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26 de noviembre de 2019

Perú: 3 millones 100 mil peruanos sufren hambre

En los últimos tres años no se ha logrado disminuir las cifras de las personas que pasan hambre; al contrario, los números se han incrementado.


El último informe elaborado en noviembre de 2019 por diversas organizaciones internacionales incluida la FAO, denominado “Panorama de la seguridad alimentaria y nutrición en América Latina y el Caribe 2019”, reveló que en Perú 3 millones 100 mil personas sufren de hambre, es decir, cerca del 10% de la población.

La tendencia sobre la subalimentación en el país no ha sido positiva. Al contrario, se ha incrementado en los últimos tres años. Así, entre el período 2013 - 2015 y 2016 - 2018, el hambre pasó de afectar a 9,2% de la población, a 9,7%.

Este panorama también llevó a la FAO a precisar los avances que se han hecho en el país para reducir los niveles de inseguridad alimentaria. En ese sentido, según su informe, si bien Perú cuenta con la Ley de Promoción de Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, publicada en 2013, “ha vetado” la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional, aprobada en 2015.

Según explica el organismo, las personas que experimentan inseguridad alimentaria moderada se enfrentan a incertidumbres en cuanto a su capacidad para obtener alimentos, y se han visto obligadas a aceptar menos calidad o cantidad en los alimentos que consumen.


7 de octubre de 2018

El hambre aumenta por tercer año y alcanza a 821 millones de personas

Se rompe la tendencia a la baja del número de subalimentados. En 2017, hubo 15 millones más que el año anterior, lo que supone un retroceso a niveles de hace una década.


350.000 personas están en riesgo de inseguridad alimentaria en Chad. El desplazamiento masivo de personas ha dejado más de ocho millones de personas al borde de la hambruna.

En la batalla que libra la humanidad contra el hambre, los seres humanos vamos perdiendo. En 2017, 821 millones de personas se iban a la cama cada día sin haber ingerido las calorías mínimas para su actividad diaria, son 15 millones más que el año anterior, lo que supone un retroceso a niveles de 2010. Los datos recogidos en el informe La seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo de la ONU, publicado este martes, confirman que no se trata de un repunte aislado; aunque los expertos se resisten a hablar de un cambio de tendencia, ya se encadenan tres años de subida.
Los conflictos, los eventos climáticos extremos y las crisis económicas son los principales responsables de esta regresión, según el estudio elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto con otras cuatro agencias de la ONU. Las graves sequías vinculadas al fuerte fenómeno El Niño de 2015 y 2016 son especialmente culpables. Sin agua, no crecen los cultivos ni el pasto para los animales. Eso significa que, en los países altamente dependientes de la agricultura, millones de personas se quedan sin alimentos suficientes que llevarse a la boca y sin fuente de ingresos con los que adquirir comida en el mercado. La falta de precipitaciones, de hecho, causa más del 80% de los daños y pérdidas totales en la producción agrícola y ganadera.

"Si no hacemos más, los tres años de subida serán cuatro. Reducir el hambre no es una cuestión de fe, sino que depende de nuestras acciones", advierte Kostas Stamoulis, director adjunto de la FAO. Si el año pasado este organismo pedía el cese de la violencia para una mejora de la situación alimentaria mundial, esta edición se enfoca en la necesidad de mejorar la resiliencia de las personas ante los eventos climáticos extremos, es decir, fortalecer su capacidad de adaptarse, resistir y reponerse ante una adversidad.

"Piensa en un terremoto. En función de cómo de fuerte sea una casa, aguantará o colapsará. No podemos cambiar la intensidad del seísmo, pero sí la resistencia de la vivienda". Explica Stamoulis que lo mismo hay que hacer con las personas: prepararlas para lo peor. "Tenemos los conocimientos y las herramientas para ello, pero debemos ponerlos en marcha". Y hay que hacerlo "a mayor escala y de forma acelerada", añade Marco Sánchez-Cantillo, director de economía y desarrollo agrícola de la FAO. "Por ejemplo, los sistemas de alerta temprana que permiten anticipar soluciones en caso de una eventualidad se han mostrado eficientes. Hay países en los que se han implantado, pero no es generalizado", lamenta.


La mayoría de los países que afrontan crisis alimentarias relacionadas con el clima —20 de 34— son contextos de paz. Pero cuando los choques climáticos se producen en zonas en conflicto, se desencadena la tormenta humanitaria perfecta. Esto sucedió en los 14 países restantes, entre ellos, los ribereños del lago Chad (Níger, Nigeria, Camerún y Chad), donde 10,7 millones de personas necesitan ayuda para sobrevivir cada día debido a la espiral de violencia del terrorismo de Boko Haram y las sequías. "El ejemplo más claro es que el año pasado se declaró la hambruna en Sudán del Sur. Y Yemen, Somalia y el norte de Nigeria estuvieron a punto. En los cuatro hay una situación de conflicto grave y condiciones climáticas extremas y desfavorables", anota Blanca Carazo, responsable de programas y emergencias del comité español de Unicef.

Lea el artículo completo en El País (España)
  

1 de octubre de 2018

Insectos, ¿la comida del futuro?


Los comen más de 2.000 millones de personas en el 80% de los países del mundo. Pero no, no se trata de los menús de ninguna conocida cadena de hamburgueserías. Si añadimos que su consumo ha formado parte de nuestra dieta durante miles de años, queda claro que hablamos de otro tipo de alimento. Y a pesar de su larga historia, en las sociedades occidentales hemos prescindido de una fuente de nutrientes que podría ser la solución del futuro de la alimentación; siempre que seamos capaces de dejar de lado nuestra aversión a comer bichos.

Antes de mediados de este siglo, la Tierra contará con más de 9.000 millones de bocas humanas que alimentar. Y no es sencillo que la producción de alimentos pueda crecer al mismo ritmo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 26% de la superficie seca del planeta se dedica a pastos para el ganado, y un 33% de las tierras cultivables producen cosechas para la ganadería. Esta actividad es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y prescindir de más bosques para abrir espacios a la agricultura aumentaría el problema del cambio climático.

Con nuestro sistema actual, los números no cuadran. Pero hoy son muchos quienes piensan que es posible salir de esta difícil encrucijada sin renunciar al alimento de origen animal; se trata simplemente de variar el menú de especies que comemos. En occidente ya estamos acostumbrados al consumo de artrópodos, pero sólo acuáticos, como cangrejos o langostas. En cambio, hasta 3.000 grupos étnicos de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía incluyen los insectos como parte de su dieta.

La Universidad holandesa de Wageningen mantiene una lista que recoge 2.111 especies comestibles de insectos y arácnidos, sobre todo escarabajos, orugas, hormigas, abejas, avispas, saltamontes, langostas y grillos, pero también moscas, arañas y cucarachas. En la exaltación de las virtudes nutritivas de estos animalitos ha desempeñado un papel crucial la FAO, que lleva años promoviendo la entomofagia como solución a la inseguridad alimentaria.

El artículo completo en: Materia

31 de julio de 2014

¿Quién tiene miedo de la agricultura ecológica? (II)

La primera parte AQUÍ


La agricultura ecológica ha despertado en los últimos tiempos las más variadas "iras", siendo objeto de todo tipo de calumnias. Su éxito y múltiples apoyos han sido proporcionales a las críticas recibidas. Sin embargo, ¿quién tiene miedo de la agricultura ecológica? ¿Por qué tanto esfuerzo en desautorizarla? 

Todas estas preguntas fueron formuladas en un artículo anterior, donde analizábamos las mentiras detrás de afirmaciones como "la agricultura ecológica no es más sana ni mejor para el medio ambiente que la agricultura industrial y transgénica”. Hoy, abordaremos otras en relación a su eficiencia, el precio y la falsa alternativa que significa una "agricultura ecológica" al servicio de las grandes empresas. Como decíamos entonces: ante la calumnia, datos e información. 

De la eficiencia y el precio 

"La agricultura ecológica es poco eficiente y cara", dicen sus detractores. Quienes realizan esta afirmación olvidan que es precisamente el actual modelo de agricultura industrial el que desperdicia anualmente un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano a escala mundial, unos 1.300 millones de toneladas de comida, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Se trata de una agricultura de "usar y tirar". En consecuencia, ¿quién es aquí el ineficiente? Aunque, más allá de estas cifras, es obvio que el actual modelo de agricultura industrial, intensiva y transgénica no satisface las necesidades alimentarias básicas de las personas. El hambre, en un mundo donde se produce más comida que nunca, es el mejor ejemplo, tanto en los países del Sur como aquí. 

Por su parte, la agricultura ecológica y de proximidad se ha demostrado que garantiza mejor la seguridad alimentaria de las personas que la agricultura industrial y permite una mayor producción de comida especialmente en entornos desfavorables, en palabras del relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación Olivier de Schutter, apoyándose en su informe La agroecología y el derecho a la alimentación. A partir de los datos expuestos en este trabajo, la reconversión de tierras en países del Sur a cultivo ecológico aumentaba su productividad hasta un 79%, en África, en particular, la reconversión permitía un aumento del 116% de las cosechas. Las cifras hablan por sí solas. 

Si hablamos del precio, y sobre todo lo comparamos con la calidad, una vez más la agricultura ecológica sale en mejor posición. Tal vez no lo parezca a primera vista, porqué hay un discurso único, que se repite y se repite y se repite, que nos dice que lo ecológico es siempre más caro. Sin embargo, no es así. A menudo depende de dónde y qué compremos. No es lo mismo comprar en un supermercado ecológico o en una tienda 'gourmet' que comprar directamente al campesino, en el mercado o a través de un grupo o cooperativa de consumo agroecológico, en los primeros los precios acostumbran a ser mucho más caros que en los segundos, donde su coste puede ser igual o incluso inferior que en el comercio tradicional por un producto de la misma calidad. 

A parte, nos tendríamos que preguntar cómo puede ser que determinados productos o alimentos en el supermercado sean tan baratos. ¿Estamos pagando su precio real? ¿Cuál es su calidad? ¿En qué condiciones han sido elaborados? ¿Cuántos kilómetros han recorrido del campo a la mesa? A menudo, un precio muy bajo esconde una serie de costes invisibles: condiciones laborales precarias en origen y destino, mala calidad del producto, impacto medioambiental, etc. Se trata de una serie de gastos ocultos que acabamos socializando entre todos, porqué si la comida recorre largas distancias y agudiza el cambio climático, con la emisión de gases de efecto invernadero, ¿esto quién lo paga? Si comemos alimentos de baja calidad que tienen un impacto negativo en nuestra salud, ¿quién lo costea? En definitiva, como dice el refrán: Pan para hoy y hambre para mañana. 

Y no solo eso, ¿cuándo entramos en el 'súper', qué compramos? Se calcula que entre un 25% y un 55% de la compra en el supermercado es compulsiva, fruto de estímulos externos que nos instan a comprar al margen de cualquier raciocinio. ¿Cuantas veces hemos ido al supermercado a comprar cuatro cosas y hemos salido con el carrito a reventar? El supermercado es una máquina de vender, no nos quepa la menor duda, uno de los espacios más estudiados de nuestra vida cotidiana, para que nuestra compra nunca quede al azar. 

Otra afirmación mil veces repetida es la que dice que "la agricultura ecológica es solo para ricos", o si quien habla busca el insulto, algo frecuente entre el sector "antiecológico", nos dirá que "la agricultura ecológica es solo para pijos". Ya sea en un caso como en otro, quienes afirman dichas palabras, les bien aseguro, que nunca han puesto un pie en un grupo o cooperativa de consumo agroecológico porque sus miembros, en general, pueden ser calificados con mucho adjetivos, pero de "ricos" y "pijos" tienen más bien poco. Se trata de personas que apuestan por otro modelo de agricultura y alimentación, a partir de informarse, tomar conciencia, buscar datos contrastados sobre los impactos de aquello que comemos en nuestra salud, en el medio ambiente, entre el campesinado. En esta vida nos "instruyen" para pensar que "gastamos" dinero en comida, pero ¿se trata de "gastar" o "invertir"? La educación es clave. De aquí, que sea fundamental hacer llegar los principios, y las verdades, de la agricultura ecológica al conjunto de la población. Comer bien, y tener derecho a comer bien, es cosa de todos. 

Una "agricultura ecológica" al servicio del capital 

"La agricultura ecológica no tiene fines sociales y agudiza la huella de carbono", dicen sus detractores. Aquí la pregunta clave es, ¿de qué agricultura ecológica estamos hablando? Como decíamos en el artículo anterior, una de las amenazas a la agricultura ecológica es precisamente su cooptación, la asimilación de su práctica por parte de la industria agroalimentaria. Y es que cada vez son más las grandes empresas del agribusiness y los supermercados que apuestan por este modelo de agricultura libre de pesticidas y aditivos químicos de síntesis, pero vaciándola de cualquier atisbo de cambio social. Su objetivo es claro: neutralizar la propuesta. Se trata de una "agricultura ecológica" al servicio del capital, con alimentos kilométricos, escasos derechos laborales en la producción y la comercialización. Ésta no es la alternativa de quienes apostamos por un cambio en el modelo agroalimentario. La agricultura ecológica, a mi entender, solo tiene sentido desde una perspectiva social, local y campesina, como han defendido siempre la mayoría de sus impulsores. 

Por otro lado, me sorprende que los detractores de la agricultura ecológica se preocupen tanto por la huella de carbono y el impacto de los gases de efecto invernadero en el medio ambiente, cuando su apuesta por una agricultura industrial es precisamente una de las principales responsables de los mismos. Según el informe Alimentos y cambio climático: el eslabón olvidado de GRAIN, entre el 44% y el 55% de los gases de efecto invernadero son provocados justamente por el conjunto del sistema agroalimentario global, como consecuencia de sumar las emisiones provocadas por el cambio en el uso del suelo y la deforestación; la producción agrícola; el procesamiento, el transporte y el empaquetado de los alimentos; y los desperdicios generados. Si a los críticos de la agroecología tanto les inquieta el cambio climático, les sugeriría que apostaran por una agricultura ecológica, local y campesina. 

¿Quién impone qué? 

"Nos imponen la agricultura ecológica. Yo quiero comer transgénicos, y no me dejan", dicen algunos, aunque parezca una broma. Sin embargo, ¿quién impone qué? La agricultura industrial sí fue resultado de una imposición, la de la Revolución Verde, promovida desde los años 40, y en décadas posteriores, por gobiernos como el de Estados Unidos y fundaciones como la fundación Ford y Rockefeller, y que implicó la progresiva sustitución de un modelo de agricultura tradicional, donde los campesinos tenían la capacidad de decidir sobre qué y cómo conreaban, a una agricultura industrial "adicta" al petroleo y a los fitosanitarios, que llevó a la privatización de los bienes comunes, y en particular de las semillas. Muchos campesinos no tuvieron elección. Hoy, vemos las consecuencias de este modelo agrario: hambre, descampesinización, patentes sobre las semillas, acaparamiento de tierras, etc. 

Aunque la principal imposición agraria ha sido sin lugar a dudas la del cultivo transgénico, y la imposible coexistencia entre agricultura trasgénica y agricultura convencional y ecológica es el mejor ejemplo. Los cultivos transgénicos a través del aire y la polinización contaminan a otros, así funciona lo que podríamos llamar "la dictadura transgénica". En Aragón y Catalunya, las zonas donde más se cultiva transgénico, en concreto la variedad de maíz MON 810 de Monsanto, la producción de maíz ecológico prácticamente ha desaparecido debido a los múltiples casos de contaminaciones sufridas. Las evidencias son irrefutables, y quien diga la contrario miente. 

La enumeración de frases con el único propósito de desautorizar la agricultura ecológica podría continuar. Son tantas las falsedades vertidas que este artículo podría tener tres, cuatro y hasta cinco partes, pero lo dejo aquí. Espero que las informaciones y los datos aportados puedan ser de utilidad a aquellos que frente a verdades únicas se preguntan y cuestionan la realidad que nos imponen. 

Fuente:

Rebelión

La primera parte AQUÍ.

27 de septiembre de 2013

FAO denuncia desperdicio anual de 1.300 millones de toneladas de alimentos

Papas recién cosechadas en las manos de un agricultor

La FAO dijo que los consumidores compran en exceso y reaccionan en forma exagerada a la fecha de caducidad.

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, dijo que 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente y esto es intolerable en un mundo en el que 870 millones de personas pasan hambre.

Las pérdidas por desperdicios de alimentos, sin contar pescados, alcanzan anualmente US$750 millones, según el informe.

Los alimentos producidos pero no consumidos utilizan un volumen de agua equivalente al caudal anual del Volga y son responsables de añadir 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta, señala la FAO en su informe divulgado este miércoles.

El director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, urgió a agricultores y pescadores, procesadores de alimentos y supermercados, gobiernos y consumidores "a hacer cambios para evitar en primer lugar que ocurra el desperdicio y reciclar cuando no podamos impedirlo".

"No podemos permitir que un tercio de todos los alimentos que producimos se pierda o desperdicie debido a prácticas inadecuadas, cuando 870 millones de personas pasan hambre todos los días", agregó Da Silva.

La FAO también divulgó un manual con recomendaciones concretas para reducir la pérdida. La organización afirmó que "los consumidores no logran planificar sus compras, compran en exceso, o reaccionan exageradamente a las fechas de caducidad y consumo preferente de los productos".

Por otra parte, "las normas estéticas y de calidad llevan a los minoristas a rechazar grandes cantidades de alimentos perfectamente comestibles".

El 54 % de desperdicio de alimentos en el mundo se produce en las etapas iniciales de la producción, manipulación y almacenamiento postcosecha, según el estudio de la FAO.

El 46 % restante ocurre en las etapas de procesamiento, distribución y consumo.

Fuente:

BBC Ciencia

19 de agosto de 2013

Datos sobre el hambre en el mundo

¿Qué es el hambre?

La palabra hambre proviene del latín vulgar “famen”. De allí deriva también famélico, que significa hambriento.

Con el vocablo hambre, designamos la necesidad natural de proveer al cuerpo de alimentos, producido por sustancias que operan a nivel del cerebro, en el hipotálamo; lo que sucede aproximadamente cada 4 horas.
 
No lo debemos confundir con el apetito que son deseos de comer, posiblemente algo determinado, pero es un sentimiento conciente, que no produce reacciones orgánicas, ya que no se trata de una necesidad fisiológica, sino de placer, y que puede no estar motivado por el hambre. Esto sucede cuando decimos por ejemplo: “Tengo ganas de comer un chocolate como postre”. 
El hambre requiere ser saciado con alimentación, para restaurar el equilibrio psicofísico. El hombre es un animal dotado de razón, que le permite dominar sus instintos, pero cuando esta necesidad orgánica se hace evidente y no se satisface, el hombre ya no puede controlar racionalmente el instinto de calmar su hambre y puede llegar a robar o matar para conseguir su satisfacción, ya que el alimento es una necesidad básica, sin la cual el ser vivo en general, no puede sobrevivir. La carencia de alimentación adecuada, que puede satisfacer el deseo de comer, pero no aportar los requerimientos nutricionales necesarios, origina en muchos casos la desnutrición, o sub nutrición, que puede llegar a producir la muerte.

Según la ONU el hambre y la desnutrición afectan a 1.500.000.000 de seres humanos en el planeta (aunque estas cifras podrían ser mayores). De continuar con esta tendencia creciente tendremos que al 2100 ¡la mitad de la población mundial pasará hambre!

Cada año periodistas, escritores, profesores, investigadores, escolares y estudiantes nos piden estadísticas sobre el hambre y la desnutrición. Para responder a estas peticiones, hemos compilado una serie de datos y cifras importantes sobre el hambre en el mundo.

LOS DATOS MAS IMPORTANTES


870 millones de personas no tienen lo suficiente para comer. Esta cifra ha disminuido en 130 millones desde 1990, pero el ritmo de los avances han disminuido desde el 2008. (Lee más sobre los avances para erradicar el hambre)
   
La gran mayoría de personas con hambre (98 por ciento) vive en países en vías de desarrollo, en donde casi el 15 por ciento de la población está desnutrida.
   
Del total de personas con hambre en el mundo, alrededor de 563 millones viven en Asia y Oceanía, pero la tendencia es a la baja. (Mira el mapa del hambre para ver los países más afectados)
   
Las mujeres constituyen un poco más de la mitad de la población mundial, pero representan más del 60% de las personas con hambre en el mundo. (Lee más datos sobre las mujeres y el hambre)
 
La desnutrición contribuye con la muerte de 2,6 millones de niños menores de 5 años, un tercio del total global. (Lee algunas soluciones al hambre)
   
En los países en desarrollo, uno de cada seis niños—casi 100 millones—tiene bajo peso.

Uno de cada cuatro niños en el mundo tiene retardo en el crecimiento. En los países en desarrollo la proporción puede aumentar a uno de cada tres. 

El 80% de los niños con retraso en el crecimiento viven en 20 países.

Unos 66 millones de niños van a la escuela primaria con hambre en los países en vías de desarrollo, de los cuales 23 millones están en África. 

El PMA estima que se necesitan más de 3 mil millones de dólares al año para llevar alimentos a 66 millones de niños en edad escolar que sufren hambre. (Ver fotos del programa de alimentación escolar)


Fuentes:
1. Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo, FAO,2012)
2. Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo, FAO,2012)
3. Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo, 2012)
4. Fortalecimiento de la labor a todos los niveles para fomentar el crecimiento económico sostenido que favorezca a los pobres, ECOSOC,2007)
5. Niveles y tendencias de la mortalidad infantil, UNICEF, 2011)
6. Observatorio de la Salud Mundial, OMS, 2011)
7. Prevalencia y tendencias de la desnutrición crónica entre niños pre-escolares, Salud y Nutrición Pública,2012)
8. Desnutrición materno-infantil: acción efectiva a nivel nacional, The Lancet, 2008)
9. Dos minutos para aprender sobre alimentación escolar, PMA, 2012)
10. Dos minutos para aprender sobre alimentación escolar, PMA, 2012)

Tomado de:

Programa Mundial de Alimentos

31 de mayo de 2013

La FAO recomienda comer medusas (Si no puedes contra ellas. ¡Cómetelas!)

Mujer nadando con medusas

La población de medusas ha aumentado por la pesca excesiva de sus predadores marinos.

"Si no puedes contra ellas... cómetelas". Esa es la recomendación de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) respecto de las medusas. 

Tal como hizo previamente con los insectos, la FAO recomienda incluir las medusas en la dieta para contrarrestar de alguna forma su proliferación en el mar.

En un informe publicado el jueves, el organismo alerta que la especie gelatinosa se volvió una amenaza para los peces, ya que se alimentan de sus huevos, larvas y crías, además de competir por los crustáceos.

La población de medusas ha aumentado considerablemente, dada la excesiva pesca de sus predadores marinos, por lo que la biodiversidad marina podría pasar de un océano de peces a uno de medusas, según el informe.

Fuente:

BBC Ciencia

25 de noviembre de 2012

49 millones de latinoamericanos con hambre

La FAO informó que la cifra significa que el 8.3% de la población de la región no ingiere las calorías diarias para llevar una vida sana. Precisó el número es inferior en 2% al trienio anterior, pero pone en el debate el menor ritmo de reducción de la desigualdad y la crisis económica.

Unas 49 millones de personas han pasado hambre en América Latina y el Caribe entre 2010 y 2012, cifra que aunque es un 2% inferior al trienio previo pone de relieve un menor ritmo de reducción por mala distribución de la riqueza y los efectos de la crisis externa, dijo un organismo de la ONU.
 
Cuarenta y nueve millones de personas padecen hambre en América Latina y el Caribe, pero no por falta de alimentos sino porque carecen de dinero para comprarlos, dijo el jueves un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los países con mayor hambruna son Haití, con una prevalencia del 44,5%; Guatemala, con 30,4; Paraguay, 25,5%; Bolivia, 24,1% y Nicaragua, 20,1%. Los únicos países que han erradicado el hambre son Chile, Cuba, Uruguay y Venezuela, según el informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2012, presentado en Santiago por el oficial jefe regional de la Fao, Adoniram Sánchez.

El crecimiento económico en los 33 países de la región no ha reducido la vulnerabilidad que afecta a una parte importante de la población latinoamericana, que incluye a 174 millones de pobres, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal.

La FAO recordó que América Latina registró entre el 2011 y este año tasas de crecimiento superiores a las de la Unión Europea y Estados Unidos, cuando se registró un alza en los precios de los alimentos y materias primas.

“No obstante, América Latina y el Caribe aún muestra niveles de desigualdad muy altos en relación con otras regiones del mundo”, según el documento.

Sólo nueve de los 33 países de la región tienen una tasa de prevalencia del hambre menor al 5% y en 16 naciones la tasa supera el 10%.

Según la FAO, en los últimos seis años, apenas un millón de personas dejó de padecer hambre. La cifra se eleva a 16 millones de latinoamericanos que ya no pasan hambre si la actual situación se compara con la de los años 1990-1992, cuando había 65 millones de hambrientos.

El documento también abordó el problema de la obesidad. Precisó que en 2010 el sobrepeso y la obesidad en menores de 5 años afectaba a más de dos millones de niños en Sudamérica, un millón en Centro América y unos 300.000 en el Caribe.

Otra cara de la seguridad alimentaria es el sobrepeso, según FAO, que afirmó que en la mayor parte de los países la obesidad adulta sobrepasa el 20%, y que es bastante superior en México, donde abarca a un 33%; luego vienen Venezuela, con 31%; Argentina y Chile con 29%. El récord lo ostenta San Cristóbal y Nieves, con 40,9%.


Fuente:

Diario Las Américas

Gestion.pe 

14 de octubre de 2012

Los mercaderes detrás del aumento de precios de los alimentos

ÍNDICE GLOBAL DEL HAMBRE 2012

Mujer africana
 
El Índice Global del Hambre (GHI, por sus siglas en inglés), difundido este jueves, tiene en cuenta la proporción de la población malnutrida, la prevalencia de menores de 5 años con bajo peso y la proporción de mortandad entre estos niños.

Los cinco países con mayor GHI en el mundo son:
  • Burundi: 37,1
  • Eritrea: 34,4
  • Haití: 30,8
  • Etiopía: 28,7
  • Chad: 28,3
Los cinco en América Latina y el Caribe:
  • Haití: 30,8
  • Guatemala: 12,7
  • Bolivia: 12,3
  • República Dominicana:10
  • Ecuador: 7,5
Tres naciones latinoamericanas figuran entre las diez que más han disminuido el hambre en los últimos 20 años (en porcentaje de reducción del GHI):
  • México: -62%
  • Nicaragua: -59%
  • Perú: -59%
Fuente: Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias

Mercado de alimentos en India

La inversión financiera-especulativa control el 60% de los mercados de alimentos.

La alarma se encendió en julio cuando el precio mundial de los alimentos registró un abrupto incremento del 10% luego de tres meses de relativa calma. Las cosas no han mejorado. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en septiembre volvieron a subir, esta vez, un 1,4%.

Se estima que los alimentos constituyen entre un 10% y un 15% del gasto promedio de un hogar en un país desarrollado. En los sectores pobres de una nación en desarrollo, la proporción se dispara: se llevan entre el 50% y 90% de sus ingresos. 

La contracara es el hambre. Este jueves, el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias publicó su nuevo Índice Global del Hambre. En todo el mundo lo encabeza Burundi y en América Latina y el Caribe, Haití (ver recuadro).

¿A qué se debe el aumento de la comida en medio de los nubarrones de la economía global? Las causas son complejas y variadas, pero el diagnóstico de la FAO en julio contenía un dato clave: no había problemas a nivel de oferta y demanda.

En otras palabras, ni los factores climáticos que pueden afectar la oferta (sequías, por ejemplo), ni un súbito aumento de la demanda (como en los últimos años con China e India) explican esta disparada de los precios.

El dedo acusador apunta a los especuladores. Según algunas estimaciones, la inversión financiera-especulativa controla hoy más del 60% de los mercados de alimentos, comparado con un 12% del mercado en 1996.

En un intento de contrarrestar este fenómeno, la comisión del Parlamento Europeo sobre asuntos económicos y monetarios votó a fines de septiembre a favor de una regulación del mercado financiero de derivados de energía y alimentos.

El proyecto, que debe ser analizado en una reunión de la Comisión Europea en noviembre, ya existe en Estados Unidos, pero es calificado como insuficiente por organizaciones humanitarias como el World Development Movement (WDM).

"Es necesario limitar la cantidad del mercado a la que puedan tener acceso los especuladores. El proyecto avanza en esta dirección, pero puede ser aguado por la oposición de países con fuerte presencia del sector financiero como el Reino Unido que prefieren seguir con la autoregulación del mercado", le dijo a BBC Mundo Christine Haigh, del WDM.

El camino de los mercaderes

La especulación es tan vieja como la economía: los casos documentados se remontan a Tales de Mileto y la antigua Grecia.

Pero los mercados modernos han colocado a esta actividad marginal en el centro mismo del escenario.

Un ejemplo clásico fue el cacao en 2010. El 17 de julio de ese año un fondo financiero de alto riesgo, Armajaro, compró más de 240.000 toneladas de cacao (un 7% de la producción global anual), lo que disparó el precio a su nivel más alto desde 1997.

Un solo día de adquisición masiva a cargo de un poderoso actor financiero bastó para hacer saltar el precio de un producto.

El eje de estos movimientos especulativos es el mercado de futuros. Este mercado se originó en Estados Unidos en el siglo XIX para ayudar a los granjeros a neutralizar las fluctuaciones en el precio de las cosechas.

Un contrato a futuro le permite al granjero vender en una fecha futura a un precio determinado una cantidad X de su cosecha. El granjero obtiene seguridad y el comprador posibles ganancias en caso de que el precio suba por encima de lo pagado.

Con la desregulación del mercado financiero de los años 80 y 90 se crearon unos contratos de alta complejidad, denominados "derivados", que abrieron el juego a una especulación ilimitada.

Como los "futuros" son contratos que se pueden adquirir o vender sin necesidad de poseer el producto, su venta adquirió una dinámica propia, acelerada por las operaciones supersónicas de las computadoras.

La invitación a especular es irresistible. Si el precio de una tonelada de maíz es de US$100 hoy, pero el doble en un contrato a futuro de tres meses, la tentación de postergar la venta y esperar al mejor rendimiento, termina afectando la oferta presente (los granjeros se abstienen de vender ahora) y el precio del producto.

Según el WMD, en el corazón de la especulación se encuentran grandes nombres de la banca como Goldman Sachs, Morgan Stanley, Barclays, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan.

Este poder de fuego de los grandes fondos financieros se ha exacerbado con la crisis económica mundial.

"Los gobiernos han emitido dinero para estimular la economía. El sector financiero ha aprovechado este aumento de la oferta monetaria no para prestar más al sector productivo sino para aumentar sus operaciones especulativas", afirma Haig.

Hambrunas y disturbios

Niños en Afganistán

LA FAO alertó que la lucha contra la hambruna ha sufrido una desaceleración en los últimos años.

Una vara para medir el impacto que puede tener un aumento sostenido del precio como el que se viene registrando desde julio son los disturbios de 2007-2008.

El salto incontrolable de los precios en esos meses previos al estallido financiero produjo violentas protestas en 31 países –de Perú a Bangladesh– con un saldo de decenas de muertos y centenares de heridos.

En el terreno mismo, el WDM vio de primera mano el impacto que los precios tenían en familias que se veían obligadas a tener una sola comida al día y a reducir drásticamente la variedad de su dieta.

"Cuando una sociedad no satisface necesidades básicas del ser humano, cuando vemos malnutrición y el fantasma de la hambruna, es casi inevitable que se produzcan manifestaciones y disturbios", le dijo Haig a BBC Mundo.

En los últimos seis meses de 2010, en el marco de un segundo salto de los precios de los alimentos, unas 44 millones de personas cayeron en la pobreza extrema.

El problema se agrava en el contexto de una economía mundial que todavía no ha salido de la hecatombe financiera de 2008.

La desaceleración global –el Fondo Monetario Internacional acaba de bajar nuevamente su estimación del crecimiento global de 2012– pone en peligro el nivel de empleo en un mundo que tiene más de 1.300 millones de personas que viven con ingreso de US$1,25 por día.

Sumarle a este crecimiento anémico, una inflación de productos no sustituíbles como los alimentos, parece una fórmula para el desastre.

Fuente:

BBC Economía

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30 de mayo de 2012

FAO: Peligro de hambre y desnutrición en el mundo

HambrunaMexicoUno de cada siete hombres, mujeres y niños es víctima de la subnutrición / La FAO estimó que las pérdidas y el desperdicio de alimentos asciende a mil 300 millones de toneladas al año

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) advirtió que, mientras uno de cada siete hombres, mujeres y niños es víctima de la subnutrición, el desarrollo no puede ser sostenible.

De acuerdo con un informe titulado Hacia el futuro que queremos: poner fin al hambre y hacer la transición hacia sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles, publicado este miércoles en el portal digital de la FAO, el organismo insta a los gobiernos a establecer y proteger el derecho a los recursos, especialmente para los pobres.

El documento elaborado para la Cumbre de Río+20, que se llevará a cabo el próximo mes de junio en Río de Janeiro, Brasil, sostiene que, a pesar del considerable adelanto en el desarrollo y la producción de alimentos, cientos de millones de personas pasan hambre porque no tienen los medios para producir o adquirir la comida necesaria para llevar una vida sana y productiva.

Para el director general de la FAO, José Graziano da Silva, "la búsqueda de seguridad alimentaria puede ser el hilo conductor que conecte los distintos desafíos que afrontamos y ayude a construir un futuro sostenible", por ello "en la Cumbre de Río tenemos una oportunidad invaluable para estudiar la convergencia entre los programas de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad".

Asimismo, en el informe se señala que "es indispensable mejorar los sistemas agrícolas y alimentarios para que el mundo tenga una población más saludable y ecosistemas más sanos", por lo que llama a incorporar incentivos para el consumo y la producción sostenibles, promover mercados agrícolas y de alimentos justos, reducir los riesgos e invertir recursos públicos en bienes públicos esenciales, especialmente innovación e infraestructura.

En cuanto al consumo, el documento indica que es vital pasar a una alimentación nutritiva que deje menos huella en el medio ambiente.

La FAO estimó que las pérdidas y el desperdicio de alimentos asciende a mil 300 millones de toneladas al año, equivalentes a una tercera parte de la producción mundial para consumo humano.

Sobre la producción, la organización insta a afrontar el agotamiento de los suelos, el agua y los nutrientes, las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación y la degradación de los ecosistemas naturales.

Fuente:

27 de octubre de 2011

Nuevo jefe de la FAO advierte que el agua es una barrera para alimentar al mundo

Especial: Demografía

Jose Graziano

Graziano denuncia que mientras 1.000 millones pasan hambre, 2.000 millones son obesos.

La necesidad de incrementar la productividad agrícola para alimentar a la creciente población global -ya somos 7.000 millones- está ejerciendo una fuerte presión sobre los recursos naturales, especialmente el agua, según el brasileño José Graziano, director general electo de la FAO.

"El agua se ha convertido en el principal obstáculo para aumentar la producción, especialmente en algunas áreas como la región andina, Sudamérica y los países subsaharianos", dijo en entrevista con la BBC el que será próximo número uno del Organismo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

De acuerdo con los cálculos de la FAO, en 2050 la producción de alimentos tendrá que ser un 70% mayor para poder mantener el ritmo de crecimiento de la población.

Graziano afirma que, pese a la presión sobre los recursos naturales que supone el creciente número de seres humanos sobre la Tierra, es posible terminar con el hambre con cuatro acciones principales: aplicación de modernas técnicas en la agricultura (muchas ya disponibles), crear una red de seguridad social para la población más vulnerable, recuperar para la agricultura los productos locales y cambiar los patrones de consumo de los países ricos.

"Si pudiéramos cambiar los patrones de consumo de los países desarrollados, habría comida para todos", comenta. "Desperdiciamos mucha comida en la actualidad, no solo en la producción, sino también en transporte y consumo".

Según Graziano, titulado en Agronomía, Economía Rural y Sociología, mientras en los países ricos desperdician comida, 1.000 millones de personas pasan hambre.

"Necesitamos asegurar que esa población pueda alimentarse, facilitarles buenos trabajos bien pagados o, si no, encontrar una fórmula de protección social".

El brasileño dice que los programas de transferencia de dinero sirven a unas 120 millones de personas en América Latina, lo que ha ayudado a reducir las tasas de desnutrición en la región.

Graziano aboga por expandir esos programas a otros países afectados, especialmente en África.

Mercados locales

Otra acción que podría ayudar a luchar contra el hambre, argumenta, es recuperar la agricultura de productos típicos de cada región.

Además, agrega que, en tanto esos productos no son materias primas, no se ven afectados por cambios repentinos en el precio, beneficiando así a consumidores y productores. También pueden crear un ciclo de producción y consumo local.

"Lo que hace la comida cara es el transporte, porque la producción es muy barata. Si pudiéramos diversificarla, volver regionales los canales de distribución, los precios serían mucho menores".

Graziano también afirma que estimular los productos tradicionales ayudaría a diversificar las fuentes de comida.

"En la actualidad, hay sólo unos pequeños productos responsables de la alimentación de 7.000 millones de personas".

Según comentó en la entrevista, la prioridad dada a los alimentos presentes en los mercados internacionales, por ejemplo, reduce la capacidad de América Latina en la producción de fríjol, una fuente tradicional con alto valor nutritivo que se obtiene a bajo costo.

Problema de la obesidad

La diversificación de la producción agrícola también serviría para afrontar otras preocupaciones relacionadas con la comida: el incremento de la clic obesidad, incluso en países pobres.

Procción azucarera en Brasil

Graziano defiende que el etanol de Brasil no afecta al precio de los alimentos.

Graziano asegura que el número de personas con una dieta inadecuada o con obesidad ya está en los 2.000 millones, el doble de quienes pasan hambre.

Y lo atribuye al estilo de vida moderna, que desincentiva la actividad física y facilita el acceso a comida industrializada, normalmente con altas concentraciones de azúcares.

Por eso, el brasileño cree que la lucha contra la obesidad debería incluir campañas educativas "que están siendo descuidadas".

"Creemos que nuestras madres sabían lo que se debía comer. Eso podría servir para nuestras abuelas, que solían tomar los alimentos de la huerta, pero las madres de hoy buscan comida rápida porque pasan mucho tiempo trabajando fuera de la casa".

Graziano también argumenta que las multinacionales de comida rápida deberían ser conscientes de su responsabilidad en este problema e incrementar la presencia en sus menús de alimentos frescos, como frutas y verduras.

Biocombustibles

El que en la actualidad es todavía director regional de la FAO para América Latina y el Caribe destaca otros dos problemas que, junto a la obesidad, son parte de la reciente discusión sobre la producción de alimentos alrededor del mundo.

Son la supuesta competición entre agricultura para la alimentación y la producción de biocombustibles, y los riesgos que la agricultura impone a la preservación del medioambiente.

Destaca que dos de las tres áreas que más producen biocombustibles, EE.UU. y Europa, han experimentado alzas en el precio de algunos alimentos por tener que competir con los biocombustibles.

Pero en la tercera, su país natal, los estados en que se produce etanol a partir de caña de azúcar no están observando ningún impacto en los precios de los alimentos, pues la fuente está sobre todo en tierras que no eran productivas y que lo son gracias a la modernización de las técnicas.

"Igual que hay colesterol bueno y malo, eso pasa con los biocombustibles".

Graziano agrega que no hay conflicto entre la preservación ambiental y la necesidad de expandir la producción agrícola.

"La intensificación de la producción a través de tecnologías modernas, reduciendo el uso de fertilizantes y pesticidas, pueden beneficiar enormemente el medio ambiente".

"Los avances tecnológicos en esa dirección deberían terminar con esta dicotomía entre los ambientalistas y los agricultores".

Fuente:

BBC Ciencia

24 de abril de 2011

Desde el 2004: Monsanto y sus transgénicos en el Perú


Relacionando la tradicional presentación de las damas en sociedad, el 12 de octubre de 2007 el reconocido diario El Comercio de Lima informaba que "Representantes de la transnacional de capitales estadounidenses Monsanto, líder mundial en la comercialización de productos transgénicos, se reunieron ayer con el mandatario Alan García en Palacio de Gobierno para informarle sobre los planes de la compañía de desarrollar un proyecto de semillas en el Perú." De seguro la presentación daba a conocer la dote que recibiría un posible consorte si aceptaba a la dama.


Ya desde 2004 se anticipaba la intención de Monsanto de ingresar a Perú, cuando Doris Sánchez, por entonces congresista, presentó la propuesta de 'ley de promoción de biotecnología moderna', que en realidad, camuflaba el ingreso institucionalizado de la transnacional y sus transgénicos. Así, desde la segunda mitad de 2004 hasta octubre de 2007, los seguidores de esta dama han recurrido a toda estrategia para lograr un consorte acorde con los intereses de la dama: desde la fallida ley, pasando por declaraciones amistosas, agresivas y sarcásticas, hasta invitaciones 100% pagadas a periodistas para visitar campos de cultivos OGM en Colombia y Estados Unidos. Y ha sido indudable, que tras más de tres años de intenso lobby, evidencien agotamiento de paciencia, pues, luego de la presentación formal de la dama en sociedad, transcurrieron 9 meses para anunciar un matrimonio nada menos que con el MINAG como consorte y el INIA como padrino.

Agotamiento de paciencia, o no, ciertamente las condiciones fueron inmejorables si recordamos que todo el ejecutivo tuvo facultades especiales para emitir las normas necesarias que permitieran un TLC con EEUU sin tropiezos. Con esta atribución servida en bandeja, en junio 2008, el Ministerio de Agricultura, con el INIA a la cabeza, informaron con orgullo que se hallaban elaborando el reglamento sectorial de bioseguridad y que su promulgación se realizaría en breve plazo.

Los argumentos de los padrinos de la dama Monsanto
El repentino apuro fue mencionado por El Comercio, y, la explicación provino del seguidor más pro-Monsanto del país "Para Alexander Grobman, experto en temas de biotecnología, esta empresa no podrá elaborar investigaciones de semillas transgénicas en nuestro país mientras no exista el marco legal para ello”.

El Comercio añade "Grobman consideró que una empresa como Monsanto, con unas espaldas financieras muy anchas, puede ubicarse en el país que lo considere apropiado. Ya está en Colombia, Brasil, Argentina, China, India, entre otros. Una compañía multinacional puede estar en todas partes y ahora ha elegido al Perú", terminó declarando Grobman, muy entusiasmado, para el diario de mayor tiraje en el Perú.

Lo que -verdaderamente- debiéramos entender entrelíneas es que, si Monsanto “puede estar en todas partes y ha elegido Perú para establecerse", serán sus seguidores quienes harán lo imposible para que se constituya el marco legal adecuado. Por tanto, tampoco debe llamar la atención que tras la paciente labor de convencimiento de funcionarios y congresistas, Alexander Grobman, conocido negociante de semillas, actualmente se desempeñe como asesor del Ministro de Agricultura, en una posición inmejorable para influir en la política agraria de un país, a favor de un matrimonio con la dama Monsanto.

La labor de convencimiento de Grobman ha sido tan efectiva, que el MINAG actúa como novio embelesado, negándose a escuchar los antecedentes de la novia MONSANTO y de los desastres que ha suscitado en otros países.

Padrinos menos estratégicamente ubicados tienen a su cargo la labor mediática. Luis Destéfano por ejemplo, otorga entrevistas y se da tiempo para comentar nuestros artículos. Uno de ellos, 'Tabaco y transgénicos (con "T" de trampa)', mereció sus observaciones (ver carta y nuestra respuesta en el Boletín Compartiendo # 30 - 2008, del 20 julio). Indudablemente, está en todo su derecho de emitir opinión, y nosotros a su vez de extrañarnos que, en lugar de identificar la similitud de falta de ética entre las compañías tabacaleras y las compañías agroquímicas (que era de lo que trataba el artículo), manifestara "... le diré que si yo fumo lechuga lo más seguro es que también me produzca cáncer en el largo plazo. Por qué preguntará Ud.? pues por los productos de combustión. El tabaco no produce cáncer por la nicotina sino por los productos de combustión (el alquitrán entre ellos).

Por lo tanto su comparación no corresponde." (sic)

Así como Luis Destéfano, otros conocidos científicos pro-transgénicos evaden sistemáticamente la alusión a la falta de honestidad ejercida por las transnacionales en general y las de insumos agrarios en particular; precisamente, en honor a que observamos esta sordera selectiva preparamos otro artículo 'La 'etica' de los pro-transgénicos: una nueva rama de la filosofía (cinco estudios de caso)'.

Queda claro, entonces, que no quieren perder tiempo en asuntos de ética, ante todo, ellos son "científicos, expertos y como tales, tienen la razón".

Por nuestro lado, haciendo esfuerzo por generar empatía y tratar de entender a estos iluminados de la ciencia, entre los que se suman Ernesto Bustamante y Ricardo Fujita, conozcamos los cuatro argumentos que últimamente vienen exponiendo en los medios...

Argumento 1
"Los alimentos transgénicos tienen equivalencia sustancial con cualquier otro alimento; la FAO indica " La equivalencia sustancial en este sentido significa que las plantas modificadas genéticamente o los alimentos derivados de ellas son equivalentes a sus homólogos tradicionales y se pueden tratar de la misma manera que éstos con respecto a la inocuidad"."

(http://www.fao.org/ag/agn/agns/biotechnology_safety_equivalence_es.asp)

Son innumerables los estudios y evidencias que refutan esta afirmación; la lectura paciente y sistemática de éstos le llevará a la conclusión que los transgénicos, ni son equivalentes sustanciales con los alimentos tradicionales, ni mucho menos son inocuos.

Argumento 2
"No queremos imponer cultivos transgénicos, podemos co-existir; para ello existen barreras naturales y métodos de cultivo que impiden la contaminación genética"

Argumento 3
"Los cultivos transgénicos son lo más parecido a los orgánicos, usan menos agroquímicos y además tienen mayor productividad"

Si estos dos argumentos fueran ciertos ¿dónde quedarían las numerosas experiencias que verifican y confirman la contaminación genética de cultivos tradicionales cuando conviven con transgénicos? ¿dónde los juicios de Monsanto a los agricultores porque demanda el pago de regalías? ¿dónde, a su vez, los registros de las productividades decrecientes y del aumento paulatino del uso de agroquímicos porque los insectos y malezas se hacen resistentes?

Argumento 4
"Todos pueden opinar, pero las decisiones políticas deben estar en manos de los expertos"

De todos los argumentos, quizá sea éste el que pinta más de cuerpo entero a los científicos pro-Monsanto pues refleja el real tipo de consistencia entre su verbo y su praxis. Su inicial generosidad e interés por el bienestar de la humanidad se desdibuja con actitudes altaneras, excluyentes y dictadoras, intercaladas con insultos y frases destempladas cada vez que alguien osa contradecirles.

En el último momento del segundo debate en el programa Objetivos (radio San Borja, domingo 24 setiembre, 8am), Luis Destéfano reflexionó y sentó posición (asumimos que en nombre de todos los pro-transgénicos) "Para terminar quiero decir lo siguiente, yo creo que este debate es muy importante, sin embargo, yo digo que, este debate debe ser al final, decidido por los expertos. Y aquí quiero citar a un hombre de Estado, del siglo XVII, irlandés, Edmundo Burke, que decía que en una república, tu representante te debe, no sólo su inteligencia y su capacidad, sino también su capacidad de juzgar, su capacidad de juicio, pero él te va a traicionar si en lugar de usarlos, sacrifica todo eso y toma tu opinión.

"Entonces, la política, las formulaciones de políticas nacionales no se pueden llevar por un concurso de belleza de la opinión pública, cómo va el viento, cómo va la mayoría. Un gobierno debe liderar y liderar significa muchas veces irse contra lo que es popular y tomar lo que realmente es útil para el país y esto es lo que yo espero en estos momentos de mis gobernantes."

¿Realmente nos debemos quedar al margen? ¿Quién debe tener ingerencia sobre los recursos naturales como bien común? Siendo la alimentación un derecho primordial para todo ser humano ¿no debiera preocuparse para que sea sana, nutritiva y segura?

Antes de “callarse para siempre”, se desata el debate megadiverso anti-transgénicos

Felizmente, y como debe ser, el debate en Perú sobre el ingreso de los transgénicos ha motivado la intervención de los líderes de opinión de los diversos sectores. A continuación, recogemos algunos fragmentos de las opiniones.

Antonio Brack, ministro del Ambiente, reconocido ecólogo, experto sobre el potencial de los recursos de nuestra biodiversidad; "El futuro de la agricultura del Perú está en los alimentos orgánicos. Los cultivos transgénicos van a favorecer sólo a unos pocos."

Gastón Acurio, chef de prestigio internacional y exitoso empresario; "La agricultura transgénica no es conveniente para la economía del Perú porque la naturaleza del Perú es de gran biodiversidad que le permite convertirse en la gran marca de productos orgánicos en el mundo y los productos orgánicos tienen un valor agregado."

Fernando Villarán, economista, experto en promoción y desarrollo de las micro y pequeñas empresas, creador del Centro de Planeamiento Estratégico-CEPLAN; "Cada vez más personas aceptan que la principal fortaleza estratégica del Perú es su megadiversidad; no solo biológica, sino también geográfica, climática, cultural, racial... Poner en peligro estos logros, así como sus potencialidades, para darle gusto a unos cuantos importadores de semillas alteradas genéticamente es algo absurdo e irresponsable."

Rafo León, comunicador, difusor convencido de nuestros paisajes; "Algo me dice, doctor Grobmann, que quien no tiene vela en este entierro es usted."

William Arteaga Donayre, coordinador general de Agro y Agroindustria de PromPerú; "Nuestro país es tan rico y megabiodiverso que no necesitamos los transgénicos para el desarrollo de nuestra agricultura. Con el manejo del clima y de lo que tenemos, es suficiente."

Asociación de Exportadores-ADEX; las noticias subrayaron que ADEX "...descartó cualquier interés por promover los cultivos transgénicos en nuestro país"; "...demandó un mayor apoyo del Estado a la agricultura orgánica"; "...reafirmó su apuesta por la agricultura orgánica y apoya suspender el ingreso de semillas transgénicas por el riesgo a la salud, ambiente y biodiversidad."

Carmen Felipe-Morales, Susana Villarán, Isabel Álvarez, Roelfin Haak, María Isabel Remy, John Earls, Mario Tapia, Alfredo Stecher, Julio Díaz Palacios, Eduardo Zegarra, Zósimo Huaman, Nelson Manrique, Jaime Delgado, Mariano Valderrama, Fernando Eguren, Gonzalo Portocarrero, Alfredo García, ... , todas estas personalidades suscribieron la declaración pública 'Antes de que sea demasiado tarde, Moratoria de 5 años a la entrada de transgénicos'.

Convención Nacional del Agro Peruano-Conveagro (con sus 19 federaciones agrarias nacionales), RAE Perú, RAAA, ANPE Perú, CCE, que juntas representan a más de medio centenar de gremios de productores y asociaciones de promotores y consumidores, suscribieron otro comunicado público 'Transgénicos ¿Por qué tanta prisa?', también publicado en Perú.21 y La República

77% de ciudadanos respondió estar en desacuerdo con los transgénicos en la encuesta del diario La República, publicada el 24 de julio, con más de mil votantes.

El ingreso de transgénicos al Perú, ya sea como cultivos o como insumos en productos transformados, afectará el futuro de los 28 millones de peruanas y peruanos, por ello, bienvenido un debate activo y participativo. La tecnología de los transgénicos suscita una reacción megadiversa y no debe quedar restringido a unos "expertos" que desean ser empleados de Monsanto.

Fuente:

Con Nuestro Perú

3 de febrero de 2011

En protección de bosques, "América Latina es la que más decepciona"


La deforestación disminuyó a nivel mundial, pero América Latina sigue dejando mucho que desear en materia de recuperación de bosques.

Así lo asegura la "Situación de los bosques del mundo 2011", un informe publicado este miércoles por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO.

Cifras

La deforestación cayó de 16 millones de hectáreas al año a 13 millones a nivel mundial

El 57% de los bosques primarios del mundo se encuentra en América Latina

La mitad de la deforestación neta en todo el planeta ocurre en Brasil

Hay 4.000 millones de hectáreas forestadas en la Tierra




El organismo evalúa cada dos años el estado de los bosques a nivel mundial y presentó su nuevo estudio en Nueva York, donde la ONU marcó con una ceremonia el inicio del Año de los Bosques.

A nivel mundial, la FAO señala que la deforestación disminuyó de 16 millones de hectáreas al año en la década de 1990 a aproximadamente 13 millones de hectáreas.

Teniendo en cuenta la forestación y la expansión natural de bosque en áreas antes destinadas a agricultura, se estima que la pérdida neta de bosques a nivel mundial es de 5,2 millones de hectáreas por año, una superficie aproximadamente del tamaño de Costa Rica.

La buena noticia según la FAO es el aumento de la reforestación en Asia, especialmente en China e India. América Latina, donde se encuentra el 57% de los bosques primarios del mundo, es una de las regiones que menos recupera sus bosques, de acuerdo al informe.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

10 de enero de 2011

FAO: Precio internacional de los alimentos alcanzó picos históricos

Pese a los riesgos, la situación del Perú es menos vulnerable, según los analistas

El índice de precios internacionales de los commodities alimenticios (CA) de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas alcanzó su nivel histórico más alto en diciembre, por encima de los récords anotados entre el 2007 y el 2008, en plena crisis internacional. Para el Perú es preocupante una mayor cotización del trigo, maíz y soya que se importa.

La FAO advirtió que podrían venir tiempos difíciles si no aumenta la producción de alimentos en los próximos años. Entre el 2009 y el 2010, factores climáticos redujeron de forma importante la producción de granos en Argentina, Australia y Rusia. Ello, sumado a la creciente demanda de biocombustibles y de alimentos por países con fuerte crecimiento (como China, India o el propio Brasil), configura un escenario de alza de precios.

El índice de CA de la revista “The Economist” ha subido 27,2% en los últimos 12 meses y el índice de alimentos del Commodity Research Bureau (CRB), además de señalar una muy clara tendencia al alza, subió 12,45% desde el 22 de noviembre del año pasado al día de ayer (06 de enero de 2011).

Impacto moderado

Según el gerente de Estudios Económicos del BCP, Juan Carlos Odar, dado lo descrito y que en los últimos cinco años la inflación local ha estado determinada –para bien o para mal– principalmente por los precios de los alimentos y el costo del transporte, habrá un efecto al alza en la inflación durante la primera mitad del año, pero que no rebasará la meta del Banco Central para el año (entre 1% y 3%).

Además, aquellos comestibles no son consumidos directamente, sino que se importan en calidad de insumos para productos intermedios. Tomemos el caso de los fideos: el trigo puede duplicar su precio, pero eso no significa que se vaya a duplicar el precio de los fideos porque el trigo, dentro de la estructura de costos, representa tan solo un porcentaje de los costos totales de producción.

Por otro lado, como dijo la mañana de ayer el ministro de Agricultura, Rafael Quevedo, la producción nacional está en niveles normales –si bien un poco atrasada en el caso del arroz– y las alzas en el mercado no estarían justificadas desde ese punto de vista. Aparentemente, la preocupación del Ejecutivo tiene que ver más con los precios de fuera, que ya nos generaron dolores de cabeza inflacionarios en el pasado.

Le pega más a los más pobres

Para el economista Kurt Burneo y el antropólogo y demógrafo Carlos Eduardo Aramburú, el efecto del incremento de los precios internacionales impactará mucho más en los más pobres, pues estos dedican una proporción de hasta el 70% de sus ingresos a comprar alimentos. Aramburú agrega (contrariamente a lo que podría pensarse) que el consumo de fideos y aceite es altísimo en la sierra y la selva y que está presente “prácticamente en todas las villas del país”.

Fuente:

El Comercio Perú
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