Un buen pedazo de chocolate para levantar el ánimo. Nada especial.
El polvo de cacao se ha vuelto una alternativa argumentada como "sana" para aquellos que buscan irse de fiesta sin utilizar drogas duras.
Y se ha vuelto la última moda de los eventos alternativos en Europa.
El origen de la moda
La moda nació de uno de los principales chocolateros del mundo, el belga Dominique Persoone quien en 2007 diseñó un aparato para aspirar chocolate como comúnmente se aspiran drogas duras como la cocaína.Desde entonces ha vendido más de 25.000 unidades de la máquina, según datos de su empresa The Chocolate Line.
Esta viene con una mezcla para aspirar a la que el chocolatero llegó después de varios intentos.
Comenzó a probar aspirar cacao puro, pero no era suficientemente fuerte. Entonces lo mezcló con ají, pero era muy doloroso aspirarlo.
Finalmente llegó a una mezcla en polvo de cacao con menta y jengibre, la que se pone en el aparato, con dos cucharas que se sostienen cerca de la nariz y al apretar un botón lanzan el polvo por el orificio nasal.
"La menta y el jengibre activan tu nariz. De ahí el sabor de ellos baja, y el chocolate se queda en el cerebro", ha explicado Persoone en diversas entrevistas.
Efecto euforia
El cacao provoca una inyección de endorfinas al sistema circulatorio, que puede derivar en euforia.También contiene altas cantidades de magnesio, lo que relaja los músculos y flavonoides, que mejoran la circulación y la función cognitiva, según un estudio publicado por la Revista Estadounidense de Nutrición Clínica.
Otro estudio publicado en abril asegura que el chocolate amargo mejora el rendimiento durante el ejercicio al volver a sus consumidores más rápidos y efectivos en una tarea física.
Pero, ¿es peligroso aspirar cacao?
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BBC