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29 de agosto de 2018

De cómo los jeans conquistaron el mundo

Tres iconos del cine: Dean, Monroe y Brandon, responsables, además, de popularizar los jeans en todo el planeta.

Es difícil encontrar una prenda tan ampliamente aceptada, usada y amada en el mundo como los jeans. El símbolo clásico del oeste estadounidense ahora es un elemento básico en todos los armarios. 

¿Cuál es la razón?

Los usan los vaqueros, sí. Pero también las supermodelos, los agricultores, los presidentes y las amas de casa.

Si le pregunta a cualquier grupo de personas por qué se viste con jeans es probable que obtenga varias respuestas. Para algunos son cómodos, duraderos y fáciles de combinar, mientras que para otros son frescos y hasta sexy. Los pantalones de jean significan distintas cosas para cada persona y puede que allí resida su atractivo.

Se trata de un tema que ha sido poco estudiado, dice el antropólogo Danny Miller, cuyo libro "Blue Jeans" se publicó en el 2013.

En todos los países que ha visitado -desde Filipinas hasta Turquía, India y Brasil- Miller se ha detenido un día cualquiera a contar las primeras 100 personas que ve pasar. El resultado de su pequeña encuesta reveló que casi la mitad de la gente vestía pantalones vaqueros.

Los jeans están en todas partes, asegura, con la excepción de extensiones rurales de China y Asia meridional.

La razón de su éxito tiene mucho que ver con su significado cultural además de su diseño.
Nacieron como ropa de trabajo para los trabajadores de granjas y minas del oeste de Estados Unidos a finales siglo XIX.

A un sastre de Nevada llamado Jacob Davis se le pidió que hiciera un par de pantalones resistentes para un leñador local y a él se le ocurrió la idea de reforzar con remaches. Los pantalones terminaron siendo extremadamente duraderos y pronto se generó una enorme demanda.

Davis se dio cuenta del potencial de su producto, pero no tenía el dinero para patentarlo. Así que le escribió a su proveedor de telas, el comerciante de San Francisco, Levi Strauss, en busca de ayuda.

El nacimiento

"El secreto de los pantalones son los remaches que puse en los bolsillos", dijo. "No puedo hacerlos lo suficientemente rápido. Mis vecinos sienten celos de este éxito".
Los Levi's, como luego se les conoció a los pantalones patentados, se realizaban en dos tipos de telas: lienzo y mezclilla.

"Muy pronto supieron que la versión hecha de mezclilla era la que iban a vender", dice Pablo Trynka, autor del libro "Denim: de los cowboys a las pasarelas". La mezclilla era mucho más cómoda y su tinte índigo le otorgaba un carácter único.

Ese color, al que también se le conoce como añil, no penetra en el hilo del algodón al igual que otros tintes, sino que pinta el exterior de cada hilo. Estas moléculas se desgastan con el tiempo y ello es lo que provoca que el tejido se desvanezca.

Lea el artículo completo en:

BBC Mundo

3 de septiembre de 2016

La ropa del 'hombre de los hielos' se hizo con cinco especies animales

El análisis mitocondrial de las pieles usadas para la ropa que llevaba Ötzi revela cómo se fabricaban las prendas de vestir hace 5.300 años.

Conoce los materiales del calzado y lo leggins de nuestros antepasados!!!


Oso pardo, corzo, oveja, vaca y cabra. Estas cinco especies animales fueron utilizadas para fabricar las prendas de vestir que llevaba la momia de Ötzi, el hombre que vivió hace 5.300 años y que fue encontrado en los Alpes en 1991 a más de 3.000 metros de altitud. Así lo asegura un estudio publicado esta semana en la revista Scientific Reports en el que se han analizado nueve fragmentos de las prendas que vestía este individuo, conocido popularmente como el hombre de los hielos.

El hallazgo de la momia de este europeo ha ofrecido a los investigadores una ventana a la que asomarse para averiguar cómo era la forma de vida de nuestros antepasados durante la Edad de Cobre. Su cuerpo fue momificado de forma natural y salió a la luz debido al deshielo de unos de los glaciares de la zona en la que fue hallado, en la frontera entre Austria e Italia, por lo que también se le conoce como el tirolés.

Las distintas investigaciones realizadas hasta ahora han aportado información sobre la dieta, las enfermedades que padecía o su genoma. Se sabe, por ejemplo, que murió de forma violenta y que tuvo una úlcera, como mostró recientemente otro equipo de investigadores al analizar las bacterias de su estómago. Y también sobre las herramientas que usaba, su vestimenta y el grado de desarrollo que tenían a la hora de fabricar ropas y utensilios. 

Y es que como demuestra esta nueva investigación, los habitantes de esa zona europea hace cinco milenios trataban las pieles de los animales. Los procesos de manufacturación empleados, de hecho, han dificultado la identificación de los animales de los que procedían los cueros y pieles empleadas, impidiendo que estudios anteriores llegaran a los mismos resultados que los que recoge esta nueva investigación. Para llevarla a cabo, secuenciaron los genomas mitocondriales de nueve fragmentos de cueros y pieles procedentes de las prendas de vestir de Ötzi y de su aljaba, la bolsa en la que guardaba las flechas.


La momia de O¨tzi fue encontrada en 1991


El artículo completo en:

El Mundo (España)

Crean un polo (camiseta) con 'aire acondicionado' contra el calor

Está fabricada con una variante de polietileno con poros microscópicos que reflejan la luz visible y permiten que escape el calor corporal.

Con este polo estarás casi 3°C más fresco!!!!
 




Recreación de las micro fibras de los polos que mantendrán siempre freco.

Con más o menos acierto, el ser humano se ha vestido a lo largo de toda la historia con pieles de animales y diferentes tejidos para mantener el calor corporal, pero diseñar ropas que logren justo lo contrario aún hoy es un reto. La clave para crear prendas más frescas es utilizar materiales que permitan la transpiración. Una estrategia que no llegó a convencer al grupo de ingenieros de la Universidad de Stanford (en Estados Unidos) que ha desarrollado un tejido que refleja la luz solar y facilita la expulsión de calor. Su estudio acaba de ser publicado en la revista Science.


"Si puedes enfriar a la persona en lugar del edificio donde vive o trabaja, podremos ahorrar energía". Así resume la filosofía de este trabajo Yi Cui, uno de los autores y profesor asociado de Ciencias e Ingeniería de los Materiales y Ciencias Fotónicas en Stanford. El problema es que, a la temperatura normal de la superficie de la piel, 34ºC, el cuerpo humano emite radiación infrarroja en un rango de longitud de onda que se solapa en parte con el espectro de la luz visible. En otras palabras: si la prenda no es transparente, no deja salir el calor. Y nadie querría vestirse para seguir pareciendo desnudo. 

La solución vino de la mano de un tipo de plástico: el polietileno con nanoporos (denominado nanoPE). Este material es opaco y posee poros conectados con un diámetro de entre 50 y 1.000 nanómetros, un tamaño que permite dispersar y reflejar la luz visible a la vez que deja pasar la radiación infrarroja. Para que sea más parecido a una tela convencional, los científicos crearon un tejido formado por tres capas: dos láminas de esta variante de polietileno separadas por una malla de algodón, que aporta resistencia y espesor al conjunto. 

El artículo completo en:

El Mundo (España)

24 de julio de 2016

La "moda" de esnifar chocolate

Un buen pedazo de chocolate para levantar el ánimo. Nada especial.

Ahora, molido en polvo y para ser aspirado en vez de saboreado, cambia un poco el panorama. 

El polvo de cacao se ha vuelto una alternativa argumentada como "sana" para aquellos que buscan irse de fiesta sin utilizar drogas duras. 

Y se ha vuelto la última moda de los eventos alternativos en Europa.

El origen de la moda

La moda nació de uno de los principales chocolateros del mundo, el belga Dominique Persoone quien en 2007 diseñó un aparato para aspirar chocolate como comúnmente se aspiran drogas duras como la cocaína. 

Desde entonces ha vendido más de 25.000 unidades de la máquina, según datos de su empresa The Chocolate Line.

Esta viene con una mezcla para aspirar a la que el chocolatero llegó después de varios intentos.
Comenzó a probar aspirar cacao puro, pero no era suficientemente fuerte. Entonces lo mezcló con ají, pero era muy doloroso aspirarlo.
Finalmente llegó a una mezcla en polvo de cacao con menta y jengibre, la que se pone en el aparato, con dos cucharas que se sostienen cerca de la nariz y al apretar un botón lanzan el polvo por el orificio nasal.

"La menta y el jengibre activan tu nariz. De ahí el sabor de ellos baja, y el chocolate se queda en el cerebro", ha explicado Persoone en diversas entrevistas.

Efecto euforia

El cacao provoca una inyección de endorfinas al sistema circulatorio, que puede derivar en euforia.
También contiene altas cantidades de magnesio, lo que relaja los músculos y flavonoides, que mejoran la circulación y la función cognitiva, según un estudio publicado por la Revista Estadounidense de Nutrición Clínica.

Otro estudio publicado en abril asegura que el chocolate amargo mejora el rendimiento durante el ejercicio al volver a sus consumidores más rápidos y efectivos en una tarea física.

Pero, ¿es peligroso aspirar cacao?

El artículo completo en:

BBC 

24 de abril de 2014

Bombas atómicas, átomos y... bikinis

Cuando vemos pasear por la playa a una chica en bikini, lo último que se nos viene a la cabeza es una bomba atómica. O un átomo. Sin embargo, el bikini está íntimamente relacionado con esos términos.



Desde 1946 a 1958, los estadounidenses llevaron a cabo ensayos con bombas atómicas en el atolón de Bikini, ene el océano Pacífico. Y precisamente en 1946, el diseñador francés Jacques Heim diseñó un traje de baño de dos piezas al que bautizó como “átomo”. En realidad, el nombre nada tenía que ver con las bombas atómicas, sino porque el átomo era la porción más pequeña de materia, y aquella pieza de ropa era realmente pequeña.

Si hoy en día al bikini no le llamamos átomo (lo cual sería ciertamente divertido, y probablemente la prenda acabaría formando parte del vestuario de cualquier geek) es porque otro modisto rival, Louis Reard, sólo tres semanas más tarde que Heim, lanzó al mercado su propia colección de bañadores de dos piezas. Reard bautizó su ropa como “bikini” porque aquella palabra estaba de moda en todos los titulares de prensa a raíz de las pruebas nucleares en el atolón Bikini (después de todo, un buen geek debería amar al bikini igualmente).

Como las pruebas nucleares, la prenda de ropa también generó mucha polémica por lo escandalosa que resultaba. Pero entre 1950 y 1960, el bikini se fue imponiendo, sobre todo a raíz de que Brigitte Bardot lo vistiera para la película Y Dios creó a la mujer (1956). En 1962, Ursula Andress emergió de las aguas con un bikini en la primera película de James Bond, James Bond contra el doctor No, erigiéndose así en la primera chica Bond.

Por cierto, lo que todos conocen como bocadillo caliente de jamón york y queso o sandwich mixto caliente, en Cataluña se denomina bikini, pero nada tiene que ver con el atolón Bikini. El nombre procede de Sala Bikini, que abrió sus puertas en 1953 en la Avenida Diagonal de Barcelona, y que se hizo famosa por comercializar este tipo de bocadillo tal y como explica Alfred López.

Vía | Ciencia Popular

Fuente:

Xakata Ciencia

29 de julio de 2013

¿Por qué los indios norteamericanos llevaban plumas en la cabeza?

Durante los distintos conflictos que salpicaron los siglos XVIII y XIX, en las llamadas Guerras Indias entre los colonos blancos y los indios norteamericanos, perecieron casi 50.000 indios y unos 19.000 invasores blancos.

counting coup

Los indios de las praderas asentados en las grandes llanuras de la zona central de Norteamérica eran pueblos nómadas que seguían la grandes manadas de búfalos y, ocasionalmente, se establecían en algún asentamiento en el que cultivaban maíz. La invasión del hombre blanco, la fiebre del oro, la profanación de las Black Hills (Colinas Negras), el exterminio de las manadas de búfalos… no les dejaron otra salida que enfrentarse al hombre blanco. 

Entre estos pueblos indios existía la costumbre de protagonizar los llamados counting coup (se podía traducir por actos o muestras de valentía) para demostrar su valor en la batalla y, también, para superar la niñez y convertirse en guerreros. Entre las distintas pruebas de valentía estaba tocar al enemigo durante la batalla con la mano o con un palo y robar armas o caballos de sus campamentos. Y como el torero Luis Miguel Dominguín la primera vez que se acostó con Ava Gardner, lo mejor no era hacerlo sino que los demás lo supieran… cuando se salía ileso de estas locuras se podían poner una pluma de águila en la cabeza y si salían heridos se la podían pintar en el cuerpo.

Tomado de:

Historias de la Historia

9 de abril de 2013

¿Vestiremos ropa de baba en el futuro?

Los mixinos 
Mixino

  • Hay más de 80 especies de mixinos, o pez bruja, pero a pesar del nombre, no es realmente un pez. Se consideran craneados, y tienen una estructura dura que rodea su cerebro.
  • Los mixinos tienen ojos rudimentarios. Algunos pueden percibir la luz, pero nada más.
  • No tienen escamas, lo que le da a su piel una textura suave y correosa. Sus pieles a veces se venden como "cuero de anguila".
  • Se anudan a sí mismos para limpiarse esta baba.
  • Los mixinos comparten un ancestro común con todo el linaje de los vertebrados, incluidos los seres humanos.
  • Los científicos han estado estudiando durante siglos a los mixinos, incluso Darwin tomó notas sobre ellos. Pero hay muchos hechos básicos que todavía no conocemos.
  • Todavía no se sabe mucho sobre cómo se reproducen y cómo se puede calcular la edad de un pez bruja.
  • Los peces con espinazo suelen tener otolitos, que actúan como los anillos de los árboles, y se utilizan para calcular su edad, pero los mixinos no los tienen.


Baba de mixino

Los mixinos son unos peces sin mandíbula ni espinas muy primitivos que viven en el fondo del océano y cuya edad se remonta a más de 500 millones de años. 

Los mixinos (Myxini), también conocidos como peces bruja o hiperotretos, se deslizan por las oscuras profundidades del mar, hurgando en busca de alimentos. Las ballenas muertas son uno de sus platos favoritos. 

No son las criaturas más glamurosas del planeta, pero desprenden una sustancia babosa muy especial que podría ser la materia prima de la ropa del futuro.
Ese es su as bajo la manga, o más bien metida dentro de su cuerpo: una sustancia babosa densa y abundante. Como este pez no tiene quijadas, la baba le sirve como una valiosa arma de defensa.

Recientemente, unos investigadores filmaron lo que sucede cuando un tiburón muerde a un mixino: su boca y branquias se cubren rápidamente de esta sustancia. El tiburón tiene que retroceder, o enfrentarse a una asfixia viscosa.


Mixino

Puede ser un pez feo, pero es prometedor.


"Quizá no sean las criaturas más bonitas, pero tengo un gran respeto por ellos", dice Tim Winegard, investigador de la Universidad de Guelph, Canadá, que estudia las fibras que se encuentran en esta materia transparente.

"Han sobrevivido a casi todo", dice. "Son unos ganadores en términos de sobrevivir a los dinosaurios y a muchas extinciones masivas".

Aunque los dinosaurios se extinguieron hace 60 millones de años, se han hallado fósiles de mixino -con evidencia de glándulas productoras de baba- que datan de hace 330 millones de años.

Un pez bruja tiene cerca de 100 de estas glándulas dispuestas a lo largo de un costado de su cuerpo y que exudan una sustancia lechosa, blanquecina, compuesta de moco y fibras.

Cuando se mezcla con agua de mar se expande, creando una enorme cantidad de limo claro, compuesto por fibras muy delgadas pero fuertes y elásticas.

Cuando las fibras son estiradas en el agua y luego se secan, se vuelven sedosas.

La especie más grande de mixinos puede llegar a medir cerca de 1,2 metros, aunque la mayoría mide unos 30 cm de largo.

Kilómetros
Pero a pesar de su pequeño tamaño, un solo pez bruja tiene cientos de kilómetros de hilo de baba en su interior.

Los científicos creen que esta sustancia -o proteínas similares a ésta- podrían servir para fabricar mallas o ropa deportiva transpirable, e incluso chalecos a prueba de balas.

Durante años, los científicos han estado buscando alternativas a las fibras sintéticas como el nylon, la lycra o el spandex, que se fabrican a partir del petróleo, un recurso no renovable. 

La baba del mixino tiene el potencial de proporcionar una alternativa natural y renovable.

Pero en primer lugar, los expertos deben encontrar la manera de aumentar la producción de esta sustancia. Es poco probable que alguna vez haya grandes granjas de estos peces, ya que no parecen responder bien en estas condiciones.

"Sabemos muy poco acerca de la reproducción de los mixinos, y nadie ha conseguido nunca criarlos en cautiverio, por increíble que parezca", dice Douglas Fudge, quien dirige el proyecto de investigación de Guelph.

"En este momento, literalmente, no podría haber tener granjas de mixinos como los que hay de vacas o gallinas, o cualquier otros animales domesticados en cautiverio".

En cambio, los científicos esperan producir artificialmente en el laboratorio unas proteínas como las que poseen los mixinos.

Es un modelo que los científicos ya han intentado con la tela de araña, pero como las proteínas de seda de araña son tan grandes, hace falta recurrir a técnicas muy complejas para reproducirla, tal como como ocurre con la leche de cabras transgénicas.


Baba

La baba se seca y parece un hilo.

Peces y arañas

La baba de los mixinos tiene muchas cualidades similares a la seda de araña, pero tiene una gran ventaja, dice Fudge: las proteínas que la componen son mucho más pequeñas, y por lo tanto más fáciles -en teoría- de replicar.

Nadie ha hecho todavía un carrete de hilo de mixinos, pero los científicos están trabajando en ello.

"Sólo estoy tomando mis pinzas y luego la saco", explica Atsuko Negishi, mientras tira de una capa viscosa.

En realidad es una fina capa de proteínas de mixinos. Esta piel se encoge y forma una fibra corta. Ella la hace girar entre sus dedos.

"Es algo así como un pequeño pedazo de cabello", dice.

Otros miembros del equipo están tratando de hacer fibras con bacterias genéticamente modificadas, sin usar al pez en absoluto.

Si logran perfeccionar el hilo, los científicos esperan poder trabajar muy de cerca con la industria textil para crear nuevos productos.

Quizá primero necesiten embellecer la marca.

"¡Es probable que los mixinos asusten a la gente un poco!", dice Tim Winegard entre risas.

"Creo que su nombre podría desanimar a los clientes", dice. Por no hablar de la palabra "baba".

Sin embargo, esta sustancia primitiva proveniente de las profundidades del océano podría ser el material de su próximo guardarropa.


Mixino

Atsuko Negishi investiga esta sustancia viscosa.
Tomado de:

14 de marzo de 2013

Me gusta esta canción porque te gusta a ti: cómo se propaga la moda musical

Así como la canción que le gusta a demasiada gente la tildamos de comercial (y por tanto inferior) a la que gusta a un grupo minoritario de personas, también solemos pensar que una canción de éxito lo es, también, porque detrás de ella hay aviesos intereses de expertos en marketing. Pero si las cosas fueras tan sencillas, si poner de moda una canción se limitara a gastar mucho dinero en promocionarla, entonces habría más inversores en canciones que en acciones o inmuebles. De hecho, sería el negocio más redondo del mundo.

Para descubrir cuán difícil es preveer que una canción vaya a tener éxito, con independencia de la publicidad que haya detrás, hace unos años Duncan Watts y dos colaboradores llevaron a cabo una serie de experimentos basados en la web mediante un “mercado musical” online en el que se invitaba a 14.000 personas a escuchar canciones que no habían oído nunca antes, valorarlas y descargar las que más les gustaran.

La intención de tal experimento era descubrir hasta qué punto sus preferencias podían verse afectadas por las de los demás.

Los 14.000 participantes se seleccionaron de una red social para jóvenes adultos (Bolt) y la música se seleccionó de un sitio de promoción de nuevas bandas (Purevolume). La intención, pues, era que los participantes escucharan canciones vírgenes, canciones que no hubieran escuchado antes y que no formaran parte de los engranajes de la publicidad o la cultura, así que se escogieron bandas que no hubieran dado muchos conciertos o que no atrajeran demasiados visitantes a sus sitios web. Se seleccionaron 48 bandas con nombres como 52metro, Hydraulic Sandwich, The Calefaction o Up for Nothing.

Shazam 
Para medir cómo influía la opinión de los demás en nuestros gustos musicales, se dividió a los participantes en dos grandes grupos: los que juzgaban las canciones de forma independiente y los que recibieron información sobre la puntuación que habían otorgado los demás, tal y como abunda Peter Miller en su libro La manada inteligente:
Puesto que el primer grupo no podía basarse más que en preferencias personales, sus votos se tomaron como punto de referencia de la calidad. El segundo grupo, en cambio, se subdividía en ocho “mundos” independientes, es decir, que las personas de esos mundos sólo recibían las puntuaciones de otros individuos de su mismo grupo. Esa medida se tomó para comparar el impacto de influencia social de un mundo sobre el siguiente. Si las puntuaciones eran parecidas en los ocho mundos, eso sugeriría que las canciones de éxito también podían predecirse, al fin y al cabo.
Los participantes puntuaban las canciones del uno (la odio) al cinco (me encanta). Tras puntuar, el participante podía descargar la canción, si quería. La única diferencia era que los participantes del grupo independiente se les enseñaba un menú en el que únicamente aparecían los títulos de las canciones, mientras que a los que estaban en los grupos de influencia social también se les mostraba el número de veces que se había descargado cada canción.

Los resultados fueron más sorprendentes de lo que se esperaba. Si bien en los ocho mundos en los que se mostraban las puntuaciones de cada canción los participantes descargaron canciones populares con tanta frecuencia que a menudo acababan transformándose en éxitos, lo sorprendente es que cada mundo eligió canciones diferentes para convertirlas en éxitos.


En un mundo, por ejemplo, la canción Lockdown, de 52metro, llegó al número unio de la clasificación gracias a los que la escucharon en el sitio web, mientras que en otro mundo no superó el número cuarenta de la lista. Eso sugería, según Watts escribió en The New York Times Magazine, que “si la historia volviera a repetirse muchas veces, universos aparentemente idénticos con el mismo grupo de competidores y los mismos gustos de mercado generales darían pie a diferentes ganadores: Madonna ha sido popular en ese mundo, pero en otra versión de la historia no habría sido nadie y alguien desconocido estaría ocupando su lugar.
La calidad intrínseca de las canciones, finalmente, no era tan relevante como el hecho de que tuvieran un buen arranque en las descargas. Por eso las compañías discográficas hacen lo posible (incluso trampas) para que determinadas canciones aparezcan en un Top10 influyente, para así partir con cierta ventaja. Es decir, hacer creer a la gente que dicha canción está muy bien valorada por otras personas.

Sin embargo, esto es sólo una parte de la historia. La realidad es mucho más compleja que una simulación de 14.000 personas escogiendo canciones en una web online. Hay gente que influye más a los demás que otros, hay listas que sólo influyen a personas que están de acuerdo con la filosofía del medio de comunicación que la divulga, hay canciones que nos gustan sencillamente porque gustan al grupo social al que pertenecemos (con independencia del éxito que tenga fuera de él), etc.

En otras palabras: resulta difícil predecir cuándo una canción será un éxito popular.

Si queréis profundizar en los mecanismos que actúan en el mundo real para que una canción o cualquier otra tendencia social se propague cual epidemia, tal vez os interese echar un vistazo a la serie de artículos ¿Cómo empieza paso a paso una moda o tendencia social?

Tomado de:

Xakata Ciencia

12 de diciembre de 2012

5 prendas de vestir que dañan la salud...



En el siglo XVIII se puso de moda entre las mujeres de clase alta europea el corsé, un corpiño que se ajustaba con unas cintas al tronco de la usuaria, con intención de estilizar la figura. La cintura de avispa se lograba, sí, pero a qué precio: muchas mujeres se desmayaban por la falta de aire porque el corsé comprimía su caja torácica, deformando las costillas. El corsé siguió usándose hasta los albores del siglo XX, desfilando por el estrecho linde entre la prenda de vestir y el instrumento de tortura, momento en el que entraron en nuestros vestidores los zapatos de tacón de aguja, los pantalones pitillo y otras prendas que garantizan un pasaporte al ambulatorio.

Los zapatos de tacón

El zapato de tacón lo puso de moda Luis XIV, a.k.a. “el Rey Sol”, que los utilizaba para disimular su corta estatura (igual que haría Sarkorzy tres siglos después). En los años 50 del siglo pasado se popularizó el uso del tacón de aguja, versión fetichista de la costumbre china de vendar los pies a las mujeres. El uso del zapato de tacón desplaza el peso del cuerpo del talón a los dedos de los pies, provocando el desgaste del cartílago de las rodillas y de los huesos del pie, deformando los dedos y provocando lumbalgia en la espalda. Un dato a colación: las mujeres tienen cuatro veces más problemas de salud en los pies que los hombres.




Pantalones ajustados

Puede que los hermanos heavies de la Gran Vía de Madrid sean los últimos usuarios de pantalones marca-venas del Estado español, pero durante los 70 y los 80 los elásticos, pitillo y, en general, marcapaquetes formaban parte del fondo de armario de cualquier urbanita suburbial y rebelde que se preciara. Puede que esa proliferación esté directamente relacionada con la caída de la natalidad que asola occidente de 30 años a esta parte, porque el uso prolongado del pantalón ceñido comprime el nervio femoral, pudiendo causar impotencia y esterilidad, según el doctor Octavio Bessa, que acuñó el “síndrome de los pantalones ajustados”.



Imagen de Jutlancer (CC, Flickr).

Corbata

La pervivencia de la corbata entre de los adminículos del vestir masculino es un enigma escondido dentro de un misterio: ¿Hay algo más absurdo que un trapo colgante que no abriga y oprime el cuello? Pues en muchos entornos sigue resultando una osadía presentarse sin corbata. Según un estudio del British Journal or Ophtalmology usar corbatas demasiado ajustadas eleva la presión intraocular, lo que puede devenir en glaucoma y, en el peor de los casos, causar ceguera. Por si fuera poco, añade CNN, al ser una prenda que no visita mucho la lavadora es posible que sea un foco de bacterias y, por tanto provoque infecciones.



Tangas

La eclosión del tanga en el cajón de las prendas íntimas femeninas fue tan repentino que Carefree no le quedó otra que seguir la estela de Evax y lanzar una línea de compresas de nombre singularmente desafortunado: Carefree Tanga. El tanga -advierten los expertos- resulta un excepcional puente para que las bacterias viajen desde la puerta trasera a la delantera, causando infecciones. Si no quieres volver a las braguitas de toda la vida, 9 de cada 10 ginecólogos recomiendan usar tangas de algodón, más transpirables que los de nylon o seda.



Imagen de mAicLo (CC, Flickr).

Piercings

Al mismo tiempo que el tanga se convertía en un estándar de la lencería femenina, proliferaban los tatúes y los piercings pero ¡ojo! Se estima que un 20% de las perforaciones desarrollan una infección bacteriana, según un estudio de la Universidad de Northwestern. Además, una mala elección del establecimiento en el que te hagas el piercing puede causar problemas más graves, incluyendo el contagio del tétanos hepatitis B y C o incluso el VIH, así como reacciones alérgicas.

Con información de Weird Universe, Corses Historia, El Mundo, CNN y Greatist.com.

Fuente:

Cooking Ideas

1 de diciembre de 2012

¿Por qué es malo vestir con imitaciones de marcas famosas?

El otro día os explicaba cómo las empresas pueden salir ganando con las falsifaciones de sus productos, sobre todo en el ámbito de lo moda: Obsolescencia inducida: de cómo la falsificación de marcas es positiva para las marcas. Sin embargo, si vestimos con imitaciones de marcas piratas, entonces los que podemos salir más perjudicados somos nosotros.



Nuestra vestimenta, una vez cubiertas las necesidades básicas, funciona como “señalización externa”, tal y como lo denominan los científicos sociales: transmitir a los demás lo que somos mediante lo que llevamos puesto.

Durante la historia se ha intentado regular esta señalización externa con severas leyes. Por ejemplo, en la Inglaterra renacentista sólo la nobleza estaba autorizada para vestir determiandas clases de piel, tela, encaje, adornos d cuentas por pie cuadrado, etc. Las razones eran obvias: si se permitía que todo el mundo vistiera como quisiera, entonces distinguir tu clase social mediante la ropa se hacía más difícil.

Hoy en día ocurre algo parecido, pero en vez de leyes se usan otras estrategias. El precio es una de las principales: si vendemos un bolso a un precio 40 veces más caro de lo habitual sólo por el hecho de que está diseñado por determinada marca exclusiva, entonces privamos de su compra a todos aquellos que no dispongan del dinero suficiente para hacerlo. Y, a su vez, las imitaciones o falsificaciones son la manera que tiene el mundo de superar esta barrera.

Con todo, dejando a un lado las razones legales del asunto, vestir con imitaciones no es una acción baladí ni siquiera a nivel psicológico. Es lo que los científicos sociales llaman “autoseñalización”. Es decir, que el portador es consciente de que su vestimenta es una falsificación, y no actúa, entonces, del mismo modo que si llevara una prenda auténtica.

Para dejar en evidencia este efecto psicológico, Dan Ariely (autor del libro ¿Por qué mentimos?) y Fances Gino y Mike Norton (profesor de la Universidad de Harvard) llevaron a cabo un experimento. Reclutaron a varias estudiantes de empresariales, y asignaron a cada mujer a una de tres situaciones: auténtica, falsa o sin información. Lo explica así Ariely en su libro ¿Por qué mentimos?:
En la auténtica, les decíamos que se pondrían gafas de Chloé de diseño. En la falsa, lucirían gafas de imitación que parecían idénticas a las de Chloé (de hecho, todos los productos que usábamos eran McCoy auténticos). Por último, en la condición sin información, no decíamos nada sobre la autenticidad de las gafas.
A continuación, las mujeres debían interactuar con un viejo amigo con quien podían o no engañar sobre determinadas cuestiones. Las que más engañaron fueron las que llevaban imitaciones. Gracias al grupo de control que no sabía si llevaba artículos falsificados o no, se dieron cuenta de que llevar un artículo auténtico no las hacía más honestas: lo que le hacía más deshonestas era llevar un artículo falso. Como si llevar a sabiendas un artículo falsificado relajara en cierto modo las limitaciones morales, es decir, distorsionara cómo nos percibimos a nosotros mismos.

Si queréis profundizar en el tema, quizá os interese leer los artículos El efecto Proteo: la belleza determina la seguridad en uno mismo… incluso en un mundo virtual (I) y (y II).

Fuente:

Xakata Ciencia

21 de noviembre de 2012

Obsolescencia inducida: de cómo la falsificación de marcas es positiva para las marcas

El estudio de cómo nace una moda o tendencia social y se propaga rápidamente por el cerebro colectivo es algo fascinante, aunque todavía muy incompleto. Con todo, podéis leer un acercamiento bastante espectacular en mi serie de artículos ¿Cómo empieza paso a paso una moda o tendencia social? (I), (II), (III), (IV) y (V).

La gente, en definitiva, se distingue de la gente usando marcas, pero a la vez se acerca a ella: en realidad se aleja de los grupos a los que no quiere pertenecer y se acerca a los grupos a los que quiere pertenecer. Las marcas son, por tanto, un rasgo de distinción pero también de mimetismo y diferenciación, simultáneamente. 

Y esa es precisamente la razón de que la obsolescencia inducida sea tan eficaz e interese tanto a las marcas más avispadas, sobre todo en el ámbito de la ropa y los complementos.


Por ejemplo, imaginemos que yo tengo mucho dinero o quiero fingir tener mucho dinero. Dar esa imagen es importante para mí porque quiero codearme con determinada clase social y distanciarme lo más posible de otra clase social que considero inferior. Para ello, adquiriré una pieza de ropa cara que la mayor parte de la gente sepa que es cara. 

Tarde o temprano, cada vez habrá más gente intentando ascender de clase social adquiriendo productos de dicha marca, ya sean éstos verdaderos o falsos (recordad que hemos dicho que lo importante es fingir que tenemos poder adquisitivo, no tanto tenerlo de realmente). Cuando mucha gente empiece a llevar el mismo producto que yo, finalmente tendré que cambiar de producto para volver de nuevo a desbancarme: al fin y al cabo, si mucha gente viste como yo y usa mis marcas, de nada sirve que me gaste el dinero porque ya no puedo enviar un mensaje elocuente sobre lo que soy y a qué clase social pertenezco.

Es decir, que la falsificación de marcas, sobre todo del mercado Chino, además de ser un delito también devalúa mis adquisiciones. Sin embargo, no todo son obstáculos: para los creadores de productos exclusivos resulta económicamente muy rentable que existan falsificadores, porque si bien ello provocará que mucha gente prefiera la falsificación al original (se pierden ventas potenciales), realmente la mayor parte de gente que compra falsificaciones no adquirirá tampoco el producto original. Con un añadido: los consumidores requerirán nuevos productos originales y caros para que no se confundan con las falsificaciones, con lo cual la empresa aún ganará más dinero. 

Es lo que los profesores de derecho Karl Raustiala y Christopher Springman acuñan como “paradoja de la piratería”. El editor de Wired Chris Anderson lo explica así en su libro Gratis:
La paradoja surge del dilema básico que sustenta la economía de la moda: a los consumidores tienen que gustarles los diseños de este año, pero también deben quedar rápidamente insatisfechos con ellos para que compren los diseños del año siguiente. A diferencia de la tecnología, por ejemplo, las empresas de ropa no pueden argumentar que los diseños del año siguiente son funcionalmente mejores, sólo parecen diferentes. De manera que necesitan alguna otra razón para conseguir que los consumidores pierdan su encaprichamiento con los modelos de este año. La solución: una copia masiva que convierta un diseño exclusivo en un artículo de mercado masificado. La mística del diseñador queda destruida por la ubicuidad barata, y los consumidores con criterio deben empezar la búsqueda de algo exclusivo y nuevo.

Fuente:

Xakata Ciencia

22 de agosto de 2012

El nuevo grito de la moda en China: el carakini

Mujeres con carakini

En China no hay una pasión por el bronceado.

Mientras en Occidente hay una tendencia a llevar trajes de baño lo más pequeños posibles -para asolearse y mostrar más- hay una región en China que está experimentando todo lo contrario.

En el balneario de Qingdao, provincia de Shandong, al noreste de China, algunas personas, en particular mujeres, están usando una suerte de "burka playera" para disfrutar del mar. 

Estos chinos no muy amigos del sol han bautizado sus atuendos como carakinis, pues les protegen el rostro de quemaduras solares. En realidad para eso fueron diseñados, pero resulta que también sirven para proteger a los bañistas de picaduras de medusas e insectos.

Por cierto, los carakinis pueden ir acompañados de un traje completo, así todo el cuerpo se libra de esas molestias de un día de playa. Además, a muchos chinos -y sobre todo chinas- les disgusta broncearse.

Contra el cáncer

Pareja con carakinis

Como atuendo de moda, hay diseños imaginativos e incluso atractivos para los carakinis.

Por su descripción, no vendrían nada mal como herramientas para combatir el cáncer a la piel, cuya principal causa son los rayos ultravioleta.

En Estados Unidos, por ejemplo, es la forma más común de cáncer, mientras que Australia y Nueva Zelanda están entre los países con más alta incidencia de cáncer de piel.

Según un estudio de la Fundación para el Cáncer a la Piel, en China -el país más poblado del planeta- y su vecino Japón sólo entre 2% y 4% de todos los tipos de cáncer son de piel, aunque la incidencia ha aumentado en los últimos tiempos.

Por eso se puede justificar el uso de los carakinis desde el punto de vista de prevención de la enfermedad, pero para los estándares occidentales de la moda probablemente no ir a la playa sería una mejor solución.
Al menos estas máscaras, que protegen la cabeza entera y el cuello, suelen ser coloridas y susceptibles de atractivos diseños, y permiten a las mujeres chinas mantener su piel color de porcelana, una señal de belleza.

Bueno, barato y... tal vez, bonito

Madre e hijo con carakinis

El carakini podría ser un arma contra el cáncer de piel.

Cabe recordar que mucha gente en China usa sombrillas para protegerse del sol, no de la lluvia. También hay un ingrediente de tinte social: pese a ser un país comunista, la diferencia entre una piel blanca y una bronceada equivale a la de una persona que trabaja en el campo y otra que trabaja en una oficina y, por lo tanto, tiene un estatus más alto.

Las máscaras dejan aberturas para los ojos, nariz y boca, lo cual es una mejoría con respecto a las burkas, que obligan a muchas mujeres musulmanas a ocultar todo el cuerpo de una manera que ni siquiera se les ven los ojos.

Ahora bien, no sólo las mujeres usan los carakinis, sino también algunos niños, lo cual nuevamente implica una prevención contra los males causados por el exceso de exposición solar.
Además no son caros, como informa el periódico Want China Times: entre US$2,40 y US$4. O se pueden confeccionar en casa, con retazos de prendas descartadas y una máquina de coser decente.

El New York Times también informa que en las playas de Qingdao, además de los carakinis, se ven guantes largos e incluso carpas. Si llegara a imponerse esta moda en Occidente, los carakinis también servirían para ir a esquiar en invierno. 

Fuente:

BBC Ciencia

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6 de julio de 2012

Dime qué calzas y te diré quién eres (y lo que escondes)

Lo que dicen los zapatos

  • Botas altas: Antipatía
  • Tacón alto: Inestabilidad
  • Zapato de marca: Hombre
  • Zapato incómodo: Mujer
  • Zapato colorido: Tranquilidad
  • Zapato a la moda: Dinero
Fuente: Journal of Research in Personality
Zapatos

Algunos zapatos revelan, otros esconden, rasgos personales, dicen las diferentes teorías.

En la popular leyenda la Cenicienta, el príncipe azul pudo comprobar que la humilde barrendera subyugada por su madrastra y hermanastras era en realidad una princesa porque la zapatilla de cristal le calzó perfectamente.

Un estudio realizado en la Universidad de Kansas dice que se puede predecir con bastante precisión algunas de las características personales de alguien según los zapatos que porta, rasgos que nos ayudan a crear o no vínculos sociales. 

Sin embargo, una escritora especializada en imagen y desarrollo personal acaba de sacar un libro titulado “Cámbiate los zapatos” en el que sostiene que la gente también se puede esconder detrás del calzado e, inclusive, estar atrapada por los zapatos.

Imagen instantánea

Zapato y pie, radiografía

El zapato podría ser una radiografía de la personalidad, sostiene el estudio.

Nuestra imagen exterior general -compuesta por el vestido, corte de cabello, maquillaje, aseo, etc.- puede revelar aspectos de quiénes somos, pero los zapatos parecen dar indicaciones muy particulares y precisas.

Al menos eso es lo que buscaba Omri Gillath, profesor de psicología social de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos, cuando inició una investigación para saber cómo las personas detectan similitudes entre ellas mismas.

"El estudio de los zapatos formaba apenas una parte de la investigación, aunque muy interesante", dijo el profesor Gillath. "Queríamos saber si se puede tomar un sólo elemento clave como los zapatos y lograr una especie de imagen instantánea que divulgue rasgos como edad, nivel social, grupo demográfico y personalidad".

El estudio se dividió en tres partes, explicó el psicólogo a BBC Mundo.

Primero pidieron a un número de personas que enviaran fotos de los zapatos que usaban más a menudo y que completaran dos formularios: uno con preguntas que miden personalidad y otro cuestionario de criterios demográficos.

Luego, un grupo de investigadores observaron las imágenes de los zapatos y los evaluaron según la lista de 14 criterios diferentes en los cuestionarios. Cosas como estilo, moda, costo, confección, función y otras.

Tercero, tomaron a un grupo diferente de personas para que estudiaran los zapatos sin que tuvieran información alguna sobre sus dueños o las respuestas que habían dado. También les dieron los mismos cuestionarios para que los llenaran, calificándolos o midiéndolos únicamente en base a los zapatos que vieron.

Tras comparar los resultados de los tres grupos, encontraron que la gente puede detectar características con un 45% de exactitud, particularmente en cosas como edad, sexo, e ingresos.

Los hombres tienden a usar más zapatos de marca, las mujeres zapatos más incómodos, los más pudientes calzan a la moda.

Las botas y la ansiedad

Lo que más sorprendió, sin embargo, fue cómo se podían detectar rasgos de personalidad como amabilidad, inseguridad, ansiedad, aislamiento.

"Observamos una correlación entre las medidas que les dieron y sus personalidades", expresó el doctor Gillath. "Encontramos, por ejemplo, que los que usan zapatos de bota alta tienden a ser menos amables, menos simpáticos, inclinados a evadir relaciones íntimas".

Esa preocupación que pueden generar las relaciones íntimas -que la pareja lo va a abandonar a uno o no lo ama lo suficiente- es una ansiedad que un individuo no manifiesta externamente, afirma el académico. Es algo que usualmente surge en una sesión de preguntas y respuestas.

"En nuestro estudio la ansiedad se pudo detectar en los zapatos", aseguró. "Está correlacionado al color. Entre más coloridos son los zapatos, menos afectado se está por la ansiedad causada por las relaciones íntimas".

En ese mismo ámbito, el estudio también pudo establecer una conexión entre varios otros factores: las botas de montañismo generalmente pertenecen a personalidades testarudas y los tacones, entre más altos menos emocionalmente estable es la persona.

"Algunas observaciones tienen que ver con el sentido común y otras son más sorprendentes. Pero, en general, se puede mirar los zapatos de alguien y hacerse una idea de la personalidad", fue la conclusión de Omri Gillath.

De ejecutiva a aventurera

Kathy Andersen

Kathy Andersen dejó sus tacones por unas botas de escalar montañas.

Aunque los zapatos pueden dar una señal de nuestra personalidad, hay quienes creen que también sirven para ocultar la identidad interior del individuo, su "yo" verdadero.

Kathy Andersen, una autora y asesora de desarrollo personal y liderazgo, sostiene que los zapatos pueden reflejar dinero, estatus y la imagen que alguien le gustaría proyectar pero no su felicidad, satisfacción o propósito en la vida.

"Conocemos personas todos los días y tenemos la sensación de que no están mostrando todo lo que son, hay algo escondido debajo de la superficie", comentó Andersen a la BBC. "Pueden aparentar estar completos calzando sus zapatos brillantes. Pero lo que hay dentro del zapato es de lo que no nos damos cuenta".

Kathy relata haber estudiado finanzas, escalar la escalera corporativa, viajar por todo el mundo y tener un salario que rondaba en los cientos de miles de dólares.

Según ella, los zapatos que calzaba contaban esa historia al mundo, pero no contaban la historia de quién era en realidad.

"Cambié mis tacones de ejecutiva por botas de montañismo y me fui en una aventura hace unos 10 años, después de querer encontrar algo más", confesó. "Al cambiar mis zapatos me di cuenta que podíamos cambiar nuestra perspectiva de la vida, nuestros sueños y toda la manera de pensar en cómo que somos y lo que podemos alcanzar en la vida".

A raíz de esa transformación escribió un libro titulado "Cámbiate los zapatos" para estimular a otros a liberar su verdadero ser con un cambio de calzado.

Andersen sostiene que los zapatos frecuentemente nos atrapan en una rutina y el cambio puede ayudarnos a realizarnos como personas.

"Cambia tus zapatos para verte a ti mismo de manera diferente y métete en los zapatos de otro para ver el mundo desde otra perspectiva", aconseja.

El cambio, sin embargo, no tiene que ser en una sola dirección. La autora resalta que otras facetas de la personalidad se pueden despertar, al tiempo que se exploran otras experiencias.

"De los tacones pasé a las botas de montañismo pero también me pongo mis chancletas de vez en cuando", manifestó.

¿Qué análisis haría el estudio del profesor Omri Gillath de las botas de Kathy Andersen, entonces?

"Hay que fijarse en el contexto", comentó el psicólogo. "Las botas de montañismo las asociamos con la antipatía y la terquedad, pero si se está escalando una montaña tiene sentido usarlas. Si va a su matrimonio con las botas puestas, ahí ya hay otro mensaje".

Fuente:

BBC Ciencia

7 de junio de 2012

La ropa del futuro crecerá sola


cuero vegetal

La diseñadora Suzanne Lee cultiva la tela para sus prendas de vestir.

La moda del futuro ha sido retratada como algo rozando el ridículo, como los trajes que llevaban los protagonistas de la serie Viaje a las Estrellas.

Collares con luces digitales, ropa con sensores ocultos, cables… Todas estas propuestas dan la sensación de ser un tanto grotescas, ideadas para rellenar un hueco que no necesita ser rellenado.

Sin embargo, para algunos, el futuro de la moda no está en el diseño, sino en las telas inteligentes, tejidos que incluso se pueden cultivar.
Ese es el caso de la diseñadora Suzanne Lee, quien literalmente sabe cultivar su propia ropa. La idea le vino después de leer un libro sobre cómo lucirá la moda en 50 años.

El cuero que crece

Bio bomber

La industria de la moda apuesta por los tejidos biodegradables como los empleados esta chaqueta.

"Tuve una conversación con un biólogo que me dio la idea de cultivar ropa en un laboratorio", explicó a la BBC, y eso es precisamente lo que estuvo haciendo recientemente en un taller en Londres.
Empleando una mezcla de té verde, azúcar, bacterias y levadura, es capaz de "cultivar" un material que ella describe como "cuero vegetal".

La tela necesita unas dos semanas para crecer y puede entonces colocarse en un molde con el que se confeccionó un vestido, aunque bolsos y muebles también son una posibilidad.

Pero este material, aclaró, también puede cortarse y coserse al modo tradicional.

No obstante, presenta algunos problemas dado que el material es biodegradable, por lo que pasados cinco años la ropa no se puede llevar ya que se pudre.

"Llegados a ese punto puedes usarlo como compostaje junto con el resto de residuos vegetales", dice Ms Lee.

El hecho de que el material es de fabricación barata ahorra gran parte de los procesos asociados a fabricar ropa y es respetuoso con el medio ambiente, ha atraído el interés de grandes firmas de confección de ropa.

"La industria textil de la moda está buscando desesperadamente reducir sus emisiones de dióxido de carbono y quiere materiales más sustentables", afirma.

El próximo paso del proceso será hallar un modo de conservar el tejido por más tiempo.

"Para llegar a ello se necesita ciencia avanzada, pero con los fondos adecuados tiene el potencial de ser una alternativa radical a las telas convencionales", aseguró.

Ingenieros de la moda

Julien Fournie

Julien Fournie utilizar un programa informático para poner a prueba sus diseños.

Aunque diseñar usando computadoras no es algo nuevo, su uso está poco extendido en el mundo de la moda, algo que el diseñador francés Julien Fournie quiere cambiar.

Fournie empezó a trabajar en la industria de la moda con Jean-Paul Gaultier, pero ahora está más en contacto con ingenieros que con "fashionistas".

Él forma parte de un equipo integrado por ingenieros de Dassault Systemes, una compañía de programación en Francia dedicada sobre todo al diseño 3D de autos y vehículos para la industria aeroespacial.

Los ingenieros trabajan en programas de diseño que puedan convertir los bocetos de Fournier en una nueva colección.

"Al principio era como una rata de laboratorio, muchos ingenieros e informáticos a mi alrededor. Pero ellos me escucharon, querían hallar soluciones para mí. Grabaron mis hábitos de trabajo, querían saber cómo hago mis creaciones", dijo.

Recientemente, Fournie ha experimentado con la confección de prendas de neopreno, un tipo de goma. Es un material muy difícil de trabajar y según Fournie, la única forma de hacerlo sería uniendo las piezas con pegamento.

"La idea de un vestido acoplado con pegamento no es muy sexy", dijo, así que presentó el problema a los ingenieros.

"Hallaron la presión exacta que debe ejercer la aguja para no romper el material", dijo.

El programa puede también averiguar cómo ciertas telas se plegarán, algo que ahorra la necesidad de experimentar con costosos materiales.

"Antes solía esbozar desde el frente, desde atrás y desde los lados, y era difícil. Ahora puedo diseñar directamente en 3D. Tengo una biblioteca digital de telas para probar y puedo explorar nuevas formas y siluetas. Soy como un niño con un juguete nuevo".

El espejo mágico

Centro comercial Westfield

Un centro comercial en Londres probó tecnologías digitales para atraer y entretener a los clientes.

Por su parte FashionLab, trabaja en un "espejo mágico", que podría usarse en las tiendas para que la gente pueda ver una imagen virtual de sí mismos con distinta ropa.

"La tienda podría tener un espejo mágico con un avatar personal con las medidas exactas de tu cuerpo para mostrarte cómo te verías con la ropa nueva", explicó Jerome Bergeret, director de FashionLab.

Admite que el proyecto todavía está en una fase temprana y todavía faltarían tres o cinco años antes de que se haga realidad.

Tecnologías como esta podrían ayudar a las tiendas de ropa a levantar cabeza en un mundo dominado por internet.

Las tiendas de venta a través de internet han llevado al cierre de muchas tiendas y es por ello que ahora buscan soluciones tecnológicas para atraer clientes.

En el evento Future Fashion (moda futura) celebrado en el centro comercial Westfield de Londres, los compradores pudieron echar una ojeada a cómo las tiendas podrían llevar a cabo este plan en los próximos años.

Un ejemplo, es que pudieron compartir sus compras a través de las redes sociales usando espejos con conexiones a Twitter y cabinas de Facebook.

Estos son proyectos piloto y el centro comercial no ha mostrado signos de apostar fuerte por estas tecnologías en un futuro cercano.

Pero tal y como expresó a la BBC Myf Ryan, director de marketing de Westfield, "la tecnología está cambiando irreversiblemente la forma en que compramos".

"La cuestión es cómo puedes tomar lo bueno del entorno digital y crear un entorno más divertido para los compradores tradicionales".

Fuente:

BBC Ciencia


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