5 de agosto de 2014
Matemáticas agresivas: el rifle de Gauss
8 de septiembre de 2013
¿Por qué una bala gira cuando la disparan?
Ya sé que en la imagen no se aprecia, pero las armas hacen girar las balas cuando las disparan.
¿Y por qué?
Pues así, a botepronto, porque una bala vuela más lejos y más certeramente si lo hace girando.
Se podría argumentar que la distancia que alcanza el proyectil dependerá de la cantidad de energía adquirida por el proyectil por la explosión provocada por el disparo. Pero el caso es que la bala encuentra resistencia al movimiento en su trayecto: resistencia del aire, del agua…
Veamos un poco de historia.
Las primeras balas eran redondas bolas de plomo y su esférica forma hacía perder rápidamente la velocidad por el rozamiento con el aire. Alrededor de 1825 se desarrollaron balas de forma cilindroconoidal, mucho más aerodinámicas y que mantenían mucho mejor su velocidad de vuelo.
Pero presentaban un problema: su forma alargada provocaba que cualquier pequeña irregularidad en su superficie pudiera atrapar aire, de manera que su trayectoria se desviara ligeramente y su morro no apuntase hacia adelante. Este desequilibrio provocaba un aumento de la resistencia en el morro, un temblor o tambaleo y, en definitiva, una sensible disminución del alcance y la precisión.
Por ello se diseñan los cañones de las armas con unas ranuras en espiral. Los gases de la explosión circulan por ellos imprimiendo giro a la bala disparada. Y si la bala gira adecuadamente alrededor de su eje mientras vuela, el efecto de las imperfecciones se obvia y la velocidad y precisión aumentan notablemente.
Las balas han aumentado ahora su impulso. No solamente tienen impulso en el sentido del avance (momento de inercia), también tienen un impulso rotacional por el giro (momento angular).
Cuando la bala se tropiece con su objetivo, tanto el impulso lineal como el rotacional se transferirán al blanco, causando un mayor daño.
Tomado de:
Saber Curioso
18 de febrero de 2013
¿A qué profundidad se frena una bala?
Todos lo hemos visto en muchas películas: el héroe de turno se zambulle en el agua y los malos malosos se dedican a dispararle desde la orilla. El héroe bucea rodeado de una lluvia de balas.
¿Peligroso? Ciertamente, per no tanto como a primera vista parece.
Las armas de fuego han sido diseñadas para dispararse al aire libre y no bajo el agua. En el medio acuático funcionan mal principalmente por tres razones:
-el agua es mucho más densa y ofrece mayor resistencia al movimiento.
-los cañones de las armas de fuego dotan de giro al proyectil y este giro aumenta el rozamiento y facilita el frenado.
-el diseño de las balas está determinado por el medio aéreo.
Una vez puntualizado esto… ¿a qué profundidad debe bucear nuestro héroe para que las balas no sean letales?
Para conocer este dato se ha de considerar el calibre del proyectil, la densidad del agua y el coeficiente de frenado, pero de manera general se puede decir que una bala común disparada con un arma ligera (una 9mm por ejemplo) deja de ser letal a una profundidad entre 2,5 y 3 metros.
Esto teniendo en cuenta que la bala penetrara en el agua según una trayectoria perpendicular a la superficie. Pero cuando los malos disparan desde un muelle o un embarcadero, la trayectoria no es perpendicular, sino que forma un ángulo de unos 20º, o puede que 30º.
Es decir, que entrando en diagonal y para llegar a la misma profundidad, el camino a recorrer por el proyectil es mucho mayor. Un cálculo trigonométrico concluye que zambulléndose a un metro de profundidad, las balas dejan de amenazar la vida de nuestro héroe.
Tomado de:
Saber Curioso
11 de febrero de 2013
¿Cómo funcionan los chalecos antibalas?
Se componen de una armadura hecha de capas de acero reforzado, que es resistente y efectiva pero también pesada e incómoda.
Sin embargo, algunas municiones pueden incluso penetrar el acero y requieren otros materiales.
Los chalecos más novedosos emplean compuestos resistentes y ligeros de cerámica y titanio superpuestos.
Las protecciones de materiales blandos no son tan resistentes pero son más ligeras y pueden utilizarse con mayor discreción.
Están hechas con hebras entrelazadas de fibra sintética Kevlar.
Como en el caso de los chalecos antibalas tradicionales, las capas de este material deforman la bala y dispersan su energía.
Fuente:
BBC Ciencia
6 de noviembre de 2012
El Missile Mail, entre el correo tradicional y el email
Antes de que el hombre llega a la Luna, el correo llegará en pocas horas de Nueva York a California, a Gran Bretaña, a la India o Australia con misiles guiados.
28 de mayo de 2012
Un adolescente resuelve un problema planteado por Newton hace 300 años
Newton fue el más grande genio que ha existido y también el más afortunado dado que sólo se puede encontrar una vez un sistema que rija el mundo
Cuando nos explicaron en el colegio que este problema no tenía solución pensé que intentarlo no hacía daño. […] Creo que fue solamente la ingenuidad escolar. No creía que fuese capaz de encontrar una solución al problema
16 de enero de 2012
¿A qué profundidad se frena una bala?
Todos lo hemos visto en muchas películas: el héroe de turno se zambulle en el agua y los malos malosos se dedican a dispararle desde la orilla. El héroe bucea rodeado de una lluvia de balas.
¿Peligroso? Ciertamente, per no tanto como a primera vista parece.
Las armas de fuego han sido diseñadas para dispararse al aire libre y no bajo el agua. En el medio acuático funcionan mal principalmente por tres razones:
-el agua es mucho más densa y ofrece mayor resistencia al movimiento.
-los cañones de las armas de fuego dotan de giro al proyectil y este giro aumenta el rozamiento y facilita el frenado.
-el diseño de las balas está determinado por el medio aéreo.
Una vez puntualizado esto… ¿a qué profundidad debe bucear nuestro héroe para que las balas no sean letales?
Para conocer este dato se ha de considerar el calibre del proyectil, la densidad del agua y el coeficiente de frenado, pero de manera general se puede decir que una bala común disparada con un arma ligera (una 9mm por ejemplo) deja de ser letal a una profundidad entre 2,5 y 3 metros.
Esto teniendo en cuenta que la bala penetrara en el agua según una trayectoria perpendicular a la superficie. Pero cuando los malos disparan desde un muelle o un embarcadero, la trayectoria no es perpendicular, sino que forma un ángulo de unos 20º, o puede que 30º.
Es decir, que entrando en diagonal y para llegar a la misma profundidad, el camino a recorrer por el proyectil es mucho mayor. Un cálculo trigonométrico concluye que zambulléndose a un metro de profundidad, las balas dejan de amenazar la vida de nuestro héroe.
Así que… ¡menos lobos!
Nota sabionda: Los rusos inventaron una pistola submarina que no usa balas ordinarias sino un híbrido entre una bala y un arpón, con forma de cuello de botella y sin giro sobre su eje. Están fabricadas en un acero blando que permite la deformación sin que la bala estalle y su radio de efectividad se amplía a los 17 metros.
Fuente:
Saber Curioso
12 de diciembre de 2011
Cómo dibujaban los matemáticos la trayectoria de una bola de cañón antes de la invención del cálculo
Esta imagen está extraída de un libro de texto de matemáticas escrito por el astrónomo y matemático neerlandés Daniel Santbech en 1561 titulado “Problematum Astronomicorum et Geometricorum Sectiones Septem.” Muestra la trayectoria de una bola de cañón. Una trayectoria triangular formada por una línea recta hasta alcanzar una altura máxima y luego otra recta vertical mostrando la caída a plomo de la bola a tierra. Un siglo más tarde la figura era algo más realista, como muestra la imagen de abajo, fechada en 1684 y extraída del libro de S. Sturmy, ”The Mariners Magazine, or Sturmy’s Mathematicall and Practicall Arts,” 2nd. edn. (London: William Fisher) p. 69. Sin embargo, sigue cayendo la bola en plan plomada al final de la trayectoria. Hasta aproximadamente 1700 estas imágenes no se transformaron en las “parábolas asimétricas” que hoy en día dibujaríamos.
Estas figuras están extraídas del interesante artículo de Seán M. Stewart, “On the trajectories of projectiles depicted in early ballistic woodcuts,” European Journal of Physics 33: 149-166, 2012 [el artículo ahora mismo es de acceso gratuito, previo registro en IOP, aprovecha]. Este artículo discute si trayectorias como la fechada en 1684 son realistas según la mecánica de Newton. Para que juzgues por ti mismo, abajo tiene una figura que muestra una de las trayectorias newtonianas de una bola de cañón. Muchos profesores de física disfrutarán del artículo que puede dar lugar a multitud de ejercicios elementales y no tan elementales de física para un primer curso de Física; y no solo teóricos, también ejercicios prácticos como el ajuste experimental de un modelo a las curvas presentadas en las figuras del s. XVII (dos parámetros bastan para un buen ajuste, como muestra Stewart en su artículo). Los que se animen que lo disfruten.