Fuente: Zuidhof, MJ, et al. 2014 Poultry Science 93 :1–13.
Como se puede apreciar, la raza moderna es mucho, mucho, mucho más grande.En apenas 50 años más o menos, los pollos han sido criados para ser mucho más grande. La imagen de arriba proviene de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Alberta, Canadá, que observó tres razas de pollos en diferentes épocas criados de la misma manera exacta y a los que se midió cuánto comían y cómo crecieron. Esto permitió ver las diferencias genéticas entre las razas sin influencias de otros factores como la alimentación o el uso de antibióticos. Recientemente publicaron sus resultados en Poultry Science.
¿Qué ha pasado en la cría de los pollos?
1) Los pollos de hoy son mucho más grandes que los de la década de los 50s: Eso es bastante obvio. La raza de pollo de este ejemplar de 2005 terminó siendo alrededor de cuatro veces más pesado, en promedio, que la raza de 1957 de la izquierda - a pesar de ser alimentados igual.2) Los pollos de hoy son más eficientes en convertir alimento en carne: La razón de ello es que los pollos de hoy en día son más eficientes en convertir alimento en carne de pechuga. De acuerdo a la métrica de los investigadores esto era algo que llamaron la “tasa de conversión de mama” de gramos de alimento en gramos de carne de pechuga. La raza de 2005 era aproximadamente tres veces más eficiente que la de la década de 1950.
3) Los pollos modernos también tienen problemas adicionales de salud: La investigación previa ha observado aumento de problemas de hueso, corazón y sistema inmunológico en algunas razas de pollo contemporáneos. Los problemas de salud pueden venir de varios factores, incluyendo tanto los efectos genéticos no intencionales y diferencias de comportamiento, tales como la dieta y llevar todo ese peso extra.
4) Sin embargo, el crecimiento de los pollos ha ayudado a hacer del pollo un alimento popular: Durante las últimas décadas, el pollo se ha convertido en un alimento mucho más barato. El precio del pollo ha aumentado en alrededor de la mitad de la tasa de otros bienes de consumo de 1960 a 2004. En 2013, los estadounidenses consumieron más de 37 kilos de pollo por persona (Fuente: USDA).
Según el documento publicado en Poultry Science, nuestra capacidad para criar pollos más grandes y más eficientes habría jugado un papel importante en el aumento del consumo.
Referencia: Growth, efficiency, and yield of commercial broilers from 1957, 1978, and 2005. Poultry Science (2014)doi: 10.3382/ps.2014-04291
Cortesía de:
Alexius Today
17 de septiembre de 2014
El consumo colaborativo: Gracias a Internet, se puede cultivar el huerto de un extraño o intercambiar semillas
Un día, la francesa Catherine decidió compartir parte de su comida.
Empezó colocando un enorme macetero de la verja de su jardín. En él
crecían, ufanas, varias plantas de fresones. Del macetero colgaba, a su
vez, un cartel: Nourriture à partager. Servez-vous librement, c'est gratuit!
(Comida para compartir. Tomad lo que queráis libremente. ¡Es gratis!).
Con este gesto, Catherine se estaba sumando al movimiento de origen
británico Incredible Edible,
que invita a quienes poseen pequeños cultivos caseros a compartir los
alimentos que producen sus tierras, ya sean hortalizas, frutas, hierbas
aromáticas o medicinales.
Francia es terreno abonado para este tipo de iniciativas porque es frecuente poseer un terruño, un macetero o, en su defecto, agenciarse el del vecino para hacer crecer algo que llevarse a la boca. Así, cuando un grupo de amigos visita una casa como la de Catherine, suelen aparecer con una bolsa de ciruelas porque son incapaces de consumir todo lo que produce su ciruelo. Si, por el contrario, invitan ellos a comer, la ensalada que servirán como entrante llevará rábanos de su huerto, que además habrán sido recolectados pocas horas antes del festín.
La eclosión del consumo colaborativo y las posibilidades que Internet ofrece para llevarlo a cabo han permitido un crecimiento exponencial de ese deseo ancestral de invitar a alguien a sentarse a la mesa. ¿Qué es un compañero, a fin de cuentas, sino alguien con quien compartimos el pan?
En Francia, en Reino Unido y también en España proliferan, de un tiempo a esta parte, las plataformas en la Red que permiten realizar un consumo compartido de toda la cadena alimentaria. ¿Quieres cultivar pero no tienes tierra? Huertos compartidos, Tu huerto ecológico, Huertas Lúdicas y Huertos de ocio, entre otros, ponen en contacto a los interesados con propietarios de tierras que no tienen tiempo o ganas de cultivarla y están dispuestos a cederlas o alquilarlas.
Terreno más desconocido es el de las semillas. En Francia nació en 2012 Graines de Troc, una iniciativa que promueve el intercambio de simientes. Hasta la fecha, más de 2.000 personas de 30 países han participado a través de una plataforma en Internet. Pero no todo se queda en lo virtual. Graines de Troc ha impulsado además la creación de grainothèques o granotecas, es decir, espacios físicos donde se pueden dejar o recoger semillas libremente. La mediateca de la localidad de Lagord (en el departamento francés de Charente-Maritime) acogió en enero de 2013 la primera del país y hoy ya existen unas 60 repartidas por toda Francia. La última iniciativa de Graines de Troc busca sensibilizar a los niños sobre la importancia de la biodiversidad. Así, Drôles de graines (semillas raras o divertidas, en español) tiene por objetivo que los menores de la región de La Rochelle planten hasta 1.000 tomateras de 200 variedades diferentes que también ellos recolectarán llegada la hora. Recuperarán, además, las semillas plantadas para compartirlas con otros.
Un consumo colaborativo clásico es el que proponen desde hace años los grupos de consumo de proximidad: comprar entre varias personas a un mismo productor local para conseguir un mejor precio, favorecer la economía del entorno y consumir alimentos de mayor calidad y de temporada. Internet y las plataformas que se han creado para ello han logrado modernizar y aumentar su potencial. En España acaba de aterrizar La colmena que dice sí, una iniciativa creada en Francia que ahora busca expandirse también en Gran Bretaña con el nombre de The food assembly. Los promotores utilizan Internet para poner en contacto a productores locales y consumidores organizados en grupos de consumo. Yo compro sano, por otra parte, ayuda a crear grupos de consumo de proximidad y Ecoagricultor, otro ejemplo, reúne a agricultores, productores ecológicos, grupos de consumo y particulares.
En Francia también se han propuesto compartir los electrodomésticos que mantienen los alimentos en buenas condiciones con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario. Partage ton frigo (Comparte tu frigorífico) anima los usuarios a intercambiar los productos de la nevera y así aprovecharlos al máximo. Incluso incita a dar un paso más allá: que instalen un frigorífico compartido en el edificio o la comunidad donde viven, o en su espacio de trabajo. La empresa que hay detrás de este nombre se encarga de la instalación del aparato, de su mantenimiento y limpieza, así como de la formación de los usuarios del servicio compartido.
¿Qué alternativa hay para quien no quiere semillas, ni tierra ni frutas, ni alimentos, sino a alguien cocine en su lugar? Compartoplato.es permite sacar partido del buen hacer gastronómico de los vecinos a un precio módico. ¿Por qué no comprar una porción de puchero cuando no hay ganas de trastear en la cocina? Super-marmite.com es la misma idea, que ha calado muy bien en la sociedad francesa.
Y si el puchero no es suficiente, ya que el consumidor aspira a sentarse a la mesa de alguien y que le sirvan, existen iniciativas como Eatwith, SocialEaters o Cookflat. Todas parten de la idea de ir a comer a casa de alguien, aunque con diferentes matices: se puede ir a hacer amigos, a encontrarse con extranjeros o a que esos extranjeros conozcan a autóctonos. En resumidas cuentas, quien quiera encontrar compañeros, oportunidades no te faltan.
Fuente:
El País Ciencia
Francia es terreno abonado para este tipo de iniciativas porque es frecuente poseer un terruño, un macetero o, en su defecto, agenciarse el del vecino para hacer crecer algo que llevarse a la boca. Así, cuando un grupo de amigos visita una casa como la de Catherine, suelen aparecer con una bolsa de ciruelas porque son incapaces de consumir todo lo que produce su ciruelo. Si, por el contrario, invitan ellos a comer, la ensalada que servirán como entrante llevará rábanos de su huerto, que además habrán sido recolectados pocas horas antes del festín.
La eclosión del consumo colaborativo y las posibilidades que Internet ofrece para llevarlo a cabo han permitido un crecimiento exponencial de ese deseo ancestral de invitar a alguien a sentarse a la mesa. ¿Qué es un compañero, a fin de cuentas, sino alguien con quien compartimos el pan?
En Francia, en Reino Unido y también en España proliferan, de un tiempo a esta parte, las plataformas en la Red que permiten realizar un consumo compartido de toda la cadena alimentaria. ¿Quieres cultivar pero no tienes tierra? Huertos compartidos, Tu huerto ecológico, Huertas Lúdicas y Huertos de ocio, entre otros, ponen en contacto a los interesados con propietarios de tierras que no tienen tiempo o ganas de cultivarla y están dispuestos a cederlas o alquilarlas.
Terreno más desconocido es el de las semillas. En Francia nació en 2012 Graines de Troc, una iniciativa que promueve el intercambio de simientes. Hasta la fecha, más de 2.000 personas de 30 países han participado a través de una plataforma en Internet. Pero no todo se queda en lo virtual. Graines de Troc ha impulsado además la creación de grainothèques o granotecas, es decir, espacios físicos donde se pueden dejar o recoger semillas libremente. La mediateca de la localidad de Lagord (en el departamento francés de Charente-Maritime) acogió en enero de 2013 la primera del país y hoy ya existen unas 60 repartidas por toda Francia. La última iniciativa de Graines de Troc busca sensibilizar a los niños sobre la importancia de la biodiversidad. Así, Drôles de graines (semillas raras o divertidas, en español) tiene por objetivo que los menores de la región de La Rochelle planten hasta 1.000 tomateras de 200 variedades diferentes que también ellos recolectarán llegada la hora. Recuperarán, además, las semillas plantadas para compartirlas con otros.
Un consumo colaborativo clásico es el que proponen desde hace años los grupos de consumo de proximidad: comprar entre varias personas a un mismo productor local para conseguir un mejor precio, favorecer la economía del entorno y consumir alimentos de mayor calidad y de temporada. Internet y las plataformas que se han creado para ello han logrado modernizar y aumentar su potencial. En España acaba de aterrizar La colmena que dice sí, una iniciativa creada en Francia que ahora busca expandirse también en Gran Bretaña con el nombre de The food assembly. Los promotores utilizan Internet para poner en contacto a productores locales y consumidores organizados en grupos de consumo. Yo compro sano, por otra parte, ayuda a crear grupos de consumo de proximidad y Ecoagricultor, otro ejemplo, reúne a agricultores, productores ecológicos, grupos de consumo y particulares.
En Francia también se han propuesto compartir los electrodomésticos que mantienen los alimentos en buenas condiciones con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario. Partage ton frigo (Comparte tu frigorífico) anima los usuarios a intercambiar los productos de la nevera y así aprovecharlos al máximo. Incluso incita a dar un paso más allá: que instalen un frigorífico compartido en el edificio o la comunidad donde viven, o en su espacio de trabajo. La empresa que hay detrás de este nombre se encarga de la instalación del aparato, de su mantenimiento y limpieza, así como de la formación de los usuarios del servicio compartido.
¿Qué alternativa hay para quien no quiere semillas, ni tierra ni frutas, ni alimentos, sino a alguien cocine en su lugar? Compartoplato.es permite sacar partido del buen hacer gastronómico de los vecinos a un precio módico. ¿Por qué no comprar una porción de puchero cuando no hay ganas de trastear en la cocina? Super-marmite.com es la misma idea, que ha calado muy bien en la sociedad francesa.
Y si el puchero no es suficiente, ya que el consumidor aspira a sentarse a la mesa de alguien y que le sirvan, existen iniciativas como Eatwith, SocialEaters o Cookflat. Todas parten de la idea de ir a comer a casa de alguien, aunque con diferentes matices: se puede ir a hacer amigos, a encontrarse con extranjeros o a que esos extranjeros conozcan a autóctonos. En resumidas cuentas, quien quiera encontrar compañeros, oportunidades no te faltan.
Fuente:
El País Ciencia
12 de septiembre de 2014
La Tierra entra en "números rojos": ha agotado los recursos naturales para todo el 2014
La Global Footprint Network alerta de que el Día de la Sobrecapacidad ha llegado el 19 de agosto, cuando en el año 2000 no se alcanzó hasta el 1 de octubre.
La Humanidad necesita hoy un planeta y medio para abastecer sus necesidades | España consume bienes equivalentes a 2,8 naciones de su mismo tamaño.
A FONDO | Más información sobre el Día de la Sobrecapacidad.
La Global Footprint Network alerta de que el Día de la Sobrecapacidad ha llegado el 19 de agosto, cuando en el año 2000 no se alcanzó hasta el 1 de octubre.
Tomado de:
20 minutos
La Humanidad necesita hoy un planeta y medio para abastecer sus necesidades | España consume bienes equivalentes a 2,8 naciones de su mismo tamaño.
A FONDO | Más información sobre el Día de la Sobrecapacidad.
La Global Footprint Network alerta de que el Día de la Sobrecapacidad ha llegado el 19 de agosto, cuando en el año 2000 no se alcanzó hasta el 1 de octubre.
Tomado de:
20 minutos
27 de marzo de 2013
Personajes: El mesías anticonsumista
En el cielo estaban de rebajas, y el último traje de color añil se lo llevó, por beato, el reverendo Billy, que desde entonces lo luce sin mancha en el asfalto de Manhattan, aleluya, intentando redimir de sus pecados a las hordas consumistas, que no dan crédito a sus ojos cuando lo ven, tan rubio y tan celestial, aleluya, que parece iluminado por el espíritu santo.
En los altares de Disney y de McDonald's, de Starbucks y de Victoria's Secret lo temen sin embargo como al diablo, incendiado cuando entra en trance anticonsumista, arropado por un séquito de apóstoles o apóstatas -según se mire-, que se hacen llamar la Iglesia de Parar las Compras y predican la inminente llegada del shopocalipsis (el apocalipsis de las compras).
"¿Es este el momento final de la historia?", pregunta el reverendo Billy . "Sí... El Rapto del Consumo Final está cerca. Los consumidores fundamentalistas acuden en tropel al Purgatorio de la Eterna Conveniencia, donde hay cadenas de tiendas por encima de las nubes, y donde te piden una tarjeta de crédito para respirar."
El sermón contra las compras forma parte de ese gran teatro de la calle, bajo las luminarias de Times Square o en las penumbras del East Village, la patria chica de este actor con ínfulas de predicador que antes respondía al nombre de Bill Talen y que ahora ejerce como reverendo Billy a tiempo completo.
El collarín y el tupé, como una doble aureola de santo, se los quita sólo para dormir. Despertó para la causa en el aquelarre de Seattle, 1999, donde bebió de las fuentes de José Bové y otros profetas antiglobalización. Fue candidato por el Partido Verde a la alcaldía de Nueva York y en los últimos dos años ha ejercido como profeta a la sombra (blanca) del movimiento Occupy, con sus encendidos sermones en el púlpito de Wall Street...
"La persona a la que llamamos Padre nos ha jodido. La Religión ha convertido el amor en odio. Los Grandes Bancos se han apoderado de nuestras casas y están matando nuestro clima. Los políticos han reemplazado los votos por dólares... Y en estos misteriosos rascacielos, los dueños del universo elaboran complejas ecuaciones matemáticas para concentrar toda la riqueza del mundo en unas pocas manos. ¡Aleluya!".
Lo cierto es que la fe o la herejía la lleva Bill Talen en las venas desde que vino al mundo en Rochester (Minnesota), donde creció en los rigores del calvinismo de raíces holandesas. Ora et labora... Su padre, banquero republicano, pasó media vida esperando a que el chaval hiciera algo de provecho. Pero el joven actor recaló en Nueva York, tardíos los 90, cuando el alcalde Giuliani atacó con su tolerancia cero y el único pecado consentido era consumir.
El milagro de Seattle lo transformó hasta tal punto que Bill decidió confesarse ante el ministro Sydney Lanier, de la Iglesia Episcopaliana."Llevas dentro de ti un predicador calvinista", le dijo, "y tienes que hacer lo posible para sacarlo fuera." No tardó en comprarse el susodicho traje blanco, y en la bóveda del cielo creyó escuchar una voz que le decía: "¡Habítalo!" (el traje blanco, se entiende).
Sus primeros sermones fueron ante los McDonald's y las tiendas Disney, adonde llegaba en procesión con un Micky Mouse crucificado: "¡Oh, Dios del Gran Mercado, libera a los niños indefensos de tu tiranía!". Tras denunciar implacablemente la explotación infantil, cambió de objetivo y de letanía. Proliferaron como esporas los Starbucks, y el reverendo Billy chupaba las cafeteras al grito de "¡Lameluya!" y montaba el cristo a la hora de la merienda: "Todo esto es un espejismo. Starbucks miente sobre las condiciones de sus trabajadores y obliga a echar el cierre a sus modestos competidores".
De ahí pasó a Victoria's Secret; en el Soho protagonizó otro de sus números, entre ligueros y sujetadores: "Un millón de catálogos al día, señores. ¿Saben quién paga por estos modelitos? El bosque boreal de Canadá...Apúntense a la Iglesia de Parar las Compras y no contribuyan a la tala indiscriminada de miles de árboles. Amén". Cuando los dependientes le decían que se fuera, el reverendo Billy replicaba: "Esto no es una protesta, sino un ritual de conciencia compradora".
En una decena de ocasiones, él y sus discípulos acabaron en la cárcel por alteración del orden público. La más sonada, en diciembre del 2005, cuando se colaron en Disneylandia y montaron el espectáculo ante las narices de Mickey y Goofy. La más reciente, en Union de Square, en Nueva York, por bendecir al millar de ciclistas que los últimos viernes de cada mes reclaman el derecho a circular por la ciudad a lomos de dos ruedas.
En el púlpito callejero de Astor Place o en la Iglesia de St. Marks -la misma donde resuena aún el eco de Allen Ginsberg-, el reverendo Billy y su Coro de Parar las Compras saltan a ritmo de gospel: "Bienaventurados sean los que confunden consumismo y libertad, porque algún día descubrirán la diferencia... Bienaventurados los anunciantes y los famosos, porque algún día descansarán en la honestidad".
En vez de comulgar, los fieles hacen cola en la iglesia para prometer que nunca más se tomarán un capuchino en Starbucks ni comprarán un picardías en Victoria's Secret: "Oh Dios, perdónalos, porque no sabían lo que hacían... El producto los necesita, pero ellos no necesitan el producto. ¡Changeluya!". Y con esa bendición tan suya queda consumado el cambio de vida del ex consumista, que no sabe si persignarse ante el reverendo o si llamar directamente a la ambulancia, tal es el verismo de su trance religioso.
Con la llegada del buen tiempo, el predicador reemprenderá su sonado Tour del Shopocalipsis. Hace unos años, se presentó en el Mall de América, el mayor centro comercial del mundo, y allí se dedicó a exorcizar a las cajeras y a tratar de disuadir a los felices compradores: "¡Nadie podrá escapar al fuego del Apocalipsis de las Compras!".
Por el camino, como si fuesen biblias, reparte ejemplares de su libro "¿Qué compraría Jesús?", llevado al cine por Rob van Alkemade. Aunque fue una española, Lucía Palacios, la primera en seguir los pasos del ya celebérrimo predicador, el mesías posreligioso que firma autógrafos a dos manos y hace esfuerzos milagrosos para que la fama no corrompa su mensaje ni acabe manchándole los trajes, el añil y el blanco, conseguidos a precios de saldo en las rebajas celestiales. ¿Aleluya!
Fuente:
El Mundo Ciencia
9 de enero de 2013
¿En qué consiste el efecto "dígito a la derecha" en las rebajas?
El efecto “dígito a la derecha” influye
en la percepción del precio por parte de los consumidores. Consiste en
que las personas suelen percibir que las rebajas son mayores si los
dígitos a la derecha del precio rebajado son más pequeños. Por ejemplo,
si un producto que costaba 222 euros cuesta 211 euros durante las
rebajas se percibirá que el descuento es mayor que si un producto se
rebaja de 199 a 188 euros. Y eso pese a que en ambos casos el consumidor
se ahorra exactamente la misma cantidad: 11 euros.
“Los precios comparativos distorsionan la percepción de los consumidores”, afirmaba Keith S. Coulter, coautor de un estudio sobre este efecto publicado en la revista Journal of Consumer Research.
Fuente:
Muy Interesante
“Los precios comparativos distorsionan la percepción de los consumidores”, afirmaba Keith S. Coulter, coautor de un estudio sobre este efecto publicado en la revista Journal of Consumer Research.
Fuente:
Muy Interesante
24 de diciembre de 2012
BBC: El lado oscuro de la Navidad
"No es verdad que me dé náuseas la Navidad", ironizan Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat en su "Canción de Navidad".
Es que aunque para una parte del mundo occidental se trate de una fecha religiosa y feliz, para otros el 25 de diciembre es motivo de fastidio, angustia o simplemente aburrimiento.
Las urgencias de los hospitales se llenan de heridos por accidentes, peleas, infartos y hasta intentos de suicidio.
Compras
Quizás la crítica más obvia y extendida sea la del consumismo.La página de internet de The Christmas Resistance Movement (Movimiento de Resistencia a la Navidad), por ejemplo, llama a boicotear la Navidad.
"Boicoteamos las compras navideñas, las decoraciones, las tarjetas y todo tipo de porquerías navideñas. Nos rehusamos a participar de la industria de la Navidad. Les demostramos nuestro amor a nuestros familiares y amigos dándoles tiempo y cariño, no comprándoles cosas", dice el grupo.
El Buy Nothing Christmas (Navidades sin compras) es una propuesta de unos cristianos menonitas canadienses que, como su nombre indica, proponen no comprar nada.
Otros ejemplos de asociaciones anticonsumistas por el mundo son el Mouvement Anti-Noel (Francia), Steve the Pro Anti-Christmas (Reino Unido) y Center for a New American Dream (Estados Unidos).
"¿Qué es la Navidad?", se preguntan el psicólogo sueco Mats Erikson y su esposa Karin, escritores especializados en comunicación interpersonal. "Alguna vez fue la celebración del nacimiento de un hombre muy sabio, pero ahora es a menudo simplemente abandonarse a la excitación del consumo", dicen a BBC Mundo.
"El consumismo ha devorado gran parte de nuestras actividades cotidianas y de lo que debieran ser nuestros sentimientos más personales", agrega desde Buenos Aires el psiquiatra y dramaturgo José Eduardo Abadi. "Cuando la Navidad se torna en confundir lo que uno es con lo que uno tiene y lo que uno muestra con lo que uno vale, estamos en presencia de un problema".
La estética navideña tiene sus detractores. En primer lugar, quizás, los cristianos que insisten en recordar el verdadero sentido de la Navidad -el nacimiento de Cristo- y lamentan que los Santa Claus, arbolitos y motivos paganos inunden y nublen el espíritu original.
Como ejemplo, un estudio realizado por la consultora Nielsen en Reino Unido constató que de los casi 6.000 motivos presentes en las tarjetas navideñas, solo 34 mostraban escenas de la natividad.
Lea el artículo completo en:
BBC Ciencia
30 de noviembre de 2012
Conferencia en Londres: El reto del consumo verde
BASF calcula el impacto de CO2 de los productos derivados del cerdo. | C. Fresneda
Las buenas intenciones no bastan. Los problemas ambientales y
sociales requieren un cambio profundo en nuestra actitud y en nuestro
comportamiento como consumidores. Los expertos en marketing han hecho
propósito de enmienda y cada vez son más las empresas, grandes y
pequeñas, dispuestas a afrontar el reto. Muchas de ellas se han dado
cita en la conferencia 'Sustainable Brands' de Londres, explorando las formas de implicarse en el cambio que viene.
"Hemos llegado al 'pico' del estado de negación en el que vivíamos", certificó Paul Gilding, ex director ejecutivo de Greenpeace y autor de 'La gran disrupción'. "Lo ocurrido con el cambio climático no ha sido más que el preámbulo . No podemos dar la espalda a la crisis existencial en la que estamos sumidos y pensar que es posible una salida sin una transformación profunda".
"La economía necesita tocar tierra y recuperar su propósito real: mejorar nuestras vidas", añadió Gilding ante decenas de empresarios y responsables de marketing. "Y las empresas tienen que jugar una labor fundamental en ese cambio. La primera y última pregunta a la que debería responder cualquier compañía es ésta: ¿Cuál es mi contribución por hacer del mundo un lugar mejor?".
Sobre el mundo de la publicidad y las grandes corporaciones pende aún el fantasma del 'greenwashing', cuando lo 'verde' estaba de moda. Tras el doble batacazo de la debacle financiera y la cumbre fallida de Copenhague, nada ha vuelto a ser lo mismo. La ecología ha sido fagocitada por la economía, y en este clima se ha hecho aún más duro abrirse paso con la etiqueta de "marcas sostenibles".
Thomas Kolster, uno de los ponentes. | C.F.
"A pesar del impacto de la crisis económica, hemos logrado reabrir la conversación sobre el futuro y embarcar a empresas, creativos y consumidores de la sostenibilidad", declaró la fundadora y directora de 'Sustainable Brands'. "Lo que necesitamos ahora es mejorar la comunicación para avanzar de una manera más rápida y efectiva hacia esa meta común".
Charlie Attenborough, director internacional de publicidad de National Geographic, trajo bajo el brazo la última actualización del 'Greendex', el índice del consumo 'verde' que mide el comportamiento de 17 países en capítulos como alimentación, el transporte, la energía y los desechos. Curiosamente, y pese a bajar enteros conforme avanza su proceso de industrialización, la lista sigue estando encabezada por India, China y Brasil, con Estados Unido en el último puesto y España en la casilla número 10, 'adelantada' precisamente por Alemania.
"El factor que más acelera el cambio hacia un consumo 'verde' es la presión del grupo y del entorno", aseguró Attenborough. "Los efectos sobre la salud figuran en segundo lugar como acicate para un cambio de actitud. En tercer lugar, el sentido de culpabilidad por la situación ambiental, aunque éste puede ser también un factor paralizante, al igual que la creencia arraigada de que el consumo 'verde' es cosa de ricos o cosa de mujeres".
Los consumidores demandan información y transparencia, y algunas empresas como BASF han decidido dar el paso adelante con 'demostraciones tangibles' sobre consumo sostenible, como las realizadas para determinar el impacto en emisiones de CO2 de los derivados de la carne de cerdo, o el estudio comparativo del efecto en el medio ambiente de distintas marcas y recetas de salmón ahumado.
Raphael Bemporad de la agencia BBMG en Brooklyn, habló de la emergencia del 'ciudadano consumidor', determinado a votar con la cesta de la compra y a "consumir menos y mejor". "La tensión entre el materialismo y el ambientalismo es cada vez más patente en una parte importante de la población", aseguró Bemporad. "La función de los comunicadores es aliviar en todo caso esa tensión y ayudar al ciudadano consumidor a tomar una decisión informada".
'Compara y Comparte' da nombre precisamente al primer agregador de esa tendencia al alza que es la economía compartida o el consumo colaborativo. "En un planeta sobrepoblado y con recursos escasos, la solución más simple es compartir", informó Benita Matofska, que coordina desde Bristol The People Who Share. "La tecnología nos permite maximizar nuestro potencial para compartir, y en torno a esta idea está surgiendo una economía paralela que cada vez abarca más ámbitos, desde el alquiler de casas al uso compartido del coche, del préstamo entre particulares a las chapuzas a domicilio".
"Colaborar es sin duda la palabra clave en estos momentos críticos", concluyó en el cierre de 'Sustainable Brands' Thomas Kolster, el creativo que está redescubriendo el uso del marketing como herramienta de cambio social. Su libro 'Goodvertising' es la referencia obligada de todo publicitario con compromiso social y ambiental. Su siguiente paso es el lanzamiento de WhereGoodGrows (Donde crece lo bueno), la primera plataforma on line para "compartir iniciativas de comunicación que marquen realmente la diferencia por el bien del planeta".
Fuente:
El Mundo Ciencia
"Hemos llegado al 'pico' del estado de negación en el que vivíamos", certificó Paul Gilding, ex director ejecutivo de Greenpeace y autor de 'La gran disrupción'. "Lo ocurrido con el cambio climático no ha sido más que el preámbulo . No podemos dar la espalda a la crisis existencial en la que estamos sumidos y pensar que es posible una salida sin una transformación profunda".
"La economía necesita tocar tierra y recuperar su propósito real: mejorar nuestras vidas", añadió Gilding ante decenas de empresarios y responsables de marketing. "Y las empresas tienen que jugar una labor fundamental en ese cambio. La primera y última pregunta a la que debería responder cualquier compañía es ésta: ¿Cuál es mi contribución por hacer del mundo un lugar mejor?".
Sobre el mundo de la publicidad y las grandes corporaciones pende aún el fantasma del 'greenwashing', cuando lo 'verde' estaba de moda. Tras el doble batacazo de la debacle financiera y la cumbre fallida de Copenhague, nada ha vuelto a ser lo mismo. La ecología ha sido fagocitada por la economía, y en este clima se ha hecho aún más duro abrirse paso con la etiqueta de "marcas sostenibles".
Thomas Kolster, uno de los ponentes. | C.F.
"A pesar del impacto de la crisis económica, hemos logrado reabrir la conversación sobre el futuro y embarcar a empresas, creativos y consumidores de la sostenibilidad", declaró la fundadora y directora de 'Sustainable Brands'. "Lo que necesitamos ahora es mejorar la comunicación para avanzar de una manera más rápida y efectiva hacia esa meta común".
La brecha entre las buenas intenciones y los actos
El informe 'Mainstream Green', de la consultora de sostenibilidad Ogilvy Earth, sigue siendo sin embargo la referencia obligada: el 82% de los consumidores tienen "buenas intenciones", pero sólo el 16% está dispuesto a cumplirlas. El estudio se realizó hace dos años en Estados Unidos, pero sigue siendo un indicador muy válido de la brecha persistente en el consumo 'verde'.Charlie Attenborough, director internacional de publicidad de National Geographic, trajo bajo el brazo la última actualización del 'Greendex', el índice del consumo 'verde' que mide el comportamiento de 17 países en capítulos como alimentación, el transporte, la energía y los desechos. Curiosamente, y pese a bajar enteros conforme avanza su proceso de industrialización, la lista sigue estando encabezada por India, China y Brasil, con Estados Unido en el último puesto y España en la casilla número 10, 'adelantada' precisamente por Alemania.
"El factor que más acelera el cambio hacia un consumo 'verde' es la presión del grupo y del entorno", aseguró Attenborough. "Los efectos sobre la salud figuran en segundo lugar como acicate para un cambio de actitud. En tercer lugar, el sentido de culpabilidad por la situación ambiental, aunque éste puede ser también un factor paralizante, al igual que la creencia arraigada de que el consumo 'verde' es cosa de ricos o cosa de mujeres".
Los consumidores demandan información y transparencia, y algunas empresas como BASF han decidido dar el paso adelante con 'demostraciones tangibles' sobre consumo sostenible, como las realizadas para determinar el impacto en emisiones de CO2 de los derivados de la carne de cerdo, o el estudio comparativo del efecto en el medio ambiente de distintas marcas y recetas de salmón ahumado.
Raphael Bemporad de la agencia BBMG en Brooklyn, habló de la emergencia del 'ciudadano consumidor', determinado a votar con la cesta de la compra y a "consumir menos y mejor". "La tensión entre el materialismo y el ambientalismo es cada vez más patente en una parte importante de la población", aseguró Bemporad. "La función de los comunicadores es aliviar en todo caso esa tensión y ayudar al ciudadano consumidor a tomar una decisión informada".
'Compara y Comparte' da nombre precisamente al primer agregador de esa tendencia al alza que es la economía compartida o el consumo colaborativo. "En un planeta sobrepoblado y con recursos escasos, la solución más simple es compartir", informó Benita Matofska, que coordina desde Bristol The People Who Share. "La tecnología nos permite maximizar nuestro potencial para compartir, y en torno a esta idea está surgiendo una economía paralela que cada vez abarca más ámbitos, desde el alquiler de casas al uso compartido del coche, del préstamo entre particulares a las chapuzas a domicilio".
"Colaborar es sin duda la palabra clave en estos momentos críticos", concluyó en el cierre de 'Sustainable Brands' Thomas Kolster, el creativo que está redescubriendo el uso del marketing como herramienta de cambio social. Su libro 'Goodvertising' es la referencia obligada de todo publicitario con compromiso social y ambiental. Su siguiente paso es el lanzamiento de WhereGoodGrows (Donde crece lo bueno), la primera plataforma on line para "compartir iniciativas de comunicación que marquen realmente la diferencia por el bien del planeta".
Fuente:
El Mundo Ciencia
21 de noviembre de 2012
¿De cuánto es la factura de electricidad de internet?
Los problemas de suministro de energía que se viven en algunos países, como el caso de Argentina del cual puedo atestiguar en carne propia, a veces por falta de infraestructura y otras por subsidios que hacen que los precios sean tan irrisorios que uno se despreocupe por cuidarla, provocan a veces la pérdida de valor de lo que consumimos a diario.
Internet es uno de esos pocos consumos permanentes que existen en cualquier hogar del mundo, quizás más que la televisión, y para que la conectividad permanente no desaparezca, toda la infraestructura que alimenta nuestras conexiones necesita electricidad para funcionar. Por eso, la pregunta que plantea esta infografía se transforma en una interesante curiosidad ¿De cuánto es la factura de electricidad de Internet?
Alrededor del mundo existen datacenter, servidores, sistemas de enfriamiento, graneros de datos que, según este reporte, consumen cerca de 30 mil millones de watts al año, aproximadamente el 1,5% de la electricidad mundial. Sólo en Estados Unidos, internet consume más electricidad que toda la industria automotriz.
En 2011, la factura de electricidad total consumida por internet ascendió a US$ 8,500 millones, el equivalente a la ganancia total de Google en el mismo período.
A pesar de que el crecimiento exponencial de internet, ahora sumando los accesos a través de dispositivos móviles, generará que este número crezca sin demora, para ser sincero, pensaba que sería mucho más el consumo de mantenimiento de la red.
En 2015 se estima que los datacenters europeos consumirán 100TWh (terawatts/hora), energía suficiente como para alimentar a 8 millones de hogares.
Igualmente, por más que 1,5% sea un número pequeño es muchísima electricidad, el equivalente a 30 plantas de energía nuclear. Esto plantea, en vista del futuro crecimiento de la red, si se están administrando de forma eficaz estos centros de datos y si en algún momento este consumo podría perjudicar a otros consumidores de este recurso. La infografía completa aquí.
Link: How much is the internet electric bill? (mashable)
Tomado de:
FayerWayer
9 de noviembre de 2012
Los peligros de querer ser como una modelo de pasarela
La modelo brasileña Alessandra Ambrosio desfila durante la Pasarela Victoria's Secret. | Efe
- Un estudio relaciona las imágenes de modelos con el deseo de estar delgada
- Expertas en Psicología creen que se deberían ofrecer imágenes más naturales
- Éste y otros factores, sociológicos y biológicos, predisponen a la anorexia
Un experimento. Cuando salga a la calle cuente la cantidad de
anuncios en edificios o marquesinas donde una bella (y muy delgada)
modelo anuncia desde yogures a colonia. Además, si estos días abre el
periódico o ve la televisión es posible que se encuentre con los
'ángeles' de Victoria's Secret, alguna de las cuales anuncia en internet
o entrevistas sus insanas dietas para antes del desfile.
Estos son sólo dos ejemplos de las palabras de Susan Ringwood, directora ejecutiva del grupo de trastornos alimenticios Beat (Reino Unido), que explica que en la sociedad occidental "estamos expuestos a cerca de 2.000 imágenes al día, muchas de las cuales son anuncios protagonizados por cuerpos que están más delgados que el promedio de la gente normal".
Tanto Ringwood como Lynda Boothroyd, doctora del departamento de Psicología de la Universidad de Durham, entran con estudio en mano, y desde las páginas de la revista 'PLOS One', en el debate sobre los modelos que medios de comunicación y publicistas enseñan, especialmente, a las más jóvenes. Los resultados vuelven a ser claros: "Los medios de comunicación bombardean constantemente a la población con celebridades y modelos muy delgadas, lo que influye en las aspiraciones de las preadolescentes y mujeres que pueden terminar en una actitud poco saludable para su cuerpo intentando emularlas, por lo que aumenta el culto al cuerpo, sobre todo, al cuerpo más delgado", explica en las páginas de 'PLOS One', pero para ambas, "esto puede ser fácil de solucionar".
La doctora Boothroyd encontró que aquellas que habitualmente prefieren cuerpos delgados estaban significativamente menos interesadas en cuerpos de tallas reducidas después de haber visto fotografías de personas de mayor tamaño. Por el contrario, aquellas a las que se les mostró sólo modelos delgadas aumentaron su predilección por los cuerpos delgados.
"La delgadez es abrumadoramente idolatrada especialmente en el mundo Occidental y el sobrepeso está estigmatizado en su mayoría. Los resultados encontrados nos llevan a sugerir que las imágenes de chicas superdelgadas son una causa importante de que muchas mujeres, especialmente las más jóvenes, no se sientan satisfechas con su físico", señala la doctora Boothroy. Así, los autores han descubierto que el peso ideal de muchas mujeres está en buena parte relacionado con lo que ven: "Es lo que nosotros llamamos 'dieta visual', las preferencias por un cuerpo de una determinada talla pueden ser la consecuencia de la exposición intensa a imágenes de otras mujeres o el aprendizaje de que un cierto tipo de cuerpo se asocia a las metas a las que se aspiran. El problema es que muchas veces esto puede llevar a problemas tan serios como la anorexia o la bulimia", comentan.
Para el doctor Alfonso Chinchilla, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el cambiar los modelos de los anuncios supone una buena medida, aunque sólo ataca una parte del problema. "En una sociedad consumista y donde la apariencia importa, como es la sociedad en la que vivimos, la delgadez suele estar relacionada con la buena salud y la clase social. Vemos a alguien con sobrepeso y pensamos en problemas con el colesterol o en su corazón. Vemos a alguien delgado y creemos que por esto no se va a morir, que no pasa nada", explica a ELMUNDO.es
"Los anuncios con chicas espectaculares ayudan a idealizar el culto al cuerpo, pero esto no quiere decir que sólo por ellos se vaya a caer en la anorexia o la bulimia, no es un factor tan determinante. Éstas son enfermedades psiquiátricas complicadas y de múltiples aristas que sufren especialmente mujeres, pero también algunos hombres, y hay estudios que avalan la existencia de una predisposición biológica que a veces se desencadena por algún factor ya que, si sólo hablásemos de factores sociales, los casos de anorexia y bulimia serían una epidemia, pues todos estamos rodeados de los mismos estímulos", indica.
¿Y pueden ser estos modelos uno de ellos? "Sí, pero no son los únicos ni los más agresivos. Internet, el instituto, las amistades, los procesos psicológicos por los que una persona se ve gorda pueden ayudar a que esta predisposición se despierte y se caiga en estas enfermedades. Hay que entender que hace siglos ya existían estos problemas y que ahora no hay un incremento de estos trastornos, sólo que se han estudiado mejor", indica.
Para el doctor Chinchilla, aunque la medida de cambio de modelos es beneficiosa, "es necesario que la sociedad se implique más y exista una educación saludable tanto en los colegios e institutos, donde se incida en la importancia del ejercicio y la comida sana, como en los medios de educación", reclama.
Fuente:
El Mundo Ciencia
Estos son sólo dos ejemplos de las palabras de Susan Ringwood, directora ejecutiva del grupo de trastornos alimenticios Beat (Reino Unido), que explica que en la sociedad occidental "estamos expuestos a cerca de 2.000 imágenes al día, muchas de las cuales son anuncios protagonizados por cuerpos que están más delgados que el promedio de la gente normal".
Tanto Ringwood como Lynda Boothroyd, doctora del departamento de Psicología de la Universidad de Durham, entran con estudio en mano, y desde las páginas de la revista 'PLOS One', en el debate sobre los modelos que medios de comunicación y publicistas enseñan, especialmente, a las más jóvenes. Los resultados vuelven a ser claros: "Los medios de comunicación bombardean constantemente a la población con celebridades y modelos muy delgadas, lo que influye en las aspiraciones de las preadolescentes y mujeres que pueden terminar en una actitud poco saludable para su cuerpo intentando emularlas, por lo que aumenta el culto al cuerpo, sobre todo, al cuerpo más delgado", explica en las páginas de 'PLOS One', pero para ambas, "esto puede ser fácil de solucionar".
Dieta visual
En un estudio preliminar les preguntaron a más de 100 mujeres por sus preferencias corporales y se las dividió en dos grupos para enseñarles diferentes series de fotografías. En una de estas series se intercalaban diversas fotografías de mujeres de catálogos y otras de féminas normales, mientras que en un segundo grupo sólo se mostraban las mujeres de anuncio.La doctora Boothroyd encontró que aquellas que habitualmente prefieren cuerpos delgados estaban significativamente menos interesadas en cuerpos de tallas reducidas después de haber visto fotografías de personas de mayor tamaño. Por el contrario, aquellas a las que se les mostró sólo modelos delgadas aumentaron su predilección por los cuerpos delgados.
"La delgadez es abrumadoramente idolatrada especialmente en el mundo Occidental y el sobrepeso está estigmatizado en su mayoría. Los resultados encontrados nos llevan a sugerir que las imágenes de chicas superdelgadas son una causa importante de que muchas mujeres, especialmente las más jóvenes, no se sientan satisfechas con su físico", señala la doctora Boothroy. Así, los autores han descubierto que el peso ideal de muchas mujeres está en buena parte relacionado con lo que ven: "Es lo que nosotros llamamos 'dieta visual', las preferencias por un cuerpo de una determinada talla pueden ser la consecuencia de la exposición intensa a imágenes de otras mujeres o el aprendizaje de que un cierto tipo de cuerpo se asocia a las metas a las que se aspiran. El problema es que muchas veces esto puede llevar a problemas tan serios como la anorexia o la bulimia", comentan.
¿Efectos duraderos?
Para combatir posibles problemas, las autoras señalan la necesidad de que "los modelos utilizados sean personas con un peso normal, con tallas mayores, y saludables, más acordes con la realidad", aseguran. "Aunque todavía tenemos que investigar más este punto, si revertimos el proceso y mostramos modelos 'reales' es muy posible que los actuales efectos se minimicen".Para el doctor Alfonso Chinchilla, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el cambiar los modelos de los anuncios supone una buena medida, aunque sólo ataca una parte del problema. "En una sociedad consumista y donde la apariencia importa, como es la sociedad en la que vivimos, la delgadez suele estar relacionada con la buena salud y la clase social. Vemos a alguien con sobrepeso y pensamos en problemas con el colesterol o en su corazón. Vemos a alguien delgado y creemos que por esto no se va a morir, que no pasa nada", explica a ELMUNDO.es
"Los anuncios con chicas espectaculares ayudan a idealizar el culto al cuerpo, pero esto no quiere decir que sólo por ellos se vaya a caer en la anorexia o la bulimia, no es un factor tan determinante. Éstas son enfermedades psiquiátricas complicadas y de múltiples aristas que sufren especialmente mujeres, pero también algunos hombres, y hay estudios que avalan la existencia de una predisposición biológica que a veces se desencadena por algún factor ya que, si sólo hablásemos de factores sociales, los casos de anorexia y bulimia serían una epidemia, pues todos estamos rodeados de los mismos estímulos", indica.
¿Y pueden ser estos modelos uno de ellos? "Sí, pero no son los únicos ni los más agresivos. Internet, el instituto, las amistades, los procesos psicológicos por los que una persona se ve gorda pueden ayudar a que esta predisposición se despierte y se caiga en estas enfermedades. Hay que entender que hace siglos ya existían estos problemas y que ahora no hay un incremento de estos trastornos, sólo que se han estudiado mejor", indica.
Para el doctor Chinchilla, aunque la medida de cambio de modelos es beneficiosa, "es necesario que la sociedad se implique más y exista una educación saludable tanto en los colegios e institutos, donde se incida en la importancia del ejercicio y la comida sana, como en los medios de educación", reclama.
Fuente:
El Mundo Ciencia
24 de septiembre de 2012
Sociedad de consumo: Cuanto más infeliz en la infancia, más materialista
Cuanto
más infeliz eres en la infancia, más materialista te vuelves. Al menos
eso es lo que se deprende de una investigación holandesa de la
Universidad de Ámsterdam realizada con medio millar de niños de 8 a 10
años de edad.
En concreto, los resultados apuntan a que “los niños menos satisfechos con sus vidas se vuelven más materialistas a medida que crecen,
aunque solo si ven excesiva cantidad de anuncios publicitarios en la
infancia”, según expone Suzanna Opree, coautora del estudio que publica
la revista Pediatrics. Para los autores, el materialismo se describe
como una “preocupación por las posesiones acompañada de la creencia de
que los objetos proporcionan felicidad y éxito”.
Los científicos afirman que los niños infelices son más susceptibles a los mensajes de los anuncios televisivos, que por regla general incitan a asociar el consumismo a la felicidad. Por término medio, se estima que un niño británico está expuesto a 10.000 anuncios al año, mientras que un chaval estadounidense visualiza en torno a 40.000 spots televisivos anualmente.
Estudios previos en adultos revelan que las personas poco satisfechas con su vida tienden a adoptar un pensamiento materialista, pero también que las personas más materialistas se sienten cada vez menos satisfechas. "Es una pescadilla que se muerde la cola", aclaran los científicos. Atajarlo desde la infancia, sostienen Opree y sus colegas, sería el mejor remedio.
Los científicos afirman que los niños infelices son más susceptibles a los mensajes de los anuncios televisivos, que por regla general incitan a asociar el consumismo a la felicidad. Por término medio, se estima que un niño británico está expuesto a 10.000 anuncios al año, mientras que un chaval estadounidense visualiza en torno a 40.000 spots televisivos anualmente.
Estudios previos en adultos revelan que las personas poco satisfechas con su vida tienden a adoptar un pensamiento materialista, pero también que las personas más materialistas se sienten cada vez menos satisfechas. "Es una pescadilla que se muerde la cola", aclaran los científicos. Atajarlo desde la infancia, sostienen Opree y sus colegas, sería el mejor remedio.
Fuente:
Muy Interesante
25 de julio de 2012
La mirada atada al centro del consumidor
La creencia de que como
consumidores gozamos de libre albedrío está muy extendida. Sin embargo,
nuestra mirada podría no ser tan libre como pensamos.
Un estudio sobre cómo los consumidores seleccionan productos agrupados en filas concluyó que las personas tienden a estar atraídas por los artículos en el centro y que esa opción se toma inconscientemente.
La investigación la realizaron conjuntamente científicos de Gran Bretaña, Francia y Canadá y fue publicada en la revista sobre investigación del consumo Journal of Consumer Research.
Utilizando técnicas que rastrean el movimiento de los ojos, los investigadores pudieron detectar que las personas se enfocan más en el centro de su campo visual, sobre todo en los últimos segundos del período de observación.
Este sesgo hacia el centro determina el producto que escogen y, como lo hacen sin darse cuenta, puede no ser la mejor opción. El estudio también hace un análisis de lo que esto implicaría para el mercado de productos y si le debería costar más al vendedor colocar su mercancía en el centro de la estantería.
Centro de atracción
"Estábamos interesados en buscar efectos que tienen que ver con la atención y que ayudan a algunos productos a tener ventajas sobre otros en el punto de venta", le dijo a BBC Mundo Onur Bodur, profesor de la Universidad Concordia, en Canadá, y director del Centro Multidisciplinario de Estudios de Comportamiento (CMBBR, por sus siglas en inglés).
Con sus colegas de las escuelas de Administración de Empresas HEC, de París, y Aston Business School, de Gran Bretaña, los autores del estudio presentaron imágenes en una pantalla de una serie de productos ordenados de la misma manera que se pueden ver en los estantes de un almacén.
"Tratamos de neutralizar los atributos de los artículos que los pudieran destacar, como el color, tamaño, nombre del producto, precio, para que ninguno dominara", explicó el doctor Bodur.
Utilizaron un equipo que permite seguir el movimiento de la pupila con mucha exactitud una vez se calibra para cada voluntario. Registra el píxel de la pantalla en el cual se enfoca el ojo cada 20 milisegundos.
El ejercicio se repitió varias veces cambiando la distribución de los productos. Después de tomar los datos se les ordenó a los participantes ir a la estantería que estaban viendo por la pantalla y seleccionar un producto.
"Encontramos que el producto del centro tenía una ventaja en cuanto al tiempo en que se miraba y eso quedó también reflejado en la selección final del producto", señaló el investigador.
Comparado con las marcas a la izquierda y derecha, concluyeron que se puede incrementar la selección del producto que ocupa el centro en 18%. Este aumento es significativo en el mercado de productos que compiten entre ellos por una colocación óptima en las estanterías.
No obstante, el doctor Bodur reconoció que apenas están rasguñando la superficie y no está muy claro qué es lo que hace que el ojo se sienta atraído hacia el centro y que el individuo tienda a seleccionar de los objetos ubicados en ese mismo centro.
"Cascada de la mirada"
El investigador indicó que estudios de orientación de lectura que explican cómo los anunciantes prefieren colocar sus avisos en internet a la izquierda de la pantalla porque, en las culturas que leen de izquierda a derecha, eso es lo primero que se ve.
También se ha investigado cómo la gente analiza su entorno de la manera más eficiente. "En las primeras etapas de la percepción, el centro es el punto más cercano", comentó Bodur.
Igualmente, hay quienes argumentan que este "sesgo de orientación" tiene que ver con aspectos de psicología social pues, al observar un grupo de personas, se supone que el líder ocupa el centro, lo que hace esa posición más poderosa y la que atrae mayor atención.
"La única explicación que tenemos viene de los datos visuales que sugieren que la gente tiende, cada vez con mayor frecuencia, elegir en los últimos segundos de la mirada", manifestó Onur Bodur.
A eso se le llama el "efecto de cascada de la mirada". El individuo hace elige el artículo que prefiere -después de compararlo con los demás- en los últimos instantes de su mirada.
"El patrón que vemos es que esa comparación está cada vez más concentrada hacia el centro", dijo el académico a la BBC.
Consumidor vs. vendedor
Mucho se habla del libre albedrío y del poder del consumidor cuando se trata de la selección de un artículo, pero el doctor Onur afirma que las personas no son conscientes de que se concentran más en el centro.El consumidor podría estar manipulado por los vendedores que tienen más medios e influencia para asegurar que su producto esté en el centro de un mostrador o una estantería y así influir en su decisión al momento de comprar.
"Tal vez los consumidores deberían ser alertados de esto antes de hacer la compra", sugiere Onur.
Desde el punto de vista de la oferta, en el creciente ambiente de ventas y anuncios por internet, los vendedores deberían reevaluar dónde colocan su publicidad. "La orientación de lectura diría que los productos a la izquierda reciben más atención pero nuestros estudios sugieren otra cosa".
Igualmente, en una búsqueda de Google, el profesor de la Universidad Concordia indica que los sitios pagan una prima al buscador de internet para que en los resultados aparezcan de primero en la pantalla.
"Eso contradice los resultados que hemos obtenido y me pregunto si están recibiendo la atención visual que se merecen", concluyó
Fuente:
BBC Ciencia
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18 de julio de 2012
Comer carne, lujo caro para el medioambiente
Calentamiento Global:
Lo que antaño era un lujo se ha convertido, en los
países desarrollados, en una dieta cotidiana a costa de muchos
sacrificios por parte del ganado.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) señala que “el ganado es uno de los
principales responsables de los graves problemas medioambientales de hoy
en día. Se requiere una acción urgente para hacer frente a esa
situación”, aseguraba Henning Steinfeld, Jefe de la Subdirección de
Información Ganadera y de Análisis y Política del Sector de la FAO, y
uno de los autores del estudio ‘La sombra alargada de la ganadería-
aspectos medioambientales y alternativas’.
El documento añade que
el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero que el sector
del transporte, en concreto un 18 por ciento más de CO2.
Para
Blanca González Rubial, portavoz de la asociación ecologista Amigos de
la Tierra, “los impactos que tiene el consumo de carne se derivan de la
manera en que se produce, de forma industrial e intensiva. Y esos
impactos son, tanto ambientales, como sociales”.
El mencionado
informe explica también que la ganadería utiliza, en la actualidad, el
30 por ciento de la superficie terrestre del planeta, en su mayor parte
pastizales, pero ocupa también un 33 por ciento de toda la superficie
cultivable, destinada a producir forraje.
Explotaciones ganaderas
“Antes
la ganadería estaba vinculada a la tierra, de forma que existía un
equilibrio entre ganadería y agricultura. Los animales se alimentaban de
pastos o de cereales que se producían de manera cercana. En la
actualidad, los animales son encerrados en granjas, en explotaciones
ganaderas, alejadas de su habitat natural”, asegura la portavoz de la
ONG.
La tala de bosques para crear pastos es una de las
principales causas de la deforestación, especialmente en Latinoamérica,
donde el 70 por ciento de los que han desaparecido en el Amazonas se
han destinado a pastizales.
“La soja, principal fuente de
proteínas de nuestro ganado, nos ha obligado a que hayamos dejado de
producir otras leguminosas. Y se ha expandido principalmente en
Argentina, Uruguay o Paraguay, donde aproximadamente el 80 por ciento de
la superficie agrícola se dedica a su cultivo; y Brasil, donde un
tercio de la cosecha se destina al ganado de países desarrollados, es
decir, que esos campos existen exclusivamente para los consumidores de
los países más desarrollados que la estamos demandando”, dice la
ecologista de Amigos de la Tierra.
Pero la mayor parte de los
consumidores de carne ignoran las condiciones en las que se han
alimentado las reses y cómo ha llegado el producto final hasta su
expendedor.
González Rubial expone el ejemplo de España que tiene
“una cabaña ganadera mucho más grande que sus posibilidades de
alimentarla, por tanto los piensos con que se alimenta al ganado son
importados, grandes cantidades de soja, de maíz y otros cereales".
"De
la necesidad de utilizar cultivos que se producen más allá de las
fronteras de los países derivan la mayor parte de los impactos
ambientales y sociales, porque la expansión de estos cultivos provoca
deforestación, emisiones de CO2, cambio de uso del suelo y, socialmente,
a algunos grupos humanos que ven modificado su entorno.”, agrega la
ecologista.
Desconocimiento por parte de los consumidores
Como
señala la portavoz de la ONG, “existe un desconocimiento en general de
cómo se produce la carne y los productos lácteos que consumimos, y de
cómo están alimentados esos animales”.
“En cuanto a cómo afecta en
la cadena alimenticia hay bastante controversia. Pero hay ejemplos en
el pasado que hablan bastante en ese sentido como, por ejemplo, el
denominado mal de las vacas locas.
Nunca pensamos que fuera a pasar
nada, porque la alimentación de los animales fuera animal, sin embargo,
les afectó a ellos y a algunas de las personas que consumieron su
carne", indica González Rubial.
Tras la enfermedad denominada
encefalopatía espongiforme bovina, por la que se diagnosticaron 336.770
reses enfermas en la Unión Europea, 516 más en el resto del mundo, y
solo en Gran Bretaña fueron sacrificados 2 millones de reses, los
consumidores de carne se pusieron alerta y fueron muchos los ganaderos
que vieron mermadas sus ganancias.
“Es lógico que la ciudadanía
tenga preocupación por saber cómo se han alimentado los animales de los
que luego consume sus productos. Pero el etiquetado no incluye apenas
información. Sin embargo, el cien por cien de todo lo que comemos, sea
pollo, huevos, leche o ternera procede de animales que se han alimentado
con soja y maíz transgénico y los consumidores no pueden saberlo”,
precisa la portavoz de Amigos de la Tierra.
Añade que, aunque
“respecto a la salud para el ser humano siempre se dice que no hay
ningún problema con la proteína presente en el maíz transgénico, porque
no pasa al tracto digestivo de las personas, ya que se acumula en el
proceso digestivo del animal, hay un estudio canadiense que ha
demostrado que esta proteína del maíz aparecía en la placenta de mujeres
embarazadas y en el cordón umbilical. En este caso no hablaba de daños
concretos para la salud sino de su presencia”, comenta la ecologista.
Frente
a la falta de información de las consecuencias de la alimentación de
ganado engordado con pienso transgénico, la medioambientalista opina que
son pocas las investigaciones científicas que hay sobre ello, porque
tampoco se invierte financiación en este campo.
“Más que certezas,
lo que hay son dudas y, ante las dudas, lo que reclamamos los
consumidores y las organizaciones ecologistas es que se aplique el
principio de precaución. Retirar del mercado una semilla que se está
vendiendo es muy complicado, pero no es tan importante demostrar que hay
daños como que las empresas demuestren que no los hay”, argumenta la
experta.
Según el estudio de la FAO, el sector ganadero es
responsable del 9 por ciento del CO2 procedente de las actividades
humanas. Sin embargo, González Rubia, precisa que “la relación entre el
cambio climático y la ganadería, en el sentido de las emisiones de
metano fisiológicas de las vacas, tiene un papel irrisorio con respecto
al problema de la producción industrial y globalizada de carne. El
verdadero problema para el cambio climático en cuanto a la producción
de carne está en la cantidad de kilómetros que viaja el pienso para el
ganado y sus productos preparados”.
En el mercado globalizado en
el que los alimentos son una mercancía más, se dan realidades que, como
explica la ecologista, “los países con más consumo de carne importan
cada año millones de toneladas de soja con las emisiones de CO2 que eso
conlleva. Y otro asunto muy importante con respecto al cambio climático
es el cambio en el uso del suelo. Porque la soja está a muy buen precio
se están talando bosques primarios con una capacidad brutal para captar
CO2, para cultivar soja que, al fin y al cabo, no tiene nada que ver con
un ecosistema como pueda ser la selva amazónica”.
Destacados
*
La tala de bosques para crear pastos es una de las principales causas
de la deforestación, especialmente en Latinoamérica, donde el 70 por
ciento de los que han desaparecido en el Amazonas se han destinado a
pastizales.
* Para Blanca González Rubial, portavoz de la
asociación ecologista Amigos de la Tierra, “los impactos que tiene el
consumo de carne se derivan de la manera en que se produce, de forma
industrial e intensiva. Y esos impactos son, tanto ambientales, como
sociales”.
* "De la necesidad de utilizar cultivos que se
producen más allá de las fronteras de los países derivan la mayor parte
de los impactos ambientales y sociales, porque la expansión de estos
cultivos provoca deforestación, emisiones de CO2, cambio de uso del
suelo y, socialmente, a algunos grupos humanos que ven modificado su
entorno”, agrega la ecologista.
Fuente:
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3 de junio de 2012
¿Qué cantidad de alcohol es saludable?
Una sumiller observando el vino. | Begoña Rivas
- Un estudio ha evaluado el impacto de la bebida en 11 enfermedades crónicas
- El nivel óptimo para el organismo estaría en 5 gramos diarios
Reducir la ingesta de alcohol a menos de media copa de vino al día
podría evitar casi 4.600 muertes al año en Inglaterra, según los datos
de un estudio que ha analizado el impacto de la bebida en algunas
enfermedades crónicas y han valorado cuánto podría influir una reducción
de su consumo en la mortalidad del país.
La Unión Europea es la región del mundo con mayor consumo de alcohol por habitante. Se calcula que 266 millones de adultos beben alcohol en los límites que se consideran de menor riesgo para la salud, hasta 20 gramos en mujeres o 40 gramos en hombres por día. Sin embargo, un 15% de los europeos consume por encima de ese nivel y un 6% toma más de 40 gramos (mujeres) o 60 gramos (hombres). Cada año las enfermedades relacionadas con la ingesta de alcohol generan, sólo en el Reino Unido, un gasto en torno a los 3.300 millones de libras. El motivo es que la bebida está relacionada con muchas patologías crónicas, mientras que parece ejercer un modesto efecto protector en algunas otras.
La Fundación Mundial para la Investigación del Cáncer consideró hace unos años que no había un nivel seguro de consumo de alcohol en relación con el cáncer. Según un estudio reciente, se calcula que hasta el 10% de todos los tumores en hombres y el 3% en mujeres de cualquier país europeo pueden atribuirse al consumo de alcohol.
En España, diferentes estudios muestran que la mayoría de la población consume de forma esporádica o habitual alcohol. Ese consumo se ha vuelto preocupante entre los jóvenes ya que uno de cada tres españoles de 15 años (33,5%) admite haberse emborrachado al menos dos veces en su vida, y la mitad de estos (un 15,5%) reconoce que la primera vez fue a los 13 años o incluso antes.
Enfermedad coronaria, ictus, hipertensión, diabetes, cirrosis, epilepsia y cinco tipos de cánceres fueron evaluados en este estudio, cuyos resultados publica la revista 'British Medical Journal', y para lo que fueron utilizados datos de la ingesta de alcohol en 15.000 adultos británicos.
Se produjeron 170.558 muertes por las enfermedades consideradas en el estudio en Inglaterra a lo largo de 2006. Teniendo en cuenta que el nivel de consumo de alcohol osciló entre uno y 48 gramos al día, los resultados mostraron que aproximadamente 5 gramos diarios (lo que viene a suponer media copa de vino) son los que se consideran el nivel óptimo de consumo de alcohol, evitando o retrasando con ello 4.579 muertes, principalmente debido a una reducción en el número de cánceres y de cirrosis hepática (un 8% y un 49% de reducción, respectivamente).
Los autores señalan que la creencia de que el alcohol protege de las enfermedades cardiovasculares está extendida. "Sin embargo, nuestro modelo muestra que cuando se tienen en cuentan múltiples patologías de forma simultánea, los niveles de alcohol que podrían realmente asociarse con un menor riesgo de enfermedad crónica son mucho menores de lo que generalmente se acepta o recomiendan el gobierno", afirman. Por este motivo, concluyen, las autoridades deberían modificar sus guías en relación a lograr los mejores resultados de salud pública.
Fuente:
El Mundo Salud
La Unión Europea es la región del mundo con mayor consumo de alcohol por habitante. Se calcula que 266 millones de adultos beben alcohol en los límites que se consideran de menor riesgo para la salud, hasta 20 gramos en mujeres o 40 gramos en hombres por día. Sin embargo, un 15% de los europeos consume por encima de ese nivel y un 6% toma más de 40 gramos (mujeres) o 60 gramos (hombres). Cada año las enfermedades relacionadas con la ingesta de alcohol generan, sólo en el Reino Unido, un gasto en torno a los 3.300 millones de libras. El motivo es que la bebida está relacionada con muchas patologías crónicas, mientras que parece ejercer un modesto efecto protector en algunas otras.
La Fundación Mundial para la Investigación del Cáncer consideró hace unos años que no había un nivel seguro de consumo de alcohol en relación con el cáncer. Según un estudio reciente, se calcula que hasta el 10% de todos los tumores en hombres y el 3% en mujeres de cualquier país europeo pueden atribuirse al consumo de alcohol.
En España, diferentes estudios muestran que la mayoría de la población consume de forma esporádica o habitual alcohol. Ese consumo se ha vuelto preocupante entre los jóvenes ya que uno de cada tres españoles de 15 años (33,5%) admite haberse emborrachado al menos dos veces en su vida, y la mitad de estos (un 15,5%) reconoce que la primera vez fue a los 13 años o incluso antes.
Valorar su efecto
Pero, ¿cuál debería ser el límite para evitar el desarrollo de ciertas enfermedades? Para dar una respuesta a esta pregunta, investigadores de la Fundación Británica del Corazón y del Centro de Investigación en Salud Pública de Geelong, Australia, han aplicado un modelo matemático para valorar el impacto en la mortalidad de 11 patologías que están parcialmente relacionadas con un consumo crónico de alcohol.Enfermedad coronaria, ictus, hipertensión, diabetes, cirrosis, epilepsia y cinco tipos de cánceres fueron evaluados en este estudio, cuyos resultados publica la revista 'British Medical Journal', y para lo que fueron utilizados datos de la ingesta de alcohol en 15.000 adultos británicos.
Se produjeron 170.558 muertes por las enfermedades consideradas en el estudio en Inglaterra a lo largo de 2006. Teniendo en cuenta que el nivel de consumo de alcohol osciló entre uno y 48 gramos al día, los resultados mostraron que aproximadamente 5 gramos diarios (lo que viene a suponer media copa de vino) son los que se consideran el nivel óptimo de consumo de alcohol, evitando o retrasando con ello 4.579 muertes, principalmente debido a una reducción en el número de cánceres y de cirrosis hepática (un 8% y un 49% de reducción, respectivamente).
Los autores señalan que la creencia de que el alcohol protege de las enfermedades cardiovasculares está extendida. "Sin embargo, nuestro modelo muestra que cuando se tienen en cuentan múltiples patologías de forma simultánea, los niveles de alcohol que podrían realmente asociarse con un menor riesgo de enfermedad crónica son mucho menores de lo que generalmente se acepta o recomiendan el gobierno", afirman. Por este motivo, concluyen, las autoridades deberían modificar sus guías en relación a lograr los mejores resultados de salud pública.
Fuente:
El Mundo Salud
15 de mayo de 2012
Sistema económico desquiciante: Consumimos cada año "una Tierra y media"
Mayor huella ecológica per cápita
- Qatar
- Kuwait
- Emiratos Árabes Unidos
- Dinamarca
- Estados Unidos
- Bélgica
- Australia
- Canadá
- Holanda
- Irlanda
Los seres humanos están
usando 50% más recursos de los que la Tierra puede generar en forma
sostenible, advirtió en un nuevo informe el Fondo Mundial para la
Naturaleza, WWF por sus siglas en inglés.
La Tierra tarda un año y medio en reponer los recursos que la población global consume en un año y esto no es sostenible, señala el documento. La demanda de recursos naturales a nivel global se duplicó desde 1966 y si cada habitante del planeta consumiera como un estadounidense medio, se requerirían cuatro planetas para satisfacer esta demanda.
Los datos se encuentran en el informe "Planeta Vivo 2012", según el cual la biodiversidad mundial se ha reducido en un 30% en promedio desde 1970 a 2008 y el impacto mayor se ha sufrido en los trópicos, donde la pérdida de biodiversidad llegó a un 60%.
WWF llama en forma urgente a la búsqueda de soluciones en la conferencia Rio+20, el encuentro internacional que tendrá lugar en junio en la ciudad brasileña dos décadas después de la Cumbre de la Tierra de 1992.
"Rio+20 es una oportunidad para que el mundo despierte de una vez a la necesidad de un desarrollo sostenible", afirmó David Nussbaum, presidente de WWF en el Reino Unido.
"Necesitamos incrementar el sentido de urgencia. No se trata sólo de algo que afectará nuestras vidas, sino también del legado que dejaremos a las generaciones futuras".
Huella ecológica
Para evaluar el estado de la Tierra, WWF utilizó dos herramientas, el Índice Planeta Vivo, que considera la salud de los ecosistemas, y la llamada Huella Ecológica, que mide la demanda y uso de recursos en relación a la capacidad de regeneración de los mismos.El informe toma en cuenta no solo el impacto de la actividad económica a nivel nacional, sino los recursos utilizados en productos importados.
"Puede sorprender ver a países como Dinamarca, conocidos como ecológicos, en una posición tan alta", dijo Gemma Cranston, de la Red Global de la Huella Ecológica, coeditora del informe.
"Pero la huella toma en cuenta las importaciones y su costo para el medio ambiente".
Los países ricos tienen de media cinco veces más impacto que los menos desarrollados, pero el mayor declive en biodiversidad lo sufren los países más pobres, que "subsidian el estilo de vida de los países ricos", según el documento.
El documento apunta que las economías emergentes de los paises denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica) y las naciones de ingreso medio aumentaron su huella ecológica.
WWF también midió mensualmente la escasez de agua en más de 400 sistemas fluviales, concluyendo que cerca de 2.700 millones de personas sufren falta de agua al menos un mes cada año.
El informe apunta además a la necesidad de cambiar lo que considera otro problema crucial: el desperdicio de 30% de alimentos a nivel global que o bien son botados en los países ricos o no pueden ser almacenados por falta de infraestructura en los países en desarrollo.
"Más importante que el dinero"
El documento fue elaborado conjuntamente con la Red Global de la Huella Ecológica, Global Footprint Network, y la Sociedad Zoológica de Londres, ZSL por sus siglas en inglés.
"Si se tratara de un declive similar en las bolsas de valores, habría pánico en los mercados internacionales", dijo Tim Blackburn, de ZSL.
"La naturaleza es más importante que el dinero. La humanidad puede vivir sin dinero, pero no podemos sobrevivir sin la naturaleza y los recursos que provee".
El informe recomienda varias medidas, como la reducción drástica del uso de combustibles fósiles y su sustitución por energías renovables, el fin de subsidios a actividades de gran impacto ecológico, el uso más eficiente del agua y la compra y producción de productos fabricados en forma sostenible.
El borrador del documento central de discusión para la conferencia Rio+20 también recomienda que los gobiernos utilicen medidas de actividad económica que incluyan el costo del impacto ecológico y el uso del llamado "capital natural".
No es demasiado tarde para cambiar de rumbo, dijo Nussbaum, pero "debemos tratar este problema con la misma urgencia y determinación con que se enfrentó la crisis financiera".
Fuente:
BBC Ciencia
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