La música como forma de expresión es algo consustancial con la propia
naturaleza humana, por ello aparece desde tiempos remotos en todas las
culturas.
Nadie conoce con exactitud el momento en que nació lo que conocemos
como música, pero existe una correlación entre la misma y la necesidad
que ha acompañado siempre al ser humano de expresar sus emociones o
sentimientos.
Se cree que las primeras expresiones musicales surgieron, o bien de
la necesidad de imitar el sonido de los animales que los rodeaban a fin
de comunicarse con ellos, o bien como un modo de establecer relación con
los dioses a los que veneraban.
Esta suposición parte de la base de que la narración del origen de la
música en todas las culturas, de las que tenemos constancia, dota a
ésta de una naturaleza divina.
Así por ejemplo, en la tradición griega se considera al dios Hermes
como transmisor de la música al ser humano, o en la cultura nórdica es
Heimdall su dios guardián, el que la acerca mediante el uso de un cuerno
musical llamado, Gjallarhorn.
Las tradiciones y leyendas, se repiten a través de todas las
culturas, otorgando carácter divino a la música y configurándola como un
lenguaje con el que comunicarse con los dioses.
El primer instrumento musical: el cuerpo humano
A pesar de no poder tener constancia de este extremo, dada la
imposibilidad de encontrar evidencias arqueológicas, se sospecha que el
primer instrumento utilizado por el ser humano para elaborar música fue
su propio cuerpo, mediante el empleo de la voz o de la percusión
corporal.
Así el ser humano descubrió la capacidad de imitar los sonidos de la naturaleza y se encontró ante una nueva forma de expresión.
La percusión corporal evolucionaría hacia la realizada golpeando piedras, palos o incluso pieles tensadas.
Lamentablemente los restos de estos posibles primeros instrumentos no
existen debido a la degradación de los materiales empleados en el caso
de las pieles, o a la dificultad de otorgar el carácter de instrumento
musical a los restos líticos hallados.
El primer instrumento musical elaborado por el hombre
Pero si nos centramos en instrumentos musicales elaborados por el ser
humano y de los que conservemos restos que prueben su existencia hemos
de remontarnos hasta el Paleolítico Superior, donde aparecen los primeros aceptados como tales por toda la comunidad científica y cuya elaboración se debe al Homo Sapiens.
Hablamos del hallazgo en Geissenklösterle
(Alemania) de dos flautas talladas en cúbito de cisne y una tercera en
marfil de mamut, a las que se ha atribuido una antigüedad de 36.000 años
y que están enmarcadas dentro de la cultura Auriñaciense.
La controversia de la flauta de Divje Babe
En el año 1995, el arqueólogo Ivan Turk descubre en la cueva de Divje
Babe, en Eslovenia, los restos de lo que puede ser una flauta con una
antigüedad datada de 43.100 años, y atribuida no ya al Homo Sapiens sino
al Homo Neanderthalensis.
La hipotética flauta está construida sobre un hueso de oso donde se
presentan cuatro agujeros alineados y un quinto en la parte posterior de
estos, tal y como tienen las flautas actuales.
Existe controversia al respecto de si es una verdadera flauta o si se
trata realmente de un fémur de oso horadado por la actuación de
animales carnívoros o roedores.
Los partidarios de la hipótesis de que se trata de una flauta, alegan
que junto con ella, aparecieron restos de instrumentos puntiagudos que
pudieron servir para hacer los agujeros que presenta.
Asimismo establecen como improbable que la acción de uno o varios
animales pudieran tallar cuatro agujeros prácticamente equidistantes
entre sí y con forma circular.
Asimismo, tras una reconstrucción de la flauta, se demostró que la
misma se ajusta a la escala musical, tal y como se aprecia en el video:
La música prehistórica como forma de arte
Con independencia que la flauta de Divje Babe
sea realmente el primer instrumento musical del que se tiene constancia
o que sea meramente un hueso al que el azar o el paso del tiempo le ha
dado forma de flauta, lo cierto es que la música como lenguaje está
presente en todas y cada una de las culturas de las que se tiene
referencia.
Además, a medida que investigamos en nuestro pasado más remoto,
descubrimos como la música como forma de expresión, sigue una evolución
paralela al propio lenguaje humano teniendo la misma importancia que
éste en el desarrollo de nuestra civilización.
Quizá la incógnita que realmente debemos despejar no es cuándo nació
la música, sino el momento en el que pasó de ser una forma de
comunicación con los dioses o la naturaleza, y alcanzó entidad propia
como un arte que aún a día de hoy nos fascina y que consideramos tan
imprescindible como el lenguaje oral o escrito
Tomado de:
Suite101