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6 de enero de 2020

Dinamarca: un ‘chicle’ de hace 6.000 años conserva el ADN de la chica que lo mascaba

Esta resina de abedul ha permitido identificar las bacterias orales y lo que había comido antes de masticarla.

Recreación artística de una mujer joven a partir de la secuenciación de los genes encontrados en un 'chicle' prehistórico.

Una especie de chicle de hace casi 6.000 años aún conserva la marca de los dientes de quien lo mascaba. De ahí, un grupo de investigadores ha podido obtener ADN humano, pero también el de las bacterias que tenía en la boca. Es más, lograron identificar un virus que portaba y hasta lo que había comido antes de masticar esta goma de mascar milenaria. La chica (pues han podido determinar su sexo gracias a la genética) era morena de cabello y piel y de ojos claros. Los investigadores la llaman Lola.

La idea de obtener ADN antiguo era casi imposible hasta hace poco y, menos aún, si no era de algún hueso o diente debido al deterioro del material orgánico con el paso del tiempo. Pero el avance de las técnicas de lectura y secuenciación está permitiendo a los científicos localizar, como los forenses actuales, información genética humana registrada en cosas u objetos que estuvieron en contacto íntimo con alguien. ¿Y qué hay más íntimo que meterse un objeto en la boca y masticarlo?

En el genoma secuenciado no encontraron la mutación que permite a la mayor parte de los humanos modernos beber leche animal sin indigestarse. Tal mutación apareció hace unos 10.000 años y debió propagarse de forma paulatina desde entonces. Toda esta información permite a los autores del estudio identificar a la chica como miembro de algún grupo de cazadores recolectores que aún no había entrado en la nueva era del Neolítico europeo traído por nuevos pobladores desde el este y sureste del continente. Pero el chicle aún tenía mucho más que contar.

"También obtuvimos ADN de microbios bucales y varios patógenos humanos de importancia", comenta Schroeder. En el microbioma oral encontraron bacterias comensales, beneficiosas, como la Neisseria subflava, pero también perjudiciales, como la Porphyromonas gingivalis y la Treponema denticola, lo que indica que la mujer tenía una seria periodontitis, lo que reforzaría el uso del chicle como calmante. Además, el análisis de las muescas también permitió identificar el rastro del virus de Epstein-Barr, que ataca a las células de las glándulas salivales. Por último, los investigadores también hallaron genes que no eran ni humanos ni bacterianos: unos eran origen animal, los de un ánade real (un pato) y otros de procedencia vegetal, de avellanas en concreto. Debió de ser la comida que tomó la chica poco antes de mascar el chicle de abedul.

Con información de: El País (España)
 

17 de diciembre de 2019

Lo que comes afecta tu salud mental

Una dieta saludable tiene un impacto positivo para nuestra salud física. Pero ¿qué hay de enfermedades mentales como la depresión? ¿Pueden empeorar o mejorar según nuestra dieta?

Los estudios más recientes sugieren que sí.


En 2015 un estudio publicado en The Lancet se volvió un punto de referencia en este campo de investigación: sugirió que la nutrición es para la salud mental tan importante como lo es para la cardiología, la endocrinología o la gastroenterología.

Ahora, una revisión de 41 estudios publicados durante los últimos ocho años revela que ciertas dietas parecen tener un efecto positivo para el estado de ánimo y al contrario, que ciertos hábitos alimenticios pobres aumentan el riesgo de depresión. 

Estas conclusiones fueron publicadas en septiembre de 2018 en la revista Molecular Psychiatry

¿Qué dietas ayudan y qué dietas empeoran el estado de ánimo?

Después de analizar decenas de estudios de Reino Unido, Francia, España, Australia y Estados Unidos, en los que participaron unas 31.000 personas, se concluyó que los alimentos procesados y los que contienen grandes cantidades de grasa o azúcar conducen a la inflamación, no solo del intestino sino de todo el cuerpo, en lo que se conoce como "inflamación sistémica". 

Según la doctora Camille Lasalle, que lideró el análisis de los investigadores de la londinense University College London (UCL), "una dieta pro inflamatoria puede inducir a la inflamación sistémica y esto puede hacer aumentar directamente el riesgo de depresión de una manera significativa". 

Y al contrario, los académicos comprobaron que quienes seguían una dieta mediterránea tradicional tenían una probabilidad mucho menor de desarrollar depresión, que es de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayor causa de enfermedad y discapacidad en el mundo.

La dieta mediterránea es un modelo de dieta saludable que normalmente incluye muchos vegetales, legumbres y cereales, además de aceite de oliva, pescado, frutos secos y carnes y lácteos en moderación. 

Tomado de: BBC Mundo

 

5 de mayo de 2019

La dieta perfecta para salvar el planeta y la salud del ser humano

Una comisión internacional de científicos urge a un cambio en la alimentación y la agricultura para evitar 11 millones de muertes prematuras y sortear la catástrofe ambiental.


Reducir el consumo mundial de carnes rojas y azúcar; duplicar la ingesta de frutas, verduras y legumbres; que el sector agrícola y ganadero deje de emitir dióxido de carbono y reduzca drásticamente la contaminación de nitrógeno y fósforo; limitar el empleo de agua y no aumentar más el uso de tierras; reducir un 50% el desperdicio alimenticio... Estas son algunas de las recetas que se necesitan para preservar la “salud planetaria”. Bajo ese término la revista científica The Lancet engloba la “salud de la civilización humana y el estado de los sistemas naturales de los que dependen”.

El planeta tiene un problema: el insostenible modelo de consumo que el ser humano empezó a desarrollar a partir de la II Guerra Mundial. “Se necesita urgentemente una transformación radical del sistema alimentario global”, advierte un panel internacional de 37 expertos de 16 países —agrupados en la comisión EAT-Lancet— que durante tres años ha trabajado para elaborar un modelo de dieta saludable para el ser humano y para el planeta, y cuyas conclusiones se conocen ahora.

Nada menos que de la necesidad de una “nueva revolución agrícola” habla Johan Rockström, uno de los coordinadores de la comisión y miembro del Instituto Potsdam para la Investigación del Cambio Climático. “La producción mundial de alimentos amenaza la estabilidad climática y la resilencia de los ecosistemas”, alerta la comisión EAT-Lancet. Y si ahora —con más de 7.000 millones de habitantes en el planeta— se necesita “urgentemente” una transformación “radical” del sistema, más acuciante será con el aumento proyectado de la población para las próximas décadas. El informe pone en el punto de mira el año 2050, para cuando se espera que en la Tierra habiten 10.000 millones de personas. La buena noticia es que esos expertos aseguran que se podrá alimentar a todos esos habitantes, pero se tendrán que aplicar cambios profundos en la dieta y en el modelo de producción si se quiere cumplir con acuerdos como el de París contra el cambio climático. Esas transformaciones en la dieta podrían evitar 11 millones de muertes prematuras al año relacionadas con la alimentación.


LA DIETA DIARIA SOSTENIBLE
 
Fuente: Comisión EAT-Lancet.
Aunque exista una “brecha dietética” en función del país y del área geográfica —en Indonesia y África occidental, por ejemplo, se consumen cantidades muy reducidas de carne y lácteos, a diferencia de en Norteamérica—, el informe de los expertos detecta que de media en el mundo la ingesta de carne roja, vegetales almidonados —como la patata— ricos en hidratos y huevos es demasiado alta. La comisión plantea una dieta ideal —basada en 2.500 kilocalorías diarias— y sugiere que solo 30 de ellas procedan de carnes distintas de las aves, lo que equivaldría, por ejemplo, a consumir una hamburguesa de ternera pequeña a la semana. El objetivo global es doblar el consumo de frutas, hortalizas, legumbres y frutos secos, y reducir a la mitad el de carne roja y el azúcar.

Actualmente, y fundamentalmente en Occidente, el consumo de carne roja y de alimentos procesados y refinados es excesivo, lo que acarrea riesgos para la salud, mayores que los causados por el sexo no seguro, el alcohol, la droga y el tabaco juntos, detalla el informe.

Lea el artículo comeplto en: El País (España)

27 de noviembre de 2018

Hacer cinco comidas al día para adelgazar y otros mitos que nos hemos creído pero que la ciencia desmonta

¿De qué mitos estamos hablando?

Hacer cinco comidas al día

¿Comer menos veces y de forma más copiosa o hacerlo de forma espaciada y frugal? La polémica está servida. La lógica de las cinco comidas al día es aplastante: si comemos con mesura durante más veces a lo largo del día nuestro cuerpo no sufrirá por el "hambre", por lo que no se activarán los mecanismos para almacenar grasa ni nos dará por pegarnos el atracón.

Hilado así, el argumento tiene mucho sentido. Pero, ¿cuál es la realidad en todo esto? Si atendemos a la evidencia científica nos encontramos con estudios que indican que sí, que comer más veces al día está asociado a perder peso. Pero también encontramos otros que no hallan relación entre una cosa y la otra. Incluso nos podemos topar con un numeroso contingente de estudios que indican que comer más veces puede asociarse con la obesidad. Entonces, ¿quién tiene la razón?

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La respuesta no es sencilla (como nada en la nutrición). Estas conclusiones que pueden parecer dispares muestran en realidad la diversidad de factores que afectan a este tipo de estudios: la edad, el sexo, el tipo de actividad física diaria o el tipo de ingesta. Para dietistas como Juan Revenga la respuesta es que, aunque sí existe evidencia de que comer más veces al día puede ayudar a controlar el apetito eso no indica que se asocie a la pérdida de peso. Mucho más importante es lo que comemos o el ejercicio que realizamos. 

Aunque esto parece obvio, a tenor de los estudios, estos factores son cruciales a la hora de definir las comidas que debemos realizar a lo largo del día. Es esencial, opinan muchos expertos, distribuir adecuadamente los alimentos según las comidas que hagamos. Y aún más importante es ser conscientes y coherentes con estas ingestas. De nada sirve comer cinco, tres o nueve veces al día si los alimentos no son sanos.

En definitiva, ¿por qué el dicho de comer cinco comidas al día es un mito? Porque no es cierto por sí solo. Es mucho más importante qué vamos a comer que cuándo vamos a hacerlo (o más bien en cuántas veces), y no nos servirá de nada si no aprendemos a comer adecuadamente o acompañamos la dieta con ejercicio.

Comer en un plato pequeño

Uno de los trucos más cacareado para adelgazar consiste en usar un plato pequeño para servirnos la comida. Según algunos (viejos) estudios, esto sirve para reducir la cantidad de comida en el plato y para que nuestro cerebro crea que estamos ante una mayor cantidad de alimento. La premisa parece buena y la intención aún mejor.

Sin embargo, nada nos dice que esto funcione. ¿Pero no había estudios que así lo confirmaban? La ciencia tiene estas cosas, que ante una evidencia científica existe la posibilidad de contrastar y desmentirla. Y justo eso parece haber ocurrido con este "truco".

A la luz de los metaanálisis, que son revisiones más extensas y dedicadas de la literatura científica existente sobre un tema, el conjunto de investigaciones más bien apunta a que no: el plato pequeño no sirve de mucho. Estos indican que no existe una relación directa entre el uso de platos más pequeños y la pérdida de peso.

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Por tanto, insistimos, es mucho más interesante saber qué comemos; más que pensar en los recipientes en los que servimos a la hora de comer. Aun así, y a pesar de que por el momento podemos considerar esto como un mito, existen algunas voces discordantes que manifiestan la contradicción existente entre varios estudios.

Algunos van más allá y analizan las razones de estas diferencias y concluyen, como cabría esperar, que estas dependen de muchísimos factores. En la opinión de Stephen S. Holden, autor de el metaanálisis que mencionábamos unas líneas antes, es mucho más importante quién sirve la comida, o en qué circunstancias lo hace, que el propio tamaño del plato.

Tomar un vaso de agua con limón en ayunas

Existen pocos mitos más absurdos que este de tomar un vaso de agua con limón para ayudar al metabolismo. Especialmente en ayunas. Según reza, esto ayuda a "eliminar toxinas", a "mantener el pH de la sangre" y a "reforzar el sistema inmune" y no se sabe cuántas más cosas positivas.

Centrándonos en los reclamos más importantes, veamos uno a uno por qué no es cierto lo que afirman. En primer lugar, el zumo de limón, o de cualquier otro cítrico, en ayunas o no, tibio o frío o de la manera que queramos no puede ayudar a eliminar toxinas, entre otras cosas, porque nosotros no generamos toxinas.

Esta palabra hace referencia a sustancias muy concretas destinadas a hacerle daño a otros organismos. En todo caso, cuando hablamos de "detoxificación" (otra palabra con más marketing que realidad) de lo que hablamos es de productos de deshecho propios de nuestro metabolismo. Y para eso no hay más tutía que expulsarlos de manera natural. Y no, no hay relación entre el limón y una mejora en su excreción.

Más mitos sobre alimentación y dietas en: Xakata Ciencia

29 de octubre de 2018

El 89% de peruanos no consume suficientes frutas y verduras, revelan

Nutricionista del INS explicó que la baja ingesta de frutas y verduras contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes u obesidad.


El Ministerio de Salud recordó que el 89% de peruanos no consume las cinco porciones de frutas y/o verduras que recomienda la Organización Mundial de Salud ( OMS) para garantizar la ingesta suficiente de vitaminas, antioxidantes y fibra.

Esto en base a la información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) que revela que, en el año 2017, solo el 10.9% de los habitantes consumía la cantidad de frutas y verduras recomendadas por la OMS.

Ante ello, la nutricionista Rosa Salvatierra, del Instituto Nacional de Salud ( INS), informó que entre los beneficios del consumo diario de frutas y verduras destaca el aporte de la vitamina A (bajo la forma de betacaroteno) y vitamina C, las cuales intervienen en la formación y reparación de los tejidos corporales.

Explicó que estos alimentos son fuente de fibra que ayudan a regular la función intestinal, contribuyen a evitar el estreñimiento, poseen pocas calorías y contienen agua que nos mantiene hidratados y favorecen la eliminación de toxinas de nuestro organismo. “La baja ingesta de frutas y verduras contribuye con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes u obesidad”, señaló.

En esa línea, la especialista recomendó consumir diariamente frutas y verduras ricas en vitamina C, como la naranja, camu camu, mandarina, limón, toronja, maracuyá, tomate, pimiento y pepino; del mismo modo verduras y frutas ricas en betacarotenos, como la zanahoria, zapallo, hortalizas de hoja verde oscuro (espinaca, acelga) y frutas como el aguaje, la papaya, mango y plátano de la isla.

Fuente: Peru21

28 de febrero de 2018

¿Cuáles son los 50 alimentos más nutritivos?

Las almendras son uno de los alimentos más completos

Imagina el alimento ideal. Uno que contenga todos los nutrientes necesarios para cumplir, pero no exceder, nuestras necesidades diarias. Si semejante producto existiera, consumirlo sin comer nada más proveería el balance nutricional óptimo para nuestro cuerpo.

Un alimento así de completo no existe. Pero se puede buscar lo más próximo. La clave es comer un balance de alimentos altamente nutritivos que, al ser consumidos juntos, no tengan ningún nutriente en exceso, para evitar superar los montos recomendados para consumo diario.

Los científicos estudiaron más de 1.000 alimentos, asignándole a cada uno una puntuación según su valor nutricional en base a 100 puntos.

Mientras más alta la valoración, mayores son las posibilidades de que ese alimento cumpla pero no exceda las necesidades nutricionales de una persona, al ser consumido en combinación con otros productos.

Tras ser valorados y clasificados por científicos, estos son los 50 alimentos más nutritivos:

50. Arvejas envainadas

42 calorías por cada 100 gramos.
Las arvejas (guisantes) son una excelente fuente de proteína, carbohidratos, fibra dietética, minerales y vitaminas solubles en agua.
Puntuación nutricional: 58 puntos.

49. Frijol de carita

44 calorías por cada 100 gramos.
Se le conoce por múltiples nombres incluyendo chíchere, chicharillo, fríjol chino o fríjol cabecita negra. Al igual que muchas otras legumbres es alto en carbohidratos y contiene más proteínas que los cereales.
Puntuación nutricional: 58.

Lea el artículo completo en:

BBC Mundo

27 de febrero de 2018

El Red Bull y la Viagra de los gladiadores

En cada escuela de gladiadores (ludus) los esclavos, prisioneros de guerra e incluso hombres libres sedientos de sangre o de gloria practicaban y se ejercitaban en el arte de la lucha para salir victoriosos de los combates en la arena. Lógicamente, también era muy importante su preparación física y la dieta. Contrariamente a lo que podríamos pensar, por las imágenes de hombres musculosos y fornidos que el cine y la TV nos han grabado a fuego en nuestras retinas, su dieta no era rica en grasas y proteínas animales, sino todo lo contrario.

Científicos de las Universidades de Berna y Viena han estudiado los restos de decenas de gladiadores encontrados en una necrópolis de Éfeso (ciudad de la Antigüedad situada en la actual Turquía) y han llegado a la conclusión de que su dieta consistía principalmente en cereales, legumbres, verduras y apenas carne. Por lo que los podríamos considerar casi vegetarianos. Entonces, ¿su dieta no se distinguía de la del resto de los mortales? Algo sí que había distinto, porque comparando los huesos de los gladiadores con el de otros cuerpos de la época, los de los luchadores presentan mayores niveles de ciertos elementos, como el estroncio. ¿Y a qué se debía? Pues a su bebida energética.

Igual que hoy en día los deportistas toman barritas energéticas o bebidas isotónicas para recuperarse de los esfuerzos, los gladiadores tomaban un brebaje de cenizas vegetales disuelto en agua y endulzado con miel. Eso sí, pero sin darles alas.

Y lo de la Viagra, no es exactamente que ellos la consumiesen, sino que se obtenía de sus cuerpos: se creía que el sudor y la sangre de los gladiadores podía curar la impotencia -supongo que por aquello de la virilidad de estos luchadores-. De hecho, algunos comerciantes dedicados al noble arte del engaño de los ingenuos esperaban en el espoliario (lugar donde se desnudaba a los gladiadores muertos y se remataba a los heridos mortalmente) para recoger las sustancias del amor y venderlas en pequeños frasquitos.

Tomado de:

Historias de la Historia

27 de noviembre de 2015

BBC: Los alimentos que no puedes obviar si quieres hacer ejercicio

Muchas personas se levantan el lunes con cargo de conciencia por los excesos que se disfrutaron el fin de semana y haber perdido otra oportunidad para hacer ejercicio o iniciar una actividad física.

Las buenas intenciones no son suficientes para lograr los beneficios que esperamos en nuestro cuerpo y la lista de excusas para evitar dar ese primer paso a veces parece interminable.

Sin embargo, hay una que suele repetirse con frecuencia: la de estar cansados.

Es posible que sea cierto que una persona se sienta sin fuerzas, pero es probable que esa actitud letárgica se deba principalmente a que no sabe cómo proveer a su cuerpo de la energía necesaria para aguantar durante el día.

Ni hablar si además el organismo requiere de combustible para hacer frente a una rutina de ejercicios.

Primeros pasos

Apostar por una dieta balanceada, baja en grasas saturadas y abundantes en frutas y vegetales, es un primer paso para realizar cualquier actividad que nos propongamos, pero hay una serie de alimentos que son fundamentales para lograr un mejor rendimiento.

Si bien es verdad que no hay una dieta perfecta a la cual aferrarnos, por lo general se recomiendo una fórmula de 60% de carbohidratos, 20% de grasas y 20% de proteínas.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

27 de octubre de 2015

¿Cómo los inuits (esquimales) se adaptaron a comer ballenas?

Un equipo de investigadores identifica las mutaciones genéticas que permitieron a los habitantes del Ártico sobrevivir con una dieta a base de grasas y proteínas. La afirmación de que el omega-3 contrarresta las grasas saturadas solo es aplicable a su metabolismo.





Si cualquiera de nosotros comiera carne de ballena y foca durante varios meses es probable que empezáramos a sentir los efectos sobre la salud y a desarrollar algún problema cardiovascular. Sin embargo, los habitantes de Groenlandia, los llamados inuits, llevan siglos sobreviviendo a base de una dieta rica en grasas y proteínas y lo hacen gracias a su particular metabolismo.

 
Para conocer mejor este fenómeno, el equipo de Matteo Fumagalli ha analizado el ADN de 191 personas inuits con menos del 5% de ascendencia europea y lo ha comparado con los genomas de 60 europeos y 44 chinos. Los resultados, publicados este jueves en la revista Science, identifican una serie de mutaciones interesantes en los genes que regulan la conversión de ácidos grasos omega-6 y omega-3 en grasas menos saturadas y que debieron producirse hace más de 20.000 años, cuando las poblaciones originales cruzaron el estrecho de Bering y se establecieron en lo que hoy es Groenlandia.

Lo que demuestra el trabajo es que los inuits tienen una serie de adaptaciones en sus genes que les permiten contrarrestar los efectos de una dieta rica en grasas de mamíferos marinos como focas y ballenas que a su vez se alimentan de peces con altos niveles de omega-3. Durante mucho tiempo, este hecho ha servido como argumento para defender las virtudes del omega-3, pero ahora los especialistas indican que esto es solo aplicable a la población inuit adaptada a este entorno desde la última edad de Hielo. "Hemos descubierto ahora ellos [los inuits] tienen unas adaptaciones únicas para su dieta, de modo que no puedes extrapolar a otras poblaciones", asegura Rasmus Nielsen, coautor del estudio. "Puede ser muy bueno para los inuits comer todos estos ácidos grasos omega-3, pero no para el resto de nosotros".
"Son adaptaciones que no puedes extrapolar a otras poblaciones".
Estas adaptaciones genéticas, explican los autores, aparecen en casi el 100% de los sujetos inuits de la prueba, mientras que solo se hallaba en un 15% de los genomas europeos y chinos analizados. Entre las diferencias también se han visto cambios que protegen del estrés oxidativo asociado a la toma de grasas, aquellos asociados a la cardiomiopatía, a los niveles de insulina y 'colesterol bueno' y a la diferenciación de las células adiposas y la conocida como 'grasa parda'. Asimismo, estas variaciones tienen un coste asociado con la altura de los individuos, pues el metabolismo de las grasas y el del crecimiento tienen algunas conexiones. Estos cambios concretos del crecimiento se registran también en los europeos de menos talla.

"Creemos que se trata de una adaptación bastante antigua que pudo ayudar a los humanos a adaptarse al ambiente de la última edad de Hielo", asegura Fumagalli, "pero la selección es más fuerte en los inuit que cualquiera de los otros. Es fascinante que los groenlandeses tengan una característica genética única que les permita utilizar mejor sus tradicionales recursos de comida".
“Esta adaptación ayudó a adaptarse a la última edad de Hielo”
Otra implicación interesante del estudio es que constituye otra prueba de cómo las poblaciones humanas están adaptadas genéticamente a sus recursos y se diferencias fisiológicamente en la respuesta a los mismos alimentos. De la misma forma que el conocimiento del genoma individual puede conducir hacia una medicina personalizada, ya son muchos los investigadores que trabajan en el diseño de dietas personalizadas a partir de nuestra carga genética.

Referencia: Greenlandic Inuit show genetic signatures of diet and climate adaptation (Science) 

Artículo tomado de:

Vox Populi

24 de junio de 2015

¿Qué es mejor: beber todos los días un par de copas o una gran borrachera de fin de semana?

¿Qué es peor: un par de copas diarias o una gran borrachera los fines de semana? O, si lo prefiere: ¿qué es mejor para la salud: beber todos los días un par de copas (el límite de alcohol aconsejado por algunos expertos) o consumir el equivalente acumulado en una única y gran borrachera de fin de semana?

Es el debate eterno entre quienes prefieren completar su cuota alcohólica semanal de una vez en una noche de juerga y darle al hígado seis días para recuperarse, versus los que creen que la moderación es la clave para beber diariamente pero sin darle un descanso a ese órgano vital.
Y dos médicos gemelos, presentadores de televisión, decidieron poner ambas teorías a prueba con sus propios cuerpos para el programa Horizon, el espacio insignia de ciencia de la BBC.
Con resultados sorprendentes.

¿Cuánto alcohol es recomendable?


Los doctores Christopher y Alexander van Tulleken (Chris y Xand) son hermanos gemelos idénticos conocidos por sus innovadores programas educativos de televisión en los que se someten a condiciones extremas para entender y explicar cómo funciona el cuerpo humano.
Con la asistencia de especialistas del Hospital Royal Free en Reino Unido, que ya tenían experiencia en estudios sobre el consumo de alcohol, el doctor Chris y el doctor Xand empezaron una prueba que duró dos meses.
Lo primero que descubrieron es que las guías de consumo de alcoholestablecidas por el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) no tienen muchas bases científicas.
Fundamentalmente, el NHS le recomienda a los hombres que beben todos los díasno consumir más de 3 o 4 unidades diarias.
Mientras que las mujeres no deberían tomar regularmente más de 2 o 3 unidades.
Y si uno ha bebido intensamente en una sola sesión, es aconsejable evitar el alcohol durante las siguientes 48 horas.
Tres unidades de alcohol son más o menos equivalentes a un par de copas de vino, dos cervezas o dos tragos pequeños de bebidas espirituosas.
Aunque hay que tener en cuenta que el volumen etílico fluctúa según la variedad de la bebida: hay vinos mucho más fuertes que otros, cervezas con mayor contenido alcohólico y licores con un porcentaje más alto de graduación.

Un mes sin trago, un mes con trago

Para iniciar la prueba los hermanos van Tulleken tuvieron que "limpiar" sus organismos para alcanzar condiciones similares sobre las cuales hacer las mediciones posteriores.
El artículo completo en:

23 de septiembre de 2013

¿Por qué es malo el exceso de proteínas?

En nuestra sociedad se ha cambiado la dieta mediterránea por una dieta occidental rica en proteínas y grasas y esto tiene una serie de repercusiones como el aumento de la obesidad o problemas relacionados con la dieta.




Además, se ha extendido la idea de que la proteína vigoriza y ayuda a tonificar los músculos. Mucha gente ha comenzado a tomar suplementos de proteínas y aminoácidos para mejorar su rendimiento en los gimnasios sin conocer cuáles son los problemas derivados de un exceso de proteínas.

¿Qué problemas produce el exceso de proteínas?

   ·) El abuso de proteínas puede producir reacciones alérgicas

Las proteínas que no se descomponen para dar lugar a nutrientes, esto es más posible que suceda si hay un exceso de ellas, pueden llegar a pasar al torrente sanguíneo. Esto causa una reacción alérgica.

Así la ingesta excesiva de proteína animal aumenta as urticarias, dermatitis atópicas y puede aumentar la probabilidad de sufrir la enfermedad de Crohn (el sistema inmunitario ataca a su propio intestino y provoca su inflamación). Suele ocurrir cuando hay un exceso de ingesta de huevo y leche.

   ·) Sobrecarga del hígado y riñones
El exceso de proteína debe ser descompuesto y eliminado a través de la orina. En este proceso participa tanto el hígado como los riñones, aumentando su carga funcional.

   ·) Deshidratación 
Al haber mayor creación de orina y, ésta está formada fundamentalmente por agua, se pierde más.

   ·) Cálculos de riñón
Para evitar la pérdida de mucho agua, los riñones intentan formar una orina más concentrada y puede favorecer a la formación de una piedra en el riñón.

   ·) Provoca deficiencia de calcio y osteoporosis
El exceso de proteína da lugar a mayor acidez que pasa a la sangre. Para mantener un pH óptimo en la sangre, se utiliza calcio para neutralizarlo y el organismo puede llegar a tomar calcio de los huesos y provocar osteoporosis.

   ·) Acelera el envejecimiento y pérdida de energía
Se puede acabar en la putrefacción en los intestinos y genera una serie de subproductos tóxicos que, para ser eliminados, necesitan el uso de mucha energía. Como consecuencia de esto, se produce la liberación de radicales libres que provocan mayor envejecimiento y favorecen al cáncer.

   ·) Enfermedades cardiovasculares y obesidad.
Las proteínas animales suelen estar acompañadas de grasas y colesterol.

Tomado de:

Ciencia Enfurecida

4 de agosto de 2013

Los peligros (que no te han dicho) de tomar gaseosas ligth (dietéticas)

Contrario al sentido común y a lo que nos han hecho creer las compañías refresqueras, la soda de dieta, entre otras cosas, también causa aumento de peso. 



Un nuevo estudio conducido por Pudue University ha encontrado que los endulzantes artificiales en la soda de dieta pueden causar aumento de peso, síndrome metabólico, diabetes y enfermedades del corazón.

Además, el estudio también encontró que los endulzantes artificiales en los refrescos pueden interferir con la respuesta normal de tu cuerpo al azúcar, desregulando los niveles normales de azúcar en la sangre incluso más que el refresco regular.

Esto es porque el azúcar falsa engaña a tu cuerpo a pensar que estas tomando calorías asociadas con el sabor dulce. Pero eso significa que el cuerpo no sabe cómo procesar el azúcar regular; y deja de liberar la hormona que controla el azúcar en la sangre y la presión arterial.

Susan Swithers, autora del estudio de Purdue, declaró que a los consumidores de refresco no siempre se les dan los hechos correctos acerca de las consecuencias de tomar refrescos de dieta. “No es raro que a la gente les lleguen mensajes de que los productos artificialmente endulzados son sanos, les ayudará a perder peso o a prevenir el aumento de peso”, dijo Swithers. “Los datos que respaldan tales declaraciones no son muy fuertes, y aunque parezca sentido común pensar que los refrescos de dieta no son tan problemáticos como los refrescos regulares, el sentido común no siempre está bien”.


Tomado de:

Ecoosfera 

16 de abril de 2013

¿Qué es la neofobia alimentaria?

GaleríaDiez datos sobre la dieta mediterránea
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En un altísimo porcentaje de los niños se observa un rechazo innato a probar alimentos nuevos, un fenómeno denominado neofobia alimentaria o también la "paradoja del omnívoro", ya que a pesar de que los humanos necesitamos una alimentación variada y somos capaces de adaptarnos a cualquier dieta se observa esta tendencia a considerar una amenaza muchos ingredientes de la dieta. Para el profesor David Benton, de la Universidad de Wales Swansea, se trata de un mecanismo de supervivencia heredado de nuestros antepasados que, inconscientemente, disuade a los seres humanos a edades tempranas de probar alimentos que podrían ser tóxicos.

Se ha demostrado que la neofobia es mayor en varones que en mujeres, que viene de familia y que es mínima en los bebés a los que se desteta con alimentos sólidos. Los expertos aseguran que explicarle a los niños que una comida nueva es "buena para ellos" no reduce la neofobia, mientras que sí se reduce cuando se les dice que "sabe bien". Como publicaba Benton en la revista International Journal of Obesity, el mejor remedio ante esta fobia es no insistir demasiado porque "la neofobia también desaparece por sí sola con la edad".


Fuente:

Muy Interesante

1 de marzo de 2013

Cinco cosas que pueden acabar con el mal aliento



Leche. Un equipo de investigadores de la Universidad de Ohio (EE UU) ha llegado a la conclusión de que para evitar que el consumo de ajo en una comida cena a la luz de las velas nos arruine la noche causando mal aliento –debido a su alto contenido en componentes sulfurados-, el mejor remedio es beberse un vaso de leche durante la comida. Según publicaban en la revista Journal of Food Science, la leche entera es más efectiva que la desnatada por contener más cantidad de grasa. 

Café. Científicos de la Universidad de Tel Aviv demostraron recientemente que el café no solo no causa mal aliento, como solemos pensar, sino que su extracto es capaz de inhibir a la bacteria que causa la maloliente halitosis. 

Extracto de corteza de magnolio. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Illinois y publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, el extracto de corteza de magnolio es uno de los mejores remedios contra el mal aliento. En solo 30 minutos, colocado en la boca como ingrediente de un caramelo o un chicle, este compuesto consigue acabar con el 61% de las bacterias que causan halitosis y que propician que se nos caigan los dientes. Los compuestos de menta, sin embargo, consiguen destruir tan solo el 3,6% de los gérmenes en el mismo tiempo. Los expertos sugieren que la corteza de magnolio podría usarse como sustituto de los dentríficos en situaciones en que la higiene bucal con cepillo dental no es posible. 

Té. El té verde puede ayudar a combatir el gran aliento gracias a su contenido en polifenoles, según un estudio del Instituto de Tecnología de Israel que publicaba la revista Archives of Oral Biology

Adelgazar. Los datos no dejan lugar a dudas: cuanto más obesos, peor nos huele el aliento. Es la conclusión a la que llegaron Mel Rosenberg y sus colegas de la Universidad de Tel Aviv en un estudio reciente con un centenar de sujetos. Rosenberg lo atribuye a que las personas obesas consumen una dieta que promueve la condición de “boca seca”, uno de los desencadenantes de la halitosis. La investigación también ligaba el mal aliento al consumo excesivo de alcohol.
Fuente:

Muy Interesante

30 de enero de 2013

Comer temprano para adelgazar...

Un plato humeante de comida.| El Mundo
Un plato humeante de comida.| El Mundo
No es sólo lo que comes, sino cuándo lo comes. Un estudio español ha demostrado por primera vez en humanos algo que ya se había vislumbrado antes en animales: nuestro organismo entiende de horarios y, si usted está tratando de adelgazar, será mejor que se empiece a plantear comer a una hora temprana.

Como ha demostrado un equipo de la Universidad de Murcia en colaboración con investigadores de Harvard (EEUU) en una muestra de 420 personas que estaban intentando adelgazar (mitad hombres, mitad mujeres), aquellas que comían antes de las tres de la tarde, lograban una pérdida de peso más significativa que quienes dejaban el almuerzo para después de esa hora.

Concretamente, como explica a ELMUNDO.es Marta Garaulet, catedrática de Fisiología en la universidad murciana, quienes tomaban la principal comida del día antes de las tres, lograban reducir un 12% su peso corporal, frente a sólo el 8% de quienes comían pasada esa hora. Alrededor de cuatro kilos de diferencia entre ambos grupos a pesar de que todos ellos comían lo mismo, hacían el mismo ejercicio, dormían las mismas horas... "Es un dato importante que habrá que seguir estudiando", explica la especialista.

Jose María Ordovás, otro de los firmantes del trabajo (que acaba de aparecer en la revista 'International Journal of Obesity', del grupo 'Nature'), coincide con su colega en que es una "observación realmente interesante", aunque subraya con cautela que habrá que replicar los resultados en otra muestra de individuos, para observar si comiendo antes o después de esa hora, la misma persona adelgaza más o menos. 

"Seguiremos trabajando en ello para ver cuáles son realmente los factores implicados, así como la magnitud y la aplicación clínica del hallazgo".

El trabajo también analizó algunos de los genes que hasta ahora ya se han relacionado con la obesidad y el funcionamiento de nuestro reloj interno y observó que los individuos que solían comer más tarde, tenían con más frecuencia el alelo menor del 'gen clock' (implicado en la activación del ritmo circadiano). "Esta variante genética se ha relacionado en un estudio previo con sujetos más 'vespertinos', es decir, que suelen acostarse más tarde, dormir peor, tener más tendencia a la obesidad...", prosigue Garaulet.

A juicio de esta especialista en Nutrición y adelgazamiento, es importante que comencemos a darle la importancia que se merece al cuándo, y no sólo al cuánto comemos. "Es importante establecer rutinas; y sabemos que hay gente para la que es difícil comer todos los días a la misma hora, o que trabaja por turnos... pero en el 80% de los sujetos de nuestro estudio nos confesaron que sí podían comer antes de las tres", concluye.
 
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15 de noviembre de 2012

Umami: El quinto sabor

 

Te das cuenta que te has hecho mayor cuando al ver los libros de texto de las nuevas generaciones, aparecen cosas que en tu época no existían o eran diferentes. Plutón ya no es un planeta, ya no existen los 5 Reinos de la vida y los sabores no son 4, sino 5. ¿No lo sabías? Pues aparte del dulce, salado, ácido y amargo existe un quinto sabor, llamado umami, palabra japonesa que significa sabroso o gustoso. Y está en más alimentos de los que te imaginas.

Este sabor se debe sobre todo a una molécula muy conocida por los químicos y biólogos: el ácido glutámico (o glutamato cuando se ioniza), que es uno de los aminoácidos que forman parte de las proteínas y además, un neurotransmisor. Pero también dan este sabor los ribonucleótidos como el monofosfato de guanosina (GMP) y el monofosfato de inosina (IMP).



El sabor umami serviría para reconocer alimentos ricos en proteínas y aminoácidos, al igual que el sabor dulce sirve para detectar los que tienen sacarosa y glucosa (alimentos ricos en energía), el salado para asegurar el correcto balance de electrolitos y los sabores amargo y ácido para protegernos contra la posible ingesta de alimentos tóxicos, en mal estado, nocivos o envenenados. Este sabor sería como un agradable sabor cárnico o a caldo que deja una sensación prolongada y que cubre toda la lengua y además induce la salivación. Su efecto fundamental es la capacidad de equilibrar y redondear todo el sabor de un plato, ya que potencia y realza el sabor agradable de una gran cantidad de alimentos. El glutamato en su forma ácida (ácido glutámico) tiene un sabor a umami suave, mientras que las sales del ácido glutámico, los glutamatos, se ionizan fácilmente para proporcionar el característico sabor a umami. ¿Y qué alimentos presentan un contenido rico en glutamato y por lo tanto dan sabor umami? Pues muchos de ellos se usan en la cocina como potenciadores del sabor. Si tú enriqueces y no cueces, estás usando el sabor umami. Los quesos curados (sobre todo el parmesano), el jamón serrano, la carne cruda, las anchoas, espárragos, salsa de soja y salsas de pescado del sudeste asiático (también en el antiguo garum romano), el alga kombu (Laminaria japonica), espárragos, tomates, champiñones, espinacas, té verde y muchas frutas maduras tienen altos niveles de glutamato, GMP o IMP.

En la cocina, cada vez se usa más el glutamato como potenciadores de sabor y forman parte de los famosos E que vemos muchas veces en los productos. El E620 es el ácido glutámico; el E621 es el glutamato monosódico; el E622, el glutamato monopotásico; el E623, el calcio diglutamato; el E624, el glutamato monoamónico y el E625, el magnesio diglutamato. El E621, el glutamato monosódico o GMS, está además asociado con el conocido como Síndrome del restaurante chino, que provoca una serie de síntomas como migraña, rubor, sudor y/o gases. No se sabe a ciencia cierta si es éste el que lo produce, pero también se ha visto en personas que no toman alimentos con GMS como aditivo pero sí alimentos que lo llevan de forma natural, como pizza con tomate, champiñones, anchoas, espinacas y queso parmesano, por ejemplo. 



Se pensaba que existía un mapa de sabores en la lengua (la primera imagen de este artículo) y que cada zona podía reconocer cada uno, pero estudios recientes demuestran que las células con los receptores para los sabores (TRCs de sus siglas en inglés, Taste-Receptor Cells) están en todas las partes de la lengua. Los receptores para los sabores son de distintos tipos pudiéndose clasificar en: 
  • GPRCs (Receptores acoplados a proteínas G). Estos receptores son proteínas transmembrana con una dominio externo que une al ligando, en este caso la molécula que provoca el sabor, y otro dominio interno que en este caso está asociado a proteínas G. La unión del ligando al receptor provoca un cambio conformacional que provoca una cascada de señalización al activar las proteínas heterotriméricas G que provocan finalmente la producción de mensajeros secundarios y provocan la respuesta. A este grupo pertenecen los receptores de los sabores dulce, umami y amargo.
    • Receptores T1Rs que son los T1R1, T1R2 y T1R3. Estos receptores se unen dando lugar a 3 combinaciones: T1R1+3, T1R2+3 y T1R3 solo.
      • La combinación T1R2+3 da lugar al receptor del sabor dulce.
      • La combinación T1R1+3 da lugar al receptor del sabor umami.
      • El receptor T1R3 por sí solo detecta altas concentraciones de azúcares pero no el sabor dulce.
    • Receptores T2Rs son un grupo donde hay un número variable de receptores (desde 21 en el perro a 42 en ratas) que se expresan en la misma TRC (células con los receptores para los sabores) y reconocen los sabores amargos.
  • Canales TRP (Transient Receptor Potential) como el detectado para el sabor ácido PKD2L1. Los receptores para el sabor salado y ácido aun no son muy conocidos y se cree que pueden ser canales de membrana especializados en transportar iones Na+ y H+
  

Un grupo de mamíferos donde se han estudiado los receptores para los sabores son el Orden Carnivora. Este es un buen grupo para este estudio ya que incluye especies carnívoras estrictas como los felinos, omnívoras como los osos (el polar es carnívoro estricto) o herbívoros como el panda. También se ha estudiado en especies que viven y se alimentan en el agua como el león marino y el delfín nariz de botella, pero que no están emparentadas estrechamente.

Se ha comprobado que los felinos (se ha visto en gatos, tigres y guepardos), pinnípedos (el grupo de las focas, morsas y leones marinos), hienas y algunas especies de nutrias no detectan el sabor dulce porque presentan mutaciones en el gen Tas1r2, el gen que codifica el receptor T1R2. Recordemos que la combinación de T1R2 y T1R3 es la que sirve para detectar el sabor dulce. Esto también ocurre en pollos, caballos, una especie de rana y los vampiros. El caso del vampiro es curioso porque tiene mutados los 3 genes Tas1r, y es incapaz de percibir ni el sabor dulce ni umami, al igual que le ocurre al delfín y el león marino. El gen Tas1r1, que codifica el receptor T1R1 que percibe el umami, está ausente o mutado en la mayoría de murciélagos ya que muchos de ellos son insectívoros o frugívoros. Y lo mismo ocurre con el oso panda. Debido a su estricta dieta a base de bambú, tiene mutado Tas1r1, pero es curioso que otras especies herbívoras como el caballo o la vaca, tienen el gen intacto, aunque no se ha comprobado si es funcional.

El genoma del delfín se utilizó para buscar los genes de los receptores T2Rs, se encontraron 10 genes pero todos ellos estaban mutados y daban proteínas no funcionales, así que los delfines serían incapaces de detectar el sabor amargo, el umami y el dulce. Posiblemente en el agua, el sentido del gusto no sea de mucha utilidad.

Poco a poco se va avanzando e indagando en este interesante mundo y vemos que la dieta de muchos animales depende de los receptores para los sabores. ¿O se perdieron estos receptores debido a la dieta? La respuesta puede que la tengamos muy pronto.
Víctor Tagua
Referencias

Chandrashekar, J., Hoon, M., Ryba, N., & Zuker, C. (2006). The receptors and cells for mammalian taste Nature, 444 (7117), 288-294 DOI: 10.1038/nature05401
Li X, Li W, Wang H, Cao J, Maehashi K, Huang L, Bachmanov AA, Reed DR, Legrand-Defretin V, Beauchamp GK, & Brand JG (2005). Pseudogenization of a sweet-receptor gene accounts for cats’ indifference toward sugar. PLoS genetics, 1 (1), 27-35 PMID: 16103917
Zhao, H., Yang, J., Xu, H., & Zhang, J. (2010). Pseudogenization of the Umami Taste Receptor Gene Tas1r1 in the Giant Panda Coincided with its Dietary Switch to Bamboo Molecular Biology and Evolution, 27 (12), 2669-2673 DOI: 10.1093/molbev/msq153
Zhao, H., Xu, D., Zhang, S., & Zhang, J. (2011). Genomic and Genetic Evidence for the Loss of Umami Taste in Bats Genome Biology and Evolution, 4 (1), 73-79 DOI: 10.1093/gbe/evr126
Jiang P, Josue J, Li X, Glaser D, Li W, Brand JG, Margolskee RF, Reed DR, & Beauchamp GK (2012). Major taste loss in carnivorous mammals. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 109 (13), 4956-61 PMID: 22411809

Fuente:

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