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11 de junio de 2016

Matemáticas para predecir tsunamis

Un algoritmo recrea el origen de la ola para predecir su evolución



En caso de tsunami, la información es el mejor salvavidas. Los actuales sistemas de alerta permiten avisar con cierto grado de antelación a la población en riesgo una vez que los sensores instalados en el océano detectan movimientos anormales como consecuencia de un terremoto. En cambio, no se puede predecir con precisión qué cantidad de agua va a golpear la costa tiempo después ni con qué grado de violencia. La situación se complica cuando el comportamiento del tsunami en cuestión no encaja en ninguno de los patrones preestablecidos: entonces su desarrollo se vuelve imprevisible y se multiplican las posibilidades de perder vidas humanas; 8.000 al año, según la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.

Para poner fin a esta situación, científicos de la Universidad Nacional de Australia están desarrollando un modelo matemático que se sirve de los datos ofrecidos por los sensores y boyas ubicados en los océanos para recrear cómo es la primera ola que se origina después de un terremoto bajo el agua. Con esa información y conocido el relieve del fondo del mar y sus movimientos, los investigadores podrán hacer mejores predicciones sobre lo que puede suceder cuando el agua alcance la costa. 

La base teórica del trabajo reside en el hecho de que los procesos físicos de los que depende la propagación de las ondas no cambian si al tiempo se le da la vuelta y se coloca primero la información recibida por los últimos sensores en detectar la gran ola, y así hacia atrás. "Hacemos esto en 20 puntos de observación repartidos por todo el océano. Este proceso da lugar a una imagen enfocada del tsunami en el punto de origen, en el espacio y el tiempo", explica a EL MUNDO Jan Dettmer, sismólogo de la Universidad Nacional de Australia. Gracias a eso, es posible asignar el punto de origen a una perturbación del agua. 

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

29 de junio de 2014

Algunas mentiras mejoran la sociedad

Un modelo muestra que algunas mentiras pueden ayudar a crear diversidad en las sociedades y a permitir una mejor convivencia entre personas con ideas diferentes.


 ¿Algunas mentiras de nuestros políicos podrán haber servido para el bien común?

Desde pequeños, nos dicen que mentir está mal y, sin embargo, los niños aprenden a utilizar el engaño de manera selectiva en lugar de rechazarlo por completo. Por hacerse una idea, en varios estudios sobre la materia se ha calculado que, de media, cada persona dice entre 0,6 y 2 mentiras diarias. Ahora, un trabajo liderado por Gerardo Iñiguez de la Universidad Aalto en Finlandia puede ofrecer una explicación a la omnipresencia de algo aparentemente nocivo para la sociedad.

Según Iñiguez, los resultados de su estudio “sugieren que no todas las mentiras son malas o necesariamente destructivas socialmente”. De hecho, continúa “parece que algunas mentiras pueden incluso mejorar la cohesión de la sociedad y ayudan a crear vínculos con otras personas”.

En especies como la humana, pero también en otros animales sociales como los delfines o los elefantes, la capacidad de adaptación de cada uno viene marcada por las decisiones individuales y por las que toman sus vecinos y le afectan como miembro de un grupo. La posibilidad de defenderse de depredadores o tener acceso a alimentos se incrementa gracias a la cooperación y la cohesión del grupo. En este contexto, la reciprocidad y la confianza es fundamental para que los individuos quieran involucrarse en relaciones de intercambio. La mentira dañaría esa confianza y, al debilitar la red que protege a todos los miembros del grupo, perjudicaría también en cierta medida a todos los individuos.

Para evitar los daños de la mentira, los humanos, como el resto de las especies animales, han desarrollado una batalla armamentística en la que las técnicas para mentir y para detectar el engaño se han ido contrarrestando en una intensa competición. Los autores del trabajo, que han publicado sus resultados en el repositorio online Arxiv, no se han centrado en estos contrapesos como explicación para la pervivencia de la mentira sino en la posibilidad de que en algunos casos la mentira sea buena para la vida en sociedad.

Según cuentan los autores, en muchos estudios de sociedades a pequeña escala, se ha observado que la gente, más que ofrecer una opinión sincera, tiene tendencia a responder a las preguntas de la manera que creen que se espera que contestarán. De alguna manera, una respuesta inesperada se considera una amenaza para la cohesión social y en este caso, la mentira ayuda a mantener la cohesión social y permiten establecer vínculos con personas que piensan diferente.

En este sentido, el modelo empleado por los autores indica que unas interacciones sociales completamente honestas evitan la diversidad mientras unas interacciones completamente deshonestas rompen totalmente la red social porque nadie puede confiar en nadie. Por eso, consideran que “un nivel intermedio de engaño puede ser óptimo para llevar a cabo algunas funciones sociales”, como la protección frente a enemigos externos, proteger recursos o intercambiar información.

Los autores dejan sin ofrecer, de momento, una explicación sobre el modo en que aparecieron las mentiras beneficiosas para la vida en sociedad. No obstante, plantean dos posibles orígenes. Uno lo sitúan en las mentiras que ayudaban a mejorar la cohesión social de las que luego habría surgido la mentira egoísta y antisocial. En el otro escenario, las mentiras “buenas” habrían evolucionado como propiedad emergente beneficiosa una vez que los engaños antisociales ya se habían labrado un espacio en la sociedad.

Tomado de:

MATERIA

15 de octubre de 2013

Premio Nobel de Química por llevar la experimentación al ciberespacio

Martin Karplus, Michael Levitt y Arieh Warshel

Los científicos fueron distinguidos por llevar la experimentación química al ciberespacio.

Atrás quedaron las pelotas de plástico y los palos de madera para mostrar cómo funcionan las moléculas y los átomos.

Aunque hoy parezca increíble, hace 50 años muchos científicos dedicados a la química utilizaban los mismos elementos que hoy usan los escolares para graficar sus modelos atómicos o moleculares.
Sin embargo, en la década de 1970 el investigador austriaco Martin Karplus, el británico Michael Levitt y el israelí Arieh Warshel -los tres además tienen nacionalidad estadounidense- sentaron las bases para los programas computacionales de gran alcance que hoy se utilizan para entender y predecir los procesos químicos.

Y este miércoles la Real Academia de Ciencias de Suecia les otorgó el Premio Nobel de Química 2013.
El galardón fue anunciado en Estocolmo por Staffan Normark, secretario permanente de la Academia, quien explicó que los científicos fueron distinguidos por llevar la experimentación química al ciberespacio.

Química en la computadora

Molécula digitalizada

Los modelos desarrollados por Karplus, Levitt y Warshel en los 1970 sentaron las bases para los complejos programas de simulación molecular.

El premio buscó destacar los modelos multiescala para sistemas químicos complejos desarrollados por los tres científicos, los cuales "sentaron las bases de los poderosos programas que se utilizan para entender y predecir procesos químicos", según la Academia.

"Los modelos computarizados que son espejo de la vida real se han vuelto cruciales para la mayoría de los avances de la química en la actualidad", aseguró la Fundación Nobel a través de un comunicado.

"Con la ayuda de los métodos de quienes hoy son galardonados con el Premio Nobel de Química, los científicos le dejaron a las computadoras revelar los procesos químicos, tales como la purificación de un catalizador de gases de escape o la fotosíntesis en las hojas verdes".

El artículo completo en:

BBC Ciencia

9 de noviembre de 2012

Los peligros de querer ser como una modelo de pasarela

La modelo brasileña Alessandra Ambrosio desfila durante la Pasarela Victoria's Secret. | Efe
La modelo brasileña Alessandra Ambrosio desfila durante la Pasarela Victoria's Secret. | Efe
  • Un estudio relaciona las imágenes de modelos con el deseo de estar delgada
  • Expertas en Psicología creen que se deberían ofrecer imágenes más naturales
  • Éste y otros factores, sociológicos y biológicos, predisponen a la anorexia
Un experimento. Cuando salga a la calle cuente la cantidad de anuncios en edificios o marquesinas donde una bella (y muy delgada) modelo anuncia desde yogures a colonia. Además, si estos días abre el periódico o ve la televisión es posible que se encuentre con los 'ángeles' de Victoria's Secret, alguna de las cuales anuncia en internet o entrevistas sus insanas dietas para antes del desfile.

Estos son sólo dos ejemplos de las palabras de Susan Ringwood, directora ejecutiva del grupo de trastornos alimenticios Beat (Reino Unido), que explica que en la sociedad occidental "estamos expuestos a cerca de 2.000 imágenes al día, muchas de las cuales son anuncios protagonizados por cuerpos que están más delgados que el promedio de la gente normal".

Tanto Ringwood como Lynda Boothroyd, doctora del departamento de Psicología de la Universidad de Durham, entran con estudio en mano, y desde las páginas de la revista 'PLOS One', en el debate sobre los modelos que medios de comunicación y publicistas enseñan, especialmente, a las más jóvenes. Los resultados vuelven a ser claros: "Los medios de comunicación bombardean constantemente a la población con celebridades y modelos muy delgadas, lo que influye en las aspiraciones de las preadolescentes y mujeres que pueden terminar en una actitud poco saludable para su cuerpo intentando emularlas, por lo que aumenta el culto al cuerpo, sobre todo, al cuerpo más delgado", explica en las páginas de 'PLOS One', pero para ambas, "esto puede ser fácil de solucionar".

Dieta visual

En un estudio preliminar les preguntaron a más de 100 mujeres por sus preferencias corporales y se las dividió en dos grupos para enseñarles diferentes series de fotografías. En una de estas series se intercalaban diversas fotografías de mujeres de catálogos y otras de féminas normales, mientras que en un segundo grupo sólo se mostraban las mujeres de anuncio.

La doctora Boothroyd encontró que aquellas que habitualmente prefieren cuerpos delgados estaban significativamente menos interesadas en cuerpos de tallas reducidas después de haber visto fotografías de personas de mayor tamaño. Por el contrario, aquellas a las que se les mostró sólo modelos delgadas aumentaron su predilección por los cuerpos delgados.

"La delgadez es abrumadoramente idolatrada especialmente en el mundo Occidental y el sobrepeso está estigmatizado en su mayoría. Los resultados encontrados nos llevan a sugerir que las imágenes de chicas superdelgadas son una causa importante de que muchas mujeres, especialmente las más jóvenes, no se sientan satisfechas con su físico", señala la doctora Boothroy. Así, los autores han descubierto que el peso ideal de muchas mujeres está en buena parte relacionado con lo que ven: "Es lo que nosotros llamamos 'dieta visual', las preferencias por un cuerpo de una determinada talla pueden ser la consecuencia de la exposición intensa a imágenes de otras mujeres o el aprendizaje de que un cierto tipo de cuerpo se asocia a las metas a las que se aspiran. El problema es que muchas veces esto puede llevar a problemas tan serios como la anorexia o la bulimia", comentan.

¿Efectos duraderos?

Para combatir posibles problemas, las autoras señalan la necesidad de que "los modelos utilizados sean personas con un peso normal, con tallas mayores, y saludables, más acordes con la realidad", aseguran. "Aunque todavía tenemos que investigar más este punto, si revertimos el proceso y mostramos modelos 'reales' es muy posible que los actuales efectos se minimicen".

Para el doctor Alfonso Chinchilla, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el cambiar los modelos de los anuncios supone una buena medida, aunque sólo ataca una parte del problema. "En una sociedad consumista y donde la apariencia importa, como es la sociedad en la que vivimos, la delgadez suele estar relacionada con la buena salud y la clase social. Vemos a alguien con sobrepeso y pensamos en problemas con el colesterol o en su corazón. Vemos a alguien delgado y creemos que por esto no se va a morir, que no pasa nada", explica a ELMUNDO.es

"Los anuncios con chicas espectaculares ayudan a idealizar el culto al cuerpo, pero esto no quiere decir que sólo por ellos se vaya a caer en la anorexia o la bulimia, no es un factor tan determinante. Éstas son enfermedades psiquiátricas complicadas y de múltiples aristas que sufren especialmente mujeres, pero también algunos hombres, y hay estudios que avalan la existencia de una predisposición biológica que a veces se desencadena por algún factor ya que, si sólo hablásemos de factores sociales, los casos de anorexia y bulimia serían una epidemia, pues todos estamos rodeados de los mismos estímulos", indica.

¿Y pueden ser estos modelos uno de ellos? "Sí, pero no son los únicos ni los más agresivos. Internet, el instituto, las amistades, los procesos psicológicos por los que una persona se ve gorda pueden ayudar a que esta predisposición se despierte y se caiga en estas enfermedades. Hay que entender que hace siglos ya existían estos problemas y que ahora no hay un incremento de estos trastornos, sólo que se han estudiado mejor", indica.

Para el doctor Chinchilla, aunque la medida de cambio de modelos es beneficiosa, "es necesario que la sociedad se implique más y exista una educación saludable tanto en los colegios e institutos, donde se incida en la importancia del ejercicio y la comida sana, como en los medios de educación", reclama.

Fuente:

El Mundo Ciencia
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