Viernes, 26 de febrero de 2010
Niños con déficit de atención si se concentran en los videojuegos ¿por qué?El volúmen de dopamina en el estiado ventral de estos niños está reducido, según investigadores de la UAB y del Vall d'Hebron
Comentario de conocer Ciencia:
Nuevamente los científicos (a salario de grandes, perversas y usureras corporaciones) salen con otra novedad: dar una recompensa inmediata mejoraría el aprendizaje. Esto es conductismo, una rama de la psicología inaugurada por el Skinner, por la tanto ya era esto reconcido desde mediados del siglo pasado (aunque empiricamente ya lo sabían desde hace milenios los domadores de animales).
Dar una recompensa inmediata es inducir al individuo, niño que está desarrollando su personalidad, a ser caprochoso y engreido, es decir no traabajamos para el fortalecimeinto de su caracter, por lo general las recompensas llegan después de un largo proceso, ya sea difrutar de un queque que se está hornenando en el horno o aprender a madar o conducir un automóvil.
Asimismo, si seguimos la receta de los científicos, no inducimos al niño a pensar a largo plazo, ni a fijarse objetivos, ni a luchar por sus metas y a disfrutar de la satisfacción d eun trabajo bien hecho. Y , por ende, tampoco podrán comprender el trabajo y esfuerzo de los demás. O se aes la cultura del fast food a nivel cognitivo. Lea:
Cuando niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) logran pasar horas dándole con los pulgares a su Nintendo y se muestran en cambio incapaces de completar un examen con diez problemas, los adultos suelen escamarse. ¿Sólo son inatentos con las mates, con el trabajo, con los deberes? La clave para entender esta disparidad no parece estar en la voluntad o la mala educación, sino en los confines del cerebro. Más concretamente en el núcleo accumbens, una pieza esencial del estriado ventral, la región del cerebro relacionada con el placer y la recompensa. Es, al final, una cuestión de dopamina.
La motivación. "Para hacer cualquier cosa tenemos que estar motivados, se ha de activar el circuito", recuerda la investigadora. El segundo paso es tener la capacidad cognitiva para hacerlo, y el tercero, la capacidad motora. Pero si falta el primero, el resto no se puede poner en marcha.
Dopamina a pequeñas dosis. "Cuando tenemos que estudiar hoy para lograr un aprobado en junio, nuestros circuitos de recompensa han de tener un determinado nivel de dopamina para ir liberándola en pequeñas dosis cada cierto tiempo: así mantenemos la motivación a largo plazo. Con el TDAH esta función está alterada y parece, al menos en una parte de los casos, que no se produce esta liberación a pequeñas dosis de la dopamina, por lo que no hay motivación a largo plazo". ¿Y la educación? "Modula, claro, pero estamos hablando de un estado, que tienes o no tienes". Por eso mismo, el hallazgo puede tener consecuencias en el modo de enseñar y educar a estos niños: "mantenerles atentos puede depender de saber dar compensaciones inmediatas", explica Susanna Carmona.
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La Vanguardia