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5 de septiembre de 2017

A los microbios del estómago también les afectan los cambios de sueño

Un estudio analiza el mecanismo que conecta la absorción de grasas, la microbiota intestinal y el ritmo circadiano y que puede explicar enfermedades como la obesidad. 





Las alteraciones en el sueño gatillan la obesidad...

Cada persona tiene en su estómago más de un kilo de microorganismos, la mayoría bacterias, de 1.200 especies distintas. Esos seres han hecho de nosotros sus hogares y nos han transformado. Se sabe que esos microbios desempeñan un papel clave en la extracción de energía de los alimentos que ingerimos y que las diferencias entre los ecosistemas bacterianos de cada uno de nosotros pueden explicar por qué con una dieta similar unas personas engordan más que otras. Experimentos con ratones estériles, artificialmente desposeídos de estos microorganismos, han mostrado que acumulan menos grasa corporal que los normales.


Un artículo reciente publicado en la revista Science añade información sobre el modo en el que estos okupas determinan nuestro metabolismo, porque, además de extraer energía de la comida, también ayudan a que absorbamos las grasas que después incorporamos al organismo. Además, vinculan estos procesos con el reloj circadiano, una especie de departamento de logística del cuerpo que los sincroniza con el ciclo de los días y las noches. Un reloj bien afinado permite que el cuerpo sepa cuándo tiene que prepararse para dormir, despertarse o comer, o que la piel sepa si es de día y ha de preparar recursos para reparar los daños que le producirá el sol. Así, se ahorra energía al no tener que estar siempre alerta para desarrollar estas tareas. Cuando este reloj interno, regulado por una red de genes y proteínas que se apagan y se encienden dependiendo de las señales que reciben del entorno, se ve distorsionado por un sueño irregular, hay más riesgos de problemas como la obesidad.

Los autores del trabajo estudiaron el papel de la proteína nfil3, que desempeña una función clave en la absorción de lípidos y la acumulación de grasa corporal, y su relación con la microbiota y los ciclos circadianos. Para conocer qué combinación de efectos es necesaria para que el cuerpo absorba más o menos lípidos de la comida, el equipo, liderado por Lora Hooper, de la Universidad de Texas, realizó varios experimentos con ratones con distintos niveles de expresión de la proteína nfil3 y con presencia o ausencia de microbiota. Lo que comprobaron es que la acumulación de grasas cuando se da a los animales una dieta rica en grasa requiere tanto la expresión de NFIL3 como la presencia de los microorganismos intestinales. Como se había observado en experimentos anteriores, cuando se suprimía la microbiota de los ratones seguían delgados pese a la dieta alta en grasas.

“Lo más importante de este estudio es que ayudan a entender un mecanismo que explica la regulación de la absorción de lípidos y el papel de la microbiota en esa absorción”, explica Yolanda Sanz, investigadora del CSIC y coordinadora del proyecto europeo MyNewGut, una iniciativa financiada con 9 millones de euros por la Unión Europea para estudiar las bacterias intestinales. “Se habla mucho sobre la capacidad de la microbiota para extraer energía de la dieta, pero menos de la absorción de lípidos y en la magnitud de su efecto, y es lo que hace este trabajo”, añade.

El artículo completo en: El País (España)

3 de julio de 2014

Explican cómo el buen dormir mejora el aprendizaje

Científicos en China y EE.UU. dicen haber identificado el mecanismo por el que una buena noche de sueño mejora el aprendizaje y la memoria.

Usaron tecnología de microscopio avanzada para ver las sinapsis, conexiones entre células del cerebro, que se forman durante el sueño.
El estudio, publicado en la revista Science, muestra que incluso un profundo entrenamiento no reemplaza la falta de sueño.

En el trabajo los científicos de la escuela de medicina de la New York University y de la Peking University consistió en entrenar a ratones para ejecutar una tarea que no conocían.

Luego miraron a través de un microscopio el cerebro de los ratones vivos para ver qué pasaba cuando dormían o cuando se les impedía dormir.

Su estudio mostró que los que durmieron formaron muchas más conexiones entre las neuronas; aprendían más según el estudio.

Y al interrumpir fases específicas del sueño los investigadores demostraron que la etapa profunda del sueño era necesaria para la formación de recuerdos.

Durante esa etapa el cerebro "reproducía" la actividad experimentada por el ratón mientras había estado despierto.

También se comparó el desempeño de ratones que entrenaron durante una hora seguida por un período durmiendo con otros que entrenaron durante tres pero a los que no se los dejó dormir.

La diferencia fue notable: los que durmieron tuvieron un mejor desempeño y su cerebro formó más conexiones nuevas.

Fuente:

BBC Ciencia

4 de febrero de 2014

Los ratones de laboratorio, la superioridad humana, el infinito y otras ideas científicas obsoletas

La revista 'Edge.org' ha planteado este año a algunas de las mentes más brillantes del planeta la siguiente cuestión: "Qué idea científica va siendo hora de jubilar?"
 
Cada año, la revista Edge.org plantea una pregunta a las mentes más brillantes del planeta. En esta ocasión, el editor John Brockman y su equipo ha planteado la siguiente cuestión: ¿Qué idea científica va siendo hora de jubilar? En la prestigiosa encuesta intelectual han participado científicos de la talla del biólogo británico Richard Dawkins y el novelista Ian McEwan.

Tal y como ha explicado el propio Brockman en The Observer, Edge.org se fundó en 1996 como la versión on-line de The Reality Club, una reunión informal de intelectuales que entre 1981 y ese año se citaban en restaurantes chinos, estudios de artistas, bancos de inversión, salas de baile, museos, salones y otros lugares".

Aunque los eventos se han trasladado al ciberespacio, el espíritu del Reality Club permanece en las vivas discusiones de ida y vuelta sobre los temas candentes sobre los que hoy pivota el debate intelectual", explica Brockman.

"El salón on-line alojado en Edge.org es un documento vivo de los millones de palabras que ha producido la conversación en Edge en los últimos 15 años. Está disponible de forma gratuita para todos los internautas".
Para resumir la visión que inspira el proyecto de la pregunta anual de Edge, Brockman cita una frase del artista James Lee Byars: "Para conseguir cosas extraordinarias, tienes que buscar a personas extraordinarias".

"A través de los años, Edge.org ha tenido un criterio muy simple para escoger a sus colaboradores. Buscamos a personas cuyo trabajo creativo ha ampliado nuestro concepto de qué y quienes somos. Algunos son autores superventas o celebridades de la cultura de masas. La mayoría no. Preferimos estimular el trabajo en la vanguardia de la cultura y la investigación de ideas que no suelen exponerse. Nos interesa el 'pensar inteligente', no los tópicos de la 'sabiduría recibida", concluye Brockman.

A continuación presentamos algunas de las mejores respuestas a la pregunta anual de Edge.org, cedidas a la edición digital de EL MUNDO gracias a un acuerdo con la revista digital. Las respuestas de todos los participantes en este proyecto pueden leerse en inglés aquí.

Lea el artículo completo en:

El Mundo Ciencia (España)

13 de septiembre de 2013

Ig Nobel: Se demuestra que los borrachos se creen más guapos

Dudley Herschbach, ganador del Premio Nobel 1986 de Química, en la ceremonia. | Reuters
Dudley Herschbach, ganador del Premio Nobel 1986 de Química, en la ceremonia. | Reuters
Ratones que escuchan ópera para evitar el rechazo de su corazón recién trasplantado, escarabajos peloteros que encuentran el camino de regreso a casa mirando a la Vía Láctea, personas que se sienten más atractivas cuando están borrachas, son solo tres de los desternillantes experimentos que han ganado este año los Ig Nobel, el galardón anual de la revista de humor científico 'Annals of Improbable Research'.

Los ganadores de las 10 categorías cumplieron con el principal requisito a evaluar: hacer reír, así como hacer pensar, aportar innovación y fomentar la investigación. Se trata de logros científicos inusuales o triviales que en ocasiones han sido la antesala de los prestigiosos premios escandinavos que se entregarán el próximo mes.

En la ceremonia realizada en el Universidad de Harvard, en Cambridge (Massachusetts, EEUU), también se premió a los físicos que determinaron que es posible correr sobre un estanque, siempre y cuando el estanque y el corredor estén en la Luna.

El Ig de Arqueología se lo llevó un grupo de investigadores estadounidenses y canadienses que se tragaron musarañas a medio cocer y enteras, para luego examinar con cuidado sus excrementos y lograr determinar cuales de los huesos de los roedores se disuelven al interior del sistema digestivo humano.

Los secuestradores de aviones tampoco se salvaron de los inventos. En la categoría de Seguridad e Ingeniería, se entregó un galardón póstumo a Gustano Pizzo por inventar un sistema electromecánico para atraparlos: el procedimiento consiste en dejarlos caer a través de una trampilla, empaquetarlos y luego dejarlos caer a tierra –con un paracaídas- en un lugar donde la policía ha sido avisada por radio.

Ópera para ratones

El experimento con ratones fue una iniciativa nipona. Los estudios permitieron establecer que aquellos que escucharon óperas de Verdi y Mozart, sobrevivieron entre 26 y 20 días más tras los trasplantes que el resto de los ejemplares. El equipo explicó que la sangre de los ratones que escucharon ópera generaron células clave para prevenir que el sistema inmunológico rechace un órgano trasplantado.
En declaraciones a la agencia Kyodo, el profesor Masanori Niimi de la Universidad Teikyo explicó que habían probado con otros sonidos antes, "pero ninguno había resultado hasta ahora tan efectivo".

El segundo premio que se llevaron los japoneses, fue el fruto de muchas lágrimas. Se trató de determinar las verdaderas causas por las que la cebolla provoca el llanto. El científico que lideró al equipo, Shinsuke Imai, dio las gracias a todas las personas a las que obligó "a llorar" durante la investigación.

Cebollas que no hacen llorar... y la prohibición de aplaudir...

El grupo descubrió que la enzima de la cebolla que irrita los ojos no es la que se creía anteriormente, sino otra completamente diferente. Y que no está relacionado ni con el sabor ni con el olor, por lo que es posible crear, a través de modificaciones genéticas, una cebolla que no haga llorar pero que conserve el mismo gusto.

Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, se llevó el IG de la Paz. El motivo: hacer ilegal el aplaudir en público, lo que provocó que la Policía de Bielorrusia arrestara a un hombre con un solo brazo por aplaudir.

La medida fue implementada en 2011 para regular los mítines públicos, que comenzaron como protestas espontáneas en las calles. "No somos capaces de ponernos en contacto con él... Pero vimos bastantes informes para estar lo suficientemente seguros de que está siendo honrado porque es bien merecido", dijo Marc Abraham, el editor de la 'Annals of Improbable Research'.
 
Fuente:
 

3 de noviembre de 2012

Las otras víctimas de Sandy

Algunos hospitales de la ciudad tuvieron que ser evacuados.| Reuters
Algunos hospitales de la ciudad tuvieron que ser evacuados.| Reuters
  • Miles de roedores en laboratorios fallecieron por las inundaciones
  • Algunos laboratorios temen un retroceso de varios años en sus trabajos
A medida que la ciudad de Nueva York recupera poco a poco su ritmo habitual tras el paso del huracán Sandy, comienzan a ser visibles todos los efectos colaterales de la tormenta. Y la ciencia no ha sido inmune a las inundaciones y apagones. Varios laboratorios de la ciudad se han visto gravemente afectados, en algunos se han perdido miles de roedores de sus animalarios, y algunos experimentos retrocederán varios años.

El centro Smilow de la Universidad de Nueva York ha sido uno de los más afectados, como recoge esta semana la revista 'The Scientist'. Situado al este de Manhattan, los apagones provocados por Sandy el lunes por la noche destruyeron cientos de muestras biológicas que se conservaban en frigoríficos y congeladores que no pudieron contar con un generador alternativo.

Además, el hecho de que los animalarios se encontrasen en los sótanos del centro ha provocado la muerte de hasta 7.500 roedores en los laboratorios (considerada una de las muestras más valiosas del país) a pesar de los esfuerzos de los trabajadores por tratar de salvar las jaulas.

Otros centros del país ya se han ofrecido a compartir sus colonias de ratones con los investigadores afectados, aunque en algunos casos será imposible reemplazar plenamente los animales de estudio (con modificaciones genéticas o características únicas). "Algunos de estos ejemplares eran el fruto de 10 años de trabajo y tardaremos mucho tiempo en reemplazarlos", ha señalado a la publicación Gordon Fishell, director de esta institución dedicado a la neurociencia.

En algunos casos, los científicos se han visto afectados de un modo personal, como Kyu Rhee, del Weill Cornell Medical College, que se ha visto obligado a evacuar su casa en Nueva Jersey junto a su mujer y sus dos niños.

Rhee, que esta misma semana presentaba un trabajo sobre tuberculosis en la revista 'Science', se ha visto obligado a trabajar a través de la conexión a Internet que obtiene de algún restaurante o cafetería.

Precisamente, la otra gran revista científica, 'Nature', ha tenido que alterar las fechas de algunas de sus publicaciones y este fin de semana no publicará su tradicional edición del domingo. La propia publicación se encargaba de comunicar a periodistas de todo el mundo a través de un correo electrónico que su oficina neoyorquina estaba cerrada a consecuencia del huracán Sandy y que estaban trabajando para minimizar las consecuencias.

Algunos investigadores neoyorquinos siguen lidiando estos días con los problemas eléctricos y la mala conexión a internet en algunas zonas de la ciudad; en algunos casos, estos problemas están dificultando el cumplimiento de plazos a la hora de solicitar becas o enviar manuscritos. El propio Joan Massagué, al frente de programa de Biología del Cáncer del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, respondía a unas preguntas de ELMUNDO.es por correo electrónico asegurando que también era 'víctima' de los problemas técnicos derivados del huracán.

Fuente:

El Mundo Ciencia

12 de octubre de 2012

Los ratones "pueden aprender canciones"

Especial: Animales

Ratón Foto: SPL

El aprendizaje vocal de los ratones es muy superior a lo que se pensaba, según el estudio.

Los ratones tienen la habilidad de aprender canciones, según un nuevo estudio.

Investigadores en Estados Unidos señalaron que cuando estos animales se encuentran en grupo pueden cambiar el tono de sus sonidos para ajustarlo al de sus compañeros. 

Los ratones compartirían además con aves y seres humanos ciertos mecanismos cerebrales utilizados en el aprendizaje vocal, de acuerdo a los científicos.

Pero el estudio ha despertado controversia y sus conclusiones son cuestionadas por algunos investigadores.

Serenata de silbidos

Estudios anteriores habían mostrado que los ratones machos pueden cantar canciones complejas cuando están en contacto con hembras. Estos sonidos juegan un papel importante en el cortejo.

Las serenatas son ultrasónicas, entre 50 y 100 KHz, fuera del rango auditivo humano. Los sonidos fueron procesados por los científicos para que fuera posible percibirlos y el resultado es una larga serie de lo que parecen silbidos.

En el pasado se asumía que los ratones eran incapaces de modificar la secuencia o tono de sus sonidos. Esta habilidad, llamada aprendizaje vocal, no es frecuente en la naturaleza y está restringida a aves, delfines, lobos marinos, murciélagos y elefantes.

En el nuevo estudio, científicos de la Universidad Duke en Carolina del Norte aseguran que los ratones tienen tanto los circuitos cerebrales como los comportamientos consistentes con un aprendizaje vocal.

Erich Jarvis, uno de los investigadores, le dijo a la BBC que el experimento había cambiado su percepción de la forma en que los ratones producen sonidos.

"Encontramos que en los ratones las vías que permiten modular estas vocalizaciones se encuentran en el prosencéfalo, en los mismos lugares donde se hallan en los seres humanos", dijo Jarvis.

El investigador aclara que el estudio no provee pruebas claras de que los ratones tengan las mismas habilidades vocales que las aves cantoras o los seres humanos. El investigador cree que existe un espectro de habilidades vocales en diferentes especies.

"Creemos que los ratones tienen una habilidad que podría calificarse de intermedia, entre la de un pollo y la de una persona o un ave cantora".

Armonía

Cuando Jarvis y sus colegas colocaron varios ratones con tonos diferentes en un mismo lugar los sonidos convergieron en un período de ocho semanas, según los investigadores.

Jarvis asegura que se trata de un dato significativo: "Cuando pusimos una hembra en la jaula con dos machos comprobamos que uno de los machos efectivamente cambió su tono para hacerlo coincidir con el otro macho que era de mayor tamaño".

Pero otros científicos son escépticos. Kurt Hammerschmidt, especialista en comunicación vocal en el Centro Alemán de Estudios sobre Primates en Goettingen, tiene dudas.

"La existencia de una convergencia en los tonos no es convincente", afirmó.

Jarvis señaló en respuesta que el escepticismo no tiene fundamento.

"Hammerschmidt dijo que no teníamos suficientes animales en el experimento, pero comprobamos esto en 12 pares de ratones. En nuestra visión se trata de información confiable y estadísticamente relevante". El estudio fue publicado en la revista PLoS ONE.

Fuente:

BBC Ciencia

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4 de septiembre de 2012

La promiscuidad le sienta bien al sistema inmune (de los ratones)

raton-promisucoEn las Montañas de Santa Cruz, en California, viven dos especies de ratones que comparten hábitat y linaje genético, pero tienen una vida social muy distinta. El ratón de California o Peromyscus californicus es monógamo, mientras que el ratón ciervo (Peromyscus maniculatus) es sexualmente promiscuo. Estudiando sus diferencias a nivel genético, investigadores estadounidenses han demostrado que la promiscuidad ayuda a fortalecer el sistema inmune.

La monogamia es un rasgo poco común entre los mamíferos, presente en apenas un 5% de las especies. ¿Pero por qué tiene tanto éxito la promiscuidad? Comparando a estos dos roedores tan cercanos, Matthew MacManes y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley han llegado a la conclusión de que las diferencias en el estilo de vida de estas dos especies tienen un impacto directo sobre las comunidades de bacterias que residen dentro del aparato reproductor de las féminas. Y lo que es más: estas diferencias afectan a la diversidad en los genes destinados a proporcionarles inmunidad a los roedores frente a enfermedades infecciosas. Concretamente, los ratones ciervo, sexualmente promiscuos, tenían el doble de diversidad bacteriana que los monógamos, y esto, generación tras generación, ha fortalecido el genoma de los primeros. “La especie, por sus hábitos sexuales, está en contacto con mayor número de individuos y expuesta a más variedad de bacterias, de modo que ha desarrollado un sistema inmune más robusto”, aclara MacManes.

Los resultados, publicados en PLoS One, confirman que las diferencias en el comportamiento social inducen cambios evolutivos a nivel genético. De hecho, el investigador también investiga cómo se modifica el ADN en función de otros aspectos del comportamiento social, por ejemplo la vida solitaria que llevan algunos animales frente a la coexistencia en amplios grupos por la que se decantan otras especies. “En los próximos años vamos a ver una explosión en los estudios que responden a una pregunta: ¿cómo pueden los genes controlar lo que hacemos y cómo nos comportamos?”, sugiere MacManes.

Fuente:

13 de agosto de 2012

¿Los elefantes le tienen miedo a los ratones?


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En el imaginario colectivo de muchos de nosotros siempre estuvo presente la idea de que los elefantes le temen a los ratones, pero ¿cuán real es esta idea?

Mientras que algunos lo consideran como un simple mito, otros están totalmente seguros de que así ocurre y ya sea en el cine, la televisión o en Internet, uno se puede encontrar con toda clase de respuestas a esta pregunta. En OjoCientífico no quisimos quedarnos atrás y por ello es que intentamos tener nuestra respuesta.

Así es que hoy te invito a analizar juntos si los elefantes le tienen miedo a los ratones. ¿Crees que es posible?

¿Por qué los elefantes podrían temerle a los ratones?

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Posibles raíces del mito

Pensar que un animal tan fuerte y tan grande como un elefante (que de hecho es el animal terrestre más grande del mundo) pueda temerle a uno tan inocente y tan pequeño como un ratón (uno de los animales terrestres más pequeño del mundo), nos puede sonar bastante curioso e ilógico. Por esta razón es que desde hace muchísimos años se lo considera como un mito.

El primer registro que se conoce sobre este hecho o mito, se encuentra en el libro VIII de la enciclopedia del erudito y procurador imperial Plinio el Viejo, titulado Naturalis Historia (Historia natural). Esta enciclopedia fue publicada por el propio Plinio en el año 77 del siglo I y allí se habla de cómo los elefantes le temen a los ratones.

Sin embargo, si recuerdan cuando hablamos sobre los monstruos mitológicos de Plinio el viejo sabrán que este señor tenía una buena imaginación.

A pesar de todo, poco o nada sabemos sobre el origen de este mito y bien podemos especular que mucho habrán tenido que ver los circos. En el pasado, y por suerte ya no tanto en nuestros días, en algunas rutinas de circo se realizaban actos o presentaciones en los que se exhibía el supuesto temor de los elefantes hacia los ratones.

Pero esto tampoco nos sirve de nada pues esos elefantes no se encontraban en su estado natural, sino que eran domesticados y posiblemente obligados a actuar de esa forma.

Con el paso del tiempo, el cine (sobre todo dedicado a los más pequeños como por ejemplo el de Walt Disney) y los dibujos animados, también aportaron su cuota de responsabilidad en el mito con personajes como Dumbo u otros por el estilo. Pero volvemos a lo mismo, no tenemos la posibilidad de saber realmente si esto es o no es así, pues en todos estos casos se trata de una simple ficción.
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Por otra parte, navegando en la web me encontré con numerosas publicaciones que hablan sobre la muerte de un elefante por culpa de un ratón. En ellas se habla de un elefante en un zoológico de Madrid, llamado Pizarro, el cual habría perdido la vida luego de que un ratón se le metiera en la trompa quedándose atascado allí.

Pero la verdad es que ninguna de ellas tenía una fuente fiable, por lo que no podemos decir que esto realmente haya pasado. Si esto fuera cierto, nos serviría para especular sobre una posible razón por la que los elefantes le tengan miedo a los ratones. Pero no podemos hacer más que pedirle una mano a todos nuestros amigos españoles, que si nos pueden dar algún dato les estaríamos muy agradecidos.

Analizando las posibilidades

Volviendo al terreno de las ciencias, el mito dio lugar a que diferentes zoólogos y biólogos se interesaran en el tema. La verdad es que pensar que un elefante pueda temerle a un ratón no es tan ilógico pues, por ejemplo, muchas personas le temen a estos roedores e incluso sufren de profundas fobias casi que incomprensibles.

Lo que fue posible determinar es que los elefantes en cautiverio pueden tanto mostrar temor hacia los ratones como no hacerlo. En algunos casos se los enseña a mostrarse asustadizos y en otros a no hacerlo, por lo que no cuenta para nada.

En la naturaleza, realmente no lo sabemos y tampoco tenemos ninguna evidencia de que así sea. No obstante, algunos años atrás en el programa televisivo llamado Cazadores de mitos (Mythbusters), de la cadena Discovery Channel, se intentó probar esto.

Allí se colocó un ratón de gran tamaño frente a un elefante salvaje y el resultado fue más que claro: el elefante se mostró evidentemente asustado y eso es lo que podemos deducir de su reacción.
Para verlo por ti mismo tan solo échale un vistazo a este vídeo con ese mismo episodio.



Interesante, ¿verdad? El hecho es que la mejor respuesta para esta pregunta es que decir que los elefantes le temen a los ratones es plausible. No es que se muestren terriblemente atemorizados o que provoquen una estampida, pero que los elefantes se ponen muy cautelosos ante la presencia de estos roedores es cierto.
Sin lugar a dudas queda mucho por investigar en este tema. ¿Qué opinas tú? ¿Habías escuchado esto antes? 

¿Conoces alguna otra posible respuesta a esta pregunta?

Fuente:

9 de mayo de 2012

Ratones paracaidistas luchan cuerpo a cuerpo con serpientes invasoras


En medio de la noche oscura, se desplaza silenciosa por la selva tropical de la isla de Guam, en el Pacífico Occidental.

Su piel es de un color marrón indefinido, su vientre de un amarillo vibrante.
Y aunque sólo tiene cerca de un metro de largo, desde que llegó, hace 60 años, la Boiga irregularis -más conocida como culebra arbórea café o serpiente marrón de árbol- se ha convertido en el enemigo número uno de este territorio estadounidense.

Con una superficie que no supera los 540 km2, Guam alberga hoy día a más de dos millones de estas culebras.

Helicóptero

Tras el fracaso de métodos más tradicionales, las autoridades decidieron experimentar con nuevas técnicas.

"Creemos que llegaron aquí al final de la Segunda Guerra Mundial provenientes de la isla Manus en Papúa Nueva Guinea", le dijo James Stanford, del Servicio Geológico de Estados Unidos, a la periodista Rebecca Morelle de la BBC.

El equipo militar que se utilizó en esa isla durante el conflicto bélico, explica Stanford, fue enviado eventualmente a Guam y es muy probable que una de estas serpientes haya ingresado subrepticiamente a una de las embarcaciones o a uno de los aviones destinados a la isla.

Y a partir de un puñado de estos ofidios o de una hembra preñada se desarrolló esta población que está causando estragos en la vida silvestre del lugar y volviendo locos a los habitantes de Guam.

Ratones combatientes

Las autoridades no han escatimado esfuerzos en la lucha contra esta plaga que ha diezmado a las especies de aves nativas y que arremete también contra roedores, lagartijas y pequeños mamíferos por igual.

Recientemente, y ante el fracaso de metodologías más tradicionales, los locales recurrieron a una serie de estrategias poco usuales para acabar con esta invasión foránea.

La más llamativa consiste en lanzar desde un helicóptero -cual si fueran combatientes militares- ratones envenenados en paracaídas para tentar a las culebras con una deliciosa pero fatal cena.

"Ahora estamos usando paracetamol. Este fármaco se usa para calmar el dolor y bajar la fiebre en los seres humanos, pero es 100% letal para la serpiente marrón de árbol", le explicó a la BBC Dan Vice, del Departamento Estadounidense de Agricultura.

Ayuda canina

Perro

Se cree que estas culebras llegaron después de la Segunda Guerra Mundial.

La guerra también se desarrolla en otro frente, ya que el objetivo no es sólo eliminar las serpientes en la isla sino también evitar que el problema se expanda fuera del territorio. Y para eso, las autoridades recurrieron a los perros.

Cada cargamento que sale de Guam es examinado cuidadosamente por un ejército de canes que tienen la habilidad de detectar la presencia de este reptil gracias a su olfato.

Con un aeropuerto que funciona las 24 horas del día, la tarea es monumental pero necesaria, explica Vice.

Y saben por experiencia que las consecuencias de dejar escapar unas pocas culebras pueden ser desastrosas.

"El impacto se deja sentir en todos los sectores de la economía. Como muerden a la gente afectan el gasto en salud, también provocan daños en el sistema de suministro energético y generan pérdidas en las áreas vinculadas al turismo", señala.

"El problema es tan profundo que no queremos que se traslade a ninguna parte y la única manera de lograrlo es exterminarlas por completo", concluye el funcionario

Fuente:

19 de diciembre de 2011

Comer poco mantiene el joven el cerebro... de los ratones

Científicos italianos descubren, por primera vez, el mecanismo molecular que provoca que una dieta hipocalórica tenga beneficios contra el envejecimiento cerebral.

Desde hace tiempo, distintas investigaciones científicas han coincidido en que, para mantenerse joven y conservar el cerebro en plena forma, no hay fórmula más eficaz que comer menos. Sin embargo, el mecanismo molecular preciso que hay detrás de los efectos positivos de una dieta hipocalórica seguía siendo un misterio. Ahora, un grupo de investigadores italianos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma ha descubierto en el cerebro de los ratones una molécula, llamada CREB1, provocada por la restricción calórica, que activa los genes relacionados con la longevidad y el funcionamiento apropiado del cerebro. La investigación, que aparece publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., podría dar lugar a nuevos fármacos que permitieran activar esta molécula «mágica» sin necesidad de pasar hambre.

Los ratones que participan en los experimentos y están sometidos a restricción calórica solo pueden comer hasta un 70% de los alimentos que consumen normalmente, una manera conocida -al menos de forma experimental- de prolongar la vida. Por lo general, si comen poco, los ratones no se convierten en obesos ni desarrollan diabetes, además de mostrar un mayor rendimiento cognitivo, más memoria y ser menos agresivos. Además, no desarrollan -y si lo hacen, sucede mucho más tarde-, la enfermedad de Alzheimer.

Futuras terapias

El equipo italiano descubrió que la molécula CREB1, que regula importantes funciones cerebrales como la memoria, el aprendizaje y el control de la ansiedad, se activa por la restricción calórica y provoca beneficios en el cerebro al «encender» a su vez otro grupo de moléculas relacionadas con la longevidad, las sirtuinas. Por otra parte, los investigadores se dieron cuenta de que la acción de CREB1 puede aumentar drásticamente por la mera reducción de la ingesta calórica y que la molécula es esencial para que ésta «funcione» en el cerebro. Es decir, los ratones que carecen de esta molécula no se ven premiados por los beneficios de comer menos y muestran las mismas discapacidades que sus compañeros viejos o sobrealimentados.

«Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para desarrollar futuras terapias para mantener el cerebro joven y prevenir su degeneración y el proceso de envejecimiento», concluye Giovambattista Pani, responsable del estudio.

Fuente:

ABC Ciencia


17 de octubre de 2011

Descubren el mecanismo genético que da forma a los organismos

Se trata de un proceso de alta precisión, que consiste en la activación progresiva de genes específicos en el desarrollo de cada capa embrionaria.

Los ratones no tienen el rabo en el lomo ni las costillas en la cintura gracias a que su desarrollo embrionario sigue siempre un orden concreto. Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, han descubierto el mecanismo que determina dicho orden, y no sólo en los ratones, sino también en otros animales, e incluso en los humanos: se trata de un proceso genético de alta precisión, que consiste en la activación progresiva de unos genes específicos –los genes Hox- en el momento en que comienza el desarrollo de las capas que componen los organismos. El mecanismo es extremadamente exacto y fiable, y el más pequeño error en él podría dar lugar a nuevas especies, según los investigadores.


Diagrama del mecanismo de formación embrionaria y la relación de ésta con los genes Hox. Fuente: EPFL.

Diagrama del mecanismo de formación embrionaria y la relación de ésta con los genes Hox. Fuente: EPFL.
Los ratones no tienen el rabo en el lomo ni las costillas en la cintura gracias a que su desarrollo embrionario sigue siempre un orden concreto. Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, han descubierto el mecanismo que determina dicho orden, y no sólo en los ratones, sino también en otros animales y en los humanos.

En tan sólo dos días, elementos como las vértebras, las extremidades, las costillas o el cóccix ocupan su sitio en los embriones, con la precisión de un reloj suizo. Intrigados por la extraordinaria fiabilidad de este mecanismo, los biólogos se han preguntado durante mucho tiempo cómo funciona.

Ahora, los investigadores de la EPFL, en colaboración con especialistas de la Universidad de Ginebra (UNIGE) han resuelto el misterio, publica la EPFL en un comunicado.

Cronometraje genético

Durante el crecimiento de un embrión, cada paso se produce en un momento muy específico. En alrededor de 48 horas, los embriones se desarrollan de arriba abajo por capas, en lo que los científicos denominan la segmentación embrionaria.

Uno de los autores de la investigación, el profesor de la EPFL y de la UNIGE, Denis Duboule, explica que “estamos formados por treinta y tantas capas horizontales, que se corresponden más o menos con el número de vértebras que tenemos” (en los seres humanos hay de 33 a 34 vértebras durante la etapa fetal y en la niñez. Durante la etapa adulta sólo hay 24, debido a que los huesos del sacro y el cóccix se sueldan convirtiéndose en un hueso cada uno).

En el desarrollo embrionario, cada hora y media se genera un nuevo segmento. En este proceso, los genes correspondientes a las vértebras cervicales, a las vértebras torácicas, a las vértebras lumbares y al cóccix se activan con exactitud en el momento preciso, uno detrás de otro.

Si este cronometraje no fuera seguido al pie de la letra, los miembros no se colocarían donde deben, afirma Duboule. Pero, ¿cómo saben los genes cómo actuar de una manera tan sincronizada? Los científicos reconocen que aún no comprenden cómo, pero asumen que el ADN juega un papel en este mecanismo.

Fuente:

Tendencias 21

13 de julio de 2011

Los mamíferos les deben las patas a los peces



El ADN de las rayas permite a ratones comenzar a desarrollar muñecas y dedos



Embrión de ratón

El origen de los dedos humanos puede remontarse a las aletas de los peces más primitivos. Es lo que apunta un nuevo estudio que busca responder una de las mayores incógnitas de la evolución: ¿qué sucedió para que algunos peces de hace unos 375 millones de años abandonaran el agua y comenzasen a cambiar sus aletas por las patas que después heredarían anfibios, aves y mamíferos, incluido el hombre?

El trabajo, publicado hoy en PNAS, señala que algunas herramientas básicas para crear una pata, en forma de ADN, ya estaban presentes en criaturas acuáticas que vivieron millones de años antes de que los primeros peces diesen el salto a la orilla. Más aún, demuestra que esas herramientas son aún intercambiables, es decir, que un ratón podría generar sus dedos con fragmentos de ADN prestados de una raya, a pesar que entre ambas especies median 400 millones de años de evolución separada.

El estudio surge a raíz del descubrimiento en 2004 del tiktaalik, la criatura fósil que mejor ha encarnado la transición entre peces y tetrápodos, los vertebrados de cuatro patas. Aunque eran peces, los tiktaalik podían aventurarse fuera del agua como hacen los anfibios. Además, los extremos de sus aletas mostraban ya huesos similares a muñecas y manos. El fósil dinamitaba una hipótesis aún vigente que señala que, aunque peces y tetrápodos comparten el origen de sus brazos y antebrazos, las muñecas y los dedos son exclusivos de los tetrápodos, que los desarrollaron después de que su rama se separase en el arbusto evolutivo.

Neil Shubin, investigador de la Universidad de Chicago y descubridor del tiktaalik, propone ahora que peces y tetrápodos también comparten piezas de la maquinaria genética capaz de crear muñecas y dedos. Su equipo se ha centrado en "regiones reguladoras" del ADN que funcionan como interruptores. Determinan qué parte del embrión será un brazo o una mano y encienden los genes necesarios para que aparezca una u otra. Shubin ha demostrado que, cuando algunos interrup-tores de raya se inyectan en un embrión de ratón, se encienden los genes para crear dedos y muñecas. Cuando los interruptores de ratón se inyectan en un pez cebra, se encienden los que generan aletas. En resumen: los primeros ingredientes para la generación de dedos ya los tenía un antepasado común que nunca los necesitó, pues era acuático. "Es un estudio importante, pero bastante especulativo, porque trabaja con una región del genoma pequeña", opina Héctor Escrivá, experto en biología evolutiva del Observatorio Oceanográfico de Banyuls-sur-Mer, en Francia. "No va cerrar el debate", advierte.

Fuente:

Público (España)

"Somos lo que comemos" (y tus hijos "serán lo que comiste")

Hay una mesa llena de platos: huevos, cordero, patatas, algo de embutido. Un joven dice: deberías cuidarte. Otro contesta: déjame, es mi vida, no hago daño a nadie. La conversación acaba y la comida continúa, pero no saben que quizá sus hijos acaben sufriendo por ello.

Hace unos meses publicamos en el blog un artículo de largo título; lo llamamos “Las jirafas de Lamarck, los gemelos, el cáncer y la guerra en Holanda”, y explicábamos que había algo en común en todos estos conceptos: la epigenética. La epigenética incluye todos los cambios que se producen en el ADN que no alteran su secuencia pero que también pueden pasar a los hijos. Serían algo así como las marcas que se van depositando a lo largo de la vida. Darwin pensaba que esos cambios no se transmitían, pero en eso estaba un poco equivocado. Una prueba nos la dan un tipo de ratones, llamados ´agouti´. Estos ratones son de color amarillo, pero si comen muchas proteínas pueden cambiar y volverse marrones. Tal cual. Lo más curioso es que sus hijos también serán marrones: el ADN de los padres cambia, pero sin necesidad de que se produzca ninguna mutación. ¿Y esto nos afecta a nosotros? Parece que sí. Desde hace tiempo se ha visto que los descendientes de personas que siguen dietas ricas en grasas tienen más posibilidades de ser diabéticos. Lo malo de estos estudios es que pueden confundirse: podría ser que los niños también comieran mal, tuvieran hábitos como los de sus padres, etc… Pero parece que no es sólo eso.

Uno de los comentarios en el blog nos avisó de la publicación de un artículo en la revista Nature: en ese estudio se usaron dos grupos de ratas, todas ellas machos. A uno le dieron una dieta sana y a otro una rica en grasas. Cuando vieron cómo eran sus hijas descubrieron lo que Darwin no esperaría: aunque al nacer eran todas iguales, con el tiempo las hijas de los que comieron mal comenzaron a ser diabéticas, y además estaban peor a cada semana que pasaba. No hubo ninguna mutación, no hubo diferencias durante el ´embarazo´ -las madres eran similares-, y sin embargo algo erróneo habían recibido.

Una vez aceptado que ´somos lo que comemos´, quizás habría que pensar que también ´serán lo que comemos´. La vida está llena de responsabilidades.

Fuente:

De Cero a Ciencia

24 de marzo de 2011

Espermatozoides nacidos en el laboratorio

Investigadores japoneses convierten en el laboratorio células del testículo de ratones en esperma maduro para fecundar.

Espermatozoides nacidos en el laboratorio

Evolución de las células precursoras de espermatozoides a partir del tejido testicular Nature
Para ser padre quizá en unos años no sea necesario contar con espermatozoides fértiles. Bastará con tener una muestra microscópica del testículo y una técnica sofisticada de cultivo permitirá madurar artificialmente en el laboratorio las células de ese tejido hasta convertirlas en esperma maduro y listo para fecundar. Eso es lo que ha logrado un equipo de investigadores japoneses, de momento solo con ratones. Los resultados, con prole incluida, se publican hoy en la revista «Nature».

El avance rompe una barrera hasta ahora infranqueable en mamíferos y abre nuevas posibilidades de tratamiento de la infertilidad masculina, tanto en varones adultos como en niños que se quedan estériles tras el tratamiento de un cáncer. Hoy las técnicas de congelación permiten congelar esperma a los varones diagnosticados con un tumor antes de empezar la quimio y la radioterapia, pero en los niños que aún no han alcanzado la pubertad no existe esa posibilidad. Si la nueva técnica funciona en varones cabría la posibilidad de hacer una biopsia del testículo y congelar el tejido de los niños antes de comenzar el tratamiento oncológico para preservar la fertilidad.

La producción de espermatozoides en mamíferos es un largo y complejo proceso difícil de reproducir fuera de la naturaleza. Se necesita un mes para que las células precursoras de espermatozoides (espermatogonias) se conviertan en esperma fértil en el interior de ese laboratorio natural que son los testículos. El equipo de Takehiko Ogawa de la Universidad de Yokohama (Japón) ha desarrollado un método de cultivo que permite recrear en un cultivo de laboratorio esas mismas condiciones. Las células espermatogonias se convirtieron en espermatocitos, después en espermátides hasta alcanzar el estado de espermatozoide. Con un tratamiento de reproducción asistida después fecundaron a unas hembras que dieron lugar a una prole de ratones sanos y también fértiles.

Para demostrar que el procedimiento podría funcionar en niños en los que se desea preservar su fertilidad, los investigadores japoneses primero congelaron la muestra del testículo durante semanas y realizaron después el proceso.

Fuente:

ABC (España)

25 de febrero de 2011

Descubren de forma accidental un tratamiento contra la calvicie

El nuevo compuesto induce el crecimiento capilar al bloquear una hormona relacionada con estrés.


Los ratones, los primeros días del tratamiento de la alopecia (izquierda) y semanas después (derecha)

El estrés tiene un efecto directo y conocido en la salud capilar: a más tensión, más caída y también más canas. Pese a conocer la relación causa-efecto ninguno de los remedios para tratar la alopecia se han dirigido específicamente a alterar el circuito del estrés en el organismo. Ahora un equipo liderado por investigadores estadounidenses de la Universidad de California ha conseguido que el pelo vuelva a crecer de forma sorprendente al bloquear con un compuesto químico una hormona relacionada con el estrés. El hallazgo, que publica la revista “PLoS One” ha sido casual, como muchos de los grandes descubrimientos científicos. Si funcionara en humanos, el nuevo tratamiento no sería útil contra todos los tipos de calvicie. Se piensa que funcionaría en la alopecia relacionada con el estrés y también con la pérdida capilar asociada al envejecimiento.

Pese a ser una de las grandes búsquedas de los laboratorios, el equipo de investigadores no pretendía dar con un remedio contra la calvicie. Se toparon con el hallazgo cuando estudiaban los efectos del estrés en el funcionamiento del sistema digestivo. Para sus experimentos utilizaron ratones transgénicos, modificados para sufrir estrés. Por esa alteración, los roedores producían en exceso una hormona relacionada con el estrés denominada CRF. A medida que envejecían, perdían su pelo hasta el punto de dejar completamente despoblado su lomo.

Resultados prolongados


Los científicos bloquearon esta hormona inyectando un compuesto químico (astressin-B) para observar los cambios en la función intestinal de estos ratones con estrés crónico. El tratamiento fue relativamente corto, una inyección diaria durante cinco días. Tres meses después de aquella inyección, aquellos ratones que habían perdido casi todo su pelaje resultaban casi indistinguibles de otros compañeros de laboratorio de la misma especie. Estudios posteriores confirmaron que el resultado no fue casual y aquella inyección había provocado el crecimiento capilar.

Million Mulugeta, uno de los responsables del estudio, destaca que el compuesto consigue resultados prolongados si se tiene en cuenta que la vida de un ratón no supera los dos años de vida.

Ahora queda probar el efecto en humanos. El equipo de la Universidad de California es optimista porque un fármaco conocido para la caída del pelo, el minoxidil, consigue efectos positivos en ratones. No consigue el nacimiento abundante de nuevo pelaje, pero sí un ligero aumento del espesor, como ocurre en los humanos. Si el minoxidil funciona en ratones como en las personas, los nuevos hallazgos podrían trasladarse al pelo humano.

Fuente:

ABC

Lea también:

Las lágrimas de los ratones son afrodisíacas

Crean ratones que pueden «oler» la luz

2 de febrero de 2011

Ya casi revelan el secreto de la eterna juventud

Este post no vende cremas antiarrugas ni pociones mágicas o milagrosas, aunque según su título así pudiera parecer. Sí se refiere, sin embargo, a la posibilidad de ser eternamente jóvenes, pero va contado desde un punto de vista científico, mas no estético, así que nada de bótox ni cirugías plásticas involucradas.

Resulta que un estudio publicado en la Revista Nature, realizado por un equipo de científicos del Instituto de Cáncer Dana-Faber, en Estados Unidos, detalla cómo habían revertido el proceso de envejecimiento en ratones. Ojo: Revertido, es decir, que no se trataba de “detener” el proceso de vejez, sino de prácticamente, retroceder el tiempo.

Explica la BBC que para lograrlo los investigadores se enfocaron en los cromosomas dentro del núcleo de las células, específicamente en los telómeros, ubicados en los extremos de los cromosomas, y cuya función es proteger a los cromosomas de los daños y coordinar la multiplicación o división celular.

Con el paso del tiempo, los telómeros se van reduciendo hasta que las células ya no son capaces de replicarse y por ende van envejeciendo sin tener sustitutas. En el experimento, los investigadores manipularon la enzima que regula a los telómeros, llamada telomerasa, logrando obtener resultados “sorprendentes”, según explicaron:

Lo que esperábamos era un retraso o estabilización del proceso de envejecimiento (…) Pero en vez de eso observamos una reversión drástica en los signos y síntomas del envejecimiento: Vimos que el cerebro de estos animales aumentó de tamaño y mejoraron sus capacidades cognitivas. Su pelaje recuperó su apariencia brillante y sana y su fertilidad también resultó restaurada”.

Claro está, tampoco la idea es que nos hagamos ilusiones tan apresuradas, ya que recordemos que se trató de un estudio con ratones, por lo que aplicar el procedimiento en seres humanos es aún un desafío por realizar… Y es que el gran problema es que mientras unos científicos aún trabajan en descifrar cómo se produce el proceso de envejecimiento, pues todavía no se sabe con absoluta, otros dedican sus esfuerzos en probar tratamientos para revertir la vejez.

Este experimento puede ofrecer datos interesantes no solo para revertir el proceso de envejecimiento, sino en todo lo referente a la investigación sobre el cáncer y su tratamiento, así que sin lugar a dudas esperaremos conocer pronto nuevos avances en la materia, aunque mientras sigamos envejeciendo… Ahora bien, suponiendo que esta u otra investigación similar lleguen a feliz término: ¿Cómo crees que nos impactará saber que podemos ser “eternamente” jóvenes?

Con infrmación de:

Fayer Wayer

8 de diciembre de 2010

Menos biodiversidad, más enfermedades


El estudio advierte sobre la necesidad de proteger las regiones ricas en biodiversidad, para evitar el aumento de la transmisión de enfermedades infecciosas.

La pérdida de biodiversidad aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas entre los seres humanos.

Ésta es la conclusión de una investigación realizada en Estados Unidos que analizó cerca de 25 estudios diferentes llevados a cabo en los últimos cinco años.

"Esto se debe a que las especies que tienden a desaparecer primero –cuando comienza a verse afectada la biodiversidad- son aquellas que son más efectivas en reducir los índices de transmisión de enfermedades", le dijo a BBC Mundo Felicia Keesing del Bard College de Nueva York y autora principal del estudio.

"Mientras que las que sobreviven", añade, "suelen ser aquellas que aumentan la transmisión".

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la velocidad a la que se están extinguiendo las especies hoy día es entre 100 y 1.000 veces superior si se la compara con la época en que la Tierra no estaba habitada por seres humanos.

Sin embargo, hasta ahora, los científicos no habían logrado establecer una relación clara entre la pérdida de especies y el contagio de enfermedades.

Además de dejar en evidencia el vínculo entre ambos fenómenos, el estudio también pone de relieve la función que cumplen los ecosistemas en proteger la salud de la población.

Ratón vs. zarigüella

Para ilustrar la teoría, Keesing utilizó -entre varios ejemplos- el caso de la enfermedad de Lyme, o Borreliosis, una enfermedad infecciosa que presenta síntomas parecidos a la gripe y que si no se trata de forma adecuada puede afectar el cerebro, el sistema nervioso, los ojos, las articulaciones y el corazón.

"Si tienes un bosque diverso, habrá muchos animales de los que se puede alimentar la garrapata que transmite el mal. Algunos animales pasan la enfermedad a la garrapata y otros no".
El ratón de pies blancos que habita el este de América del Norte, por ejemplo, es uno de los animales más populares que "hospeda" a la bacteria que causa la borreliosis y las garrapatas que la transmite. En cambio, las comadrejas de Virginia (que en varios países se conoce como zarigüeyas, tlacuaches, mucas o chuchas) no suelen ser refugio para esta bacteria y matan a la gran mayoría de garrapatas que intentan alimentarse de ellos.

El problema es que "cuando se trata de un bosque con poca biodiversidad, la especie predominante es el ratón y no la comadreja", dice Keesing.

Teorias

A esta altura, la pregunta que surge es por qué desaparecen primero las especies que no transmiten las enfermedades.

"Esa es la pregunta del millón de dólares", responde la investigadora.

Aunque todavía no han dado con una respuesta, los científicos sugieren que puede ser porque las bacterias o los virus podrían haberse adaptado a vivir en los animales que dominan un hábitat.
Especies como los ratones, que tienen la capacidad de adaptarse a los ambientes degradados, son más abundantes.

En cambio las comadrejas, que son más grandes y viven por más tiempo que un ratón, son más selectivas a la hora de elegir su hábitat, y si el bosque se degrada, tienden a desaparecer primero que los ratones.

Otra posibilidad es que las especies acostumbradas a vivir en ambientes degradados "inviertan menos en la clase de inumunidad que les permita defenderse de los agentes patógenos", explica la investigadora.

"Lo interesante es que no se trata de algo abstracto, ni que ocurre en un lugar lejano", dice Keesing, "los efectos son claros y pueden notarse incluso si la pérdida de biodiversidad tiene lugar en un bosque pequeño, cercano a un conjunto de casas".

Tomado de:

6 de diciembre de 2010

Bioterrorismo: De la vacuna al 'supervirus'

Dos investigadores fueron acusados de apología del bioterrorismo al crear, hace diez años, un virus mortal. El caso suscitó un debate sobre la responsabilidad de los científicos.

Dios mío, esto es escalofriante". Ian Ramshaw y Ron Jackson se miraron, sorprendidos, tras analizar los resultados de una de sus investigaciones. Los científicos australianos habían modificado genéticamente el virus que causa la viruela en ratones, creando una nueva cepa que había causado la muerte de todos los animales involucrados en el estudio. El nuevo virus también había acabado con ratones previamente vacunados. Era finales del año 2000, y los biólogos tenían la primera evidencia científica de un virus que rebasaba la frontera de la vacunación.

Tras el logro, dudaron qué hacer con los resultados, despertando el gran dilema que les atormentaría los siguientes meses: se preguntaban si su investigación debería ser publicada o no, ya que la explicación de su descubrimiento podría provocar que mucha gente pensara que estaban creando la receta una potentísima arma biológica, aunque estaba controlada en el laboratorio y no afecta a humanos.

Todo comenzó en 1988, cuando Ron Jackson entró a trabajar en la organización de investigación en ciencia e industria de la Common-wealth, el CSIRO, en la división de control de pestes animales. En Australia, los conejos y los ratones devastan los campos y, con ellos, la economía. El objetivo inicial de Jackson era generar una vacuna que consiguiera esterilizar a los conejos, pero ciertas dificultades técnicas provocaron que se decidiera inicialmente realizar una "prueba de concepto" en ratones.

Dicha prueba consistía en introducir en el Virus Ectromelia (EV) que causa la viruela en ratones el gen ZP3 de los óvulos de las ratonas. Durante la infección con el virus modificado, las células infectadas producirían la proteína de los óvulos. El sistema inmunológico de los ratones podría identificar la proteína como propia de un virus, y empezaría a combatir y eliminar las células que la produjeran, esterilizando a los animales infectados.

En enero de 1998, Ron Jackson, junto con el experto en inmunología Ian Ramshaw, publicó que la prueba de concepto era válida. Al infectar ratones de laboratorio con el virus modificado, el 70% de las ratonas quedaban estériles tras el tratamiento. El problema surgió porque apenas funcionaba en otras cepas de ratón. El virus necesitaba nuevos factores que mejoraran su eficacia.

Disminuir la respuesta

La posible solución consistía en introducir al virus el gen de la Interleucina 4 (IL-4), una molécula reguladora del sistema inmunitario, para aumentar la producción de anticuerpos y disminuir la respuesta frente al virus. Precisamente, el peligro del virus EV-IL-4 está en la capacidad que demostró para mermar las defensas.

Publicar dicha información era tan necesario como peligroso. Todo dependía de las manos en las que cayera. Según Jackson, aunque su investigación "estaba movida por fines pacíficos y centrada en animales, no en humanos, había que ser un idiota para no ver que dicha tecnología era transferible."

Ambos científicos decidieron apoyarse en expertos en el campo, buscando asesoramiento. Frank Fenner, investigador en la John Curtis School, experto en poxvirus, fue uno de los elegidos por Ramshaw. Fenner pensaba que cualquier individuo que quisiera utilizar la investigación como receta bioterrorista se enfrentaría a numerosos obstáculos. En primer lugar, el efecto de la IL-4 sobre la viruela murina no tenía porqué ser el mismo que sobre la humana. Además, un virus que rompe la inmunidad de individuos vacunados implica un gran riesgo para quien quiera manipularlo. Por último, el supuesto supervirus no podría controlarse, y el terrorismo siempre ha buscado el control a cambio de terror, no simplemente el caos.

Jackson decidió comunicar los resultados del EV-IL-4 al director del CSIRO, quien a su vez lo trasladó a las autoridades competentes y universidades. Ni siquiera el Departamento de Defensa Australiano puso obstáculos a que el EV-IL-4 viera la luz.

Quien haría de la información una bomba de relojería sería Rachel Novack, una redactora de la revista New Scientist, que entrevistó a Ramshaw días antes de que saliera su artículo en la prensa científica. Su artículo Un virus de ratón manipulado nos deja a un paso del arma definitiva provocó que el CSIRO fuera objetivo de la prensa mundial, y que Ramshaw y Jackson pasaran de ser reputados investigadores reputados en vacunas a apologistas del bioterrorismo.

En medio de la tormenta mediática, Ramshaw recibió la llamada más extraña de su vida. "Un hombre de avanzada edad, que llamaba desde Londres, me dijo que había vida después de la muerte y que los muertos utilizaban las palabras para contactar con nosotros". No entendió nada. Hizo falta un email al día siguiente para entender la inquietud del anciano. "Me di cuenta que nuestro virus se llamaba EVIL [maldad, en inglés]", cuenta ahora a Público, diez años después.

Hoy, queda lejos el descrédito mediático sufrido. Ian Ramshaw es consciente de lo importante que era el artículo para New Scientist, ya que según el investigador, la revista "tiene un gran interés en problemas asociados con la ingeniería genética".

No se arrepiente de la entrevista. "Lo peor que podemos hacer como científicos es tratar de ocultar lo que estamos investigando; la sociedad ya sospecha de los científicos, y si tratamos de escondernos sólo llevará a incrementar la sospecha. No somos dioses que decidimos lo que podemos hacer y dónde lo hacemos. Cuanto más abiertos seamos, más respeto tendremos públicamente. Cualquier cosa científicamente interesante debe ser publicada", asegura.

Ramshaw es actualmente director del Centro Nacional de Bioseguridad australiano, creado en 2006 para facilitar el compromiso de la investigación con sus posibles riesgos. La organización que dirige reúne a expertos de diversas disciplinas, como la microbiología, la epidemiología, el derecho, la ética o la seguridad internacional. Ramshaw está acostumbrado a discutir sobre el llamado "doble uso" de la ciencia, e incluso ha encontrado en su anterior investigación nuevos dobles usos. "Creamos un virus transmisible que no mataba pero dejaba estéril, algo que no ha llamado la atención y que nunca debió examinarse", asegura.

Pero Ramshaw también defiende que el doble uso no sólo lo persiguen posibles bioterroristas anónimos. Diversos departamentos de defensa gubernamentales también modifican genéticamente patógenos para conocer su peligrosidad. Y su objetivo ya no es sólo realizar estudios en animales, sino conocer el potencial de diversos patógenos que sí afectan a humanos. Para Ramshaw, la biodefensa "sólo es una excusa para trabajar en dichas áreas, y está llegando demasiado lejos. Aunque la justificación sea la defensa, se pueden desarrollar organismos [que afecten a humanos] que no existen".

Fuente:

Publico Ciencias

6 de noviembre de 2010

Los niveles de ácido láctico podrían indicar el inicio del envejecimiento cerebral

Especial: Cerebro Humano


Según un estudio del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) que se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).

Los investigadores podrían controlar el progreso del envejecimiento midiendo los niveles de ácido láctico en el cerebro. Los investigadores han sospechado durante largo tiempo que el envejecimiento se produce a partir de un daño gradual al ADN mitocondrial, el material genético necesario para producir energía a partir de los alimentos.

Estudios previos han vinculado las mutaciones en el ADN mitocondrial humano con los trastornos del sistema nervioso central asociados a la edad como el Alzheimer y el Parkinson.

Los científicos, dirigidos por Lars Olson, investigaron esta teoría al examinar los procesos metabólicos del cerebro de ratones de edad avanzada normales y con envejecimiento prematuro.

Los investigadores descubrieron que la alteración del ADN mitocondrial desencadena un cambio metabólico en el cerebro de los ratones que podría alterar la expresión de ciertos genes que controlan la formación del ácido láctico.

Según los autores, este cambio produce un aumento en los niveles de ácido láctico en el cerebro que podría detectarse utilizando técnicas de imagen no invasivas. Los descubrimientos también sugieren que los niveles de ácido láctico se elevan antes que otros indicadores del envejecimiento y que, a falta de posteriores investigaciones, se podría utilizar para detectar las enfermedades asociadas a la edad del sistema nervioso central.

Fuente:

Europa Press

26 de agosto de 2010

El interruptor del miedo

El circuito cerebral que hace pasar de la parálisis a la huida o la lucha, desentrañado en ratones

El miedo puede producir reacciones muy diferentes, como la huida, la parálisis o la lucha y todo el proceso se desarrolla en una zona específica del cerebro. Los científicos han delimitado esta zona en ratones y también han identificado el tipo de neuronas que determinan la reacción a un estímulo que produce miedo. Su estudio indica que el proceso de decisión sobre si quedarse o no paralizado es una tarea cerebral más compleja de lo que se creía.

Investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Monterotondo y de la empresa GlasoSmithKline en Verona, ambos en Italia, combinaron técnicas farmacéuticas y genéticas con la resonancia magnética funcional. Así pudieron controlar la actividad de células específicas en el cerebro de ratones que experimentaban miedo y publican los resultados en Neuron.

Eran ratones genéticamente modificados, de forma que sólo las células citadas contienen un receptor químico para un medicamento concreto. Cuando los científicos inyectan ese fármaco en un ratón actúa sobre el receptor y bloquea la actividad cerebral de esas células, lo que permite a los investigadores deducir su papel en el control del miedo.

En este caso, informa el EMBL, apagaron las neuronas de tipo I, en la amígdala cerebral, que ya se suponía que están relacionadas con el miedo. Para poder medir esta emoción, entrenaron a los ratones para asociar un sonido a un estímulo desagradable, lo que les dejaba paralizados cuando lo oían.

"Cuando inhibimos estas neuronas, no me sorprendió ver que los ratones ya no quedaban paralizados, porque eso es lo que se supone que hace la amígdala. Pero nos sorprendimos mucho cuando hicieron otras cosas, indicativas de que estaban calibrando el riesgo", dice Cornelius Gross, director del trabajo. "Nos dimos cuenta de que no estábamos bloqueando el miedo, porque pasaban de una estrategia pasiva a otra más activa y eso no es lo que se suponía que hace esta parte de la amígdala".

Al escanear el cerebro de los ratones, también se sorprendieron los investigadores cuando vieron que el cambio de comportamiento estaba acompañado de una gran actividad en otras partes del cerebro, concretamente la corteza. Al bloquear esta zona con otra droga, volvió el comportamiento de parálisis asociada al miedo.

Este circuito era hasta ahora desconocido, lo que implica que los investigadores tienen un amplio campo de trabajo para lograr desentrañar el mecanismo del miedo.

Fuente:

El País Ciencia

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