A nuestro alrededor, una gran variedad de tecnologías están
llegando a la mayoría de edad, transformando nuestro mundo en formas
complejas que son difíciles de predecir.
Anticipar lo que va a venir requiere prestar atención a elementos
menos conocidos pero importantes del mundo natural antes de que nos
atrapen sin estar preparados. Varios de estos ya están listos para
generar tecnologías que serán un punto de inflexión y crearán nuevos
conocimientos.
Con esto en mente, pedimos a una red de expertos que nos dijeran
cuáles son los temas de investigación que más los entusiasman y cuáles,
los que más les preocupan. Seiscientos sesenta respondieron. Creemos que
sus respuestas lo sorprenderán.
Futuras fronteras
Como es de esperar, las mismas tecnologías de las que muchos de
nosotros leemos y hablamos son también prioritarias en las mentes de los
expertos. Los problemas complejos que surgieron incluyeron a los
sospechosos habituales, la inteligencia artificial, la modificación del
genoma humano, la energía sostenible y el futuro de las armas.
Pero si queremos estar mejor preparados para esperar lo inesperado,
debemos escuchar con más atención. La Encuesta de Futuras Fronteras
apunta precisamente a eso. En lo profundo de los datos, encontramos
voces cuyas esperanzas y temores sonaron diferentes a los del resto.
A partir de estas respuestas intrigantes, extrajimos ocho Fronteras
Futuras de la ciencia y la tecnología que todos deberíamos conocer más.
Cuatro son muy prometedoras y cuatro representan grandes riesgos.
Las cuatro más prometedoras
1. Biología cuántica
¿Cómo pueden las plantas convertir la luz solar en energía química
con la que pueden vivir en una milmillonésima parte de un segundo? ¿Cómo
pueden las aves detectar el campo magnético de la Tierra para navegar
miles de millas? ¿Cómo puede nuestro ADN mutar al azar sin causa
aparente? ¿Qué es la conciencia?
Comprender cómo evolucionó la biología para aprovechar el
comportamiento manifiestamente cuántico y qué papel puede tener la
física cuántica en el cerebro humano es un área de investigación
incipiente pero en crecimiento. Podría responder a algunos de los
mayores misterios de la ciencia y conducir a tecnologías que superan
nuestra imaginación. Obtenga más información en este artículo.
2. Aprendizaje automático a través de pequeños datos
No pasa un día sin que aparezca alguna noticia sobre cómo la
inteligencia artificial cambiará nuestro mundo. Pero la IA que hoy
conocemos tiene grandes limitaciones. Para que las máquinas aprendan, se
requieren enormes conjuntos de datos de capacitación. Cuando se
enfrentan a situaciones que difieren de los ejemplos utilizados en la
capacitación, colapsan. La inteligencia humana hace exactamente lo
opuesto. Vemos una nueva situación que nos sorprende, y con datos muy
escasos, nuestros cerebros se programan para generalizar y, la mayoría
de las veces, con excelentes resultados.
Los sistemas de inteligencia artificial que conocemos hoy en día
siguen siendo impresionantes, pero probablemente son como un pequeño
poni que repite siempre el mismo truco. Un sistema que puede aprender
con tanta agilidad como un ser humano y ofrecer servicios valiosos sin
la necesidad de grandes cantidades de datos de capacitación sería un
verdadero cambio. Podría equiparar o superar nuestras propias
capacidades.
3. Superconductividad a temperatura ambiente
Pocas cosas han cambiado la condición humana más que nuestra
capacidad para aprovechar la energía eléctrica. Pero con el tiempo, la
electricidad que almacenamos en una batería se degrada, y cuando
transmitimos electricidad a través de cables, siempre algo de energía se
pierde. Los materiales superconductores pueden lograr la transmisión y
el almacenamiento de electricidad sin pérdidas, y crear poderosos campos
magnéticos que nunca se debilitan.
Imagine trenes de levitación que pueden alcanzar velocidades
increíbles; un mundo alimentado enteramente por granjas solares en el
desierto; computadoras ultrarrápidas; máquinas económicas de resonancia
magnética; y otras tecnologías que jamás hemos soñado.
Sin embargo, los superconductores que tenemos hoy en día solo
funcionan cuando se enfrían a cientos de grados bajo cero. Esta es una
hazaña técnicamente difícil que hace que la tecnología superconductora
sea imposible de escalar comercialmente. Lograr la superconductividad a
temperatura ambiente transformaría el mundo de una manera comparable a
cuando comenzamos a usar electricidad.
4. Venómica
Desde arañas y escorpiones hasta ranas y caracoles, existen más de
220.000 especies que producen los complejos cócteles de toxinas llamados
venenos. Los venenos contienen proteínas poderosas que han evolucionado
para actuar con rapidez y de manera muy precisa, uniéndose a objetivos
específicos en el cuerpo como un candado y una llave, con un efecto
devastador. En resumen, son las drogas perfectas que nos provee la
naturaleza. Si los expertos en química pudieran producir medicamentos
que funcionen tan bien como el veneno, veríamos un aumento drástico en
la eficacia de los medicamentos y una disminución en los efectos
secundarios.
Una de las razones por las que los fabricantes de medicamentos no
han usado más los venenos es la dificultad de esclarecer su compleja
composición química para identificar los ingredientes activos. Pero la
aplicación de nuevas tecnologías 'ómicas', herramientas que caracterizan
sistemáticamente las diferencias en el ADN, el ARN, las proteínas y las
moléculas involucradas en las estructuras celulares y el metabolismo,
están permitiendo que los científicos descodifiquen y cataloguen la
estructura del veneno a un ritmo mucho más rápido. Podrían conducir a
una revolución en el descubrimiento de medicamentos para tratar
enfermedades humanas.
Ya sean drones, armas de fuego o robots, lo que define a los
sistemas de armas letales autónomas (lethal autonomous weapon systems,
LAWS) es que, una vez desplegados, toman sus propias decisiones sobre
cuándo usar o no su fuerza letal.
Para obtener información completa, lea este artículo de Peter Maurer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja.
2. Fenotipo digital
Los fanáticos de la ciencia ficción han soñado durante mucho tiempo
con dispositivos portátiles que diagnostican enfermedades y dolencias
con un escaneo rápido del cuerpo. Dicha tecnología está ahora cerca de
hacerse realidad, con la llegada de algoritmos que pueden analizar
grabaciones de video, texto y audio para identificar patrones sutiles, o
anomalías que los ojos y oídos humanos no pueden captar.
Si bien el fenotipo digital podría empoderar a las personas,
también podría usarse para evaluar de forma pasiva a las poblaciones sin
su consentimiento o conocimiento. Las cámaras de seguridad y vigilancia
se han convertido en un hecho cotidiano en ciudades, centros de
transporte, oficinas e incluso escuelas. Pronto, estos sistemas podrán
captar cambios en nuestra salud física y mental sin que nosotros lo
sepamos.
La expansión de dispositivos digitales que rastrean nuestros
patrones de comportamiento podría incluso estar a punto de cambiar el
campo de la psiquiatría, escribe Amit Etkin, Profesor Asociado de
Ciencias de la Psiquiatría y el Comportamiento en la Universidad de
Stanford, en este artículo.
Lo que hagan las empresas, los gobiernos o terceros con esos datos
abrirá una nueva frontera en los ya complicados debates sobre privacidad
de datos y derechos digitales.
3. Neuromodulación no invasiva
Fuerzas intangibles, como las corrientes eléctricas, las ondas de
ultrasonido y la estimulación magnética, pueden utilizarse para alterar
los estados mentales, los comportamientos o la fisiología del cerebro en
formas que solían requerir traspasar el cráneo por medio de una cirugía
o ingerir medicamentos. Esto ha dado como resultado nuevos tratamientos
para la depresión persistente o el alivio de los temblores de la
enfermedad de Parkinson sin tener que implantar un dispositivo en el
cerebro del paciente.
Pero sin una regulación clara, esta tecnología es fácil de usar en
formas no aprobadas, que podrían poner a los consumidores en riesgo. Ya
existe un pequeño mercado que se desarrolla en torno a los kits de
estimulación cerebral caseros. Llevando las conclusiones a un extremo,
no es difícil imaginar un futuro en el que las empresas y los gobiernos
puedan implantar dispositivos para manipular los estados mentales de los
trabajadores, soldados o ciudadanos, regulando sus niveles de vigilia,
sumisión a la autoridad, temores o inhibiciones.
Para obtener más información sobre la ciencia de control mental no invasiva, vea nuestra entrevista con Antoine Jerusalem, Profesor en el Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Oxford.
4. Justicia predictiva
Esta es la capacidad de usar inteligencia artificial, técnicas de
neuroimagen y datos masivos para identificar individuos y situaciones
hipotéticas donde existe una alta probabilidad de que ocurra un delito.
La inteligencia artificial utilizada en las salas de juzgados puede
ayudar a que la justicia sea más eficiente, pero considere los riesgos
en un mundo donde proliferan los algoritmos de falsificación de pruebas.
Nos enfrentamos a una revolución digital, sostiene Daniela Piana en este artículo que analiza la ética de la justicia predictiva.
Depende de nosotros garantizar que sigamos siendo gobernados por la ley
en lugar de caer en la trampa de hacer que el imperio de la ley sea
igual a la regla del código.
A menudo se suele espantar al pueblo aseverando que sin religión, sin códigos morales inculcados por lo ultraterreno, el ser humano caería en la depravación, el crimen y el “todo vale”.
Los códigos morales religiosos, pues, abogan por unos principios
indiscutibles de bondad, por unos valores que deben propagarse incluso
aplicando la fuerza punitiva. Dejando a un lado incluso la idea de que los valores son siempre discutibles (podéis leer más al respecto en ¿Se están perdiendo los valores?), lo irónico es que existen pruebas bastante sólidas que indican que los pueblos son morales con independencia de sus creencias religiosas. A todo esto se suma que los códigos morales religiosos no sólo contienen sentencias profundamente inmorales a la luz de la moralidad contemporánea
sino que su inculcación no se basaba tanto en la argumentación racional
como en el aplicar dolor, tortura y sufrimiento infinito en quienes
incumplieran sus mandatos indiscutibles. Este divorcio entre cómo entendía la sociedad laica y la sociedad
religiosa la compasión hacia el prójimo (aunque el prójimo no cumpla las
leyes morales o incluso pertenezca a otro credo religioso), empezó a ser patente a finales del siglo XVIII. Entonces, ya el abogado inglés William Eden
abominaba de los castigos crueles en los criminales. Pero quizá uno de
los personajes más influyentes en la época al respecto fue el economista
y científico social milanés Cesare Beccaria gracias a su libro de 1764 De los delitos y las penas. Un libro del que bebieron Voltaire, Diderot, Thomas Jefferson y John Adams. La tesis central del libro fue que la justicia debería otorgar el máximo de felicidad en el mayor número de personas,
y que el castigo sólo era legítimo si se usaba para disuadir a las
personas de causar a otras personas más daño del que ellas mismas han
sido objeto: “Si se decreta un castigo igual para dos delitos que
perjudican a la sociedad en grados distintos, nada disuadirá a los
hombres de cometer el más grave tan a menudo como sea posible al gozar
de mayores ventajas”. No se discute aquí si la visión jurídica y moral de Beccaria es científicamente plausible o si se atenía a las evidencias, sino que resultaba irónicamente más compasiva, empática y profunda que los códigos morales articulados hasta el momento, incluidos los de procedencia religiosa. Tanto es así que el libro de Beccaria fue incluido en el Índice de Libros Prohibidos y criticado por el erudito jurídico y religioso Pierre-François Muyart de Vouglans, tal y como explica Steven Pinker en Los ángeles que llevamos dentro:
Muyart se burlaba de la sensibilidad lacrimógena de
Beccaria, lo acusaba de socavar de forma imprudente un sistema que había
resistido la prueba del tiempo, y defendía que los castigos duros eran
necesarios para contrarrestar la depravación innata del hombre, iniciada
con el pecado original. Sin embargo, las ideas de Beccaria salieron
victoriosas, y en el espacio de pocas décadas se abolió la tortura
punitiva en todos los países occidentales.
En definitiva, hubo un salto moral cualitativo: ya no se
consideraba al infractor de la moral como un impío sino como una persona
normal que había cometido un desliz o que había sido encaminada a
cometerlo. Y lo más importante: este cambio moral e intelectual laico pasó de valorar moralmente las almas a valorar las vidas terrenales:
La doctrina del carácter sagrado del alma suena vagamente a elevación
del espíritu, pero en realidad es algo muy maligno. Reduce la vida en la
Tierra a sólo una fase temporal por la que pasan las personas, una
fracción infinitesimal de su existencia. La muerte se convierte en un
mero rito de iniciación, como la pubertad o la crisis de los 40. A la
gradual sustitución de vidas por almas como un locus de valor moral
ayudó el ascenso del escepticismo y la razón. Nadie puede negar la
diferencia entre la vida y la muerte o la existencia del sufrimiento,
pero para tener creencias sobre lo que pasa en un alma inmortal tras
separarse del cuerpo hace falta adoctrinamiento.
Los datos procedentes de la biología evolutiva, la neurociencia y la
genética, además, proponen al ser humano como un ser social que, en
condiciones de escasa conflictividad y recursos suficientes para todos, resulta esencialmente moral y justo
(e incluso altruista, o egoísta cooperador, como prefiramos
denominarlo). Los valores morales son, pues, universales, y no importa
si existe religión o no de por medio, sino si procura un contexto social
donde se promuevan de una forma fundamentalmente no coactiva. Por
ejemplo: ¿Dónde hay más confianza entre las personas? En los lugares donde hay más ingresos y la calle está más limpia o ¿Cuáles son los países con más homicidios del mundo? De hecho, si los valores morales han progresado es precisamente
porque la religión ha ido perdiendo progresivamente prerrogativas a la
hora de inculcar sus códigos morales (así como su modo de inculcarlos),
tal y como explicaremos en la próxima entrega de este artículo.
¿Tiendes
a actuar sin pensar demasiado o bien reflexionas con calma tus opciones
antes de elegir? Según explica un estudio que se publica en Nature, las personas que emplean más tiempo decidirse suelen escoger alternativas más egoístas, mientras que los actos impulsivos tienden a ser cooperativos.
Los
participantes en el experimento, que se realizó a través de una
plataforma on line, recibían 40 céntimos y tenían que decidir cuánto
aportar en una especie de fondo común. Al final del ejercicio, se doblaría la cantidad del bote y esta se repartiría entre los cuatro `donantes´.
De esta forma, si todos contribuyesen con sus 40 céntimos, al final
cada jugador tendría 80 céntimos. Este es el primer pensamiento. Pero,
si se hacen cuentas, se encuentran alternativas más lucrativas.
Por ejemplo, si un jugador no donase nada, pero los otros tres lo
donasen todo, al final del experimento cada jugador recibiría 60
céntimos, que unidos a los 40 del principio, haría un total de un dólar
para el participante que decidió no aportar nada.
¿Cuáles fueron
las decisiones de la gente? Después de repetir la prueba con varios
grupos, los investigadores, de las Universidades de Harvard y Yale
(EEUU), descubrieron que las personas que elegían más rápido donaban una
media de 27 céntimos, mientras que los más reflexivos donaban solo 21
céntimos de media. En otro experimento en el que la mitad de los
participantes tenían mucho tiempo para pensar, mientras que el resto
disponía tan solo de diez minutos para elegir, los resultados revelaron que estos últimos tomaban las decisiones más cooperativas.
Los
científicos concluyen que las personas cooperan más cuando piensan
deprisa, es decir, cuando toman la decisión más intuitiva. "Si se paran a
reflexionar, se dan cuenta de que existen otras situaciones más egoístas
de las que sacar beneficio", explica David Rand, uno de los autores.
"Sin embargo, el primer impulso que surge automáticamente es más
cooperativo".
Escultura de una vaca, del Neolítico, hallada en Rusia. | ELMUNDO.es
La desigualdad social y también la que sitúa al hombre y a la mujer en un plano diferente se remonta a hace 7.000 años,
casi en los inicios del Neolítico, el momento en el que la Humanidad se
asentó en el territorio para dedicarse al cultivo de la tierra. Así lo
confirman los esqueletos de más de 300 agricultores primitivos, que se han encontrado en Europa central.
Un equipo de investigadores británicos, de las universidades de
Bristol, Cardiff y Oxford, han demostrado, gracias a estos restos, que los que fueron enterrados con sus azadas tenían mejores tierras que los que no las tenían, que eran, precisamente, las hembras. El trabajo, que se publica en la revista 'Proceedings of National
Academy of Science' (PNAS) esta semana, bajo la coordinación del
profesor Alex Bentley, se centraron el estudio de las piezas dentales de
300 individuos diferentes, encontrados en siete yacimientos diferentes
del centro del continente. Para determinar su lugar de origen, los investigadores realizaron análisis de los isótopos de estroncio
que tenían. Fue así como determinaron que los varones con azadas de
piedra (que usaban para allanar y tallar la madera) tenían menos
variables en esos isótopos que los que no las tenían. Para Bentley esta
diferenciación sugiera que los primeros tenían acceso a tierras más
cercanas y mejores que los segundos. "Los hombres enterrados con las herramientas parecen haberse alimentado de productos de zonas de sedimentos, más productivas, que eran las elegidas por los primeros agricultores", afirma el profesor de Bristol.
Mujeres inmigrantes del Neolítico
Los niveles de isótopos de estroncio revelaron, además, que las mujeres del Neolítico no habían nacido en las zonas donde se encontraron,
sino que habían llegado de fuera para encontrar pareja. En otras
palabras, no eran las propietarias de la tierra, y eso significa que ya
entonces existía un patriarcado, sistema centrado en el parentesco de
los varones y en el que las mujeres no heredan propiedades y se tienen
que mover para buscar quien alimente a sus criaturas.
Sería, pues, la primera semilla de una desigualdad entre ambos géneros y entre diferentes clases sociales que no existía antes y que aún rige en todo el planeta, con distintos grados. "Nuestros resultados, junto con otros estudios arqueobotánicos,
indican que los primeros granjeros alemanes ya arrendaban la tierra y
que los orígenes de la diferenciación social quizás haya que buscarlos
en el Neolítico temprano", apunta Bentley. Habría sido entonces cuando
las tierras y el ganado comenzaron a pasar de una generación a otra en
Europa. Luego, con la Edad de Bronce, la de Hierro y la desigualdad industrial, aumentó la prosperidad, pero también florecieron las semillas de esa desigualdad que ya había quedado sembrada en el Neolítico.
El origen de la monogamia
Pero la necesidad de las hembras de buscar al varón que mejor las proveyera de alimentos
es muy anterior a ese momento, y no había variado sustancialmente desde
la época en la que aún estaban en los inicios de la evolución de la
especie.
Otro estudio, también publicado en PNAS, y que se sirve de modelos con variables matemáticas, relaciona esta preferencia con la fidelidad a la hembra, algo que ya trató el arqueólogo Manuel Domínguez-Rodrigo en su libro 'El origen de la atracción sexual humana' (Akal). En este caso el autor, Sergey Gavrilets, de la Universidad de
Tennessee, asegura que fue esa elección de los mejores abastecedores
como compañeros, la que acabó por sustituir la poligamia por la monogamia, hoy es el modelo más extendido. Al establecerse relaciones estables y duraderos, también se redujo la competencia entre los machos para obtener favores de las hembras, como ocurre entre otros simios, y aumentó la implicación parental con las crías. El estudio demuestra matemáticamente las hipótesis sobre la
transición a la monogamia no son factibles biológicamente si no tiene en
cuenta la capacidad de elección y la fidelidad de las hembras. Eran
ellas las que elegían con quien querían relaciones. Como los machos peor situados tenían menos posibilidades de obtener
una hembra que los mejor situados dentro del grupo, el primero trató de 'comprar' los favores femeninos con alimentos,
lo cual, según Sergey Gavrilets, le daba resultado. "Y como las hembras
demostraban preferencia por esos 'aprovisionadores', al margen de su
posición, la competencia entre ellos se fue apagando", afirma. "Una vez comenzó el proceso, la especie se fue adaptando a grupos de varones abastecedores y hembras fieles", argumenta. Cientos de miles de años después, ellas acabaron dejando a sus
familias, en busca de mejores candidatos.
Para entonces ya las habían
excluído de la posesión de la tierra.
Métete por un instante en la mente de un bebé y mira el vídeo. El pato trata de abrir la caja pero el elefante de la derecha se lo impide. Es un chungo, y como tal lo interpreta el bebé. Esto ya se sabía. Pero ¿qué pasa si a continuación el que pide ayuda es el elefante chungo? Pues que a partir de ocho meses de edad ponemos la situación en contexto y nos parece bien que se castigue al que se ha portado mal. Es decir, que la idea de "venganza justiciera" despierta a temprana edad. En otras palabras, llevamos un Charles Bronson dentro.
José Godoy anunció que apelará el fallo de la jueza Flor de María La Rosa, del 33 Juzgado Penal de Lima, por considerar que "carece de motivación". Caso podría ser llevado a la CIDH.
El bloguero peruano José Alejandro Godoy fue condenado a tres años de prisión suspendida, en un juicio por difamación que le entabló el ex congresista Jorge Mufarech Nemy, en lo que se considera la primera sentencia en Perú contra el autor de un blog.
Nuestra posición
El blog Conocer Ciencia manifiesta su más profundo rechazo a la ilegal sentencia dictaminada contra el bloguero José Alejandro Godoy, autor del blog Desde el Tercer Piso. Una jueza, militante del partido aprista para más señas, acaba de sentenciarlo a tres años de cárcel por publicar un artículo contra el corrupto, y cobarde, Jorge Mufarech Nemy (su perfil oficial, como congresista aquí). Don Mufa querrelló al blogger peruano exigiéndole un pago de un millón de dólares (más detalles sobre la querella en Reportaje al Perú).
Consideramos que estamos frente a un atentado ocntra la libertad de expresión en el Perú. Asimismo llamaamos a todos los bloggers a denunciar y cerrar filas contra este atropello. Cualquier atropello contra cualquier bloguer debe ser considerado como un atropello a nosotros mismos. Mas detalles sobre la sentencia en La Mula.
En 1984 Jorge Mufarech fue acusado por la Dirección General de Aduanas de subvaluar vehículos deportivos. El expediente se perdió. Director de Aduanas fue entonces un joven funcionario, Arturo Ramírez Salomón, que intentó llevar a cabo una reforma profunda del sistema. El 2002, Ramírez Salomón era de nuevo director de aduanas y Mufarech forzó su salida. ¿Fue porque la venganza es un plato que se come frío o porque Ramírez Salomón se negó a subir el precio de la popelina como se lo pedía Mufarech?
En 1994, a fines de noviembre y comienzos de diciembre, Mufarech coordinó personalmente una maniobra para hundir la candidatura presidencial de Alejandro Toledo y beneficiar la reelección de Fujimori. Mufarech intentó primero que El Comercio publicara en primera plana, el día que Toledo debía intervenir en el CADE, unos documentos que supuestamente demostraban una vinculación estrecha entre Toledo y Carlos Manrique, el notorio empresario de CLAE. El Comercio se negó a hacerlo sin atribución, así que Mufarech los llevó a Expreso, donde se publicaron. El daño a la candidatura de Toledo fue definitivo. Según el fugitivo publicista Borobio, entrevistado por agenciaperu.com, las palabras triunfales con las que Mufarech resumió su victoria fueron: "ahora sí cagamos a este cholo".
El 31 de agosto de 1998, Mufarech almorzó en el Swissotel con representantes de las empresas supervisoras de importaciones y otros miembros de la SNI. Mufarech sabía que iba a ser nombrado en una posición importante en el gobierno de Fujimori y Montesinos. Les pidió abiertamente ser informado sobre toda solicitud de importación de popelina que pudiera competir con él. Las supervisoras se negaron. Él les advirtió que les iba a declarar la guerra y lo hizo.
El 5 de enero de 1999, Jorge Mufarech se hizo ministro de Trabajo de Fujimori y Montesinos. Su gestión más notoria fue su hoy célebre conversación con el fugitivo José Enrique Crousillat, a quien le promete -como revelé en el audio propalado en el programa Periodistas en diciembre de 2001- que "esto va a ser manejado de una manera muy especial . yo te voy a mantener informado, no se va a resolver nada sin antes haberlo conversado y lo manejamos como es debido". Eso, en la peor etapa del montesinato y con uno de los principales cómplices de la dictadura.
En 1999, Aduanas, a través de su jefa, Carmen Higaona, inició una investigación a Mufarech por la importación subvaluada de un auto Jaguar. Mufarech acusó de todo a Higaona, a quien no se cansará de perseguir después; pero las investigaciones de El Comercio y las de Caretas apuntan a la justeza de la denuncia de aduanas contra Mufarech.
Pese a los berridos públicos en contra de Higaona en 1999 y el 2000, Mufarech pidió ayuda a Montesinos en ese caso, como este mismo se lo recordó en un interrogatorio el 24 de abril del 2002: "usted tenía un amigo que era Oscar López Meneses, vino y habló conmigo: Mira, todo lo que le están haciendo a don Mufa, . Farah también habló conmigo y me dijo, mira lo que están haciendo. Yo le digo: mira, el presidente está detrás de esto. .Entonces antes de irme yo a Panamá, hablo con Oscar López y con Pezantes, hicimos que se archivara el tema y ¿por qué?, porque era la única forma en ese momento. Lo hacíamos o no lo hacíamos, no hay otra. Entonces, el mismo Oscar López fue el que movió con Pezantes para que eso se pudiera archivar. Yo hablé con Pezantes para que posibilitara todo ese tema y no viera la acusación. Ese fue el desenlace de ese tema".
La versión de Montesinos ya había sido expresada en octubre del 2001, cuando la ex fiscal Hilda Valladares le dijo lo siguiente a Mufarech: "En contra no [nadie le pidió actuar], pero sí a favor suyo, señor Mufarech. El señor López Meneses, atribuyéndose amistad con el señor Montesinos, me solicitó que actuara a favor del señor Mufarech, sin embargo intervine con total imparcialidad. Al señor Meneses no lo conozco personalmente, pero sí sé que es amigo del señor Mufarech. Este señor se permitió decir que por encargo del señor Montesinos me solicitaba apoyar al señor Mufarech y lo curioso es que en tanto tiempo, el señor Mufarech jamás se ha dedicado a criticar la figura del doctor Montesinos..."
Otros casos:
Protección de contrabandistas (según confesión pública en conversación con Javier Corrochano); presunta extorsión a empresarios bolivianos; apropiación ilícita de un terreno de propiedad de Humberto Pinazo; ataque contra el sistema anticorrupción, en coordinación con figuras vinculadas con la mafia y con la colaboración de algunos individuos deshonestos y otros descerebrados de este régimen.
El peor efecto es que el sujeto que destruyó la candidatura de Toledo el 95, el tránsfuga vertiginoso que pasa del íntimo kimono de Fujimori y Montesinos en 1999 a las filas de Andrade el 2000 y a las de Toledo el 2001, haya utilizado en forma tan abierta, grosera e impune los mecanismos más poderosos del Estado para fines propios y bastardos.
En el proceso, la Comisión de Fiscalización se ha convertido en un palo de gallinero, tan totalmente desnaturalizada por Mufarech que a los otros miembros solo les queda el recurso de proclamarse tontos para no ser considerados cómplices. Y en cuanto al presidente de la República, lo mejor que se puede decir es que lo agarraron de lorna.
El bloguero peruano José Alejandro Godoy fue condenado a tres años de prisión preventiva y el pago de 350 mil soles por los links que puso en un post en su blog.
Suena incomprensible, pero así es la cosa.
Godoy maneja un blog sobre política llamado “Desde el tercer piso“. En este espacio, el bloguero publicó un artículo contrario al ex parlamentario Jorge Mufarech, en el que, para documentación, agregaba enlaces a diversos reportajes sobre denuncias anteriores hechas contra el congresista por otros medios de prensa.
Consecuentemente, Mufarech se querelló porque supuestamente Godoy lo calumnió al enlazar estos artículos. La jueza Flor de María La Rosa consideró que los alegatos de Mufarech estaban justificados, y condenó a Godoy a la pena que mencionamos al principio.
La falta de sustento jurídico de la sentencia, que hace por válidos todas las exigencias del querellante, así como lo excesivo de la condena, suponen un claro atentado a la libertad de expresión sin precedente alguno en la historia de Perú. Se trata, por otra parte, de la primera sentencia que se produce en este país contra un blogger.
Se trata de un fallo muy polémico, debido a que ni siquiera se está condenando a Godoy por algo que escribió, sino por linkear lo que otros escribieron – es decir, por citar fuentes. O la jueza no entendió, o hay algo que está muy mal ahí.
Ya ha habido varias muestras de apoyo, mientras que en Twitter se ha agrupado la discusión al respecto bajo el hashtag #fuerzagodoy.
En febrero de 2007, un personaje de pasado fujimorista denunció a un blogger peruano. Ricardo Flores Chipoco (a) "Riflo" presentó una denuncia ante la Divindat contra DASH, administrador de un blog de automovilismo. Riflo no demandaba a Dash por lo que éste haya dicho, sino por las opiniones de los comentaristas de su blog (opiniones, evidentemente, poco favorables a Riflo). Antes de que el incidente pasara al Poder Judicial, demandante y blogger conciliaron y allí quedó la historia.
En agosto de 2009, un personaje de pasado fujimorista denunció a un blogger peruano. Esta vez, el incidente podía expresarse en cifras: un millón de dólares es lo que le pide Jorge Mufarech a José Alejandro Godoy. ¿El delito de Godoy? Linkear o, en castizo, enlazar hacia otras páginas webs. Pero, ¿eso es un delito?
Como diría la canción, linkear no es un delito porque hasta Google linkeó.
El hipertexto se ha vuelto algo tan común que no nos detenemos a pensar en él. En mi blog yo puedo decir, por ejemplo, "el hijo de Alan García denuncia a periodista de La Primera" y convertir ese texto en un hipertexto, es decir, en un link que te conduce un artículo del diario La Primera que cuenta el caso. Lo que estoy haciendo, implícitamente, es sustentar mi propio texto con todo el otro texto al que he enlazado. Es como decir "a mí no se me ha ocurrido de la nada que el hijo de Alan ha demandado al periodista. No, yo afirmo lo que digo basado en lo que se dice en otra web, a la que pueden llegar si hacen click en este texto".
El hipertexto es la arquitectura misma de la web. Los links no sólo sirven para que las páginas se relacionen entre sí y navegar entre ellas, sino que principalmente funcionan para que los buscadores sepan de qué tratan las páginas. Por ejemplo, si ustedes buscan a José Alejandro Godoy en Google el primer resultado será su blog, que no se llama Godoy sino "Desde el tercer piso". ¿Por qué sucede esto? Porque muchas personas han convertido a "José Alejandro Godoy" en un hipertexto que enlaza hacia su blog. Los robots de Google leen ese hipertexto y concluyen, acertadamente, que si buscas a Godoy seguramente quieres encontrar ese blog.
Ya. Ahora prueben buscando "Jorge Mufarech" en Google. No, mejor, como propone el visitado blog Pospost, busquen "Jorge Mufarech" + "corrupción". Van a pasar un rato divertido leyendo cualquiera de los más de cuatro mil resultados que arroja Google con textos no precisamente muy halagadores hacia el ex ministro fujimorista/ex congresista toledista.
¿Por qué, entonces, Jorge Mufarech no demanda a Google? ¿Por qué, en cambio, demanda a Godoy, quien, usando hipertextos, simplemente recordó el rosario de acusaciones periodísticas que ha cargado el Jaguar de la política?
En la carta notarial que le dirigió al blogger hace un mes, Mufarech asegura que la información de Desde el tercer piso "resulta atentatoria contra mi imagen y honor de mi persona y familia, cuando en los buscadores de internet se consigna las palabras Congresista Mufarech, Jorge Mufarech y Mufarech Nemy".
Si Mufarech quería limpiar su nombre en Internet, su abusiva demanda ha conseguido precisamente lo contrario. Que pruebe ahora buscando esos mismos términos para ver qué encuentra: decenas de blogs que lo tratan de loco para abajo.
La gente en Internet es incontrolable, pero eso no lo entienden nuestros autoritarios políticos. La abortada Ley Mordaza del aprismo apuntaba, entre otros objetivos, a los usuarios de Internet, obligando a que todos declaren sus nombres completos y "lugar exacto desde donde se emite" el medio (medios electrónicos incluidos, por ejemplo, blogs o cuentas en Twitter o Facebook), además de agregar innecesariamente que el delito de difamación también se ejerce a través del "periodismo digital a través de la Internet" (¿por qué no se especificó la televisión o la radio?).
¿Es coincidencia que la demanda contra Godoy aparezca en el contexto de la Ley Mordaza? Ni una ni la otra prosperarán, pero han cumplido su misión. La advertencia a los internautas peruanos ya está hecha: los estamos observando, los estamos chequeando, ya no pasan piola. No sólo lo que escriban será sujeto a escudriño, sino también lo que linkeen. Para la Internet peruana ha
Earthlings (Terrícolas) es un documental acerca de como nuestra especie utiliza actualmente a otras especies animales. Para ello se utilizan cámaras ocultas e imágenes del día a día de las prácticas de algunas de las más grandes industrias del mundo que se enriquecen con los animales.
El documental está dividido en cinco partes: mascotas, alimentación, pieles, entretenimiento y experimentación. La finalidad del documental es la denuncia de las actividades especistas.
La Corte Federal de Nueva York falló contra Ecuador en el caso Chevron - Texaco
Chevron - Texaco tiene que responder por esto:
Cifras escalofriantes:
El 30% de la selva ecuatoriana, unos 5.000 kilómetros cuadrados, está contaminada por el petróleo derramado por Texaco. Los 300 pozos abiertos generan 20 millones de litros diarios de desechos tóxicos que son derramados sin tratamiento previo en 1.000 charcas a cielo abierto. Se filtra por la tierra y con la lluvia llega a los ríos y contamina los acuíferos. Cada día se queman en gigantescos mecheros junto a los pozos 50 millones de metros cúbicos de gas sin control ambiental, provocando una lluvia ácida. La mortalidad en la Amazonia ecuatoriana es el doble de la nacional. Tienen el triple de casos de infecciones en la piel y el doble de anemias, micosis, desnutrición y tuberculosis. La incidencia del cáncer es seis veces mayor. Hay documentadas más de 500 muertes relacionadas directamente con esta contaminación.
El juicio más grande de toda la historia contra una multinacional
Se trata del más grande juicio colectivo de la historia contra una empresa transnacional: las comunidades indígenas del nororiente de Ecuador, donde se realiza la actividad petrolera, reclaman una compensación de 27.000 millones de dólares. En Ecuador se le conoce como el juicio del siglo.
Los demandantes, unos 30.000 indígenas y colonos mestizos (reunidos en Frente de Defensa de la Amazonía), acusan a la compañía Texaco, adquirida por Chevron en 2001, de echar al ambiente más de 18.000 millones de galones de aguas contaminadas y de producir derrames de petróleo crudo de aproximadamente 17 millones de galones a lo largo de su actividad en Ecuador, entre 1972 y 1990.
Esas prácticas ilegales produjeron contaminación del suelo, de las aguas subterráneas y de los arroyos y ríos de la zona, la que, de acuerdo con los demandantes, ha causado cáncer, defectos congénitos y abortos en las poblaciones indígenas.
Así informa Periodistas en Español: Chevron rehusó tratar el juicio ante los tribunales ecuatorianos, por lo que el caso se trasladó a Estados Unidos, pero tras ser examinado por los tribunales de ese país, éstos resolvieron que la jurisdicción ecuatoriana era perfectamente válida.
Los cambios de jurisdicción y las maniobras legales de todo tipo han hecho que el juicio lleve ya más de 16 años.
Desde mediados de febrero, el proceso está en manos del nuevo presidente de la Corte provincial de la nororiental provincia de Sucumbíos, Leonardo Ordóñez, quien reemplazó al juez Juan Núñez, acusado por Chevron de haber aceptado supuestos sobornos.
"Lo único que le pedimos al doctor Ordóñez es que trabaje con apego a la ley, con transparencia e imparcialidad, y no permita más abusos de Chevron para seguir retardando el juicio", dijo el abogado del Frente de Defensa de la Amazonia, Pablo Fajardo, en un comunicado.
Entre las maniobras realizadas por la petrolera estadounidense están las que el ex ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, Fander Falconí, confirmó en enero, en contra de que se le prorrogara a Ecuador las preferencias arancelarias para su comercio con Estados Unidos.
Según declaró Falconí, Chevron había puesto en marcha en 2009 "una de las gestiones más fuertes y feroces que ha enfrentado la política exterior ecuatoriana", para impedir la renovación de las preferencias a Ecuador.
La contratación de firmas de abogados, el empleo de negociadores expertos y la acción diplomática ecuatoriana lograron contrarrestar la influencia política y diplomática de Chevron en Washington, describió Falconí antes de dejar el cargo.
Las preferencias arancelarias a las que hizo referencia el ex canciller son las que Estados Unidos otorga a cientos de productos de Ecuador, Colombia y Perú en compensación por la lucha de contra el narcotráfico. Bolivia, otro país que era favorecido por la iniciativa, quedó excluido de este esquema el año pasado.
El revés para el pueblo ecuatoriano (o las estrategias dilatorias de Chevron-Texaco)
Así informó, el viernes 12 de marzo, El Comercio del Ecuador: Leonard Sand, juez principal de la Corte Federal del Distrital de Nueva York, desestimó el pedido del Gobierno ecuatoriano y de los afectados de la Amazonia. Estos solicitaron que se suspendiera temporalmente el arbitraje que se sigue en la Corte Permanente de La Haya.
El 23 de septiembre de 2009, Chevron presentó una demanda de arbitraje internacional contra Ecuador por considerar que este violó el Tratado Bilateral de Inversiones Ecuador-Estados Unidos y de los acuerdos de inversión y el derecho internacional.
Esa consideración de Chevron es con base en el juicio que afronta desde 1993 por los daños ocasionados en la Amazonia ecuatoriana, durante sus operaciones petroleras entre 1972 y 1990.
Según Sand, dependerá de los árbitros determinar el tiempo y los parámetros de cualquier procedimiento de un tribunal. “Esta Corte encuentra que al menos hay un asunto sujeto de arbitración”, dijo, aunque también señaló que los argumentos de la petrolera no eran del todo fuertes.
Han Shan, coordinador por la Campaña Limpien a Ecuador de Amazon Watch, se lamentó: “Es frustrante y deja un mal sabor esta actitud del juez. No hay mérito para detener el juicio en Lago Agrio (Ecuador) porque fue la misma petrolera la que pidió llevar el caso a Ecuador. Este es un asunto legal y así tiene que procederse”.
Los efectos
El cálculo de afectados es de 30 000. Además de la pérdida de sus campos, estos sufren daños en su salud con casos de leucemia, cáncer de útero y otros.
Un grupo de 15 colonos y nativos de la Amazonía planteó el juicio ante Texaco en Estados Unidos. Lo hizo en Nueva York, el 3 de noviembre de 1993. Durante 10 años, el proceso se desarrolló ante la justicia estadounidense. Pero por pedido de Texaco, el proceso pasó a la Corte de Sucumbíos.
Shan, quien también asistió a las audiencias que se realizaron el miércoles y ayer en la Corte de Nueva York, afirmó que no es ningún triunfo para Texaco ( hoy Chevron). Pero coincidió con obviamente alargar más el proceso y consumir recursos y tiempo.
“La petrolera está jugando a cansar y agotar a los indígenas y esto no va a ocurrir”, dijo Shan al tiempo que insistió en que es preciso intensificar la presión social y política para lograr que el pedido de los indígenas prevalezca.
¿Y qué gana Chevron-Texaco con todo esto?
Pues es evidente, Chevron-Texaco no quiere pagar 27 mil millones de dólares, entonces ¿quién los pagará? Para Chevron-Texaco la respuesta es elemental: El Esatado Ecuatoriano.
Así informó el día de ayer, sábado 13 de marzo, el diario El Comercio de Ecuador: El Estado ecuatoriano deberá asumir el pago de las indemnizaciones que la Corte de Justicia de Sucumbíos establezca a favor de los afectados. Esa es la aspiración de la petrolera Chevron con relación a su pedido de arbitraje ante la Corte de La Haya.
Desde hace 16 años, la compañía estadounidense (antes Texaco) enfrenta un juicio por los daños ocasionados en la Amazonía durante la explotación petrolera entre 1972 y 1990.
Y el jueves 11, la Corte Federal Distrital de Nueva York (Estados Unidos) falló en contra del pedido ecuatoriano de que ordenara la suspensión del arbitraje iniciado por Chevron.
Luego de conocer esa decisión, los afectados, a través de sus representantes anunciaron una apelación. Incluso Pablo Fajardo, abogado defensor, anticipó que, independiente a la acción que asuma el Gobierno ecuatoriano, a través de la Procuraduría General, estos presentarán su apelación dentro de los 30 días de plazo que se tiene a partir del fallo.
Juristas comprometidos
Según la Agencia EPA: De su lado, el abogado de los demandantes ecuatorianos Steven Donziger dijo que, para él, "esta maniobra final es sólo el último capítulo de una larga pauta de abusos por parte de Chevron sobre los pueblos indígenas del Ecuador".
"Chevron actúa como un fugitivo de la Justicia en Ecuador, porque las pruebas que establecen su mala conducta son abrumadoras", explicó Jonathan Abady, otro letrado estadounidense que representa a las comunidades de la selva amazónica ecuatoriana ante la corte neoyorquina.
Para que la evolución de la cooperación fuera posible, ha sido fundamental para los individuos poder comparar sus esfuerzos y recompensas con las de sus compañeros. Para este fin, es fundamental desarrollar un estándar sobre lo que consideramos justo e injusto. El rechazo surge cuando se rompe con las expectativas del sujeto sobre lo que debería haber pasado según ese patrón o estándar.
Los monos capuchinos tienen capacidad de enfadarse si sus compañeros reciben una recompensa mayor que la suya en igualdad de condiciones. (Imagen: Aitor Agirregoikoa.)
Te dan cien euros con la única condición de que lo repartas con otra persona. Tú decides cuanto te quedas tú y cuanto ofreces al compañero. La regla del juego consiste es que si él rechaza la propuesta, los dos os quedáis sin nada. El 75 % de los individuos suele rechazar cualquier oferta inferior al 30 o 40% de la cantidad y ambos acaban con los bolsillos vacíos. A este experimento se denomina “juego del ultimátum” y de sus resultados se desprende la idea de que el sentimiento de justicia que posee nuestra especie es tan poderoso, que preferimos quedarnos con nada antes que aceptar situaciones que consideramos injustas.
Para que la evolución de la cooperación fuera posible, ha sido fundamental para los individuos poder comparar sus esfuerzos y recompensas con las de sus compañeros. Para este fin, es fundamental desarrollar un estándar sobre lo que consideramos justo e injusto. El rechazo surge cuando se rompe con las expectativas del sujeto sobre lo que debería haber pasado según ese patrón o estándar. Un sistema de dar y recibir favores, como es el de los primates, no se sostiene por gran tiempo si los actores no ponen obstáculos a conductas que lo destruyen, como la injusticia, el engaño, etc. Si alguien hace trampas, pone en peligro el sistema y los intereses de aquellos que no las hacen. Seguramente esta es la causa de que los humanos seamos en promedio tan buenos detectando a mentirosos. Este mecanismos es tan importante para el individuo, como para el grupo, pues si la cantidad de individuos egoístas supera en número a los altruistas, el futuro del grupo se verá amenazado y probablemente desaparezca. Este es uno de los argumento que apoya la teoría de que descendemos de homínidos muy cooperativos.
Los primatólogos Sara Brosnan y Frans de Waal, de la universidad de Emory, enseñaron a monos capuchinos a cambiar unas fichas de plástico por dos tipos de recompensa: uvas y pepino. Estos primates, al igual que nosotros, tienen preferencia por las uvas, pero se comen el pepino de una manera natural y sin grandes miramientos. El experimento comienza con el intercambio de la ficha por un trozo de pepino. En el siguiente paso, se introduce la condición de injusticia, dando sólo a uno de los dos una uva por la misma ficha. Lo interesante del caso es que cuando ven a un compañero recibir una recompensa mayor, llegado su turno rechazan el pepino y se niegan a realizar el intercambio, arrojando el alimento fuera de la instalación y mostrando conductas que nos recuerdan a la indignación humana. El principio de equidad requiere de la capacidad cognitiva de saber calcular el valor de lo que uno recibe y lo que da y es un potente mecanismo evitador de los conflictos sociales. Además, cumple la función de equilibrar la diferencia entre los costes y beneficios de la vida en grupo.
El sentido de la justicia, intercambio y atribución de valor en los primates:
El deseo de combatir las desigualdades, especialmente las que dividen el mundo en ricos y pobres, no es sólo una cuestión moral. Un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de California en Pasadena (Estados Unidos) y del Trinity College en Dublín (Irlanda) han descubierto la zona del cerebro donde nacen los sentimientos de paridad, justicia y equilibrio, aquella que más desarrollada debía de tener el famoso Robin Hood, que robaba a los poderosos para repartir el botín entre los desfavorecidos. Los resultados del trabajo se publican en la revista Nature.
Imagen del área del cerebro que muestra actividad ante la desigualdad / Elizabeth Tricomi - Rutgers University
Según los investigadores, los centros de recompensa en el cerebro humano responden con más fuerza cuando una persona pobre recibe una recompensa económica que cuando la premiada es una persona rica. Lo sorprendente es que este patrón de actividad se mantiene incluso si el cerebro que está siendo estudiado pertenece a alguien adinerado.
Desde hace tiempo se sabe que a los seres humanos no les gusta la desigualdad, sobre todo cuando se trata de dinero. Dígale a dos personas que trabajan en el mismo sitio y tienen las mismas funciones que sus sueldos son diferentes y comenzarán las problemas. Pero lo que no se conocía era cómo esos sentimientos tenían su propio «cableado» en el cerebro. Según explica Thomas N. Mitchell, profesor de Neurociencia Cognitiva del Instituto de Neurociencia del Trinity College e investigador principal del trabajo, con este estudio «comenzamos a tener una idea de dónde procede la aversión a la desigualdad. No es sólo la aplicación de una regla social o convención, existe también algo sobre el procesamiento básico de recompensas en el cerebro que refleja estas consideraciones».
50 dólares frente a cinco
El cerebro procesa las «recompensas», como comida, dinero o música agradable, que crean respuestas positivas en el organismo, en áreas como la corteza ventromedial prefrontal (CVMPF) y el cuerpo estriado ventral. En sus experimentos, los investigadores examinaron cómo el CVMPF y el estriado ventral reaccionaban en 40 voluntarios a los que se les presentaba una serie de escenarios de transferencia de dinero mientras pasaban por un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf). Así, en uno de los casos al participante se le decía que se le darían 50 dólares y 20 a otra persona; en un segundo escenario, el estudiante podía ganar sólo 5 dólares y la otra persona 50. Las imágenes de IRMf permitían a los investigadores examinar cómo el cerebro de cada participante respondía a cada posible intercambio económico.
Sin embargo, antes del paso por el escáner cada participante dentro de una pareja era asignado de forma aleatoria a una de dos situaciones: un participante obtenía una gran cantidad monetaria al inicio del experimento (50 dólares) mientras el otro comenzaba sin ningún dinero. La forma en la que los centros de recompensa cerebral de los voluntarios respondían ante los diversos escenarios dependía de si comenzaban el experimento con una ventaja financiera sobre sus compañeros.
Sin egoismos
«Las personas que comenzaron pobres tenían una reacción cerebral más fuerte ante las cosas que les daban dinero y no reaccionaban ante el dinero que se le daba a la otra personas», explica Colin Camerer, del Instituto de Tecnología de California y coautor del estudio. Lo que sorprendió a los científicos fue que en el experimento las personas que empezaban ricas tenían una reacción más fuerte cuando la otra persona conseguía dinero que cuando lo hacían ellas mismas. «En otras palabras, a sus cerebros les gustaba que los otros consiguieran dinero más de lo que les gustaba conseguirlo a ellos», añade Camerer.
Los investigadores saben ahora que estas áreas no sólo procesan el interés propio sino que además de responder a las recompensas que se consiguen también lo hacen ante las que consiguen otros individuos. Lo autores señalan que el siguiente paso es intentar comprender cómo estos cambios se trasladan a la conducta. Así, ponen como ejemplo a quien descubre que le pagan menos que a otro por el mismo trabajo y podría terminar trabajando con menos interés y motivación.
Los niños y las niñas experimentan la pobreza como un entorno que perjudica su desarrollo mental, físico, emocional y espiritual. Por tanto es especialmente importante ampliar la definición de pobreza infantil más allá de conceptos tradicionales como bajos ingresos de las familias o bajos niveles de consumo. Sin embargo, pocas veces se establece la diferencia entre la pobreza infantil y la pobreza en general y raramente se reconocen sus dimensiones.
Los niños y las niñas experimentan la pobreza con sus manos, mentes y corazones. La pobreza material –por ejemplo, comenzar el día sin un alimento nutritivo o verse obligado a realizar trabajos peligrosos– dificulta la capacidad cognoscitiva y el crecimiento físico. Vivir en un entorno que ofrece pocos estímulos o un apoyo emocional a la infancia, por otra parte, puede eliminar gran parte de los efectos positivos que se derivan de crecer en un hogar acomodado desde el punto de vista material. Al discriminar contra su participación en la sociedad y menoscabar su potencial, la pobreza no solamente provoca el sufrimiento entre los niños y las niñas, sino que también les resta poder.
La pobreza puede dejar profundos efectos biológicos y permanentes en los niños pequeños, que de adultos corren mayores riesgos de sufrir problemas de salud y tener ingresos más bajos, reveló una investigación presentada el fin de semana en San Diego, California.
Científicos estadounidenses definieron “una biología de la pobreza” entre los adultos que fueron pobres de niños, en particular si vivieron en la miseria antes de los cinco años de edad, según el estudio divulgado el domingo en la reunión anual de la Asociación estadounidense para el avance de la ciencia (AAAS).
“La pobreza tiene el potencial de modificar profundamente la neurobiología del niño pequeño en desarrollo” y puede afectar directamente toda su vida, dijo Greg Duncan, de la Universidad de California.
La primera infancia es un “momento crucial para establecer la arquitectura del cerebro que da forma al futuro cognitivo, social y de bienestar emocional del niño”, indicó el estudio.
“Los niños que crecen en un entorno desfavorable muestran niveles desproporcionados de reacción al estrés, y eso se nota a nivel de estudios hormonales, estudios neurológicos y a nivel de los perfiles epigenéticos”, dijo Thomas Boyce, de la Universidad de Columbia Británica en Canadá.
Para medir los efectos socioeconómicos de estos marcadores neurobiológicos de la pobreza, los investigadores analizaron datos demográficos de 1.589 adultos nacidos entre 1968 y 1975, incluyendo el nivel de ingresos de sus familias, años de educación alcanzados, así como datos de salud y antecedentes penales.
Encontraron “notables diferencias” en las vidas adultas de aquellos niños, según el nivel socioeconómico antes de los seis años.
“En comparación con los niños cuyas familias tenían ingresos de al menos dos veces más que los de la línea de pobreza durante su primera infancia, los niños pobres cursaron dos años menos de escolaridad en promedio, trabajan 451 horas menos al año y ganan menos de la mitad“, indicó el estudio.
Martes, 16 de febrero de 2010 Dos activistas de Greenpeace, juzgados en Japón por "robar" carne de ballena
Nueva cruzada contra los defensores del medio ambiente.
Recuerdan al inmortal personaje Jean Valjean, de la novela Los Miserables, que fue condenado a 5 años de prisión por robar un pedazo de pan?
Pues ahora, el corrupto poder judicial japonés estaría a punto de condenar a diez años de prisión a dos activistas de Greenpeace por apoderarse de 23 kilos de carne de ballena.
Toru Suzuki (i) y Junichi Sato (d) junto a su abogado el primer día del juicio. | Reuters
Los ecologistas podrían ser condenados a 10 años de prisión
Se apoderaron de una caja de carne para demostrar que su venta era ilegal
Teóricamente, es cazada por los barcos japoneses con objetivos científicos
Están acusados de robo y de traspasar una propiedad privada sin permiso
Los dos activistas se han declarado inocentes de los cargos
Dos activistas japoneses de la organización ecologista Greenpeace se han declarado inocentes al inicio del juicio al que son sometidos en Aomori (noreste de Japón) por robar carne de ballena.
El suceso ocurrió en abril de 2008, cuando Junichi Sato, coordinador de Greenpeace Japón, y Toru Suzuki se apoderaron de una caja con 23 kilos de carne de ese cetáceo cazado por el ballenero Nissin Maru, con la intención de demostrar su venta ilegal.
La carne de ballena, valorada en 59.000 yenes (485 euros), estaba en un almacén de la compañía transportista Seino Transportation en Aomori y, según los fiscales, iba a ser enviada a la tripulación del Nissin Maru como regalo.
Greenpeace pretendía demostrar que esa carne de ballena, que teóricamente es cazada por los barcos japoneses con objetivos científicos, es realmente utilizada para el consumo y no con una finalidad de investigación.
Durante la primera audiencia de su juicio en Aomori, Sato se declaró inocente de los cargos de robo y de traspasar una propiedad privada sin permiso.
Contrabando de carne de ballena
"Se trató de un intento de hacer pública la venta ilegal de carne de ballena. La carne no fue para consumo privado ni para la reventa", indicó Sato, de 33 años.
Sato y Suzuki mantienen que actuaron de esa forma con el objetivo de acusar a 12 tripulantes del ballenero Nisshin Maru de contrabando de carne de ballena, tras la campaña de caza de esos cetáceos en el Océano Antártico patrocinada por el Gobierno japonés.
Greenpeace asegura que 'Los dos de Tokio', como llama a sus activistas, fueron retenidos bajo custodia policial durante 23 días después de ser detenidos y afrontan la posibilidad de ser condenados hasta a 10 años de cárcel.