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11 de febrero de 2020

Coca-Cola: no dejará de utilizar plástico para el envase de sus gaseosas


La multinacional produce cerca de 200 mil botellas plásticas por minuto y su portavoz Beatriz Pérez, expresó que no pretenden cambiar el material porque se afectarían sus niveles de venta.

Coca-Cola defiende sus botellas de plástico. A través de su vicepresidenta senior, Beatriz Pérez, la multinacional ha expresado en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, que no abandonarán este material ya que un cambio de esta naturaleza sería perjudicial para las ventas.

Estos motivos fueron explicados por la representante de la empresa durante una entrevista con la BBC. La trabajadora también señaló que sus clientes prefieren esta presentación “porque se vuelven a sellar y son livianos”.

“Las compañías no estarán en el negocio si no nos amoldamos a los consumidores”, mencionó Pérez, quien, según el portal web de Coca-Cola, ha trabajado en temas relacionados con la sostenibilidad y el medio ambiente.

La firma se ha propuesto reciclar una cantidad equivalente a la que produce para el año 2030. Sobre este objetivo, Pérez se ha mostrado optimista. “Tenemos que alcanzar este objetivo y lo haremos, no hay duda”, manifestó.

Cabe resaltar que Coca-Cola se ha convertido en una de las mayores productoras de desechos plásticos en el mundo. La BBC indica que Coca-Cola produce casi tres millones de toneladas de envases de plástico al año, cantidad equivalente a 200 mil botellas de plástico por minuto.

Por su parte, la ONG dedicada a temas ambientales Greenpeace indica que “unos 12,7 millones de toneladas de plástico acaban en el océano cada año”. Además, indican que “hay cinco billones de fragmentos de plástico en nuestros océanos, suficiente para rodear la Tierra más de 400 veces”.

Con sede en Atlanta, Georgia, la empresa multinacional Coca-Cola ha conseguido 4285 millones de dólares durante el primer semestre del año pasado, un 16% más que el 2018. Este incremento en las ganancias se debe a que su producto estrella, la bebida gaseosa, aumentó en consumo. Así lo dio a conocer la agencia de noticias Efe.

Según la propia compañía, poseen 250 socias embotelladoras en todo el mundo y 20 marcas de bebidas. Además, ofertan 1900 millones de bebidas diarias en 200 países.


19 de julio de 2016

Las raras preguntas que hacen las empresas de tecnología al contratar

"¿Si los alemanes fuesen los más altos del mundo, cómo lo probaría?". Es una pregunta que como mínimo puede descolocarnos. Mucho más si nos la formulan en medio de una entrevista de trabajo.

Y así fue para los candidatos para un puesto del área de mercadeo en la firma tecnológica estadounidense Hewlett-Packard (HP). Esa fue la pregunta. Nada tenía que ver con el puesto al que se presentaban, al menos en apariencia, pero ahí estaba la pregunta y tenían que contestarla.

Pero no fue HP la única empresa que en este año recurrió a la creatividad a la hora de planificar los cuestionarios con los que los departamentos de recursos humanos entrevistarían a los postulantes. Hubo muchas más, y la gran mayoría pertenecía al sector tecnológico.

Estas empresas se destacaron ampliamente en la lista de las 25 preguntas más raras de este año, compiladas por el sitio estadounidense de empleo Glassdoor.

Los expertos en recursos humanos sostuvieron que las preguntas estaban hechas para que cada postulante mostrara un abordaje razonado a la resolución del problema.

Así como en HP, otras compañías también hicieron de las suyas a la hora de elaborar las preguntas para los candidatos a los distintos puestos. La verdad es que todas son muy curiosas si las compara con las que habitualmente se realizan en cualquier entrevista de trabajo.

Alguna de las seleccionadas fueron las siguientes:

"¿Cuánta gente utiliza Facebook en San Francisco a las 2.30 pm de un viernes?" (Google)

"Lo más importante es tomar aire, no ponerse nervioso, y pensar en voz alta"

Rusty Rueff, del portal de empleo Glassdoor
 "¿Qué sientes por esos bufones del Congreso?" (Consolidated Electrical)

"Si fueses un programa de Microsoft Office, ¿cuál serías?" (Summit Racing Equipment)

"Estás en un bote de remos, que se encuentra en un tanque lleno de agua. Tienes un ancla, que sueltas al agua, la cadena es lo suficientemente larga por lo que el ancla descansa en el fondo del tanque. ¿El nivel del agua baja o sube?" (Tesla Motors)

Glassdoor afirmó que las empresas de tecnología además de incluir preguntas designadas para pillar a los candidatos con la guardia baja, también probaron con interrogantes como "¿Por qué te postulaste para este trabajo?" y "¿Cuáles son tus habilidades y puntos flojos?", mucho más habituales.

El artículo completo en:

BBC 

28 de abril de 2015

L'Oreal: La ciencia desenreda los misterios del cabello

Físicos, químicos, ópticos, expertos en ciencia de los materiales, metrólogos, estadísticos y matemáticos trabajan en el recién inaugurado centro de investigación de L’Oréal en Saint Ouen (París). De una plantilla de 500 personas, 400 son científicos; el resto, peluqueros y estilistas.Todos ellos trabajan para desentrañar los misterios del cabello, una de las estructuras más complejas del cuerpo humano, y diseñar productos que se adapten a la gran diversidad de tipos de cabello del mundo y a las diferencias en su cuidado.

El gigante francés de la cosmética L’Oréal acaba de inaugurar el en barrio parisino de Saint Ouen el mayor centro de investigación del cabello del mundo. La apertura de este centro ha supuesto una inversión de 100 millones de euros. SINC ha visitado estas instalaciones, que son una mezcla de laboratorio con la última tecnología e inmenso salón de belleza.




En este nuevo centro trabajan 400 científicos, desde, físicos, químicos y ópticos hasta expertos en ciencia de los materiales, metrólogos, estadísticos y matemáticos. Otro centenar de trabajadores son peluqueros y estilistas que se encargan de probar con voluntarios de diferentes nacionalidades, razas y edades las últimas formulaciones de champús, acondicionadores, productos de fijación, de coloración y de peinado, y de recoger sus impresiones.
El día de la visita al centro, en la zona del salón, los ‘peluqueros científicos’ (así les denominan en L’Oréal) estaban probando con voluntarios asiáticos un tinte físico que, a diferencia de los químicos, no penetra en el cabello. Sus partículas tienen propiedades ópticas que se depositan en el pelo y aumentan su brillo o aportan reflejos con diferentes tonos.
L’Oréal invierte al año 750 millones de euros a I+D (el 3,5% de su facturación total) y un tercio de esta cantidad va destinado específicamente a investigación sobre el cabello, explica Patricia Pinau, portavoz científica de la empresa.
La investigación sobre el cabello le parece apasionante a esta directiva. “Es único por su estructura biológica altamente desarrollada, autónoma y capaz de auto renovarse En el interior de un cabello se expresan los factores principales que rigen la vida y muerte celular”, subraya.
El artículo completo en:

5 de noviembre de 2014

Internet (de forma oulta) sabe lo que haces durante todo el día...

"Yo no tengo nada que ocultar", dice mucha gente cuando se enfrentan al problema de la seguridad y la privacidad en la era de internet y la hiperconectividad.





"Cuando les pregunto sobre su salario, no me responden; cuando les pregunto sobre sus fantasías sexuales no me responden", dice el experto en seguridad Bruce Schneier.


"Eso de 'yo no tengo nada que ocultar' es estúpido, es un comentario tonto", agrega el hombre que ayudó al periodista Glen Greenwald a analizar los documentos que filtró Edward Snowden de la NSA (siglas de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos).

Más aún, insiste, la vida cotidiana de casi todos está siendo monitoreada en formas que nadie imagina y los detalles que se van acumulando podrían ser usados en contra de cualquiera en el futuro.

Las palabras de Schneier, quien participó de la BBC Future's World-Changing Ideas Summit (Cumbre de BBC Future sobre ideas que cambiarán el mundo) el 21 de octubre, se hacen eco de las que escribió Edward Snowden en un email que le envió a la documentalista Laura Poitras (quien colaboró con Greenwald en la recolección y análisis de los documentos de la NSA).

"Cada torre de telefonía celular que pasas, amigo que tienes, artículo que escribes, sitio que visitas, asunto (de correo electrónico) que escribes y paquete de datos que transmites está en manos de un sistema cuyo alcance no tiene límites pero cuyas salvaguardas sí los tienen", dijo Snowden en esa misiva.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

27 de septiembre de 2014

Concesiones mineras ocupan la quinta parte del territorio del Perú

Nuestro país en manos de las transnacionales... ¡Estamos peor que hace cien años, cuando nuestra patria estaba en manos del capitalismo inglés y norteamericano! Muchas gracias Milton Friedman.

Según estudio de Propuesta Ciudadana, Arequipa, Puno, Áncash y Lima son las regiones con mayor proporción de su territorio ocupado por derechos mineros.

Las concesiones mineras ocupan la quinta parte del territorio del Perú cuando hace doce años la proporción correspondía sólo al 6%, según el estudio “Concesiones mineras en el Perú: Análisis y propuesta de política” realizado por el Grupo Propuesta Ciudadana.

Al respecto, Epifanio Baca, coordinador ejecutivo de dicha organización, explicó que Arequipa, Puno, Áncash y Lima son las regiones con mayor proporción de su territorio ocupado por derechos mineros.

“Hay departamentos como Arequipa y Moquegua que tienen más de la mitad de su territorio concesionado. Cuando uno desciende a las provincias, hay hasta el 90% (de su territorio) concesionado, lo que es contraproducente, ya que no pueden haber territorios como en la provincia de Chumbivilca (Cusco), donde el 80% esta concesionado”, advirtió.

Señaló que esta situación refleja que la única actividad productiva para esas zonas es la minería, provocando así que la población exprese su malestar, preocupación y desconfianza, lo que puede generar acciones como la toma de carreteras o de rehenes, comenzando a surgir situaciones de conflictividad.

Ante ello, Baca opinó que debe haber una pausa en el proceso para otorgar concesiones mineras, tras haber transcurrido 20 años desde su implementación, a fin de mejorarlo e evitar los conflictos sociales.

También consideró indispensable mejorar la participación ciudadana y el acceso a la información. 

“El mecanismo actual lo único que exige al demandante (de la concesión) es que ésta se publique en el diario de circulación nacional o en el diario del departamento; como comprenderán esa información no llega a las comunidades campesinas”, afirmó en el programa “Agenda Ambiental”.

Por ello, recomendó al Estado hacer un mayor esfuerzo para que las comunidades, cuyo territorio se está demandando para una concesión, sean informadas adecuadamente. “Hay que hacerle llegar la información para lo cual se tendrían que implementar sistemas mucho más amigables en idioma quechua, aymara y en todas las lenguas que existen en el país”.

Otro cambio a realizar, según el experto, es aumentar las causales de caducidad de las concesiones mineras, ya que el sistema es demasiado permisivo y flexible. 

Asimismo, indicó que de acuerdo a las estadísticas, de las 25 millones de hectáreas concesionadas, sólo se utilizan entre el 5% y 6% en exploración y explotación minera, pero en el resto no hay actividad

Fuente:

31 de julio de 2014

¿Quién tiene miedo de la agricultura ecológica? (II)

La primera parte AQUÍ


La agricultura ecológica ha despertado en los últimos tiempos las más variadas "iras", siendo objeto de todo tipo de calumnias. Su éxito y múltiples apoyos han sido proporcionales a las críticas recibidas. Sin embargo, ¿quién tiene miedo de la agricultura ecológica? ¿Por qué tanto esfuerzo en desautorizarla? 

Todas estas preguntas fueron formuladas en un artículo anterior, donde analizábamos las mentiras detrás de afirmaciones como "la agricultura ecológica no es más sana ni mejor para el medio ambiente que la agricultura industrial y transgénica”. Hoy, abordaremos otras en relación a su eficiencia, el precio y la falsa alternativa que significa una "agricultura ecológica" al servicio de las grandes empresas. Como decíamos entonces: ante la calumnia, datos e información. 

De la eficiencia y el precio 

"La agricultura ecológica es poco eficiente y cara", dicen sus detractores. Quienes realizan esta afirmación olvidan que es precisamente el actual modelo de agricultura industrial el que desperdicia anualmente un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano a escala mundial, unos 1.300 millones de toneladas de comida, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Se trata de una agricultura de "usar y tirar". En consecuencia, ¿quién es aquí el ineficiente? Aunque, más allá de estas cifras, es obvio que el actual modelo de agricultura industrial, intensiva y transgénica no satisface las necesidades alimentarias básicas de las personas. El hambre, en un mundo donde se produce más comida que nunca, es el mejor ejemplo, tanto en los países del Sur como aquí. 

Por su parte, la agricultura ecológica y de proximidad se ha demostrado que garantiza mejor la seguridad alimentaria de las personas que la agricultura industrial y permite una mayor producción de comida especialmente en entornos desfavorables, en palabras del relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación Olivier de Schutter, apoyándose en su informe La agroecología y el derecho a la alimentación. A partir de los datos expuestos en este trabajo, la reconversión de tierras en países del Sur a cultivo ecológico aumentaba su productividad hasta un 79%, en África, en particular, la reconversión permitía un aumento del 116% de las cosechas. Las cifras hablan por sí solas. 

Si hablamos del precio, y sobre todo lo comparamos con la calidad, una vez más la agricultura ecológica sale en mejor posición. Tal vez no lo parezca a primera vista, porqué hay un discurso único, que se repite y se repite y se repite, que nos dice que lo ecológico es siempre más caro. Sin embargo, no es así. A menudo depende de dónde y qué compremos. No es lo mismo comprar en un supermercado ecológico o en una tienda 'gourmet' que comprar directamente al campesino, en el mercado o a través de un grupo o cooperativa de consumo agroecológico, en los primeros los precios acostumbran a ser mucho más caros que en los segundos, donde su coste puede ser igual o incluso inferior que en el comercio tradicional por un producto de la misma calidad. 

A parte, nos tendríamos que preguntar cómo puede ser que determinados productos o alimentos en el supermercado sean tan baratos. ¿Estamos pagando su precio real? ¿Cuál es su calidad? ¿En qué condiciones han sido elaborados? ¿Cuántos kilómetros han recorrido del campo a la mesa? A menudo, un precio muy bajo esconde una serie de costes invisibles: condiciones laborales precarias en origen y destino, mala calidad del producto, impacto medioambiental, etc. Se trata de una serie de gastos ocultos que acabamos socializando entre todos, porqué si la comida recorre largas distancias y agudiza el cambio climático, con la emisión de gases de efecto invernadero, ¿esto quién lo paga? Si comemos alimentos de baja calidad que tienen un impacto negativo en nuestra salud, ¿quién lo costea? En definitiva, como dice el refrán: Pan para hoy y hambre para mañana. 

Y no solo eso, ¿cuándo entramos en el 'súper', qué compramos? Se calcula que entre un 25% y un 55% de la compra en el supermercado es compulsiva, fruto de estímulos externos que nos instan a comprar al margen de cualquier raciocinio. ¿Cuantas veces hemos ido al supermercado a comprar cuatro cosas y hemos salido con el carrito a reventar? El supermercado es una máquina de vender, no nos quepa la menor duda, uno de los espacios más estudiados de nuestra vida cotidiana, para que nuestra compra nunca quede al azar. 

Otra afirmación mil veces repetida es la que dice que "la agricultura ecológica es solo para ricos", o si quien habla busca el insulto, algo frecuente entre el sector "antiecológico", nos dirá que "la agricultura ecológica es solo para pijos". Ya sea en un caso como en otro, quienes afirman dichas palabras, les bien aseguro, que nunca han puesto un pie en un grupo o cooperativa de consumo agroecológico porque sus miembros, en general, pueden ser calificados con mucho adjetivos, pero de "ricos" y "pijos" tienen más bien poco. Se trata de personas que apuestan por otro modelo de agricultura y alimentación, a partir de informarse, tomar conciencia, buscar datos contrastados sobre los impactos de aquello que comemos en nuestra salud, en el medio ambiente, entre el campesinado. En esta vida nos "instruyen" para pensar que "gastamos" dinero en comida, pero ¿se trata de "gastar" o "invertir"? La educación es clave. De aquí, que sea fundamental hacer llegar los principios, y las verdades, de la agricultura ecológica al conjunto de la población. Comer bien, y tener derecho a comer bien, es cosa de todos. 

Una "agricultura ecológica" al servicio del capital 

"La agricultura ecológica no tiene fines sociales y agudiza la huella de carbono", dicen sus detractores. Aquí la pregunta clave es, ¿de qué agricultura ecológica estamos hablando? Como decíamos en el artículo anterior, una de las amenazas a la agricultura ecológica es precisamente su cooptación, la asimilación de su práctica por parte de la industria agroalimentaria. Y es que cada vez son más las grandes empresas del agribusiness y los supermercados que apuestan por este modelo de agricultura libre de pesticidas y aditivos químicos de síntesis, pero vaciándola de cualquier atisbo de cambio social. Su objetivo es claro: neutralizar la propuesta. Se trata de una "agricultura ecológica" al servicio del capital, con alimentos kilométricos, escasos derechos laborales en la producción y la comercialización. Ésta no es la alternativa de quienes apostamos por un cambio en el modelo agroalimentario. La agricultura ecológica, a mi entender, solo tiene sentido desde una perspectiva social, local y campesina, como han defendido siempre la mayoría de sus impulsores. 

Por otro lado, me sorprende que los detractores de la agricultura ecológica se preocupen tanto por la huella de carbono y el impacto de los gases de efecto invernadero en el medio ambiente, cuando su apuesta por una agricultura industrial es precisamente una de las principales responsables de los mismos. Según el informe Alimentos y cambio climático: el eslabón olvidado de GRAIN, entre el 44% y el 55% de los gases de efecto invernadero son provocados justamente por el conjunto del sistema agroalimentario global, como consecuencia de sumar las emisiones provocadas por el cambio en el uso del suelo y la deforestación; la producción agrícola; el procesamiento, el transporte y el empaquetado de los alimentos; y los desperdicios generados. Si a los críticos de la agroecología tanto les inquieta el cambio climático, les sugeriría que apostaran por una agricultura ecológica, local y campesina. 

¿Quién impone qué? 

"Nos imponen la agricultura ecológica. Yo quiero comer transgénicos, y no me dejan", dicen algunos, aunque parezca una broma. Sin embargo, ¿quién impone qué? La agricultura industrial sí fue resultado de una imposición, la de la Revolución Verde, promovida desde los años 40, y en décadas posteriores, por gobiernos como el de Estados Unidos y fundaciones como la fundación Ford y Rockefeller, y que implicó la progresiva sustitución de un modelo de agricultura tradicional, donde los campesinos tenían la capacidad de decidir sobre qué y cómo conreaban, a una agricultura industrial "adicta" al petroleo y a los fitosanitarios, que llevó a la privatización de los bienes comunes, y en particular de las semillas. Muchos campesinos no tuvieron elección. Hoy, vemos las consecuencias de este modelo agrario: hambre, descampesinización, patentes sobre las semillas, acaparamiento de tierras, etc. 

Aunque la principal imposición agraria ha sido sin lugar a dudas la del cultivo transgénico, y la imposible coexistencia entre agricultura trasgénica y agricultura convencional y ecológica es el mejor ejemplo. Los cultivos transgénicos a través del aire y la polinización contaminan a otros, así funciona lo que podríamos llamar "la dictadura transgénica". En Aragón y Catalunya, las zonas donde más se cultiva transgénico, en concreto la variedad de maíz MON 810 de Monsanto, la producción de maíz ecológico prácticamente ha desaparecido debido a los múltiples casos de contaminaciones sufridas. Las evidencias son irrefutables, y quien diga la contrario miente. 

La enumeración de frases con el único propósito de desautorizar la agricultura ecológica podría continuar. Son tantas las falsedades vertidas que este artículo podría tener tres, cuatro y hasta cinco partes, pero lo dejo aquí. Espero que las informaciones y los datos aportados puedan ser de utilidad a aquellos que frente a verdades únicas se preguntan y cuestionan la realidad que nos imponen. 

Fuente:

Rebelión

La primera parte AQUÍ.

¿Quién tiene miedo de la agricultura ecológica? (I)

La agricultura ecológica pone muy nerviosos a algunos. Así lo constatan, en los últimos tiempos, la multiplicación de artículos, entrevistas, libros que tiene por único objetivo desprestigiar su trabajo, desinformar acerca de su práctica y desacreditar sus principios. Se trata de discursos plagados de falsedades que, vestidos de una supuesta independencia científica para legitimarse, nos cuentan las "maldades" de un modelo de agricultura y alimentación que suma progresivamente más apoyos. Sin embargo, ¿por qué tanto esfuerzo en desautorizar dicha práctica? ¿Quién tiene miedo de la agricultura ecológica?
Cuando una alternativa cuaja socialmente dos son las estrategias para neutralizarla: la cooptación y la estigmatización. La agricultura ecológica es torpedeada por ambas. Por un lado, cada vez son más las grandes empresas y los supermercados que producen y comercializan estos productos para dar cobertura a un floreciente nicho de mercado y "limpiarse" la imagen, a pesar de que sus prácticas no tienen nada que ver con lo que defiende este modelo. Su objetivo: cooptar, comprar, subsumir e integrar esta alternativa en el modelo agroindustrial dominante, vaciándola de contenido real. Por otro lado, la estrategia del "miedo": estigmatizar, mentir y desinformar acerca de la misma, confundir a la opinión pública, para así desautorizar este modelo alternativo.

Y, ¿si alzas la voz en su defensa? Insultos y descalificaciones. Si un científico se posiciona en contra de la agricultura industrial y transgénica, es tachado de "ideológico". Como si defender este tipo de agricultura no respondiera a una determinada ideología, la de aquellos que se sitúan en la órbita de las multinacionales agroalimentarias y biotecnológicas, y que a menudo cobran de las mismas. Si un "no científico" la crítica, entonces, su problema es que no sabe, que es un ignorante. Según estos parece que solo los científicos, y en particular aquellos que defienden sus mismos postulados, pueden tener una posición válida al respeto. Una actitud muy respetuosa con la diferencia. Otra práctica habitual es calificar a quien crítica de "magufo", sinónimo despectivo, según la jerga de esta "elite científica", de anticientífico. Se ve que defender una ciencia al servicio de lo público y lo colectivo implica estar en contra de la misma. Una argumentación de locos.

Veamos, a continuación, alguna de las afirmaciones más repetidos para descalificar y desinformar sobre la agricultura ecológica, y que ampliaremos en siguientes artículos. Porque hay quienes creen que repetir mentiras sirve para construir una "verdad". Ante la calumnia, datos e información.

El peligro de los agrotóxicos

"La agricultura ecológica no es más sana ni mejor para el medio ambiente", dicen. Nos quieren hacer creer que una agricultura industrial, intensiva, que usa sistemáticamente productos químicos de síntesis en su producción, es igual a una agricultura ecológica que prescinde de los mismos. Increíble. Si las prácticas agroecológicas emergen es precisamente como respuesta a un modelo de agricultura que contamina la tierra y nuestros cuerpos.

Desde hace años, la retirada y prohibición de fitosanitarios, agrotóxicos, utilizados en la agricultura convencional ha sido una constante, después de demostrarse su impacto negativo en la salud del campesinado y los consumidores y en el medio ambiente. Quizá el caso más conocido sea el del DDT, un insecticida utilizado para el control de plagas desde los años 40 y que debido a su alta toxicidad ambiental y humana y escasa o nula biodegradabilidad fue prohibido en muchos países. En el año 1972, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos vetó su uso al considerarlo un "cancerígeno potencial para las personas". Otras agencias internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, entre otras, han denunciado también dichos efectos. Aún así, quienes mantienen la afirmación inicial -aquí rebatida- se muestran todavía, y aunque pueda sorprender, partidarios del DDT, y lo siguen defendiendo, a pesar de todas las evidencias.

Sin embargo, el DDT no es un caso aislado. Cada año, productos químicos de síntesis utilizados en la agricultura industrial son retirados del mercado por la Comisión Europea. Sin ir más lejos, en el 2012 el Tribunal de Gran Instancia de Lyon concluyó que la intoxicación del campesino Paul François y las consiguientes secuelas en su salud fueron debidas al uso y manipulación del herbicida Lasso de Monsanto, que no informaba ni de la correcta utilización del producto ni de sus riesgos sanitarios. La misma Organización de las Naciones Unides sobre Agricultura y Alimentación (FAO) sentenciaba en el artículo Control of water pollution from agriculture, en el año 1996, que el uso de pesticidas en la agricultura tenía efectos negativos en varios niveles: 1) En los sistemas acuáticos, ya que su alta toxicidad y la persistencia de químicos degradaba las aguas. 2) En la salud humana, pues la inhalación, la ingestión y el contacto con la piel de dichos productos químicos incidía en el número de casos de cáncer, deformidades congénitas, deficiencias en el sistema inmunitario, mortalidad pulmonar. 3) En el medio ambiente, con la muerte de organismos, generación de cánceres, tumores y lesiones en animales, a través de la inhibición reproductiva, y la disrupción endocrina, entre otros. ¿Qué fitosanitarios serán prohibidos mañana? Imposible saberlo. ¿Hasta cuando permitiremos seguir siendo cobayas?

El artículo completo en REBELIÓN

La segunda parte AQUÍ.

4 de septiembre de 2013

Microsoft compra Nokia

Finalmente Steve Ballmer ha hecho la jugada que tantos esperábamos: Microsoft anuncia que adquiere las divisiones de dispositivos y servicios de Nokia, uniendo así al fabricante más popular de smartphones con Windows Phone, con el responsable de la plataforma.


Para algunos, uno de los mayores "problemas" de Windows Phone como plataforma móvil era que Microsoft realmente no tenía su propio hardware, su propia línea de smartphones. Personalmente nunca lo vi así gracias a que Nokia y sus smartphones Lumia siempre han sido terminales excepcionales funcionando con esta plataforma, que incluso en muchas ocasiones hemos visto ser tratados como la línea de móviles insignia de Windows Phone, de la mano del mismísimo Steve Ballmer. Hoy, finalmente es oficial que Microsoft compra Nokia, como lo anuncian en un comunicado oficial del gigante de Redmond. Una adquisición que sin lugar a dudas nos sorprende, pero que en el fondo todos esperábamos.

El artículo completo en:

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22 de febrero de 2013

Internet es gratis aunque estemos pagando por acceder a él


A menudo, cuando se habla de temas como la cultura libre, software libre, legitimidad a la hora de compartir contenidos sin el permiso expreso del autor y demás, los que se posicionan en contra del “todo gratis” (sin advertir que todo gratis no significa no ganar dinero con ello, ya sea por publicidad o de forma indirecta) arguyen que Internet no es gratis. Que pagamos el acceso. Y que frente a eso no nos rebelamos ni exigimos un Internet gratis.

Antes hay que desmentir ese aserto: los que promulgan la existencia de contenidos gratuitos en la Red (lo quiera o no el autor original) también aspiran a una conexión a Internet más barata, sobre todo en España, donde el coste es superior a otros países de nuestro entorno. Y quién sabe: quizá la conexión a Internet acabe siento totalmente gratuita, como escuchar la radio, porque la sufragaran las empresas que hacen negocio en Internet. 

Por otro lado, la crítica “Internet no es gratis” parte de un error categorial: lo que paga el usuario, en realidad, paga la infraestructura de transmisión, pero no subvenciona toda la Red, no mantiene todo lo que circula por Internet. Es decir, pagamos por recibir bits, pero no por lo que valen esos bits. Lo transmitido no es gratis, pero el contenido sí puede serlo. 

La cuota mensual que abonamos a nuestro proveedor de servicios de Internet cubre el envío del contenido, pero la creación del contenido está regulado por un modelo económico diferente. Al menos de momento.

Chris Anderson lo explica así en su libro Gratis:

Hablando según el sentido común, este error proviene asimismo de medir el valor de una cosa mediante unidades erróneas. Por su contenido mineral, mi hijo pequeño vale unos 5 dólares a precio normal de mercado, pero no lo pienso vender. Para mí es más valioso por la forma en que esos minerales se han unido, por todos los demás átomos, el estado de energía y el resto de cosas de las que está hecho un niño. Confundir el coste de transmitir megabits con el coste de producirlos, o con lo que valen para el receptor, es una consecuencia de no comprender dónde reside en realidad el valor. Que no se encuentra en la Red. Donde transformamos los bits dándoles un sentido es en los extremos, la producción y el consumo.


Fuente:

Xakata Ciencia

18 de febrero de 2013

¿Adiós al efectivo?: las nuevas tecnologías y el fin del dinero


Dinero en efectivo

El dinero en efectivo podría tener los días contados.

El dinero en efectivo está sufriendo serios reveses, y su sustituto podría existir solo en nuestras pantallas.

La semana pasada, Canadá acuñó su último penique. Las países de la eurozona trabajan para restringir los pagos en efectivo, y la moneda electrónica Bitcoin esta en pleno auge.
Empresas tecnológicas como Square y iZettle se han embarcado en una misión antiefectivo, mientras que varias ONG, gobiernos, el Banco Mundial, pequeños comercios, multinacionales, desarrolladores de aplicaciones, hippies, liberales y gente de derecha, todos tienen agendas en las que incorporan alternativas al efectivo, y todos están intentando avanzar en el tema. 

Pero, como el mito de los autos voladores, las predicciones de un mundo sin efectivo tienen un largo historial de no cumplirse.

Esto es en parte debido a que el progreso se produce en fases lentas, y en parte porque el dinero físico es una tecnología que ha funcionado satisfactoriamente a lo largo de muchísimo tiempo.

Es rápido, aceptado ampliamente, anónimo y útil para contabilidad clásica y cuando falla la electricidad.

Y aun así, poderosas fuerzas se están alineando contra él.

Las iniciativas antiefectivo nos muestran una imagen de cómo sería un futuro sin dinero, e iluminan la promesa del dinero digital, sin tener en cuenta qué pasará con la moneda corriente tal como la conocemos hoy en día.
Más rápido, más barato…

La guerra contra el efectivo viene principalmente de tres frentes: las nuevas tecnologías, el escepticismo sobre la administración de las monedas soberanas y el creciente entusiasmo en las formas de pago alternativas, y un mayor escrutinio sobre el costo del uso de las monedas físicas.
"El dinero en efectivo es rápido, aceptado ampliamente, anónimo y útil para contabilidad clásica y cuando se ha ido la luz. Y aun así, poderosas fuerzas se están alineando contra él"
David Wolman

Entre los costes estarían: los esfuerzos por combatir el fraude y las falsificaciones, los camiones blindados, la seguridad bancaria, la evasión de impuestos, y otros crímenes relacionados con las monedas corrientes.

Las innovaciones en dinero digital, particularmente las herramientas relacionadas con los teléfonos celulares, ofrecen formas más fáciles y rápidas de pagar cuentas, comprar y vender productos, enviar y recibir dinero y hacer transferencias bancarias.

Las monedas alternativas, mientras tanto, se están moviendo desde la periferia al centro del debate, a medida que más y más gente se preocupa por el valor a largo plazo de las monedas corrientes.

La angustia frente a las monedas del gobierno ha hecho que la gente tradicionalmente se refugiase en el oro, y para muchos devotos del preciado mineral éste sigue siendo el único valor seguro, y para siempre.

Pero el oro no es la encarnación del valor. Es tan solo otro producto, aunque con una importancia histórica capital.

Todos los que apoyan este hecho, pero aun así desconfían de las monedas atadas a un banco central, buscan alternativas locales y en el mundo online, o electrónicas, como Bitcoin. 

Pero el aspecto quizás más importante de esta revolución monetaria es el reconocimiento de que los costes del uso de efectivo afectan principalmente a la gente que menos dinero tiene.

¿Cuándo fue la última vez que vio a un rico usar un cheque, mandar dinero a través de Western Union, o visitar a un prestamista?

El dinero en efectivo es caro no solo por el riesgo de que te roben al salir de un cajero automático, perder tus ahorros en un incendio, una inundación o por una pareja abusiva, es también caro por lo que se gasta en tiempo, comisiones y costes de oportunidad.

Para la mayor parte de la gente este costo es, principalmente, nominal.

Celular

Cada vez hay más gente que usa su celular para hacer pagos.

Pero para miles de millones de personas que subsisten con US$2 al día, no lo son.
Hacia la tecnología móvil

Las herramientas digitales proveen a millones de personas en todo el mundo con la oportunidad de evitar el efectivo. Y muchas la aprovechan.

Mucha gente está almacenando valor y haciendo transacciones por medios electrónicos en sus teléfonos celulares.

Por primera vez, gente atrapada en la economía informal puede evitar a prestamistas locales sin escrúpulos, ahorrar tiempo y dinero y beneficiarse de los servicios financieros básicos que todo el mundo da por hecho.

Y así se recluta a una mayor cantidad de gente para que participen en la llamada economía formal.

De hecho una cuenta bancaria, recibos electrónicos, pagos persona a persona, el acceso al crédito y a seguros… Todas estas herramientas de estabilidad económica dependen del dinero electrónico en alguna forma.

Sin todas estas oportunidades es mucho más difícil salir de la pobreza de manera permanente.

Realmente no importa demasiado si la marginalización del efectivo lleva a su extinción, lo que realmente importa es el potencial del dinero electrónico para mejorar las condiciones de vida de tantas personas.

Fuente:

BBC Tecnología

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1 de diciembre de 2012

¿Por qué es malo vestir con imitaciones de marcas famosas?

El otro día os explicaba cómo las empresas pueden salir ganando con las falsifaciones de sus productos, sobre todo en el ámbito de lo moda: Obsolescencia inducida: de cómo la falsificación de marcas es positiva para las marcas. Sin embargo, si vestimos con imitaciones de marcas piratas, entonces los que podemos salir más perjudicados somos nosotros.



Nuestra vestimenta, una vez cubiertas las necesidades básicas, funciona como “señalización externa”, tal y como lo denominan los científicos sociales: transmitir a los demás lo que somos mediante lo que llevamos puesto.

Durante la historia se ha intentado regular esta señalización externa con severas leyes. Por ejemplo, en la Inglaterra renacentista sólo la nobleza estaba autorizada para vestir determiandas clases de piel, tela, encaje, adornos d cuentas por pie cuadrado, etc. Las razones eran obvias: si se permitía que todo el mundo vistiera como quisiera, entonces distinguir tu clase social mediante la ropa se hacía más difícil.

Hoy en día ocurre algo parecido, pero en vez de leyes se usan otras estrategias. El precio es una de las principales: si vendemos un bolso a un precio 40 veces más caro de lo habitual sólo por el hecho de que está diseñado por determinada marca exclusiva, entonces privamos de su compra a todos aquellos que no dispongan del dinero suficiente para hacerlo. Y, a su vez, las imitaciones o falsificaciones son la manera que tiene el mundo de superar esta barrera.

Con todo, dejando a un lado las razones legales del asunto, vestir con imitaciones no es una acción baladí ni siquiera a nivel psicológico. Es lo que los científicos sociales llaman “autoseñalización”. Es decir, que el portador es consciente de que su vestimenta es una falsificación, y no actúa, entonces, del mismo modo que si llevara una prenda auténtica.

Para dejar en evidencia este efecto psicológico, Dan Ariely (autor del libro ¿Por qué mentimos?) y Fances Gino y Mike Norton (profesor de la Universidad de Harvard) llevaron a cabo un experimento. Reclutaron a varias estudiantes de empresariales, y asignaron a cada mujer a una de tres situaciones: auténtica, falsa o sin información. Lo explica así Ariely en su libro ¿Por qué mentimos?:
En la auténtica, les decíamos que se pondrían gafas de Chloé de diseño. En la falsa, lucirían gafas de imitación que parecían idénticas a las de Chloé (de hecho, todos los productos que usábamos eran McCoy auténticos). Por último, en la condición sin información, no decíamos nada sobre la autenticidad de las gafas.
A continuación, las mujeres debían interactuar con un viejo amigo con quien podían o no engañar sobre determinadas cuestiones. Las que más engañaron fueron las que llevaban imitaciones. Gracias al grupo de control que no sabía si llevaba artículos falsificados o no, se dieron cuenta de que llevar un artículo auténtico no las hacía más honestas: lo que le hacía más deshonestas era llevar un artículo falso. Como si llevar a sabiendas un artículo falsificado relajara en cierto modo las limitaciones morales, es decir, distorsionara cómo nos percibimos a nosotros mismos.

Si queréis profundizar en el tema, quizá os interese leer los artículos El efecto Proteo: la belleza determina la seguridad en uno mismo… incluso en un mundo virtual (I) y (y II).

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Xakata Ciencia

30 de noviembre de 2012

Conferencia en Londres: El reto del consumo verde

BASF calcula el impacto de CO2 de los productos derivados del cerdo. | C. Fresneda 
BASF calcula el impacto de CO2 de los productos derivados del cerdo. | C. Fresneda
Las buenas intenciones no bastan. Los problemas ambientales y sociales requieren un cambio profundo en nuestra actitud y en nuestro comportamiento como consumidores. Los expertos en marketing han hecho propósito de enmienda y cada vez son más las empresas, grandes y pequeñas, dispuestas a afrontar el reto. Muchas de ellas se han dado cita en la conferencia 'Sustainable Brands' de Londres, explorando las formas de implicarse en el cambio que viene.

"Hemos llegado al 'pico' del estado de negación en el que vivíamos", certificó Paul Gilding, ex director ejecutivo de Greenpeace y autor de 'La gran disrupción'. "Lo ocurrido con el cambio climático no ha sido más que el preámbulo . No podemos dar la espalda a la crisis existencial en la que estamos sumidos y pensar que es posible una salida sin una transformación profunda".

"La economía necesita tocar tierra y recuperar su propósito real: mejorar nuestras vidas", añadió Gilding ante decenas de empresarios y responsables de marketing. "Y las empresas tienen que jugar una labor fundamental en ese cambio. La primera y última pregunta a la que debería responder cualquier compañía es ésta: ¿Cuál es mi contribución por hacer del mundo un lugar mejor?".

Sobre el mundo de la publicidad y las grandes corporaciones pende aún el fantasma del 'greenwashing', cuando lo 'verde' estaba de moda. Tras el doble batacazo de la debacle financiera y la cumbre fallida de Copenhague, nada ha vuelto a ser lo mismo. La ecología ha sido fagocitada por la economía, y en este clima se ha hecho aún más duro abrirse paso con la etiqueta de "marcas sostenibles".

Thomas Kolster, uno de los ponentes. | C.F. 
Thomas Kolster, uno de los ponentes. | C.F.

"A pesar del impacto de la crisis económica, hemos logrado reabrir la conversación sobre el futuro y embarcar a empresas, creativos y consumidores de la sostenibilidad", declaró la fundadora y directora de 'Sustainable Brands'. "Lo que necesitamos ahora es mejorar la comunicación para avanzar de una manera más rápida y efectiva hacia esa meta común".

La brecha entre las buenas intenciones y los actos

El informe 'Mainstream Green', de la consultora de sostenibilidad Ogilvy Earth, sigue siendo sin embargo la referencia obligada: el 82% de los consumidores tienen "buenas intenciones", pero sólo el 16% está dispuesto a cumplirlas. El estudio se realizó hace dos años en Estados Unidos, pero sigue siendo un indicador muy válido de la brecha persistente en el consumo 'verde'.

Charlie Attenborough, director internacional de publicidad de National Geographic, trajo bajo el brazo la última actualización del 'Greendex', el índice del consumo 'verde' que mide el comportamiento de 17 países en capítulos como alimentación, el transporte, la energía y los desechos. Curiosamente, y pese a bajar enteros conforme avanza su proceso de industrialización, la lista sigue estando encabezada por India, China y Brasil, con Estados Unido en el último puesto y España en la casilla número 10, 'adelantada' precisamente por Alemania.

"El factor que más acelera el cambio hacia un consumo 'verde' es la presión del grupo y del entorno", aseguró Attenborough. "Los efectos sobre la salud figuran en segundo lugar como acicate para un cambio de actitud. En tercer lugar, el sentido de culpabilidad por la situación ambiental, aunque éste puede ser también un factor paralizante, al igual que la creencia arraigada de que el consumo 'verde' es cosa de ricos o cosa de mujeres".

Los consumidores demandan información y transparencia, y algunas empresas como BASF han decidido dar el paso adelante con 'demostraciones tangibles' sobre consumo sostenible, como las realizadas para determinar el impacto en emisiones de CO2 de los derivados de la carne de cerdo, o el estudio comparativo del efecto en el medio ambiente de distintas marcas y recetas de salmón ahumado.

Raphael Bemporad de la agencia BBMG en Brooklyn, habló de la emergencia del 'ciudadano consumidor', determinado a votar con la cesta de la compra y a "consumir menos y mejor". "La tensión entre el materialismo y el ambientalismo es cada vez más patente en una parte importante de la población", aseguró Bemporad. "La función de los comunicadores es aliviar en todo caso esa tensión y ayudar al ciudadano consumidor a tomar una decisión informada".

'Compara y Comparte' da nombre precisamente al primer agregador de esa tendencia al alza que es la economía compartida o el consumo colaborativo. "En un planeta sobrepoblado y con recursos escasos, la solución más simple es compartir", informó Benita Matofska, que coordina desde Bristol The People Who Share. "La tecnología nos permite maximizar nuestro potencial para compartir, y en torno a esta idea está surgiendo una economía paralela que cada vez abarca más ámbitos, desde el alquiler de casas al uso compartido del coche, del préstamo entre particulares a las chapuzas a domicilio".

"Colaborar es sin duda la palabra clave en estos momentos críticos", concluyó en el cierre de 'Sustainable Brands' Thomas Kolster, el creativo que está redescubriendo el uso del marketing como herramienta de cambio social. Su libro 'Goodvertising' es la referencia obligada de todo publicitario con compromiso social y ambiental. Su siguiente paso es el lanzamiento de WhereGoodGrows (Donde crece lo bueno), la primera plataforma on line para "compartir iniciativas de comunicación que marquen realmente la diferencia por el bien del planeta".

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El Mundo Ciencia

21 de noviembre de 2012

Obsolescencia inducida: de cómo la falsificación de marcas es positiva para las marcas

El estudio de cómo nace una moda o tendencia social y se propaga rápidamente por el cerebro colectivo es algo fascinante, aunque todavía muy incompleto. Con todo, podéis leer un acercamiento bastante espectacular en mi serie de artículos ¿Cómo empieza paso a paso una moda o tendencia social? (I), (II), (III), (IV) y (V).

La gente, en definitiva, se distingue de la gente usando marcas, pero a la vez se acerca a ella: en realidad se aleja de los grupos a los que no quiere pertenecer y se acerca a los grupos a los que quiere pertenecer. Las marcas son, por tanto, un rasgo de distinción pero también de mimetismo y diferenciación, simultáneamente. 

Y esa es precisamente la razón de que la obsolescencia inducida sea tan eficaz e interese tanto a las marcas más avispadas, sobre todo en el ámbito de la ropa y los complementos.


Por ejemplo, imaginemos que yo tengo mucho dinero o quiero fingir tener mucho dinero. Dar esa imagen es importante para mí porque quiero codearme con determinada clase social y distanciarme lo más posible de otra clase social que considero inferior. Para ello, adquiriré una pieza de ropa cara que la mayor parte de la gente sepa que es cara. 

Tarde o temprano, cada vez habrá más gente intentando ascender de clase social adquiriendo productos de dicha marca, ya sean éstos verdaderos o falsos (recordad que hemos dicho que lo importante es fingir que tenemos poder adquisitivo, no tanto tenerlo de realmente). Cuando mucha gente empiece a llevar el mismo producto que yo, finalmente tendré que cambiar de producto para volver de nuevo a desbancarme: al fin y al cabo, si mucha gente viste como yo y usa mis marcas, de nada sirve que me gaste el dinero porque ya no puedo enviar un mensaje elocuente sobre lo que soy y a qué clase social pertenezco.

Es decir, que la falsificación de marcas, sobre todo del mercado Chino, además de ser un delito también devalúa mis adquisiciones. Sin embargo, no todo son obstáculos: para los creadores de productos exclusivos resulta económicamente muy rentable que existan falsificadores, porque si bien ello provocará que mucha gente prefiera la falsificación al original (se pierden ventas potenciales), realmente la mayor parte de gente que compra falsificaciones no adquirirá tampoco el producto original. Con un añadido: los consumidores requerirán nuevos productos originales y caros para que no se confundan con las falsificaciones, con lo cual la empresa aún ganará más dinero. 

Es lo que los profesores de derecho Karl Raustiala y Christopher Springman acuñan como “paradoja de la piratería”. El editor de Wired Chris Anderson lo explica así en su libro Gratis:
La paradoja surge del dilema básico que sustenta la economía de la moda: a los consumidores tienen que gustarles los diseños de este año, pero también deben quedar rápidamente insatisfechos con ellos para que compren los diseños del año siguiente. A diferencia de la tecnología, por ejemplo, las empresas de ropa no pueden argumentar que los diseños del año siguiente son funcionalmente mejores, sólo parecen diferentes. De manera que necesitan alguna otra razón para conseguir que los consumidores pierdan su encaprichamiento con los modelos de este año. La solución: una copia masiva que convierta un diseño exclusivo en un artículo de mercado masificado. La mística del diseñador queda destruida por la ubicuidad barata, y los consumidores con criterio deben empezar la búsqueda de algo exclusivo y nuevo.

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Xakata Ciencia

6 de noviembre de 2012

Los candidatos a un empleo están bajo la lupa en las redes sociales

    Redes sociales

    En la actualidad, antes de contratar a una persona, muchas organizaciones le están dando una enorme importancia a su presencia en las redes sociales.

    El objetivo de la táctica es descubrir posibles indiscreciones o intentar identificar los verdaderos valores del candidato al empleo. 

    Esta vitrina pública es un concepto relativamente nuevo, que amplía la definición inicial del término "red social", que fue acuñado por primera vez en un trabajo de investigación realizado en Noruega en 1954.

    El documento está basado en un mapa de las relaciones entre individuos que indica la forma en que se conectan: desde el conocimiento casual hasta los lazos familiares.

    La red social tal y como la conocemos hoy en día existe gracias a la tecnología y a la aparición de sitios web, que nos permiten mantener lazos que superan nuestra capacidad de recordar ciertas conexiones personales.

    Consecuentemente, los "seis grados de separación" -el popular término para describir la teoría del psicoanalista estadounidense Stanley Milgram- que de algún modo prepararon el camino para las redes sociales, se reducirán drásticamente debido a los avances de la tecnología.

    Los mismos intereses

    La diferencia fundamental de nuestras relaciones sociales de hoy, en comparación con las de hace una década, es la naturaleza misma de estos enlaces.

    Un buen amigo me dijo una vez que le atraen las personas con las que tiene intereses comunes, lo que también se conoce como la atracción interpersonal.

    Anteriormente, las comunidades y las relaciones se formaban entre aquellos que vivían cerca, gracias a la proximidad física.


    "Ahora en nuestras redes sociales hay gente que está mucho más cerca de nosotros en lo que se refiere a edad, intereses y experiencias, que en términos de proximidad física"
    Raj Samani

    La tecnología ahora nos permite construir relaciones interpersonales con gente de todo el mundo, más allá de la proximidad física inmediata, por lo que es natural que se atraigan aquellos con intereses similares.

    Ahora en nuestras redes sociales hay gente que está mucho más cerca de nosotros en lo que se refiere a edad, intereses y experiencias, que en términos de proximidad física. Aunque hay excepciones, vale la pena considerar cuántos de nosotros hemos establecido estrechas relaciones con personas que nunca hemos conocido físicamente.

    A pesar de que podemos conocer al vecino de al lado, ¿qué tanto sabemos de él? ¿Conocemos a la persona que vive a tres o a incluso dos puertas de nosotros? Es muy poco probable.

    Sin duda este punto podría debatirse, pero lo que sí es cierto es que el concepto de reputación, ya sea personal o corporativa, ha cambiado por completo.

    Devolver el favor

    En las redes sociales modernas, el concepto de reputación proporciona un grado de cuantificación: el número de seguidores en Twitter, los "me gusta" de Facebook, las aprobaciones de LinkedIn, etc.

    Sin embargo, esos "índices" no son más que el reflejo de una combinación de aprobaciones. Muy pocas veces vemos que alguien revoca la recomendación de un antiguo colega. Incluso las motivaciones para seguir a una persona en Twitter pueden variar.

    En su libro "Influencia: La psicología de la persuasión", el doctor Robert Caildini identifica la reciprocidad como una técnica de influencia clave. El deseo de devolver el favor ha encontrado su lugar en las redes sociales. Por ejemplo, la expectativa implícita para devolver una recomendación en LinkedIne incluso, en algunos casos, para seguir a la gente de vuelta en Twitter.

    Twitter

    Y usted, ¿cree que su número de seguidores en Twitter le ayudaría a conseguir un empleo?

    Durante las solicitudes de trabajo se está poniendo un mayor énfasis en revisar los perfiles de las redes sociales, así como las personalidades de la gente en la red. Por ello, vale preguntarse si esto acaso establece un concepto falso del verdadero valor que un individuo puede ofrecer a un posible empleador.

    Sobre todo teniendo en cuenta que este perfil -semejante a la vidriera de una tienda- podría haber sido manipulado mediante técnicas psicológicas que permitan obtener la respuesta que se está buscando.

    La representación digital de nuestros lazos sociales tiene un gran valor. Sin embargo, cada uno de nosotros debe contar con un cierto grado de precaución para no hacer suposiciones basadas en lo que allí se muestra.

    ¿Acaso aquel que tenga más seguidores en Twittero más recomendaciones en LinkedIn posee más conocimientos en su campo que alguien que no utiliza estas herramientas? ¿O aquel que las tiene pero cuenta con un pequeño número de avales?

    Por supuesto que no, pero por desgracia están jugando un papel muy importante en la detección automática de posibles empleados. Y ello parece ser una tendencia creciente.

    Esto, por supuesto, no significa que tales indicadores no tengan ningún mérito. Al contrario, son herramientas notables.

    Pero, como todas las informaciones de tercera mano, comprobar su integridad debe ser obligatorio.

    Raj Samani es director técnico -para Europa, Oriente Medio y África- de la seguridad informática McAfee. Anteriormente trabajó en el área de seguridad de una gran organización del sector público en Reino Unido. También forma parte del consejo consultivo de Infosecurity Europa.

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    2 de agosto de 2012

    Dentro de WhatsApp


    Por primera vez un periodista entra en las oficinas de la mejor aplicación de los últimos años Condiciones: ni fotos personales ni desvelar la dirección


    "El SMS no ha muerto" 

    Brian Acton y Jan Koum llevan 20 años trabajando juntos. Son cómplices. Tras un apretón de manos, ofrecen una bebida a la periodista. Le preguntan por España, donde les sorprendió “agradablemente” ver a la gente utilizar su aplicación. WhatsApp y otros servicios similares generarán el 35% del tráfico de mensajería en el móvil en 2016, pero solo un 8% de los ingresos, según Informa Telecoms & Media.

    A la pregunta de si creen que son el Skype de los SMS, ambos se quedan mudos. Y mantienen este diálogo:

    Acton: Somos diferentes. Es una analogía interesante, pero su pregunta tiene trampa.

    Koum: ¿Por qué?

    Acton: Lo que responda será el titular.

    Koum: Por eso no he contestado.

    Acton: Ya lo sé.

    Finalmente Koum suelta: “Hay excelentes compañías, pero cada una marca tiene su camino. Cuando salimos en agosto de 2009 éramos muy originales”.

    P. ¿Los SMS han muerto?

    Koum: No, el SMS es un producto universal que puede utilizar cualquier persona en el mundo con un móvil. Y hay 7.000 millones de habitantes en el planeta.

    P. Las operadoras ganan dinero con los SMS. Quien usa WhatsApp no los envía ¿Las operadoras deben preocuparse por su servicio?

    Koum: Las operadoras se benefician de que sus clientes nos utilicen, porque significa que han adoptado una tarifa de datos y eso les genera muchos más ingresos que el SMS.

    Acton: Muchas ya ofrecen servicios como WhatsApp a sus clientes (como Joyn o TuMe). Eso es lo más importante: suministra aquello que interesa a la gente.

    Koum: Al final, el consumidor tiene el poder de decidir qué productos prefiere utilizar.





    Al fondo, con camiseta celeste, Brian Acton y más lejos, con camiseta gris oscura, Jan Koum.


    Jan va descalzo; Brian en chanclas. Ambos con bermudas y camiseta. Su bienvenida: “Eres la primera periodista que entra aquí”. Aquí es el cuartel general de WhatsApp, una de las aplicaciones más populares de la telefonía móvil. Koum y Acton no quieren popularidad ni publicidad, celosos de su intimidad y anonimato hasta un nivel casi enfermizo. “Dos tipos que han trabajado 20 años en Yahoo”, dice la página oficial de WhatsApp. Ellos son el ucranio Jan Koum y el estadounidense Brian Acton.


    Si usted va con un móvil inteligente en el bolsillo probablemente casi no manda sms, guatsapea. Esta aplicación de mensajería instantánea, nacida en agosto de 2009, acumula en la tienda de Google, Play, 50 millones de descargas. También está para iPhone, Blackberry, Windows y Symbian (Nokia). No solo se envían textos. Vídeos, fotos y mensajes de voz circulan por su sistema, ya sea entre dos o 15 personas.


    Whatsapp está en Mountain View (es lo único que se cuenta en su página), pero ahí se acaban las pistas. En su edificio no hay placa alguna, tampoco en la puerta de su oficina, un espacio diáfano de 100 metros cuadrados. En las paredes, grafitis; en el centro, mesas, cables y ordenadores. No hay despacho para los jefes, que se sientan con sus trabajadores, 30 personas a jornada completa y cinco a tiempo parcial. Se encargan, principalmente, de la atención al cliente, porque el desarrollo técnico está en Rusia,  “donde hay excelentes ingenieros”, según Koum.


    Simpáticos, pero recelosos cuando se pregunta por sus vidas, prefieren mantener “un bajo perfil informativo, como empresa y como individuos”. Los dos rechazan ser retratados. “¡Si no somos una enorme corporación con miles de trabajadores!”, exclama Koum.


    Su objetivo es “desarrollar un buen producto, “crear algo que usan millones de personas es lo mejor que puede experimentar un ingeniero”. Para ello no necesitan estar bajo los focos. Cuando les premiaron como la mejor aplicación en el último Congreso Mundial del Móvil, Koum acudió a Barcelona, pero envió a su responsable de marketing a recoger el galardón, que hoy guardan en el trastero. “Estaba en una reunión”, se excusa sonriendo el consejero delegado, de 36 años, nacido en Ucrania.


    Exempleados de Yahoo!, se sienten “normales”. “Y así quieren seguir”, confiesa su jefe de negocio, Neeraj
    Arora. Finalmente, tras comprobar que los fotos se tomarían con un teléfono y no con una cámara, acceden a salir al fondo de la imagen que ilustra este reportaje, sentados en sus puestos de trabajo junto al resto del equipo, confiados en las limitaciones técnicas del aparato.


    Al menos mil millones de mensajes circulaban a diario por WhatsApp en febrero. Se mantiene, “entre las más descargadas en 40 países, los de la UE, Asia, Oriente Próximo y América Latina”. En Alemania lideró el ranking de descargas de 2011 y en España acumula más de seis millones, según Xyologic.


    Las cifras no les quitan el sueño. “No prestamos atención al volumen de descargas, los mensajes que se envían ni los minutos que chatea la gente...”. Cuesta creer, porque Koum añade, con sonrisa picarona:


    “Crecemos deprisa, porque el mundo se pasa al smartphone y hemos aprovechado esta revolución”.
    WhatsApp es un servicio de suscripción por un dólar anual (0,79 euros). En todas las plataformas, salvo Apple, es gratuita el primer año. “Es una oferta fantástica por lo que ofrecemos (chat, audio, vídeo, foto en el perfil, bloqueo para preservar la intimidad...)”, detalla Acton.

    Enviar un mensaje no cuesta un duro y nadie se tiene que preocupar por el modelo de móvil de su interlocutor, porque es multiplataforma. Insisten en que el éxito es por la “calidad” y no por el ahorro de costes. “El precio es secundario. La gente, simplemente, quiere estar en contacto. Los smartphones, cada vez más asequibles y accesibles, incluso en países emergentes, llevan asociada una tarifa de datos. A medida que su penetración avanza se produce una migración a nuestros sistemas, porque damos un buen servicio. Al final es una cuestión de marketing”, añade Acton, de 40 años.

    El éxito es boca a boca, porque WhatsApp no se publicita. “Te fías más de un amigo que de cualquier otra fuente, ¿no?”, dice Acton. “Todo va ligado a nuestro rechazo a la publicidad”, añade Koum. “La experiencia siempre es mejor si no tienes molestos banners que te distraen”.

    Pregunta. Si rechazan la publicidad, ¿Obtienen también ingresos por vender la libreta de direcciones de sus clientes?

    Jan Koum. ¡Ni en broma!

    Brian Acton. Absolutamente falso. Estamos contra el rastreo de datos. Está en nuestro ADN como empresa y como personas. Valoramos sobremanera la privacidad y seguridad. Hacerlo es ir contra nuestros principios.

    Koum. Ni tan siquiera registramos edad, género, dirección. No los necesitamos. Solo sabemos el nombre de usuario, que no tiene que ser el real, y su teléfono. El número es lo único imprescindible para chatear. Trabajamos mucho tiempo en Yahoo! y cuando nos fuimos decidimos crear algo que no tuviera nada que ver con este modelo donde el usuario es el producto, que fuera una experiencia más consciente y privada.

    P. Apple eliminó WhatsApp de la tienda de aplicaciones. ¿Fue por seguridad?

    Acton. No puedo hablar por el acuerdo de confidencialidad, pero le aseguro que no. Y estuvimos fuera cuatro días, y no siete como dice la Wikipedia (inglesa).

    P. ¿Planean salir a Bolsa?

    Acton. De momento, lo importante es crecer.
    FE DE ERRORES
    El desarrollo técnológico se realiza principalmente en la sede central de WhatsApp en Mountain View y no en Rusia como sugiere la información. Allí la empresa mantiene un "pequeño equipo técnico".


    Fuente:


    El Páis Tecnología
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