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27 de septiembre de 2017

Mateo Huamán el escolar de nueve años que construyo su propio detector de sismos

Mateo es alumno del tercer grado de primaria y representó a su colegio de Cusco en la etapa distrital del concurso Eureka, promovido por el Minedu y Concytec.


Mateo Huaman Lonconi es estudiante de tercer grado de primaria de la institución EIE 51001- Primaria- "Humberto Luna" de Cusco y el diseñador de un proyecto útil, sencillo y que, a sus nueve años, lo llevó a representar a su colegio en la fase provincial de Eureka, el concurso de ciencia y tecnología que promueven el Ministerio de Educación (Minedu) y Concytec.

Mateo reside en Uchiro, a cuarenta minutos de distancia de su escuela, y motivado por la ocurrencia de sismos de gran magnitud en el mundo, decidió construir su propio "Detector de sismos".
"Como están pasando muchos temblores en la Tierra, por eso hice el detector de sismos. Lo que más me gustaría es salvar vidas", comentó Mateo a El Comercio.

Su proyecto, que tiene por objetivo avisar la ocurrencia de un sismo, fue construido con madera, una alarma, luces led, cables eléctricos, lámparas y un tubo de acero, según nos explicó Mateo.


"Algunos materiales usados en el proyecto fueron reciclados, como la madera y algunas conexiones. En cuanto a compras, solo fueron necesarias las luces led y la alarma", detalló Eliana Vargas, profesora del tercer grado de primaria y maestra de Mateo.

"En el curso de Ciencia y Ambiente, que se trata de indagación científica, a los niños se les propuso investigar un proyecto que podría ser beneficioso para la población", comentó a El Comercio la docente sobre el trabajo previo que se hizo en el aula de Mateo. A su vez, Amanda Huayta, directora de primaria del centro educativo, destacó la motivación que tuvieron los alumnos para desarrollar proyectos en estos procesos.

-¿En qué consiste el detector?-
 
El proyecto fue elaborado por Mateo a lo largo de un mes. Él tuvo el apoyo de sus padres y maestros, quienes le ayudaron a realizar las conexiones eléctricas que el detector demandaba.

"Se trata de un péndulo, un instrumento que ayuda a captar los movimientos. Es una suerte de trípode que sostiene el material, el trompo de metal, y va alrededor de un anillo. Cuando se mueve, choca con el anillo. Esto permite detectar cualquier movimiento", comentó la profesora Eliana Vargas.

-Eureka llevará los mejores proyectos a certámenes internacionales-
 
Por su parte, Jorge Rojas, coordinador de la Feria Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología Eureka, indicó que en este concurso participan niños tanto de inicial, primaria y secundaria.

Luego de cuatro fases, a nivel de colegios, distrital o provincial, y finalmente regional, los ganadores viajarán a Lima del 9 al 13 de noviembre para concursar en la final nacional de Eureka.

En total, cada región estará representada por cuatro ganadores de las áreas de ciencias básicas, tecnología e ingeniería, ciencias ambientales y ciencias sociales. 

Participarán 104 trabajos de investigación y el primer puesto de todos ellos irá a la feria mundial Intel ISEF, que se llevará a cabo en el mes de mayo del 2018 en Estados Unidos. A esta feria asisten 80 países y 1800 estudiantes.



Fuente:

El Comercio (Perú)

19 de enero de 2017

El desastre que mató a cien mil personas y creó la sismología moderna

Eran las diez menos cuarto de la mañana del 1 de noviembre de 1755. En ese momento exacto el mundo se resquebrajó. Primero fue un temblor, luego un tsunami, después los incendios, el pánico y la miseria: el primero de noviembre de 1755, el día de todos los santos, el terremoto de Lisboa se llevó 100.000 vidas, estremeció Europa y se convirtió en el primer desastre moderno.





Estos días llenos de terremotos, con la mente en Japón, en Centroamérica, en Chile o en Nepal, viene bien recordar el momento en que entendimos que los desastres naturales no eran sólo cosa de Dios, la naturaleza o el destino, sino fenómenos que podíamos estudiar, prevenir y explicar. El 1 de noviembre de 1755 "nació" la sismología moderna.


"De todas las capitales, esta era la que más se asemejaba a una ciudad de Dios en la Tierra, que parecía el último lugar sobre el que se podía desatar la ira divina” porque “era una ciudad rebosante de devoción”. Así describía Nicholas Shrady, autor de The Last Day, la ciudad de Lisboa. Y debía de ser cierto, sobre todo porque nuestro fuerte nunca ha sido la predicción.

Y crack. El terremoto fue largo, algunas crónicas dicen que duró más de seis minutos, y destrozó la ciudad por las costuras. Hubo grietas que tenía más de cinco metros de ancho. Unos 40 minutos después, un tsunami arrasó el puerto y la ciudad ribereña. Nadie lo esperaba. Rousseau se preguntaba en una carta a Voltaire que “¿Cuánta gente desafortunada pereció en este desastre por haber regresado a sus casas para recuperar unos sus ropas, otros sus papeles y otros su dinero?”.

Pero como Lisboa ha sido siempre una ciudad de escarpadas colinas, en las zonas que se salvaron del agua comenzaron a propagarse los fuegos. Las cárceles se desmontaron y los criminales tomaron una ciudad en la que llovía ceniza y las iglesias se derrumbaban mientras los prostíbulos seguían en pie.

El buen montón de prostíbulos situado en una parte de la ciudad no sufrió daño alguno: “La gente pensaba que era una extraña demostración de la intervención divina”, dice Shrady; “los burdeles resistieron y las iglesias se derrumbaron”. Y por ello, no sólo se derrumbaron las iglesias, con decenas de miles de fieles en su interior, sino también una forma de pensar sobre el dios al que le rezaban en ese preciso instante: “El terremoto de Lisboa fue un acontecimiento decisivo en la historia europea”, afirma igualmente Shrady, “porque fue la primera vez que la gente comenzó a cuestionar las causas y la naturaleza de ese tipo de desastres”, hizo a un lado a Dios y contempló la posibilidad de las causas naturales para los mismos. Una chispa de racionalidad que fue, quizá, lo único positivo de esta catástrofe perfecta.

El artículo completo en Xakata

Más información en Hipertextual 


11 de junio de 2016

Matemáticas para predecir tsunamis

Un algoritmo recrea el origen de la ola para predecir su evolución



En caso de tsunami, la información es el mejor salvavidas. Los actuales sistemas de alerta permiten avisar con cierto grado de antelación a la población en riesgo una vez que los sensores instalados en el océano detectan movimientos anormales como consecuencia de un terremoto. En cambio, no se puede predecir con precisión qué cantidad de agua va a golpear la costa tiempo después ni con qué grado de violencia. La situación se complica cuando el comportamiento del tsunami en cuestión no encaja en ninguno de los patrones preestablecidos: entonces su desarrollo se vuelve imprevisible y se multiplican las posibilidades de perder vidas humanas; 8.000 al año, según la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.

Para poner fin a esta situación, científicos de la Universidad Nacional de Australia están desarrollando un modelo matemático que se sirve de los datos ofrecidos por los sensores y boyas ubicados en los océanos para recrear cómo es la primera ola que se origina después de un terremoto bajo el agua. Con esa información y conocido el relieve del fondo del mar y sus movimientos, los investigadores podrán hacer mejores predicciones sobre lo que puede suceder cuando el agua alcance la costa. 

La base teórica del trabajo reside en el hecho de que los procesos físicos de los que depende la propagación de las ondas no cambian si al tiempo se le da la vuelta y se coloca primero la información recibida por los últimos sensores en detectar la gran ola, y así hacia atrás. "Hacemos esto en 20 puntos de observación repartidos por todo el océano. Este proceso da lugar a una imagen enfocada del tsunami en el punto de origen, en el espacio y el tiempo", explica a EL MUNDO Jan Dettmer, sismólogo de la Universidad Nacional de Australia. Gracias a eso, es posible asignar el punto de origen a una perturbación del agua. 

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

10 de junio de 2015

Una red de observatorios para prevenir los terremtos



La Tierra se retuerce a 15 kilómetros bajo la superficie de Nepal. Un cabalgamiento de placas geológicas -la piel de roca de nuestro planeta, para entendernos- donde una se desliza bajo la otra tras el choque de continentes que formó hace 55 millones de años la cordillera del Himalaya continúa sacudiendo la zona de cuando en cuando. Y normalmente los temblores no vienen solos, sino seguidos de un buen número de réplicas que en ocasiones empeoran las consecuencias de la catástrofe humana.

Los geólogos llevan siglos estudiando los mecanismos que causan los terremotos. El problema para los expertos ha sido siempre poder llegar a predecir con suficiente antelación cuándo se va a producir un gran temblor como los últimos que han azotado Nepal causando más de 8.000 muertes. Desde hace años, diversos proyectos internacionales investigan con diferentes metodologías cómo lograrlo.
Quizá el modo más prometedor es mediante la perforación del subsuelo en zonas sísmicas. El objetivo es alcanzar la falla que provoca los temblores en cada lugar para instalar sensores que puedan medir la deformación de la roca, los fluidos, la temperatura... Y poder así llegar a hacer previsiones del riesgo sísmico.
"Estamos aún lejos de llegar a predecir un terremoto en la escala temporal humana, pero en tiempos geológicos sí sabemos dónde y cuándo se van a producir grandes terremotos", asegura María José Jurado, experta en terremotos del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (CSIC). "Pero se podría hacer una analogía con la Meteorología, donde es muy sencillo hacer previsiones porque tenemos muchísimos observatorios vía satélite y de muchos otros tipos para saber qué tiempo hará dentro de unos días. Si nosotros tuviéramos una red de observatorios de terremotos en el subsuelo nos permitiría saber dónde y cuándo se puede producir un terremoto", dice Jurado.
Esta investigadora española ha sido líder de algunos proyectos internacionales destinados precisamente a perforar el subsuelo oceánico en la falla que produjo el terremoto de Japón del año 2011 para instalar sensores que ayuden en la predicción de seísmos en el futuro. «El objetivo del proyecto es penetrar los fondos oceánicos de las zonas en las que se producen los epicentros de los terremotos para monitorizarlos y poder estudiar su origen», asegura Jurado. «Estas investigaciones nos servirán para desarrollar un sistema de predicción de terremotos con un plazo suficiente como para poder actuar y evitar grandes daños», explica. A escala global, podríamos imaginarla como una gran Red de Observatorios de los fenómenos sísmicos. Por desgracia, en Japón aún no se han podido alcanzar los 5.000 metros de profundidad del hipocentro de aquel devastador seísmo. En la actualidad, el Chikyu, el buque de perforación científica japonés, está entre los 2.000 y los 3.000 metros.
El artículo completo en:

22 de noviembre de 2014

En caso de un terremoto en Lima y Callao, 34 distritos estarían en peligro

Más de 1 millón 300 mil personas que habitan en 34 distritos de Lima y Callao se verían afectadas en caso de producirse un sismo de gran magnitud, alertó la empresa MapCity.com.

Se trata de 10 mil hectáreas consideradas de peligro muy alto, ubicadas en zonas como San Juan de Lurigancho, con más de 3 mil hectáreas; Villa El Salvador, con unas 2800 ha; seguido del Callao y Ventanilla, ambas superan las 2000 ha, entre otros.

INVOLUCRADOS

En ellas se encuentran más de 320 mil viviendas donde habitan más de 1 millón 300 mil personas, revela el estudio realizado con información de Defensa Civil y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

De esas cifras, el 28% son menores de 14 años; 29% jóvenes entre 15 y 30; 35% adultos de 30 a 60; y 7% mayores de 60.

Entre los factores que motivan el alto riesgo figuran los materiales empleados para la construcción de las viviendas. En su mayoría son de madera, estera y/o adobe, como es el caso del distrito de Ventanilla, con el 77% de sus viviendas construidas en base a estos materiales.

Le siguen Puente Piedra con un 40% de viviendas de este tipo y San Juan de Lurigancho con un 30%, entre otros.

SIN DISTINCIÓN

Fernando Horna, vicepresidente de MapCity.com, advirtió que el alto riesgo no se limita a las zonas más pobres de Lima o a las que albergan construcciones antiguas.

A modo de ejemplo, citó al distrito de La Molina, donde el terreno es arcilloso y se expande cuando hay un movimiento telúrico, por lo que las construcciones deben ser diseñadas de acuerdo al tipo de suelo.
Recomendó a las personas que ubiquen en el mapa que colocaron en internet si su casa, oficina o el colegio donde estudian sus hijos están en zonas de alto riesgo para que tomen medidas de prevención.

Fuente:

Diario Correo

30 de diciembre de 2013

Los megaterremotos que ha sufrido el planeta Tierra




El terremoto de Chile de 1960 fue de 9,5 grados en la escala de Richter, la mayor magnitud jamás registrada. 

La Tierra puede haber sufrido un mayor número de grandes terremotos que los que se tienen en el registro histórico.

Una investigación sugiere que no hay documentación de la mitad de todos los terremotos de una magnitud mayor a los 8,5 grados en la escala de Richter que ocurrieron en el siglo XIX.
Por ello, los científicos están revisando y analizando documentos históricos en busca de los temblores perdidos.

Los hallazgos de este trabajo se presentaron en la conferencia de la Unión de Geofísica de Estados Unidos (AGU, por sus siglas en inglés), la mayor reunión anual de expertos en ciencias de la Tierra que se celebra esta semana San Francisco.

"En términos de estadística, hay demasiado pocos terremotos en el siglo XIX", dijo Susan Hough, del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés).

Los sismos de más de 8,5 grados causan inmensa devastación.

Los ejemplos recientes incluyen el temblor de 2004 en el Océano Índico que desató un tsunami mortífero, el poderoso terremoto de Chile en 2010 y el de Japón en 2011.

Pero, curiosamente, los desastres naturales de escala semejante no figuran en los registros anteriores al siglo XX.

Advertencias de la historia

Devastación por el terremoto en Japón

Los científicos dicen que enormes terremotos como el que golpeó a Japón en 2011 fueron registrados con menos frecuencia antes de 1900.

"Los sismómetros se desarrollaron alrededor del 1900. Tan pronto como los tuvimos, los terremotos comenzaron a parecer más grandes", explicó Hough.

Los investigadores utilizan documentos históricos para rastrear eventos sísmicos ocurridos previamente y evaluar su magnitud.

Hough cree que muchos enormes terremotos se han “perdido” en los siglos XVIII y XIX.

Una de las razones es que existe la suposición generalizada de que los sismos de más de 8,5 grados generan tsunamis significativos.

"Pero no siempre es el caso, y las magnitudes de algunos de estos terremotos han sido subestimadas", dijo Hough.

Uno de estos "sospechosos" es un temblor que sacudió la península de Kamchatka, en Rusia, en 1841. Se había estimado que su magnitud fue de 8,3 grados en la escala de Richter, pero Hough sostiene que debería ascender a 9,2 grados.

Otro de los sismos subestimados es uno que golpeó las islas Antillas Menores en 1843.

"Este fue catalogado con una magnitud de 8 grados. Pero fue percibido en una cuarta parte del globo", expresó Hough.

Terremoto en Haití

El terremoto de Haití en 2010 causó la muerte de más de 100.000 personas.

Los investigadores dicen que encontrar estos terremotos perdidos es vital para entender cuándo pueden volver a ocurrir catástrofes de esa escala.

En otro trabajo de investigación presentado en la reunión de la AGU, los científicos sostienen que han creado una base de datos de terremotos ocurridos entre los años 1000 y 1900.

Para hacerlo, y al igual que sus colegas de la USGS, el equipo de investigadores ha estado examinando documentos históricos para catalogar los sismos.

Según Roger Musson, del Servicio Geológico de Reino Unido, esta base de datos ofrece una "advertencia de la historia".

"Por ejemplo, con el desastre de Fukushima, la gente se sorprendió por el enorme tsunami", le dijo Musson a la BBC.

"Pero no debería sorprender el hecho de que allí sucediera un terremoto. Hubo un sismo muy similar en el siglo XIX", agregó Musson.
Fuente:
BBC Cierncia

9 de diciembre de 2013

La maquina de hacer terremotos de Nikola Tesla

Un tranquilo día de 1898 los vecinos de varios bloques de edificios de Manhattan de los concurridos barrios Chino e Italiano empezaron a experimentar un temblor que pronto comenzó a sacudir todos los edificios y romper cristales, provocando que la gente saliera asustada a las calles de Nueva York. La policía, tras comprobar que el temblor se circunscribía solo a aquella pequeña parte de la ciudad y sospechando de quién podía ser el causante, enviaron a dos de sus agentes al número 46 de la calle East Houston. Justo antes de entrar en el edificio notaron que el temblor cesaba, y al traspasar la puerta de un laboratorio, los recibió un hombre alto y delgado, con bigote, elegantemente vestido, y armado con un martillo, diciéndoles “Caballeros, lo siento. Han llegado tarde para contemplar mi experimento. He visto necesario detenerlo de forma súbita y inesperada… ” y añadió mirando el martillo “ y de una forma inusual”. Este hombre era Nikola Tesla, el genial inventor que nos dio, entre otras cosas, la corriente eléctrica alterna gracias a la cual estás leyendo esto.

 

El causante de aquel incidente había sido un pequeño oscilador electromecánico con el que Tesla estaba experimentando aquel día para su investigación en la resonancia mecánica. Tras colocarlo sobre un pilar de su laboratorio, la vibración provocada comenzó a extenderse por los subterráneos del edificio hacia los edificios colindantes creando el caos entre sus vecinos. Tan absorto y fascinado estaba que hasta que no notó que todo su laboratorio estaba temblando no decidió finalizar el experimento de forma contundente dándole un martillazo al oscilador.

Otro de sus experimentos se lo relataría algunos años después a un periodista. Esta vez Tesla decidió experimentar fuera de su laboratorio y tras localizar un edificio en construcción en el barrio de Wall Street, que aún era un esqueleto de metal, colocó el oscilador sobre una de las vigas y lo activó. En pocos minutos toda la estructura dediez pisos del edificio empezó a vibrar, asustando a los trabajadores y provocando de nuevo que la policía hiciera acto de presencia. Antes de que nadie se pudiera dar cuenta de lo que pasaba, Tesla desactivó el dispositivo, se lo guardó en el bolsillo y continuó su camino. En la misma entrevista el inventor aseguró que en menos de una hora podría derribar el puente de Brooklyn, y llego a afirmar que con una máquina adecuada y dinamita, sería capaz partir la Tierra en dos. Esta claro que Tesla siempre pensaba a lo grande.

No se sabe a ciencia cierta si estos episodios ocurrieron tal cual o estaban magnificados por Tesla, aficionado a hacer grandes aseveraciones sobre sus investigaciones, pero así nos lo relata Margaret Cheney en una de las mejores biografías hechas sobre el inventor, Tesla: The Man Out of Time, que tiene edición en español (prologada por uno de los fans letales de Tesla que es Nacho de Microsiervos). En un episodio del año 2006 del programa Cazadores de Mitos intentaron reproducir el experimento de varias formas, pero con el experimento final sobre el puente Carquinez solo consiguieron provocar una vibración que se podía sentir a cierta distancia, pero nada parecido a un terremoto. Si llegó a crear o diseñar realmente aparatos con esa potencia, probablemente nunca lo sepamos y quede como uno de los tantos misterios que rodean a este genio.

Para aquellos que quieran intentar emular a Tesla, existe un libro con el rimbombante titulo de Nikola Tesla’s Earthquake Machine: With Tesla’s Original Patents Plus New Blueprints to Build Your Own Working Model,  que parece dar las claves para construirlo, pero creo que, salvo que te creas las peregrinas teorías conspirativas sobre los terremotos ocurridos los últimos años que circulan por la red,  por ahora nadie lo ha conseguido.

Fuente:

Blog de Ricardo Quintana

26 de septiembre de 2013

Esta es la isla que brotó por el terremoto en Pakistán


Nueva isla frente a Gwadar, Pakistán

Apenas media hora después del terremoto que sacudió Pakistán el martes pasado, los pobladores del pueblo costero de Gwadar se quedaron atónitos al ver emerger una nueva isla del mar, a sólo un kilómetro de la costa.

Bahram Baloch, un periodista local, recibió la noticia a través de un mensaje de texto.
"Decía que una colina había aparecido afuera de mi casa", contó Baloch.

"Salí y me quedé estupefacto. Podía ver ese cuerpo gris y redondeado a la distancia, como una ballena gigante nadando cerca de la superficie. Cientos de personas se habían reunido para verlo".

Nueva isla frente a Gwadar, Pakistán

Los pobladores de Gwadar se acercaron a ver la isla recién surgida del mar.

Baloch y algunos amigos llegaron a la isla en la mañana del miércoles para verla de cerca y tomar fotos.

"Es una isla de forma ovalada de alrededor de 90 metros de largo, y se eleva a unos 20 metros sobre el nivel del mar", dijo el periodista.

Tiene una superficie irregular formada en su mayoría por lodo, y en algunas partes hay arena. En una zona hay roca sólida, y hasta allí llegaron Baloch y sus amigos.

"Había peces muertos en la superficie. Y desde un costado podíamos oír el silbido de un escape de gas", detalló Baloch.

Aunque no podían percibir el olor del gas, acercaron un fósforo a una de las fisuras por donde se estaba filtrando y éste se encendió.

"Al final conseguimos apagarlo, pero fue bastante difícil. Ni siquiera el agua podía sofocarlo, a menos que le echáramos baldes enteros".

La colina del terremoto

La historia que circula por Gwadar es la de que una colina similar emergió del mar hace 60 o 70 años, y que fue llamada Zakzala Koh, o la colina del terremoto.

Nueva isla frente a Gwadar, Pakistán

Los locales aprovecharon la oportunidad de pisar la tierra recién creada.

Según algunos ancianos, el sismo del martes la había devuelto a la superficie.

Y algo de cierto hay en esto. Aunque el montículo que apareció en 1945 no emergió cerca de Gwadar, sino a más de 100 kilómetros hacia el este, sí ocurrió en la misma costa, que recibe el nombre de Makran.

Mapa de Pakistán

El terremoto del martes afectó a la provincia de Balochistán.

Alrededor de 700 kilómetros de este a oeste, la costa de Makran se caracteriza por su alta actividad sísmica, y alberga varias colinas conocidas como volcanes de barro, con cráteres en la cima desde los que se cuela gas metano.

Estos volcanes están tierra adentro, y allí han estado por mucho tiempo. Pero las formaciones similares que emergen en el mar normalmente son barridas por el agua al cabo de un tiempo.

Los geólogos dicen que este fenómeno es parte de un proceso continuo de desplazamiento continental, o del movimiento de masa terrestre a través de los océanos que provocó el choque del subcontinente indio con Eurasia y creó las fallas geológicas, algunas de las cuales atraviesan la costa de Makran.

Empujada por el gas

Rashid Tabrez, director general del Instituto Nacional de Oceanografía con base en Karachi, dice que la energía liberada por los movimientos sísmicos de estas fallas activa gases inflamables en el lecho marino.

"El fondo del mar cercano a la costa de Makran tiene enormes depósitos de hidratos de gas o gas helado con alto contenido de metano", explica Tabrez.

"Estos depósitos yacen comprimidos bajo un lecho de sedimentos de entre 300 y 800 metros de grosor".

Nueva isla frente a Gwadar, Pakistán

La superficie de la isla está formada por material fangoso y rocas.

"Cuando se mueven las placas a lo largo de las fallas, crean calor y el gas en expansión estalla a través de las fisuras de la corteza terrestre, propulsando a un trozo completo del lecho marino hacia la superficie".

La isla que surgió en Gwadar es la cuarta en esta región desde 1945, y la tercera en los últimos 15 años, dice el experto.

En 1999, y de nuevo en 2010, aparecieron islas a menos de 1km de la costa de Omara, justo debajo del delta del río Hingol.

Uno de los volcanes de lodo más conocidos de la zona, el Chandragup, se ubica muy cerca de este lugar y del río Hingol.

Es un sitio de peregrinaje para los hinduistas, que llegan cada año hasta aquí con sus ofrendas en el mes de abril antes de dirigirse al cercano templo de Hinglaj.

Nueva isla frente a Gwadar, Pakistán

Los visitantes de la nueva isla comprobaron que había erupciones de gas entre las rocas.

Tabrez dice que la actividad sísmica en el lecho marino ha generado conductos de gas hasta tierra adentro, y esta la causa de la formación del Chandragup y otros volcanes de lodo.

Pero mientras que estos volcanes llevan siglos en la costa de Makran, las islas que brotan en el mar apenas duran unos meses.

"Una de las razones es que tras un período de tiempo, se alivia la presión que empujó el fondo del mar hacia la superficie, y esto hace que la isla vuelva a sumergirse", explica Tabrez.

"Otra razón es que el material fangoso y granulado de los sedimentos marinos pronto comienza a erosionarse debido a la acción del mar. En siete u ocho meses, la isla habrá desaparecido, y sólo quedará su huella en el fondo del mar".

Fuente:

BBC Ciencia

1 de junio de 2013

¿Cómo se intenta predecir los terremotos?

En otros tiempos, los chinos, como muchos otros pueblos, creían que los terremotos podían predecirse por medio de la astrología o la observación de portentos naturales. Pero no hay nada realmente serio en su favor.


¿Cómo se intenta predecir los terremotos?

El 4 de febrero de 1975, los funcionarios de la provincia china de Liaoning, Manchuria, hicieron una advertencia urgente: era inminente un terremoto. Una serie de temblores menores ocurridos por la mañana parecía anunciar algo catastrófico. Se apremió a la gente para que permaneciera fuera de sus casas aun cuando era invierno.

El mismo día, poco después de las 7:30 p.m., se sintió un fuerte terremoto; se derrumbaron centenares de casas, pero como la gente estaba afuera hubo muy pocos heridos.

Éste fue uno de los primeros casos conocidos en los que se logró predecir un terremoto, y fue resultado de un programa iniciado por el gobierno chino en 1965 para tratar de reducir los terribles daños que causan estos fenómenos.

Pero el éxito de la predicción en parte fue un golpe de suerte. Los métodos usados desde entsonces no han logrado predecir los peores terremotos. No obstante, esto ha confirmado la importancia de contar con un pronóstico preciso.

En otros tiempos, los chinos, como muchos otros pueblos, creían que los terremotos podían predecirse por medio de la astrología o la observación de portentos naturales. Pero no hay nada realmente serio en su favor.

Los intentos modernos de predecir terremotos se basan en diversos cambios que ocurren en la corteza terrestre, que se acumulan para producir otro más grande. Por ejemplo, muchos terremotos son precedidos por una serie de sacudidas pequeñas, como en Liaoning. Pero estos movimientos aislados no son un medio infalible de predicción. A veces ocurren grandes terremotos sin aquéllos, y a veces esas sacudidas simplemente se desvanecen.

No existe un solo indicador confiable de que se aproxime un terremoto. Por ahora los sismólogos sólo pueden afinar las predicciones basándose en cuatro indicadores principales. El primero es la velocidad a la que viajan las ondas de choque por el suelo. Al acumularse presiones subterráneas, las que se ejercen en las rocas alteran la forma en que se desplazan las ondas de choque. Parece que su velocidad disminuye y después aumenta de nuevo precisamente antes del terremoto. El análisis de pequeñas explosiones y sacudidas previas puede revelar esos cambios.

El segundo indicador se basa en los cambios en el nivel de la superficie del suelo, el cual sube en ciertas partes al aumentar la presión por debajo. La región de la Falla de San Andrés, en California, se ha elevado 40 cm en 20 años.

El tercero es el aumento en la emisión de radón, gas inerte y radiactivo que se filtra desde el subsuelo todo el tiempo, pero cuya concentración parece aumentar antes de un terremoto.

Y el cuarto es cualquier cambio en el comportamiento eléctrico o magnético de las rocas cuando se acercan a su punto de ruptura antes de un terremoto.

Hoy los científicos pueden hacer predicciones sólo en términos estadísticos muy amplios. Afirman, por ejemplo, que hacia el año 2020 ocurrirá en Los Ángeles un terremoto que podría matar unas 20 000 personas.


Una sola alarma falsa puede hacer que se pase por alto una predicción válida, con lo cual se produce la catástrofe que se trata de evitar con la predicción.

Fuente:

Selecciones
 

24 de mayo de 2013

¿Cómo construyeron los incas los primeros edificios del mundo a prueba de terremotos?

Emplearon dos técnicas: una de ellas consistía en unir los bloques irregulares de granito; la otra, en emplear bloques unidos por acanaladuras.


¿Cómo construyeron los incas los primeros edificios del mundo a prueba de terremotos?

Viviendas, tiendas y edificios de oficinas quedaron reducidos a escombros cuando un terremoto sacudió la ciudad peruana de Cuzco ?antigua capital del Imperio incaico?, el 21 de mayo de 1950. Si bien los edificios modernos fueron arrasados por la sacudida telúrica, los antiguos cimientos de piedra sobre los que habían sido construidos ?y también los muros de los templos incas? sobrevivieron incluso a los temblores más fuertes.

Los incas fueron grandes constructores que emplearon principalmente dos técnicas para la construcción de sus templos y fortalezas. Una de ellas consistía en unir los bloques irregulares de granito, que podían pesar hasta 100 toneladas, sin necesidad de argamasa; en caso de terremoto las enormes piedras se limitarían a saltar y volverían a asentarse en su lugar. La otra consistía en emplear bloques de piedra rectangulares, de menor tamaño, dispuestos horizontalmente y unidos entre sí por acanaladuras.

¿Un pueblo que desconocía el hierro?

El momento de mayor esplendor de la arquitectura inca se sitúa en el siglo XV y la primera mitad del siglo XVI, y coincide con el período cumbre del imperio. Los bloques de granito, extraídos en las canteras de los alrededores de Cuzco, eran transportados hasta la capital en trineos arrastrados por grandes cuadrillas de obreros. Puesto que los incas no conocían el hierro ni el transporte sobre ruedas, se servían de rodillos y palancas de madera cuando los trineos quedaban embarrancados o cuando los obreros no lograban desplazarlos.

Una vez extraídos los bloques de piedra, un equipo de trabajadores los arrastraba sobre rodillos hasta el lugar de la construcción. Colocada la primera hilera de piedras se construía una rampa de piedra y sobre ésta se instalaba la siguiente hilera. Una cuadrilla de operarios tiraba de las cuerdas atadas a las piedras; mientras, otra cuadrilla situada detrás levantaba los bloques con ayuda de sólidas palancas de madera. Una vez alcanzado el lugar donde debía colocarse la piedra, ésta se ponía de pie y se elevaba hasta su posición correcta.

¿Ciudad de las montañas?

Machu Picchu, la «ciudad perdida» de los incas, se encuentra situada en un alto risco de los Andes peruanos. Fue construida con bloques de granito blanco que encajan perfectamente sin necesidad de argamasa. Sus paredes de roca se alzan en tres de sus lados sobre una garganta (305 m), y sus templos, palacios y viviendas, hoy en ruinas, se hallaban comunicados entre sí por más de 3 000 escaleras. En las laderas que se extienden más allá de la ciudad, descubierta en 1911, hay una espectacular sucesión de terrazas de piedra. La economía del Imperio incaico era básicamente agrícola, y en las terrazas se cultivaba maíz.

¿Un refugio en las alturas?

La fortaleza de Sacsayhuamán era un refugio que dominaba la ciudad de Cuzco. Más tarde se construyó un templo en el interior del complejo amurallado.

Fuente:

Selecciones
 

2 de abril de 2013

Geología: Cuando la Tierra deja de moverse

Magma

"Tierra firme" es un concepto que no parecer del todo correcto. Por lo menos para los expertos en geología y sismología.

Técnicamente, nuestro planeta es dinámico y lo que se encuentra debajo de nuestros pies cambia constantemente.

Varias capas componen la corteza de la Tierra. Sin embargo, llegado cierto punto, las placas tectónicas parecieran "congestionarse" y no avanzar más.

Las causas de esta "congestión" de las placas subducidas (cuando una se desplaza por debajo o por arriba de otra) eran desconocidas.

Sin embargo, científicos alemanes descifraron el fenómeno y sus descubrimientos han sido publicados en la revista especializada Nature Geoscience.

Movimientos en el fondo del mar

En un año, África y América se han distanciado algunos centímetros en la parte posterior del Atlántico Medio, mientras que el suelo del Océano Pacífico se desliza por debajo del continente sudamericano.
"En unos 100 millones años África va a estar dividida y el norte de Australia estará en el ecuador"

Falko Langenhorst, Universidad Friedrich Schiller

"En unos 100 millones años África va a estar dividida y el norte de Australia estará en el ecuador", dice el profesor Falko Langenhorst, de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, en el este de Alemania.
Los desplazamientos de las placas provocan la renovación permanente de los fondos oceánicos, explica el experto.

Los espacios entre las losas flotantes están en creciente fusión, lo que consolida una nueva corteza oceánica. En otras regiones, las losas se sumergen en el interior profundo de la Tierra y se mezclan con la capa de tierra circundante.

Y estos movimientos no pasan inadvertidos.

"Las mediciones sísmicas muestran que en algunas regiones del manto, donde una losa se sumerge debajo de otra, el movimiento se estanca tan pronto como las rocas alcanzan determinada profundidad", dice Langenhorst.

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BBC Ciencia

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La imposibilidad de predecir un terremoto

25 de octubre de 2012

Las academias científicas de Reino Unido y EEUU critican la condena a los sismólogos

Escombros en un hospital en L'Aquila. | Peri Percossi/Efe
Escombros en un hospital en L'Aquila. | Peri Percossi/Efe

La Royal Society de Londres y la Academia Nacional de Ciencias de EEUU han criticado el fallo que condena con una pena de cárcel a siete científicos italianos por haber infravalorado el riesgo de un terremoto en L'Aquila.

El pasado lunes, los expertos italianos fueron condenados a seis años de cárcel por no valorar lo suficiente el riesgo de un temblor en esa región de Los Abruzos, ocurrido en abril de 2009.

En respuesta a este fallo, el presidente de la Royal Society, Paul Nurse, y el de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, Ralph J. Cicerone, advirtieron en un comunicado divulgado este jueves del peligro de que este dictamen siente un precedente.

"Esto podría desembocar en una situación en la que los científicos temerán dar su opinión de expertos por miedo a ser procesados o a sufrir represalias", afirman en la nota.

El pasado lunes, el Tribunal de L'Aquila, en Italia, declaró a los siete miembros de la Comisión de Grandes Riesgos culpables de homicidio culposo múltiple y lesiones por negligencia.

En concreto, se les acusó de haber realizado en una reunión que mantuvieron una semana antes del temblor "una evaluación del peligro sísmico genérica e ineficaz en relación a la labor de la comisión y a los deberes de prevención y precisión del riesgo sísmico".

La ciencia no es infalible

Los presidentes de la Royal Society y la Academia de EEUU recuerdan en la nota que "por mucho que la sociedad y los gobiernos quieran", no siempre es posible que la ciencia aporte respuestas "claras y simples" a los problemas.

"Los científicos pueden, sin embargo, recopilar todas las evidencias disponibles y ofrecer un análisis a través del prisma de aquello que sí conocen", prosigue el texto.

No obstante, los científicos advierten de que "algunas veces se equivocarán", pero no se debe permitir que "el deseo de perfección sea el enemigo del bien". También piden que se mantenga un entorno en el que los científicos puedan desarrollar su actividad "sin ser responsables de pronósticos o juicios que no puedan hacer con confianza", ya que "muchas políticas gubernamentales y elecciones sociales dependen del buen consejo científico".

Nurse y Cicerone defienden la "difícil tarea" de tratar "todos los días" con riesgos e incertidumbres y señalan que la sociedad, "a pesar de las estadísticas por muerte en las carreteras, sigue usando bicicletas, coches y autobuses".

"También hemos construido casas y oficinas en áreas que tienen un historial de terremotos, inundaciones o actividad volcánica", subrayan

Fuente:

El Mundo Ciencia

23 de octubre de 2012

Como en tiempos de Galileo: Cárcel a 7 sismólogos por no prever terremoto en Italia

Rechazo e indignación. Las penas de prisión otorgadas a seis expertos por su asesoramiento previo al terremoto de L'Aquila, que dejó más de 300 muertos, sientan un precedente "peligroso", dicen. 

Los bomberos inspeccionan los daños en la cúpula de la catedral. | Reuters 
Los bomberos inspeccionan los daños en la cúpula de la catedral. | Reuters
Un terremoto sacude a la comunidad científica internacional desde que, el lunes, un tribunal italiano condenara a seis años de cárcel a siete especialistas por minimizar el peligro de que un importante seísmo pudiera golpear la zona de L’Aquila. Seis días antes de que un fuerte terremoto sacudiera ese área y dejara a su paso 309 muertos, esos siete expertos lanzaran un mensaje tranquilizador a la población invitándola a permanecer en sus casas.

"Es absurso condenar a los científicos por el terremoto de L’Aquila", declara Thomas Jordan, director del Centro de Terremotos de California Sur. "Está claro que la actividad sísmica registrada en los días previos hizo aumentar las posibilidades de que se produjera un suceso mayor. Pero si me hubieran preguntado la posibilidad de que tuviera lugar un terremoto más fuerte, también yo habría apostado porque no. Estamos hablando de un aumento de la probabilidad de alrededor del 1%", señala en declaraciones al rotativo italiano 'La Stampa'.

Los científicos advierten además de que la sentencia que condena a siete expertos en sismología por el terremoto de L’Aquila puede provocar que, a partir de este momento, los científicos tengan miedo a la hora de hacer previsiones. "Desde ahora será muy difícil hacer apariciones en público para hablar de la actividad sísmica en Italia, vista la posibiidad de que los investigadores puedan ser denunciados por omisión o por crear alarma", se queja Stefano Greta, actual director del Instituto Nacional italiano de Vulcanología y Sismología.

"Es fundamental que los científicos puedan sugerir modos para mitigar y valorar los riesgos sin que por ello puedan ser considerados penalmente responsables", opina Ted Niel, de la revista Geoscientist. "A partir de ahora, los científicos que trabajan en el campo de los desastres naturales se lo pensarán dos veces antes de hacer previsiones, incluso si creen tener datos suficientes paraque una previsión sea atendible", vaticina por su parte el geofísico británico Bill McGuire.

"La sentencia ha tenido lugar en el país de Galileo. Hay cosas que no cambian nunca", se lamenta Michael Halpern, del la Unión de Científicos Preocupados, quien desde hace tiempo se ocupa de denunciar las interferencias políticas en el mundo de la ciencia.

Fuentes:

El Mundo Ciencia

BBC Ciencia

30 de agosto de 2012

La imposibilidad de predecir un terremoto


Abuso del término "escala de Richter"


La sismología mundial usa la escala de Richter para determinar la magnitud de sismos de entre 2,0 y 6,9 y de 0 a 400 kilómetros de profundidad.

 
Según explica Víctor Sardiña, a partir de cierta intensidad, en torno al 7,8, es erróneo hablar de la escala de Richter, si bien es el término que se suele emplear en los medios.

 
La escala sismológica de magnitud de momento es la más precisa para valorar la intensidad de un terremoto. La escala de Richter se satura a partir de magnitudes más fuertes.

La escala de magnitud de momento se basa en la medición de la energía total que se libera en un terremoto.

Una ventaja de la escala de magnitud de momento es que no se satura cerca de valores altos, no tiene un valor por encima del cual todos los terremotos más grandes reflejen magnitudes muy similares.

Impacto de los sismos en Calfornia

Decenas de sismos se sintieron el pasado fin de semana en el sur de California.

Este fin de semana, el sur de California se vio sacudido por lo que se llama un "enjambre de terremotos", una serie de temblores de tierra que se dio en la zona del valle Imperial californiano y se sintió también en Arizona y en la frontera con México.

Los sismos, de una magnitud de hasta 5,5 en la escala de Richter, no causaron heridos ni daños materiales de consideración.

Pero sí incrementaron el ritmo de trabajo en el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), que puso todos sus medios en marcha para medir la fuerza de los temblores de tierra.

Según algunos expertos, este llamado "enjambre sísmico" es un evento relativamente raro.

Sin embargo, la investigadora Elizabeth Cochran, geofísica que trabaja en la sede del USGS en Pasadena (California), le dijo a BBC Mundo que en esa zona no es extraño que se produzca este tipo de secuencias de terremotos.

"Los enjambres de terremotos se caracterizan porque los temblores tienen una magnitud similar, a diferencia de los otros casos en los que se produce un sismo principal, y las réplicas, más pequeñas, llegan después", explicó Cochran.

¿Aviso de un terremoto más grande?

"Sería especulativo decir que ahora hay más riesgo de terremoto, no hay ningún estudio que confirme la relación entre el enjambre sísmico y otros accidentes más graves"
Víctor Sardiña, geofísico de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica, EE.UU.

El último sismo calificado como "Big One" se produjo en el sur de California en 1857. Aunque el más catastrófico fue el de San Francisco, de 1906.

Desde entonces, cada vez que la tierra tiembla en el estado, son muchos los que se preguntan si la llegada del próximo "Big One", el gran terremoto, está más cerca.

El temor a la catástrofe está presente en una zona de alta peligrosidad sísmica, en las cercanías de la falla de San Andrés.

Pero los expertos coinciden en desligar el enjambre de terremotos de un posible movimiento telúrico más grande.

El geofísico Víctor Sardiña, de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), subrayó la necesidad de mantener la cautela.

En declaraciones a BBC Mundo, Sardiña recalcó que no existe un patrón uniforme y, por lo tanto, es muy difícil predecir el impacto que estos temblores moderados puedan tener sobre la sismicidad de la región.

"Sería especulativo decir que ahora hay más riesgo de terremoto, no hay ningún estudio que confirme la relación entre el enjambre sísmico y otros accidentes más graves", insistió.

Las secuencias de terremotos que se produjeron en los años 30 y 70 del siglo pasado no tuvieron como consecuencia un gran terremoto, por lo que no se puede hablar de causalidad entre estos eventos naturales.

Terremoto en l'Aquila, abril de 2009

Los familiares de las víctimas del sismo de L'Aquila, Italia, demandaron a los sismólogos por no advertir del riesgo.

La idea que quiere transmitir el investigador de la NOAA es que en sismología no existe el blanco o negro, el sí o no.

Cálculos de probabilidad

Según los datos con los que trabajan tanto el USGS como la NOAA, existe una probabilidad del 60% de que un fuerte terremoto sacuda la zona del sur de California en los próximos 30 años.

Son cálculos de probabilidad, y no quieren decir que el suceso vaya a darse. Sardiña compara las estimaciones sísmicas con los pronósticos meteorológicos.

"Cuando a la gente se le dice que existe un 90% de probabilidad de lluvia, sabe que queda un margen del 10% de ausencia de lluvia.

"Lo curioso del caso, que veo por el trabajo que hacemos en el centro, es que en la cuestión sísmica, el público toma los datos como un asunto de blanco o negro, les cuesta extrapolar la idea probabilística".
La científica del USGS, Elizabeth Cochran, incidió en la comparación con las previsiones climáticas.

"Los meteorólogos", recordó, "cuentan con los datos atmosféricos, tienen más información. Pero no hay forma de acceder a los datos en el interior de la tierra, habría que cavar profundos agujeros, sería muy complicado.
"Las fallas grandes, como en el caso de la falla de San Andrés, están hechas de materiales con distintas propiedades, no sabemos bien cuándo se pueden romper"
Elizabeth Cochran, geofísica del Sericio Geológico de Estados Unidos

"Además, las fallas grandes, como en el caso de la falla de San Andrés, están hechas de materiales con distintas propiedades, no sabemos bien cuándo se pueden romper", añadió.

En otras palabras, no hay ningún tipo de certeza, y hay que extremar la prudencia para no generar pánico en la población.

La información como vía preventiva

El pánico que se puede desatar ante un anuncio precipitado de posibilidad de terremoto es altamente peligroso.

"Hay personas que mueren por el pánico, por accidentes de tránsito, por estampidas, hay que ser muy cuidadoso", señaló Víctor Sardiña.

Lo que sí se puede hacer, dicen ambos expertos, es esforzarse en construir viviendas resistentes a los terremotos, así como informar a la población sobre cómo protegerse y cómo reaccionar ante un sismo, y tener a las fuerzas de defensa civil listas para eventuales evacuaciones.

"En California y en Japón, se han mejorado mucho las estructuras y la construcción de edificios", sostuvo Elizabeth Cochran.

Los avances en geotectónica han facilitado el diseño de mapas en los que se marcan las áreas de peligrosidad sísmica.

"Se sabe dónde hay fallas tectónicas activas, hay registros instrumentales, catálogos, todo ello constituye una información privilegiada en términos de planificación urbanística", añadió Víctor Sardiña.

La importancia de ofrecer información correcta y equilibrada es más grande de lo que se pudiera creer. 

Científicos italianos y chilenos se han visto enfrentados a procesos judiciales por no haber alertado de forma adecuada sobre los terremotos de L'Aquila, Italia, e6 de abril de 2009 y Chile, el 27 de febrero de 2010.
Sobre el caso italiano, y sintiendo profundamente la situación en la que se encuentran sus colegas, el geofísico Víctor Sardiña opinó que el grave error fue decir que no iba a haber un fuerte terremoto.

"A la hora de transmitir la información en Italia, los expertos cayeron en la trampa del sí o no. En una zona sísmica como la que rodea L'Aquila, la población estaba acostumbrada a subir a los cerros en caso de alerta sísmica y no volvían.

"El público toma una decisión basada en lo que le dice la ciencia", concluyó Sardiña.

Fuente:

BBC Ciencia

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27 de marzo de 2012

El sismo que movió la costa mexicana

Sismo México

Aunque son comunes, los sismos en México causan miedo en la población

El reciente terremoto de 7,4 grados en la escala de Richter asustó a miles de mexicanos, especialmente en la capital del país, pero ahora se sabe que el movimiento sísmico causó algo más que pánico.

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) miden el desplazamiento de la placas continentales en la costa del Pacífico, especialmente en la región de Oaxaca y Guerrero, donde ocurrió el epicentro del sismo.

De forma preliminar se reconoce una separación de las placas de Cocos y la Norteamericana, aunque todavía no se sabe el impacto real del temblor, le dice a BBC Mundo Carlos Valdéz González, jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

"El piso oceánico se acerca. Es difícil de medir porque está en el océano, no se ve el movimiento. No se puede medir lo que se desplazó el fondo marino", explica.

El último temblor de 7,4 grados Richter causó la muerte de dos personas, heridas a una docena y afectó a unas 30.000 familias. Hasta ahora se han registrado más de 200 réplicas.

De acuerdo con las estimaciones de la UNAM, el movimiento telúrico fue equivalente a la explosión de 10.000 bombas atómicas similares a las descargadas en Hiroshima, Japón, en 1945.

Placas

El desplazamiento de placas terrestres es normal después de un sismo como el del pasado 20 de marzo.

En 1985 hubo un terremoto de 8,1 grados Richter de intensidad que causó separaciones de tierra de hasta 15 metros en algunos lugares.

En 2010, un movimiento de 7,2 grados en el Valle de Mexicali, al noroeste de México, cambió la zona de cultivos por hundimientos del terreno y el proceso de solifluxión, el desplazamiento masivo y lento de ciertos tipos de suelo. Este asentamiento de la tierrra modificó los mantos freáticos locales.

Ahora los científicos de la UNAM intentan averiguar el impacto del sismo más allá de los daños en la superficie.

En la región del epicentro, una de las más pobres del país, se han colocado aparatos para medir la fractura de la Placa de Cocos, ubicada casi por completo en el Océano Pacífico, y la Placa Norteamericana, donde se encuentra casi todo el territorio mexicano, excepto la península de Baja California que se ubica sobre la Placa del Pacífico.

"¿Dónde te agarró el temblor?"

Sismo Ciudad de México

El sismo más reciente de 7,4 grados Richter causó pánico en Ciudad de México

México es un país donde los movimientos de tierra son comunes. El año pasado, el SSN detectó más de 4.000 sismos de diferentes intensidades, más de diez por día.

La mayor parte pasaron desaparcibidos para la población, aunque hubo algunos que causaron alarma, especialmente en Ciudad de México.

A pesar de la frecuencia de los sismos, los daños fueron menores. Las autoridades dicen que es consecuencia de la cultura de protección civil desarrollada a partir del terremoto de 1985, pero algunos especialistas afirman que en realidad los mexicanos se han acostumbrado a que la tierra bajo sus pies se mueve con frecuencia.

De hecho, cada vez que ocurre un evento de esta naturaleza los científicos recuerdan que, en algún momento del futuro, México vivirá un terremoto de gran intensidad.

Algo parecido a lo que se pronostica con la Falla de San Andrés, en América del Norte, que podría separarse del continente en algún momento.

Los mexicanos asumen con tranquilidad y humor el evento. Por ejemplo, tras el terremoto de 1985 que causó oficialmente las muerte de 10.000 personas, el cantante Chico Che compuso el tema "¿Dónde te agarró el temblor?", que fue uno de los más populares de la época.

La canción todavía se repite en estaciones de radio locales cada vez que, como ahora, ocurren sismos importantes.

Fuente:

BBC Ciencia

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1 de diciembre de 2011

La NASA explica cómo los animales predicen los terremotos


¿Existe o no un sexto sentido en los animales para predecir terremotos o catástrofes naturales? Hasta ahora, resultaba revelador que ante un acontecimiento de esta magnitud el número de animales muertos fuera menor que las vidas humanas. Parece que sí y la ciencia ha dado con la primera clave, científicos y miembros de la NASA han dado con las primeras respuestas para entender cómo ciertos animales predicen con varios días de antelación un terremoto. Los cambios químicos que produce la corteza de la Tierra alertan a muchas especies y produce el éxodo. Un hallazgo que podría dar con una de las predicciones más exactas ante los mismos y por tanto con el método preventivo más eficiente hasta la fecha.

La historia nos indicaba décadas atrás como ciertas familias de animales se adelantaban a los acontecimientos. En 1975, en la zona de Haicheng en China, se pudo observar como muchas serpientes salían de las madrigueras un mes antes de que la ciudad fuera golpeada con un terremoto de gran magnitud. Como este caso, se han reproducido varios en la historia. La mayoría en zoológicos, lugar donde al hombre le ha resultado sencillo observar la conducta de los animales ante un terremoto. De hecho en la provincia de Cantón se utilizan a los animales como sensores de terremotos, un “arma” perfecta contra el movimiento ya que los animales sufren un gran estrés antes de que la Tierra comience a temblar.

En todos los casos no había respuesta científica. Quedaba claro que los animales tenían o poseían una percepción rara por la que predecían antes que el hombre. ¿Un sexto sentido?

La respuesta final parece derivarse del propia estrés de la Tierra ante los movimientos, una reacción en cadena que acaba llegando a los animales antes que a ningún otro ser vivo. Ciertos animales pueden detectar los cambios químicos que se producen en las aguas subterráneas cuando un terremoto está a punto de acontecer.

La investigación comenzó una vez que los científicos observaron como una colonia de sapos abandonaba su estanque en L´Aquila (Italia) en el año 2009, días antes de que se produjera el terremoto. Los científicos comenzaron entonces a estudiar los efectos químicos que se habían producido alrededor como respuesta al movimiento de los sapos.

Los investigadores encontraron que la corteza de la Tierra había liberado una reacción en las aguas subterráneas. Los animales que viven cerca de estas aguas son muy sensibles a cualquier tipo de cambio en su composición química.

La diferencia con cualquier caso de catástrofe natural frente a un terremoto es que los movimientos de la Tierra son acontecimientos variables, muchas veces imposibles de predecir con exactitud. El caso de los sapos abrió una investigación diferente a las anteriores.

La bióloga Rachel Grant publicó su tesis a partir de este estudio. Posteriormente la NASA contactó con ella. La agencia espacial había estado estudiado los cambios químicos que se producen cuando las rocas se encuentran bajo un estrés extremo. La NASA se preguntaba si estos cambios estaban relacionados con el éxodo masivo explicado en la tesis de la doctora.

El trabajo de investigación que llevaron en conjunto reveló que estos cambios estaban conectados y que la corteza de la Tierra podría afectar directamente a la química de la laguna donde vivían los sapos. Las rocas que se encontraban con estos grandes niveles de estrés liberaban partículas cargadas que salían y se expandían, llegando a la superficie de la Tierra y reaccionando con el aire, convirtiéndose finalmente en iones. La reacción terminaría en el agua transformándose en peróxido de hidrógeno.

La cadena de acontecimientos afecta a la materia orgánica disuelta en el agua del estanque convirtiendo la materia orgánica inocua en sustancias tóxicas para los animales acuáticos.

Para Grant, este asombroso hallazgo:

Es el primer mecanismo convincente posible de que existe una señal “pre-terremoto” en los animales acuáticos, semi-acuáticos y de madrigueras que podrían ser capaces de sentir y responder a ellos. Cuando piensas en la gran cantidad de cosas que están sucediendo en estas rocas, sería extraño si los animales no estuvieran afectados de alguna manera

Finalmente, la respuesta que da la NASA a través del geofísico Friedemann Freund, sitúa el hallazgo como un futuro sistema de detección:

Una vez que entendamos cómo todas estas señales están conectadas, si vemos que cuatro de las cinco señales apuntan en la misma dirección, podremos decir en el futuro, ok, algo va a suceder.



Fuente:

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