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12 de abril de 2013

Fuerza Aérea de EEUU reclasifica 6 herramientas digitales como armas

USAF

Increíble pero cierto. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha clasificado seis “cíber herramientas” como armas esto con el propósito de poder conseguir mayores fondos provenientes del presupuesto de guerra del pentágono.


El teniente general John Hyten, vice comandante del Comando Espacial de la Fuerza Aérea no dio a conocer los detalles de estas herramientas ahora transformadas en poderosas armas pero, comentó que la re asignación de las mismas ayudaría a las operaciones cibernéticas del ejército.

“Esto quiere decir que la capacidad para cambiar el juego cibernético tendrá más atención y el crédito que se merece” dijo Hyten en una conferencia de prensa y agregó: “Es muy, muy difícil competir por esos recursos (presupuesto) y tienes que hacer lo posible por obtenerlos”.

La ciberseguridad se ve cada vez más como un asunto de seguridad nacional pero los recortes al presupuesto en prácticamente todas las áreas han dificultado que se puedan tener avances en esta área. 

Hyten también comentó que le tomó años a la Fuerza Aérea el persuadir al gobierno para que se diera cuenta de lo importante que era la seguridad en el espacio y los elementos clave para la guerra, pero no tenía la misma disponibilidad de tiempo para dedicarle a la ciberseguridad.

Adicionalmente, se ha confirmado que se contratará a más gente para la la cíber unidad que actualmente consta de 6,000 empleados, la idea es integrar a 1,200 personas más incluyendo 900 integrantes del ejército.

Link: US Air Force reclassifies 6 cyber tools as weapons (The Register)


Tomado de:

FayerWayer

9 de diciembre de 2011

Ejército de Estados Unidos desarrolla un sándwich que dura fresco dos años

(c) BBC

Cazar serpientes con un cuchillo tipo Rambo o tomarse aceite de los tanques para sobrevivir en la guerra es parte de la ficción que nos ha dejado Hollywood. La realidad es que lo que comen los soldados no llega a un nivel tan extremo, pero puede saber igual de asqueroso.

Actualmente los miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos se alimentan de las MRE (Comidas listas para ingerir, por sus siglas en inglés), que consisten en bolsas con comida deshidratada que al prepararse parece papilla de bebé.

Las MRE son prácticas y ofrecen el contenido de energía necesario para rendir en el campo de batalla, lamentablemente saben a guano (o algo así dicen los soldados). La buena noticia es que los miembros del ejército no tendrán que sufrir más, ya que científicos desarrollaron un sándwich que dura fresco hasta dos años.

Sin magia ni ayuda de esos recipientes mágicos que venden en la televisión, el sándwich contiene ingredientes que impiden que la humedad haga de las suyas y genere bacterias que descompongan el alimento. También el paquete cuenta con un pequeño sobre que captura el oxígeno o cualquier rastro de humedad que pudiera quedar dentro del empaque.

La pregunta de oro es ¿sabe bien? Al parecer los soldados que lo probaron quedaron complacidos. Si quieren echar un vistazo al video para conocer más sobre el proceso de preparación, basta ir al sitio de la BBC.

Fuente:

FayerWayer

20 de julio de 2011

Llevar armadura era una 'pesadez' en el campo de batalla

  • Los soldados que llevaban armadura en el Medievo gastaban el doble de energía
  • Esta coraza de metal pudo entorpecer la labor de los soldados
Las armaduras de metal que llevaban los soldados para protegerse en tiempos medievales suponían una pesadísima carga que podía convertirse en una peligrosa desventaja en el campo de batalla.

Esto es lo que acaba de descubrir un equipo de investigadores en una investigación publicada en 'Proceedings of the Royal Society B'. Sus observaciones demuestran que los soldados que cargaban con una armadura en el Medievo gastaban dos veces más energía que los que no la llevaban. Se trata de la primera prueba experimental que pone en evidencia que esta coraza de metal pudo entorpecer la labor de los soldados.

Las numerosas guerras y batallas que se sucedieron a lo largo del siglo XV hicieron que los soldados optasen por enfundarse esta pesadísima coraza para protegerse de sus enemigos. No obstante, parece que no tuvieron en cuenta un pequeño detalle: el peso de estas armaduras oscilaba entre los 30 y los 50 kilogramos. Se piensa que el factor peso pudo ser determinante a la hora de ganar o perder un enfrentamiento.

[foto de la noticia]

Mejor en una mochila

"Descubrimos que cargar con el peso de esta manera requiere mucha más energía que llevarlo en una mochila", declaró Graham Askew, un investigador de la Universidad de Leeds que ha liderado el estudio. Askew explica el porqué de este fenómeno: al llevar una armadura, el peso se reparte por diversas partes del cuerpo que se cargan de peso, es decir que cada zancada requiere más esfuerzo. Sin embargo, la mochila implica que el peso está en un sólo lugar y moverse resulta más fácil.

En la investigación participaron diversas Universidades como la de Milán o la de Auckland, en Nueva Zelanda. Además, diversos expertos de la Real Academia de Armaduras de Leeds accedieron a colaborar en el estudio.

Para hacerse una idea fiel de lo que suponía llevar esta pesada armadura, los investigadores contrataron los servicios de actores que están acostumbrados a llevar esta carga porque se la colocan en exhibiciones del Museo de Armaduras Reales de Leeds.

Correr y andar en una armadura

Les pidieron que se enfundasen réplicas idénticas de cuatro armaduras europeas distintas. Acto seguido, se sometieron a unos ejercicios en los que tenían que correr y andar. Mientras hacían las pruebas, los expertos midieron el uso que hacían del oxígeno. ¿Cómo? Con la ayuda de unas máscaras especiales que les permitieron calcular el consumo de energía que supone cargar con este 'lastre'.

Otra de las conclusiones reflejadas en el estudio es que la armadura influye en la respiración del soldado. Los expertos constataron que cuando los participantes se esforzaban, en vez de repirar profundamente, cosa que habrían hecho si no hubiesen llevado la estructura de acero, respiraron más veces pero menos profundamente.

Federico Formenti es un experto de la Universidad de Auckland que también colaboró en el hallazgo. Señala que es posible que "estar envueltos en una armadura hacía que los soldados se sintiesen más a salvo". Sin embargo, añade que "nada más empezar a moverte con una armadura medieval te quedas sin aliento, y esto limitaría la resistencia a la hora de luchar".

Fuente:

El Mundo Ciencia

16 de marzo de 2010

¿Por qué EE.UU. prepara un ciberejército?


Martes, 16 de marzo de 2010

¿Por qué EE.UU. prepara un ciberejército?


¿Qué es la cibernética?

La cibernética es el estudio interdisciplinario de la estructura de los sistemas reguladores. La cibernética está estrechamente vinculada a la teoría de control y a la teoría de sistemas. Tanto en sus orígenes como en su evolución, en la segunda mitad del siglo XX, la cibernética es igualmente aplicable a los sistemas físicos y sociales (es decir, basados en el lenguaje).los sistemas complejos afectan y luego se adaptan a su ambiente externo; en terminos técnicos, se centra en funciones de control y comunicación: ambos fenómenos externos e internos del/al sistema. Esta capacidad es natural en los organismos vivos y se ha imitado en máquinas y organizaciones. Especial atención se presta a la retroalimentación y sus conceptos derivados.

La cibernética es una ciencia nacida hacia 1948 e impulsada inicialmente por Norbert Wiener que tiene como objeto “el control y comunicación en el animal y en la máquina” o “desarrollar un lenguaje y técnicas que nos permitirán abordar el problema del control y la comunicación en general”

Soldado británico entrena frente a una computadora

Computadoras: las nuevas armas.

Estados Unidos prepara un nuevo comando cibernético para hacer frente de manera unificada a las guerras del futuro que -el Pentágono no tiene la menor duda– tendrán un componente cibernético.

Según explica Patrick Jackson, de la BBC, se trata de USCybercom y su objetivo será mejorar la capacidad de hacer la guerra apretando unos pocos botones.

De visita en Londres para la feria de armas cibernéticas Cyber Warfare 2010, Daniel Kuehl -quien trabajó en el diseño de los ataques aéreos en la primera Guerra del Golfo- señaló un rascacielos.

"Imaginemos que en aquel edificio hay un grupo de sistemas cibernéticos, redes, routers, que militarmente debemos destruir".

"¿Cuál sería la mejor manera de hacerlo? Podemos lograrlo apretando algunos botones, o bien lanzarle media tonelada de explosivos y volarlo por los aires".

"Aunque somos muy buenos en el segundo tipo de operaciones, la primera opción tiene muchas ventajas", le dijo a la BBC Kuehl, quien ahora es profesor de operaciones de información de la Universidad de la Defensa Nacional en Washington.

Un hombre con su máquina

El experto vaticina que pronto habrá "un solo hombre a cargo de la ofensiva y defensiva cibernéticas".

Amit Yoran, ex director de seguridad cibernética del Departamento de Seguridad Nacional, y ahora presidente de Netwitness Corp., define la guerra cibernética como "el uso de las tecnologías de la información al servicio de la guerra".

"Eso puede implicar el uso de una red informática o un ciberataque para eliminar sistemas, volverlos inútiles y negar acceso a los sistemas a sus usuarios legítimos en momentos cruciales".

Kuehl cree que puede llegar el día en que los informáticos del Pentágono tendrán el mismo estatus de combate que los pilotos de avión en el terreno.

Estas armas de "alteración precisa" tienen la capacidad potencial de ser más eficientes y efectivas, menos dañinas y mortales que las armas cinéticas.

Pero a medida que los guerreros estadounidenses se perfeccionan, también lo hacen sus posibles enemigos.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia & Tecnología

26 de enero de 2008

La lobotomía moral por Juan Gelman

La lobotomía moral





Por Juan Gelman
No es el mero lavado de cerebros, del que se ocupan cotidianamente gobiernos como el de la Casa Blanca donde asientan sus traseros –única materia pensante que, al parecer, poseen– los fautores de guerras infinitas, o ciertos medios, ciertas audiciones de radio, ciertas cadenas de televisión. Es algo más: es la mutilación de sentimientos morales como el arrepentimiento, la culpa, la memoria del horror, la solidaridad, la compasión, la repugnancia de matar a otros seres humanos y hasta la dignidad del combate. El Pentágono ha tomado medidas para que nada de eso asalte a sus soldados, que considera apenas material desechable. Se lo ha oficializado el Congreso de EE.UU.
La Ley de psicología Kevlar de 2007 faculta a la Secretaría de Defensa “a desarrollar y aplicar un plan de medidas preventivas y de intervención temprana, de prácticas o procedimientos que reduzcan la posibilidad de que el personal en combate padezca desórdenes post traumáticos (PTSD, por sus siglas en inglés) y otras psicopatologías relacionadas con el estrés, incluyendo la utilización de substancias” (www.opencongress.org, 31-7-07). La sustancia es el propanolol y esa preocupación tiene razones: casi el 40 por ciento de los soldados, un tercio de los marines y la mitad de los guardias nacionales que han luchado en Irak sufren graves trastornos mentales, según se asienta en un informe del Grupo de Tareas sobre Salud Mental del Pentágono (www.defense link.mil, 15-6-07). En el informe relativo a los suicidios en las fuerzas armadas estadounidenses después de la invasión y ocupación de Irak se registra que la tasa de efectivos que se dieron muerte por mano propia en el 2006 es la más alta desde 1980 (www.armymedicine.army.mil, 2006). La CBS informó en diciembre que, con base en una investigación que llevó a cabo, más de 6250 veteranos se suicidaron en el 2005, unos 17 cada día. Las bajas en el frente fueron mucho menores. La muerte no cesa de trabajar después de los tiros.
La lógica de la ley Kevlar es sencilla: si los chalecos antibalas protegen el físico de los militares estadounidenses, ¿por qué no emplear drogas para proteger su subjetividad? Desde la Segunda Guerra Mundial, el Pentágono viene desarrollando métodos para modificar los valores éticos que las familias y la escuela inculcaron a los reclutas. El teniente coronel Peter Kilner fue muy claro al respecto: “El entrenamiento militar moderno condiciona a los soldados para que reaccionen ante los estímulos y esto maximiza su capacidad letal, desbordando toda autonomía moral. Se condiciona a los soldados para que actúen sin considerar las repercusiones morales de sus acciones, se los torna capaces de matar sin tomar la decisión consciente de hacerlo. Si no pueden justificar ante sí mismos el acto de matar a otro ser humano, probable y comprensiblemente se sentirán muy culpables y esto se manifestará en un PTSD y dañará la vida de miles de hombres que cumplieron su deber en el frente” (The New Yorker, 5-7-04). El coronel Kilner es profesor de filosofía y ética en West Point. ¿Cómo definirá la ética en sus clases?
La cápsula de propanolol destinada a los efectivos estadounidenses tiene efectos varios. Es como una pastilla del día siguiente, atenúa o apaga la memoria de los horrores vistos y cometidos. Esta técnica de congelación de la sensibilidad y la memoria explica el miedo de las familias que se instala en los hogares cuando los veteranos vuelven y ejercen una violencia indiscriminada. También el número de violaciones dentro de las fuerzas armadas de EE.UU.: ascendieron a 2374 casos en el 2005, un incremento del 40 por ciento respecto del año anterior, y se trata apenas de los casos denunciados. El general K.C. McClain, comandante del grupo de tareas del Pentágono encargado de la prevención y respuesta a las agresiones sexuales en las propias filas, subrayó: “Los estudios indican que sólo se notifica el 5 por ciento de esos hechos” (www.defenselink.mil, 16-3-06). Si así fuere, tales agresiones habrían superado la cifra de 47000 en el año investigado, más de 130 por día. Una friolera, vamos.
Es notorio que el propanolol se emplea con fines terapéuticos, entre otras cosas para aminorar la presión sanguínea y poner coto a las arritmias del corazón. Algunos atletas lo utilizan a manera de dopping con el objeto de mejorar su rendimiento. Para el Pentágono es otra cosa: una garantía de que las tropas perpetren cualquier crimen sin cuestionamiento alguno y puedan seguir cometiéndolos. La ley Kevlar facilita la “cura” de los impulsos suicidas y los trastornos mentales que experimentan los efectivos norteamericanos mutilando su memoria y sentimientos. La lobotomía moral existe.
Tomado de:
Lea también los comentarios de Guillermo Giacosa:
Y no se pierda nuestro especial:
Los nuevos supersoldados

11 de enero de 2008

Los nuevos supersoldados PDF Imprimir E-Mail


Ven en la oscuridad, no duermen, no se cansan, no sufren...

Olvídese de los tanques, los misiles Tomahawk o los nuevos cazas F-22 Raptor. En las guerras del futuro, EE UU apostará por los supersoldados: seres humanos mejorados, rectificados y corregidos. Y no porque vayan a estar equipados con trajes de invisibilad o armas que funcionen a la velocidad del pensamiento; el soldado que quieren crear no tendrá casi necesidad de dormir, comer o beber, podrá curarse rápidamente, será inmune al dolor, al calor o al frío, hablará y entenderá docenas de idiomas y no tendrá problemas morales o éticos al cumplir su trabajo. En definitiva, será una especie de biorrobot capaz de funcionar a pleno rendimiento los 7 días de la semana cuyo subconsciente podría incluso controlarse a distancia.


Inventos que parecen salidos de la ciencia ficción

La organización encargada de inventarlo se denomina DARPA: Agencia para Investigaciones de Proyectos Avanzados en Defensa. Los escépticos harían bien en recordar que en la década de los sesenta uno de sus ingenieros ideó una forma de interconectar ordenadores distantes entre sí que daría origen a la red Arpanet, la semilla de lo que hoy se conoce como internet.

Pero la Red de Redes es sólo uno de los muchos avances extraordinarios de la ultrasecreta DARPA, que fue fundada hace 50 años en respuesta al lanzamiento del Sputnik soviético. Las contribuciones de la agencia incluyen los aviones que eluden el radar, los equipos de visión nocturna y el diseño que daría origen al rifle de asalto M-16.

A principios del siglo XXI, los estrategas militares estadounidenses concluyeron que la mejor forma de vérselas en un primer momento con amenazas transfronterizas era tener pequeños grupos de soldados preparados para infiltrarse en vez de desplegar una gran cantidad de equipo pesado. Ello significaba que esos comandos debían poder sobrevivir sin médicos, comunicaciones, apoyo táctico o provisiones.

En 2002, DARPA proclamó que “el ser humano se estaba convirtiendo en el eslabón más débil en la cadena de los sistemas de defensa”, y solicitó al Congreso 160 millones de dólares anuales para investigaciones. “Reforzarla no sólo pasa por desarrollar materiales que mejoren su desempeño, sino posibilitar nuevas capacidades humanas”.

Los críticos describen los experimentos de DARPA como si en sus instalaciones se estuvieran creando monstruos de Frankenstein. “Es más habladuría que otra cosa”, afirma Tony Tether, director de la agencia, en la revista WIRED. “El ejército estadounidense tiene el mejor entrenamiento del mundo. Nuestra misión es idear la forma de mantener el nivel cuando los soldados están en situaciones difíciles”. Así, DARPA patrocina hoy docenas de proyectos de acrecentamiento humano en laboratorios del país y en instituciones foráneas. Y uno de los principales objetivos ahora que la tasa de reclutamiento en EE UU ha caído un 12% es crear dos guerreros por el precio de uno, esto es, un soldado que no duerma.

Durante la Guerra de Vietnam, el ejército de EE UU estudió ampliamente cómo afectaba a sus hombres no dormir. En esa época, lo único que se podía hacer para mantener a los reclutas con los ojos abiertos era darles montañas de anfetaminas. En la actualidad, DARPA trabaja en un programa de Prevención de Falta del Sueño que permitirá a un piloto volar 30 horas seguidas o a un “boina verde” sobrellevar hasta 74 horas de actividad sostenida sin que sufra incapacidades psicomotoras.

En la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte, se está estudiando una clase de fármacos denominados ampakinas que podrían evitar el déficit cognitivo asociado a la falta de sueño. En la Universidad de Columbia, un equipo de científicos utiliza estimulación magnética transcraneal para contrarrestar la fatiga y técnicas de representación por imágenes para analizar los efectos neuroprotectores y neurorregeneradores de un antioxidante presente en la planta del cacao. A la vez, la Fuerza Aérea investiga una droga llamada Modafinil, que supuestamente podría mantenernos en pie 88 horas.


Objetivo: no parar ni para comer al menos en 3 días

¿Pero de qué vale un guerrero que no duerme si de todas maneras tiene que comer y beber? Para acabar con ese problema, otro proyecto, conocido como programa de Desempeño Cumbre del Soldado, busca “poder realizar un trabajo físico y cognitivo continuado de 3 a 5 días, las 24 horas diarias, sin necesidad de ingerir calorías”.

Aunque por término medio un adulto necesita entre 1.500 y 2.000 calorías diarias, un soldado en acción puede requerir casi 8.000. Pero, puesto que detenerse a comer resta un tiempo valioso que podría usarse en identificar o eliminar blancos, DARPA investiga formas de “lograr el total dominio metabólico”. Esto incluye controlar el hambre usando nutracéuticos –complementos alimenticios natu rales de origen marino y vegetal– y suplementos nutritivos para darle al cuerpo lo que necesita cuando no hay comida por ninguna parte. Así, con la ayuda de las bacterias adecuadas, se podrían digerir cosas que hoy se consideran incomibles, como la celulosa de las plantas.

Buena parte de este trabajo se lleva a cabo en el Centro de Sistemas para Soldados del Ejército en Natick, Massachusetts. Recientemente, este laboratorio desarrolló un prototipo de lo que llaman First Strike Ration. Se trata de un paquete alimenticio que incluye tres emparedados, un puré de manzana reforzado con carbohidratos y chicles de cafeína. Según un informe del centro, las nuevas raciones de campaña están pensadas “para consumirse en movimiento y en las primeras 72 horas del conflicto”. Este mismo organismo ideó un alimento deshidratado que el soldado podía rehidratar sin peligro con su propia orina. Precisamente, para solucionar el consumo de líquidos, DARPA creó un programa especial de recolección de agua que permite extraerla del propio aire y, por tanto, evita tener que acarrearla.

Ahora que hemos visto cómo pueden reducirse las necesidades de sueño, agua y alimentos del combatiente, es el momento de convertirlo en un auténtico Supermán. El proyecto Soldado Metabólicamente Dominante busca aumentar el rendimiento celular para promover la resistencia y la fuerza, y así conseguir, por ejemplo, que un comando cargue con facilidad incluso 100 kilos de equipo.

Los primeros pasos se están dando en la Universidad de Stanford, donde se ha desarrollado el “guante enfriador”. Este ingenio, parecido a una tetera recubierta por dentro por una especie de hemisferio metálico, produce un vacío que conduce la sangre hacia la mano y la enfría, lo que refresca el cuerpo en segundos. Según Craig Heller, uno de sus inventores, experto en ciencias biológicas, “en esencia, los músculos se fatigan porque se recalientan; el guante apura el intercambio de temperaturas que sucede normalmente cuando sudamos. Tras cuatro meses usándolo, Heller, que tiene más de 60 años, ha logrado hacer mil flexiones seguidas.

En la otra punta del país, en el Instituto del Cáncer Dana-Farber de Boston, el biólogo Lan Bo Chen trabaja en un cóctel de quercetina, té verde y vitamina B capaz de aumentar la producción de mitocondrias, la maquinaria que da energía a las células. De momento, los ciclistas que lo han probado han mejorado sus tiempos un 3%.


Tratamientos contra el remordimiento

Supermán puede estar muy bien, pero si su mente está llena de ansiedades y culpabilidad, podría será fácilmente derrotado. Por ejemplo, se calcula que durante la Segunda Guerra Mundial apenas el 20% de la infantería estadounidense disparó sus armas contra el enemigo. En Vietnam, ya era el 90%. ¿Acaso se puede acabar con los remordimientos y los desórdenes postraumáticos asociados a ellos?

En las universidades de Harvard y Columbia varios equipos trabajan en métodos de inhibición del miedo y en distintas formas de “anestesiar la memoria” usando pastillas de propranodol. Pero DARPA quiere ir más lejos. De hecho, su idea es llegar a crear una especie de humano-robot. A la agencia no le falta experiencia. Hace unos años, logró controlar por ordenador un ratón al que se le habían implantado electrodos en los sesos, y en la actualidad trabaja en un tiburón que puede ser manejado a distancia. En la Universidad de Nueva York, el renombrado neurocientífico colombiano Rodolfo Llinás inserta nanocables en los capilares del cerebro de roedores para estimularlo a distancia y así generar sensaciones y estados de ánimo artificiales. Según Llinás, la comunicación directa entre mente y máquina puede ser posible.

En una entrevista para la emisora Public Broadcasting Service, Llinás planteó el siguiente supuesto: “Convenientemente desarrollada, esta tecnología permitiría que cada miembro de un grupo de soldados fuese consciente de la existencia de todos y cada uno de ellos y de lo que están haciendo en cada momento. El grupo de personas individuales desaparece para convertirse en una única entidad. Así, si uno resulta herido, todos podrían saberlo instantáneamente. En el fondo, se trataría de una especie de conciencia colectiva”.

La división de investigación de Boeing Phanton Works también investiga la mejora de las capacidades cognitivas de los militares. Su idea es que los especialistas que controlan desde tierra el vuelo de los aviones no tripulados, como el Predator estadounidense o el Heron israelí, sean algún día capaces de manejar simultáneamente varios escuadrones de cazas robot al mismo tiempo. Para ello, se debe aumentar la concentración, la memoria y, sobre todo, la velocidad con la que el controlador reconoce los blancos. De momento, los técnicos de Boeing utilizan espectrografías para examinar el comportamiento de su cerebro.

Habilidades propias de cetáceos y ofidios


Está claro que la visión es el sentido en el que más esfuerzo y dinero se está invirtiendo. Pero es que en el Instituto de Cognición Humana y de Máquinas de Florida se ha llegado a desarrollar un ingenio que dota a los soldados de lo que parecen sorprendentes capacidades extrasensoriales ¡mediante la lengua!

El dispositivo, denominado Brain Port, es fundamentalmente un casco equipado con una cámara, un sonar y otros aparatos de navegación y localización. El usuario tiene en la boca una delgada lámina de plástico cargada de microelectrodos conectados con el casco que recogen la información sensorial. El sistema aprovecha así la habilidad del cerebro de convertir pulsos eléctricos en información visual, ya provenga esta de los ojos o de otro sentido. De esta forma, con este equipo se puede “ver” 360º en la oscuridad. También les da a los buzos unas capacidades limitadas de sonar que les permiten navegar “con los ojos cerrados”. De hecho, los submarinistas que han probado el dispositivo afirman que, aun prescidiendo de la vista, pudieron “sentir” el perfil y la posición del objeto que buscaban.

Dos formas de sobrevivir a pérdidas masivas de sangre

Pero la alta tecnología no puede evitar el mayor problema de una operación bélica: las bajas. Y es que, aunque con determinados tratamientos ya se puede aliviar el dolor casi instantáneamente, la mayor ventaja que puede tener un soldado en la guerra es simplemente no morir. No es extraño pues que DARPA se muestre sumamente interesada en extender la llamada “hora dorada”, el tiempo en el que las víctimas de heridas masivas deben recibir atención médica. “Por lo general, es de unos 60 minutos”, señala Tether. “Pero en algunos teatros de operaciones, como Afganistán o Irak, es imposible hacer una evacuación en menos de 6 horas. Entonces nos hicimos esta pregunta: ¿hay alguna forma de mantener con vida a una persona que haya perdido el 60% de su sangre durante ese tiempo y hacerlo en el propio campo de batalla? Pues bien, hallamos dos técnicas asombrosas”. Una consiste en darle al herido una inyección de estrógenos, unas hormonas sexuales característicamente femeninas. Y es que sucede que las mujeres sobreviven a la pérdida de sangre mejor que los hombres, seguramente porque la posibilidad de experimentar un parto las prepara mejor para ello. Unas pruebas de laboratorio realizadas en la Universidad de Alabama demostraron que unos ratones a los que se había extraído la mitad de su sangre podían sobrevivir más de seis horas si recibían un tratamiento hormonal.


Ralentización de los procesos vitales

Otra forma más eficaz de conseguir estos resultados pasa por utilizar ciertos compuestos químicos que retardan el metabolismo. Para ello, DARPA echó mano de los estudios del bioquímico Mark Roth, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle, al que hace un par de años entrevistábamos en MUY sobre sus investigaciones en animación suspendida. Entonces, Roth descubrió que algunos animales entran en ese estado cuando disminuyen los niveles de oxígeno en su organismo. Sus corazones dejan de latir y el cerebro se apaga sin dañarse, pero no mueren. “Si te disparan, es justo lo que necesitarías”, indica Roth.

Poco después, este investigador averiguó que si se elimina rápidamente el oxígeno del organismo de un animal, este puede sobrevivir. Para demostrarlo, hizo inhalar a unos ratones sulfuro de hidrógeno –lo que les hizo entrar en un estado de suspensión– e inmediatamente les extrajo el 60% de su sangre, el equivalente a haber recibido una herida letal. El resultado fue que el 90% de ellos vivió más de 10 horas. “Lo más asombroso es que basta un poco de agua para resucitarlos”, señala Tether. “Ni siquiera se necesita una transfusión de sangre”. Así, con el equipo adecuado, cualquier recluta podría atender a un compañero gravemente herido. ¿Hasta qué punto seguirá siendo necesario el médico de campaña?


Supergadgets para supersoldados

El supersoldado que no come, no duerme, no se estresa, no se desangra, no tiene dolor ni problemas morales estará equipado además con un exoesqueleto mecánico como los que desarrollan la Universidad de Berkeley y la firma Sarcos Research, que harán que una carga de 80 kilos se sienta como una pluma. Y tendrá a su disposición un phraselator, un ingenio que usa un sistema de reconocimiento de voz para traducir frases a docenas de idiomas. Según los responsables de la compañía VoxTec, que construye el aparato, las pruebas indican que su nivel de eficacia ronda el 70%.

Sin embargo, los más críticos con las iniciativas de DARPA aseguran que no importa cuánto dinero, tecnología o materiales exóticos se inviertan en el desarrollo de estos robots de carne y hueso. Y advierten: ¿tendrán lo que hace falta para detener a unos oponentes que luchan por sus convicciones aunque carezcan de ojos biónicos y detonen bombas con controles remotos de televisores?

Por Ángela Posada-Swafford

Tomado de:

Muy Interesante

3 de agosto de 2007

El único punto débil del soldado del futuro es que podría ser 'hackeado'

PABLO VEYRAT - Madrid - 03/08/2007 -



Los norteamericanos suelen ir pensando en las guerras venideras bastante antes que el resto del mundo. La revista eWeek cuenta que durante una ponencia de la conferencia anual de seguridad informática Black Hat, Richard Clarke, asesor de seguridad nacional presidencial durante 30 años, expresó su preocupación por la baja calidad de la seguridad en Internet de cara a los proyectos del Pentágono para diseñar al soldado del futuro.

Clarke describió una guerra en la que soldados enfundados en potentes exoesqueletos mecánicos repletos de cámaras que les alertarían de cualquier movimiento a su alrededor, serían capaces de mover pesos impensables gracias a servomotores integrados en su armadura. El "sistema de armas" de cada soldado se organizaría a partir de varias IPs y sería coordinado en red desde su cuartel general. Y ese sería su punto débil.

"No tengo que contaros a vosotros el caos que vivimos a diario en Internet, señaló Clarke a su auditorio de expertos informáticos y hackers de todos los pelajes. El Pentágono está preocupado por la falta de seguridad que entrañan los protocolos actuales de Internet y por su capacidad para gestionar una cantidad mayor de IPs simultáneamente. Por esta razón, los militares norteamericanos se cuentan entre los más firmes partidarios del desarrollo de la próxima generación de Internet, la IPv6, que tendría una capacidad mucho mayor para gestionar Ips.

Al igual que con el desarrollo de la propia Red, una vez más es la industria militar la impulsora de los avances científicos.

Fuente:

Diario El País (España)
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