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5 de septiembre de 2011

10 datos importantes sobre el tiempo

Un artículo fascinante sobre el tiempo que quiero compartir con todos ustedes...

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El concepto de tiempo es muy y muy abstracto para la mayoría de las personas. Todos sabemos que el tiempo está ahí, podemos medirlo, inclusive pensar sobre él, pero es muy difícil formular una definición concreta sobre el mismo.

Cientos de conferencias anuales se celebran en torno al tiempo, "el tiempo" como tema de conferencia claro. Algunas de estas dejan consigo datos increíbles sobre el mismo. Por eso te traemos algunos de los datos más importantes sobre "el tiempo":

El tiempo existe

Sí el tiempo existe o no, es una de las preguntas más frecuentes de la sociedad y de los investigadores. Existe en cierto modo, ya que nosotros hacemos uso de él, y sabemos que dentro de 1 hora va a ser un momento exacto y no otro. Pero la verdadera existencia del tiempo es algo que aún está en tela de juicio.

Pasado y futuro se encuentran en el presente

Esta teoría es aún debatida, pero existe una fuerte corriente que cree que gran parte de lo que ocurrió y ocurrirá esta enmarcada en el presente.

La creencia popular dice que el pasado está enmarcado dentro de los libros y allí podemos encontrarlo, en cuanto al futuro se dice que este no existe porque aún no ha ocurrido. Los físicos no creen que la eso sea así.

Tiempos diferentes

Tanto físicos como biólogos conciben que cada persona experimenta el tiempo de manera diferente. Algunas personas tienen una noción tiempo-espacio diferente de otras, esto depende de las experiencias propias y de la biología misma de la persona.

También puede depender de como experimentemos el tiempo en cada momento. Los estudios resaltan que conforme vamos envejeciendo el tiempo parece transcurrir más velozmente.

Vives en el pasado

Las personas percibimos el mundo con 80 milisegundos de retraso. O sea, que vivimos 80 milisegundos detrás de la realidad. Muchos estudios han comprobado esto. Esto es dado ya que existe cierto tiempo de transferencia desde nuestros sentidos hasta nuestro cerebro.

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La memoria engaña

Nuestra memoria del tiempo y de los eventos no trabaja como si fuera un replay de nuestra vida. Sino que lo hace más parecido a como cuando proyectamos el futuro. Aquí inventamos cosas, e introducimos o falseamos hechos que nunca pasaron.

Esto no es percibido en ninguna instancia y nuestros recuerdos pueden parecer muy reales aunque no lo sean.

El conocimiento depende del tiempo

Nuestro conocimiento de las situaciones depende básicamente del tiempo, ya que somos capaces de aprender y tomar las mejore decisiones si podemos proyectarnos en el tiempo. Esta posibilidad de mirar hacia adelante es tan importante como la posibilidad de comunicarse entre los individuos.

El desorden aumenta conforme el tiempo avanza

Así como lo acaban de leer "el desorden aumenta conforme el tiempo avanza", esto de que manera, la entropía ha aumentado considerablemente desde el momento del Big Bang. En aquel momento la entropía era menor, había más orden en el universo.

El ¿Porque? de esta pregunta aún no fue respondida, pero el hecho sí ha sido estudiado.

La complejidad varía con el tiempo

La complejidad del universo viene y va. Esto no tiene una razón, ni explicación aún, pero los estudios han mostrado que en ciertos momentos del universo la complejidad del mismo era mayor y menor. De momento sin explicación aparente.

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El envejecimiento no es un destino

Todos envejecemos, esto es parte del universo. Existen corrientes que piensan que porque el universo funcione así nosotros no tenemos porque hacerlo.

La posibilidad de volver las agujas del hacia atrás es un reto tecnológico pero no una imposibilidad física.

Un millón de latidos

Existe un extraño suceso en el mundo animal. Como si la naturaleza estuviera destinada a una cierta cantidad de vida para todos los seres vivos. Los animales de mayor tamaño cuentan con una menor cantidad de latidos por minutos que los más pequeños.

Pero en realidad los animales más grandes suelen vivir más tiempo. Esto es depende de la vista del tiempo que veamos.

En proporción una musaraña y una ballena azul tienen la misma cantidad de latidos durante toda su vida. Entre un millón y medio millón de latidos. Y esto es una cifra que se cumple para todos los animales aproximadamente.

El tiempo es un misterio de la vida, y mucho nos queda por estudiar y entender de él. La ciencia busca por todas partes explicarlo, pero un largo camino de conocimiento nos espera por delante.

Fuente:

Ojo Científico

22 de agosto de 2011

"Estudiar un idioma a partir de los 50 años es clave para mantener joven el cerebro"

Personajes

Entrevista a Franciso Mora, doctor en Neurociencias

Sus consejos para mantener una mente brillante: comer bien, hacer ejercicio, no vivir solo, viajar mucho y aprender un idioma, entre otros tips. Lea:



El científico Francisco Mora, durante la entrevista. // Ricardo Solís

MYRIAM MANCISIDOR Francisco Mora (Elche, 1951) es doctor en Neurociencias por la Universidad de Oxford, catedrático de Fisiología Humana en la Universidad Complutense de Madrid y catedrático adscrito de Fisiología y Biofísica de la Universidad de Iowa. Casado y padre de dos hijos, Mora es además un escritor inquieto que ha publicado numerosos libros divulgativos sobre el cerebro y la memoria como, por ejemplo, "El Dios de cada uno", "Genios locos y perversos", "El sueño de la inmortalidad" o "¿Enferman las mariposas del alma?".
Este científico es capaz de explicar la complejidad cerebral en pocas líneas. Inició su carrera profesional en la Universidad de Granada, donde estudió Medicina. Entonces ya le llamó la atención todo lo relacionado con el cerebro, es decir, la neurología y la psiquiatría. "Sin estar loco, pasé cuatro años en un hospital psiquiátrico porque quise sumergirme realmente en esa incógnita de lo que significa no solo tener los procesos mentales sino cómo se pierden", explica. Mora aparcó su trayectoria médica y durante más de 30 años se encerró en un laboratorio con ratas y monos rhesus. "Éstos han sido mis pacientes", asegura con humor.
–¿Se considera un científico curioso?

–Lo he sido siempre y, de hecho, la curiosidad es el ingrediente elemental e innato de cualquier científico: no se puede ser científico si no quieres escudriñar todo aquello que no se conoce. Hubo un gran neurocientífico que fue premio Nobel, Charles Sherrington, que llamaba a la investigación científica la curiosidad sagrada. Los científicos tenemos el único instrumento, el único, que nos puede aproximar a eso que nunca alcanzaremos y que se llama verdad. No es la fe, no es el yo pienso: nosotros contrastamos primero con una observación, luego experimentamos, creamos hipótesis... Solo así se alcanza el verdadero conocimiento.

–Usted ha escrito sobre el placer, ¿por qué nadie se ríe cuando hace el amor?

–El fenómeno del acto sexual es muy interesante fisiológicamente hablando porque es el único, posiblemente, en el que en muy breve espacio de minutos se puede pasar de un estado del sistema nervioso a otro opuesto. Cuando uno juega al amor, está en lo que se llama una descarga del sistema nervioso autónomo o vegetativo parasimpático (uno está bien, relajado) y en esa situación unos tienen erección y otros secreción. Lo extraordinario es que después del juego viene la eyaculación en el hombre y el orgasmo en la mujer. En ese momento ninguno de los dos ríe, particularmente el hombre, porque se produce una descarga de otro sistema nervioso autónomo vegetativo que es el sistema simpático, y éste es el que únicamente se pone en marcha cuando hay algo muy importante para la supervivencia. Esto se ha mantenido porque es importante para tener la seguridad de la procreación. Hay que hacerlo rápido, fugaz y eficiente, es un diseño de la Naturaleza. Y esto es lo que en el ser humano, que pasa mucho tiempo haciendo estas cosas, no ha cambiado. Por eso no se ríe el ser humano.

–¿Cómo percibe el cerebro la belleza?

–Todo tiene una explicación biológica. Cuando se han hecho estudios, los participantes coincidían a la hora de definir a la mujer más hermosa la que presentaba una perfecta simetría entre el lado derecho y el lado izquierdo del rostro. Hay estudios que a mayor asimetría, menor aceptación de belleza en el rostro de una mujer. Es muy curioso. ¿Y qué fundamento tiene que sea simétrico? Pues mire si es crudo y real: a través de la evolución se ha sacado la conclusión de que la asimetría se corresponde con infecciones e infertilidad. Lo que los seres humanos hemos embellecido y hemos sacado en las filosofías a un nivel de excelsitud está extraído todo de nuestro proceso biológico de la evolución, todo.

–¿Qué diferencias hay entre el cerebro humano y el de un chimpancé?

–Somos muy distintos. Primero, nos llevamos una diferencia de seis millones de años en el proceso evolutivo; y segundo, y fundamentalmente, el chimpancé tiene 400 gramos de peso de cerebro, en tanto que nosotros tenemos 1.400.

–Pero el peso no tiene importancia, ¿verdad?

–Cuando hablamos de peso, estamos hablando de los circuitos neuronales que se codifican para las funciones específicas. Un cerebro grande, en nuestro caso, es una caja cilíndrica que alberga circuitos que el cerebro de un chimpancé no tiene. Las diferencias son tan grandes que no pueden ni aproximarse de lejos a lo que el ser humano percibe; ni los sentimientos, que son la sensación consciente de una emoción. La capacidad que tiene el chimpancé de reconocerse es lo que se llama autoquinética, pero de eso a tener un mundo interior hay un abismo. Como decía el gran antropólogo Povinelli, no nos equivoquemos: los chimpancés no son niños con pelo.

–¿Actuamos más consciente o inconscientemente?

–Infinitamente inconscientemente, la conciencia es un algo pequeñito al lado de lo que realmente sostiene la conducta humana, que está elaborada por mecanismos inconscientes. Los mecanismos de la construcción de la conducta, incluso de la conducta consciente, los hace nuestro cerebro inconsciente.
–¿El saber ocupa lugar?

–Sin duda. El cerebro ocupa lugar. Tanto lugar, que aprender y memorizar es cambiar físicamente el cerebro. No se puede aprender y no se puede memorizar lo aprendido a menos que cambiemos el cableado físico y químico del cerebro. Un ejemplo: el hipocampo de los conductores de taxis de Londres, el de aquellos conductores que se saben todas las callejuelas de los miles de kilómetros de la ciudad, es mucho mayor que el nuestro. En definitiva, haciéndolo simple: el saber sí ocupa espacio y lugar.

–¿Cuáles son las claves para mantener joven el cerebro?

–La primera y más importante es comer menos de lo que comemos, hay una larga historia detrás de esto, pero está demostrado. El segundo es practicar ejercicio físico aeróbico porque produce un aumento en las neuronas nuevas que crecen en el cerebro, en las áreas que codifican para aprender y memorizar. La tercera es tener una vida intelectual muy activa. Junto a estas tres claves, las nueve que nos quedan son: no vivir solo, dormir siempre sin luz porque se segrega una hormona que es antioxidante y nos repara de los daños celulares que existen, viajar mucho porque significa constantemente estar cambiando el panorama perceptivo y estudiar algo nuevo cada día. En este campo recomiendo aprender un idioma independientemente de cuántos se conozcan a partir de los 50 años porque es una exigencia para el cerebro. El cerebro no entiende de leer una novelita ni de mirar la televisión pasivamente o charlitas relajadas; el cerebro entiende de exigencias. Aprender un idioma retrasa incluso la aparición de la enfermedad del alzheimer hasta seis años. Otra clave para retrasar el envejecimiento cerebral es no fumar porque, y hoy lo tenemos muy bien contrastado, el fumador adelanta catorce años las enfermedades que aparecen con el envejecimiento y muere siete años antes que la población que no fuma. Más aún, las capacidades cognitivas de aprender y memorizar descienden cinco veces a velocidad superior que el que no fuma. La otra y última clave es la denominada "reserva cognitiva", que es la capacidad de poder almacenar en la juventud lo que podemos utilizar durante el envejecimiento para retrasar la aparición del deterioro.

Fuente:

Faro de Vigo

19 de agosto de 2011

Practicando quince minutos de ejercicio diario vivirás más tiempo

Las personas que hacen ejercicio durante 15 minutos al día o 92 minutos a la semana, amplían su esperanza de vida tres años en comparación con las personas que son inactivas, según revela un estudio publicado en The Lancet. "El ejercicio a niveles muy bajos reduce las muertes por cualquier causa en un 14 por ciento", afirma uno de los autores principales del estudio, el profesor y catedrático de la Universidad de Texas (Estados Unidos), Xifeng Wu.

Los investigadores encontraron que el riesgo de muerte por cualquier causa descendió en un 4 por ciento por cada 15 minutos más de ejercicio, llegando hasta los 100 minutos de ejercicio al día durante el estudio. Así, los ejercicios durante 30 minutos diarios añaden unos cuatro años en la esperanza de vida.

En el estudio, que siguió a 416.175 taiwaneses entre 1996 y 2008 durante un promedio de ocho años, los participantes completaron un cuestionario sobre su historial médico y con información sobre su estilo de vida, así como la actividad física que realizaban por semana durante el mes anterior, recogida en función de su intensidad (baja, moderada o alta) y tiempo. Según la investigación, si las personas inactivas en Taiwán hicieran un poco ejercicio diario, una de cada seis muertes podría ser pospuesta. "Sería una reducción estimada de mortalidad similar a la de un programa de control del tabaco con éxito", aseguran los autores.

Los participantes que realizaban menos de una hora a la semana de actividad física fueron clasificados como inactivos, es decir, el 54 por ciento de todos los sujetos. Otros fueron clasificados en un nivel bajo, medio, alto o muy alto sobre la base de la duración y la intensidad de su ejercicio. Así, los investigadores calcularon el riesgo de mortalidad y la esperanza de vida para cada grupo. Los que participan con bajo volumen de ejercicio tenían menores tasas de mortalidad que las personas inactivas, independientemente de la edad, el riesgo de enfermedad de género, el estado de salud, el consumo de tabaco, consumo de alcohol o enfermedad cardiovascular.

"Se debe promover una recomendación de 15 minutos de ejercicio diario", señalan los autores, que concluyen que estos hallazgos pueden estimular a la gente a hacer ejercicio tanto como puedan y que no se sientan frustrados porque no puedan llegar a los 30 minutos diarios que hasta ahora recomendaban los expertos.

Tomado de:

Muy Interesante

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31 de julio de 2011

¿Por qué encoge nuestro cerebro?

Sabemos que el cerebro humano se atrofia y pierde facultades con los años, pero ¿sucede lo mismo en todas las especies? Un estudio comparativo con cerebros de chimpancés demuestra que somos los únicos primates que sufren este desgaste. Tener cerebros más grandes y vivir más años podría tener un precio para nuestras mentes.


El cerebro humano se encoge. Incluso en los individuos sanos, aquellos que no sufren ninguna enfermedad neurodegenerativa como el temido Alzheimer, esta reducción paulatina de tamaño se registra desde los 25 años de edad y el proceso se acelera a partir de los 50. Pese a lo que dice el mito, no se trata de una pérdida masiva de neuronas, sino de cambios en la microestructura de estas células y las conexiones dendríticas de la corteza cerebral. Esta atrofia está localizada sobre todo en el lóbulo frontal y el hipocampo, la zona donde se fijan los recuerdos, de modo que tiene consecuencias directas en facultades como nuestra capacidad de razonar, la rapidez mental o la memoria episódica.

Hasta donde sabemos, los humanos somos las únicas criaturas que desarrollamos enfermedades degenerativas como las demencias o el Alzheimer. De alguna manera, el deterioro natural de estas zonas de la corteza cerebral por la edad podría predisponernos a sufrir estas enfermedades. Para conocer mejor lo que nos diferencia, resulta muy útil comparar lo que sucede en el cerebro de otras especies, y eso es lo que ha hecho el equipo liderado por Chet Sherwood, de la Universidad George Washington, en un estudio publicado esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Para su análisis, los científicos escanearon con resonancia magnética los cerebros de 99 chimpancés (con edades entre los 10 y los 51) y de 87 humanos (con edades comprendidas entre los 22 y los 88 años). A diferencia de lo que ocurre con los cerebros humanos, que muestran un descenso de volumen en todas las estructuras a lo largo de los años, los cerebros de los chimpancés no presentaron cambios significativos relacionados con la edad.

Las tasas de cambio en los cerebros humanos, sin embargo, son importantes. Algunas regiones se encogen hasta un 25% a la edad de 80 años. El encogimiento de la materia gris en el lóbulo frontal, por ejemplo, es de alrededor de un 14%, y de un 13% en el hipocampo, mientras que en la denominada "materia blanca", el lóbulo frontal puede llegar a reducirse hasta un 24%.

¿Por qué se producen estas diferencias? Los científicos ya habían realizado estudios similares con monos Rhesus, pero es la primera vez que se compara de forma detallada con un primate superior como los chimpancés. Todas las pistas apuntan a un origen evolutivo y al aumento de la longevidad, vivimos proporcionalmente más que los chimpancés y tenemos un cerebro hasta tres veces más grande con una demanda energética considerablemente superior.

El cerebro humano consume un 25% de la energía disponible para el resto del cuerpo, frente al 10% que consume el cerebro de un chimpancé. Esta mayor demanda energética conlleva algunas consecuencias, como el deterioro de la eficiencia de las mitocondrias o un mayor estrés oxidativo, un cambio metabólico que, a largo plazo, explicaría la atrofia de nuestros cerebros a medida que envejecemos.

"Mi impresión es que las neuronas hacen básicamente todo lo mejor que pueden para mantener el máximo funcionamiento durante todo el tiempo posible", asegura Chet Sherwood en Science. "Pero la edad se acumula en su contra después de años de alto consumo energético".

Causas exógenas

Otros estudios sobre el envejecimiento cerebral en sujetos sanos apuntan a la pérdida de conectividad por factores naturales. "Teóricamente se pierde hasta un 40% de esa conectividad solo por el proceso de envejecimiento", nos cuenta el catedrático de Fisiología de la UCM, Francisco Mora. "Y éste es el límite en el que uno puede mantener unas facultades mentales normales". Pero estos estudios se han puesto en duda, apunta Mora, "por no tener en cuenta algo tan importante como los factores ambientales".

Que los hábitos de vida pueden encoger el cerebro y atrofiarlo, más allá de la edad, ha sido ampliamente comprobado. Trastornos como la depresión, el insomnio, o hábitos como el vegetarianismo extremo prolongado, también se han mostrado como factores que hacen encoger el cerebro. Entre estos factores, el consumo de drogas es una de las causas de atrofia más importantes.

"Las alteraciones morfológicas que produce el alcohol en el cerebro", nos explica Koldo Callado, investigador del banco de cerebros de la Universidad del País Vasco, "son muy parecidas a las del Alzheimer, con alteraciones en los surcos, atrofia cortical, etc.". También sabemos que el éxtasis, o las drogas de diseño, como apunta Callado, producen destrucción de neuronas. "Y eso se ve cuando se trata a animales y aplicamos neuroimagen", asegura. "Vemos cómo se reduce el volumen cerebral y se pierden determinado tipo de neuronas".

Entre los factores externos que han modificado nuestro cerebro también se contemplan motivos antropológicos y evolutivos. Un beneficio hipotético de la prolongación de la vida después del período reproductivo en humanos, explica el estudio, es que los abuelos podrían haber desarrollado un papel esencial en el cuidado de las crías. "Estas soluciones adaptativas", asegura el estudio, "crearon también un marco único en que los humanos desarrollaron un envejecimiento neuronal progresivo mayor que el de nuestros parientes los primates".

Con todos estos elementos, nuestra especie desarrolló evolutivamente un cerebro mucho más grande y exigente metabólicamente, además de una larga esperanza de vida. Estos factores han dado unas ventajas decisivas a los humanos, concluye el trabajo, pero finalmente estas adaptaciones también tienen un "coste" en forma de una mayor neurodegeneración.

Referencias: Aging of the cerebral cortex differs between humans and chimpanzees (PNAS)

Fuente:

La Información

29 de julio de 2011

Encuentran la razón por la que se nos olvidan las cosas con la edad



La corteza prefrontal es la encargada de las funciones cognitivas.

Con el paso de los años es fácil comenzar a olvidar dónde dejamos las llaves del auto o el nombre de esa persona que vemos a menudo.

Ahora, una nueva investigación descubrió la causa de este "déficit cognitivo" en la llamada memoria de trabajo y afirma que es probable que pueda revertirse.

Los científicos de la Universidad de Yale, Estados Unidos, encontraron que las redes neurales en el cerebro de personas de mediana edad y edad avanzada tienen conexiones más débiles y se activan con menos intensidad que las de los cerebros jóvenes.

Y tal como expresan en la revista Nature, los experimentos que llevaron a cabo con animales mostraron que es posible revertir esa pérdida con un fármaco que actualmente se usa para tratar la hipertensión.

A medida que la gente envejece tiende a olvidar cosas más a menudo o se distrae más fácilmente con cualquier cosa. Y también presenta más dificultades para llevar a cabo ciertas funciones cognitivas.

Aunque durante mucho tiempo se ha sabido que estos "déficits" están vinculados a la edad, hasta ahora se desconocía cuáles son las causas biológicas de esta pérdida cognitiva.

Memoria de trabajo

Los investigadores del Instituto Kavli para Neurociencia de la Universidad Yale llevaron a cabo estudios con monos jóvenes, de mediana edad y de edad avanzada para analizar cómo la actividad de las neuronas en la corteza prefrontal -el área del cerebro responsable de las funciones cognitivas y resolución de problemas- cambia con el envejecimiento.

Los animales fueron sometidos a varias tareas en las que debían usar su memoria de trabajo, como recordar dónde estaban objetos, organizar funciones o llevar a cabo varias tareas a la vez.

Encontraron que en los animales jóvenes las conexiones neurales de esta área cerebral eran capaces de mantener "descargas" de alta frecuencia durante los experimentos de memoria de trabajo.

Pero las neuronas de los animales de más edad mostraron descargas más débiles y de menor duración.

Sin embargo, cuando los científicos repitieron los experimentos bloqueando las señales neuronales con un compuesto quimico, lograron revertir el deterioro celular a un nivel de actividad similar al de animales jóvenes.

Los científicos creen que con el envejecimiento se acumulan niveles excesivos de una molécula, llamada cAMP, lo cual quizás provoca un debilitamiento de las señales neuronales.

Y con ciertos compuestos químicos capaces de bloquear o inhibir la actividad de esta molécula se pueden revertir los patrones de comunicación de las neuronas para mejorar su función.

"Los déficits cognitivos relacionados a la edad pueden tener un serio impacto en nuestras vidas" afirma la profesora Amy Arnsten, quien dirigió el estudio.

"La gente a menudo necesita llevar a cabo funciones cognitivas mayores para satisfacer incluso sus necesidades más básicas, como pagar las cuentas o revisar sus registros médicos".

"Estas capacidades son críticas para mantener una carrera o ser capaz de vivir de forma independiente cuando envejecemos", agrega.

Según los investigadores ya existen compuestos capaces de mejorar la función de las conexiones neuronales.

Uno de ellos es un fármaco llamado guanfacine que actualmente se utiliza como tratamiento de hipertensión y que podría inhibir a la molécula cAMP para restaurar la memoria de trabajo.

Sin embargo, tal como señalan los investigadores, antes de poder utilizar cualquier medicamento será necesario comprobar los resultados en estudios amplios con humanos.

Fuente:

BBC Cien

17 de mayo de 2011

Anuncian prueba que dice pronosticar cuán rápido envejece una persona

Una prueba simple de sangre que podrá determinar qué tan rápido está envejeciendo una persona y si vivirá una vida larga o corta estará disponible en el mercado en Europa en los próximos meses.

Cromosoma y telómeros

Los telómeros (rojo) se encargan de la división celular y tiempo de vida de las células.

El análisis mide los telómeros, las regiones de ADN ubicadas en los extremos de los cromosomas, que se encargan de la división celular y el tiempo de vida de una célula.

También están involucrados en enfermedades como el cáncer.

Como los telómeros marcan el número de divisiones celulares, los científicos creen que estas estructuras son uno de los indicadores más precisos e importantes de la velocidad en que una persona está envejeciendo.

Vejez biológica

Desde hace tiempo varios equipos científicos en distintos países trabajan en una prueba capaz de medir el envejecimiento del ser humano.

Pero este análisis, creado por la doctora María Blasco del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España y la compañía Life Length, es el primero que logra avanzar hasta la etapa de comercialización.

"No intentamos determinar cuándo morirá una persona" explicó a la BBC la doctora Blasco.

"La prueba te dice básicamente si los telómeros de una persona tienen una longitud normal para su grupo de edad, o si son más cortos o más largos de lo normal", agrega.

Tal como informa la compañía, una persona podrá enviar una muestra de sangre al laboratorio y con ésta se determinará la longitud de sus telómeros. Esta medida indicará su "edad biológica", que puede ser tanto mayor como menor que su edad cronológica.

Según la investigadora, esta prueba "es muy precisa".

"Podemos detectar diferencias muy pequeñas en la longitud de los telómeros con una técnica muy simple y rápida con la cual se pueden analizar varias muestras al mismo tiempo".

"Y lo más importante es que podemos determinar la presencia de telómeros peligrosos: aquéllos que son extremadamente cortos", agrega.

Aunque algunos científicos creen que las pruebas de telómeros serán practicadas de forma rutinaria en la próxima década, no todos están de acuerdo en su valor y utilidad.

Por ejemplo, se presentan varias cuestiones éticas como, por ejemplo, si la medición de los telómeros de un individuo será utilizada por compañías de seguros de vida o médicos para determinar el riesgo de una persona de morir prematuramente o sufrir una enfermedad mortal.

También se cuestiona cuál es el valor que tiene para un individuo conocer qué tan "viejo" es biológicamente.

Tal como señala la doctora Blasco, aunque la longitud de los telómeros no predice cuánto tiempo vivirá una persona, sí se puede tener "información vital" sobre su riesgo de morir prematuramente a causa de enfermedades vinculadas al envejecimiento como las cardiovasculares o cáncer.

Información "útil"

"Sabemos desde hace tiempo que la gente que nace con telómeros más cortos está vinculada a un mayor riesgo de ciertas enfermedades vinculadas al envejecimiento, como las cardiovasculares, cierta susceptibilidad a las infecciones o trastornos neurológicos".

"De manera que esta prueba podría ser un indicador de cuán envejecido está tu organismo o cuál es el estado de tu salud".

Prueba de sangre

La longitud de los telómeros se puede medir con una muestra de sangre.

"La longitud de los telómeros no determina una más larga longevidad, ni tampoco indica necesariamente que una persona con telómeros cortos desarrollará estas enfermedades, pero sí determina el riesgo que tiene una persona de desarrollarlas", explica la doctora Blasco.

Life Length ya ha anticipado que la prueba tendrá una gran demanda.

Sin embargo, algunos expertos afirman que si estas pruebas se vuelven rutinarias sin duda habrá mucha gente que preferirá no conocer su "edad biológica", principalmente cuando no se cuenta con opciones para "revertir" la longitud de los telómeros.

Esta situación, según la doctora Blasco, es similar a la prueba que se lleva a cabo actualmente para conocer el nivel de colesterol de un individuo.

"Cuando los científicos comenzaron a encontrar una asociación entre el alto nivel de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, no había tratamientos para reducir el problema de colesterol".

"Y sin embargo la prueba se llevaba a cabo para contar con más información sobre la salud de la persona para que pudiera cambiar sus hábitos de vida y estar consciente de su riesgo de colesterol".

"Con los telómeros ocurre algo similar" explica la investigadora.

"Si éstos son más cortos de lo normal, esa información podría ser útil para que la persona cambie su estilo de vida. Pero, al final, cada quien tendrá que decidir si quiere someterse o no a esta prueba", agrega.

Según Life Length, la prueba de telómeros -que costará US$700 dólares- podría estar disponible en el mercado europeo a fines de este año.

Fuente:

BBC Ciencia

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17 de marzo de 2011

Comprobado: Las elefantas mayores son más sabias

elefantas

Las elefantas vivien en grupos sociales organizados.

Si en muchas culturas las personas mayores son muy respetadas, también lo son en el reino animal. Pero los elefantes parecen prestar más atención a las elefantas de más edad, según sugiere un estudio.

Los científicos encontraron que los elefantes siguen a las hembras, especialmente cuando escuchan el sonido de un depredador que se acerca.

El equipo de investigación supervisó las reacciones de los elefantes africanos cuando oyeron el sonido de leones rugiendo.

Cuando se trataba de un grupo de animales con una líder femenina o matriarca, los elefantes se organizaban muy rápidamente a la defensiva formando un grupo, al oír a un león macho.

Los hallazgos fueron publicados en la revista especializada Proceedings of the Royal Society B.

Los investigadores ya sabían que las elefantas más viejas juegan un papel muy importante en sus grupos sociales.

Pero en este estudio, dirigido por Karen McComb y Shannon Graeme, de la Universidad de Sussex en el Reino Unido, los científicos lograron poner esto a prueba en un entorno natural.

El experimento

Para llegar a este hallazgo, los investigadores grabaron los rugidos de leones, y separaron los sonidos de leones machos y leonas hembras.

leon

Las elefantas más viejas pueden distinguir entre el rugido del león macho y de las leonas.

Luego utilizaron altavoces para reproducir estos sonidos a 39 grupos de elefantas en el Parque Nacional de Amboseli, en Kenia.

Los grupos con líderes femeninas de mayor edad, o matriarcas, respondieron muy rápidamente a los rugidos de los leones machos. Los animales se detuvieron a escuchar con atención, y a continuación, se amontonaron para defenderse.

"Los leones machos representan una amenaza muy real para los elefantes", afirma la doctora McComb. "Son capaces de derribar a una cría, incluso cuando atacan solos".

En cambio, es poco probable que las leonas hembras ataquen a un elefante, a menos que estén en un gran grupo, y los investigadores encontraron que las elefantas mas viejas eran capaces de distinguir entre el sonido de un león macho y de una leona.

Los grupos compuestos por elefantas de más edad eran mucho más hábiles a la hora de formar esta especie de "pelotón defensivo", e incluso, de acercarse agresivamente al altavoz cuando se les proyectaban los rugidos de los leones machos.

En cambio, "las matriarcas más jóvenes no parecía tan preocupado por los leones machos como deberían," comenta la investigadora Karen McComb.

"Creemos que esto se debe a que las más jóvenes no han tenido suficiente contacto con esta amenaza, ya que los leones no atacan a los elefantes muy a menudo", agrega.

Edad y experiencia

El equipo de científicos británicos tiene ahora el reto de descubrir qué hacen exactamente las elefantas más experimentadas, para desencadenar esta respuesta tan coordinada.

"No emiten señales de voz fuerte. Creemos que aplican señales muy sutiles con su cuerpo y su postura, y también estamos buscando vocalizaciones suaves", agrega.

En investigaciones previas el equipo había encontrado que las elefantas mayores, y al parecer más sabias, eran más capaces de saber si otros elefantes eran "amigos" o intrusos en sus grupos sociales.

Josh Plotnik, de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, quien ha estudiado el complejo comportamiento social de los elefantes asiáticos, dijo que los resultados eran "muy emocionante" y que tenía implicaciones para futuros estudios sobre una gran variedad de especies que viven en grupos.

"Mi experiencia con elefantes asiáticos sugiere una tendencia similar," dijo a la BBC.

"Las elefantas más viejas parecen mucho más alerta de las amenazas potenciales que las más jóvenes, lo que probablemente es debido a una mayor experiencia con una mayor variedad de presiones ambientales".

Lo más interesante de este estudio fue, según su investigadora principal, la capacidad de los elefantes de establecer, con rapidez y precisión, la diferencia entre el rugido de un león macho y un león hembra.

"Las diferencias son muy sutiles. Para nosotros los humanos es muy difícil distinguirlos".

Según la científica, este estudio también demostró la necesidad de conservar y proteger a los animales de más edad.

Fuente:

BBC Mundo

25 de febrero de 2011

Detienen por primera vez el envejecimiento humano

El grupo de Juan Carlos Izpisúa rejuvenece células envejecidas por progeria, la enfermedad de la vejez prematura.




Controlar los efectos del paso del tiempo es una de las grandes obsesiones del ser humano, desde un punto de vista estético y también médico. Científicos de Estados Unidos y de España, dirigidos por el investigador Juan Carlos Izpisúa, han dado un paso que hace más creíble la materialización de ese sueño. Por primera vez han conseguido interrumpir el envejecimiento. De momento, el logro solo se ha conseguido en el laboratorio y con células de personas con progeria, una extraña enfermedad que causa el envejecimiento prematuro en plena infancia.

El avance, que hoy publica la revista «Nature», demuestra que al menos en una placa de cultivo se puede modular el paso del tiempo. Pero sobre todo ofrece un modelo de estudio único para estudiar esta rara enfermedad y todos los efectos de la vejez natural. En las células reprogramadas de los pacientes, el grupo de Izpisúa ha reproducido fielmente la enfermedad. Lo que se convierte en el mejor conejillo de Indias para probar futuros tratamientos e investigar a fondo el proceso biológico del paso del tiempo. Esta será la aplicación inmediata.

Los niños con progeria sufren con pocos años los problemas de salud típicos de la quinta o la sexta década de la vida. Son niños-viejos: tienen arterioesclerosis, osteoporosis, trombosis y ataques al corazón. Se quedan sin pelo, su piel se arruga, apenas crecen y su esperanza de vida no supera por término medio los 14 años.

El interés científico por esta rara patología es buscar una solución para sus afectados y, por extensión, encontrar respuestas para todas las enfermedades relacionadas con la edad.

Efecto temporal


La protagonista de esta investigación es la reprogramación celular y las células iPS. Con esta técnica, se puede dar marcha atrás en el reloj biológico y conseguir que una célula adulta vuelta al estado de inmadurez original para comportarse como si fuera embrionaria. Todo sin tener que destruir embriones.

A partir de una muestra de piel de enfermos con este síndrome, los científicos del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y del Instituto Salk (California) generaron células madre iPS o pluripotentes con la alteración genética que provoca el síndrome. Durante la reprogramación, borraron los defectos de la enfermedad en las células. Las nuevas células actuaban como sanas. Mostraban la ausencia de progerina (la proteína que causa el envejecimiento) y, lo más importante, carecían de las alteraciones nucleares y epigenéticas que normalmente se asocian con el envejecimiento prematuro.

Los niños afectados tienen graves alteraciones en el núcleo de sus células que causan, a su vez, errores en cascada en muchos genes. «Hemos observado que podemos "rejuvenecer " un núcleo "envejecido" de progeria,lo que nos abre las puertas a estudiar los mecanismos genéticos de la vejez», explicó a ABC Izpisúa.

Este efecto es temporal. Cuando esas células iPS se transformaron en una célula adulta volverían a aparecer las malformaciones en sus núcleos y todos los efectos del envejecimiento.

La aplicación inmediata es utilizar estas nuevas células iPS como banco de pruebas. Es un modelo único, en opinión de Izpisúa, porque hasta la fecha todos los estudios se han realizado en modelos animales: en moscas, gusanos o ratones..., no en humanos. Las células iPS permitirá ensayar fármacos e investigar como si se hiciera en pacientes reales. Con la ventaja de que las células reprogramadas se diferencian en un plazo relativamente corto (dos semanas), en contraste con las décadas que dura el envejecimiento natural.

Fuente:

ABC

2 de febrero de 2011

Ya casi revelan el secreto de la eterna juventud

Este post no vende cremas antiarrugas ni pociones mágicas o milagrosas, aunque según su título así pudiera parecer. Sí se refiere, sin embargo, a la posibilidad de ser eternamente jóvenes, pero va contado desde un punto de vista científico, mas no estético, así que nada de bótox ni cirugías plásticas involucradas.

Resulta que un estudio publicado en la Revista Nature, realizado por un equipo de científicos del Instituto de Cáncer Dana-Faber, en Estados Unidos, detalla cómo habían revertido el proceso de envejecimiento en ratones. Ojo: Revertido, es decir, que no se trataba de “detener” el proceso de vejez, sino de prácticamente, retroceder el tiempo.

Explica la BBC que para lograrlo los investigadores se enfocaron en los cromosomas dentro del núcleo de las células, específicamente en los telómeros, ubicados en los extremos de los cromosomas, y cuya función es proteger a los cromosomas de los daños y coordinar la multiplicación o división celular.

Con el paso del tiempo, los telómeros se van reduciendo hasta que las células ya no son capaces de replicarse y por ende van envejeciendo sin tener sustitutas. En el experimento, los investigadores manipularon la enzima que regula a los telómeros, llamada telomerasa, logrando obtener resultados “sorprendentes”, según explicaron:

Lo que esperábamos era un retraso o estabilización del proceso de envejecimiento (…) Pero en vez de eso observamos una reversión drástica en los signos y síntomas del envejecimiento: Vimos que el cerebro de estos animales aumentó de tamaño y mejoraron sus capacidades cognitivas. Su pelaje recuperó su apariencia brillante y sana y su fertilidad también resultó restaurada”.

Claro está, tampoco la idea es que nos hagamos ilusiones tan apresuradas, ya que recordemos que se trató de un estudio con ratones, por lo que aplicar el procedimiento en seres humanos es aún un desafío por realizar… Y es que el gran problema es que mientras unos científicos aún trabajan en descifrar cómo se produce el proceso de envejecimiento, pues todavía no se sabe con absoluta, otros dedican sus esfuerzos en probar tratamientos para revertir la vejez.

Este experimento puede ofrecer datos interesantes no solo para revertir el proceso de envejecimiento, sino en todo lo referente a la investigación sobre el cáncer y su tratamiento, así que sin lugar a dudas esperaremos conocer pronto nuevos avances en la materia, aunque mientras sigamos envejeciendo… Ahora bien, suponiendo que esta u otra investigación similar lleguen a feliz término: ¿Cómo crees que nos impactará saber que podemos ser “eternamente” jóvenes?

Con infrmación de:

Fayer Wayer

14 de enero de 2011

¿Que ocurre con tu email cuando mueres?

El otro día escuchando la radio el locutor planteaba una interesante pregunta. ¿Que ocurre con tu email cuando mueres? A su vez surgían una serie de preguntas secundarias no menos interesantes. ¿Deberíamos dejar en nuestro testamento la contraseña para que nuestros seres queridos recuperen el material importante, evitando así que se convirtiera en basura digital junto con el resto del correo, olvidada en los servidores de nuestro proveedor?

Indagando un poco entre cláusulas de servicio y términos de software podemos encontrar fácilmente, en cada proveedor, qué sucede si nuestra cuenta no es usada durante un tiempo. Como algunos sabrán —yo mismo perdí una cuenta de Hotmail en mi juventud— los servicios de correo suelen tener asociado un periodo de tiempo en el cual si no ingresamos en nuestra cuenta esta se marca como inactiva.

He revisado los tiempos de inactividad previa cancelación en 3 de los webmails más utilizados:

■Gmail (9 meses, según sus políticas en el último punto)

Google se reserva el derecho de cancelar su cuenta, según lo estipulado en las Condiciones del servicio en caso de que no acceda a ella durante un período de nueve meses.

■Windows Live Hotmail (90 días según el artículo 11.11 del acuerdo de servicio)

Entre los motivos por los que podemos cancelarlo se incluyen la posibilidad de que dejemos de ofrecer el servicio en su región o de que usted incumpla este contrato, no inicie sesión en la red de Windows Live ID durante un período de 90 días o no pague la cuota que debe a Microsoft o a nuestros agentes.

■Yahoo Mail (Tiempo limitado pero no especificado, artículo 7.5 de sus términos de servicio)

El usuario reconoce y acepta que Yahoo! se reserva el derecho a cancelar y reutilizar las cuentas que se hallen inactivas durante un periodo de tiempo no razonable.

Así que a fin de cuentas, cuando morimos nuestro servicio de correos pasa a deshabilitar la cuenta para posteriormente eliminar su información por completo —o eso dicen—, no dejando ni rastro de basura digital. ¿Pero que pasa si algún familiar necesita recuperar datos potencialmente importantes de la cuenta de correo de un fallecido?

Supongo que serán raros los casos, pero los habrá, en los que un familiar o cónyuge trate de contactar con el proveedor de servicios de email (véase Windows Live o Gmail por ejemplo) para intentar recuperar documentos almacenados en el servicio de correo de una persona recién fallecida e intentar tal vez salvar datos críticos. ¿Cual sería la respuesta por parte de dichos servicios, si es que llegan a responder?

Bien, explorando un poco el centro de ayuda de Google, concretamente la sección de seguridad, descubro un topic llamado Accediendo a la cuenta de una persona fallecida, en el que la empresa especifica que efectivamente, en algunos casos si se puede acceder a la cuenta de una persona fallecida siempre y cuando aportemos una serie de documentación necesaria:

■Nombre y dirección física completos y una cuenta de email verificable
■Fotocopia de nuestro documento de identidad, pasaporte o algún otro documento oficial que nos identifique
■La cuenta de email a la que queremos acceder
■Un email completo, incluyendo cabecera, que hayamos recibido de la persona fallecida
■Copias compulsadas de las traducciones del certificado de defunción
■Copia del certificado de nacimiento —si el fallecido es menor— o documento acreditando que somos el representante del fallecido
Si presentamos toda la documentación en un periodo de 30 días Google nos proporcionará acceso a la cuenta del fallecido. No he podido comprobar que pasaría si el servicio de webmail es diferente, pero es de suponer que si la información esta aún disponible podríamos reclamarla de una forma similar a esta.

Es una realidad que muchos de los documentos que manejamos hoy en día están en el correo electrónico y solo son accesibles mediante nuestra identidad digital. Cada vez más gente usa exclusivamente Internet para guardar información muy importante. Aunque esta información sea legalmente recuperable, supongo que debe ser un verdadero calvario tener que reclamar y esperar los trámites burocráticos pertinentes, sobretodo si nos encontramos en un país diferente al del proveedor de correo, por lo que os planteo dos nuevas preguntas. ¿Deberíamos empezar a plantearnos seriamente este tipo de situaciones? ¿Deberían los preoveedores implementar esta opción, haciendo los trámites más sencillos?

Fuente:

Bitelia

12 de enero de 2011

Será posible vivir hasta los 130 años

A partir del 2027, los seres humanos podrán alcanzar esa edad. Un científico ruso desarrolla un medicamento contra el envejecimiento.

O sea, si usted tien menos de 50 años con toda seguriad puede llegar al 2027, y podrá vivir 130 años!!! ¿O no es una tan buena idea? Para meditar.



La esperanza de vida de los seres humanos ha ido en aumento. (Le Figaro)

Mientras varios científicos estudian las causas del envejecimiento e intentan hallar un medicamento que pueda detener su paso, algunos datos arrojan que desde el 2027 el hombre podrá llegar a la edad de 130 años, informó el diario francés Le Figaro.

“Hoy sabemos que la máquina humana está programada para una longevidad media de alrededor de 120 años. Tenemos, por lo tanto, la posibilidad teórica de alcanzar esa edad y algunos incluso de superarla”, dijo el médico y biofísico francés Roland Moreau, autor del libro La inmortalidad para mañana, al citado medio.

“De la proyección de las estadísticas actuales ya puede concluirse que la mitad de las niñas que están naciendo actualmente en el mundo desarrollado llegará a cumplir cien años. Y lo mismo sucederá con todos los nacidos después de 2027. Esto significa que varios de nuestros hijos y nietos llegarán a los 130 años”, agregó.

Por su parte, desde su laboratorio en Moscú, el doctor Valdimir Skoulatchev está investigando las causas del envejecimiento y asegura que está a punto de terminar un medicamento que neutraliza el paso de los años y que podrá ser comercializado dentro de cinco años.

Skoulatchev pertenece a la Academia de Ciencias de Moscú y es decano de la facultad de ingeniería biológica de la Universidad de Moscú. El presidente Dimitri Medvedev apoya personalmente su trabajo, cuenta además con el mecenazgo del millonario Oleg Deripaska y, por si fuera poco, la empresa estatal de nanotecnología Rosnano ha invertido 440 millones de euros en su investigación.

Fuente:

Peru21

10 de enero de 2011

Las hormigas también se jubilan


Científicos de EE UU descubren que las hormigas dejan de cortar hojas cuando envejecen y sus mandíbulas comienzan a deteriorarse

Un grupo de investigadores que estudian los hábitos de las hormigas cortadoras de hojas descubrieron que, a medida que estos insectos envejecen y sus mandíbulas se deterioran, se retiran del trabajo más duro.

Es decir, las hormigas también se jubilan.

Científicos de la Universidad de Oregon, en Estados Unidos, encontraron que cuando las hormigas más viejas dejan de cortar hojas asumen tareas más relacionadas con el transporte, lo que para los investigadores demostraría que los individuos pueden jugar un papel importante incluso cuando sus atributos físicos comienzan a declinar.

Los especímenes estudiados son los "granjeros" del mundo de los insectos.

Cada miembro de la factoría de las hormigas es capaz de cortar y transportar cargas que equivalen a 50 veces el tamaño y peso de su propio cuerpo.

Las hormigas forman entonces una procesión en miniatura que lleva la cosecha a casa, donde las hojas son utilizadas como superficie para cultivar hongos que alimentan a la colonia.

Pero cuando las mandíbulas se deterioran por causa de la edad, este impresionante trabajo de equipo se ralentiza.

Los investigadores descubrieron que las hormigas más viejas tienen dificultades para sujetar y cortar hojas.

Insectos sociales

Sin embargo, una observación más detallada reveló que aquellas hormigas cuyas mandíbulas se encontraban completamente desgastadas cambiaban de trabajo en la cadena de montaje: dejaban la tarea de cortar hojas a sus compañeras más jóvenes, mientras que ellas asumían la función de arrastrar la hoja en su largo camino al hormiguero.

"El deterioro de sus mandíbulas era tan grande que la hormiga cortadora hubiera tenido que utilizar más del doble de la energía y del tiempo en cortar hojas que un ejemplar que acababa de salir de la crisálida, cuando es totalmente joven y tiene mandíbulas perfectas y afiladas", le explica a la BBC el profesor Robert Schofield, uno de los científicos que realizó el estudio.

"De modo que las hormigas con las mandíbulas más deterioradas y aquellas que las tenían totalmente desgastadas, 10% del total, transportaban en lugar de cortar".

"Esto muestra la ventaja de ser un insecto social frente a un insecto solitario, porque una hormiga que no pudiese usar más con sus mandíbulas y fuera solitaria habría muerto", añade Schofield.

La investigación sugiere que, en estas sociedades altamente organizadas, los individuos pueden adaptarse y seguir siendo útiles incluso cuando sus atributos físicos comienzan a decaer.

Fuente:

3 de enero de 2011

¿Por qué no vivimos eternamente?



La vida es un bien preciado por la humanidad desde tiempos ancestrales. Leyendas y mitos a lo largo y ancho del globo muestran como un gran tesoro el elixir de la eterna juventud. Con la evolución de la ciencia y la medicina en los últimos años hemos conseguido alargar notablemente la esperanza de vida media, pero aún así sigue siendo complicado llegar a los cien años. ¿Acaso existe un límite infranqueable?

La experiencia nos muestra que nacemos, crecemos, envejecemos y morimos. La vida consiste básicamente en el crecimiento y el envejecimiento. Estos dos procesos que normalmente asociamos a edades tempranas y a edades tardías, en cierto modo están siempre presentes. En los primeros años dominan los procesos de crecimiento, mientras que una vez que alcanzamos la edad adulta, son los procesos degenerativos los que dominan. Estos procesos degenerativos consisten en un deterioro gradual de la estructura y la función corporal, que conllevan una disminución de las capacidades que tiene el cuerpo humano para prevenir la enfermedad, que será lo que termine en última instancia con la vida.

Las células del cuerpo no se limitan a dividirse y hacer su trabajo durante el limitado tiempo de vida para luego morir. A medida que el cuerpo envejece, el proceso de división celular se ralentiza. Poco a poco van aumentando las células del llamado pigmento de “desgaste natural”. No importa lo que intentemos ocultarlo, porque al final, cualquier cuerpo muestra signos de envejecimiento. La piel se arruga, perdemos elasticidad, los cabellos se van mostrando grises y delgados. Y sí, la cirugía estética puede ocultar todo esto, pero no oculta los signos internos: perdemos capacidad de regular la temperatura corporal, los niveles de azúcar o el pH de la sangre.

La causa por la que el cuerpo envejece, y finalmente muere, es que estamos programados para ello. Cada célula de nuestro cuerpo se reproduce por división, pero el número de divisiones de cada célula está limitado. Hasta los años 60, los científicos pensaban que en teoría nuestras células podrían vivir eternamente. Pero ensayos de laboratorio han demostrado que las células humanas se dividen un número característico de veces, y después mueren. De hecho, se ha probado que una célula tomada de un anciano se divide muchas menos veces que una célula de un joven. Incluso si trasplantamos células de un animal viejo a uno más joven, las células trasplantadas mueren en su momento predestinado, sin tener en cuenta la juventud del cuerpo receptor.

Lea el artículo completo en:

Recuerdos de Pandora

1 de diciembre de 2010

Curar el cáncer y la longevidad, prioridades de la ciencia

Curar el cáncer, la longevidad y la vida extraterrestre, prioridades de la ciencia según los británicos

Con motivo del 350 aniversario de la
Royal Society británica se ha llevado a cabo una encuesta para conocer las cuestiones científicas que más preocupan a los ciudadanos británicos. Los resultados revelan que el 80% reclama un remedio para el cáncer y el 60% considera que el sida debería ser otra de las prioridades. Un 53% considera que la ciencia debería contribuir a aumentar la longevidad en los próximos años. Y una tercera parte de los encuestados afirmó que los científicos deberían llevar a cabo mayores esfuerzos en la búsqueda de vida extraterrestre. No obstante, sólo una de cada 10 personas considera que la exploración espacial debería ser una alta prioridad para la comunidad científica. Por otra parte, para la mitad de los jóvenes consultados, con edades comprendidas entre los 18 y 24 años, el cambio climático debería ser la prioridad de la comunidad científica."

No puede haber mejor forma de celebrar el aniversario número 350 de la Royal Society que mirando al futuro de la ciencia, sobre los fundamentos de la investigación de hoy", ha afirmado su presidente, Martin Rees.

La ciencia que viene

Coincidiendo con la celebración del aniversario de la Royal Society se ha presentado el informe Science sees further, en el que doce prestigiosos expertos hablan de las áreas más excitantes de la ciencia que viene: el envejecimiento, la
biodiversidad, el conocimiento y la computación, la evolución cultural, la vida extraterrestre, la geoingeniería, la sostenibilidad, los gases de efecto invernadero, las nuevas vacunas, la biología de las células madre, la incertidumbre y la ciencia de la Web. En referencia a esta última Tim Berners-Lee, también miembro de la Royal Society, asegura en el informe que la gran ventaja de la Web es que se trata de “un sistema complejo pero, a diferencia de otros que estudiamos – la célula, el cerebro, el cosmos-, es un sistema que hemos diseñado nosotros y que podemos mejorar”.

Fuente:

6 de noviembre de 2010

Los niveles de ácido láctico podrían indicar el inicio del envejecimiento cerebral

Especial: Cerebro Humano


Según un estudio del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) que se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).

Los investigadores podrían controlar el progreso del envejecimiento midiendo los niveles de ácido láctico en el cerebro. Los investigadores han sospechado durante largo tiempo que el envejecimiento se produce a partir de un daño gradual al ADN mitocondrial, el material genético necesario para producir energía a partir de los alimentos.

Estudios previos han vinculado las mutaciones en el ADN mitocondrial humano con los trastornos del sistema nervioso central asociados a la edad como el Alzheimer y el Parkinson.

Los científicos, dirigidos por Lars Olson, investigaron esta teoría al examinar los procesos metabólicos del cerebro de ratones de edad avanzada normales y con envejecimiento prematuro.

Los investigadores descubrieron que la alteración del ADN mitocondrial desencadena un cambio metabólico en el cerebro de los ratones que podría alterar la expresión de ciertos genes que controlan la formación del ácido láctico.

Según los autores, este cambio produce un aumento en los niveles de ácido láctico en el cerebro que podría detectarse utilizando técnicas de imagen no invasivas. Los descubrimientos también sugieren que los niveles de ácido láctico se elevan antes que otros indicadores del envejecimiento y que, a falta de posteriores investigaciones, se podría utilizar para detectar las enfermedades asociadas a la edad del sistema nervioso central.

Fuente:

Europa Press

2 de noviembre de 2010

Cereales andinos: un alimento que beneficia a niños y adultos mayores

La quinua, la kiwicha o la cañihua tienen un gran poder nutritivo: contienen el doble de proteínas que alimentos más habituales como el trigo, arroz o avena.


Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2009, en el Perú, el 18,3% de niños menores de 5 años tiene desnutrición crónica. Este porcentaje es paradójico, considerando que el Perú cuenta con alimentos altamente nutritivos y económicos: los cereales andinos.

El Instituto Nacional de Salud (INS) y otras instituciones promueven el consumo de son cereales como quinua, kiwicha o cañihua los cuales se caracterizan por su alto valor alimenticio.

“Estos cereales son una buena alternativa nutricional –sobre todo para niños y adultos mayores– y destacan por su excelente calidad de proteínas y minerales”, dice Faviola Jiménez, directora de la Red Peruana de Alimentación y Nutrición.

Rosa Salvatierra, nutricionista del INS, indica que estos granos contienen doble cantidad de algunas proteínas, comparados con cereales más tradicionales como el trigo, arroz, maíz o cebada: “Contienen grandes cantidades de lisina y metionina, que son aminoácidos esenciales en nuestro organismo. La lisina interviene en el desarrollo de las células cerebrales, y la metionina, en el metabolismo de la insulina”, señala Salvatierra.

El INS recomienda incluir estos cereales en la alimentación del adulto mayor, pues son una importante fuente energética y de fibra insoluble, la cual previene enfermedades degenerativas (diabetes, cáncer de colon, etc).

Mañana nutritiva

La doctora Paola Arrús, asesora del Baby Centro de Nutrición Oster, señala que un desayuno nutritivo debe incluir tres elementos básicos: frutas, lácteos y cereales.

En el caso de estos últimos, comúnmente optamos por el trigo y la avena; sin embargo, existen alternativas tanto o más beneficiosas para mantener saludables a nuestros hijos: la quinua, la kiwicha y el tarhui destacan por su valor nutricional. En comparación con el trigo y la avena, la quinua y la kiwicha poseen una mayor cantidad de proteínas con una composición balanceada de aminoácidos esenciales muy parecidos a la caseína de la leche.

Dieta del adulto mayor

La nutricionista Rosa Salvatierra recomienda tener en cuenta aspectos como el apetito, problemas digestivos, dificultades de masticación o deglución, estado nutricional, entre otras cosas, si se va a incluir cereales andinos en la dieta del adulto mayor. Por ello, consulte a un especialista en nutrición.

Procure contar con recetas variadas y atractivas para el paladar de los niños, pues muchas veces los pequeños rechazan la comida por su presentación.

El Centro Nacional de Alimentación y Nutrición del INS, a través de la estrategia educativa La Mejor Compra, ofrece alternativas de preparación con cereales andinos.

Fuente:

El Comercio (Perú)

28 de octubre de 2010

La solidaridad comenzó en las cavernas

Hace medio millón de años la vejez empezaba a los 30 años de edad. Para los antepasados del homo sapiens la vida era corta y agresiva, sin embargo, cuidaban de sus ancianos. Miembros del Equipo de Investigaciones de Atapuerca (EIA) en España han descubierto que el concepto de atención social habría comenzado en las cavernas.




La clave es la pelvis de un venerable anciano de unos 50 años hallada en las excavaciones de La Sima de los Huesos, un pozo donde se arrojaban los cadáveres del grupo.

"Descubrimos que este individuo de edad avanzada (la esperanza de vida era de 30 ó 40 años) tenía una enfermedad ósea que le afectaba la columna y que lo inhabilitaba para correr o cazar. No podía valerse por sí mismo, con lo cual el grupo debía tener una estrategia social, de solidaridad y cuidado de los mayores", explica a BBC Mundo Carlos Lorenzo, miembro del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social que participa en la investigación.

La pelvis fue encontrada en 1998 pero sólo hasta ahora se pudo completar el rompecabezas con el hallazgo de sus vértebras entre la mezcla de huesos que conforman el yacimiento.

"Esta patología, que le habría impedido diez o quince años de su vida, tendría que ser sobrellevada por un acto de solidaridad del grupo.

Este comportamiento que nos parece tan normal en la actualidad tiene sus raíces hace mucho tiempo. Los homínidos formaban grupos ya sea para comer a otros (canibalismo) o para proteger a los suyos", agrega Lorenzo.

Del canibalismo a la solidaridad

Investigadores de Atapuerca descubrieron que el concepto de atención social es de las cavernas.

En la misma Sierra de Atapuerca, donde se han encontrado restos de los europeos más antiguo del continente, hace algunas semanas se confirmó que el canibalismo era una práctica cultural entre los primeros homínidos. Se comía al otro para evitar la competencia por el territorio.

"Atapuerca es un conjunto de yacimientos de diferentes épocas. Entre el canibalismo cultural y el anciano hay una diferencia de 300 mil años. En el primero encontramos cortes en los huesos que se repiten a lo largo del tiempo. No es un evento puntual por una hambruna. Sabemos que se comían a los de otros grupos porque si se hubiesen comido entre ellos se habrían extinguido", detalla el experto.

En La Sima de Los Huesos, donde se ha desenterrado la pelvis del anciano, no se han encontrado cortes similares en los huesos.

"En este caso no hay indicios de canibalismo. La Sima es un pozo de trece metros de profundidad, ahí tiraban los cadáveres del grupo como un inicio del comportamiento funerario con los muertos", comenta Lorenzo.

"Allí encontramos la pelvis del anciano", subraya.

Partos prehistóricos menos complicados

Sierra de Atapuerca

En la Sierra de Atapuerca se han encontrado restos de los europeos más antiguo del continente.

La pelvis, considerada la más completa de todo el registro fósil mundial, también ha servido para constatar la evolución ósea de hombres y mujeres y del parto.

"Los humanos actuales tienen una pelvis de igual tamaño, la diferencia es el tamaño del canal que, en el caso de las mujeres, es más grande para facilitar el parto. La pelvis de Atapuerca es masculina pero tiene un canal tan grande como una mujer actual. De quedarse embarazado este hombre podría dar a luz, es decir, no es inviable", detalla Lorenzo.

"Sólo tenemos fragmentos de una pelvis femenina", agrega, "pero inferimos que mínimamente era del mismo tamaño con lo cual los partos eran un poco menos traumáticos que en la actualidad. A ello hay que sumarle que los homínidos de entonces tenían la cabeza más pequeña al igual que sus bebés", detalla Lorenzo.

Conforme la especie fue evolucionando la pelvis se fue adaptando a una postura erguida y una locomoción bípeda.

"Estas adaptaciones compiten con la necesidad de dar a luz de las mujeres. Estas circunstancias, junto con el elevado tamaño encefálico de los recién nacidos, convierten el parto en un proceso complicado en nuestra especie", puntualiza.

Fuente:

BBC Ciencia & Tecnología

12 de octubre de 2010

Experimento: ¿Se puede engañar al cuerpo para que se vea joven?



Si las personas mayores se visten, viven y hablan como lo hicieron en su apogeo, ¿les puede ayudar a sentirse más joven y más en forma?

¿Será que ese desacelere que viene con los años es imaginario? Para averiguarlo, convencí a seis celebridades de edades comprendidas entre 76 y 88 a para que vivieran en mi laboratorio científico: una casa de campo decorada en el estilo de los años '70.

El proyecto fue diseñado como un seguimiento a un primer experimento realizado por la profesora Ellen Langer, de la Universidad de Harvard.

En 1979, Langer estaba investigando en qué medida el envejecimiento es producto de nuestro estado de ánimo. Para explorar esta posibilidad, ella y sus estudiantes realizaron un experimento que llamaron el "estudio en sentido contrario a las agujas del reloj". Se trataba de tomar un grupo de personas de edad avanzada y ponerlas en el mundo de 1959.

La pregunta que quería responder era, si llevamos la mente 20 años atrás, ¿reflejará el cuerpo este cambio?

Nuestro experimento tenía ambiciones similares: hacer que un grupo de gente se sienta más joven al recrear el mundo que dejó atrás hace 35 años.

Nuestros voluntarios fueron los actores Liz Smith (88), Sylvia Syms (76) y Lionel Blair (78), el árbitro de cricket Dickie Bird (77), el presentador de noticias Kenneth Kendall (86) y el ex editor del diario Daily Mirror Derek Jameson (80).

Aceptaron vivir en nuestra cápsula de tiempo por una semana, durante la cual vestían ropa en los años 1970, dormían en las réplicas de sus propias habitaciones en esa época, veían televisión de esa era y hablaban de 1975 en el tiempo presente.

Resultó ser una experiencia fascinante, pero el agotadora, tanto para los experimentadores como para los conejillos de indias.

A su suerte

Pareja mayor en banco al lado del mar

A veces, la gente cae en el hábito de ser viejo.

Desde el principio les dejamos claro a nuestros voluntarios que se esperaba que cuidaran de sí mismos.

Investigaciones en ancianatos muestran claramente que darle a los residentes el control de sus propias vidas y decisiones tiene un impacto muy beneficioso en la salud y la felicidad. En un estudio, los residentes a los que se les permitió elegir una planta para cuidar, y cuándo y dónde recibir a los visitantes, 18 meses más tarde estaban significativamente mucho más alegres, activos y alerta. También eran mucho más propensos a estar vivos.

Algo más acerca de nuestra casa estilo '70s fue que estaba llena de desafíos físicos. Había alfombras felpudas con las que enredarse, desniveles con qué tropezarse y linóleo en el cual resbalarse.

La investigación en ratones ha demostrado que los que habitan un entorno difícil viven cerca de un 30% más que los que en un entorno seguro pero aburrido.

En ese espíritu, a su llegada, los voluntarios tuvieron que cargar sus maletas por las escaleras y hasta sus habitaciones. Fue la primera vez en mucho tiempo que habían sido forzados a hacer algo así y no estaban contentos. Pero aceptaron el reto.

Cuando comenzaron en la parte inferior de la escalera, un par se empecinaron en que no iban a ser capaces de hacerlo. Observando desde un primer laboratorio, era difícil resistirse a ir en su ayuda.

Poco a poco, paso a paso, lo lograron.

Más que retarlos a hacer un esfuerzo físico los obligamos a cuestionarse si quizás eran físicamente más capaces de lo que ellos mismos habían dado crédito.

Pensarse distinto

Fue un inicio difícil, pero un elemento central del experimento original de Langer es la idea de que nuestras preconcepciones juegan un papel muy importante en la manera cómo percibimos el mundo, y cómo nos percibimos a nosotros mismos.

El ex árbitro de cricket Dickie Aves

Una visita a la catedral del cricket hizo que el ex árbitro Aves rejuveneciera.

Mediante la inmersión de nuestros voluntarios en el mundo 1970, esperábamos hacer que se concibieran como más jóvenes, más en forma y más saludables.

Para muchos de ellos, los años 70 había sido una década de oro, un punto culminante de su carrera.

Llevamos al ex árbitro Dickie Aves, al estadio Lord’s (la catedral del cricket). Mientras caminaba por el túnel, hacia el terreno de juego, floreció antes de nuestros ojos.

Dickie sufrió un derrame cerebral, estuvo 18 meses enfermo, perdió la confianza y terminó pensando que era un anciano. A finales de la semana, su confianza estaba de vuelta y mostró una mejoría notable a través de una serie de pruebas, incluyendo la memoria y la resistencia.

Grandes cambios

Durante la semana le dimos a todas las celebridades tareas para hacer, pero también las dejamos a su suerte.

Pareja mayor y niño jugando en el parque en otoño

El no autoimponerse límites abre muchas posibilidades, argumentan.

Por un máximo de 12 horas al día, los observabamos a través de nuestras cámaras de vigilancia y, al igual que Langer había descubierto todos esos años antes, notamos grandes cambios.

A mitad de la semana, Liz Smith subió 148 escalones con la ayuda de un solo bastón. Para alguien que no había caminado sin dos bastones desde su derrame cerebral -y que a menudo dependía de una silla de ruedas- fue un verdadero avance.

Liz ya no estaba dispuesta a ser limitada por las restricciones físicas que había impuesto a sí misma.

Al final de la semana sometimos a nuestros conejillos de indias a la misma batería de rigurosas pruebas físicas y psicológicas que al principio. Memoria, estado de ánimo, flexibilidad, resistencia e incluso la visión había mejorado en casi todos ellos.

Los resultados no fueron uniformes, pero en algunos casos, se despojaron de hasta 20 años en su edad biológica aparente.

Terminó siendo un caso convincente para reforzar el argumento de Ellen Langer de que abrir nuestras mentes a lo que es posible, puede conducir a una mejor salud, sea cual sea nuestra edad.

Fuente:

BBC Ciencia & Tecnología

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