31 de octubre de 2012
'Halloween', un desgaste fonético aprovechado al máximo por el cine
El desgaste fonético de la expresión inglesa "All hallow's eve", traducida como víspera de todos los santos, ha permitido a la industria del cine y del consumo convertir "Halloween" en toda una mina de productos que el consumidor ha asumido ya como tradicionales.
Acuñada inicialmente como "All Hallow-even", siendo 
"even" una variante arcaica de "eve" ("víspera"), según ha explicado a 
EFE el catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Alicante 
Félix Rodríguez, esta expresión ha sufrido con el paso del tiempo "un 
acortamiento y un desgaste" que ha dado lugar a la palabra que hoy 
conocemos.
A partir de ahí, "Halloween", como fecha asociada por su 
significado celta al mundo de las sombras y del invierno, ha saltado a 
los cinco continentes "debido a la enorme influencia del inglés", ha 
apuntado Rodríguez, doctor en Lingüística Románica por la Universidad de
 Alberta (Canadá).
"Con ello se asegura la incorporación de un anglicismo 
más a nuestro inventario léxico cotidiano, pese a lo exótico de su 
morfología", ha añadido.
Para los investigadores la noche del 31 de octubre era 
una de las citas festivas más importantes de la cultura celta, en la 
que, bajo el nombre original de "Nos Galan-gaeaf", algo así como la 
noche de las calendas, se recibía al invierno y se decía adiós al 
verano, pues para esta civilización sólo existían dos estaciones.
Desde el punto de vista económico, según señalan otros 
expertos y autores de libros -la mayoría de ellos editados en lengua 
inglesa-, esta misma noche, que abría el periodo conocido como Samhain, 
suponía el cierre de la cosecha agraria y la llegada de los días 
invernales.
Para soportar las bajas temperaturas, la fiesta era calentada e iluminada con hogueras.
A partir de aquí, las tradiciones y las leyendas adquieren y recogen aspectos y filosofías distintas,
 pues algunos entendidos consideran que los celtas "invitaban" a este 
festín a los seres queridos que ya habían pasado a mejor vida y, a 
través de las hogueras o pequeñas candelas encendidas, iluminaban el 
lugar donde era la fiesta para que las almas acudieran a la misma.
Para otros especialistas en esta materia, las pequeñas luces sólo servían para ahuyentar a los malos espíritus.
No obstante, la mayoría de los escritos reflejan que la 
noche del 31 de octubre permitía, según la tradición celta, una 
comunicación fluida entre la vida terrenal y el más allá, de ahí que las
 familias celtas colocaran en sus hogares dulces y trozos de carne para 
ser hospitalarios y agradecidos con sus "visitantes".
La cultura cristiana intentó desvirtuar este significado 
de la última noche del mes de octubre al fijar la celebración de día de 
Todos los Santos, en la que se honra y recuerda a los ya fallecidos.
No obstante, la tradición de la noche del 31 de octubre 
viajó hasta los Estados Unidos en la mente y la idiosincrasia de los 
colonos que partieron desde Gran Bretaña, quienes a esas horas nocturnas
 y a esa fiesta ya la denominaban "All-hallow even", víspera del día de 
Todos los Santos.
Las aportaciones propias de cada familia a esta tradición
 alargan la historia de esta noche, aunque siempre, según indican los 
investigadores, relacionada con aspectos originales, como son las 
calabazas (recuerdan el significado de la cosecha) o las luces que se 
colocan en el interior de las mismas, que rememoran aquellos fuegos que 
guiaban a las almas buenas o ahuyentaban a las malas.
Asimismo, las visitas de niños disfrazados de fantasmas a
 los domicilios del vecindario entregando o pidiendo dulces recuerdan 
los dones que se ofrecían a las "almas viajeras".
Es entonces cuando la
 industria, especialmente la del cine , ve en "Halloween" un filón, con 
películas de terror que inundan la pantalla de sangre, vísceras y 
herramientas para matar de todo tipo.
A esta industria se sumó la dedicada a la 
comercialización de todo tipo de elementos, desde disfraces y máscaras a
 productos gastronómicos y fiestas en locales de ocio.
En definitiva, todo un desgaste fonético que puede desgastar bolsillos.
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